Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
SAGA TECNO-EVOLUTIVA
Con el fin de contribuir a este camino, el presente trabajo se propone analizar los
aportes de la bióloga Lynn Margulis al campo de la evolución. El objetivo es extraer de sus
planteos un concepto de corporalidad capaz de operar como denominador común entre la
composición natural y artificial de seres vivos. Para ello, se desarrollará en líneas generales
la saga evolutiva que la científica propone; la cual está protagonizada por organismos
abiertos, conformados a partir de lo Otro y dotados de una permeabilidad tal que los hace
capaces de incorporar singularidades –ya sea genes, proteínas o enzimas– “ajenas” a su
propio desarrollo. Una vez expuesto su sistema, se evaluará el impacto del mismo para una
reflexión general sobre el sentido bioético de la manipulación genética. Esto último se
realizará, principalmente, teniendo en cuenta aspectos puntuales de las filosofías de
Roberto Espósito y Peter Sloterdijk.
En este contexto bacteriano, hace unos 2500 millones de años, el aumento de los
niveles de oxígeno llevó a determinadas eubacterias reticentes a él a penetrar a ciertas
arqueobacterias acidofílicas con el objeto de protegerse y de asegurarse una fuente continua
de azufre para alimentarse (Cf. Margulis, et. al., 2000). Fruto de esta comunión en principio
forzada, el material genético de ambos seres se integró en un proceso que la autora
denomina “simbiogénesis”. Esto sucedió mientras diversos materiales orgánicos
procedentes de cada uno de ellos, como ARN, lípidos y proteínas (Cf. Margulis, Sagan,
2003a:214), comenzaron a producir membranas y estructuras celulares nuevas: 1) el núcleo,
al interior del cual se encerró el ADN integrado; y 2) el huso mitótico, el cual es
fundamental para la distribución equitativa del material genético en la división celular. Las
consecuencias inmediatas de este acontecimiento son dos. La primera de ellas es la
limitación del tráfico promiscuo de genes, del cual el ADN queda sustraído al estar
protegido por la membrana nuclear. La segunda de ellas es el desarrollo de la mitosis,
proceso en virtud del cual la transmisión hereditaria se ordena, permitiendo una semejanza
mayor entre progenitores y descendientes. Así, los dominios de relativa estabilidad de
caracteres que llamamos especies se hacen finalmente posibles (Cf. Margulis, 2003b:175).
Ahora bien, pese a que el tráfico bacteriano de genes encuentra una restricción en
las estructuras emergentes de la eucariosis, no se detiene. En este punto, la hipótesis de
Margulis –muy discutida aún– afirma que la presencia de simbiontes es capaz de generar
nuevas especies, es decir, individuos portadores de nuevos tejidos y órganos. Se conoce a
este posicionamiento como Teoría Simbiogenética. Su tesis principal sostiene que los
ecosistemas en crisis incentivan la formación de nuevas asociaciones entre organismos “de
crecimiento lento” –plantas, hongos, animales– y organismos de “crecimiento rápido” –las
bacterias–; cuya incorporación como simbiontes les permite a los primeros aprovechar las
funciones metabólicas de los segundos para desarrollar nuevas estructuras y funciones (Cf.
Margulis, Sagan, 2003a:175). En caso de que el nivel de integración funcional sea muy
alto, la integración de sus genomas es un resultado probable, lo cual supone aceptar que las
formas de vida muy diferenciadas –pese a las restricciones dispuestas por la eucariosis–
pueden adquirir genes de procedencia bacteriana y vírica1.
“Ya se lo piense como un texto codificado del que se debe hallar la clave genómica,
o como la terminal de una red informática de extensión planetaria, o aun como un
objeto modificable por medio de la cirugía plástica y, antes, de la ingeniería
genética, en todo caso entra en relación directa, y hasta simbiótica, con lo otro de sí:
en el sentido específico y literal de que lleva dentro de sí su propio otro. Otro cuerpo
–una parte suya– u otro del cuerpo: cosa, artificio, máquina. Un afuera llevado
dentro (…) o un adentro llevado fuera: ya no retenido dentro de los límites,
coincidentes con la piel (…) (Espósito, 2005:210).
Como reflexión final, es posible afirmar que los aportes de Lynn Margulis al campo
de la biología evolutiva contribuyen a un nuevo pensamiento de la técnica, caracterizado
por una concepción no-sustancialista de la naturaleza y de sus productos. A través de ella,
la operatividad técnica podrá ser pensada en paralelo a la de la naturaleza, siendo incluso
probable que ambas estén llamadas a co-operar en el desarrollo venidero de la crisis
ecológica4. Después de todo, ya una vez en el pasado la recombinación bacteriana permitió
diseñar los metabolismos necesarios para hacer de la Tierra un lugar con condiciones
térmicas, químicas y atmosféricas propicias para la vida (Cf. Margulis, 2003b:107). Para
ello será necesario, como bien afirma Peter Sloterdijk, tener en mente que
4
De hecho, muchas técnicas de manipulación genética se sirven de bacterias o de virus dada su capacidad
para poder introducir “órdenes alternativas” en el genoma de un organismo.
Bibliografía utilizada
Margulis, Lynn y Sagan, Dorion (2003a), Captando genomas. Una teoría sobre el origen
de las especies, Barcelona, Kairós.
Margulis, L., Dolan, M. y Guerrero, R. (2000) “The chimeric eukaryote: Origin of the
nucleus from the karyomastigont in amitochondriate protists”, Proc. Natl. Acad. Sci. USA,
vol. 97(13), publicado el 20 de Junio.
Sloterdijk, Peter (2011), Sin salvación. Tras las huellas de Heidegger, Madrid, Akal.