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IES Blas Cabrera Física y Química 1º Bach.

Curso 2014-2015

TEMA 7. ENERGÍA, TRABAJO Y CALOR

1- INTRODUCCIÓN
2- TEOREMA DEL TRABAJO Y LA ENERGÍA CINÉTICA
3- FUERZAS CONSERVATIVAS. TEOREMA DE CONSERVACIÓN DE LA ENERGÍA MECÁNICA
4- FENÓMENOS TÉRMICOS: TEMPERATURA, ENERGÍA TÉRMICA Y CALOR
5- CONEXIÓN ENTRE FENÓMENOS TÉRMICOS Y MECÁNICOS
6- PRINCIPIO DE CONSERVACIÓN DE LA ENERGÍA. PRIMER PRINCIPIO DE LA TERMODINÁMICA.
7- POTENCIA
8- SEGUNDO PRINCIPIO DE LA TERMODINÁMICA
9- SOBRE LOS PRINCIPIOS DE CONSERVACIÓN. SIMETRÍA

1 - INTRODUCCIÓN
El estudio del movimiento realizado hasta el momento lo hemos basado en el uso combinado de las ecuaciones de la dinámica
y de la cinemática. Pero la búsqueda de nuevas relaciones entre fuerzas y desplazamientos, condujo, en un largo proceso de más
de 200 años, a la introducción de nuevas magnitudes como trabajo y energía, y la formulación de nuevos principios de
conservación.
Así, ya en 1638 Galileo se preguntaba si existía alguna relación entre el desplazamiento experimentado por un cuerpo mientras
sobre él actúa una fuerza y el cambio de velocidad que se produce durante esa acción. Varias décadas después, y a consecuencia
de las conclusiones obtenidas al estudiar las variaciones de velocidad que se generan tras el choque entre dos cuerpos, el físico
holandés Christian Huygens sugirió en 1669 que había “algo” que no variaba después de éste, y que llamó vis viva o “fuerza viva” y
que tenía como valor el producto mv2. Un siglo más tarde el matemático turinés Joseph-Louis Lagrange (1736−1813), empeñado en
expresar en lenguaje matemático los principios básicos de la mecánica, logró exponer en 1788 lo que dio en llamar “función de la
fuerza”. Cuando por fin en 1843 Mayer y Joule consiguieron integrar los fenómenos relacionados con el calor en el dominio de la
mecánica, se pudo establecer un principio de conservación que abarcaba a todos los conocimientos de la física, y no sólo a las
transformaciones mecánicas.
El concepto de energía y su conservación ha resultado ser uno de los más potentes y fructíferos de la ciencia. En primer lugar,
proporcionó un vínculo unificador de los procesos mecánicos y térmicos. Además, siguen conservando su validez en la física
moderna y se extienden a otras disciplinas científicas (química, biología, geología, astrofísica). Por último, es un concepto con gran
importancia social (fuentes de energía, crisis energética) y por ello, muy utilizado en medios de comunicación y en el lenguaje
cotidiano.

2 - TEOREMA DEL TRABAJO Y LA ENERGÍA CINÉTICA



Sea un cuerpo que se mueve siguiendo una trayectoria  (gamma) sometido a una fuerza F . De acuerdo con el 2º principio de
la dinámica, se verificará que:
  Ftg  m atg
F ma  
 Fn  m a n
Si el cuerpo se mueve además con movimiento uniformemente acelerado (atg  cte), para dos instantes cualesquiera, tA y tB , y los
puntos correspondientes A y B, se podría escribir:
v B2  v 2A v2 v2 1 1
Ftg  m a tg  Ftg  m  Ftg e  m B  m A  m v 2A  Ftg e  m v B2 (1)
2e 2 2 2 2
Se trata de una nueva relación, que se revelará muy útil, y que sugiere la definición de dos nuevos conceptos: el de energía
cinética y el de trabajo.

Energía Cinética
Se define la energía cinética de un cuerpo de masa m que se mueve con velocidad v, como:
1
EC  m v 2
2
Trabajo 
Se define el trabajo realizado por una fuerza F de componente tangencial constante, que se
desplaza sobre una curva γ entre los puntos A y B una distancia, medida sobre la curva, e, como:

WAFB,  Ftg e  F e cos
donde F es el módulo de la fuerza y α el ángulo formado por la fuerza y la velocidad (tangente a la
trayectoria).
De la definición de trabajo se desprenden tres interesantes consecuencias:
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- El trabajo puede ser tanto positivo como negativo, pues aunque F y e son siempre positivos, el coseno varía entre −1 y +1.
- El trabajo será cero cuando la fuerza sea perpendicular a la trayectoria (a la tangente).
- El trabajo realizado depende de la trayectoria, pues el espacio recorrido e depende de la trayectoria.
Con la introducción de los nuevos conceptos, la expresión (1) se puede expresar como:

ECA  WAFB,   ECB
expresión importantísima que se conoce como teorema del trabajo y la energía cinética.
La expresión anterior, aunque obtenida para el caso concreto de un movimiento que se realiza con F tg constante, se demuestra
que puede generalizarse para una fuerza cualesquiera.

3 - FUERZAS CONSERVATIVAS. TEOREMA DE CONSERVACIÓN DE LA ENERGÍA MECÁNICA


El trabajo realizado por una fuerza entre dos puntos, de acuerdo con la definición dada, depende en general de la trayectoria
seguida. Pero existen ciertas fuerzas para las que el trabajo no depende del camino, casos en los que el trabajo tiene el mismo
valor por cualquier trayectoria. A dichas fuerzas, en las que el trabajo no depende de la trayectoria, se las llama fuerzas
conservativas.
Si el trabajo no depende de la trayectoria, entonces sólo dependerá de los puntos inicial y final. Es decir, el trabajo se puede
expresar como la variación de una función entre los puntos inicial y final. A dicha función se la llama energía potencial. O sea:

WAFcons
B  EPA  EPB

Los dos casos más comunes de fuerzas conservativas que se utilizarán son el peso y la fuerza elástica, cuyas energías
potenciales vienen dados por las expresiones:

Tipo de fuerza Expresión de la fuerza Energía potencial asociada


Peso (ejercida por la Tierra) P = mg EP = mgh (h ≡ altura)
Fuerza elástica (ejercida por un resorte) F=−kx EP = 1/2 k x2 (x ≡ variación de longitud del resorte)

Considerando la noción de energía potencial, el teorema del trabajo y la energía cinética admite un nuevo desarrollo. En primer
lugar, distingamos entre fuerzas conservativas y no conservativas. En tal caso, puede escribirse:
  
ECA  WAFB, γ  ECB  ECA  WAFcons F no cons
 B ,  WA B, γ  ECB
Sustituyendo la expresión obtenida para el trabajo de las fuerzas conservativas, quedaría:

ECA  E PA  E PB  WAFnoB,cons
  ECB
Reordenando

ECA  EPA  WAFno
B
cons
 ECB  EPB

Finalmente, si todas las fuerzas son conservativas, entonces:


ECA  EPA  ECB  EPB

es decir, “que si todas las fuerzas son conservativas, la suma de las energías cinética y potenciales del cuerpo se conservan,
resultado que se conoce como teorema de conservación de la energía mecánica”.

4 - FENÓMENOS TÉRMICOS. TEMPERATURA, ENERGÍA TÉRMICA Y CALOR


Fenómenos térmicos
Además de los fenómenos estrictamente mecánicos estudiados hasta ahora, se distinguen otro tipo de fenómenos de
naturaleza completamente distinta. Este nuevo tipo de fenómenos tiene su origen cuando ciertos cuerpos en reposo, llamados
vulgarmente “cuerpos calientes”, se ponen en contacto con otros cuerpos, también en reposo, llamados vulgarmente “cuerpos
fríos”, y consiste en una alteración de las propiedades iniciales de los cuerpos en cuestión: volumen (dilataciones), estado físico
(cambios de estado), etc. El estudio de estos fenómenos, a los que llamaremos fenómenos térmicos, dio lugar al nacimiento de una
nueva ciencia, la termología o ciencia del calor, porque para explicar los fenómenos observados introdujo una sustancia, el calórico,
una especie de fluido que pasaba de los cuerpos calientes a los cuerpos fríos.

Temperatura
Parece razonable pensar que lo que subyace en expresiones como “cuerpos calientes” y “cuerpos fríos” es la valoración por
parte de las personas de una propiedad de los cuerpos, propiedad cuyos diferentes valores se pone de manifiesto como
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sensaciones diferentes a través del tacto y que comunicamos diciendo cuerpo caliente o cuerpo frío. Dicho de otra manera,
nuestras sensaciones a través del tacto, nos llevan a atribuir (si queremos, inventar) una propiedad nueva: la temperatura. Algo
similar a la noción de fuerza, cuyo origen parecía estar en la sensación de esfuerzo muscular.
Pero la sensación fisiológica de frío y de caliente nos puede llevar a conclusiones completamente erróneas como puede
comprobarse con la siguiente experiencia:
Experiencia
Dispóngase de tres recipientes, uno con agua caliente, otro con agua fría, y un tercero con agua tibia. Sumergir durante unos
instantes una mano en cada uno de los dos primeros y luego las dos en el tercero. ¿Qué sensación se experimenta?

Dado que el sentido del tacto sólo puede proporcionarnos una idea aproximada, es necesario buscar procedimientos más
objetivos que la mera apreciación sensorial. La solución se encontró en utilizar como “sensor” no el sentido del tacto, sino la
variación regular y repetida de las propiedades que se sabían medir de otro cuerpo.
Así, supóngase dos cuerpos A y B, que se ponen en contacto. Pueden ocurrir dos cosas:
- las propiedades de A y B no cambian.
- Se produce una modificación de las propiedades de A y B.
¿Y por qué ocurre una cosa u otra? El diferente comportamiento lo atribuimos a la temperatura. En el primer caso, el valor de la
temperatura es el mismo. En el segundo caso, el valor es diferente. Todos los cuerpos que puestos en contacto con A no sufren
alteración alguna tienen el mismo valor de temperatura. Se dice también que están en equilibrio térmico. Por el contrario, si
cualquier cuerpo puesto en contacto con A sufre alteraciones, entonces diríamos que el valor de la temperatura es distinto. ¿Y
cuanto de diferente? Pues parece lógico pensar que la diferencia en la temperatura tenga que ver con la variación de las
propiedades iniciales conocidas. Ello nos posibilita medir la propiedad en cuestión.
El dispositivo que nos sugiere el razonamiento anterior, y que ya fue intuido desde el principio, es el termómetro. El punto de
despegue en el estudio de los fenómenos térmicos podemos situarlo en el momento en que se construye el primer termómetro. A
principio del siglo XIX el termómetro se convirtió en un instrumento habitual. En todos los casos, la medición de la propiedad se
reducía a la medida de la longitud de una columna de agua, alcohol o mercurio. Pero en cuanto a qué es lo que mide el termómetro,
durante mucho tiempo no hubo una opinión unánime.
El caso es que la introducción del termómetro permitió evitar las ambigüedades de la sensación fisiológica, pero permitió
también diferenciar entre temperatura y calor, dos conceptos que permanecieron confundidos durante mucho tiempo. En efecto, si
colocamos sobre un foco calorífico dos recipientes con distintas cantidades de agua durante el mismo tiempo, el termómetro indica
que la temperatura alcanzada por cada uno es distinta, pero la cantidad de calor comunicado a ambos será la misma.
La temperatura se considera una magnitud fundamental, y su unidad en el S.I. es el grado kelvin, K. Aunque la unidad más
utilizada en nuestro entorno es el grado centígrado, ºC. La relación entre ambas escalas es: K = ºC + 273.

Energía térmica y calor


Es una observación empírica que cuando se ponen en contacto dos cuerpos, A y B, a diferentes temperaturas, T A > TB, el
conjunto evoluciona hasta que ambas se igualan.

El hecho de que la temperatura del cuerpo a mayor temperatura disminuya y la del cuerpo a menor temperatura aumente,
sugiere que hay la transferencia de “algo” del primero al segundo. En un primer momento (s XVII), a ese algo se le denominó
“calórico”, un fluido ingrávido (sin peso) e invisible que poseían todos los "cuerpos calientes", y en mayor cantidad cuanto "más
calientes". Desde este punto de vista, al poner en contacto dos cuerpos, pasaba calórico del más "caliente" al más "frío". Por otro
lado, los hechos experimentales ponían de manifiesto que el aumento de calórico en un cuerpo y la disminución en otro, además de
compensarse exactamente, era proporcional a la naturaleza del cuerpo, a la masa y a la variación de temperatura. Es decir, para
dos cuerpos, 1 y 2, con T2i > T1i, se puede escribir:
calor cedido por 2  m2 c 2 (T2i  T2f )  calor ganado por 1  m1 c1 (T1f  T1i )
Reordenando la expresión anterior en la parte referida al cuerpo 1, se tiene:
calor ganado por 1  m1c 1 T1f  m1 c 1 T1i  m c T1i  calor ganado por 1  m cT1 f
Y en definitiva, para un cuerpo que en un proceso estrictamente térmico evoluciona desde el estado A al estado B, se tiene:
m c TA  Q AB  m c TB

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La magnitud c se conoce como calor específico de la sustancia. Al agua se le asigna el valor 1 cal/ g ºC, y el de las restantes
sustancias se obtiene experimentalmente a través de la expresión anterior
Durante un siglo, la teoría del calórico fue la explicación admitida, pero al cabo de ese tiempo las pruebas en su contra se
hicieron demasiado impertinentes. Y aunque los fenómenos continuaron mostrándose igual, la interpretación de los mismos, los
conceptos y las teorías no han parado de evolucionar. En la actualidad, a la expresión mcT se la conoce como energía térmica, de
forma análoga a como la expresión 1/2mv2 energía cinética, o a la expresión mgh energía potencial gravitatoria. El concepto de
calor, a pesar del uso que hacemos del mismo en el lenguaje corriente, se considera simplemente una manera de transferir energía
de un cuerpo de mayor temperatura a otro de menor temperatura. No es por lo tanto una energía, sino la forma en que se transfiere
la energía entre dos cuerpos que están a diferente temperatura. Es por ello incorrecto decir que los cuerpos tienen calor. Los
cuerpos no tienen calor sino energía térmica. Y la energía puede transferirse de un cuerpo a otro a través de un procedimiento que
llamamos calor.

5 - CONEXIÓN ENTRE FENÓMENOS MECÁNICOS Y TÉRMICOS


Aunque los fenómenos térmicos y mecánicos nacieron y se desarrollaron independientes (se medían en unidades distintas por
ejemplo, el trabajo en julios y el calor en calorías), las sospechas de una conexión entre ambos existieron desde un principio. Pero
es en el siglo XIX, con la invención de la máquina de vapor y el interés práctico por los fenómenos térmicos, cuando se pone de
manifiesto clara y reiteradamente la relación entre ambos. Así, el trabajo mecánico realizado al arrastrar un objeto sobre una
superficie provocaba un aumento de temperatura, e inversamente, al someter un gas encerrado en un cilindro con pistón a la
influencia de un cuerpo caliente, se produce un trabajo mecánico (fundamento de la máquina de vapor).
La estrecha relación entre fenómenos mecánicos y térmicos quedó de manifiesto con el
experimento de Joule, en el que la realización de un mismo trabajo mecánico originaba siempre un
mismo aumento de temperatura. La relación que estableció fue concretamente que la realización de un
trabajo de 4’18 Julios provocaba el mismo incremento de temperatura que el suministro de una cantidad
de calor de 1 caloría (lenguaje de la época). De ahí la equivalencia: 1 cal = 4,18 J.
Pero el gran éxito estaría aún por llegar. Y llegó inspirada en el paradigma dominante: la filosofía
mecanicista (todo lo que sucede puede explicarse con partículas y fuerzas entre las partículas) y con el
nombre de teoría cinético-molecular, donde la energía térmica no se interpreta como una forma de
energía diferente de la mecánica, sino precisamente la energía cinética del movimiento molecular, y la
temperatura, la energía cinética media de las moléculas. Después de este resonante éxito, hay que
decir que el paradigma mecanicista entro en decadencia e hizo su aparición la noción de campo.
Experimento de Joule

6 - PRINCIPIO DE CONSERVACIÓN DE LA ENERGÍA. PRIMER PRINCIPIO DE LA TERMODINÁMICA


El desarrollo del principio de conservación de la energía ha sido uno de los logros más importantes en el progreso de la física.
La forma actual de dicho principio no se descubrió en un alarde espectacular de clarividencia, sino que ha sido desarrollada lenta y
laboriosamente a lo largo de dos siglos y medio. El primer reconocimiento de un principio de conservación, hecho por Leibnitz en
1693, se refería únicamente a la suma de la energía cinética (1/2mv2) y la energía potencial (mgh) de una masa puntual simple en
el campo gravitatorio terrestre. A medida que fueron considerados tipos adicionales de sistemas y de fenómenos, la forma del
principio de conservación falló repetidamente, pero en todos los casos resultó posible reestablecerla por la adición de nuevos
términos matemáticos, nuevas forma de transferencia y “nuevas clases de energía”. Así, la consideración de los fenómenos
térmicos requirió de la adición de una nueva forma de transferencia de energía, el calor, y de una nueva clase de energía, la
energía térmica. La consideración de sistemas con carga eléctrica requirió la adición de la energía de interacción de Coulomb y
finalmente de la energía del campo electromagnético. En 1905, Einstein extendió el principio a la relatividad, añadiendo términos
tales como la energía relativista de la masa en reposo. En la década de 1930, Enrico Fermi postuló la existencia de una nueva
partícula, que denominó neutrino, exclusivamente con el propósito de mantener la validez del principio de conservación de la
energía en las reacciones nucleares.
¿Cómo se contempla con ojos de hoy el principio de conservación de la energía? En primer lugar, decir que es una convicción
generalizada, pues hasta ahora ninguna observación parece estar en contradicción con él. Y esta convicción, sustentada en
observaciones empíricas es lo que llamamos un principio. En segundo lugar, sostiene que en cualquier modificación de un sistema
físico aislado, a pesar de los cambios que se observan, a pesar de la espectacularidad de los mismos, hay una cosa que
permanece constante, una cosa que no cambia, y a esa cosa la llamamos energía.
¿Y qué es la energía? Pues no sabemos lo que es. Es una propiedad de los sistemas físicos, de la que no conocemos su
naturaleza, de la que no tenemos ninguna imagen, pero que sabemos calcular. Tenemos unas expresiones matemáticas que
determinan unos valores, 1/2mv2, mgh, 1/2kx2, mcT, …, asociadas a diversas magnitudes físicas y a las que damos distintos
nombres: energía cinética, energía potencial gravitatoria, energía potencial elástica, energía térmica, …,
1 1
EC  m v 2 EPg  m g h EPe k x 2 ET  m C e T
2 2
de manera que si calculamos su valor total para un instante determinado, en un proceso cualquiera, el valor es siempre el mismo.
Así, para un sistema aislado sometido a procesos mecánicos y térmicos exclusivamente, donde (no hay cambios de estado, ni
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cambios químicos), se ha de verificar que:


Ec (1)  EPg (1)  EPe (1)  ET (1)  Ec (2)  Epg (2)  EPe (2)  ET (2)
Si el sistema no es aislado, y dado que reconocemos dos maneras de transferir energía: el trabajo y el calor, la expresión
anterior se comprueba que puede ampliarse de la forma:
Ec (1)  EPg (1)  EPe (1)  ET (1)  W1no
-2
cons
 Q12  Ec (2)  Epg (2)  EPe (2)  ET (2)
En la expresión anterior, para fenómenos estrictamente mecánicos, recuperamos la expresión ya conocida:
Ec (1)  EPg (1)  EPe (1)  W1no
-2
cons
 Ec (2)  Epg (2)  EPe (2)  ET (2)
En cambio, para fenómenos estrictamente térmicos, se convertiría en:
ET (1)  Q12  ET (2)
expresión que nos permite determinar el calor transferido al sistema en estos procesos como:
Q12  ET (2)  ET (1)  m C e T2  m C e T1  m C e (T2  T1 )  m C e ΔT
En el caso de que el sistema (una sustancia pura) sufra cambios en su estado de agregación, el resultado empírico más
llamativo es que el cambio, a una presión dada, se realiza a temperatura constante, y el calor que absorbe o desprende es
proporcional a su masa. O sea, podríamos decir que en un cambio de estado:
Ee (1)  Q12  Ee (2) con Q12  m L f
donde Lf es el calor latente de cambio estado o cantidad de calor que absorbe o desprende 1 kg de la sustancia considerada para
cambiar de estado.
Luego, para un sistema no aislado, sometido a procesos mecánicos y térmicos, y con cambios de estado de agregación, el
principio de conservación de la energía parece razonable generalizarlo como:
Ec (1)  EPg (1)  EPe (1)  ET (1)  Ee (1)  W1no
-2
cons
 Q12  Ec (2)  EPg (2)  EPe (2)  ET (2)  Ee (2)
Si generalizamos aún más, a sistemas no solo con cambios en su estado de agregación sino también con cambios en la
naturaleza de las sustancias (cambios químicos), y asociada a estos cambios definimos una nueva forma de energía que integre a
ambos, la energía química, entonces podríamos escribir que:
Ec (1)  EPg (1)  EPe (1)  ET (1)  Eq (1)  W1no
-2
cons
 Q12  Ec (2)  Epg (2)  EPe (2)  ET (2)  Eq (2)
Dado que a las energías térmica y química se las suele a su vez integrar dentro del paraguas de energía interna, U = ET + Eq,
entonces:
Ec (1)  EPg (1)  EPe (1)  U(1)  W1no
-2
cons
 Q12  Ec (2)  Epg (2)  EPe (2)  U(2)
Esta expresión puede generalizarse para incluir otras formas de energía, y su validez empíricamente se comprueba
exactamente hasta donde los medios técnicos permiten en todos los casos que puedan imaginarse, por lo que se denomina
principio de conservación de la energía:
“Si un sistema cerrado evoluciona, la energía inicial del sistema, más el trabajo realizado por el exterior sobre el sistema, más el
calor comunicado por el exterior al sistema, es igual a la energía final del sistema”
Si en el sistema considerado hasta aquí no cambian las energías cinética y potencial, el principio de conservación de la energía
puede escribirse de la forma:
U1  W12  Q12  U2 o también : W12  Q12  ΔU
que se conoce como primer principio de la termodinámica.

7 - POTENCIA
En la mayoría de las ocasiones no basta con saber la energía intercambiada en un proceso, sino que también es necesario
conocer el tiempo que tarda en producirse ese intercambio de energía. Se define entonces la potencia como la energía transferida
por unidad de tiempo, es decir:
E
P
Δt
La energía transferida puede ser naturalmente en forma de de trabajo, de calor o una mezcla de ambas. Un caso muy frecuente
es que la transferencia se haga en forma de trabajo por una fuerza constante que se desplaza por una recta. Entonces:
ΔE F e cosα
P   F v cosα  Ftg v
Δt Δt
En el S.I la unidad de potencia es el vatio, W (1 W = 1 J/s). Es preciso también aclarar que el kW−h (kilovatio-hora) es una
unidad de energía y no de potencia. Se trata de la energía que en 1 h puede transferir un sistema cuya potencia es 1 kW. (1 kW-h 
3,6 106 J).

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8 - SEGUNDO PRINCIPIO DE LA TERMODINÁMICA


El principio de conservación de la energía plantea una cuestión paradójica: ¿si la energía se conserva y siempre es la misma,
por qué existe un problema energético en la sociedad? La respuesta está en un aspecto que no hemos mencionado, y es la
asimetría que existe entre las energías mecánica y térmica, pues mientras la energía mecánica puede convertirse íntegramente en
energía térmica, no ocurre lo contrario, y la energía térmica no puede convertirse íntegramente en energía mecánica. Este hecho,
que tiene unas implicaciones muy profundas, es el contenido del segundo principio de la termodinámica, y lleva a asignar a la
energía un nuevo atributo: ya sabíamos que la energía es una cosa que adopta diversas formas (se transforma), que puede pasar
de unos sistemas a otros (se transfiere), que es siempre la misma cantidad (se conserva), pero, además, se degrada. ¿Y qué
significa degradarse? Pues bajar de grado. En todo proceso la energía se transforma, y una de las formas en que aparece es como
energía térmica. Y esa energía térmica jamás producirá el trabajo que hubiese producido la forma original de energía de la que
procedía. Y en eso radica el problema de la energía.

9 - SOBRE LOS PRINCIPIOS DE CONSERVACIÓN. SIMETRÍA


Las leyes de conservación, como la de la energía, vista en este tema, o la del momento lineal, vista en el tema anterior, o la ley
de conservación del momento angular, que no hemos estudiado, pertenecen a los principios más fundamentales de la física. Sus
ramificaciones son muy profundas, y enlazan con las propiedades más fundamentales del tiempo y el espacio.
Tras la conservación de la energía se esconde el hecho de que el tiempo es uniforme (corre igual para atrás que para adelante).
Se dice también que las leyes físicas son invariantes o simétricas por traslación en el tiempo. Así pues, resulta que el hecho de que
al repetir un experimento en las mismas condiciones y en dos instantes diferentes, se obtenga el mismo resultado, algo que parece
banal, y el hecho de que la energía se conserve, son la misma cosa.
Tras la conservación de la cantidad de movimiento se esconde la homogeneidad del espacio (el espacio tiene las mismas
propiedades en todos los lugares). Se dice también que las leyes físicas son invariantes o simétricas por traslación en el espacio.
Así pues, el hecho de que los resultados de los experimentos sean independientes, permaneciendo constantes los demás factores,
de los lugares donde se realizan dichos experimentos, un hecho que parece banal, y el hecho de que se conserve el momento
lineal, son la misma cosa.
Tras la conservación del momento angular se esconde la isotropía del espacio (las propiedades no dependen de la dirección en
que se observe). Se dice también que las leyes físicas son invariantes o simétricas por rotación en el espacio. Así pues, el hecho de
que una rotación general de los aparatos de medida y del sistema observado no cambia en nada los resultados del experimento,
algo que parece banal, y el hecho de que se conserva el momento angular, son la misma cosa.
Por otra parte, el campo de validez de estos principios parece no conocer excepciones, pues hasta ahora no se ha descubierto
ningún fenómeno donde estas leyes se violaran la mecánica clásica o newtoniana, la física de las partículas elementales, el átomo,
el estado sólido, o el cosmos.
Desde un punto de vista más utilitario y modesto, el importante papel de los principios de conservación obedece a tres causas:
- Las leyes de conservación no dependen de la trayectoria de las partículas ni de la naturaleza de las fuerzas que actúan. Por eso,
ellas permiten obtener una serie de conclusiones muy generales y esenciales sobre las propiedades de fenómenos muy diferentes.
- El hecho de que las leyes de conservación no dependan de la naturaleza de las fuerzas que intervienen, permite emplearlas
incluso cuando las fuerzas son desconocidas.
- Incluso en aquellos casos en que las fuerzas son conocidas, las leyes de conservación pueden prestar una considerable ayuda,
pues permiten obtener con mucha frecuencia la solución por una vía más simple y elegante, liberándonos de cálculos farragosos.
Por todo ello, al resolver nuevos problemas, en general se acostumbra a seguir el siguiente orden: Primero se emplean las
leyes de conservación una tras otra, y sólo después de convencerse de que ello es insuficiente, se pasa a utilizar las leyes del
movimiento.
Esta forma de contemplar los principios de conservación se ha extendido a otras leyes de la física. Detrás de cada ley
importante parece esconderse una simetría y, de forma recíproca, detrás de las simetrías parecen emerger las leyes de la física.
Así, por ejemplo, en el caso de otra ley fundamental de la naturaleza, como es el principio de inercia, se asocia a la invariancia o
simetría o de los resultados de los experimentos en todos los SRI entre sí, independientemente de su velocidad. Y así con todas las
leyes que gobiernan nuestro universo.

¿Qué es una simetría?


Hemos utilizado el concepto de simetría y hemos comentado su extraordinaria importancia. ¿Pero qué es exactamente una
simetría? Pues una definición podría ser algo así como: simetría es la invariancia de una propiedad de un objeto o sistema frente a
una transformación. La invariancia es la igualdad o constancia de la propiedad, y la transformación es la acción abstracta que
aplicamos para llevarlo de un estado a otro equivalente.

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