Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
DE DESCARTES Y LOCKE:
Lo que se trata es fundamentalmente de analizar los diferentes suelos ontológicos y epistemológicos que
pisan ambos autores al constituir su concepción de la materia, de la física y la ciencia, y finalmente del
saber.
ONTOLOGÍA CARTESIANA:
Descartes supone que la cuestión del ser pasa a ser una cuestión de saber, esto es, de poder afirmar que
algo es. Y estamos en condiciones de afirmar que algo es cuando tenemos certeza, es decir, imposibilidad
de dudar.
De esta manera la mente o res cogitans se convierte en aquello que da sentido a los entes, esto es, es la
mente la que tiene la potestad de determinar qué es lo ente o la res cogitans determina aquello en lo que
consiste ser en su proceder correctamente –de acuerdo al método-.
Por tanto, lo correcto es lo que queda asegurado en el proceder correcto de la mente, así es que la verdad
acontece en la res cogitans. Esta forma de entender el ser como saber no cambia el concepto de ente, sino
el sentido que se le da al ser.
Queda pendiente explicar cómo se perciben los entes y cómo se llega a esa certeza después de haberlos
percibido. Descartes distingue entre las cosas conocidas, y aquello que conoce, o res cogitans, dejando al
criterio de la mente, a su proceder interno –en última instancia matemático- el descubrimiento de lo
indudable, de la verdad, de lo cierto.
Disponemos de cuatro facultades para conocer: los sentidos externos, el sentido común, la imaginación y
el entendimiento. Los sentidos externos actúan de una manera pasiva, adquiriendo la figura de lo
percibido, que es transmitido a la memoria –imaginación- por medio del sentido común.
En este punto Descartes allana el camino para construir una ontología de tipo matemático: lo que
percibimos es la forma de las cosas; una vez ahí depositada el entendimiento puede acceder a ella. Desde
este punto de vista las facultades son condiciones ontológicas de los objetos.
La certeza en este proceso surge cuando hay claridad y distinción, lo cual ocurre cuando el
entendimiento actúa, porque la percepción es clara y distinta cuando es construcción del entendimiento.
La claridad se da cuando la cosa es presente y manifiesta, la distinción se da cuando no se confunde con
otras.
Pues bien, ocurre que lo empírico, tal y como es percibido no es ni claro ni distinto. La claridad y
distinción sólo se da puramente en la matemática, que en sentido amplio trata del orden y de la medida.
De esta manera si queremos reducir la pluralidad presente en los entes que percibimos a la unidad que
realmente los constituye, hemos de ser capaces de reducirlos de alguna manera a conceptos claros y
distintos, ordenados y medibles: conceptos matemáticos.
Hay dos vías para llegar a este conocimiento: INTUICIÓN(intelectual) y DEDUCCIÓN.
Descartes pretende explicar lo empírico mediante naturalezas simples o esencias necesarias por oposición
a las esencias contingentes de lo subjetivo, lo físico.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con la materia?
La respuesta es todo, porque no es que las matemáticas se puedan aplicar sobre lo material, sino que son
una y la misma cosa: Descartes concibe el mundo de manera geométrica, y como el tema de la
matemática es el orden y la medida, entonces es la extensión la que determina la materia por lo que lo
corpóreo tiene que ser medible, y eso pasa en los cuerpos extensos. Con esto tenemos que aquello que no
es extensión como los colores, sabores, etc, aquello que constituye lo subjetivo, tiene que ser explicado
mediante la extensión y el movimiento.
Este es el núcleo del proyecto de la física cartesiana.
La materia es considerada por Descartes como homogénea, dado que su única carácterisitica es la
extensión, por lo que no se puede hablar de grados de materialidad. Además de homogénea, la materia se
identifica con el espacio, esto es, hablar de espacio es hablar de materia; postura que tiene dos
consecuencias:
a) La primera consecuencia inmediata y evidente es la negación del vacío. El espacio se nos presenta
como
b) La segunda consecuencia es el rechazo de la finitud del espacio-materia; aunque Descartes no se
atreve a definirlo como infinito- atributo que sólo comprende positivamente para Dios-sino que lo
llama indefinido, porque no comprende cómo podría tener un límite.
LOCKE:
La postura de Locke al respecto es distinta, pero lo es especialmente en su concepción de la
epistemología.
Allá donde Descartes veía en la mente lo otorgador de sentido a los entes, Locke ve la mente desde una
postura psicologicista, intentado explicar mediante qué operaciones percibe la mente lo exterior, y cómo
lo comprende.
La raiz ontológica de la que parte es la distinción entre la mente y el mundo extramental, que está más
allá de las ideas, las cuales se generan al percibir los objetos exteriores.
Para Locke hay dos tipos de ideas, las
de sensación y de reflexión.
Las ideas de sensación provienen de la percepción del mundo externo
Y las segundas, las de reflexión, se obtienen como resultado de las operaciones de la mente sobre las
ideas que internamente posee.
Otra división fundamental de Locke es la de
ideas simples e ideas complejas:
Las ideas simples están suscitadas por las cualidades de los objetos –ciertas cualidades actúan sobre
ciertos sentidos-, y las ideas complejas se forman en la mente. Las cualidades son, de esta forma, el poder
de provocar de una idea que tienen los cuerpos, y de los que son inseparables totalmente.
Las cualidades primarias, de las que un cuerpo jamás puede prescindir, son: extensión, solidez, forma,
movimiento, reposo y número. Aunque la mente no las pueda percibir, Locke dice que hay que suponerlas
en el objeto.
Las cualidades secundarias, sin embargo, tal como el olor y el sabor, están generadas por las cualidades
primarias, pero no representan nada en el cuerpo objetivo.
La idea de solidez la percibimos mediante el sentido del tacto; la solidez se puede definir también como
impenetrabilidad, pero esta noción le parece menos oportuna porque solidez es una idea más positiva que
impenetrabilidad, que sólo expresa la carencia de algo.
VACÍO.
Locke defiende la noción de vacío, ofreciendo como prueba el que existían disputas sobre tal tema, lo
cual implica que somos capaces de tener la idea de un espacio vacío, esto es, aquel que era poseído por un
cuerpo, pero que al ser abandonado por éste sigue existiendo.
La solidez y la dureza no son la misma cosa, porque la idea que tenemos de lo blando y de lo duro
dependen de la constitución de nuestros cuerpos; viendo en esta idea la causa del impulso, resistencia y
expulsión mutua entre los cuerpos
Por esta idea de la solidez se diferencia la extensión de un cuerpo de la del espacio, ya que la extensión
del cuerpo no es nada, sino la cohesión continua de las partes sólidas, separadas y movibles, y la
extensión del espacio la continuidad de partes no sólidas inseparables e inamovibles.
También depende de la solidez de los cuerpos su mutuo impulso, resistencia y expulsión. Acerca del puro
espacio, por tanto, y de la solidez existen varios entre los que me cuento que creen tener ideas claras y
distintas, así como de que pueden pensar sobre un espacio que no contenga nada que resista o que sea
expulsada por un cuerpo. Esta es la idea de espacio puro que ellos piensan que tienen tan claramente
como cualquier otra idea que puedan poseer sobre la extensión del cuerpo; porque es igualmente clara la
idea de la distancia entre las partes opuestas de una superficie cóncava sin la idea de ninguna parte sólida
entre ellas como con esa idea
Creen además de que tiene la idea de algo que llena el espacio y qie es susceptible de ser expulsado por el
impulso de otros cuerpos, o de resistir su movimiento, idea distinta de la del espacio puro. Si existen
otros hombres que no diferencian estas dos ideas, sino que las confunden y de las dos hacen una sola, no
sé como personas que tengan la misma idea bajo nombres distintos, o ideas diferentes bajo un mismo
nombre, puedan hablar mejor entre sí que lo que un hombre que no ni ciego ni sordo y tiene ideas
distintas del color escarlata y del sonido de una trompeta, podría conversar sobre el color escarlata con el
ciego que mencioné en otro lugar que identificaba la idea de escarlata con el sonido de una trompeta.