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La música según grandes pensadores de la historia

Se reconoce que la música ha sido un pilar fundamental para descubrir aspectos


novedosos e innovadores sobre el hombre. La relación entre la filosofía y la música es
innegable debido a que ésta transporta al hombre a un camino o acción concreta, le
facilita la interpretación de un hecho con sentimientos e ideologías distintas y el solo
hecho de interpretar, pensar, es ya filosofar. Muchos filósofos han experimentado que la
música es esencial en la vida del hombre y afirman que todo ser humano tiene su música
interna. El presente trabajo pretende ser una respuesta reflexiva sobre cómo la música se
ha desarrollado dentro del mundo de la filosofía a través de la historiapara concluir
evidenciando su incidencia en el hombre.

Pitágoras de Samos fue uno de los filósofos griegos más sabios de la Antigüedad. Fundó
la escuela pitagórica, en la que se estudiaban matemáticas, aritmética, geometría,
astronomía y música. Pitágoras fue el primero en dotarnos de una teoría filosófica sobre la
música. Se le atribuye a Pitágoras el descubrimiento de los intervalos musicales regulares.
Descubrió que los intervalos en música no pueden originarse sin el número, ya que
consisten en la combinación de una cantidad con otra. Examinó a qué se debía el que los
intervalos fueran concordantes o discordantes y, en general, el origen de todo lo armónico
y lo inarmónico. De ahí surgiría una misteriosa comunicación entre las matemáticas y la
música. Pitágoras trató de explicar matemáticamente la escala musical, (que entonces era
un gran misterio para los hombres).Estaba convencido de que los intervalos entre las
notas de una octava podían ser representados mediante números, y en ello trabajó
durante gran parte de su vida. Los pitagóricos fueron los primeros en definir el cosmos
como una serie de esferas perfectas que describían órbitas circulares. Pitágoras sostenía
que los 7 planetas (Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, incluyendo el Sol),
al describir sus órbitas, emitían unos sonidos, las notas musicales que creaban lo que él
llamó la armonía de las esferas. Esta música armoniosa no podía ser escuchada por los
humanos porque estábamos acostumbrados a ella desde nuestro nacimiento. Así,
Pitágoras descubrió la relación numérica entre las notas musicales, las mismas notas
musicales que emitían los 7 planetas al girar alrededor de la Tierra.

Para Platón, en una parte de su obra “La República”, habla de la educación. Dice que
estos deberán formarse con tres disciplinas: La Música (para formar el alma), la Gimnasia
(para el cuerpo) y Filosofía. Hace un análisis de las armonías que se usaban en Grecia en el
siglo IV a.C. Dice que hay armonías fuertes: La dórica y frigia. Platón plantea que debemos
ajustar el número a la armonía y a las palabras, y no las palabras al número y a la armonía.
Pone por encima de la música al pensamiento. La melodía se compone de tres elementos:
palabra, armonía y número; “El número y la armonía se han hecho para las palabras” Para
Platón, la música es alimento de la virtud: “Toda conversación sobre la música debe llevar
a lo hermoso”.
Por su parte, Aristóteles, quien estudió 20 años en la Academia de Platón, también toca
el tema de la música, en “La política”. Su tratamiento, gira en torno a lo que ya su
maestro, Platón, había planteado: la educación. Pero Aristóteles nos dice: “Está dividida la
opinión en cuanto a las prácticas educativas, pues no todos están de acuerdo con lo que
deben aprender los jóvenes, ya sea para la virtud, la vida mejor, la inteligencia o el
carácter del alma”. Señala que cuatro son las materias que se acostumbra enseñar:
lectura, escritura, gimnasia y música. La música, con el carácter, nos acostumbra a
recrearnos correctamente. Para Aristóteles la música tiene una utilidad: el divertimiento
de los hombres libres. Aristóteles ve elementos positivos en la música, los resalta, como
cuando dice: “La música contribuye al reposo”. Y se adentra en los efectos de la música,
diciendo que “la música da placer.. Y la virtud de gozar, amar y odiar rectamente”. Supone
que estos efectos se deben a que: “...en los ritmos y las melodías que encontramos las
semejanzas más perfectas en consonancia con su verdadera naturaleza de la ira y la
mansedumbre, de la fortaleza y la templanza, como también de sus contrarios y de todas
las otras disposiciones morales, los ritmos, unos tienen un carácter mas reposado, otros
mas movido, y de estos unos inducen emociones más vulgares, y otros otras mas propias
de un hombre libre”.

El Compendium Musicae es la primera obra de Descartes. Este tratado es como una obra
de juventud; en el está presente el entendimiento de su vida y sus primeras inquietudes,
que son, las de un futuro filósofo. Es una obra ambientada en su época y es una
justificación de las reglas armónicas de su tiempo, por lo que debería estar dentro del
ámbito de la teoría musical de su siglo. Descartes calificó el compendio como: “este hijo
de mi espíritu, tan informe y semejante al feto de una osa recién nacida”. La obra , no fue
escrita para ser publicada, y numerosas cartas indican que su posición fue más bien la de
impresionar al matemático Isaac Beeckman, al que conoció durante su estancia en el
ejército de Mauricio Nassau. Allí Descartes parecía más interesado “por la geometría y la
música” que por el arte militar. Beeckham es aquel a quien está dedicada la obra y el
mismo que le propuso el proyecto de escribirla; después “Descartes trabajó en este
problema día y noche, y al cabo de unas semanas, el 31 de diciembre de 1618 presento a
Beeckman su Compendio de Música (en latín)”. La estructura de la obra, sigue un método
deductivo basado en relaciones matemáticas de los pitagóricos, basándose, en
razonamientos matemáticos y empíricos. La obra se divide en doce puntos, En primer
lugar, Descartes explica las relaciones existentes entre las cualidades del sonido (ritmo,
altura) y nuestros sentimientos. En el punto dos, expone ocho consideraciones previas de
las cuales se servirá posteriormente para abstraer otros apartados. En el punto tercero,
trata el tiempo. En el cuarto, el sonido. Siendo los siguientes puntos los siguientes: “de la
octava”, “de la quinta”, “de la cuarta”, “del ditono, de la tercera menor y de las sextas”,
“de los grados o tonos musicales”, “de las disonancias”, “de la manera de componer y de
los modos”, y, finalmente, “de los modos”. Para finalizar podemos decir que Las pesquisas
realizadas por Descartes en este intenso recorrido armónico-matemático, son
interesantes desde un punto de vista de histórico-estético.
En Kant la música permanece en un lugar inferior con respecto a las otras artes debido a
la presencia excesiva de su materialidad: la música "habla a través de muchas
sensaciones sin concepto y, por lo tanto, no deja algo para meditar como la poesía (...)".
Todas las observaciones que hace Kant con respecto a la música se dirigen precisamente a
su dimensión material, lo cual reviste para nosotros por ahora el mayor interés, pues en el
siglo XX los trabajos con la materialidad del sonido, primero en la denominada "música
concreta" a finales de los años 40 y luego en la "música electrónica" recién iniciados los
años 50, serán acontecimientos decisivos a favor del carácter conceptual y, en algunos
casos, casi místico que adquiere la música en la segunda mitad del siglo XX.La música,
afirma Kant, "es más goce que cultura", esto debido a que las facultades cognoscitivas (el
entendimiento y la imaginación) son convocadas en grado mínimo. La subjetividad es
conducida desde ciertas sensaciones hacia ideas absolutamente indeterminadas (ideas
difusas que, por lo tanto, se disuelven antes de terminar de presentarse), por lo que
incluso las sensaciones mismas que la música provoca consisten en impresiones
transitorias que se disipan rápidamente. Lo decisivo aquí consiste en el hecho de que,
según Kant, la música no ofrece a la imaginación un objeto duradero que exija a la
imaginación en su "libre juego" adecuarse al entendimiento: la música no da que pensar.
Kant no logra establecer una diferencia precisa entre el ruido y el sonido en la música o,
mejor dicho, al no llegar a determinar la dimensión subjetiva de la música, la condición
propiamente material del sonido musical predomina siempre, haciendo de la música un
estímulo demasiado pasajero (como lo es, en general, el ruido disipándose en el espacio) e
incluso, en ocasiones, molesto: "a la música le está asociada una cierta falta de urbanidad,
en cuanto que, sobre todo según las cualidades de sus instrumentos, difunde su influjo
más lejos de lo que se le pide (hacia la vecindad) y de tal modo se impone, por decir así,
quebrantando la libertad de otros, ajenos a la sociedad musical; lo que no hacen las artes
que hablan a los ojos, pues no hay más que desviar los ojos cuando no se quiere acoger su
impresión". Esta especie de inercial difusión espacial de la música destaca precisamente
esa materialidad por la que la música puede devenir simplemente en ruido dada la
fragilidad de su dimensión estética. Evidentemente, al permanecer Kant referido a la
dimensión material, por lo tanto externa, del sonido musical piensa inmediatamente
el espacio como el medium más propio de la música, sin hacer ninguna referencia al
tiempo. En este sentido se entiende que la música no ofreciera un interés propiamente
filosófico para Kant, pues al no detenerse en su dimensión temporal la música no tiene
relación interna con la subjetividad.
La música y su concepción
filosófica
Por Arturo Hernández Chávez
Cuando en una oportunidad le preguntaron al genio de Bonn, Ludwig Van Beethoven, qué era la
música, él respondió: “La música es una revelación más alta que la ciencia o la Filosofía”. Siglos
antes, Platón, el gran filósofo griego, decía que: “La música es un arte educativo por excelencia, se
inserta en el alma y la forma en la virtud”. Es decir, son muchos y diferentes los conceptos que se
tienen sobre la música, pero sabido es que este maravilloso arte fue sometido a una constante
reflexión filosófica por grandes pensadores; lo que nos permite deducir que la expresión musical
se halla vinculada a la Filosofía desde sus inicios, ya que se trata de un arte que el hombre asoció
con el origen del Universo.
Tradicionalmente se asocian los orígenes del aspecto teórico musical con aspectos filosóficos,
siendo Pitágoras, S. VI A.C., quien elaboró una concepción musical que le llevó a entender la escala
musical como un elemento estructural del Cosmos; dándole a este arte una categoría a la vez
científica y metafísica.
Muchos siglos después Robert Fludd, un importante físico, músico, alquimista y astrónomo inglés,
basándose en las teorías pitagóricas sobre el origen de la música, dijo que ésta no fue una
invención de los hombres, sino del Creador del mundo, quien hizo que los orbes celestes giraran
en armonía, estableciendo la llamada “Armonía de las Esferas”; teoría que Pitágoras había
defendido para demostrar que cada planeta producía una nota en el espacio y que todo en la
música obedecía a un fundamento numérico. Pitágoras tenía la convicción de que el Cosmos y el
alma estaban ligados a las mismas proporciones numéricas de la armonía.
Pero no se piense que la Filosofía y la Música comenzaron a emparejarse en la Grecia clásica; pues
el mismo Pitágoras formuló algunos de sus principios basándose en las anteriores doctrinas de los
sacerdotes – músicos egipcios y de las escuelas mesopotámicas; quienes unieron música y
pensamiento para crear un lenguaje capaz de comunicarse con los dioses; igual caso se da en el
arte oriental, el filósofo chino Lu Chi (S. III – IV), indicó que el hombre sólo podía adentrarse en la
Filosofía con la ayuda de la música y definió al ser “Como un sonido que surge del profundo
silencio”.
Durante el Renacimiento, etapa en la que Galileo formuló numerosas teorías filosófico– musicales,
los pensadores hacían figurar la música como tema muy importante en sus investigaciones. Por
otra parte el pensamiento platónico se mantenía vigente; Erasmo, admirador del filósofo griego,
estaba convencido, como todo humanista, del valor ético de la música.
En el mundo moderno el filósofo latino Boecio decía que “cualquiera que llega al fondo de sí
mismo, sabe lo que es la música”; de igual manera es importante el pensamiento de Ramón Llull
(S. XIII), quien a pesar de entender la música como ciencia, advirtió que su matemática atiende a
una consideración filosófica, que pretende aunar desde el sonido, varias notas para alcanzar un
solo fin: la percepción clara del interior humano. Sin embargo en el transcurso del S.XVII y XVIII, la
Filosofía y la Teoría Musical fueron separándose y sistematizándose.
Posteriormente los análisis filosóficos y musicales presentaron cada vez mayores divergencias; el
insigne músico y teórico Jean – Philippe Rameau ligó en su “Tratado de Armonía”, el arte a la
razón. Poco tiempo después los enciclopedistas emitieron su pensamiento en torno a los aspectos
musicales, a los cuales Rousseau otorgó un papel casi estrictamente sensitivo, lo mismo que
Voltaire y definió la música como imitación de la naturaleza.
En 1790 cuando Kant presentó la parte tercera de su “Crítica”, se convirtió en el primer filósofo
moderno que concibió su teoría estética como parte integrante de un sistema filosófico. Su juicio
le llevó a catalogar la música como forma y a entenderla como una expresión sublime de la razón;
teoría en la cual se inspiró Schiller (autor de la “Oda a la Alegría”, que Beethoven incluyó en la
parte coral de su Novena Sinfonía), mientras que Hegel en las primeras décadas del S. XIX tuvo la
convicción de que lo material se espiritualiza en el arte y que por consiguiente el sonido se hace
exaltación en la música.
El sentido indefinido de las formas musicales, su relación con los movimientos más recónditos del
alma y su poder ilimitado de sugestión (por esto está negada en el Freudismo), llevaron a la
música a una posición privilegiada no sólo entre las demás artes, sino también en los otros medios
de conocimiento.
Después de estas reflexiones pienso que se podrá entender mejor el mensaje de La Quinta, La
Novena Sinfonía y la extraordinaria Misa Solemne de Beethoven, la Sinfonía Dante de Liszt, Así
habló Zaratustra de R. Strauss, el Requiem de Mozart, La Creación de Haydn, La Pasión Según San
Mateo de Bach, El Mesías de Haendel, las óperas de Wagner y muchos otros monumentos
musicales, fruto del pensamiento y la razón que han dejado los grandes maestros.
Para concluir cito a Santo Tomás (S.XIII), quien dijo que la música es “la más noble de las ciencias
humanas; cada uno debe procurar aprenderla con preferencia a las demás, ocupa el primer lugar
entre las artes liberales”.
“Sin música, la vida sería un error”
Una de las frases de Nietzsche más conocidas es también una de las frases sobre la música en las
que se le da un mayor valor a esta forma de arte.

“La música puede cambiar el mundo porque puede cambiar a las personas”
Bono, el mítico líder de la banda U2

“La música es amor buscando palabras”


Una frase de Lawrence Durrell en la que se relaciona la música con una de las grandes pasiones
humanas.

“La música es una mayor revelación que toda la sabiduría y la filosofía”


Los grandes compositores también reflexionan sobre la naturaleza de su trabajo. En esta ocasión,
es Ludwig van Beethoven el encargado de hacernos pensar

“La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en
silencio”
El escritor francés Victor Hugo dejó esta reflexión, una de las frases sobre la música más
recordadas.

“Donde las palabras fallan, la música habla”


El poder expresivo de la música es enfatizado por Hans Christian Andersen

“La música es la mediadora entre el mundo espiritual y el de los sentidos”


Ludwig van Beethoven, acerca de un arte que según él está entre dos mundos

“La música es un arma en la guerra contra la infelicidad”


Una visión positiva y a la vez marcial de la música, por Jason Mraz.

“La música en el alma puede ser escuchada por el universo”


El filósofo oriental Lao Tzu, acerca del aspecto trascendente de lo musical.

“El ritmo y la armonía encuentran su camino hacia el interior del alma.”


Platón, en una de sus frases sobre la música, relaciona esta con su concepto de lo espiritual, muy
presente en su filosofía.

“La única verdad es la música”


El escritor de la generación beat, Jack Kerouac, en una de sus frases sobre la música más
destacadas.

“La música es el tipo de arte que está más cerca de las lágrimas y la memoria”
Oscar Wilde creía que la música está muy conectada con la faceta emocional del ser humano.

“Los patrones de la música y de todas las artes son las claves del aprendizaje”
Una de las citas de Platón más destacadas, acerca del proceso de aprendizaje.

“La música es el lenguaje universal de la humanidad”


Henry Hadsworth Longfellow también pone énfasis en el carácter universal de la música.
“La música produce un tipo de placer sin el que la naturaleza humana no puede vivir”
Una de las frases sobre la música más antiguas, en este caso del filósofo Confucio.

“La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo”


Platón nos deja otra cita célebre hablando sobre la música y sus beneficios

“En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha
realidad”
Arthur Schopenhauer, el filósofo alemán, reflexiona sobre la música.

“La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía”
Beethoven, sobre el aspecto místico de este arte.

“La música es la voluptuosidad de la imaginación”


Eugène Delacroix, propone una conexión entre la creación musical y la imaginación sin frenos.

“En verdad, si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco”
El músico y compositor Piotr Ilich Tchaikovski nos dejó esta interesante frase sobre la música para
melómanos empedernidos.

“El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla”


Robert Browning, sobre el efecto sanador de las melodías.

“Deberíamos considerar día perdido aquél en el que no hayamos bailado”


Otra de las frases de Nietzsche acerca de la música en las que se plasma su vitalismo.

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