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DERECHO DE REVOCACiÓN DEL TESTAMENTO

La revocación de los actos es excepcional en el Derecho. Revocar un acto


significa dejarlo sin efecto alguno por la sola decisión de su otorgante. Sabemos
que los actos jurídicos pueden quedar sin efecto por causal es de nulidad, de
anulabilidad, por resolución o rescisión del acto. En cambio, la revocación al
constituir una decisión unilateral de dejar sin efecto un acto jurídico atenta contra
el principio de seguridad jurídica y pone en grave riesgo la seguridad en el tráfico
patrimonial de los bienes. Ésa es la razón por la que la revocación es excepcional
y no puede constituir la regla en el Derecho. (OLAVARRíA VIVIAN, Juan
Alejandro. Cuestiones de Derecho Sucesorio en el Código Civil peruano de
1984. Editora Escolani E.I.R.L. Lima, 1997.)

Actos susceptibles de revocación son el testamento por excelencia y el poder aun


cuando este último pueda tildarse de irrevocable, pues nada quita que el
poderdante finalmente realice el acto para el cual otorgó el poder en forma
personal y prescindiendo de su apoderado.

La revocación del testamento implica un derecho autónomo, irrestricto e


irrenunciable, incompatible con la figura de la sucesión contractual y con
cualquiera de las formas del contrato o pacto sobre el derecho de suceder en los
bienes de una persona que no ha muerto o cuya muerte se ignora.

La revocación del testamento es característica propia e ínsita del acto


testamentario, en razón de constituir éste una disposición de última voluntad, lo
cual significa que al ser la última y continuar vivo el manifestante, puede éste en
cualquier momento variarla o revocarla cuantas veces quiera mientras no se
produzca su fallecimiento, siendo ésta la razón por la que se dice que el
testamento constituye expresión de última voluntad.
En ese sentido, las cláusulas o disposiciones que el testador pueda introducir en
su testamento en el sentido de que dicho acto es el último y definitivo y que no
podrá ser modificado o revocado por ningún otro, carecen de todo valor y se
deben considerar como no puestas sin que ello perjudique el resto del contenido
del acto testamentario. LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Derecho de
Sucesiones. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Lima, 1995

REVOCACiÓN EXPRESA DEL TESTAMENTO

Podemos encontrar en el artículo 748 del Código Civil de 1936 un antecedente


legislativo de la norma bajo comentario. La revocación testamentaria expresa es
un acto formal, pues para su validez exige que se haga por otro testamento
cualquiera que sea su forma. Si bien se puede criticar a este aserto el hecho de
confundir el acto jurídico (testamento) con la forma, no es menos cierto que la
formalidad solemne o sustancial del acto de revocación subyace en la propia
forma del acto testamentario.

En efecto, sabemos que las formas o requisitos comunes a todo testamento son
cuatro, a saber: fecha de otorgamiento, firma, nombre del testador y forma escrita.

En ese sentido, la revocación expresa de un testamento al tener que hacerse


necesariamente por otro testamento, este otro no podrá escapar a la ineludible
forma escrita común a todo acto testamentario, por eso es que decimos que la
forma de la revocación subyace en la propia forma del acto testamentario. y
decimos que dicha formalidad escrita es solemne o cosustancial al acto (la de la
revocación contenida en el testamento), a pesar de que el legislador patrio no optó
por la fórmula de sancionar expresamente con nulidad su incumplimiento, en
razón a que es suficiente que el texto de la norma bajo comentario disponga que
la revocación solo pueda ser hecha de ese modo y no otro. CASTAÑEDA, Jorge
Eugenio. Derecho de las Sucesiones. Editorial Imprenta Amauta SA Lima,
1966

Finaliza el texto disponiendo que no interesa la forma testamentaria específica que


se adopte para consumar la revocación, sea en testamento ordinario o especial.

Esto significa que no existe jerarquía o prevalencia entre un testamento u otro,


pudiendo ser revocado por ejemplo un testamento en escritura pública por un
testamento ológrafo. Claro está y debe entenderse que la revocación hecha en
testamento ológrafo presupone que éste entró en vigor al cumplir con todos sus
requisitos de validez, es decir, que ha sido comprobado y protocolizado tal y como
lo exige el numeral 707 del Código Civil.

REVIVISCENCIA DEL TESTAMENTO ANTERIOR

Este artículo no tiene precedente alguno en el Código Civil de 1936. La norma


consagra la denominada reviviscencia del testamento anterior. Si bien la solución
legislativa es contraria a lo que ocurre en una hipótesis similar relacionada con la
vigencia de las normas en el tiempo, en donde la norma derogada no recobra su
vigencia si es que la norma que la derogó a su vez fue derogada por otra
posterior; para el caso de los testamentos el primer testamento sí recobra su vigor
cuando el testamento que lo revocó fue a su vez revocado por un tercer
testamento.

En el caso de las leyes la razón para que la ley derogada no recobre su vigencia
está dada por la presunción ¡ex novi, es decir, se entiende que toda ley nueva es
mejor que la anterior, por lo que no tiene sentido que las leyes precedentemente
derogadas recobren su vigencia. Tratado de Derecho Civil, Derecho de
Sucesiones, Tomo V; Volumen 11.Universidad de Lima. Cultural Cuzco S.A.
Lima 1994
Mientras que en el caso de los testamentos y dado que en materia de Derecho
Sucesorio la voluntad del causante debe primar y prevalecer por regla general, y
considerando que no existe una mejor voluntad testamentaria, sino en todo caso
una diferente, debe entenderse que el testamento inicialmente revocado regirá la
sucesión del causante junto con el último testamento, pues la decisión de dejar sin
efecto el primer testamento quedó a su vez írrita y sin valor alguno al haber sido
también revocada.

Claro está que el primer testamento inicialmente revocado entrará en vigor


siempre que no se contradiga o sea incompatible de hecho con el último
testamento, o que el testador en este último caso exprese su voluntad en contrario
en el sentido de no querer que los testamentos anteriormente revocados recobren
su vigencia, teniendo que ser dicha voluntad explícita en ese sentido.

SUBSISTENCIA DEL TESTAMENTO ANTERIOR

Esta norma tiene su antecedente legislativo inmediato en el artículo 748 del


Código Civil de 1936. Se justifica en razón de que para el caso de la voluntad del
causante plasmada en su testamento no existe la hipótesis o figura de una
voluntad mejor que la otra, siendo ésta la razón de que la voluntad testamentaria
pueda estar plasmada en más de un testamento y ser todos compatibles y
finalmente regir todos ellos la sucesión del causante. A diferencia de lo que ocurre
en las leyes pues éstas priman y rigen una materia específica según su vigencia
en el tiempo, pudiendo darse el caso de una derogación tácita a la luz de lo
regulado en el numeral I del Título Preliminar del Código Civil.

La hipótesis del legislador es aquella en la que la revocación es expresa y también


aquella en la que la revocación es tácita. En ambos casos es posible una
revocación parcial del testamento, con lo cual las disposiciones de los testamentos
anteriores recobrarán vigencia en tanto no sean incompatibles con las
disposiciones del último testamento. Así por ejemplo, si en un testamento anterior
se dejan los bienes de la herencia a Carlos, se deja un legado a Manuel y se
nombra albacea a Roberto, y posteriormente el testador otorga un segundo
testamento dejando los mismos bienes a María y el mismo legado a José, debe
entenderse que el primero ha sido revocado salvo en cuanto al nombramiento de
Roberto como albacea de la sucesión.

En cuanto a los alcances de la revocación, debe quedar en claro que éstos se


limitan únicamente a las disposiciones de exclusiva naturaleza sucesoral, así por
ejemplo, el reconocimiento de un hijo hecho por testamento sigue valiendo aun
cuando el testamento en el que se efectuó quede posteriormente revocado.
Situación parecida es la que se produce con el reconocimiento de una deuda en
un testamento que posteriormente es revocado. Si bien en este último caso no
existe norma expresa que disponga que el acto es irrevocable como ocurre
precisamente con el reconocimiento de un hijo (artículo 359 del Código Civil), ha
de tenerse presente que conforme al apartado 1958 del nuestro Código Civil para
el caso del reconocimiento de una deuda se exime al acreedor de probar la
acreencia toda vez que se presume la obligación, con lo cual el acreedor no se ve
perjudicado y puede acceder al cobro de la deuda. OLAVARRíA VIVIAN, Juan
Alejandro. Cuestiones de Derecho Sucesorio en el Código Civil peruano de
1984. Editora Escolani E.I.R.L. Lima, 1997.
Objetivo general

Conocer que dentro del derecho sucesorio existen tres de formas de invalidación
de un testamento que se encuentran regulados en libro IV Derecho De Sucesiones
del Código Civil.

Objetivo especifico

Identificar de que manera la revocación, caducidad y nulidad de los testamentos


surten efecto al momento de realizar uno nuevo .

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