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COLELITIASIS Y COLESCISTITIS

II. MARCO TEÓRICO


1. VESICULA BILIAR: ANATOMÍA
Es un receptáculo músculo-membranoso en forma de pera, que mide aproximadamente
de 8 a 10 cm de longitud, por 3,5 a 4 cm de diámetro. La vesícula se aloja en la fosilla
cística, ubicada en la cara inferior del hígado por fuera del lóbulo cuadrado y en contacto
con la pared abdominal a nivel del décimo cartílago costal derecho. Normalmente la
vesícula almacena de 30-35 cc de bilis.

Se divide en cuatro porciones anatómicas: fondo, cuerpo, infundíbulo y cuello. El fondo


representa el extremo ciego y redondeado que normalmente se extiende más allá del
borde hepático, puede estar muy acodado y tener el aspecto de un gorro frígido; es la
parte del órgano que contiene mayor cantidad de musculo liso, a diferencia del cuerpo
que es la zona principal de almacenamiento y contiene en su mayor parte tejido elástico.
El cuerpo de la vesícula se reduce de diámetro hasta formar el cuello, que tiene forma
de embudo y se continúa con el cístico. El cuello por lo general hace una curva suave,
cuya convexidad puede distenderse para formar una dilatación que se conoce como
infundíbulo o bolsa de Hartman.

Es periforme con el fondo hacia fondo hacia delante llegando hasta el borde hepático,
se continua con el cuerpo y el cuello que termina en la ampolla y luego se continua con
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el conducto cístico que se une al hepático común en Angulo agudo para formar el
colédoco.

2. VESICULA BILIAR: FISIOLOGÍA


La vesícula biliar no es un órgano vital, puede ser extirpada sin producir mayores
molestias. Sirve como reservorio de la bilis secretada por el hígado, la cual es
concentrada hasta la décima parte mediante la absorción de agua; la presencia de
alimentos ingeridos, especialmente grasas. Durante la digestión producen contracción
de la vesícula, gracias a su capa muscular, eliminando la bilis concentrada a través del
cístico hacia el colédoco y luego al duodeno. La concentración vesicular es estimulada
por la colecistoquina, producida en el duodeno; la cual es liberada por la mucosa
intestinal en respuesta al contacto con los alimentos, sobre todo las grasas que entran
al duodeno. Tras la inyección de colecistoquina, la vesícula comienza a contraerse en un
lapso de 1 a 2 minutos, y a los 30 minutos ya se evacuaron dos tercios del contenido de
la misma.

3. PATOLOGÍAS DE LA VESÍCULA BILIAR


3.1. COLELITIASIS
Llamamos colelitiasis biliar a la presencia de cálculos o “piedras” en la vesícula
biliar, la acumulación de cálculos de sales biliares en el interior de la vesícula biliar
o de sus conductos, provocando una obstrucción de los mismos. Los cálculos son
formaciones cristalinas (como pequeñas “piedras”) constituidas por los diversos
componentes de la bilis (recolecciones de colesterol, pigmento biliar o una
combinación de ambos). Hay 3 tipos de cálculos según su composición:
colesterol, mixtos y pigmentarios. Los dos primeros son los más frecuentes.
◊ Cálculo de colesterol: los cálculos de colesterol están formados
por colesterol en más de un 70%. En los países industrializados constituyen
el tipo de litiasis biliar más frecuente (cerca del 70%). Estos cálculos son
de color amarillo y pueden llegar a ser tan grandes como un hueso de
cereza. Su aparición está relacionada con la alimentación.

◊ Cálculos pigmentarios: cerca del 20% de los cálculos se componen de


sales cálcicas de pigmentos biliares y de bilirrubina. Su núcleo suele
contener colesterol, en el que se depositan pigmentos biliares (bilirrubina)
en forma de bilirrubinato de calcio. Normalmente, suelen ser tan grandes
como un grano de arena y aparecen en grandes cantidades. Su color es
marrón o negro y su consistencia es blanda. A menudo, los cálculos
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biliares marrones están relacionados con sobreinfecciones en la vesícula


biliar y en losconductos biliares. Los cálculos pigmentarios no están
relacionados con los hábitos alimenticios.

◊ Cálculos mixtos: tanto los cálculos de colesterol como los pigmentarios


pueden llegar a calcificarse durante los procesos inflamatorios. El resultado
es una mezcla de colesterol, pigmentos y calcio. Los cálculos mixtos están
compuestos por la suma de colesterol, pigmentos biliares y calcio. En estos
cálculos, el contenido de colesterol se sitúa entre el 30 y el 70%.
Frecuentemente, estos cálculos pueden tener distintos colores.
Aproximadamente, en el 10% de los pacientes los cálculos biliares se
calcifican en su evolución.

3.1.1. FISIOPATOLOGÍA
◊ La litiasis biliar se debe a una incapacidad para mantener
determinados solutos biliares (fundamentalmente colesterol y sales
de calcio) en estado soluble.
◊ La sobresaturación de la bilis con bilirrubina no conjugada favorece
la formación de cálculos negros.
◊ La sobresaturación de la bilis con colesterol favorece la formación
de cálculos de colesterol.
◊ La infección y la estasis biliar propician los cálculos marrones.
◊ La litiasis biliar debe considerarse una enfermedad primariamente
metabólica, cuya patogenia se desarrolla al menos en tres etapas
secuenciales: Se inicia con un defecto en la secreción de lípidos
biliares que resulta en una sobresaturación biliar de colesterol,
determinando una solución fisico químicamente inestable. Es
seguida por la precipitación de cristales de colesterol: fenómeno
llamado "nucleación", es favorecido por factores nucleantes e
inhibido por factores antinucleantes presentes en la bilis. Los
cristales se asocian a otros constituyentes de la bilis (mucus,
bilirrubina, calcio). Por agregación y crecimiento se constituyen los
cálculos macroscópicos.

3.1.2. EPIDEMIOLOGÍA
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La enfermedad vesicular litiásica o colelitiasis, constituye una de las


patologías quirúrgicas más frecuentes en nuestro medio, con una
prevalencia estimada en la población general de alrededor del 20%, la
mitad de la cual se supone es sintomática.

3.1.3. FACTORES DE RIESGO


◊ Cuatro “F”. Las personas que más probabilidad tienen de tener
cálculos son:
Female – Mujeres
Fertile – En edad fértil (entre 20 – 40 años)
Fat – “gordita”
Forty – “cuarentona”

◊ Edad: la frecuencia de litiasis vesicular aumenta con la edad,


fenómeno que se observa en ambos sexos, y que es más frecuente a
partir de los 40 años.
◊ Sexo femenino: su aparición es más precoz en mujeres. La mujeres
entre los 20 y 60 años presentan una tendencia mayor al desarrollo
de litiasis vesicular hasta casi tres veces las cifras en varones del mismo
grupo de edad.
◊ Embarazo: durante el embarazo la motilidad vesicular cambia desde
el primer trimestre, favoreciendo la estasis de la bilis. Aumenta la
secreción hepática de colesterol, lo que se traduce por la secreción de
una bilis sobresaturada con colesterol que favorece la aparición de
cálculos. La bilis aparentemente se encuentra supersaturada de
colesterol, especialmente por la alteración de la secreción biliar de
ácidos biliares, por lo tanto, el embarazo incrementa la litiasis
vesicular clínicamente sintomática.

◊ Anticonceptivos orales y terapia hormonal sustitutiva con


estrógenos. Los niveles elevados de estrógenos séricos activan la
secreción de bilis sobresaturada de colesterol, y es posible que la
progesterona también constituya un factor litogénico, dado que
aumenta la saturación biliar de colesterol.
◊ Antecedentes familiares de colelitiasis biliar: los genes asociados a
la litiasis interactúan con los factores ambientales. Se ha reportado la
localización cromosómica de los genes asociados a la formación de
cálculos de colesterol.
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◊ Obesidad: es el principal factor de riesgo nutricional. La incidencia de


colelitiasis vesicular se eleva en forma paralela al incremento del
índice de masa corporal (IMC). Se ha encontrado que los obesos,
sintetizan una mayor cantidad de colesterol en hígado, el cual se
secreta en cantidades excesivas, lo que origina sobresaturación de la
bilis.
◊ Pérdida rápida de peso: paradójicamente la aparición de los cálculos
se incrementa cuando ocurre este proceso. Aproximadamente 25 %
de los pacientes que pierden peso rápidamente, ya sea por métodos
quirúrgicos o con dietas hipocalóricas, presentan colelitiasis vesicular
en un periodo de 1-5 meses y pueden requerir de una colecistectomía.
◊ Diabetes mellitus: al parecer, la presencia de adiposidad excesiva y
una distribución desfavorable de grasa corporal, podrían ser la causa
de la discrepancia en los resultados; ya que los diabéticos presentan
una prevalencia de obesidad visceral del 80%.

3.1.4. SINTOMAS

Muchas personas con cálculos biliares nunca han tenido ningún síntoma.
Los cálculos biliares con frecuencia se descubren cuando se toman
radiografías de rutina, en una cirugía abdominal u otro procedimiento
médico.

Sin embargo, si un cálculo grande bloquea el conducto cístico o el


conducto colédoco (coledocolitiasis), se puede presentar un dolor de tipo
cólico desde la mitad hasta la parte superior derecha del abdomen, lo cual
se conoce como cólico biliar. El dolor desaparece si el cálculo pasa hacia la
primera parte del intestino delgado (el duodeno).

Los síntomas que se pueden presentar abarcan:

◊ Cólico biliar: constituye el síntoma principal de la litiasis y se presenta


cuando un cálculo obstruye alguno de los puntos críticos del sistema
biliar: el nacimiento del cístico o el extremo distal del colédoco. El
dolor tiene su origen en la hipertensión brusca de la vesícula o de la
vía biliar, aparecida como consecuencia de la oclusión del lumen. Se
distinguen dos tipos de cólicos
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- Cólico biliar "simple" se inicia dos o tres horas después de una


comida, con sensación de distensión epigástrica o de dificultad
respiratoria retroxifoidea, que rápidamente se transforma en un
dolor de intensidad creciente, continuo, de ubicación epigástrica
y en el hipocondrio derecho. Comúnmente se irradia al dorso
derecho y se acompaña de náuseas; el vómito se presenta al
comienzo del cólico, es de poca cuantía y no alivia al enfermo.
- Cólico biliar "complicado" se caracteriza por ser mucho más
prolongado (varias horas o días); sólo cede parcial y
transitoriamente a los analgésicos, y recidiva de manera precoz.
Con frecuencia se acompaña de vómitos intensos y rebeldes,
escalofríos, fiebre o ictericia. A menudo, el dolor ocupa todo el
hemiabdomen superior y se irradia en faja al dorso.

◊ Existen otros síntomas, aunque mucho menos frecuentes, como la


fiebre, que pueden indicarnos que estamos ante una litiasis biliar con
complicaciones, como puede ser la colecistitis.
◊ Coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica de los ojos
(ictericia)

Los síntomas adicionales que pueden estar asociados con esta


enfermedad comprenden:

◊ Heces color arcilla


◊ Cefalea.
◊ Palpación vesicular: la vesícula biliar normal no se palpa, porque su
consistencia y su posición (habitualmente subhepática) no lo
permiten. Si la vesícula está inflamada y se bascula el hígado
levantado su borde anterior, se puede palpar el fondo vesicular,
distendido y sensible (Signo de Murphy). Este signo tiene valor
cuando el dolor es bien localizado.

3.1.5. PRUEBAS DIAGNÓSTICA


IMÁGENES
Los exámenes empleados para detectar la presencia de cálculos
biliares o inflamación de la vesícula biliar abarcan:

◊ Ecografía abdominal
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◊ Tomografía computarizada abdominal

◊ Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE)

◊ Gammagrafía de la vesícula biliar con radionúclidos

◊ Ecografía endoscópica

◊ Colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM)

◊ Colangiografía transhepática percutánea (CTHP)

◊ ECOGRAFIA BILIAR: Es la prueba de detección más frecuente; la


ecografía tiene una sensibilidad del 90% al 95% para
diagnosticas colicistitis y del 98% para casos de colelitiasis
simple. El signo ecográfico de Murohy (dolor al presionar con la
sonda directamente sobre la vesicula) tiene una sensibilidad de
86% al 92%. La ecografia identifica también anomalías alrededor
de los tejidos (por ejemplo dilatación del colédoco o de los
conductos inthahepaticos).
DE LABORATORIO
◊ Hemograma (Leucocitosis, la cual suele ser proporcional a la
gravedad)
◊ Hepatograma (enzimas hepáticas)
◊ Amilasa: si está alta es pancreatitis y no colecistitis
◊ Examen de orina
◊ Calcemia
◊ Test de embarazo:porque el paciente tipo es mujer en edad fértil

3.1.6. TRATAMIENTO
CIRUGÍA
La mayoría de las veces, la cirugía no es necesaria, a menos que
empiecen los síntomas. En general, los pacientes que tengan
síntomas necesitarán cirugía inmediatamente o poco después de
detectarse el cálculo.

◊ Se utiliza con mayor frecuencia una técnica


llamada colecistectomía laparoscópica. En este procedimiento,
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se hacen incisiones quirúrgicas más pequeñas que permiten una


recuperación más rápida. Los pacientes pueden salir del hospital
un día después de la cirugía.

◊ En el pasado, casi siempre se hacía una colecistectomía abierta


(extirpación de la vesícula biliar). Sin embargo, ahora esta técnica
es menos común.

◊ Se pueden llevar a cabo una colangiopancreatografía retrógrada


endoscópica (CPRE) y un procedimiento llamado esfinterotomía
para encontrar o tratar cálculos biliares en el conducto colédoco.

MEDICAMENTOS

Se pueden administrar medicamentos en forma de píldoras para


disolver los cálculos de colesterol. Sin embargo, estos fármacos
pueden tardar dos años o más en hacer efecto y los cálculos pueden
retornar después de que el tratamiento termine.

TRATAMIENTO NUTRICIONAL

Aquellas personas que sufren los síntomas de una litiasis biliar


deben controlar de forma muy estricta los alimentos que ingieren
con el objetivo de ajustar el alimento al nivel de tolerancia digestiva,
y prevenir complicaciones o alteraciones en la función intestinal.
Para ello, es fundamental evitar las comidas muy grasas o picantes,
aquellos alimentos que produzcan gases, el alcohol, etcétera, y
tratar de incrementar el consumo de vegetales.

También es recomendable la adquisición de ciertos hábitos como


masticar bien y despacio, comer porciones pequeñas, y evitar la
aparición de sobrepeso.

3.2. COLICISTITIS
Es un síndrome clínico caracterizado por la inflamación de la pared vesicular que
se manifiesta por dolor abdominal, sensibilidad en el hipocondrio derecho, fiebre
y leucocitosis. Su causa más frecuente es la litiasis vesicular, que está presente en
el 90-95% de los casos. En un 5-10% se produce por otras causas: estas colecistitis
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alitiásicas pueden estar asociadas a un mal vaciamiento de la vesícula biliar


(inanición, nutrición parenteral, cirugía mayor, traumatismos), a ciertas vasculitis
sistémicas (panarteritis nodosa, lupus eritematoso sistémico) o a ciertas
infecciones virales, parasitarias o bacterianas.
◊ Colecistitis litiásica aguda
Es la inflamación aguda de la vesícula biliar causada por la obstrucción del
cuello de la vesícula biliar o del conducto cístico por un cálculo esta puede
causar peritonitis o la muerte sino se da tratamiento.
◊ Colecistitis alitiásica aguda
Inflamación de la vesícula en la cual no hay cálculos.
Esta es de origen incierto, esta puede ocurrir después de un traumatismo
importante, quemadura o cirugías, septicemia bacteriana.
◊ Colecistitis crónica
Es la inflamación e irritación prolongada de la vesícula.
Ya que la mucosa de la vesícula está muy irritada y pierde la capacidad de
almacenar la bilis correctamente absorber agua y electrolitos.
Esta puede ser asintomática por muchos años o presentar cuadros repetidos
de cólico biliar.

3.2.1. FISIOPATOLOGÍA

Cada vez que una persona come, sobre todo grasa, la colecistokinina hace
que la vesícula se contraiga para abastecer de la bilis necesaria para digerir
la grasa. Se contrae la vesícula sobre uno o varios cálculos, ésta reconoce
la presencia de un cuerpo extraño, entrando en un proceso de contracción
espasmódica; a esto se le llama cólico biliar; la idea de la contracción es
expulsar el cuerpo extraño, en algunos casos esto no sucede, en otros
casos sí y la contracción es capaz de expulsar el cálculo hacia el conducto
cístico, si es lo suficientemente pequeño pasa y sale de la vesícula, si no es
tan pequeño y no puede pasar por el cístico se impacta en la salida de la
vesícula, la vesícula intenta seguir sacándolo, manteniéndolo en la salida
de la vesícula. La mucosa alrededor del cálculo se edematisa dificultando
más la salida y el cálculo no se mueve, cuando tenemos ésta obstrucción
empieza un proceso de inflamación activa, la vesícula tiene glándulas que
secretan liquido hacia el lumen, se dilata y sigue contrayéndose. Cuando
la vesícula se hincha por líquido forma un perfecto caldo de cultivo ya que
la bilis no es aséptica y tiene una cantidad de bacterias que no se expresan
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porque fluyen, pero cuando se produce el fenómeno de la cavidad cerrada,


las bacterias empiezan a proliferar. Tenemos contracción, obstrucción,
vesícula llena y además infección, esto es una colecistitis aguda, si sigue
durante mucho tiempo, la contracción y edema provocan una isquemia
sobre la pared, más la infección, la pared puede romperse produciendo
perforación de la vesícula que demora unos 2- 3 días y en ese tiempo la
vesícula sigue inflamada, teniendo una reacción de quimiotaxis, todos los
factores de la inflamación hacen que la estructuras vecinas, sobretodo el
epiplón mayor migren hacia la vesícula y la rodeen, por lo tanto cuando se
perfora, no se perfora a la cavidad libre si no a una cavidad creada por el
epiplón mayor.

3.2.2. EPIDEMIOLOGÍA

Aproximadamente el 95% de las enfermedades de los conductos biliares


se deben principalmente a la obstrucción ocasionada por cálculos o
“piedras” biliares (litiasis) en la vesícula y conducto biliar la cual se
manifiesta con los cólicos biliares.

La Colecistitis es una de las principales causas de consulta en el servicio de


urgencias y en consulta externa de cirugía general, esta se presenta con
más frecuencia en mayores de 40 años tanto hombres como mujeres
siendo más frecuente en el sexo femenino.

3.2.3. FACTOR DE RIESGO


◊ Edad
◊ Sexo femenino
◊ Obesidad
◊ Anemia hemolítica, cirrosis

3.2.4. SINTOMAS
◊ La mayoría de los pacientes tienen síntomas previos de dispepsia a
grasas o episodios similares.
◊ El tiempo de enfermedad es menos de una semana y el dolor se
presenta generalmente post prandial.
◊ Puede localizarse el dolor en el cuadrante superior derecho, en
epigastrio o en ambos sitios, también irradiación alrededor del lado
derecho, hacia el ángulo de la escapula y hombre derecho. La
persistencia e intensidad del dolor (6 horas) ayudan a distinguir
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entre la evolución de la colecistitis aguda y un ataque de cólico biliar


vesicular. La primera persiste por varios días, pero el último rara vez
dura más de unas horas.
◊ La náusea y el vómito, ocurre en 60 y 70%, como fenómeno de
reflejo relacionado con el aumento de la presión en la vesícula biliar.

EXAMEN FÍSICO
◊ Signo de Murphy: es un signo patognomónico de colecistitis aguda;
Es la interrupción de la inspiración durante palpación por debajo del
reborde costal derecho, ya que produce un aumento del dolor
cuando el paciente realiza una inspiración profunda al chocar la
vesícula inflamada con la mano.
◊ Taquicardia: aparece cuando empieza el dolor y cede cuando cede
el dolor, no pasa nada. Si la taquicardia es permanente es signo de
infección.
◊ Vesícula palpable (normalmente no se palpa, si es palpable está
edematosa)
◊ Ictericia puede ser por colecistitis aguda o coledocolitiasis. La
colecistitis aguda puede cursar con una ictericia de pequeña cuantía
y momentánea. Si hay ictericia es porque está obstruido el colédoco,
y por tanto es una coledocolitiasis.

3.2.5. PRUEBAS DIAGNOSTICAS

1) Sospecha clínica. El cuadro clínico descrito debe sugerir la existencia


de una colecistitis aguda, pero ese cuadro se debe diferenciar del causado
por úlceras pépticas perforadas, apendicitis aguda, obstrucción intestinal,
pancreatitis agudas, cólico renal o biliar, colangitis aguda bacteriana,
pielonefritis, hepatitis aguda, hígado congestivo, angina de pecho, infarto
de miocardio, rotura de aneurisma aórtico, tumores o abscesos hepáticos,
herpes zoster y síndrome de Fitz-Hugh-Curtis, entre otras. En los pacientes
críticos, sedados, obnubilados o en coma, ingresados en unidades de
cuidados intensivos, puede ser difícil la identificación del cuadro clínico
típico. Ello contribuye a retrasar el diagnóstico y a elevar la mortalidad de
estos pacientes (30%-50%). Por esta dificultad se debe sospechar la
existencia de una colecistitis aguda cuando en un paciente con esas
características se encuentra fiebre de etiología desconocida, sepsis,
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trombocitopenia, hiperbilirrubinemia, aumento de la tasa de fosfatasa


alcalina o resistencia a la insulina sin una causa obvia.

2) Radiografía simple de abdomen. Puede ser de gran ayuda para


descartar otras causas de dolor abdominal agudo (perforación de vísceras
huecas, obstrucción intestinal) o de complicaciones de la colecistitis aguda
(aire en la pared vesicular o en las vías biliares).

3) La ultranonografía (ecografía): es el método diagnóstico por


excelencia y los hallazgos son típicos: vesícula biliar distendida, con
paredes de grosor aumentado por la inflamación aguda de la pared, con
cálculos o barro biliar en su interior. En la absoluta mayoría de los casos la
ultrasonografía es el único examen necesario para establecer el
diagnóstico con un alto grado de certeza.

4) La escanografía gamagráfica, HIDA: es bastante específica en el


diagnóstico de la colecistitis aguda, aunque ha perdido favoritismo frente
a la ultrasonografía. Con este método no se logra demostrar la presencia
de cálculos, pero cuando se visualiza la vesícula se puede excluir el
diagnóstico de colecistitis aguda. Sin embargo, en casos ocasionales de
colecistitis acalculosa se visualiza la vesícula.

PRUEBAS DE LABORATORIO

◊ Hemograma completo: Hay leucocitosis en 85% de los casos, pero


el recuento puede ser normal en los tratados con antinflamatorios.
◊ Bilirrubina sérica: Aumentada en 50% de los pacientes, hay un
incremento discreto de amilasa sérica, de transaminasas y fosfatasa
alcalina.

3.2.6. TRATAMIENTO

Establecido el diagnóstico de colecistitis aguda, se hospitaliza el paciente


y se inicia tratamiento con líquidos intravenosos, antibióticos y
analgésicos. En las horas siguientes se completan los estudios necesarios
para confirmar el diagnóstico y para determinar la presencia de
enfermedades o de patología concomitantes. Si no se registra mejoría y el
paciente es de muy alto riesgo, se procede con una colecistostomía
percutánea; si no es de alto riesgo, se practica colecistectomía
laparoscópica precoz (tan pronto como sea posible, 24-48 horas), o tardía
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(4 a 6 semanas). La colecistectomía tardía, o sea diferida (4-6 semanas),


“cuando se haya enfriado” el proceso agudo, tiene desventajas
reconocidas: posibilidad de un episodio recurrente de colecistitis aguda;
mayores costos resultantes de dos hospitalizaciones; operación más difícil
por los cambios inflamatorios locales luego del ataque de colecistitis
aguda.

Colecistectomía. El procedimiento de elección es la colecistectomía


laparoscópica, hoy considerado como el “patrón oro” en el manejo
quirúrgico de la enfermedad calculosa de la vesícula biliar. El uso racional
de antibióticos profilácticos ha logrado controlar bastante bien el
desarrollo de complicaciones sépticas postoperatorias. La combinación de
ampicilina-sulbactam con gentamicina es eficaz como profilaxis en la
colecistectomía, así como las cefalosporinas de segunda generación. La
colecistectomía laparoscópica precoz se realiza con altos grados de
seguridad: mortalidad de menos de 0,2% y morbilidad de menos de 5%.
La tasa de conversión a cirugía abierta es más alta que en la
colecistectomía laparoscópica electiva.

Colecistectomía. En ciertas circunstancias de muy alto riesgo está


indicada la colecistectomía percutánea guiada por imágenes. El
procedimiento también puede ser practicado en forma abierta y, en
algunos casos, con anestesia local. Es de gran utilidad en pacientes de edad
muy avanzada o con severa enfermedad cardiaca o pulmonar, o en
aquellos en estado crítico por enfermedad grave asociada, en quienes el
riesgo de una colecistectomía resulta prohibitivo. También puede estar
indicado en casos de empiema severo de la vesícula biliar (“piocolecisto”),
donde el severo proceso inflamatorio puede hacer muy dispendiosa y
peligrosa la disección.

4. DIAGNOSTICOS DE ENFERMERÍA

◊ Dolor o incomodidad relacionados con la incisión quirúrgica.


◊ Deterioro del intercambio de gases relacionado con la incisión quirúrgica en la parte
superior del abdomen (si se lleva a cabo una colecistectomía quirúrgica tradicional).
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◊ Deterioro de la integridad cutánea relacionado con el drenaje biliar


posterior a la operación (si se inserta una sonda en t a causa de los
cálculos localizados en el conducto biliar común).
◊ Nutrición alterada, menor que los requerimientos corporales relacionado
con secreciones inadecuada de bilis.
◊ Déficit de conocimientos sobre cuidados personales relacionados con la
atención de la incisión, las modificaciones a la dieta , los
medicamentos y los signos y síntomas que deben reportarse (fiebre,
hemorragia, vómitos).

5. PLANEACIÓN Y OBJETIVOS
◊ Los objetivos del paciente incluyen alivio del dolor, ausencia de
complicaciones respiratorias, piel intacta y drenaje biliar normal,
mejoramiento del consumo de alimentos, conocimiento de las rutinas para los
cuidados personales y ausencia de complicaciones.
◊ Tan pronto como el individuo se recupera de la anestesia, se le
coloca posición semi Fowler. Se administran líquidos por vía intravenosa y
se emprende aspiración nasogástrica (la sonda quizá se haya introducido poco
antes de la operación) para aliviar la distensión. En 24 horas se
proporciona agua y otros líquidos, el consumo de una dieta blanda se inicia
después de que reaparezcan los ruidos intestinales.

6. CUIDADOS DE ENFERMERÍA
a. TEMOR
INTERVENCIONES
◊ Aumentar el afrontamiento
◊ Potenciación de la seguridad
◊ Disminución de la ansiedad
◊ Enseñanza prequirúrgica

CUIDADOS

◊ Proporcionar información objetiva respecto del diagnóstico, tratamiento


y pronóstico.
◊ Utilizar un enfoque sereno que dé seguridad y crear un ambiente que
inspire confianza.
◊ Escuchar con atención los miedos del paciente y familia
◊ Explicar al paciente y familia todas las pruebas y procedimientos.
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◊ Responder a las preguntas sobre su salud de una manera sincera.


◊ Informar al paciente y familia acerca de la fecha y hora de la intervención
◊ Dar tiempo a que haga preguntas y exprese sus inquietudes.
◊ Describir las rutinas preoperatorias (anestesia, dieta, vestimenta, zona de
espera para la familia).

b. CONOCIMIENTOS DEFICIENTES
INTERVENCIONES
◊ Enseñanza: actividad/ ejercicio prescrito
◊ Enseñanza: dieta prescrita
◊ Cuidados del sitio de incisión

CUIDADOS

◊ Explicar el propósito de la dieta.


◊ Proporcionar un plan escrito de comidas si procede.
◊ Instruir al paciente y al cuidador sobre las comidas permitidas y
prohibidas.
◊ Informar del propósito y beneficio de la actividad/ejercicio prescrito.
◊ Ayudar al paciente a incorporar la actividad/ ejercicio en su rutina diaria.
◊ Instruir al paciente acerca de la forma de cuidar la incisión durante el
baño o la ducha.
◊ Enseñar al paciente a minimizar la tensión en el sitio de la incisión.
◊ Enseñar al paciente y/o familia a cuidar la incisión, incluyendo signos y
síntomas de infección.

c. DOLOR AGUDO
INTERVENCIONES
◊ Manejo del dolor
◊ Administración de analgésicos

CUIDADOS
◊ Realizar una valoración exhaustiva del dolor que incluya localización,
características, aparición, duración, calidad, intensidad y severidad del
dolor Observar claves no verbales de molestias.
◊ Animar al paciente y al cuidador a vigilar su propio dolor y a intervenir en
consecuencia.
◊ Utilizar medidas de control del dolor antes de que este sea severo.
15 ENFERMERÍA EN SALUD DEL ADULTO I

◊ Proporcionar a la persona un alivio del dolor óptimo mediante analgésicos


prescrito.
◊ Comprobar el historial de alergias a medicamentos
◊ Comprobar las órdenes médicas en cuanto al medicamento, dosis y
frecuencia del analgésico prescrito.
◊ Evaluar la eficacia de las medidas de alivio del dolor a través de una
valoración continua de la experiencia dolorosa.

d. RIESGO DE INFECCION
INTERVENCIONES
◊ Control de infecciones
◊ Protección contra las infecciones
◊ Cuidados del sitio de incisión

CUIDADOS
◊ Lavarse las manos antes y después de cada actividad de cuidados.
◊ Poner en práctica precauciones universales.
◊ Usar guantes estériles, si procede.
◊ Asegurar una técnica de cuidados de heridas adecuada.
◊ Inspeccionar el estado de la incisión quirúrgica.
◊ Observar signos y síntomas de infección sistémica y localizada.
◊ Instruir al paciente y al cuidador acerca de los signos y síntomas de
infecciones.
◊ Limpiar la zona que rodea la incisión con una solución antiséptica
apropiada

e. DETERIORO DE LA MOVILIDAD FÍSICA


INTERVENCIONES
◊ Ayuda en los autocuidados: vestir/ arreglo personal.
◊ Ayuda en los autocuidados: alimentación.
◊ Ayuda en los autocuidados: aseo

CUIDADOS
◊ Proporcionar ayuda hasta que el paciente sea totalmente capaz de asumir
los autocuidados.
16 ENFERMERÍA EN SALUD DEL ADULTO I

CUIDADOS DE ENFERMERÌA PARA PACIENTES CON DRENES

CONCEPTO DE DRENAJE:

Todo tipo de maniobra y material destinados a la evacuación o derivación de una secreción,


normal o patológica, desde una cavidad o víscera hacia el exterior.

OBJETIVO DE LOS DRENAJES:

◊ Eliminar la acumulación de líquidos.


◊ Prevenir la formación de hematomas y seromas.
◊ Reducir la contaminación de las herida
◊ Reducir el dolor postoperatorio.
◊ Conseguir la obliteración de espacios muertos.
◊ Minimizar las cicatrices.
◊ Profilaxis de fugas de conductos secretores.

CUIDADOS

◊ Vigilar la zona de inserción y fijación del drenaje, la posible aparición de hemorragias e


infecciones, así como también vigilaremos los cambios significativos en la calidad y
cantidad del débito.
◊ Realización de curas periódicas de la zona de inserción para evitar la infección de la piel
y si está indicado, realización de lavados a través del drenaje para evitar obstrucciones.
Estos lavados se harán con suero fisiológico estéril.
◊ Vigilar que el dispositivo colector este siempre situado por debajo de la altura del punto
de inserción del drenaje para evitar reflujos.
◊ Evitar los tirones al monitorizar al paciente, que pueden conllevar fallos en el
funcionamiento del drenaje.
◊ En el drenaje Kehr, hay que tener en cuenta que la bilis es muy irritante y, es prioritario
evitar su contacto con la piel del paciente.
◊ En los drenajes redón, pera hemovac, hay que tener en cuenta que si se llena el
recolector pierde efectividad y capacidad de aspiración. Cambiaremos el recolector
restableciendo el vacío (recomprimiendo).
17 ENFERMERÍA EN SALUD DEL ADULTO I

III. CONCLUSIONES

◊ La mayoría de los autores coincidieron en que la litiasis vesicular se forma por diversas
alteraciones en el metabolismo de algunos componentes de la bilis siendo la litiasis de
colesterol la más frecuente. La asociación con otros factores ambientales y genéticos
juega un papel primordial en su desarrollo.

◊ La mayoría de los pacientes no presentan síntomas y /o signos, respecto a la colelitiasis


y colecistitis, siendo el dolor en hipocondrio derecho el síntoma más referido por los
pacientes. Según el número de cálculos, predomina la litiasis múltiple.

◊ Se plantea la colecistitis como complicación más frecuente y es necesario realizar


ultrasonido abdominal, específicamente de vesícula y vías biliares, a todo paciente con
factores de riesgo o síntomas que acuda a consulta para disminuir la morbilidad y
mortalidad por litiasis vesicular, ya que consideran que la sola presencia de la
enfermedad litiásica biliar constituye un peligro para la salud por las complicaciones que
puede producir.

◊ El cuidado de los pacientes es la esencia de la profesión de enfermería, el cual se puede


definir como: una actividad que requiere de un valor personal y profesional encaminado
a la conservación, restablecimiento y autocuidado de la vida que se fundamenta en la
relación terapéutica enfermera-paciente.

◊ La labor de la enfermera en los cuidados proporcionados a una persona portador de


colelitiasis y colecistitis, es de gran importancia para restablecer la salud del paciente y
para su recuperación continua.
18 ENFERMERÍA EN SALUD DEL ADULTO I

IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

◊ BRUNER Y SUDDARTH. (2013) Enfermería medico quirúrgica. 12a edición.


España.
◊ Universidad Nacional Mayor de San Marcos. “Cirugía”. Editorial UNSM. Lima.
1999.
◊ Almora C; Arteaga Y; Plaza T; Prieto Y; Hernández Z. Diagnóstico clínico y
epidemiológico de la litiasis vesicular. Cuba: Ciencias Médicas; 1999.
◊ VÍAS BILIARES Y VESÍCULA BILIAR [Libro on-line], [Consultado 09 de octubre
2015].Disponible en:
http://sicapacitacion.com/libmedicos/Vias%20Biliares%20y%20Vesicula%2
0Biliar.pdf
◊ Universidad de la frontera. Gastroenterología. [Consultado 08 de octubre
2015].Disponible en :
http://www.med.ufro.cl/clases_apuntes/medicina-
interna/gastroenterologia/docs/23-colecistolitiasis-y-colecistitis.pdf
◊ Solis J; Muñoz M. Colecistitis. [Consultado 08 de octubre 2015]. Disponible en
http://www.meducar.com/cases/files/colecistitis.pdf
◊ Patiño F; Colecistitis Aguda. Bogotá-Colombia: Universidad Nacional de
Colombia.
◊ Kelley. Medicina Interna. 2ª ed. Buenos Aires-Argentina: Ed. Médica
Panamericana; 1998.
◊ Rodriguez L. Manejo de la Colecistitis y Colangitis Aguda. [Consultado 08 de
octubre 2015]. Disponible en:
http://www.indogastro.org/downloads/daleccion8colecistitisaguda.pdf

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