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El ojo como sistema óptico

La primera idea del ojo como sistema óptico formador de imagen aparece en el S. XV desde la
experiencia de Leonardo da Vinci de la cámara oscura. Si la luz que entraba por un pequeño
orificio en una habitación oscura, formaba la imagen invertida de un objeto en la pared, se
pensó que el ojo debía formar en la retina una imagen similar.

En la actualidad es indudable que las leyes de la óptica geométrica son

aplicables al ojo como a cualquier otro instrumento óptico, por ser éste un sistema

óptico vivo. Sin embargo surgen cuestiones ineludibles antes de abordar cualquier tipo

de cálculo óptico con el ojo: ¿es el ojo un sistema centrado? ¿es posible aplicar al

ojo la aproximación paraxial? Contestar a estas dos preguntas es importante, porque

toda la teoría de la representación óptica que conocemos ha sido desarrollada para

sistemas centrados trabajando en aproximación paraxial y, en consecuencia, sólo es

rigurosamente válida para tales sistemas. Como se estudia en Anatomía y Optometría

las superficies del ojo no poseen ejes de revolución que, además, sean coincidentes

entre sí para dar un único eje del sistema. Por lo tanto no puede decirse que el ojo sea un

sistema centrado. En cuanto a la aproximación paraxial diremos, en primer lugar, que no

se puede ignorar la naturaleza ondulatoria de la luz al analizar la imagen retiniana, dado

que el tamaño de la figura de difracción de Airy es del orden de magnitud de los

fotorreceptores de la retina y, en segundo lugar, que no siempre la altura h de los rayos.

que inciden por el borde de la pupila de entrada (PE) es suficientemente pequeña como

Diplomatura en Óptica y Optometría

Óptica Fisiológica. Tema II: El ojo teórico

Adelina Felipe Marcet

para quedarnos con el primer término h/r del desarrollo en serie de la tangente o el seno

del ángulo ϕ. La respuesta estricta a ambas preguntas es por tanto negativa. De ahí que,

siempre tendremos presente al aplicar las ecuaciones de la óptica geométrica paraxial, el

hecho de que en aquellas situaciones que lo requieran habrá que considerar, bien el

efecto de la difracción si el tamaño de la PE es pequeño (efecto difractivo importante),


bien el efecto de las aberraciones si el tamaño de la PE es grande (alto valor de h) y no

pueden despreciarse los términos de orden superior al primero del desarrollo en serie.

A pesar de todas estas limitaciones, en el presente capítulo, vamos a aplicar al

ojo las ecuaciones de la óptica paraxial para obtener un modelo de ojo teórico, que en

adelante nos será útil para estudiar la formación de imágenes y otras características de la

refracción en un ojo cualquiera.

En los siguientes apartados calcularemos el sistema equivalente de la córnea, el

sistema equivalente del cristalino y, finalmente, el sistema resultante del acoplamiento

entre córnea y cristalino, que será el sistema equivalente del ojo. Para estos cálculos

utilizaremos los datos de la Tabla 1B e iremos obteniendo los resultados del sistema

equivalente, que denominaremos ojo teórico completo (o de Le Grand). Dejaremos para

el lector, o para el apartado dedicado a la resolución de cuestiones prácticas, la

obtención del ojo teórico con los datos de la Tabla 1A (ojo teórico simplificado de

Gullstrand-Emsley) o con los de la Tabla 1C (ojo simplificado).

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