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Niños con baja capacidad cognitiva o límite

Van mal en el colegio, les cuesta aprender y hay quien además se burla de
ellos, sin embargo, tienen derecho a sentirse aceptados y queridos
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¿Quiénes son?
Se considera niños con baja capacidad cognitiva o límite a aquellos que, tras una evaluación
psicológica, presentan un cociente intelectual de 70 o algo inferior al mismo. A la hora de
aprender diferentes contenidos en el colegio tienen dificultades. Son lentos en la asimilación de
las ideas, les cuesta realizar ejercicios de lógica, les supone gran esfuerzo sintetizar o resumir
las ideas principales de un texto. etc.

El hecho de tener menor capacidad cognitiva no siempre supone que tengan mermadas otras
capacidades o inteligencias, que también se deben explorar.

¿Cómo detectar un niño con baja capacidad cognitiva?


Los padres o el tutor del colegio son los primeros que se dan cuenta de las dificultades de los
niños. Es necesario descartar cualquier otro déficit (sensorial, de atención, emocional…). Para
ello es importante que el orientador escolar realice una evaluación psicopedagógica y analice
los diferentes factores que pueden incidir en un bajo rendimiento debido a una capacidad
intelectual baja.

¿Cómo ayudar al niño?


 En el colegio: existen los profesores de apoyo, que son aquellos que, de forma individualizada
o en pequeños grupos, ayudan a los niños reforzando los contenidos escolares de las principales
áreas instrumentales: matemáticas y lengua.
 En la familia: los padres deben ayudar a sus hijos con los deberes escolares. Es necesario
reforzar los contenidos de forma diaria. Los padres deben coordinarse con el colegio y trabajar
los aspectos más deficitarios, conforme indique el profesor.
 A través del juego: en ocasiones, estos niños realizan un esfuerzo superior al del resto de sus
compañeros. Juegos como sopas de letras, los siete errores, crucigramas, el juego de la baraja…
sirven para desarrollar aptitudes deficitarias, tales como: la memoria, la atención, el cálculo
numérico, la organización viso/espacial, etc. En el campo de los “juegos educativos”, las
nuevas tecnologías y particularmente Internet pueden jugar un gran papel.
¿Cómo enfrentarse a las tareas escolares?
Cuando el desarrollo intelectual no permite al niño enfrentarse a las tareas de forma autónoma
es necesario simplificar las tareas y pautar la organización de las mismas. Por ejemplo, ante un
problema matemático se podrá dibujar las diferentes partes del problema o manipular, a través
de diferentes piezas, hasta que el niño comprenda la situación lógica (ante una suma o resta se
podrán dibujar o contar los objetos de forma manipulativa, para que el proceso de abstracción
sea más sencillo). Para resumir un texto, se podrá hacer una lectura simple, fraccionada en
párrafos, para que los niveles de comprensión sean más exactos.

¿Cómo evaluarlos en el colegio?


El equipo de orientación que evalúa a los niños con capacidad cognitiva limitada, emite
un informe psicopedagógico con los recursos humanos y materiales que precisa el niño en el
colegio. En ocasiones se le asigna el profesorado de apoyo y también se pide a los profesores
que realicen adaptaciones en la metodología (variando la clase magistral por otra más lúdica,
que permita a estos niños “engancharse” a la clase). Si fuera necesario, también se puede
realizar una evaluación de objetivos mínimos, permitiendo que alcancen las competencias
mínimas que les permitan seguir avanzando.
Los padres como apoyo fundamental
Los padres adquieren un papel relevante en la educación de los hijos. Ante un niño con
capacidad cognitiva limitada, los padres deben mantener relaciones con la escuela de forma
periódica, confiando en los profesionales que atienden a su hijo. Ayudar al propio hijo,
teniendo en cuenta las orientaciones del colegio y aceptando con tranquilidad las limitaciones,
es la mejor manera de avanzar y evolucionar de forma satisfactoria en la educación del niño y
en la búsqueda de su felicidad.
Pautas para padres de niños con
tiempo cognitivo lento
Consejos para padres de niños con TDAH de tiempo cognitivo lento
Jimena Ocampo LozanoPsicopedagoga02 de octubre de 2017

En qué se asemejan y diferencian el TDAH y el TDA en la infancia

Los niños con tiempo cognitivo lento, son niños en general, lentos para todo: para
comer, para vestirse o para hacer sus tareas. Para ellos el "tiempo" es algo muy
difícil de manejar, y muchas veces por más que traten de ir más rápido, no
pueden, el tiempo se les escapa.

Es muy importante tener en cuenta que el problema no es cuestión de capacidad o


de desobediencia del niño, por lo tanto es importante no castigar o penalizar al
niño por su lentitud, ya que es algo sobre lo que el niño no tiene mucho
control. Pero, ¿qué podemos hacer los padres de niños con tiempo cognitivo
lento para ayudarles?

Consejos para padres de niños con tiempo cognitivo lento


Los niños con tiempo cognitivo lento a menudo presentan dificultades académicas
y también en el hogar. Son niños que pierden cosas, son desorganizados,
(sobretodo su pensamiento), se les olvidan las cosas, están en las nubes, parecen
desmotivados por todo, realizar las tareas académicas y cotidianas les lleva
mucho tiempo, parecen cansados todo el día o somnolientos. También muestran
problemas de autoestima, ya que suelen oír a menudo frases del tipo, "date más
prisa", "siempre el último", "corre"... Además, sus resultados académicos no son
los deseados.

En casa, los padres tenemos que hacernos a la idea de que, por más que le
pidamos que corra haciendo las actividades o tareas en casa, (deberes, vestirse,
desayunar...) no va a ser "tan rápido" como queremos, así que paciencia, de lo
contrario sólo conseguiremos desesperarnos nosotros y frustrase él. Recordemos,
no es lento por placer, es su "ritmo natural".

En casa puede algunas pautas que pueden ayudarnos:

- Simplificar las tareas, ir paso por paso. Nos puede ayudar hacerle tablas con
rutinas, paso por paso para que pueda revisar los pasos que va dando y no se le
olvide ninguno. "Me desvisto, después dejo la ropa en el cesto de la ropa sucia,
después cojo el pijama, me lo pongo".

- Darles más tiempo para que realicen tareas. Si le pido que ponga la mesa,
tardará un tiempo en ponerse a ello, y una vez empezado, tardará en ponerla. Así
que tenemos que darle tiempo de reacción.

- NO enfadarse con él por su lentitud.

- Ponerles tiempo para realizar las tareas. Podemos ayudarnos de un reloj con
manecillasindicándoles cuanto tiempo tienen para hacer algo, (comer, vestirse,
recoger....) Con manecillas suele verse mejor el tiempo que pasa o el que queda,
es más visual.

- Buscar actividades que le motiven y le estimulen, así su cerebros se pondrá


en marcha y trabajará mejor. Podemos ir registrando sus logros: "Ayer hiciste 8
sumas, hoy has hecho 10", por ejemplo, y de esta manera reforzar sus logros y
motivarle.

Niños con tiempo cognitivo lento en la escuela

Académicamente son niños que necesitan más tiempo para procesar la


información, por lo que no seguirán el ritmo de la clase, se pierden en las
explicaciones, necesitarán más tiempo para realizar las mismas tareas que
sus compañeros, contestan más lentamente a las preguntas porque necesitan
más tiempo para procesar la información.

Por lo tanto las adecuaciones en el aula son necesarias para ellos. Darles más
tiempo para responder a la preguntas, tanto orales como escritas, reducir el
número de preguntas en el examen (no la dificultad) o hacerlo en dos días. En
definitiva, darles más tiempo. Fragmentarle las tareas en pasos para que no se
salte ninguno, redirigir su atención cuando veamos que está en las nubes, pero sin
llamarle la atención.

En cualquier caso, los niños con ritmo lento, como los niños con TDAH, o dislexia,
además de las adecuaciones en el aula y en casa es posible que necesiten apoyo
o ayuda profesional, que trabaje con él y estimule y ayude al niño a mejorar su
"velocidad", o adquiera pautas y herramientas para gestionar su tiempo, por
ejemplo, además de darle el apoyo emocional que precise, (ya que a veces se ve
afectada su autoestima)

¿Cuándo deberíamos recurrir a él? Cuando esas dificultades o ese ritmo lento
interfieran significativamente en su vida diaria, social o emocional, es
recomendable que un especialista evalúe y trabaje tanto con el niño como con
nosotros, los padres, dándonos pautas y consejos para comprender y ayudar a
nuestro hijo en casa.

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