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ANTECEDENTES:

En nuestro presente informe tomaremos tres puntos principales en los


antecedentes, los cuales nos ayudaran a tener un mejor desarrollo en nuestro
tema:

1. Generales, para conocer a grandes rasgos los aspectos de la cultura moche


y como esta fue definida y se insertó en la arqueología peruana;

2. Sitio arqueológico de Sipán, describiendo los principales descubrimientos


ordenados cronológicamente producto de las excavaciones en este sitio desde
cuando estas fueron iniciadas en 1987;

3. Tipología, para dar por sentado las bases teóricas que usaremos en el
presente trabajo.

1. Antecedentes Generales:

Lo que hoy entendemos como cultura moche es el resultado de la definición


hecha por Max Uhle en el año de 1909 clasificándolo como proto-chimú. Entre
los principales investigadores de esta cultura tenemos al ingeniero alemán
Enrique Brüning, quien en 1899 excavó 31 yacimientos funerarios alrededor de
las Huacas del Sol y Huaca de la Luna (cita)

Rafael Larco Hoyle y Julio César Tello también estudiaron esta cultura, en
especial el primero al identificar y definir diversos periodos de la cultura
Mochica en base a la cerámica (cita)

La cultura Mochica se desarrolló aproximadamente entre los años 200 hasta


los 800 d.C. ubicándose territorialmente lo que hoy son los departamentos de
Piura, Lambayeque, La Libertad y parte Ancash abarcando los valles de Piura,
La leche, Reque, Zaña, Jequetepeque, Chicama, Virú, Moche, Casma y
Huarmey. Entre los sitios arqueológicos de ocupación moche en el
departamento de Lambayeque tenemos a Pampa Grande, Pachérrez, Pátapo,
Sipán, Saltur, Cerro El Combo, Collud y otros, los que son muy conocidos en la
literatura arqueológica peruana y determinan ser de gran importancia para la
Costa Norte del Perú en tiempos prehispánicos (cita)
2. Sitio arqueológico de Sipán

La cuenca del Chancay o Lambayeque, ubicado en la Región del mismo


nombre, comprende uno de los valles más extensos y ricos de la Costa Norte
del Perú, donde se encuentran testimonios de un largo y complejo proceso
histórico desde el período Formativo hasta la ocupación Inca.

Desde finales de la década de los ochenta el sitio arqueológico de Sipán ha


sido intensamente investigado. Este sitio está conformado por uno de los
conjuntos de contextos arqueológicos prehispánicos de carácter funerario más
completos y amplios del territorio peruano, logrando con ello definir una
secuencia de ocupación continua y personajes importantes que gobernaron o
tuvieron al menos gran relevancia política dentro del a sociedad moche hacia
aproximadamente el 200 hasta el 700 d.C(cita)

Aquí se mencionarán los descubrimientos funerarios más importantes en la


arqueología peruana desde las primeras excavaciones realizadas en este sitio
hasta la actualidad.

En febrero de 1987 el monumento es encontrado en mal estado producto de


los continuos saqueos y destrucción realizados en él sobre todo por los mismos
pobladores de la localidad de Sipán. Una tumba acababa de ser saqueada y
solo unos pocos objetos son recuperados de esta, la mayoría ingresan al
mercado negro y se pierden en el extranjero producto de transacciones ilícitas.

En abril se inician las excavaciones por un grupo de arqueólogos compuestos


en su mayoría por integrantes del museo Brüning en los que se incluía Walter
Alva, Susana Meneses, Luis Chero, entre otros. Fue también de suma
importancia la intervención por parte de la policía nacional durante las
excavaciones debido a la desaprobación de la gente por intervenir en el
monumento que estaban acostumbrados a saquear. Entre mayo y noviembre
de ese año se excava y registra la tumba del señor de Sipán, encontrándose un
“guardián” y hasta un total de ocho acompañantes dentro de la tumba. Las
características del fardo funerario y los detalles del enterramiento en sí, hasta
ese momento únicos en la historia de la arqueología peruana pusieron en boca
de todos a nuestro país y le dio a la arqueología nacional una nueva
oportunidad para salir de las sombras en las que en ese momento se
encontraba debido a la riqueza material del ajuar funerario ya mencionado.

Este sitio está dividido en 4 sectores: Sector I, corresponden 3 estructuras


arquitectónicas y dos patios; la primera estructura es la pirámide Político-
Administrativa, la segunda corresponde a la pirámide ceremonial y la tercera, la
plataforma funeraria, consta de 16 tumbas hasta la actualidad,
arquitectónicamente se dividen en 3 edificios superpuestos. En el Sector II,
resalta el cerro Caballo Blanco en la cima tiene murallas que lo rodean.
Finalmente el Sector III, pertenece al cementerio actual del centro poblado
Sipán, presenta estructuras de piedra y abobe posiblemente sea un área de
producción alfarera. Sector IV, constituido por estructuras de plataformas,
ubicadas al noreste del sector III. (Chero 2015)

El patio 1, ubicado entre la plataforma funeraria y la pirámide ceremonial


evidencia 5 momentos de ocupación que pertenece al periodo Moche Tardío.
Identificando 2 conjuntos arquitectónicos, destaca una tinaja de decoración de
pintura crema con un diseño zoomorfo inciso en el borde que al parecer
corresponde a un roedor, siendo este diseño recurrente en el patio 2.

En el patio 2, se ha identificado presencia Moche Tardío, relacionado con la


identificación de quemas, interpretándose como producto de actividades
rituales; pequeñas habitaciones construidos de adobes reutilizados. Se definió
6 momentos de ocupación, el primer momento, se caracteriza por la presencia
de quemas de algarrobo producto de actividades rituales debido al fenómeno
del niño que daño la pirámide político- administrativa, también se encontró
fragmentos de cerámica el diseño de los reyes asirios (propuesta de Donnan,
para el valle Jequetepeque), siendo denominados en la región Lambayeque
como nobles tardíos (Chero 2015).

El segundo momento de ocupación, se asocia a la quema de los restos de un


petate, actividad ritual, debajo de este se encontró un cántaro de cuerpo
globular con la representación de un zorro y en la parte anterior un ave
estilizada; además, de un resto humano, extremidad inferior sin falanges. El
tercer momento de ocupación, se identificó por abundante muestra de ceniza,
aquí se demuestra el uso de fuego constante como elemento ritual, se definió 4
ambientes. El cuarto y quinto momento de ocupación, corresponden a la
presencia de pequeños hoyos cubiertos de carbón, arena fina y la superficie
fue afectada por eventos pluviales el cual provoca la alteración del material
arqueológico debido al transcurso del agua, respectivamente. Finalmente, el
sexto momento de ocupación, resalta la identificación de bloques de adobes
con la función de proteger el área de los eventos pluviales cita

3. Tipología

Castillo Jaime & Donnan Christopher (1993): Las culturas precolombinas han
sido definidas a través de conjuntos de objetos que comparten los mismos
rasgos estilísticos, especialmente objetos cerámicos. Conjuntos de objetos con
diferentes rasgos estilísticos representan diversas culturas, e interacciones
entre estilos, por ejemplo cuando un estilo aparece influenciando a otro, se
interpretan como interacciones entre diferentes entidades culturales. Una vez
que el repertorio de rasgos ha sido definido, se estudia su distribución en el
espacio para entender cuál fue el ámbito geográfico controlado o influenciado
por una determinada cultura.

Los rasgos estilísticos que acompañan a un elemento cerámico son


fundamentales para identificar la cultura en la cual se desarrolló. Para el caso
de Moche, la cerámica presenta una gran cantidad de estilos cerámicos o
tipologías a lo largo del territorio en el que habitó. Su variedad ha permitido
clasificar cronológicamente a esta cultura en diversas etapas de desarrollo,
cada uno identificado con uno o algunos estilos en particular. A Continuación
mencionaremos algunas investigaciones arqueológicas y los aportes más
importantes:

Uhle Max (1915) en sus excavaciones en las áreas de la Huaca de la Luna.


Las tumbas, contuvieron más de 680 piezas de cerámica estilísticamente muy
consistentes. Muchas compartían la característica decoración pictórica en
crema y ocre, con detallada decoración escultórica que permitían diferenciarlas
fácilmente de otros estilos encontrados en el sitio, determinó que este estilo era
contemporáneo con la construcción de la Huaca de la Luna por lo tanto los
arquitectos de estas masivas estructuras pertenecían a la misma sociedad que
había producido a los maestros artesanos que elaboraron esta fantástica
cerámica.

Kroeber (1925), luego de un minucioso análisis de las colecciones de Uhle,


caracterizó por primera vez el estilo, diferenciándolo de otros estilos
encontrados en el sitio. La información estratigráfica recogida por Uhle permitía
concluir que el nuevo estilo era anterior a los estilos Tiahuanaco y Chimú, por
lo que lo llama Proto-Chimú. Comparó las colecciones recogidas por Uhle con
colecciones existentes entonces en el American Museum of Natural History y el
Peabody Museum. En estos museos Kroeber encontró ceramios con las
mismas características estilísticas, confirmando que se trataba no de un
fenómeno aislado, sino de un estilo consistente y difundido en la costa norte.
Concluyó que el estilo Proto-Chimú «en realidad es característico sólo en [...] el
área de Trujillo-Chimbote, y no apareciendo en lo absoluto en las dos áreas
más norteñas (Lambayeque y Piura).

Larco Rafael (1948) A través de excavaciones de cementerios en diversos


valles de la costa norte entre Chicama y Santa, logró reunir la colección más
grande y completa de cerámica Mochica que existe a la fecha. Fue en base al
estudio de esta colección, proveniente en su inmensa mayoría de los valles de
Chicama a Santa, que Larco definió el estilo Mochica. Pudo establecer cinco
fases sucesivas a través de las cuales evolucionó la cerámica Mochica. Esta
secuencia describe en gran detalle la evolución de la cerámica decorativa
Mochica, especialmente de las botellas de asa estribo, a través de un
minucioso estudio de aspectos formales, técnicos y decorativos.

Narváez Alfredo (1989) en la Mina realizó una excavación de salvataje con la


colaboración de Christopher Donnan y Alana Cordy-Collins.Hallaron cerámica
del período Mochica Temprano, los arqueólogos encontraron siete botellas de
cerámica que habían escapado a la atención de los huaqueros. Estas incluían
un guerrero arrodillado, una persona llevando una jarra en su hombro
izquierdo, un felino, un individuo sentado con la cara decorada con un diseño
de ola, un búho, se encontró una pieza en cerámica negra modelada en forma
de un cóndor , una jarra. El aspecto más característico es la extraordinaria
calidad de sus esculturas tridimensionales.
Donnan y Cock (1986), en Pacatnamu excavaron ochenta entierros
correspondientes al período mochica medio se experimentó una intensa
ocupación en la construcción de montículos de carácter ceremonial (Huaca 31),
y de cementerios conteniendo numerosos entierros. Los ejemplos más finos de
cerámica Mochica Medio son botellas de asa estribo con un característico pico
evertido en el labio, cuerpos generalmente achatados y lenticulares, bases
anulares, y decoración en relieve o pintada en ocre, crema y un distintivo color
morado o púrpura, diseños de seres sobrenaturales, como decapitadores, aves
marinas de largos cuellos, ranas o peces de cabezas triangulares diseños
geométricos incisos.

Castillo Jaime & Donnan Christopher (1993) en San José de Moro se


excavaron veintidós entierros. Parece haber sido el centro ceremonial y
funerario Mochica Tardío. Esto es cierto en cuanto a la cerámica fina, que
presenta una enorme variabilidad de formas tales como jarras mamiformes, o
botellas carenadas. Botellas pintadas con diseños en línea fina son el sello de
la cerámica Mochica Tardía. Pintura en línea fina, aparecen en jarras, se
encuentra más frecuentemente en botellas de asa estribo. Las formas de
cerámica simple más frecuentes son crisoles similares a los asociados con
entierros Mochica Medio.

Gamarra Nadia & Gayoso Henry (2004) “La cerámica doméstica en Huacas de
Moche: Un intento de tipología y seriación”, propone que “El corpus de la
cerámica ritual mochica, que es generalmente la cerámica fina, está
conformado básicamente por las botellas de asa estribo, botellas de asa lateral,
los vasos acampanulados (floreros) y los cancheros”.

Asimismo establecen una tipología de la cerámica hallada en sus


investigaciones “Las formas que hemos reconocido en nuestra muestra son
cántaros, tinajas, ollas, cuencos y platos. Estas formas constituirían el set
utilitario en el núcleo urbano de Huacas de Moche. Cántaros de gollete recto,
Cántaros de gollete expandido, Cántaro de gollete evertido, cántaro de gollete
convexo; para las ollas se determinaron las siguientes tipologías olla de cuello
expandido, olla de cuello convexo, olla de cuello recto, olla de cuello corto, olla
sin cuello; en el caso de las tinajas se diferenciaron tinajas de borde directo,
tinajas de borde reforzado”

Castillo Luis &Uceda Santiago (2010), en el libro de “Arqueología Mochica.


Nuevos enfoques” nos presenta la tipología y seriación de la cerámica
doméstica en Huacas de Moche; el cual hace referencia de cántaros, tinajas,
platos, cuencos, ollas y algunos elementos incisos.

Bernier Helene(,) en el artículo “La producción especializada de la cerámica


doméstica y ritual mochica”, nos muestra la tipología y algunos ejemplos de la
cerámica moche que nos referencia las formas y uso (FALTA EL AÑO)

Narváez Alfredo & Delgado Bernarda (2011) con sus investigaciones


arqueológicas realizadas en Túcume han sido un gran aporte para la
arqueología .Entre las mayores especialistas lambayecanas en cerámicos
tenemos a la Arqueóloga Bernarda Delgado quién mediante una buena
metodología ha logrado clasificar muchas muestras de este tipo de material,
aunque solo ha sido para fragmentos Lambayeque, Chimú e Inca; como los
que presenta en su libro “Huaca Las Balsas de Túcume”.

Henry Gayoso en su artículo La cultura Moche o Mochica: Rasgos Generales


propone que “para el caso de los valles de la zona norte del territorio mochica
(Desde Piura hasta Jequetepeque) la aplicación de estas cinco fases no es
dable. Por lo menos para el caso de los valles de Jequetepeque y
Lambayeque, se prefiere hablar de Mochica Temprano (que sería
cronológicamente pero no necesariamente estilísticamente equivalente a las
fases I y II del sur del territorio), Mochica Medio (equivalente al Mochica III y
parte del IV del sur) y Mochica Tardío (equivalente al Mochica IV y V del
sur)”.FALTA AÑO

Bracamonte Edgar (2015) en el libro Huaca Santa Rosa de Pucalá hace


referencia que “En Puerto Eten, ubicado en el litoral lambayecano, existe otro
asentamiento mochica, donde Shimada (1994b) menciona la existencia de
cerámica Moche IV del sur. En la Huaca Zarpán (distrito de Pomalca), Bardales
et al. (2009) reportan el hallazgo de 138 fragmentos de cerámica de estilo
mochica. Aunque no indican la fase a la que corresponderían tuvimos la
oportunidad observar este material, identificando elementos domésticos
mochica tardío y una mayor cantidad de cerámica mochica medio; entre
fragmentos de cuencos, platos, cuerpos decorados con pintura blanca y roja y
un fragmento de figurina”.

Chero Luis (2015) En el sitio arqueológico Sipán con los análisis de los
fragmentos permitió distinguir varias formas de cerámica. La clasifica en dos
grupos: vasijas y otras formas. El grupo de vasijas, de acuerdo a su forma y
naturaleza, se divide en abiertas y cerradas. Las vasijas abiertas son el grupo
menos abundante en la muestra y tienen a los cuencos como la forma más
recurrente seguido por los platos, en el grupo de las vasijas cerradas
sobresalen los cántaros, seguido por ollas y las tinajas, mientras que las
botellas, los cancheros y los ralladores son las formas que aparecen en
cantidades reducidas. El grupo de otras formas de cerámica está conformado
por fragmentos de figurina y tortero.

Chero Luis (2016) en el libro Nuevos Aportes de la Investigación Arqueológica


de Sipán muestra que “Las excavaciones arqueológicas realizadas en el patio 1
y el patio 2 han revelado la presencia de ocupaciones del Periodo Mochica
Tardío, cuyos contextos no han sido casi alterados. Esta fase ha sido definida
por la gran cantidad de fragmentos de cerámica doméstica y, en menor grado,
fragmentos de cerámica fina. No obstante, se registraron, también, fragmentos
de cerámica con características morfológicas y decorativas asociadas al estilo
mochica medio, lo cual nos estaría indicando que su presencia, en estos
contextos tardíos, sería producto de deposiciones por acarreo”.

OBJETIVO

Definir las tipologías de los fragmentos y determinar el tipo de objeto cerámico


al que pertenecieron originalmente los fragmentos cerámicos diagnósticos de la
unidad de excavación N° 4.

PROBLEMÁTICA

Para establecer la problemática dentro de la praxis arqueológica en una


excavación es necesario poseer un marco teórico sólido aplicable sobre un
contexto arqueológico bien definido. En el caso particular de nuestra área
excavada, se nos presenta una variedad de cerámica cuyas características del
material lo definirlo mediante el material cerámico (fragmentos) encontrados
durante la excavación.

Debido a esto, el único enfoque teórico aplicable en este supuesto contexto es


el materialismo. Específicamente nos centraremos en examinar y describir los
rasgos tipológicos de los fragmentos cerámicos de acuerdo antecedentes
investigados, preguntándonos ¿Cuáles son los estilos y tipo de objetos
cerámicos encontrados en la unidad de excavación N°IV,en el subsector del
patio 2 del complejo arqueológico Huaca Rajada ?

FIN DE LA INVESTIGACIÓN

El fin de la investigación es tratar de hallar una utilidad científica concreta al


material arqueológico recuperado de la unidad de excavación IV que se nos
designó excavar. Usando para esto un enfoque materialista muy básico para
poder definir el único cuestionamiento que hemos podido establecer para el
material resultante de nuestra unidad de excavación.

Con esto podremos cumplir con los requerimientos que la RIA plantea en un
proyecto de excavación multidisciplinaria evaluando y definiendo los
fragmentos de cerámica diagnóstica encontrados en la unidad de excavación
N°4.

RESULTADOS

Nuestra investigación se centró en la unidad IV del patio 2, aquí Luis Chero


(2015) en su libro “Nuevos Aportes de la Investigación Arqueológica de Sipán”.
Presenta evidencias de fragmentos de cerámica de filiación Mochica Tardío y
realiza una clasificación igual que para el sitio en general, pero los resultados
son diferentes “De acuerdo a la muestra analizada, se identifican dos grupos de
cerámica: vasijas otras formas. El primer grupo se subdivide, a su vez, en
vasijas abiertas y cerradas. Las formas de vasijas abiertas las constituyen, en
mayor número, cuencos (40 fragmentos), platos (siete fragmentos) y ralladores,
en menor cantidad (cuatro fragmentos). Dentro de las vasijas cerradas, los
cántaros son la forma predominante de la muestra con 195 fragmentos. Las
ollas y las botellas son la segunda forma más popular y se registran en casi
todas las capas culturales (60 fragmentos por cada forma). Las tinajas
aparecen como la tercera forma dominante (50 fragmentos). Por su parte, los
cancheros son la forma más escasa de los seis contextos culturales (dos
fragmentos) “otras formas”, se reconoce a las cucharas (tres fragmentos), una

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