 Aceptar al niño como es, consciente de que no es un “niño malo”, sino un niño que no puede reaccionar como es

deseable, porque está sujeto a impulsos provenientes de su propio organismo y a respuestas incontrolables de su
sistema nervioso. Esta actitud es indispensable para ayudarlo a elevar su concepto de si mismo y su deteriorada auto
estima.

 Brindar afecto y comprensión. El sentir el rechazo de quienes le rodean, el estar conscientes de sus dificultades
para percibir todos los aspectos de la realidad, ya para relacionarse y lograr éxito en lo que emprende, genera en el
niño sentimientos de fracaso, frustración, ansiedad y culpa y con ello la necesidad de que alguien le brinde respaldo
emocional.

 Mantener una relación personal de comunicación constante y de interés por el alumno.

 Cuando el niño pasa por momentos en que no puede trabajar ajustado al grupo, separarlo y guiarlo de manera
personalizada. Algo de gran utilidad es fijar la mirada en la suya, para establecer un mejor contacto.

 Evitar las tareas complejas dándole de preferencia tareas sencillas y pequeños encargos en los que pueda
obtener éxito, superando así sus experiencias de fracaso, elevando su tolerancia a la frustración y mejorando su
autoestima.

 Es conveniente hacer énfasis en los puntos fuertes del niño y el poner atención a las tareas en las que ha
demostrado mayor habilidad para realizarlas; hay que tratar de estimularlas y procurar su repetición, permitiéndole
así experimentar sentimientos de éxito.

 Establecer orden en su vida con límites precisos que le indiquen cuáles son las conductas aceptables e
inaceptables, ya que el niño no está preparado para manejar demasiada libertad.

Establecer una lista de conductas inaceptables reduciéndola en lo posible a las que se consideran como faltas graves y
dejando pasar las faltas más triviales. Los castigos no deberán ser físicos, ni hostiles, recomendándose la técnica de
aislamiento, para posteriormente recibir al niño con aceptación.

 Recompensarlo frecuentemente con actitudes de aprobación por sus logros y conductas adecuadas,
principalmente en las de concentración y esfuerzo mental sostenido en una determinada tarea.

 No es recomendable utilizar recompensas materiales por su buen comportamiento; más bien debe
recompensársele con actitudes de aprobación ya que lo importante es que el niño compruebe que por buenas
acciones gana el reconocimiento de los demás y su aceptación en l comunidad.

 Ser siempre consistente en su trato con el niño y no cambiar según el estado de ánimo, ya que los cambios e
inconsistencia empeoran la inestabilidad característica del niño.

 Si hay que llamarle la atención, hacerlo aparte para no ponerlo en vergüenza frente a los demás, y recordándole
siempre, que aunque se desaprueba determinada conducta, se le acepta a él como persona.

 Ayudarlo a desarrollar mayor control interno de sus conductas, para que reflexione antes de actuar y no
reaccione impulsivamente los estímulos.

 Mantener supervisión constante sobre las actividades del niño.

 Es importante también brindar un ambiente estable y predictible, informando al niño qué rutina sigue a cada
hora en las actividades del día marcando bien el cambio de una a otra, y asegurándose de que haya comprendido las
explicaciones.
 Tenerle paciencia y no presionar al niño durante su participación en clase, ya que el maestro ansioso que espera
respuestas rápidas genera en el niño un estado de tensión que bloquea aún más el funcionamiento de su memora y
con ello la calidad de sus respuestas.

 Tratar de reducir en lo posible los estímulos visuales y auditivos circundantes que tienden a distraerlo de su
trabajo, debido a su incapacidad para ignorarlos.

 Crear un ambiente interesante durante el desarrollo de las clases y mantener la motivación del niño hacia el
aprendizaje. Evitar actividades que carezcan de atractivo por ser monótonas, como la lectura de textos largos,
atención a exposiciones prolongadas. Trabajo en tareas repetitivas o sin sentido, etc.

 Solicitar al profesor de educación física la aplicación de un programa de adiestramiento que favorezca el

desarrollo de su imagen corporal, y de la estabilidad psicomotriz.

 Establecer grupos pequeños de trabajo, de seis o menos niños, ya que con si inclusión en grupos numerosos no
obtiene una atención personalizada.

 Las órdenes deberán darse una sola vez y en forma directa aunque no dictatorial, utilizando un lenguaje sencillo
con el mínimo de palabras posibles.

 Buscar la solución a los problemas de fondo que le puedan estar perturbando emocionalmente, como
dificultades para el aprendizaje, o problemas familiares o de su entorno inmediato.