Trabajo

colaborativo clase 4
Inclusión pedagógica de los nuevos
medios digitales

Coelho Silva, Lorena Beatriz;

Donadío, Ximena; Caamaño
Tamara Marilyn; Obregón, Elias
Gerardo; Raggi, Daniela Soledad
 Trabajo colaborativo clase 4. Inclusión pedagógica de los nuevos medios digitales

Es indudable que las Nuevas Tecnologías nos abren un mundo en el cual se puede aprender,
explorar, conocer, divertirse, viajar, etcétera, etcétera. Ahora bien, ante todo este abanico de
posibilidades que se nos presenta, y a los estudiantes, es importante tener claro que no todas
esas herramientas son útiles a la hora de implementar una estrategia didáctica con el fin de
“llevar” al aula actividades que permitan la incorporación de las TIC´s.

Ante la realidad que enfrentamos los docentes día a día, esta tecnología de la cual disponen los
estudiantes, nos ubica siempre un paso atrás frente a alumnos que dominan esas herramientas y
nos obligan a “correr” tras ellas. Esta situación nos obliga a una actualización y una
experimentación constante en busca de nuevas herramientas para la aplicación de los contenidos
curriculares.

Entonces, ante la cantidad de herramientas multimedia se trata de encontrar la aplicación de

ellas con un sentido didáctico que ayuden a la construcción de un saber significativo. Como
toda estrategia requiere una planificación que permita llevar al aula los contenidos que sean
aptos para desarrollarlos con las nuevas tecnologías.

Aquí debemos hacer la importante salvedad que nos enfrentamos ante ciertas limitaciones, o
como definen Ermer, Infante y Nussbaum (2010), barreras las cuales las catalogan de 3 grados
distintos. A partir de su comprensión, es que podemos empezar a comprender el alcance y las
limitaciones que se nos presenta a la hora de la instrumentación de didácticas que incluyan el
uso de las TIC´s en el aula con fines pedagógicos.

Estas tres barreras, llamadas de primer, segundo y tercer orden, son una muestra de las
dificultades que se nos presenta y también una manera de entender cómo podemos sobrepasar
esas limitaciones con el objetivo de implementar nuestra estrategia.

Los autores, en sus barreras de primer orden ubican a los factores externos como la
infraestructura, los condicionamientos institucionales y la capacitación. Es indudable que estas
barrera son grandes condicionantes, desde la carencia de elementos tecnológicos hasta la falta
de capacitación, de la cual en muchos casos, somos partícipes.

En tanto, las barreras de segundo orden nos plantean condicionamientos internos que nos
limitan y nos mal predisponen, todos habremos escuchados a colegas decir cosos como “no
entiendo la compu” “o no sé manejar un proyector” o cosas similares, en mi opinión estos
condicionamientos nos limitan enormemente y nos impiden aplicar las herramientas que son
conocidas por los estudiantes y nos permitiría “llegar” a ellos de otra manera.

En cuanto a las barreras de tercer orden son aquellas que nos imponen las “reglas” de cómo
desenvolverse en la clase las “reglas” que condicionan la aplicación de las estrategias.

Por otro lado el autor habla sobre la “débil" conexión que existen entre los saberes escolares y
aquellos que movilizan los medios digitales, esto provoca que el momento de
institucionalización se vea confuso y deje de cumplir el rol que tenía en la clase.

Pensamos que la inclusión de los medios digitales no debe ser excluyente de la carpeta, por
muchos motivos, por un lado no debemos perder el momento de la escritura en la clase, el
momento del alumno en el que él transcribe con sus palabras lo que entendió, este proceso es
importante ya que él debe buscar cómo expresar una idea de manera que el mismo y otros la
entiendan. Por esto creemos que el proceso de escritura y oralidad lo da la carpeta. Los medios
audiovisuales deben venir a complementar el trabajo que realizamos en la clase, es posible este
complemento.

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Es real que la evaluación de los alumnos antes se centraba en el control de sus producciones
escritas u orales, y como remarca el autor “... el uso de las TIC habilita una serie de
producciones que implican el uso de software para la corrección…” A modo de complementar
esto que remarca, podemos decir que hace mucho tiempo que la evaluación de las producciones
de los alumnos cambio. Ya no evaluamos solo producciones escritas que responden al carácter
de una “evaluación” hoy por hoy los docentes nos vemos en la obligación de evaluar muchos
aspectos de la producción diaria de los alumnos como individuos y como miembros de una
sociedad pequeña (el aula) a la que él pertenece.

Pensar y re-pensar la educación y su ejercicio en condiciones reales de trabajo permite

desnaturalizar ciertas prácticas instituidas en la formación docente, ya que contribuye a nuestra
propia transformación.

La mayoría de los docentes en ejercicio de su profesión, nos formamos en modelos educativos

que no rompen con lo tradicional, lo conservador y lo establecido. Esto, en general, no favorece
nuestra respuesta ante la tasa de cambios actuales percibiéndose cierta disconformidad en los
resultados a la hora de satisfacer las necesidades que se nos presentan como docentes frente a
los alumnos.

De acuerdo con las barreras que se nos presentan a la hora de elegir recursos para llevar al aula,
actuando como condicionantes, es necesaria nuestra reflexión acerca de qué hacemos frente a
esas barreras como docentes en el aula logrando desnaturalizar lo establecido.
Desde esta perspectiva, la reflexión acerca de cómo abordamos estas nuevas prácticas, como
logramos romper con el abismo entre las nuevas tecnologías y nuestra propia
formación lograríamos un rescate valioso en nuestras prácticas docentes.

En conclusión, estamos frente a una la acelerada proliferación de nuevas tecnologías que ponen
al alcance de los alumnos grandes masas de información poniéndonos frente a un nuevo reto
dado que los alumnos tienen la información con un solo “click”.

El aporte de Inés Dussel y su equipo en cuanto a las modificaciones que operan sobre las
dimensiones del trabajo en clase son imprescindibles a la hora de repensar estrategias
pedagógicas que incluyan verdaderamente los nuevos medios digitales y constituyan
herramientas que contribuyan a favorecer el aprendizaje genuino de los contenidos curriculares
como los objetivos propuestos en la clase 3.

Como expresa la autora, las interacciones en el aula aparecen como desordenadas y

fragmentadas. En muchas ocasiones la inclusión de TIC dispara en el aula una novedosa
dinámica propia de los dispositivos y soportes, que genera una aparente dispersión y
desorganización que se dispara hacia diversas posibilidades, pero que con el acompañamiento
docente puede constituirse en un aprendizaje simultáneo que requiere una organización más
personalizada y de contacto. A su vez, Dussel y su equipo plantean el desarrollo de una atención
reorganizada. En medio del quiebre que propone la utilización de TIC en el aula, se despliega
una nueva forma de organización que rompe con la clásica disposición frontal, los bordes son
más borrosos, explica la autora, la frontera entre lo escolar y lo no escolar aparece diluida y los
límites de espacio y tiempo son borrosos, así como las reglas y códigos específicos. El tiempo,
desde esta perspectiva se vuelve problemático; “Estas características nuevas y complejas de las
interacciones sumada a la falta de experiencia acumulada en relación a la gestión de la clase y
los tiempos tanto de docentes como de estudiantes, produce inseguridad a la hora de planificar y
dificulta más aun la organización del tiempo real”. En el contexto planteado por Inés Dussel,
por un lado, los materiales audiovisuales cobran protagonismo como recursos didácticos o
producciones de los estudiantes, la utilización de diversos dispositivos y soportes toman un
lugar privilegiado en la escena escolar. Por otro lado, existe una articulación débil entre los
saberes escolares y aquellos que movilizan los nuevos medios digitales.

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Por lo tanto, es nuestra tarea como educadores no “congelarnos” en el tiempo. Para ello, es
importante reflexionar sobre nuestro trabajo en el aula, afrontar nuestras dificultades, tratar de
resolver problemas, de hacernos nuevas preguntas. Adquiriendo conciencia sobre qué
estrategias empleamos para enseñar y que esa información a la que tienen alcance los alumnos
no quede solo en eso, en una simple y pobre información. Ello contribuye a favorecer el
desarrollo profesional del educador y la adquisición de nuevas experiencias o ideas innovadoras,
resignificando las prácticas educativas.

Hoy, en pleno siglo XXI, resulta imposible no aplicar las TIC a nuestra tarea docente, por En
consecuencia, ende, es fundamental la capacitación, la formación continua para poder utilizar
estas herramientas de la mejor manera posible. En este sentido, el conocimiento y la creatividad
son fundamentales a la hora de pensar estrategias que nos permitan que los estudiantes logren
aprendizajes significativos.

El aporte de Inés Dussel y su equipo en cuanto a las modificaciones que operan sobre las
dimensiones del trabajo en clase son imprescindibles a la hora de repensar estrategias
pedagógicas que incluyan verdaderamente los nuevos medios digitales y constituyan
herramientas que contribuyan a favorecer el aprendizaje genuino de los contenidos curriculares
como los objetivos propuestos en la clase 3.

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