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Prácticas de alimentación: Forrajes

En la cunicultura, la alimentación con forrajes constituye, tanto en pequeñas

como en grandes producciones, la principal fuente de energía, proteína,
carbohidratos, minerales y vitaminas para los animales. (FAO, 2000) El análisis
nutricional debe realizarse en base al forraje disponible y si existiesen
deficiencias, suplementar con concentrados.

Los forrajes constituyen las partes aéreas (hojas, flores y tallos) de las plantas
como la alfalfa, el trébol, el rye grass, kikuyo, vicia, etc, ya sea en forma fresca o
henificada. Para un mejor aprovechamiento por parte del animal se debe
considerar la edad de la pastura puesto que en la madurez el contenido de
celulosa aumenta, la cantidad de proteína, grasa y minerales disminuye, incluso,
la digestibilidad de las sustancias orgánicas empeora; todo esto reduce el
consumo. (CUNICULTURA, 2012)

Los pastos frescos previamente oreados son más gustosos y de alto valor
nutritivo que los henificados. Existen forrajes suculentos, también llamados
voluminosos, que contienen hasta el 90% de agua y dado que contienen poca
cantidad de fibra, incrementa la posibilidad de aparición de problemas digestivos.
Por otro lado, los conejos no digieren bien y asimilan plantas gruesas, con un
alto contenido de fibra cruda, es decir, plantas cosechadas en la etapa final de
su desarrollo.

Es recomendable implementar praderas con mezclas forrajeras entre gramíneas

y leguminosas pues así se mejora la calidad del forraje ya que los hidratos de
carbono de las gramíneas se complementarán con la proteína, fósforo y calcio
que aportarán las leguminosas. (FAO, 2000)

Entre los forrajes utilizados en la presente investigación están la Alfalfa

(Medicago sativa) y el Rye grass (Lolium multiflorum). La Alfalfa es un valioso
alimento para conejos, especialmente para animales jóvenes y conejos en el
período de su sucronía y lactancia. En términos de contenido proteico, la alfalfa
es superior al trébol, pero es inferior en cantidad de estracto etéreo y fósforo en
la materia seca. Es importante destacar su contenido de calcio y la presencia de
aminoácidos escenciales como la lisina, la metionina, el triptófano, la leucina y la
cistina. (CUNICULTURA, 2012)

El Rye-Grass, por su parte, es una planta herbácea que posee un alto contenido
en fibra y un gran valor energético. En comparación con las leguminosas, en un
mismo estado vegetativo, su riqueza energética es mayor debido a que sus tallos
están menos lignificados, lo que las convierte en componentes ideales para una
dieta que requiera aporte energético. (Chamba, (2014).)
Tabla 1. Valores bromatológicos de Rye Grass. (Chamba, (2014).)