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Persona

ISSN: 1560-6139
dalvarez@correo.ulima.edu.pe
Universidad de Lima
Perú

García, José E.
El comportamiento criminal desde un punto de vista evolucionista
Persona, núm. 18, enero-diciembre, 2015, pp. 27-46
Universidad de Lima
Lima, Perú

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=147143428007

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El comportamiento criminal desde un punto
de vista evolucionista

José E. García
Universidad Católica
Asunción, Paraguay

Recibido: 8 de mayo de 2015 / Aprobado: 13 de julio de 2015

Las teorías sobre las causas del comportamiento criminal y sus variantes fascinaron la
atención de los investigadores, al menos desde mediados del siglo XVIII. En nuestros
días, la psicología evolucionista produjo algunos aportes importantes para entender
los crímenes y homicidios como formas de adaptación humana a los desafíos generados
en situaciones ambientales específicas, a través de lo que se denomina mecanismos
psicológicos evolucionados. Este artículo examina brevemente los antecedentes históricos
del estudio biológico del comportamiento criminal y los desarrollos actuales surgidos
en la psicología evolucionista. El enfoque es teórico, con una revisión de las fuentes
publicadas más relevantes.

crimen / homicidio / psicología evolucionista /mecanismos psicológicos evolucionados

Criminal Behavior from an Evolutionary Point of View


Theories concerning the causes of criminal behavior and its variants has fascinated
researchers at least since the mid-eighteenth century. Nowadays, evolutionary psychology
had made important contributions to the understanding of the crimes and murders as
forms of human adaptation to the challenges posed by specific environmental situations,
through what now is called evolved psychological mechanisms. This article briefly reviews
the historical background of the biological study of criminal behavior and the current
developments that emerged in evolutionary psychology. The approach is theoretical, with a
review of the most relevant published sources.

crime / homicide / evolutionary psychology / evolved psychological mechanisms

Correo electrónico: joseemiliogarcia@hotmail.com

Persona 18, enero-diciembre de 2015, ISSN 1560-6139, pp. 27-46


José E. García

El contexto básico de la evolución y Las implicaciones de la teoría sobre


la psicología el ámbito propio de la psicología tam-
bién fueron evidentes desde el principio
La publicación por Charles Darwin
(Richards, 1989) y generaron muchas
(1809-1882) de la teoría de la evolución
explicaciones del funcionamiento men-
por vías de la selección natural es con-
tal centradas en las nociones que con-
siderada un acontecimiento fundamental
para las ciencias biológicas y el estudio sideraban los cambios en las formas
de los procesos de cambio morfológico vivientes como producto de secuen-
que operan en los seres vivos (Shanahan, cias de adaptación muy lentas. Tooby
2004). Conceptos como el de la adapta- y Cosmides (2005) señalan que pese a
ción y el cambio evolutivo, así como el la relativa marginación que afectó al
constructo explicativo básico de la selec- darwinismo en el interior de la psico-
ción natural pasaron a ocupar un lugar logía durante la mayor parte del siglo
central en la teorización de ciencias como XX, unos pocos autores se esforzaron
la biología del desarrollo (Hall, 1999), la por desarrollar un pensamiento que
embriología (Raff, 1996) y la anatomía buscaba trasladar los conocimientos del
(Passingham y Wise, 2012). Aunque al proceso evolutivo a los problemas cen-
formularse –en la segunda mitad del si- trales de la mente y el comportamiento.
glo XIX– la teoría ya había dado lugar a Desde luego, no podía ser de otra mane-
controversias acaloradas, generalmente ra. La selección natural establece que los
motivadas por resistencias nacidas en los cambios producidos en el ambiente, que
dogmas del conservadurismo religioso, también pueden conceptualizarse como
los debates encontraron su despliegue en los nichos ecológicos de las diferentes
muy variados escenarios, desde la geolo- formas taxonómicas (Alcock, 1989),
gía a la política (Ruse, 2001). Hoy, el he- generan una fuerte presión adaptativa
cho de la evolución es aceptado por una sobre los organismos, obligándolos a
vasta mayoría de los científicos (Stefoff, modificar su forma física en respuesta a
1996) y cada especialidad biológica se tres funciones básicas de supervivencia:
halla informada y enriquecida por los a) la necesidad de reproducción, es de-
conocimientos logrados en este campo. cir, la transmisión de los genes de una
En general, los biólogos consideran el generación a la siguiente, b) la conducta
proceso evolutivo como un fenómeno de forrajeo, esto es, la incorporación re-
comprobado y fuera de discusión, una gular del alimento, y c) la búsqueda de
de las grandes formulaciones logradas refugio para guarecerse de los elementos
en el ámbito de la ciencia, tan demos- y precaver cualquier daño a la integridad
trable en sus efectos como la de que la corporal. Si el animal fracasa en cumplir
tierra se encuentra en órbita alrededor cualquiera de estas funciones básicas,
del sol (Sapp, 2003). sus destinos no son muy alentadores, re-

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El comportamiento criminal desde un punto de vista evolucionista

duciéndose a la muerte como individuo manera, morfología y comportamiento


o la extinción como especie. se situaban en una relación de igualdad y
Darwin publicó su influyente obra eran presentados como inextricablemen-
El origen de las especies en 1859, con te unidos. La conducta y los hábitos del
el propósito de establecer el mecanismo animal determinaban también la eficacia
elemental que define a la selección na- biológica, la adaptación al medio y el
tural (Darwin, 1859). Este libro no debe éxito reproductivo potencial. De hecho,
apreciarse únicamente como la exposi- numerosos investigadores en el ámbito
ción convencional de una teoría científi- de las ciencias del comportamiento to-
ca, sino además como una de las obras maron suficientemente en serio los pos-
fundamentales que ha legado la ciencia tulados que había adelantado Darwin,
moderna (Francis, 2007). Pero años más propugnando formas variadas y a veces
tarde, en 1871, Darwin también daba a divergentes de someter asuntos concer-
conocer una segunda contribución, que nientes a la mente y el comportamiento
en la lengua española llegó a ser co- a los enunciados rectores que ofrecía el
múnmente conocida como El origen del nuevo enfoque.
hombre pero que en realidad debió ser Aún en vida de Darwin algunos na-
La ascendencia del hombre, si hemos turalistas amigos suyos, como George
de atenernos estrictamente a la correcta John Romanes (1848-1894), se dispu-
traducción de su título original (Darwin, sieron a extender estos axiomas a la in-
1871). Esta obra fijó la agenda para el es- vestigación del comportamiento animal,
tudio de la evolución humana al seguir comenzando así la psicología comparada
los mismos principios que habían sido y generando, a su vez, el uso del contro-
aplicados previamente al comportamien- vertido método anecdótico (Romanes,
to animal. Aún aparecería otro trabajo 1884). En sus estudios, Romanes aceptó
de gran importancia al año siguiente, la triple división de Darwin en cuanto a
llamado La expresión de las emociones la acción refleja, el instinto y la inteligen-
en el hombre y los animales (Darwin, cia o razón, que debían estimarse como
1872). Como hemos dicho, El origen del expresión de una secuencia evolutiva
hombre abrió el camino para el estudio (Tolman, 1987). Pero el método anec-
de la especie humana desde una pers- dótico no fue bien recibido y pronto re-
pectiva evolucionista, pero en la obra de sultó completamente arrinconado hacia
1872 se dieron algunos pasos adelante la periferia de la psicología por el tam-
al aplicar persuasivamente el siguiente bién evolucionista Conwy Lloyd Morgan
razonamiento: tan importante como la (1852-1936). Este desbancó cualquier
forma física para la supervivencia del in- intento de fundamentarse en anécdotas
dividuo son los hábitos comportamenta- con la aplicación rigurosa de su famoso
les característicos de la especie. De esta canon (Morgan, 1896). En Estados Uni-

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dos, William James también demostró ficas a los instintos y los definió como
una fuerte absorción intelectual de la “… la facultad de actuar de tal manera a
perspectiva evolucionista en sus céle- producir ciertos fines, sin previsión de la
bres Principles of Psychology (James, finalidad, y sin educación previa para el
1890) y lo mismo puede afirmarse de los desempeño” (p. 383). Como ellos otros
seguidores de la escuela funcionalista, autores incorporaron, con variados
sustancialmente inspirada en las ideas grados de profundidad, los preceptos
de James (Shiraev, 2014). El funcionalis- darwinianos al contexto de la teoriza-
mo estuvo enfocado en el modo general ción psicológica, desde el psicoanálisis
como funciona la mente y en cómo los de Sigmund Freud (1856-1939) hasta
organismos la utilizan para adaptarse a el condicionamiento operante de B. F.
su entorno ambiental (Schultz y Schultz, Skinner (1904-1990).
2011). Ellos buscaron entender la función En la década de 1970 tuvo especial
de los procesos mentales en lugar de pro- importancia la sociobiología creada
veer una descripción estática de sus con- por el entomólogo estadounidense E. O.
tenidos (Hergenhahn y Henley, 2013). Wilson (1929-), que se propuso estudiar
Entre los funcionalistas destacó el la conducta social descubriendo sus ba-
trabajo de James Mark Baldwin (1861- ses genéticas (Wilson, 2000). A media-
1934) con su énfasis sobre el desarrollo dos de la década de 1980 los conceptos
humano (Baldwin, 1895) y de lo que él se redefinieron un poco cuando irrum-
denominó selección orgánica, un con- pió la psicología evolucionista, de gran
cepto que asignaba una importancia influencia actual y a la que habremos
fundamental al fenómeno del aprendi- de hacer varias referencias posteriores.
zaje como integrante del proceso de la La agenda de la psicología evolucionis-
evolución. En varios sentidos importan- ta es amplia y abarcadora, incluyendo
tes Baldwin antecedió al trabajo, más numerosos problemas de interés directo
universalmente conocido en la actuali- para los psicólogos. Aunque comparten
dad, de Jean Piaget (1896-1980) (Cahan, muchas ideas comunes, los psicólogos
1984). A comienzos del siglo XX, el psi- evolucionistas discrepan de los sociobió-
cólogo William McDougall (1871-1938) logos en algunos aspectos críticos como
elaboró una psicología social que acusó el rol atribuido a la eficacia biológica.
un fuerte acento evolucionista y otor- Para la sociobiología esta es una fuerza
gó una gran importancia al estudio del ciega que empuja a los seres humanos a
comportamiento instintivo (McDougall, maximizar el potencial de sus genes en
1912). Sin embargo, no fue el primero. la distribución poblacional, mientras los
En el capítulo 24 de los Principles… psicólogos evolucionistas ponen mayor
–como señaló Röell (2000)–, James énfasis en los mecanismos psicológicos
(1890) también hizo menciones especí- evolucionados, que implican la existen-

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cia de una arquitectura del cerebro con la discusión se vuelve compleja por
funciones de dominio específico. La la abundancia de tradiciones teóricas
psicología evolucionista, al mismo tiem- divergentes (Renneville, 2006). Cada
po, asimiló los conceptos originados en una de ellas presume alguna clase par-
la revolución cognitiva a sus modelos y ticular de ortodoxia y genuina validez
propuestas de investigación (Wortley, científica. En el caso de la criminolo-
2011). Teniendo en cuenta esta continua gía francesa, los comienzos pueden
diversificación de los temas y focos de atribuirse a Bénédict Augustine-Morel
interés, en este artículo no perseguimos (1809-1873) o a Prosper Lucas (1808-
la vana intención de analizar todas las 1885) (Vallejo, 2009) si se entiende
facetas actualmente desarrolladas sino como el estudio de la psicología crimi-
solo uno de los campos en los que el nal, o a Emile Durkheim (1858-1917)
estudio darwiniano del comportamien- y André-Michel Guerry (1802-1866) si
to ha comenzado a fructificar en años es considerada como la sociología de la
recientes, como es la investigación del desviación. Finalmente, si es el conoci-
comportamiento criminal. El artículo miento antropológico de los criminales,
es teórico y argumentativo y su estra- la atención se dirige a Cesare Lombroso
tegia de corte documental. La revisión (1836-1909). Queda claro que la deter-
está centrada en los fundamentos his- minación precisa sobre los orígenes es
tóricos, así como en una exposición en gran medida una cuestión de crite-
sumaria de los avances actuales. En la rios. Desde el principio de estos estu-
siguiente sección nos detendremos bre- dios quedó marcada una bifurcación en
vemente en los argumentos principales teorías sobre los fundamentos biológi-
que responden al problema. cos o genéticos y las orientaciones de
carácter más social. Y aunque pueda
La aproximación clásica sonar como una opinión demasiado ex-
cluyente, quienes apoyan el primer tipo
La disciplina que se ocupa de las causas
de explicaciones a menudo consideran a
del crimen es la criminología. Pero de-
las segundas como un simple ruido dis-
finir este campo no siempre resulta sen-
tractor respecto a las verdaderas causas
cillo. Es común que el foco esté puesto
que fomentan la conducta criminal.
en el comportamiento infractor a la ley
y no necesariamente en la conducta cri- En una discusión amplia del tema,
minal en cuanto tal (Walklate, 2007). Figueredo, Gladden y Hohman (2012)
Las discordancias también surgen clasificaron los enfoques existentes para
cuando se utiliza un criterio histórico. el estudio del comportamiento criminal
Si conceptualizamos a la criminología en dos tendencias principales. Por una
como la ciencia que persigue el estudio parte agruparon las teorías del modelo
científico del crimen y los criminales, estándar de las ciencias sociales que

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incluyen, a saber: a) teorías clásicas, b) involucra la anatomía humana, espe-


teorías positivistas, c) teorías funciona- cialmente el cerebro, ha sido objeto de
listas, d) teorías del aprendizaje social, especulación desde hace largo tiempo.
cultural y subcultural, e) teorías del Numerosos son los investigadores que
control, f) teorías cognitivas y g) teo- se mostraron interesados en los diver-
rías tradicionales de la personalidad. sos aspectos que encierra este proble-
Del otro lado están las aproximaciones ma y generaron hipótesis y teorías bien
de la ciencia social evolucionista, que articuladas ya desde el siglo XVIII por
abarcan: a) teorías de la genética com- lo menos (Rafter, 2008). Creador de la
portamental, b) teorías epigenéticas y popular escuela de la fisiognomía en esa
de la heredabilidad reactiva, c) teorías centuria, el suizo Johann Kaspar Lava-
de la selección sexual, d) teorías so- ter (1741-1801) creía que el carácter de
bre la inversión parental diferencial, e) una persona podía determinarse a tra-
teorías de la desventaja competitiva, f) vés de las mediciones del rostro. Por
teoría de la selección dependiente de la ejemplo, una nariz arrogante, unos ojos
frecuencia, g) teoría del estrés patóge- furtivos y un mentón débil denotaban
no y h) teorías sobre historia de la vida. un carácter criminal (Sutherland, Cres-
Cabe señalar que la expresión modelo sey y Luckenbill, 1992). Con los inicios
estándar de las ciencias sociales fue de la frenología unas décadas más tar-
introducida en un capítulo de Tooby y de (Renneville, 2000), la aproximación
Cosmides (1992) para aludir a un punto neuroanatómica liderada por Franz
de vista según el cual los determinantes Joseph Gall (1758-1828) y que abrió el
críticos para la formación del compor- campo para investigar la localización
tamiento humano son los que impone la de funciones psicológicas diversas en la
cultura en que se socializa el individuo masa encefálica, el cerebro de los cri-
y que estos patrones son transmitidos minales se convirtió en el objeto cen-
por los grupos de pertenencia, con casi tral de estudio. La suposición central de
total exclusión de otras causas heredita- la frenología fue que cada sección del
rias. Consideran que el artífice princi- cráneo, y por consiguiente del cerebro,
pal de este pensamiento es el sociólogo era responsable por un aspecto diferen-
francés Emile Durkheim (1858-1917), te del funcionamiento mental humano
en especial por las ideas expuestas en (Padhy, 2006).
sus famosas Reglas del método socioló- Por su parte, Gall pensaba que unas
gico, publicadas originalmente en 1894 pequeñas elevaciones en la superficie
(Durkheim, 1919). del cráneo, susceptibles de palparse
La suposición de que existe alguna con el tacto y que eran denominadas
relación entre el comportamiento cri- por él protuberancias, indicaban una
minal y algún sustrato particular que formación correspondiente que habría

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El comportamiento criminal desde un punto de vista evolucionista

de darse en la estructura congénita sus principios establecieron el marco de


del cerebro. Allí donde se detectaba fondo para una inserción amplia de la
esa prominencia podía denotarse tam- criminología en el escenario moderno
bién una actividad psicológica sobre- de la ciencia. Brown, Esbensen y Geis
saliente. Dentro del mapeo que hizo (2013) creen que la visión del comporta-
Gall de todas esas zonas del cerebro miento de los criminales como un ata-
y a las que organizó inicialmente en vismo, esto es, un pretendido retroceso
veintisiete facultades que su asistente hacia un estadio anterior y más primiti-
Johann Gaspar Spurzheim (1776-1832) vo del ser humano conforme al modelo
aumentó a treinta y cinco –en concreto, que defendió Lombroso, es una deuda
veintiún afectivas y catorce intelectua- intelectual directa con Darwin.
les– (Haskins, 1839), se pensó que las
propensidades inferiores como la com- La psicología evolucionista
batividad, el secretismo y la codicia
son las que se encuentran asociadas al Frente a la considerable amplitud que re-
crimen (Sutherland, Cressey y Lucken- visten estos problemas, los psicólogos no
bill, 1992). La frenología fue sucedida tardaron en comprender la importancia
por una antropología criminal en el derivada del nuevo enfoque. Con diver-
siglo XVIII, con fuerte influencia de sos grados de profundidad, la psicología
las ideas evolucionistas. El célebre cri- incorporó las nociones darwinianas a
minólogo italiano Cesare Lombroso, una variedad de tópicos. El estudio del
que escribió y reflexionó extensamente comportamiento criminal ha sido uno
sobre los fundamentos biológicos del de ellos. Desde luego, los intereses en
comportamiento criminal, fue otro es- la comprensión de las singularidades
labón crítico en la atribución de este a que son privativas de la mente homici-
causas biológicas. Su libro, titulado El da no comenzaron ni tampoco acabarán
hombre delincuente (Lombroso, 1876), con los aportes de los evolucionistas.
fue muy leído e influyente. A través La investigación avanzó a todo lo largo
de esta obra y otras muy importantes, del siglo XX, en directa conexión con
fundó una psicobiología del delito, en los diferentes enfoques teóricos en las
el que este respondía a causas innatas, ciencias del comportamiento. Desde
físicas y biológicas. En las cárceles, mediados de la década de 1980 se ha ido
auténticos laboratorios de la conducta conformando el campo de la psicología
antisocial, aquellos nacidos para ser evolucionista, que es la más reciente for-
criminales podían identificarse por la ma de aplicación de los principios de la
apariencia física y la capacidad cerebral selección natural y el estudio de la adap-
que exhibían los prisioneros (Anthony tación al dominio del comportamiento.
y Anthony, 2008). Pero desde la publi- Sus áreas de exploración crecieron con
cación de las grandes obras de Darwin, inusitada rapidez, abarcando desde los

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procesos involucrados en la evolución Esta misma lógica es muy efectiva


de la cognición y el lenguaje hasta la para el análisis de los problemas que
conducta violenta y las peculiaridades atañen al estudio de los temas comunes
de la sexualidad humana, entre otros en la psicología forense. Se reconoce así
muchos asuntos. En fecha reciente que determinados crímenes o hechos
comenzó a tomar forma la psicología violentos como el asesinato, la violencia
forense evolucionista o la exploración no letal, la violación y el hurto son ma-
que se produce en la intersección justa nifestaciones de problemas evolutivos
entre la psicología y la ley (Duntley y recurrentes entre los individuos, que apa-
Shackelford, 2008). Como ocurre con recen una y otra vez a lo largo de nues-
el resto de esta psicología, la teoría de tra historia como especie. Pero como no
la evolución constituye el marco de todos ellos son iguales en su recurso a la
referencia metateórico que unifica el violencia y al grado y extensión de sus
grueso de la investigación. Así como efectos, una cuestión fundamental ha-
los procesos evolutivos sirvieron para brá de ser cuáles deberían considerarse
moldear las adaptaciones psicológicas como necesarios de una explicación. Por
con la aparición de funciones orien- ejemplo, Duntley y Shackelford (2008) se
tadas a la solución de problemas es- ocupan de cuestiones clave como homici-
pecíficos y la formación de respuestas dio, violencia en la pareja, acoso sexual,
efectivas a los problemas planteados violación, prostitución, asunción de com-
por la supervivencia y la reproducción, portamientos de riesgo, hurto y psicopa-
también parece haber actuado en rela- tía. Otras incógnitas, como las derivadas
ción a comportamientos que son, en de la incidencia de la pedofilia, también
apariencia, desadaptativos. En este pun- caben dentro de esta compleja gama de
to se debe mencionar que un principio intereses (Quinsey, 2010) y pueden abor-
central de la psicología evolucionista es darse con éxito desde esta perspectiva.
que la criminalidad no solo se hereda, Pero si estos problemas son tan antiguos
como lo hace cualquier otra característi- y perdurables en toda la historia humana
ca física o psicológica, sino que también es porque su existencia responde a deter-
es mantenida por acción de la selección minadas adaptaciones evolutivas, de lo
natural. De esta forma, la predisposi- contrario no se hallarían presentes a lo
ción al comportamiento criminal podría largo de un tiempo tan dilatado. Su ex-
encontrarse distribuida normalmente plicación, por lo tanto, es un verdadero
en la población, habitando en todos los desafío para los psicólogos y es por eso
individuos de alguna manera. Se ha su- que varios avanzaron hipótesis y esque-
puesto inclusive que todos los seres hu- mas para categorizarlos.
manos están igualmente predispuestos a Los humanos hemos desarrollado
ser criminales (Kinner, 2003). adaptaciones situacionales complejas

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El comportamiento criminal desde un punto de vista evolucionista

para infligir costos a otros seres huma- entrar en una relación de este tipo. Uno
nos y de esta manera resolver un gran de ellos es la evaluación del atractivo
número de problemas para la supervi- sexual de las potenciales víctimas de
vencia (Buss y Duntley, 2006). Entre violación. La mujer está en el pináculo
ellos figuran el apropiarse de los recur- de su capacidad reproductiva en torno a
sos que pertenecen a otros, defenderse los veinticinco años, la edad que es pre-
contra los ataques, confrontar a rivales cisamente la más frecuente en las vio-
intrasexuales, ascender en las jerarquías laciones consumadas. Si la producción
de dominancia, disuadir a las parejas de la pregnancia puede garantizarse me-
románticas de incurrir en infidelidades, diante una copulación forzada de una
recuperar relaciones afectivas perdidas sola vez, entonces la inclinación del vio-
y obtener acceso sexual a parejas que de lador sería asegurar el éxito mediante la
otro modo serían inaccesibles. Duntley elección de una mujer en condiciones de
y Buss (2012) estudiaron la forma en mayor fertilidad que otra en situación de
que comportamientos como el acecho, fertilidad disminuida, ya sea a causa de
que incluye la intrusión obsesiva en las la salud, la edad o por los motivos que
relaciones con miembros del otro sexo, fueran. Los hechos, en general, parecen
la persistencia en el cortejo y el acoso ir de acuerdo con estos asertos.
criminal pueden analizarse como estra- Una comprensión acabada de los
tegias para resolver problemas de apa- fundamentos reales que genera la ocu-
reamiento. Los datos de la investigación rrencia de eventos como los menciona-
intercultural demuestran que problemas dos podrán llevarnos hacia formas más
reiterativos como el robo, la agresión de efectivas y realistas de prevenir su inci-
varón a varón, la violencia en la pareja, dencia destructiva en el futuro. Los psi-
los atracos sexuales, el acoso y el ase- cólogos Martin Daly y Margo Wilson
sinato eran tan comunes en las culturas estuvieron entre los primeros en impul-
primitivas como lo son en las actuales sar una línea de investigación muy con-
(Buss, 2012). En un importante artículo, sistente, que sirve para aclarar muchos
McKibbin, Shackelford, Goetz y Sta- de estos temas. Entre otras cosas, su
rratt (2008) discuten la evidencia de que trabajo condujo a una formulación no-
los hombres puedan haber desarrollado vedosa de lo que se ha denominado el
mecanismos psicológicos evolucionados Efecto Cenicienta, basado en la trama
que los inclinen hacia la violación cuan- argumental del célebre cuento infantil,
do ocurre en contextos específicos. Para para explicar las diferencias encontra-
que estas adaptaciones se fijaran dura- das en el maltrato de los niños por parte
deramente como patrones cognitivos de los padrastros en comparación con
habría sido necesario que el compor- los progenitores biológicos. Los autores
tamiento violador produjese beneficios sostenían que debido a lo prolongado y
que sobrepasaran los costos que implica costoso de la infancia humana, resulta

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muy improbable que los padres actúen heridos o muertos en una abrumadora
de manera indiscriminada con todos mayoría en comparación con los que
los niños, es decir atendiendo a todos crecen en compañía de sus dos padres
por igual, al momento de la crianza. Por biológicos (Cartwright, 2000). No es ex-
el contrario, ellos se ven compelidos a traño que la violencia contra ellos sea la
ser discriminativos y eso los conduce norma. Un modo extremo en la manifes-
a privilegiar a sus propios hijos en po- tación de este problema es el infantici-
sible desmedro de aquellos que les son dio. Muchos padres llegan a matar a los
ajenos genéticamente. Esta diferencia niños, pero ello se da en un grado con-
se comprende mejor en función a lo siderablemente mayor cuando no existen
que establece la teoría de la inversión lazos de sangre.
parental, prediciendo que la proporción Mucha de esta lógica es igualmente
relativa de inversión de los progenitores, aplicable a los individuos que asumen
es decir el tiempo y energía dedicada al riesgos. Como pocas, esta es una va-
cuidado de la descendencia individual riable sensiblemente relacionada con
y que se realiza a expensas de los otros el sexo. Los hombres mueren más en
hijos, varía significativamente de una accidentes de tránsito que las mujeres
especie a otra y tampoco es igual para y también figuran con mayor frecuen-
ambos sexos (Schmitt, 2010). cia como actores de altercados agresi-
La inversión paternal se mantiene a vos (Daly y Wilson, 2001). El incurrir
costa de algunos sacrificios, distribui- en conductas riesgosas tampoco es un
dos entre los beneficios a los niños, la problema que se presente de manera
certeza sobre la paternidad y las opor- aislada. Con acertado criterio, Mishra
tunidades que se pierden para nuevos y Lalumière (2008) las analizan junto
apareamientos (Geary, 2005). Los pro- con la conducta antisocial porque, en
genitores que invierten su tiempo, recur- su opinión, guardan muchas caracte-
sos y energía en niños con los que no se rísticas en común. Ambas involucran
encuentran genéticamente relacionados impulsividad, imprudencia, recompen-
enfrentan una dispersión muy importan- sa inmediata y comportamiento egoís-
te de recursos, no solo económicos sino ta. También parece ofrecer una mejor
también afectivos. A la larga, estos re- adaptación funcional en determinados
sultan inconducentes, pues no habrán de periodos de la vida, por ejemplo en
culminar con un resultado reproductivo la adolescencia y la adultez temprana
específico. En esencia, ser padre adopti- debido a las ganancias selectivas que
vo es cuidar infantes con genes extraños implica obtener dinero fácil, mayor re-
que no perpetuarán nuestras propias ca- putación y el acceso a más compañeros
racterísticas sino las de otros hombres. sexuales, todos los cuales decrecen en
Los niños en familias de este tipo son sus efectos positivos para el individuo

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El comportamiento criminal desde un punto de vista evolucionista

en los años subsiguientes. A menudo tirle causar un daño físico efectivo. La


estos comportamientos son vistos como barba y la profundidad de la voz pare-
indeseables por cuanto se apartan de cen aumentar el tamaño real y la do-
la conducta gregaria que la sociedad minancia. El tamaño, la musculatura,
favorece y se consideran desviaciones la agresión y la manufactura de armas
a la norma, lo cual no necesariamente incrementan directamente la habilidad
contiene toda la verdad del asunto. De para la lucha (Puts, 2010).
hecho, la impulsividad riesgosa se pre-
De todos estos comportamientos, los
senta con mayor frecuencia en el sexo
homicidios son probablemente los que
masculino (Cross, 2010). La conducta
hieren la conciencia de una manera más
de tomar riesgos puede también enten-
aguda. La agresión humana y la violen-
derse como una forma de adaptación
cia son productos de la historia evolu-
exitosa en determinadas circunstancias,
tiva de la especie y como tales pueden
en las que incluso produce efectos que
entenderse como respuestas efectivas a
incrementen la tasa de reproducción en
los desafíos que nuestros antepasados
el mediano plazo o permite acceder a
enfrentaron en sus entornos ancestra-
más y mejores parejas, dejando atrás a
les. Estas realidades revisten muchas
los individuos más conservadores. En
formas diferentes. Henson (2006) ana-
las sociedades arcaicas los hombres de
lizó la influencia ejercida por los in-
arrojo, valentía y conducta decidida,
crementos en la población y los efectos
que no temían enfrentar la inseguridad,
causados por el clima en la subsecuente
los peligros y desafíos inesperados,
salían gananciosos al obtener más pro- reducción de los recursos disponibles
piedades, poder o prestigio. También como dos de los motivadores básicos
las mejores opciones de reproducción. para la guerra en las comunidades pri-
Salvando distancias, las colectividades mitivas. Shrina (2013) explica cómo las
modernas no se encuentran demasiado tasas de criminalidad guardan relación
lejos de esta realidad, aunque la coreo- directa con otras variables, entre ellas
grafía social resulte más sutil. Y aunque la amenaza que suponen las enfermeda-
suavizadas por la cortesía y los buenos des infecciosas. Los humanos, además
modales, el patrón masculino que reú- de las defensas inmunológicas, hemos
ne estas características suele estar entre desarrollado otras respuestas de orden
los más admirados por las mujeres, con comportamental como la xenofobia di-
prescindencia de la cultura respectiva, rigida contra grupos de extraños y que
como los estudios de Buss (1994) de- se exacerban significativamente cuando
mostraron sugestivamente. De hecho, las condiciones de riesgo por la enfer-
las características físicas del hombre medad aumentan. La xenofobia redu-
se hallan especialmente adaptadas para ce las inhibiciones contra el daño y la
simular un aspecto desafiante o permi- explotación de los miembros que viven

37
José E. García

en la comunidad pero son reconocidos por el status, sumado a situaciones co-


como externos. La segregación de esos yunturales que finalmente desembocan
grupos reduce la preocupación de la en asesinatos.
gente por su bienestar como minorías, En el enfoque de estos dos autores
al tiempo de incrementar la intolerancia (Daly y Wilson, 1988a) se remarca la
y debilitar la capacidad colectiva para importancia de la eficacia biológica o
prevenir el delito. fitness para incrementar el éxito indivi-
La conducta violenta está asocia- dual en la lucha cotidiana por la vida.
da a una serie muy variable de pautas Para comprender cómo funciona este
evolutivas, muchas de las cuales se ob- proceso resulta imprescindible conside-
servan también en las sociedades de pri- rar el autointerés y sobre todo las per-
mates. En ellas se distinguen patrones cepciones que de este puedan llegar a
de competencia entre machos, ya sea tener los sujetos. Las personas tienden
por la obtención de recursos limitados a percibir sus intereses como armonio-
destinados al forrajeo o por el acceso sos con los de otros en la medida en
y apareamiento a las hembras, que con que los factores que aumentan o dis-
frecuencia resulta limitado. Ya Darwin minuyen la eficacia esperada para uno
(1871) remarcó que los machos exhiben tengan poco efecto directo sobre los
comportamientos sustancialmente más demás. Por el contrario, los intereses se
agresivos en todas las especies de ma- perciben como realidades en conflicto
míferos. La competencia intrasexual de cuando las ambiciones de dos o más
algunas variedades de primates lleva a individuos solo pueden ser mejoradas
una considerable diferencia en los índi- a expensas de los intereses ajenos. La
ces de mortalidad de los machos si se relevancia para un entendimiento de
los compara con las hembras. Kruger y los comportamientos violentos como
Fitzgerald (2012) recuerdan que de las conducentes al homicidio, vistos como
varias aproximaciones teóricas evolu- estrategias para imponer la lógica de la
cionistas surgidas en función al proble- eficacia individual para la superviven-
ma de la criminalidad, algunas, como la cia, se torna así evidente. Daly y Wil-
del psicólogo David Buss, postulan la son cubrieron algunas subcategorías
existencia de adaptaciones psicológicas particulares de homicidios, entre las
que facilitan la producción de compor- que cuentan los infanticidios, feminici-
tamientos homicidas para conseguir dio, parricidio y asesinatos de hombres
fines específicos, mientras otras, como por otros hombres surgidos de contin-
las de Daly y Wilson, sugieren que la gencias que se denominan altercados
conducta criminal es una adaptación de triviales. El punto clave del argumento
otros hábitos menos letales en princi- es que la producción de crímenes varía
pio, como por ejemplo la competencia inversamente al grado de relación ge-

38
El comportamiento criminal desde un punto de vista evolucionista

nética que existe entre el victimario y de los protagonistas. Los padres pueden
la víctima. Es decir, cuanto mayor sea mostrarse más dispuestos a incurrir en
la proximidad entre dos personas, me- costos que van en beneficio de sus hi-
nor es la posibilidad de que se produzca jos cuando estos se hallan en una etapa
un homicidio entre ellos. Esta realidad más próxima a la madurez. En tales cir-
debe comprenderse dentro de los linea- cunstancias también se manifiestan más
mientos establecidos por el principio reacios a utilizar tácticas que pudieran
de la eficacia inclusiva, que predice un afectarlos severamente, descartando la
mayor flujo de recursos hacia la des- posibilidad de producir daños duraderos
cendencia y los hijos así como el apoyo o incluso la muerte. De esta manera, la
continuado a estos, que eventualmente probabilidad de cometer acciones crimi-
podría incluir también un componente nales contra los hijos decrecen signifi-
de conducta altruista. cativamente con el aumento de la edad
Ciertamente que la producción de (Daly y Wilson, 1988b).
homicidios en el ámbito familiar pare- Los homicidios más comunes nunca
cería desestimar radicalmente esta con- son planeados ni razonados, ocurren por
clusión, pero ello se comprende mejor motivos azarosos. La conducta impul-
cuando se toma en cuenta que la mayor siva es un ingrediente fundamental en
parte de estas agresiones fatales ocu- ellos. Pueden comenzar con discusio-
rren entre esposos, que por supuesto no nes circunstanciales o desentendimien-
guardan una relación genética directa tos graves en aspectos sensibles como
entre sí. Los ejemplos de muerte entre el honor, la reputación o el status entre
personas en una situación de consan- hombres. Habitualmente van subiendo
guinidad solo alcanzan el seis por ciento de tono hasta que comienzan a tornarse
del total, es decir, son bastante reduci- más virulentos y uno de los contendien-
dos (Brookman, 2005). Los casos de tes finalmente acaba muerto. El hecho
violencia letal dirigidos hacia los hijos, de que los crímenes violentos resulten
si bien están presentes con determinada más frecuentes en hombres jóvenes y se
regularidad, muestran una incidencia cometan en perjuicio de otros del mismo
considerablemente menor. Los modelos sexo y que además sean con frecuencia
evolucionistas que tratan sobre los mo- perpetrados por personas de un nivel
tivos sociales predicen que la cercanía socioeconómico bajo en comparación
genética se asocia de manera predomi- con los de status social más elevado, su-
nante a la mitigación del conflicto. En gieren que tienen sus raíces en la com-
el caso de discordancias entre padres e petencia entre machos y en la rivalidad
hijos, el enfoque también predice que el reproductiva, que podría considerarse
riesgo habrá de decrecer en función de su raíz última. La universalidad de este
la edad, el sexo y otras características patrón consistente en hombres en su ju-

39
José E. García

ventud matando a otros hombres de igual sino porque, en general, los varones co-
edad es uno de los supuestos que tiene meten más acciones de este tipo que las
la psicología evolucionista y demuestra mujeres (Campbell, 2002). El crimen y la
una de las características evolutivas de violencia letal entre hombres, que en la
la especie: el que los varones jóvenes tradición judeo-cristiana se origina con
resultan más agresivos (Marmot, 2004). el incidente entre Caín y Abel, ha estado
Por la misma razón, la incidencia del presente en las expresiones sociales de
comportamiento criminal se reduce pau- todas las culturas y mezcladas muchas
latinamente con el aumento de la edad. veces con los rituales sagrados de estas.
Esa condición es un claro indicador en Persiste como una compañía constante
la declinación de la testosterona y con en esta etapa más compleja de la civili-
ella de los esfuerzos y éxito reproduc- zación, por lo que su estudio e intelec-
tivos de los miembros masculinos de la ción, además de la finalidad preventiva,
especie (Quinsey, 2002). En todas estas continuarán figurando entre las grandes
acciones las emociones y no la razón prioridades de la ciencia.
cumplen el rol directivo fundamental.
Como afirma metafóricamente Buss
Conclusión
(2005), las pasiones siempre otorgan el
combustible motivacional para cometer En su corto periodo de vigencia, la psi-
un asesinato. Miller y Kanazawa (2007) cología evolucionista cosechó tanto
estiman que esta es la razón para que partidarios como detractores. Desde
la pena capital no prospere como pe- luego, el adoptar un enfoque con estas
nalidad disuasoria en los países que la características respecto al comporta-
aplican, pues su lógica implícita es que miento criminal necesariamente habrá
los homicidios siempre son planeados y de arrastrar críticas o malentendidos
premeditados. Pero la realidad es otra. que a veces distorsionan sus alcances
La doctrina también asume que el peor y pretensiones reales. Duntley y Buss
castigo posible es la muerte, cuando (2004) recopilaron algunas de estas di-
en la lógica evolutiva hay algo aún más sidencias. Hay quienes sugieren que la
aborrecible, y es el total fracaso repro- psicología evolucionista implica que los
ductivo para un hombre, que no puede seres humanos, al cometer actos contra-
competir por la consecución de parejas rios a cuanto prescriben la legislación y
en los límites que impone su entorno. las buenas costumbres, son presentados
No debe ignorarse que la mayor ocu- como víctimas de fuerzas ciegas e im-
rrencia de homicidios en los hombres, personales y por lo tanto se los conside-
principalmente aquellos relacionados ra como no responsables de sus actos.
con la expresión súbita de los celos, no Por otra parte, también se ha sugerido
ocurren necesariamente porque ellos que una explicación de estas acciones
sean más propios del sexo masculino –como resultado de mecanismos psi-

40
El comportamiento criminal desde un punto de vista evolucionista

cológicos evolucionados– supone que ventajas y desventajas de cada uno, así


al mismo tiempo se están justificando como las posibles limitaciones que sur-
tales conductas, en una variedad nue- gen al ser utilizados como esquemas
va de la falacia naturalista. Sobre la interpretativos individuales. Brannigan
inconveniencia de confundir el es con (1997), por ejemplo, emplea aspectos de
el debe ser, ya en 1739 el filósofo es- la teoría general del crimen, en especial
cocés David Hume (1711-1776) escribió el autocontrol, la teoría del poder del
cuanto había que decir en las páginas control y el enfoque del ciclo vital com-
del Tratado de la naturaleza humana binados con la aproximación de Daly y
(1739/1984). Es un hecho que ciertas Wilson (1988a, 1988b, 2001). Encuentra
personas, cuando escuchan decir que que una aplicación conjunta de los tres
los comportamientos humanos son de- modelos es capaz de generar una alter-
pendientes de nuestra naturaleza y que nativa conceptual más robusta. Pero
estos se han formado a lo largo de in- también señala algunas limitaciones en
contables generaciones de individuos el modelo evolucionista, como la yux-
como respuesta a las presiones selecti- taposición entre los varios mecanismos
vas del ambiente, de inmediato asumen psicológicos propuestos para el análisis
que tal reconocimiento significa admitir del crimen, una aproximación que con-
que estas son las formas de actuar que sidera incorrecta para los procesos del
debieran darse en cualquier situación desarrollo humano y la socialización
(Geher, 2006). Obviamente, la com- que inciden sobre los homicidios y la
prensión de las causas que generan una normatividad de la conducta criminal
conducta asesina o violenta no significa que presuntamente favorecen las teorías
que ella sea deseable o que no deba ser darwinianas. Este es el mismo punto ya
una urgencia social el erradicarlos. La discutido al recordar los argumentos de
ciencia también puede buscar la forma Duntley y Buss (2004) un poco antes.
de modificar las actitudes sociales y las De hecho, y como cualquier aportación
condiciones que propician la expresión científica, la psicología evolucionista
de estas manifestaciones comportamen- es un proyecto coherente que habrá de
recibir correcciones y mayores refina-
tales para intentar suprimirlas del reper-
mientos en el futuro, sin necesidad de
torio de los hábitos humanos, por mucho
estigmatizarla, como una psicología
que ello cueste y a pesar del tiempo que
mal adaptada (Richardson, 2007). No
pueda demandar.
pretende exclusividad ni hegemonía
Sin abandonar del todo el enfoque teórica alguna. Pero es una herramienta
evolucionista, algunos autores optan poderosa que exhibe muchas posibili-
por una explicación del comporta- dades de comprensión fundamentada
miento criminal que combina diferen- del comportamiento humano y cuyas
tes marcos explicativos, señalando las potencialidades de aplicación ya co-

41
José E. García

mienzan a perfilarse en algunas publi- gy: towards an integrated perspec-


caciones recientes (Roberts, 2012). Lo tive on crime. Canadian Journal of
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