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SUA-HISTORIA CONTEMPORÁNEA III

LIBIA UNA BATALLA DE LA GUERRA


GLOBAL PERMANENTE
HEGEMONÍA, AGUA Y PETRÓLEO EN DISPUTA 2011-2015

Gloria Arenas Agis


05/06/2015

RESUMEN: El planteamiento central de este ensayo es que la lógica del conflicto libio responde a la estrategia
de la Guerra Global Permanente emprendida por Estados Unidos contra el mundo después de terminada la
confrontación con la Unión Soviética y obedece a los intereses de los diversos sujetos que intervienen en él. Se
pueden considerar dos etapas en el conflicto libio, antes y después del asesinato de Muamar el Gadafi. A su vez,
en la primera se identifican dos momentos, la revuelta de 2011 en el contexto de la primavera Árabe y la guerra
civil con intervención directa de Estados Unidos a través de la OTAN. La segunda es el intento de la OTAN para
instaurar un nuevo régimen y establecer las bases de sus relaciones con éste. Los objetivos de cada momento
demuestran que lo que ha determinado el conflicto son los intereses hegemónicos Estadounidenses. Así el
conflicto interno inicial fue aprovechado desde la primera etapa para transformarlo en una de las batallas de la
Guerra Global para desmantelar lo que quedaba del Estado socialista, islamista y antiimperialista libio y del
nacionalismo nasserista.
Arenas Agis 1

LIBIA UNA BATALLA DE LA GUERRA GLOBAL PERMANENTE


HEGEMONÍA, AGUA Y PETRÓLEO EN DISPUTA 2011-2015

Introducción

Los diarios del 16 de febrero de 2015, daban cuenta de bombardeos de Egipto a Libia y la
disposición de Italia de enviar tropas a Libia, esto en represalia por la decapitación de veinte cristianos
filmada y difundida en internet por un grupo jihaidista que ha declarado su adhesión al Estado
Islámico. Las milicias jihaidistas han ido ganando terreno en el conflicto, sin embargo interpretarlo
como una guerra religiosa no sería suficiente. Desde 2011 hay en Libia una guerra civil por el poder y
en ella han intervenido fuerzas muy distintas. Entre ellas, las fuerzas religiosas son tan solo unas entre
otras que están motivadas por causas más mundanas. No se trata, de un conflicto pura ni
eminentemente religioso; tampoco es local y ni siquiera regional. Se trata de una confrontación que
conjuga intereses Europeos, Estadounidenses, Africanos, del Estado Islámico (EI), y desde luego,
libios.
A primera vista se distinguen dos etapas del conflicto libio, un antes y un después del asesinato
de Muamar el Gadafi. La primera en el entorno de la Primavera Árabe; la segunda en el contexto del
avance del EI. Sin embargo, interpretar el primer momento como un movimiento democratizador y el
segundo como una lucha intertribal, caótica y con elementos religiosos extremistas no explica la
intervención de la OTAN. Se trata de un conflicto complejo, con múltiples sujetos y múltiples
relaciones que van más allá del territorio libio.
El planteamiento central de este ensayo es que la lógica del conflicto libio responde a la
estrategia norteamericana de Guerra Global Permanente y a los intereses de distintos sujetos que
intervienen en él. Se pueden considerar dos etapas en el conflicto libio, antes y después del asesinato de
Muamar el Gadafi. A su vez, en la primera se identifican dos momentos, la revuelta de 2011 en el
contexto de la primavera Árabe y la guerra civil con intervención directa de Estados Unidos a través de
la OTAN. La segunda es el intento de la OTAN para instaurar un nuevo régimen y establecer las bases
de sus relaciones con éste. Planteo que el conflicto interno inicial fue aprovechado desde la primera
etapa para transformarlo en una de las batallas de la Guerra Global para desmantelar lo que quedaba
del Estado socialista, islamista y antiimperialista libio y del nacionalismo nasserista.
El límite temporal inicial de este ensayo es 2011, año en que se agudizó el conflicto que derrocó
a Gadafi. El extremo final de este trabajo lo ubico en abril de 2015, justo cuando las potencias buscan
desesperadamente un gobierno unificado con el que puedan establecer negocios y relaciones políticas.
Arenas Agis 2

Estudiar este tipo de fenómenos presentes, hacerlos nuestro “objeto” de estudio es necesario
para una comprensión que guíe nuestro pensamiento y nuestros actos, pero la frialdad de análisis como
éste no refleja el rojo de la sangre derramada en la guerra del siglo XXI, ni el negro de los futuros
rotos, ni los múltiples colores de la vida y de la muerte. Sirvan estas palabras para hacer un alto y
reflexionar en el papel de la academia ante realidades como la que es tema de este ensayo.

1. Guerra Global Permanente, la guerra del presente y la Primavera Árabe

Hobsbawm consideró a la Guerra Fría como la Tercera Guerra Mundial.1 Tras la caída del muro de
Berlín, símbolo del fin de esa guerra, no llegó la paz sino la cuarta conflagración mundial, un tipo de
enfrentamiento que ha venido estudiándose desde hace década y media.
Para José Ángel Brandariz,2 la guerra desempeña en nuestros días un papel central en la
reconfiguración del sistema-mundo y la define como global y permanente. Global porque aunque los
escenarios bélicos se ubican en la periferia, su función es la reordenación mundial y sus batallas pueden
librarse en cualquier lugar del mundo. Permanente porque está pensada para varias décadas. Esta idea
de duración indeterminada, que sugiere una guerra infinita, surgió a partir de que, como lo reporta
David Brooks en 2013; Michael Sheehan, secretario asistente de Defensa para operaciones especiales y
conflictos de baja intensidad, dijo en una audiencia en el Senado que la guerra “contra el terrorismo”
durará “por lo menos de 10 a 20 años”. Desde luego que esa estimación no incluía los doce años que
entonces ya llevaba.3
Se identifica también por su carácter preventivo-disuasivo: se inicia no como respuesta a una
agresión, sino que se emprende sin que el “enemigo” sea realmente un enemigo, sin que represente un
peligro real; busca disuadir, lo que implica un uso innecesario y muy superior de la fuerza en
comparación con la del “enemigo” para provocar un efecto desalentador, tanto para él, como para otros
“enemigos potenciales”. El discurso del presidente estadounidense George Bush en West Point el 1 de
junio de 2002, ante una generación de soldados recién graduados muestra claramente como entienden
los estrategas estadounidenses el carácter preventivo y disuasivo de la Guerra Global:
Debemos llevar la batalla hasta el enemigo, desbaratar sus planes y enfrentarnos a las peores amenazas antes
de que se presenten. En el mundo que hoy habitamos, el único camino que conduce a la seguridad es el
camino de la acción. Y esta nación va a actuar... Estados Unidos tiene, y piensa mantener, un poder militar

1 Vid., Eric Hobsbawm, Historia del Siglo XX, México, Crítica, 2014, p. 230
2 Vid., José Angel, Brandáriz, y Jaime Pastor (editores), Guerra global permanente: la nueva cultura de la inseguridad, Madrid, Libros de
la Catarata, 2005, p.11
3 Vid., David Brooks, “Américan Curious. La guerra infinita”, La Jornada, México, D. F., 20 de mayo de 2013, sección mundo.
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incuestionable, que resta sentido a las desestabilizadoras carreras armamentistas de otras épocas, y limita las
rivalidades al campo del comercio y a otros quehaceres pacíficos. 4

Al no existir una razón legítima para iniciar hostilidades, ésta debe inventarse o crearse por
medios retóricos para convertir en defensiva una guerra de agresión. “Eje del mal”, “terrorismo” y
“fundamentalismo” son tres de los más socorridos. La misma alocución muestra como George Bush
construye esa justificación: “Estamos involucrados en un conflicto entre el bien y el mal, y Estados
Unidos llamará al mal por su nombre.”5
La Guerra Global ha encontrado en Samuel Huntington6 un ideólogo. En el polémico ensayo
¿Choque de civilizaciones?, publicado en 1993, Huntington plantea que en los próximos años habría un
cambio fundamental en el contenido de las guerras y en el fundamento de la política mundial debido a
que “En los principales conflictos políticos internacionales se enfrentarán naciones o grupos de
civilizaciones distintas; el choque de civilizaciones dominará la política mundial”7. Se refiere a la
confrontación de la civilización occidental, que se asume como la “comunidad mundial”, contra todas
las demás civilizaciones que de un plumazo quedaron fuera de ella. En palabras de Huntington “La
supervivencia de Occidente depende de que los estadounidenses reafirmen su identidad occidental y los
occidentales acepten su civilización como única y no universal, así como de que se unan para renovarla
y preservarla de los ataques procedentes de sociedades no occidentales”.8
Los conflictos militares de Estados Unidos y las potencias europeas con Afganistán, Irán, Siria
y Libia parecen confirmar la visión del choque de civilizaciones, pero ¿cuál es el origen de ese choque
aparentemente de carácter cultural? El caso iraní puede ayudar a comprender el libio: detrás del
fundamentalismo iraní y su odio hacia Estados Unidos puede verse que el choque cultural fue creado a
partir de agresiones norteamericanas, como el golpe de estado organizado por la CIA en 1953 contra
Hedayat Mossadegh debido a que representaba una “emergencia democrática” al intentar recuperar el
control de los recursos petrolíferos de su país.9 El fundamentalismo talibán se explica de igual manera,
como una reacción ante la agresión, como lo hace ver el filósofo Slavoj Zizek. Quien dice que antes de
la década de 1970:
Kabul era conocida como una ciudad con una vibrante vida política y cultural. Por lo tanto, la paradoja reside
en que el ascenso de los talibán, esta aparente regresión al ultra fundamentalismo, se originó cuando el país se

4 Ana María Avila Sánchez. “E1 discurso de terrorismo del presidente George Bush después del 11 de septiembre ¿política moral? o
¿teología más allá de la política?”, Tesis de maestría, FLACSO México, 2006, p. 1.
5 Ibid.
6 Miembro del Council on Foreign Relations, organización que ocupa un lugar muy importante en la política mundial en favor de las

grandes empresas multinacionales.


7 Samuel Huntington, “¿Choque de civilizaciones?”, Foreign Affairs, en Español, verano de 1993.
8 Jaime Pastor, “Geopolitica, guerras y ‘Balcanes globales’”, en José Ángel, Brandáriz, y Jaime Pastor (editores), Guerra global

permanente: la nueva cultura de la inseguridad, Madrid, Libros de la Catarata, 2005, p. 25.


9 Vid., Slavoj Zizek, Bienvenido al desierto de lo real, Madrid, Akal, 2005, p. 37-38.
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vio atrapado en el torbellino de la política internacional. No sólo fue una reacción defensiva hacia esta
situación, sino que surgió directamente gracias al apoyo de las potencias extranjeras. 10

Igualmente, en Libia, el avance del EI se dio como resultado de la intervención de la OTAN,


durante la llamada Primavera Árabe, como veremos en el tercer apartado. Así, la agresión extranjera
crea el enemigo que la justifica.
Respecto de los objetivos de la Guerra Global, destacan entre ellos los geopolíticos. Jaime
Pastor señala entre ellos el control del territorio, los recursos y posiciones geográficas importantes
como puertos, canales, sistemas fluviales, oasis y otras fuentes de riqueza e influencia.11 De ahí que se
haya convertido en prioritaria la lucha por el control de zonas clave como el Golfo Pérsico, Medio
Oriente, y el norte de África, encaminada a conseguir la apropiación y acumulación de los recursos
naturales a través del control de su accesibilidad y creación de reservas en previsión de las necesidades
futuras.
Ana Esther Ceceña, cita un estudio elaborado por la Office of Tecnology Asessement, del congreso
estadounidense, que desde 1985 señala como estratégicos los recursos que tengan las siguientes
características: “1. Que sean esenciales para la industria militar y otras industrias de punta, 2. Que no
tengan sustitutos disponibles, 3. Que no se produzcan, o no en cantidades suficientes, en Estados
Unidos, 4. Que sean producidos por un reducido número de países con los que Estados Unidos no tenga
relaciones amigables o de fácil acceso o por los países del centro y sur de África que no garantizan
estabilidad.”12
Ceceña continúa su planteamiento citando la definición de objetivos del Departamento de
Defensa, que en 1998 menciona los intereses vitales para los Estados Unidos, entre los que destacan
tres: “1. Asegurar el acceso incondicional a los mercados decisivos, a los suministros de energía y a los
recursos estratégicos, 2. Prevenir la emergencia de hegemones o de coaliciones regionales hostiles, 3.
Disuadir, y si es necesario, derrotar cualquier agresión en contra de Estados Unidos y sus aliados.”13
En este sentido se entiende por “hegemón” a la potencia que desempeña el papel hegemónico en
el mundo, como lo fue Inglaterra antes de la Segunda Guerra Mundial, como lo es Estados Unidos a
partir de la posguerra. El Departamento de Estado manifiesta su temor acerca de la emergencia de otra
potencia hegemónica en el proyecto Guía para la planificación de la defensa, elaborado en 1992,

10 Ibid., p. 38.
11 Vid., Jaime Pastor, op.cit., p. 19.
12 Ana Esther Ceceña , “La batalla de Afganistán”, en Ana Esther Ceceña y Emir Sader (coords.), La guerra infinita. Hegemonía y terror

mundial, Buenos Ares, CLACSO, ASDI, 2002, p. 169.


13 Ibid.
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donde señala como un importante objetivo: “prevenir la emergencia de cualquier potencial, futuro
competidor global”.14
El hegemón norteamericano puede prolongar su permanencia en ese rol a condición de
acumular más recursos en mejores condiciones que las otras potencias. El despojo es el medio más
ventajoso, a condición de encubrirlo con campañas propagandísticas a favor de la guerra, como la del
combate al “terrorismo”, la de impedir que países del “eje del mal” desarrollen armamento nuclear, la
de salvar los valores de la civilización occidental como la libertad, la democracia y los derechos
humanos del “fundamentalismo islámico”, y desde luego, con el discurs de impulsar la igualdad de
género y el respeto a la diversidad.
Es notoria la incongruencia entre los objetivos reales de los conflictos y el discurso
propagandístico, evidenciada cuando organismos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
acuden a paliar las crisis humanitarias provocada por los bombardeos de la OTAN avalados por la
ONU. O cuando tras “salvar” a un pueblo destruyendo su infraestructura y su economía, éste tiene que
pagar, con sus recursos naturales, la reconstrucción realizada por compañías privadas estadounidenses.
La Guerra Global, a diferencia de las de antes, no es un gasto sino un negocio, una inversión.
Hasta aquí, al hablar de la Guerra Global Permanente me he referido principalmente a Estados
Unidos por su papel hegemónico, pero no está solo en su actuación beligerante, cuenta con el apoyo y
participación directa de países aliados y de dos organismos poderosos: la ONU y la OTAN. Aunque
existen contradicciones internas entre algunos países de la OTAN que requieren de un análisis más fino
que no es posible plasmar en este ensayo, no impiden la actuación conjunta de los países del organismo
en la Guerra Global y el respaldo de la ONU para llevarla a cabo.15
Veamos ahora cómo se inserta el conflicto libio en la Guerra Global Permanente. Dado que el
conflicto libio inició en el contexto de la Primavera Árabe es necesario aclarar en qué consistió dicho
proceso. Si bien se engloba a diversos conflictos dentro de la Primavera Árabe y la tentación es
generalizar los movimientos como antiautoritarios y democratizadores, en realidad las contradicciones
en cada país tenían sus particularidades. En algunos las protestas populares fueron fuertes y
generalizadas, en otros más débiles y sólo abarcaron a algunos sectores, en otros países como Túnez,
intervino el ejército en favor de las protestas. En este país dio inicio la oleada de revueltas, el gobierno
no estaba basado en el autoritarismo militar y la mujer tenía menos limitaciones que en cualquier otro

14 Jaime Pastor, op. cit., p. 23.


15 Para mayor información sobre el liderazgo estadounidense en la OTAN y el papel de ésta y de la ONU en la guerra global consultar:
Ana Teresa Gutiérrez del Cid, “La OTAN y su nuevo papel global”, Cuadernos de Marte, año 1, n. 0, mayo de 2010, p. 107-144; Carlos
Octavio Cruz Valencia, “La redefinición del papel de la OTAN”, El Cotidiano, UAM-Azcapotzalco, n. 133, septiembre-octubre de
2005, pp. 81-85.
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país islámico pero el altísimo nivel de desempleo y la falta de perspectivas para el futuro afectaba
duramente a la juventud. Algunas de estas rebeliones se dieron contra gobiernos proestadounidenses
como en Egipto y Arabia Saudí. En otros, las revueltas fueron contra gobiernos nacionalistas. Pero en
general, podemos decir que las revueltas populares de la Primavera Árabe iniciaron como un conflicto
interno, se trataba de movimientos ampliamente populares o al menos de algunos sectores cuyos
intereses estaban siendo afectados por contradicciones internas.
Pero este carácter interno dejó de serlo con la intervención europea y estadounidense, que fue
diferenciada de acuerdo a los regímenes que estaban en peligro por la oleada rebelde. En Egipto ante la
fuerza y amplitud del estallido que derrocaría al régimen autoritario de Hosni Mubarak, Estados
Unidos se abstuvo de apoyar a los rebeldes y de condenar a Mubarak pues este gobernante era
incondicional de la política estadounidense en Medio Oriente. En cambio, en Libia el
derrocamiento de Muamar el Gadafi sólo fue posible con el apoyo financiero, logístico, de inteligencia
y con la satanización que se hizo de Gadafi en los medios de comunicación para justificar los
bombardeos realizados por la OTAN y autorizados por la ONU.
La primera reacción de la Comunidad Europea fue cautelosa debido a los fuertes suministros de
petróleo y gas que recibía de los países árabes, a los acuerdos de inversión que tenía con los gobiernos
de esos países y a los acuerdos de contención de la migración hacia Europa. Túnez, por ejemplo, daba
facilidades económicas a la inversión europea, principalmente francesa y era bien visto por esta
potencia. Libia suministraba gas y petróleo a varios países europeos y tenía acuerdos para contener la
migración. Estados Unidos, en cambio, intervino rápidamente aprovechando los conflictos internos
para deshacerse de gobiernos que no le eran totalmente afines e imponer regímenes que pudiese
controlar. A raíz de esto, la primera reacción de cautela de los países europeos se transformó en
intervencionista para evitar quedarse atrás en la carrera por los recursos y el control geopolítico que
occidente, representado en ese momento por Estados Unidos, pretendía ganar del mundo árabe con la
guerra. Así, la Primavera Árabe pasó a ser un conflicto global, y como lo he planteado al inicio de este
ensayo, en Libia tomó las características de una batalla de la Guerra Global.

2. Libia árabe, africana y mediterránea. El tesoro bajo el desierto

a) Geografía y población

El norte de África, valga la redundancia, está en el continente africano, pero razones que se apartan de
lo puramente geográfico y se basan en elementos geopolíticos le hacen formar parte del Medio Oriente.
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Al mismo tiempo, criterios que dan mayor peso a los elementos culturales, llevan a incluir esa parte de
África en el Mundo Árabe.
Esto ubica a Libia en Medio Oriente y en el Mundo Árabe; concretamente en el Magreb
(Mundo Árabe occidental), pero justo en la frontera con el Mashreq (Mundo Árabe oriental). El
territorio libio comparte fronteras con seis países; por el occidente con Argelia y Túnez; por el oriente
con Egipto; al sur con Nigeria y Chad; al sureste con Sudán y al norte con el mar Mediterráneo, justo
frente a las costas de Italia y Grecia.
La mayor parte de los 1 759 540 km2 del territorio libio es atravesada por el desierto del Sahara.
Sólo una angosta franja costera posee vegetación. Pero bajo el desierto, el subsuelo libio pose valiosos
recursos naturales, entre los que destacan dos: el petróleo y el agua fósil. Las reservas de petróleo libio
son abundantes, y además se encuentran frente a Europa.
Según fuente de Oil and gas Journal, Libia es la primera economía petrolera de África (por encima de
Argelia y Nigeria) y la novena del mundo. Representa el 3,5 %de las reservas mundiales, con una reserva
probada de 60,000 millones de barriles, en tanto que la reserva de gas ascendería a unos 1,600 millones de
metros cúbicos. La producción diaria libia oscila entre 1,3 y 1,7 millones de barriles, pero con una capacidad
real de incremento muy mayor.16

La CIA cuantifica en 48 470 millones de barriles las reservas probadas de petróleo libio,17 “el
doble de las de Estados Unidos y diez veces las de Egipto”.18
El agua es un recurso vital escaso en todo el norte de África y más pronto que tarde, en el
mundo. Libia con enormes acuíferos subterráneos es mucho más que “la última coca cola en el
desierto”:
Bajo Libia hay más de 35 mil kilómetros cúbicos de agua dulce, en las cuencas de Kufra, situada
en el sureste cerca de la frontera con Egipto, con una capacidad estimada de 20.000 km³; de Sirte
(10.000 km³); de Murzuk, al sur de Jabal Fezzan (4.800 km³) y las cuencas Hamadah y Jufrah,
que se extienden desde el Arco Qargaf y Jabal Sawda a la costa. Pero la mayor acumulación del
norte africano es el acuífero de Piedra Arenisca, en la región de Nubia, en la parte oriental del
desierto del Sahara, entre Libia, Egipto, Chad y Sudán, que contiene 75.000 kilómetros cúbicos
de agua dulce.19

En Libia viven 6 244 174 de personas, el 97% árabes y bereberes. La religión oficial es la
musulmana de la rama sunita con un 96% de la población. Más de dos tercios de la población total,
78.4%, se concentra en las ciudades. La esperanza de vida es de 76.04 años, el más alto del continente
africano. El país está dividido en 22 distritos pero las principales ciudades se concentran en el norte,
donde también se encuentra la capital, Trípoli. En el desierto la población depende de los oasis.

16 Jorge Aparicio, “La guerra de libia y su trasfondo”, Geopolítica Mundial. Visión Mundial, Panamá, 18 de abril de 2011, Web.
17 The world factbook, Central Intelligence Agency, estadística del 1 enero 2014, web.
18 Michel Chossudovsky, “La ‘Operación Libia’ y la Batalla por el Petróleo: Nuevo trazado del mapa de África”, Rebelión, 15 de marzo

de 2011, web.
19 Juan Jorge Faundes, “Libia la primera guerra mundial del agua”, Punto Final, Edición 733, 13-25 de mayo de 2011, web.
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b) Antecedentes históricos

Tradicionalmente el desierto de Libia ha estado habitado por tribus nómadas bereberes, dedicadas
principalmente a la cría de ovejas y camellos. En la franja costera y en los oasis se han producido
cereales, olivo, dátiles y frutales. Desde la Antigüedad los griegos llamaron libios a los habitantes de la
región20 que desde entonces ha sido paso importante de ejércitos y comerciantes y, recientemente
también de migrantes. Por su ubicación ha sido disputado y conquistado por las potencias económicas
y militares del momento: fenicios, griegos, cartagineses, romanos, vándalos y árabes. Estos últimos, en
el siglo VIII llevaron consigo la religión musulmana que desplazó al cristianismo.
Tras un periodo de dominio Bizantino y otro de los cristianos occidentales, en el siglo
XVI Trípoli, Cirenaica y Fezzan pasaron a formar una regencia del Imperio Otomano.
En 1912, la franja costera fue invadida por Italia. Tras veinte años de guerra durante los cuales
las tribus beduinas sanusíes lideradas por Omar Al-Mukhtar “El León del Desierto”, resistieron en la
Cirenaica a los italianos hasta que fueron vencidas. En 1934 Italia unió Tripolitania y Cirenaica para
crear la colonia italiana de Libia.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Libia fue escenario de las batallas entre Alemania e
Inglaterra por el norte de África. Al vencer al Eje en la campaña de Libia, Francia administró Fazzen y
Gran Bretaña Tripolitania y Cirenaica.
Hasta aquí, la disputa por Libia se dio por su posición geográfica como lugar de paso hacia
otros puntos importantes y no por sus recursos, que aún no eran descubiertos.
Fue tras el fin de la segunda Guerra Mundial que las riquezas descubiertas en el subsuelo
condenaron a Libia a ser territorio de disputa por las grandes potencias. Todo comenzó después de que
en 1951 la ONU reconociera su independencia y el gobierno del rey Idris I en 1954 confiriera 14
millones de acres de tierra a dos compañías petroleras estadounidenses.21
Durante la disputa por el Canal de Suez, a partir de su nacionalización por el dirigente egipcio
Gamal Abdel Nasser, en 1956, el rey Idris I de Libia se alineó con los Estados Unidos a quienes
permitió la creación de una base aérea cerca de Trípoli y asumió una posición contraria a las iniciativas
nacionalistas de Nasser.22 Esta política inconformó a un grupo de jóvenes oficiales libios que se
inspiraban en el panarabismo de Nasser. Este grupo, liderado por el coronel Muamar el Gadafi formó el
Movimiento Secreto Unionista de Oficiales Libres que en 1969 derrocó a Idris I mediante un golpe de

20 Vid., “Libia”, en El Pequeño Lorousse Ilustrado, México, 2003, p. 1469.


21 Hasta aquí los datos históricos de Libia fueron tomados de Libia”, en El Pequeño Lorousse Ilustrado; “Lybia History”, Global EDGE,
Michigan State University, web.
22 Vid., “Libia”, Carpetas Docentes de Historia. Facultad Humanidades y Ciencias de la Educación, UNLP, 3 de mayo de 2015.
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Estado llamado Gran Revolución del Primero de Septiembre. Inició así un gobierno de orientación
socialista y nacionalista que duraría cuarenta años. El liderazgo de Muamar el Gadafi en libia tuvo dos
etapas: la primera, de 1969 a 1977 durante la que el país se llamó República Árabe Libia, bajo el
gobierno del Comité Militar Revolucionario (CMR). La segunda, de 1977 a 2011 caracterizado por la
formación de la Gran Jamahiriya23 Árabe Libia Popular Socialista.
Las primeras acciones de Muamar el Gadafi al proclamar la República Árabe Libia se dirigieron
a impulsar el nacionalismo, la unidad nacional, como paso previo para la consecución de la unidad
árabe, la prohibición de los partidos políticos, la evacuación de las bases militares británicas y la
explotación de la riqueza petrolera nacional. Esto último para destinar los ingresos petroleros a la
inversión social.
La expropiación de la industria petrolera en manos extranjeras no fue completa, si bien una de
las compañías más afectadas fue, en diciembre de 1971, la poderosa British Petroleum. Las demás
multinacionales, a cambio de permanecer en el país, pagaron más al Estado por sus derechos de
explotación. En septiembre de 1973, se nacionalizó el 51% de las propiedades de todas las firmas
petroleras. Tras esta intervención, el Estado libio, a través de la Corporación Nacional del Petróleo
(NOC), pasó a controlar el 70% de la producción petrolera.
También se nacionalizaron las propiedades italianas en el sector agropecuario. Muamar el
Gadafi implementó una economía basada en las rentas por el petróleo que le permitieron el gasto
público en salud, educación y en la mayor obra hidráulica del régimen y del mundo "El Gran Río
Artificial" que consiste en una red de pozos, tuberías, depósitos y bombas para extraer 6,5 millones de
metros cúbicos diarios de agua de las reservas de agua fósil bajo el desierto en el sur del país y llevarla
a la franja costera al norte.
En un escrito llamado Libro Verde, Gadafi elaboró una propuesta política e ideológica a la que
denominó la Tercera Teoría Universal, porque pretendía ser una alternativa tanto al capitalismo como
al socialismo. Ésta gira en torno a un “socialismo natural” que recoge ideas socialistas, el panarabismo,
la democracia directa de la antigua Grecia, el Corán y el asambleísmo tomado de las tribus beduinas y
valores islámicos; por lo que también se le ha llamado socialismo islámico. Donde la ley coránica no
ofrece indicaciones específicas, la decisión la toma un sistema de asambleas. La moral islámica
impulsada consistía en la prohibición del juego, el alcoholismo, el pelo largo en los hombres y las

23 Estado de masas o Estado gobernado por el pueblo.


Arenas Agis 10

vestimentas occidentales; pero, al mismo tiempo impulsó en cierta medida la participación femenina en
la vida pública.24
En 1977 Muamar el Gadafi estableció las leyes del país por medio de la Carta del Poder Popular
o Declaración sobre el Establecimiento de la Autoridad del Pueblo, que reemplazaba a la Proclama
Constitucional de 1969 y estatuía, en su artículo primero, la Jamahiriya Árabe Libia Popular Socialista.
El artículo segundo establecía al Corán como ley. El artículo tercero consagraba la democracia directa
como la base del sistema político de la Jamahiriya. La democracia directa suponía que el pueblo ejercía
su autoridad, por encima de limitaciones burocráticas, a través de los Congresos Populares, los Comités
Populares y los sindicatos. Por encima de los congresos y los comités de base, regían el Congreso
General Popular, con funciones legislativas y ejecutivas supremas, y el Comité General Popular, con
funciones gubernamentales. A finales de 1977 se sumaron a esta estructura los Comités
Revolucionarios, creados para la defensa del gobierno ante diversos atentados e intentonas golpistas.
De esta manera, la Tercera Teoría Universal planteaba una sociedad en que coexistieran justicia social,
un poder fuerte, la representación del pueblo y la identidad nacional unificadora.25
En Libia no había la tradición de regirse por leyes escritas y fijas. Contaba con escasas
instituciones, sin partidos políticos ni sociedad civil; esta estructura de asambleas y comités populares
hacía de la política participativa un proceso constituyente permanente. Las tribus desempeñaban la
función de partidos políticos, las relaciones entre las tribus y el estado se hicieron clientelares, pero
esta estructura permitía la participación amplia en la política y permitió al gobierno unificar al país en
los primeros años de la revolución. Las tribus apoyaron al régimen, pero también lo enfrentaron para
promover sus intereses políticos, un ejemplo de esto fueron los levantamientos en la Cirenaica en las
décadas de 1980 y 1990.26 Las tribus brindaban identidad, gobierno y posibilidad de negociación ante
un poder central distante.
Estas condiciones históricas y culturales de Libia derivaron en la centralización del poder y el
fortalecimiento de la figura de Muamar el Gadafi como líder máximo y figura unificadora,
caracterizado, por una política de izquierda y nacionalista, acentuada por la participación de Libia en
diversos conflictos en el continente africano en los que también estaban presentes potencias
occidentales, como era común en aquellos tiempos de la Guerra Fría.
El primero fue la participación libia en una larga guerra en Chad, entre 1978 y 1987 en la que
estaba en juego la franja de Aouzou, pero también el esfuerzo libio por expandir el panafricanismo y el

24Vid., “Muammar al-Khaddafi”, CIDOB, Barcelona, Web.


25Vid., ibid..
26Vid., “Libia”, Carpetas Docentes de Historia. Facultad Humanidades y Ciencias de la Educación, UNLP, 3 de mayo de 2015.
Arenas Agis 11

islam y el propósito de Francia por controlar los recursos naturales de la región. Finalmente Libia
perdió la guerra.
Mientras Libia intervenía en la Guerra de Chad; en el contexto de Guerra Fría el escalamiento
de los conflictos pasó, en forma sucesiva, del acercamiento de Libia con la URSS en 1981, a la firma
de un tratado tripartito de Amistad y cooperación entre Libia, Etopía y Yemen del Sur con orientación
antiimperialista y prosoviética; de ahí a diversos incidentes que implicaron el derribamiento de aviones
libios, a un boicot norteamericano a las importaciones de petróleo y a las exportaciones
estadounidenses de tecnología a Libia, a la instalación de misiles soviéticos en la costa Libia en 1985, a
atentados terroristas cometidos por agentes libios contra una aerolínea israelí y una estadounidense ese
mismo año; al hundimiento, en 1986, de naves de la armada libia; a un atentado en Berlín contra
soldados norteamericanos; al bombardeo de Trípoli y Benghazi por Estados Unidos con el objetivo de
asesinar a Gadafi, sin que pudieran conseguirlo. Después de eso se realizó un atentado terrorista libio
contra un avión francés y luego otro contra un avión de una aerolínea norteamericana.
A Estados Unidos y a Europa no solamente les preocupaba la participación de Libia en
atentados terroristas: temía, también, la expansión de la influencia libia a través de iniciativas
panarábigas y panafricanas en las que participaba. Además de pertenecer a la ONU y a la Liga Árabe,
Libia era miembro de diversos organismos africanos y árabes, como la OPEP, fundada en 1960 con el
fin de obtener un mejor precio de sus recursos petroleros y protegerlo de la sobreexplotación.
Con el fin de mejorar sus posibilidades en la confrontación que mantenía con Estados Unidos,
Gadafi dio un giro a su política exterior: se fue reconciliando con varios de los países con los que había
tenido problemas. Se acercó a Siria, hizo las paces con Marruecos, Argelia y Túnez, con los que junto
con Mauritania en 1989 formó la Unión Árabe del Magreb (UMA), como un organismo económico.
Normalizó sus relaciones en 1989 con Egipto y Sudán y restableció relaciones diplomáticas en junio de
1990 con Jordania.27
Un esfuerzo importante de panafricanismo fue la participación libia en la creación de la Unión
Africana (UA), formalmente constituida en 200228 con el objetivo de defender la soberanía, la
integridad territorial y la independencia de los Estados miembros; acelerar la integración política y
socio-económica del continente; la promoción y defensa de las posturas comunes africanas sobre
asuntos de interés para todo el continente y sus pueblos; crear las condiciones necesarias que permitan

27 Vid., “Muammar al-Khaddafi”, CIDOB, Barcelona, Web.


28 Vid., Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial, “Unión Africana”, Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, Web.
Arenas Agis 12

al continente desempeñar su justo papel en la economía global y las negociaciones internacionales.29


En 2004 se acordó la creación de tres instituciones financieras con el objetivo de facilitar el
comercio dentro del continente e independizar a los países africanos respecto de las finanzas europeas:
El Banco Central Africano (ACB), el Fondo Monetario Africano (AMF) y el Banco Africano de
Inversiones (AIB), pero para 2007 aún no se habían creado, por lo que Gadafi instó a los banqueros
africanos reunidos en Trípoli a hacer lo necesario para realizar el proyecto.30 Libia también es miembro
del Mercado Común de África Oriental y Austral (COMESA), que fue fundada en 1994 y abarca desde
Libia hasta Zimbabue.
La promoción de iniciativas que fortalecían a los países africanos y árabes frente a las potencias
del centro, lo que podía hacer porque sus amplios recursos financieros le permitían desempeñar ese
papel, colocó aún más a Libia en el papel de objetivo militar y un apetecible botín para la OTAN.
Pero lo anterior sólo explica la intervención exterior en el conflicto libio. Veamos ahora las
causas internas del conflicto y su relación con la Guerra Global.

3. Hacia la insurrección. Situación interna y sus conexiones con el exterior

a) Autoritarismo, militarismo y represión

El nacionalismo y las políticas sociales del estado encontraron apoyo popular en los primeros años de
revolución, pero afectaron a las antiguas élites, lo que estimuló el descontento que tuvo eco en las
clases medias urbanas que se habían incrementado por las políticas sociales del régimen y accedían a la
educación. Así la crítica contra el autoritarismo creció en décadas posteriores entre los estudiantes, los
intelectuales, ciertos clanes tradicionales, sectores religiosos ortodoxos y algunos círculos de
profesionales. Algunos emigraron al extranjero y otros fueron encarcelados.
Con el aumento del descontento se fue acrecentando el militarismo del régimen, pues si en un
primer momento del mandato de Gadafi quince de diecisiete ministros eran civiles, tras sufrir varios
intentos de golpe de Estado en la década de 1970 integró personal militar en los ministerios y en la
seguridad. Al mismo tiempo, por temor a los militares redujo también el poder de los militares por
medio de la disminución de las dimensiones de las unidades y de la creación de cuerpos populares para
la seguridad interior.31

29 Gabriel Mario Santos Villarreal, La Unión Africana (UA), México, DF. LXI Legislatura Cámara de Diputados, Centro de
Documentación, Información y Análisis, Abril de 2010.
30 Vid., “Gadafi critica banqueros africanos por lentitud en crear Banco Central”, El Economista.es, 16 de agosto de 2007, web.
31 Liberato Amadio, “Evolución de las relaciones cívico-militares en el Magreb”, Universidad de la Rioja, Web. Dialnet.
Arenas Agis 13

La crítica y protesta social fue silenciada y reprimida. Desde 1970 el gobierno había prohibido
el derecho de huelga, impuso la censura y la pena de muerte para delitos tipificados como
contrarrevolucionarios, lo que no evitó las intentonas golpistas como una ocurrida en 1975 encabezada
por su ministro de planificación; o la revuelta, en 1980, de un destacamento en Tobruk que contaba con
el apoyo de Francia. El 8 de mayo de 1984 se produjo un asalto militar al palacio de gobierno con el
objetivo de asesinar a Gadafi; durante el que murieron ochenta oficiales leales a Gadafi, pero el ataque
fue neutralizado. La intentona fue reivindicada por el Frente Nacional para la Salvación de Libia
(FNSL).
Este grupo, fundado en 1981 en Sudán por exiliados libios, recibía apoyo de Marruecos, Arabia
Saudí, Irak, Túnez y Francia. Entre 1982 y 1984, el gobierno de Ronald Reagan consideró al FNSL un
importante aliado en contra de Muamar el Gadafi y le brindó financiamiento, armas y entrenamiento en
bases clandestinas en Chad.32 Gadafi respondió a la intentona de 1984 con purgas en las Fuerzas
Armadas y una campaña de asesinatos de exiliados en Europa.
Uno de los miembros más destacados del gobierno, Abdessalem Jalloud, mantenía nexos con
los conjurados y era del clan Migariha; a lo que hay que agregar que Muhammad Yusuf al Magariaf,
líder máximo del FNSL en 1981, ex embajador de Libia ante la India, también pertenecía a ese clan
tribal, por lo que a raíz del intento de golpe, el clan tribal Migariha fue alejado del poder.
Esto es relevante porque las lealtades tribales son importantes dentro de las fuerzas armadas
libias. Los miembros de la tribu de Gadafi, la gadafa, se mantuvieron en las posiciones clave, sobre
todo en la fuerza aérea, mientras tribus rivales fueron discriminadas y alejadas de los puestos
importantes.33 Esto dio oportunidad a los países intervencionistas de contar con un apoyo interno en sus
esfuerzos por derrocar a Gadafi.
En marzo de 1987 Khalifa Hafter, un General del Ejército libio, se unió al FNSL. En 1988, la
CIA reclutó a unos 600 ex soldados libios capturados en Chad, para formar una fuerza paramilitar
asociada con el FNSL comandada por Hafter. En 2005 el FNSL se unió a la Conferencia Nacional de la
Oposición Libia, intento de formación de un frente unido que en 2007 se frustró debido a diferencias
ideológicas.34

32 Vid., “Frente Nacional para la Salvación de Libia”, ABC Definición, web.


33 Vid., Liberato Amadio, op. cit.
34 Vid., “Frente Nacional para la Salvación de Libia”, ABC Definición, web.
Arenas Agis 14

En octubre de 1993 Gadafi aplastó una tentativa de golpe realizada por una alianza de oficiales
y dirigentes tribales. En 1996 el régimen masacró a más de un millar de prisioneros en represalia por un
motín en la cárcel de Abu Salim, de acuerdo a denuncia de la ONG Human Rights Watch.35
El régimen había encarcelado a cientos de disidentes, pero en 2001 liberó a trescientos presos
políticos y en marzo de 2006 el régimen excarceló y amnistió a 130 presos islamistas.

b) Política exterior de acercamiento con occidente y posible vuelta a la nacionalización.

Al finalizar la Guerra Fría, ya sin posibilidades de contar con armamento soviético y la protección
diplomática de la URSS, Libia inició otro giro en su política exterior, en esta ocasión hacia occidente.
Así, cuando Irak invadió Kuwait se abstuvo de solidarizarse con Irak. En 1999, tras la demostración de
la hegemonía militar estadounidense con la Invasión de Irak en 1990-1991 Gadafi inició una serie de
acciones para acercarse a occidente.
Paradójicamente el primer paso fue propiciado por las investigaciones sobre los atentados
contra la discoteca de Berlin en 1986 y el vuelo de Panam en 1989. En noviembre de 1991, tras las
indagaciones realizadas por Gran Bretaña y Estados Unidos que pusieron al descubierto la
responsabilidad de Libia en el atentado, este país se negó a entregar a los acusados. Pero ante las
sanciones dictaminadas por la ONU, los acusados fueron entregados el 5 de abril de 1999 a la policía
escocesa.
Este acercamiento tuvo sus efectos positivos para Gadafi y dio lugar a una escalada de gestos
mutuos que fueron limando asperezas y llevaron a una reconciliación que culminó con la renuncia de
Libia a su programa de armamento no convencional y, en correspondencia con esto, a que Bush
declarara que Libia había "comenzado el proceso de reencuentro con la comunidad de naciones."36
Entre 2002 y 2005 Muamar el Gadafi recibió la visita de los gobernantes de las potencias
europeas que iniciaron una carrera por obtener las mejores condiciones para participar en la industria
petrolera libia, así fueron a Libia Berlusconi de Italia, Aznar de España, Tony Balir de Gran Bretaña,
Schröder de Alemania, Chirac de Francia, Paul Martin de Canada y Marek Belka de Polonia. En 2005
Estados Unidos restableció plenamente sus relaciones diplomáticas con Libia y levantó el embargo
comercial y financiero.
En 2006 varias compañías petroleras estadounidenses reanudaban sus operaciones en Libia en
alianza con las compañías locales. Ese año Estados Unidos retiró a Libia de la lista de países terroristas.

35 Vid., ibid.
36 Vid., “Muammar al-Khaddafi”, CIDOB, Barcelona, Web.
Arenas Agis 15

En 2010 Libia firmó con la Unión Europea un acuerdo para detener la migración ilegal de
África hacia Europa. Asunto importante para Europa pues parte de la migración proveniente de los
países africanos utiliza el territorio libio como punto de paso. Este acuerdo fue una de las razones por
las que Europa no intervino en Libia en un primer momento, como veremos en el apartado cuarto.
Sin embargo, la disposición libia de compartir su industria petrolera con empresas extranjeras
tenía sus límites y no era incondicional. A principios de 2009 y ante la caída de los precios del petróleo
y la exigencia de cumplir una cuota petrolera, algunos medios de comunicación dieron a conocer que
Muamar el Gadafi expresó en un discurso televisivo dirigido a un auditorio formado por estudiantes
estadounidenses que Libia estaba analizando la posibilidad de nacionalizar las empresas petroleras
extranjeras, como Repsol, o al menos limitar su participación en la industria petrolera libia. "En la fase
actual, quizás, el petróleo debería ser propiedad de empresas nacionales o del sector público a fin de
controlar los precios". La nota periodística da cuenta de que la empresa nacional NOC, en un informe
de 2008 señalaba que los responsables del sector petrolero libio deseaban modificar los acuerdos que
entonces tenían con las empresas foráneas sobre la inversión compartida. Y, siempre de acuerdo a la
nota, dos diarios libios llamaron a los Congresos Populares que se pronunciaran en favor de la
nacionalización de compañías petroleras extranjeras.37
Esta postura libia seguramente alarmó a las compañías europeas y estadounidenses en el país
norafricano y da cuenta de que ni la Comunidad Europea ni Estados Unidos tenían un aliado
incondicional en Muamar el Gadafi a pesar de la política de acercamiento que éste había emprendido a
partir de la caída del muro de Berlín y la Guerra del Golfo.
Por otro lado, el acercamiento de libia con occidente le ganó a su líder la enemistad de Al
Qaeda que en noviembre de 2007, lo tachó de "tirano" vendido a sus "amos cruzados" y lo amenazó
con la jihad, es decir el deber musulmán de hacer la guerra a los enemigos del islam.

c) Política interna, disminución del gasto público, desmantelamiento de la burocracia, Ingresos del
petróleo directamente a la población

El acercamiento hacia occidente condujo a un cambio de la política económica interna hacia la


privatización, disminución del gasto público, el incremento de la inversión extranjera y el
adelgazamiento del aparato burocrático.
Estas medidas provocaron reacciones hostiles dentro del mismo aparato gubernamental. En
marzo de 2006, el secretario general del Consejo General Popular fue apartado del puesto por la

37 Vid., LD (EFE), “Gadafi amenaza con nacionalizar Repsol en Libia”, Libertad Digital Economía, 22 de enero de 2009.
Arenas Agis 16

cantidad de quejas de los Comités Populares por sus medidas neoliberales. El nuevo secretario del
Comité General Popular, Al Baghdadi Ali al-Mahmudi, anunció en enero de 2007 un plan para
despedir a 400 000 trabajadores del sector público, esto es más de un tercio de la fuerza laboral del
país, compensándolos con una fuerte indemnización.38
En marzo de 2008 Muamar el Gadafi anunció su intención de disolver el grueso de la estructura
administrativa del Gobierno para transferir los ingresos del petróleo directamente al bolsillo de los
ciudadanos. El plan, previsto para implementarse con motivo del cuadragésimo aniversario de la
Revolución, contemplaba abolir casi todos los ministerios salvo los más importantes. Esto empeoraba
el índice de desempleo, pero lo peor para Gadafi es que alarmó a la burocracia, un sector numeroso en
Libia.
En síntesis, las iniciativas neoliberales y de adelgazamiento del Estado favorecieron el
acercamiento con occidente y de momento libraron a Libia de la guerra de despojo, pero al interior
causaron una enorme inconformidad en algunos sectores.

4. De la Primavera Árabe a la Guerra Global en libia

a) La primavera Árabe

Así estaban las cosas en Libia cuando a fines de 2010 dio inicio en Túnez la serie de
revoluciones populares conocida como la Primavera Árabe.
Lo que se propagó hacia los otros países árabes no fue la rebelión tunecina, sino el ejemplo de
rebelión, la sensación de posibilidad de cambiar las cosas. Así entre el 28 de diciembre y el 21 de enero
se dieron protestas y movilizaciones en Argelia, Líbano, Jordania, Mauritania, Sudán, Omán y Arabia
Saudita, pero las movilizaciones no fueron generalizadas y no lograron cambios sustanciales en el
gobierno.
El 25 de enero la inconformidad estalló en Egipto, contra el gobierno autoritario y
proestadounidense de Hosni Mubarak que en tan sólo 18 días tuvo que renunciar. El nuevo gobierno
elegido, también autoritario y militarista, generó una nueva oleada de movilizaciones masivas en 2013.
Para evitar que ésta se transformara en rebelión el ejército derrocó al gobierno por medio de un golpe
de Estado.
El 27 de enero de 2011 estalló un conflicto en el gobierno de Yemen y movilizaciones
populares que finalizaron con el derrocamiento del régimen. Durante la primera quincena de febrero de

38 Vid., “Muammar al-Khaddafi”, CIDOB, Barcelona, web.


Arenas Agis 17

ese año se dieron movilizaciones en Yibuti, Irak, Somalia y Baréin que no lograron mayores cambios
en sus respectivos gobiernos.
El caso de Libia y Siria fue diferente. La fuerza de oposición no era tan generalizada y se
enfrentó a fuerzas leales al gobierno, por lo que la rebelión se transformó en guerra civil. La revuelta
en Libia inició el 15 de febrero. Tras movilizaciones y protestas en Kuwait y Marruecos estalló en
marzo la guerra civil en Siria, en la que han muerto más de 100 000 personas. En este país el gobierno,
inspirado en el bassismo, un panarabismo socialista y antiimperialista que ha apoyado la causa
palestina contra los intereses geopolíticos estadounidenses-israelíes, aún no ha sido derrocado a pesar
de la intervención extranjera. Así, en estos dos países de la Primavera Árabe se pasó a la Guerra Global
Permanente.
La OTAN no ha conseguido todos sus objetivos: si bien derrocó y eliminó a Gadafi en Libia, el
conflicto ahí aún no termina y no ha logrado unificar las diferentes fuerzas que se pelean el poder para
instalar un gobierno que sea funcional para la OTAN y sirva para legitimar el saqueo de los recursos
libios. Una consecuencia de la intervención occidental en el mundo árabe fue el reforzamiento de la
identidad árabe por medio del islam y de sus facciones más dogmáticas, como la de los impulsores del
Estado Islámico en Siria, que actualmente avanza sobre varios países del mundo árabe y ha logrado
penetrar en una parte de Libia. Este panorama ha causado la desestabilización de la región y perjudica
los intereses del centro, pero también ha dado a la Guerra Global la justificación del choque de
civilizaciones que expliqué al inicio de este ensayo.

b) Los sujetos del conflicto

En Libia, si bien es cierto que existía inconformidad de sectores militares y de la burocracia causadas
por la pugna por el poder (que, como ya vimos, también tiene que ver con lealtades tribales) y por
mantener el enorme aparato burocrático que Gadafi proponía desmantelar, así como la crítica e
inconformidad de algunos sectores de clase media hacia el autoritarismo del régimen. También es
cierto que la revuelta fue impulsada y reforzada artificialmente desde fuera y que a través de los medios
de comunicación se dio una imagen falsa al mundo occidental de lo sucedido. Las denuncias de
periodistas abundaban en el sentido de que no podían decir la verdad sobre lo que sucedía en Libia y
que sólo se difundía la información controlada por la OTAN.39 Esto era así pues, como vimos en el
primer apartado, la Guerra Global requiere de las campañas propagandísticas en los medios para
legitimarse.

39 Vid, Alfredo Jalife, “Tenemos que optar por una guerra de guerrillas de la libre información. No a la globalización de la
desinformación”, Sociología Política, 21 de septiembre de 2011, web.
Arenas Agis 18

Un vistazo a los sujetos del conflicto es pertinente para entender los intereses en juego.
El primero es el gobierno libio liderado por Muamar el Gadafi, que ya hemos descrito. Su
interés en el conflicto era mantener el poder para él y su familia, así como para su clan tribal. Pero sus
intereses no eran solamente esos, también mantener el panarabismo nasserista en la región así como la
forma de Estado creado bajo los fundamentos de la Tercera Teoría Universal que unía el Corán y las
formas asambleístas de las tribus beduinas.
En esta línea se encuentran los clanes tribales partidarios del régimen, que han sido atacados por
los rebeldes.
Del lado contrario están los rebeldes, categoría muy general que abarcaba y abarca a los
sectores de la población inconformes (clase media, burocracia, militares y tribus desplazados y
limitados en su poder), pero incluye también a organizaciones como el FSLN, apoyados desde su
fundación por Francia, Estados Unidos y otros países árabes con armamento, dinero e inteligencia y
hasta en el reclutamiento de sus elementos. Esta organización participó desde un inicio en la rebelión y
continúa en el conflicto con el nombre de Frente Nacional (FN) que adoptó en mayo de 2012 en una
conferencia en Bengasi. Su líder sigue siendo su fundador desde 1981 Muhammad Yusuf al-
Magariaf.40
Otro sujeto importante en el conflicto desde la primera etapa y que continúa actuando son las
potencias europeas y Estados Unidos representadas por la OTAN y por la ONU. Su interés en el
conflicto ha sido la eliminación física de Muamar el Gadafi, el desmantelamiento del Estado
denominado Jamahiriya Árabe Popular Socialista de Libia por su planteamiento de un régimen alterno
al capitalismo neoliberal, el acceso a los recursos libios e instalar un gobierno aliado en la estrategia
geopolítica estadounidense en la región. Detrás de la apropiación de los recursos libios por las
potencias occidentales está también la intención de ganárselos a la emergente China y el interés
estadounidense de mantenerse como hegemón. Aquí es pertinente anotar que la gran compañía
nacional de petróleo China (CNPC) contaba ya en 2011 con más de 30,000 técnicos en Libia e
importaba por sí el 11% del petróleo libio.41 Otro interés de la OTAN es sofocar los restos de
nacionalismo árabe, panarabismo y panafricanismo que se oponen a la hegemonía de las potencias del
centro en la región. En la segunda etapa del conflicto, uno de objetivos fundamentales de la OTAN y
ONU es instalar un gobierno que controle las distintas fuerzas en el país y sea afín a sus intereses. El
primer paso es el Consejo Nacional de Transición (CNT), pero el CNT no ha podido consolidarse por
su falta de consenso.

40 Vid, “Frente para la Salvación de Libia”, ABC Definición, web.


41 Jorge Aparicio, op. cit.
Arenas Agis 19

Otro sujeto son los diversos clanes tribales que pretenden una mejor posición en el nuevo
gobierno, las milicias jihaidistas apoyadas por Al Qaeda y el EI cuyo interés es consolidar la identidad
árabe con el mecanismo más poderoso y fuerte: la religión, recurso ideológico que por su poca
racionalidad y alto nivel emocional ha funcionado históricamente a los sectores en un momento débiles
que enfrentan un gran peligro.

c) Libia, de revuelta popular a guerra civil y de ésta a la Guerra Global

El concepto Primavera Árabe implica una idea de democratización de florecimiento tras un periodo
“invernal” es decir de oscuridad y autoritarismo. Por esta razón es un término polémico, que no
contribuye a dar claridad sobre lo sucedido, sino que por el contrario, esconde, como en el caso de
Libia y Siria, intereses externos ajenos a los intereses populares de los países que sufren esa clase de
intervención en sus asuntos. Sin embargo, lo utilizo en este ensayo porque así es como ha sido
ampliamente identificado el proceso.
El conflicto en Libia se ha dividido en dos etapas. La primera abarca del 15 de febrero de 2011
hasta el asesinato de Muamar el Gadafi el 20 de octubre, en el marco de la Primavera Árabe. La
segunda es la Guerra Civil que le siguió ante la ineficacia del nuevo Estado, guerra que aún continúa.
Sin embargo, desde la perspectiva de la Guerra Global, se trata de dos etapas de la misma batalla, la
batalla por Libia, enfrentamiento causado por la intervención extranjera en el conflicto interno.
La primera parte del conflicto de 2011 se desarrolló relativamente rápido, inició con
manifestaciones de protesta y rebelión que contaba con apoyo externo encubierto. Durante los primeros
meses los rebeldes tomaron Bengasi. Ahí anunciaron la formación de un gobierno paralelo, el Consejo
Nacional de Transición, dirigido por Mustafá Abul Jalil, quien hasta el 21 de febrero se desempeñara
como Ministro de Justicia de Gadafi y había sido señalado por Amnistía Internacional como uno de los
responsables de las violaciones de derechos humanos del régimen libio. El gobierno atacó Bengasi y se
desarrollaron combates entre ambas partes. Ante la posibilidad de que la rebelión fuera sofocada,
Estados Unidos llamó a la intervención de la OTAN. La Comunidad Europea tenía más que perder si
no intervenía pues Gadafi había abierto la inversión extranjera y proveía de petróleo a Europa, pero
también había demostrado apenas dos años antes que podría nacionalizar las compañías en un momento
dado y que no era un gobernante incondicional. Además, en la lógica global el éxito es mayor para
quienes logran los primeros lugares en la carrera por la obtención de los recursos.
Así, ya en el marco de la Guerra Global, la ONU decretó una zona de exclusión aérea para
proteger a los rebeldes, que la OTAN transformó en un apoyo militar abierto con bombardeos desde el
aire y desde el mar que destruyeron la infraestructura militar libia y al ejército para permitir el avance
Arenas Agis 20

de los rebeldes. La guerra fue acompañada de una ofensiva mediática que aprovechó los combates del
ejército libio contra los rebeldes para presentarlos como masacres masivas de población civil. Los
bombardeos de la OTAN tenían como objetivo las posiciones del gobierno libio mientras la campaña
de desprestigio contra el líder se recrudecía. El ejército libio se debilitó, situación que se agravó con las
deserciones militares y diplomáticas que, finalmente, fortalecieron a los rebeldes que en un principio
eran débiles. Con apoyo de los bombardeos los rebeldes avanzaron y a finales de agosto tomaron la
capital. El día 20 de septiembre la nueva bandera libia fue izada en la ONU, aunque en ese momento el
CNT no había logrado establecer un gobierno. Un mes después los rebeldes lograron asesinar a
Muamar el Gadafi. El primer objetivo de la estrategia intervencionista se había logrado.
En noviembre de 2011, el CNT aprobó la formación del gabinete interino, que tendría como
tarea redactar una nueva Constitución y preparar elecciones en junio de 2012, pero como se ha visto,
carecía de liderazgo y fue incapaz de crear un gobierno de unidad. Así, la segunda etapa del conflicto
se caracteriza por la búsqueda de “gobernabilidad” en medio de la división y pugnas por el poder que
dejó la caída del régimen de Gadafi. En esta etapa aún está en juego el logro de los demás objetivos de
la OTAN: el control de los recursos naturales de Libia, de sus reservas en oro y el establecimiento de
un gobierno estable que imponga orden y unidad en medio de la división interna y afín a los intereses
geopolíticos de la OTAN. Lo que fortalecería a Estados Unidos como hegemón.
Antes de que el CNT se estableciera, los rebeldes (es decir la OTAN) ya habían tomado control
del banco central de Libia con sus enormes reservas en oro, calculadas por el FMI en 144 toneladas de
oro, más 165 000 millones de dólares del fondo de riqueza, y lo privatizaron42, acto que es una muestra
del saqueo como objetivo de la Guerra Global, lo que se conoce como acumulación por desposesión.
Con todo esto Libia perdió autonomía económica, se incrementó la inversión privada extranjera
en la industria petrolera, y el país se encuentra dividido en una pugna por el poder político al grado de
que la seguridad de las fronteras no la ha asumido el Estado, pues es prácticamente inexistente, sino la
empresa privada de mercenarios Black Water.
Ante el vacío de poder creado por la falta de liderazgo del CNT, la OTAN no ha podido
establecer un gobierno en Libia. Así, una alternativa es la división del territorio de manera que al
menos en una parte pueda lograrse este objetivo. Esto era previsto por analistas como Alfredo Jalife.43
En marzo de 2012 la Cirenaica se declaró semiautónoma en Bengasi y manifestó su intención de crear
su propio parlamento y algunos ministerios estratégicos como los de petróleo, finanzas y seguridad. Se

42 Vid, Alfredo Jalife, op. cit.


43 Alfredo Jalife-Rahme, “Bajo la lupa ¿Balcanización de Libia? El ‘Emirato Islámico de Bangasi’”, Prensa Islámica, 23 de febrero de
2011, web.
Arenas Agis 21

trata de una zona que concentra el 66 % de los yacimientos del petróleo libio. Pero el CNT en Trípoli
se ha pronunciado en contra de la autonomía regional de estos territorios porque teme que conduzca a
la desintegración de todo el país.44

5. Conclusiones

He realizado una exposición extensa de los elementos históricos y políticos, así como de datos
económicos que considero necesarios para que quienes lean este ensayo saquen sus propias
conclusiones. Sin embargo considero pertinente concluir con algunas reflexiones.
La primera es acerca de la etapa presente que vivimos a nivel mundial, la de la lucha de Estados
Unidos por mantenerse como hegemón ante cualquier potencia emergente por medio de una Guerra
Global Permanente de la que Libia, como Irak, Afganistán y Siria son sólo algunas de sus batallas.
La importancia geográfica de Libia desde la Antigüedad como territorio de paso y de frontera
entre el sur de Áfica y Europa; como país mediterráneo entre el mundo árabe, el africano y el europeo;
es otra de las reflexiones que surgen de la historia libia. La intervención de Francia, Gran Bretaña,
Italia y Estados Unidos en Medio Oriente no es nueva y los antecedentes inmediatos del conflicto libio
pueden rastrearse en las guerras por el control del canal de Suez durante la Guerra Fría.
Las razones por las que el Estado socialista e islamista de Libia, bajo el liderazgo de Muamar el
Gadafi era motivo de preocupación e interés para las potencias europeas y para los Estados Unidos
radicaban en que Gadafi proponía un Estado alternativo al comunismo y al capitalismo, promovía la
identidad árabe basada en el Islam; también en que Libia cuenta en abundancia con dos de los recursos
naturales más valiosos actualmente: el petróleo y el agua fósil. A lo que hay que añadir las grandes
reservas en oro del banco central libio.
El fin de la Guerra Fría dejó a Libia sin el apoyo de la URSS, esto aunado a la hegemonía
estadounidense mostrada en la Guerra del Golfo y con la ejecución de Saddam Hussein, motivó que el
líder libio iniciara una política de acercamiento hacia Europa y Estados Unidos que le valió a Libia ser
sacada de la lista negra de países terroristas y el levantamiento de las sanciones económicas a cambio
de mayor participación de las petroleras privadas extranjeras en la industria libia de hidrocarburos. Pero
Gadafi no se mostraba incondicional a los intereses de las potencias, por lo que la “rehabilitación” no
fue suficiente y cuando se presentó la oportunidad de eliminar a Gadafi en el marco de la Primavera
Árabe, la OTAN la aprovechó.

44 Andrés Escoto, “Región Oriental de Libia se declara independiente (Lo que quería la OTAN y Estados Unidos)”. Globedia, 13 de
marzo de 2012, web.
Arenas Agis 22

La dependencia europea del petróleo libio, la acumulación por desposesión por medio de la
guerra y la privatización del banco central y de la industria petrolera de Libia; el intento de desplazar a
China de la explotación petrolera libia, el papel fundamental de los medios de comunicación para
legitimar la guerra, la asimetría del conflicto bélico; son todas ellas características de la Guerra Global
Permanente ideada por los estrategas estadounidenses. Sin embargo me parece importante destacar que
el conflicto de Libia aunque con fuertes intereses globales inmiscuidos también tiene factores internos
que fueron el punto de partida, pero que también brindaron la ocasión oportuna para que en Libia se
librara una batalla de la Guerra Global.
El de Libia, como el de Siria, son conflictos que estallaron en el contexto de la Primavera Árabe
pero se prolongaron por la Guerra Global convirtiéndose en guerras civiles que no han podido finalizar.
Como una salida aceptable la OTAN impulsa en Libia la formación de un gobierno fuerte, que pueda
controlar y establecer mecanismos institucionales para resolver la pugna por el poder sin importar su
grado de libertad y democracia. Un gobierno afín a los intereses de Estados Unidos y de la Comunidad
Europea o que puedan controlar de alguna manera. Y si esto no fuera posible aún queda el recurso de la
balcanización del país.
Poe último, ante la asimetría de poderes y de la violencia lanzada por el centro del capitalismo mundial
contra algunos países de la región, gana terreno en el mundo árabe el islamismo más dogmático como
recurso defensivo identitario, lo que da la apariencia de que la civilización occidental está en peligro y
debe ser defendida. El fantasma del comunismo que funcionó en la Guerra Fría ha sido desplazado por
el fantasma de terrorismo y del fundamentalismo en la Guerra Global.

Hemerografía

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