Un 15 de abril de 1550, muy próximo al rumoroso Océano Pacífico, nace
Guadalupe. En virtud de una Merced Real otorgada por el Pacificador Don Pedro de la Gasca y la Audiencia de Lima, el encomendero español, Don Francisco Pérez de Lescano, obtuvo el permiso real para edificar en su encomienda de Chérrepe “una posada, una ermita y un huerto”. El lugar escogido para dicha edificación se llamaba Omnep, que en lengua moche quiere decir “lugar poblado de árboles”, y al que también se le conoció como “Tambo Real de Pacasmayo”.En el año de 1560, el mismo capitán español Don Francisco Pérez de Lescano trae a su encomienda, desde la lejana España, la sagrada Imagen de “Nuestra Señora de Guadalupe”, en gratitud por el milagro de haberle salvado la vida. Se inicia la gran devoción mariana en el valle norteño de Guadalupe.
El año de 1565, el naciente pueblo guadalupano se traslada hacia el paraje de
Anlape, sobre las faldas del cerro Namul, hoy llamado “cerrito de la Virgen”.Aquí se edifica el nuevo pueblo de Guadalupe, donde los fervientes pobladores levantan el primer Santuario para su Santa Patrona, llamada cariñosamente como “La Chapetona”, y también un monasterio para los monjes Ermitaños de la Orden de San Agustín, quienes ya regentaban el culto a Nuestra Señora de Guadalupe. Desde aquí se acrecienta el fervor y la veneración hacia la Santa, esparciéndose su devoción por la amplia región norteña y todo el Perú colonial. El 14 de febrero de 1619, un fuerte terremoto destruye el próspero pueblo de Guadalupe y también su Santuario y monasterio. Los pobladores inmediatamente se trasladan unas varas más hacia el este, en donde levantan sus nuevas viviendas y un majestuoso Santuario para su Santa Patrona y un amplio y hermoso monasterio para los frailes agustinos. Es el lugar donde en la actualidad permanece la ciudad de Guadalupe. La economía del pueblo guadalupano se consolida merced a su gran laboriosidad y sus productos agrícolas, ganaderos y de pequeñas industrias coloniales; pero sobre todo, por la grandiosa fiesta y Feria con que celebran a la sagrada Imagen de “Nuestra Señora de Guadalupe”, lo que acrecienta no solamente la fe y devoción por todo el virreinato peruano, sino también el bienestar y progreso de este gran pueblo norteño. El año de 1814 se crea el primer ayuntamiento en Guadalupe, que vendría a ser su primera organización municipal. Un decreto del libertador Simón Bolívar del 7 de agosto de 1825 convierte a Guadalupe en distrito, condición que es ratificada por otro decreto del general Salaverry el año de 1835, formando parte como tal de la nueva provincia de Chiclayo. La ley del Congreso de Huancayo, del 29 de noviembre de 1839, le cambió la categoría de Reducción por la de Pueblo. El año de 1864 se crea la provincia de Pacasmayo, Guadalupe es desanexado de la provincia de Chiclayo y comprendido en esta nueva jurisdicción política, conjuntamente con los distritos de Chepén, Pueblo Nuevo, Pacasmayo, Jequetepeque, San José y San Pedro de Lloc. El presidente de la república José Balta, mediante ley del 28 de enero de 1871, le dio a Guadalupe la categoría de Villa. El 11 de noviembre de 1914, mediante ley No 2006 del Congreso de la República, Guadalupe adquiere la categoría de Ciudad. El año de 1940 el territorio del distrito de Guadalupe es recortado. Mediante ley No 9222 se crea el distrito de Pachanga, desmembrando excesivamente gran parte del territorio guadalupano, quien ve notablemente reducida su jurisdicción distrital. En 1984 Guadalupe es comprendido de manera inconsulta dentro del proyecto de creación de la nueva provincia de Chepén. El pueblo guadalupano pide seguir perteneciendo a la provincia de Pacasmayo; clamor que es atendido por el Presidente Fernando Belaúnde Terry ese mismo año, continuando su permanencia dentro de la provincia de Pacasmayo hasta hoy.