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Freud.

Psicologia de las masas

En ese trabajo pionero, afirma que la oposición entre psicología individual y psicología colectiva (o
social) no es tan significativa ni profunda como puede parecer a simple vista.

La psicología individual, por supuesto, pretende enfocarse en el hombre aislado, y explora la forma
en que este puede enfrentar sus problemas y superarlos; pero, en verdad, sólo a veces no
depende las relaciones del individuo con sus semejantes.

En la vida psíquica individual, siempre aparece integrado el “otro”, sea como modelo, como objeto,
como auxiliar o adversario, etc.; de este modo, la psicología individual es, “al mismo tiempo y
desde un principio”, psicología social

Freud va a objetar que la influencia numérica es secundaria y por si sola no provoca, en el ser
humano, la aparición de otro instinto, que hace que un individuo solo actue diferente.

Entonces Freud debe explicar porque en determinadas circunstancias, por su incorporación a una
multitud humana que ha adquirido el carácter de “masa”, ese individuo piensa, siente y actúa de un
modo absolutamente inesperado y distinto.

Freud acota que, si los individuos que forman parte de una multitud se funden en una nueva
unidad, debe existir algo que produzca ese vínculo, lo cual Le Bon, no determina.

Para Freud, en todo caso, esto ocurriría porque formar parte de una multitud le permite al individuo
suprimir las represiones de sus tendencias inconsciente, entonces Los caracteres aparentemente
nuevos que entonces manifiesta son precisamente exteriorizaciones de lo inconsciente individual.

el individuo dentro del grupo sufre una especie de liberacion de sus instinntos y pulsiones, el
adepto dara rienda suelta a la busqueda de completitud dentro del grupo

Freud considera que Le Bon, debe diferencia entre las causas

: Sugestionabilidad y contagio. Freud dice que el contagio es una exteriorización de la


sugestionabilidad y no son separados. Freud considera mas importante aun establecer cuál es la
fuente de la sugestión. ¿Quién sería el “hipnotizador” de las masas…?

Le Bon atribuye al líder un poder misterioso e irresistible, al que da el nombre de “prestigio” (podría
ser también “carisma”): una especie de fascinación que un individuo, una obra o una idea ejercen
sobre el espíritu.
Pero Freud acota que este concepto no facilita en lo más mínimo la comprensión de la misteriosa
influencia que ejercería el líder sobre las masas.
Le Bon insiste en la disminución de la actividad intelectual que el individuo experimenta por el solo
hecho de su “disolución” en la masa. Freud está de acuerdo con él en las coincidencias que hay
entre el “alma” de la multitud y la vida anímica de los primitivos y de los niños. La multitud es
impulsiva, cambiante e irritable, y se deja guiar casi exclusivamente por lo inconsciente.

En las masas, acota Freud, las ideas más opuestas pueden coexistir sin molestarse mutuamente y
sin que surja un conflicto por su contradicción lógica. Y el psicoanálisis ha demostrado que este
mismo fenómeno se da en la vida anímica individual, en el niño y en el neurótico

¿Cuál sería, según Freud, la explicación psicológica de la modificación psíquica que la influencia
de la masa impone al individuo?

Freud va a intentar aplicar al esclarecimiento de la psicología colectiva, el concepto de la libido, que


tanto le había servido ya en el estudio de la psiconeurosis.
Libido, como término perteneciente a la teoría de la afectividad, designa “la energía —considerada
como magnitud cuantitativa, aunque por ahora no mensurable— de los instintos relacionados con
todo aquello susceptible de ser comprendido bajo el concepto de amor”.
La libido se refiere al amor sexual, por supuesto, pero también al amor del individuo a sí mismo, el
amor paterno y el filial, la amistad y el amor a la humanidad en general, e incluso a objetos
concretos o a ideas abstractas. Todas estas tendencias constituyen expresiones de los mismos
movimientos instintivos que impulsan a los sujetos a la unión sexual, pero que son desviados de
este fin (desviación, sublimación).
La masa debe de mantenerse cohesionada por algún poder. ¿Este poder no será la libido, el Eros
que mantiene la cohesión de todo lo existente? Y, si el individuo englobado en la masa renuncia a
lo personal y se deja “sugestionar” por los otros, ¿no será que siente la necesidad de hallarse de
acuerdo con ellos, es decir, por “amor a los demás”?
Y, hay que agregar, por amor al jefe. Tal es así que, cuando el jefe desaparece, como el general
que huye o muere en medio de la batalla, surge la “angustia social”
Freud entiende que las masas están gobernadas por lazos afectivos de dos clases: uno, la ligazón
con el conductor. Otro, la ligazón de los individuos entre sí. Ya que una masa es una multitud de
individuos que han puesto un objeto, uno y el mismo en el lugar de su Ideal del Yo, a consecuencia
de lo cual, se han identificado entre si en su yo (esto permite que rivales al comienzo, han podido
identificarse entre si por parejo amor hacia el mismo objeto).

APORTE A LA PSICOLOGIA SOCIAL

-Sigmund Freud en su clásico trabajo “social”,1 Psicología de las masas y análisis del yo nos dice con una gran razón, que toda psicología
es una psicología social. Con esto, el psicoanálisis admite y reconoce el hecho incontrovertible de que somos seres sociales.
-necesidad de admitir el tremendo valor de los tempranos aprendizajes.

-Ampliacion de la limitada visión de estimulo y respuesta. Somos seres con un aparto psíquico complejamente organizado,

- Concepcion de la tendencia a gruparse socialemnte por el libido y el deseo de identificación.

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