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Dios es único, por tanto no hay tras dioses. Dios es trino, es decir,
es tres personas. Las tres personas son distintos por cuanto su
forma y ministerios son diferentes hacia su única voluntad.
Acerca de las tres personas de la deidad, hablaremos de forma
más abundante mas adelante. Por el momento es bueno para
comprender al evangelio como el mensaje de Dios afirmar estas
verdades. Acerca del ser de Dios, es indispensable se tenga
presente la unicidad y unidad de la deidad, como también la
homogeneidad real presente en la coexistencia de tres personas en
un único Dios.
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todo tiempo, desde y hasta la eternidad. Todos los seres por tanto
no debieran huir de Él e ignorar su real y perpetua presencia, ni
mucho menos actuar como si este no existiera, ni estuviera
presente en todas sus obras la cuales deberían ser pensadas y
hechas entendiendo que Él es testigo de ellas en todo tiempo.
“El es Todopoderoso,...,
grande en poder;” (Job 37; 23)
Dios todo lo puede, Es la fuente de toda forma de poder.
Sencillamente no hay nada imposible para Dios, y más aún, no
hay siquiera algo difícil. El no es muy fuerte, ni es muy poderoso;
Dios tiene todo el poder. Todo lo que tiene energía o fuerza para
hacer, no la poseen por sí mismos, si no que de Aquél que tiene
todo el poder provienen. Como creador es digno de todos y tiene
todo derecho sobre ellos, como soberano gobierna sobre ellas,
como ser justo lo hace con equidad, pero como ser omnipotente
sabemos que puede hacer todo lo que quiera, como quiera,
cuando quiera, por que posee tanto derecho y dignidad como
también capacidad y potencia para llevar a cabo todo lo que se ha
propuesto. El sustenta todo con la fuerza de su poder. Toda la
energía que hay en el universo, todo el poder que la creación y las
criaturas poseen para subsistir le son dados por Dios, el cual se
encarga de sostenerlos continua y constantemente.
En este atributo conocemos la razón de su suprema y absoluta
autoridad, Dios no solo esta por encima de todo y de todos por su
posición natural de creador, sino que su potencia y capacidad
infinita así lo revelan. Todas sus palabras poseen total autoridad,
pues tienen el poder de cumplir todo lo que manifiestan y
producir lo que se proponen.
Todos los seres por tanto deberían actuar como dependientes que
son de Dios; buscando su voluntad en todo, ya que todo lo que
fue, es y será está y estará siempre en sus manos.
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Todas las referencias no concordantes con la Trad. RVR 1960 corresponden a LBLA (Biblia de las
Américas.)
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aspecto inferior. Aun así debe, por esta misma razón de relación,
guardar ciertas marcas en su esencia que referirán siempre a aquel
que lo formo.
Por todas estas deducciones, y por muchas otras, antes de
introducirnos en las descripciones de la naturaleza y atributos del
ser humano aconsejamos se conozca primeramente su origen.
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sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta
sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de
Dios lo creó, macho y hembra los creó.2 °”
Debemos tener en cuenta, de manera fundamental, la realidad de
identidad que la naturaleza del ser humano posee, de manera
exclusiva, al resto de la creación. Esta identidad consta en ser
creado a imagen y semejanza de Dios. Lo que aquí leemos como
imagen, es una traducción de la palabra hebrea "tselem" y suele
usarse también para traducir estatua o copia entre otras similares.
No señala paridad ni mucho menos igualdad, sino más bien
representación. Por otra parte, lo que leemos como semejanza
proviene de la palabra original "demut", que es también “parecido,
modelo o medida.” Como conclusión bíblica, además de lógica,
nos percatamos de que Dios no es como uno de nosotros, y en el
sentido más objetivo, en nada comparable. Al apreciar un
monumento de estatuaria, por ejemplo, no podríamos adjudicar
igualdad ni comparación de este con la esencia del ser humano
representado. La esencia natural de uno es plenamente diferente a
la otra. Aun así, sabemos positivamente que siendo éste formado
a su imagen, guarda relación con la esencia del original. Por todo
ello, de manera conclusiva, entendemos a Dios como espíritu, y
no, como un ser matérico y corruptible. En ello radica la imagen y
semejanza de Dios en el hombre. Éste, es también un ser
espiritual; con personalidad y carácter. La identidad espiritual, es
aquello que justifica a un ser humano como tal.
Esta verdad contiene, en sí misma, muchas implicaciones que nos
enseñan de los atributos del ser humano con sus facultades, e
inclusive, de la finalidad original de estos.
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Trad. BTX. 3 ed.
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Gen 2; 5-7 "y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y
toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún
no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que
labrase la tierra, sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba
toda la faz de la tierra. Entonces Jehová Dios formó al hombre
del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el
hombre un ser viviente." El texto bíblico nos relata que Dios se
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Leemos Gen 3; 1-5 "Y la serpiente era más astuta que cualquiera
de los animales del campo que el SEÑOR Dios había hecho. Y
dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: "No comeréis de
ningún árbol del huerto"? Y la mujer respondió a la serpiente: Del
fruto de los árboles del huerto podemos comer; Pero del fruto del
árbol que está en medio del huerto, ha dicho Dios: "No comeréis
de él, ni lo tocaréis, para que no muráis. Y la serpiente dijo a la
mujer: Ciertamente no moriréis. Pues Dios sabe que el día que de
él comáis, serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios,
conociendo el bien y el mal."
La palabra pecado significa, básicamente, trasgresión también
puede significar delito, falta o infracción. Etimológicamente,
presenta la idea de conformarse al error. Todas estas definiciones
suponen a un juez y a una ley ante la cual el pecador es culpable.
Precisamente, el apóstol Juan describe al pecado como falta o
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TRAD. LBLA. (Biblia de las Américas)
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“raá et” contemplaron, apreciaron, término que connota anhelo y designa aprobación.
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“lacakj” apoderaron, poseyeron, arrebataron; connota violencia y designa violación de la
voluntad.
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Tit 1; 15-16 “Todas las cosas son puras para los puros, mas para
los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su
mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a
Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y
rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.”
Porque entiende y juzga mal, aprueba como correcto lo
incorrecto; se siente bien haciendo mal y en paz con el pecado.
Todos los valores de conducta están movidos de lugar, y ahora;
sus deseos y motivaciones no glorifican a Dios ni quieren hacerlo,
sino que buscan el afecto y la satisfacción personal por naturaleza.
No el deleite de su Señor, sino el de su corrompido corazón. En
virtud de esto, la moralidad del ser humano es abominable en los
ojos divinos, pues ésta no solo no representa su santidad, sino que
se recrea y cultiva en el error y la oscuridad.
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TRAD. LBLA. (Biblia de las Américas)
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Ver pag. 11 acerca de la Trinidad.
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TRAD. BTX (Biblia textual 3ª Edición)
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“Porque por él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los
cielos y las que hay en la tierra, las visibles y las invisibles; sean
tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo
fue creado por medio de él y para él.” (Col 1: 16)
El poder de Dios es aquella capacidad en Él, que le autoriza
hacer todo cuanto quiera, cómo y cuando quiera. Este atributo,
particularmente, es el que otorga la autoridad de Dios a Jesús
como tal. La supremacía de Dios esta cimentada en su ilimitado
poder además de su posición, es decir, su potencia para llevar a
cabo todo lo que, por su propia voluntad decida hacer. Como el
Hijo, su potencia como intercesor y mensajero descansa en la
autoridad dada por el Padre, para que en todo tenga la pre-
eminencia a fin de en Él y por medio de Él restaurar todas las
cosas (Col 1: 19-20). Todo es posible para Dios, y en aquello
que se ha propuesto es infalible. Nadie que posea, hemos dicho,
fuerzas limitadas tiene el derecho a ser considerado divino en su
naturaleza. Pues no posee autoridad como esencialmente
superior, por lo que nadie sin autoridad, esto es, poder supremo
sobre las cosas, debe considerarse divino en su constitución.
Autoridad es poder, poder es eficacia, por lo que la posibilidad
de salvación en un salvador demanda de este la supremacía
sobre todas las cosas, a fin de que su obra a su favor sea
legítimamente suficiente.
Solo Dios puede perdonar pecados, este es un principio básico
en la enseñanza bíblica, especialmente, en la antiguo
testamentaria. Dios es juez de toda creación, y toda trasgresión
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“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí
el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”(Juan 1:
29) “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino Uno que ha sido
tentado en todo según nuestra semejanza, pero9 sin
pecado.”(Heb 4: 15)
Juan el bautista vio a Jesucristo, Dios el hijo, y exclamó de esta
manera. Al observar la humanidad de Jesús se refirió a Él como
el cordero, mas esto debe considerarse saludablemente con el
carácter de su oficio intercesor. Es quién podía asegurar la
abolición del pecado, esto es, quién podía establecer a través de
sí mismo la reconciliación. Esta expresión se debe a la razón de
que el pueblo de Israel contaba con un sacerdote mayor o sumo
sacerdote, que en aquel entonces presentaba sacrificios para
expiar el pecado temporalmente y propiciar la ira justa
transitoriamente. El cordero era el animal que se sacrificaba y
por medio del cual los pecados tratados. Finalmente, esta
referencia acentúa el ministerio sacerdotal en relación a su
humanidad, la cual demuestra aptitud para sustituir, representar
e interceder por los hijos de los hombres. Sin pecado éste
cuenta con la eficiencia para quitar, y no solo propiciar
transitivamente, el pecado y su influencia, confirmando así la
reunión definitiva del mundo con Dios.
Jesús era la encarnación de Dios, como idónea y perfecta
humanidad sumo sacerdotal autorizada para interceder el
sacrifico necesario en nuestro lugar y a nuestro favor. Aunque
este cordero logra el perdón de los pecados, no lo hace
temporalmente sino de manera satisfactoria. No solo ésta es su
conquista, sino también el de quitarlos juntos con su potestad
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TRAD. BTX. 3ª Edic. (Biblia Textual)
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Los meritos divinos del hijo son compatibles para salvar pues
son también humanos al igual que los perdidos. Hablamos
ahora de la autoridad de su humanidad, para entregar o acercar
el reino de Dios a los hombres, así como el sacerdocio y la
profecía. Constituido rey humano-divino para participar de los
meritos a los miserables, y llevarlos así participar de la gloria de
Dios, de la cual sabemos, habían sido separados en su
perdición. La exaltación de los pecadores mediante la fe en la
mediación es imposible, sin exaltación eminente del salvador en
quien existe la salvación. La exaltación del uno para llevar a
muchos a la gloria. “Porque era propio de aquel por cuya causa
son todas las cosas, y mediante el cual todas las cosas subsisten,
que en su designio de ir llevando10 muchos hijos a la gloria,
perfeccionase por medio de padecimientos al autor de la
salvación de ellos. Porque El que santifica y los santificados, de
uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos
hermanos,” (Heb 2: 10-11)
La autoridad de rey humano sobre ellos, era trascendental a la
hora de presentar a Jesús como Salvador de la humanidad en
los tiempos de la iglesia temprana. Pues se demostraba en Él,
que a través de la adhesión a sus meritos, podía este
participarles de su gloria también. De sus meritos para salvar, de
su gloria para su gozo, conforme a las promesas a los hombres
de restauración. Esta identificación con los pecadores era solo
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TRAD. R.V.R. 1977
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Ver Pág. 82
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