100 partidas

comentadas
El sacrificio de un peón por la iniciativa
Comentarios de Alexander Kotov
En varios casos el rey del bando que ha
aceptado el peón logra enrocar, pero aun así
la ventaja en el desarrollo permite trasladar el
ataque hacia el flanco del rey para proseguir
el asalto.
La partida siguiente, del torneo de San Pe-
tersburgo de 1913, puede servir muy bien de
modelo.
Prof. J.L. Matamoros
10.¤e3 ¥d6
11.O-O ¥e6
“El sacrificio del peón está compensado
ampliamente”, escribe Alekhine en sus co-
mentarios a esta partida. Las negras tienen
mucho mejor desarrollo y las blancas expe-
rimentan dificultades, especialmente por ca-
recer sus caballos de puntos de apoyo en el
centro.

Partida Nº 4

Blancas: Nimzovich
Negras: Dr. Alekhine
Apertura de los 4 caballos

1.e4 e5
2.¤f3 ¤c6
3.¤c3 ¤f6
4.¥b5 ¤d4 12.¤e1 O-O-O!
5.¥c4 ¥c5 13.c3 ¤f5
6.¤xe5 ... 14.£c2 ...
Esta partida demostró que en esta varian- Algo mejor habría sido 14.d3, a lo que
te es desfavorable para las blancas aceptar el las negras hubieran contestado 14. ... £h4
sacrificio del peón. 15.¤f3 £h5; con presión persistente. Ahora
6. ... £e7! la posición blanca se destruye por medio de
Por medio de esta jugada las negras se una serie de jugadas muy simples a primera
apoderan de la iniciativa a cambio del peón vista, pero que justamente por su aparente
entregado, y esta iniciativa juega un papel de- sencillez no son nada fáciles de encontrar.
cisivo en el curso de la siguiente lucha. 14... £h4!
7.¤d3 d5! 15.¤f3 £f4
8.¥xd5 ¤xd5 16.¤xf5 ¥xf5
9.¤xd5 £xe4+ 17.d3 £g4

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 100 partidas comentadas - Prof. José Luis Matamoros

Preparando la posible continuación 18. ... 32.¦xf7 £h1+

£h5; para seguir con 19. ... ¥xd3; y 20. ... 33.¢f2 £h4+
¥xh2+. 34.¢e2 £h5+
18.¤d4 £h5 35.g4? ...
19.f4 ... Rechazando el empate las blancas vuelven
Y ahora aparecen debilidades en el campo a exponerse al peligro de perder la partida.
de las blancas, quedando aún sin resolver el 35. ... £h2+
problema del desarrollo de sus piezas. 36.¢f3 £g3+
19. ... ¦he8 37.¢e4 ¥c7!
20.b4 ... Defendiendo el mate y creando peligrosas
Igualmente, si 20.¥d2, seguía 20. ... ¥c5 amenazas contra el rey blanco.
21.¦ae1 ¦e7; con irrupción decisiva. 38.¦c1 £g2+
20... c5! 39.¢e3 ¥b6+
21.¤xf5 £xf5 40.d4? ...
22.£d2 ... Esto pierde en seguida. La única posibili-
Defendiéndose de la amenaza c4, pero de dad de seguir la lucha era con 40.¦c5.
todos modos la defensa de las blancas se toma
cada vez más difícil.
22. ... ¥c7
23.¦f3 cxb4
24.cxb4 g5!
Comienza ahora el asalto final. Aquí la me-
jor continuación de las blancas era 25.¥b2, a
lo cual seguía 25. ... ¥xf4 26.£c3+ ¢b8; etc.
25.fxg5 £e5
26.¥b2 £xh2+
27.¢f1 ¥g3?
Apremiado por el tiempo el negro
deja escapar el camino de la victoria, que 40... ¦d8!
era 27...£h1+ 28.¢f2 £h4+ 29.¢f1 ¥g3 41.¦c7 £g3+
30.£c3+ ¢b8 31.£c5 b6 32.£g1 ¦xd3 42.¦f3 £e1+
33.¦xd3 £f4+ 34.¦f3 £c4+; etc., mientras 43.¢d3 £d1+
que ahora las blancas disponen de suficiente 44.¢e3 ¥xc7
defensa. 0-1
28.¥d4 ¦xd4! Y las blancas abandonaron.
El error cometido en la jugada anterior
hace que las negras tengan que conformarse
con tablas.
29.£c3+ ¢b8
30.£xd4 ¥e5
31.£d7 ¦c8

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