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MOLINA
FACULTAD DE PESQUERÍA
Integrantes:
-Aguilar Estares, Rocío
-Arroyo Ortiz, Rosalia
-Zare Vergara, Jairo Luis
Profesor:
-Molleda Ordoñez, Andrés
La molina, 2015
MICROORGANISMOS COMPORTAMIENTO DURANTE EL CONGELADO Y ALMACENAD}
I. INTRODUCCIÓN:
Los productos de la pesca son altamente perecederos y esa condición, si bien esta dada en
cierto grado por fenómenos biológicos originados por enzimas, en gran parte es de origen
netamente microbiológico. Ya sea por las bacterias propias del mar o las que se agregan
cuando el producto toma contacto con la contaminación terrestre llevada por el hombre al
medio de captura, buque, artes, recipientes, bodegas, cajas, cajones, uso de hielo
contaminado, manipuleo descuidado durante la descarga, transporte, elaboración de
productos y almacenamiento que van agregando pausadamente sus cargas bacterianas, hace
por último que los productos de la pesca adquieran un grado de contaminación que los vuelve
indeseable como alimento proteico. Resulta por lo tanto conveniente conocer los géneros de
bacterias que puedan afectarlo, para de este modo toma las providencias necesarias. Puede
pensarse que las distintas tecnologías utilizadas resuelven por completa el problema
microbiológico, algo que en ciertos casos acontece, pero en otros desaparecen las bacterias
naturales para agregarse otras propias de las tecnologías desarrolladas.
En lo que respecta al aspecto parasitológico, si bien son pocas las familias de parásitos del
pescado que se transmiten al hombre, muchas otras crean condiciones que afectan la calidad
del producto y lo vuelven repugnante, disminuyen su valor alimenticio o se constituyen en
vectores de gérmenes patógenos al crear determinadas condiciones en función de las cuales
las bacterias desarrollan productos tóxicos para el ser humano.
Se dijo que las bacterias, levaduras y hongos son los principales responsables de la putrefacción de
los alimentos. Son activos dentro de ciertos límites de temperatura, sobrepasados los cuales su
actividad se detiene. El calor es fatal, pues enlentece los procesos vitales y produce cambios
profundos en el estado coloidal del protoplasma, tales como coagulación y destrucción de la
actividad enzimática. Loa microorganismos son más resistentes a las bajas temperaturas; no todos
mueren y algunos sólo se inhiben temporalmente. Algunas bacterias sobreviven a temperaturas
incluso de -190°C. Los esporos son más resistentes, si bien la congelación y calentamiento
alternados resultan letales (Zaitsev, 1965).
Dentro de los grupos de microorganismos sólo tiene importancia, desde el punto de vista de las
condiciones y efectos de las bajas temperaturas, el de los organismos psicrofílicos, entre los cuales
los hongos y las levaduras son más resistentes al frío que las bacterias. Las bajas temperaturas
suprimen a los microorganismos pero aun así el crecimiento y la acción bioquímica son posibles
llevando el alimento a la putrefacción. Algunas bacterias y levaduras dejan de crecer a -3°C, otras a
-5°C, e incluso otras más pueden crecer a esas temperaturas y detener su evolución a -10°C. Los
hongos son más resistentes y pueden crecer, si bien con lentitud a -10°C.
Como corolario a estas premisas, puede concluirse que los productos de la pesca deberán
almacenarse a temperaturas no inferiores a los -10°C, para prevenir el crecimiento bacteriano y de
levaduras y no superiores a los -12° o -15°C, para prevenir el crecimiento de hongos. Sin embargo,
debe recordarse que las bacterias resisten mejor el frio que el calor, que sobreviven en el hielo y la
nieve y que los esporos de bacterias de la putrefacción han sobrevivido en el hielo seco. Por
ejemplo, el Bacillus subtilis y el B. anthracis no mueren luego de 20 horas a - 130°C y el Bacterium
coli no pierde su viabilidad luego de 20 horas en aire líquido a 10 horas en hidrogeno líquido.
(Bertullo, 1975)
En el aire, la actividad de los microorganismos está influida por la temperatura y el estado del
medio: el aire circulante inhibe el crecimiento de los hongos en la capa superficial, acción que se
va incrementando con el aumento de su velocidad.
Para una velocidad constante del aire, la supresión es mayor cuando el aire fluye de modo
perpendicular a la superficie contaminada con el hongo que cuando circula paralelo (Zaitsev 1965).
Por pérdida de agua de la célula (cuando la congelación se efectúa lentamente), o bien por
cristalización de agua en el interior (cuando la congelación se realiza rápidamente). En ambos
casos la consecuencia es que las sales intracelulares se concentran, lo que supone que la solución
del citoplasma puede llegar a saturarse, con precipitación de sales. Ello conlleva varias
consecuencias:
La afinidad térmica está dada por tres temperaturas: la mínima, optima y máxima
Se conoce que tanto la actividad enzimática como la microbiana están altamente influenciadas por
la temperatura. Sin embargo, en el rango de temperatura de 0 a 25 °C, la actividad microbiana es
relativamente más importante, y los cambios en la temperatura tienen mayor impacto en el
crecimiento microbiano que en la actividad enzimática (Figura 1)
Muchas bacterias son incapaces de crecer a temperaturas por debajo de 10 °C. Incluso los
organismos psicrotrófos crecen muy despacio y en algunos casos presentan prolongadas fases de
demora a medida que la temperatura se acerca a 0 °C.
La actividad microbiana es responsable por el deterioro de la mayoría de los productos pesqueros
frescos. Por lo tanto, la duración en almacén de los productos pesqueros se extiende
marcadamente cuando los productos son almacenados a bajas temperaturas. En países
industrializados es una práctica común almacenar el pescado fresco en hielo (a 0 °C); la duración
en almacén a diferentes temperaturas de almacenamiento (t °C) ha sido expresada mediante la
velocidad relativa de deterioro (VRD). (FAO)
En la flora natural de los productos de la pesca, las bacterias mesófilas y termófilas se encuentran
en cantidades mínimas y presencia proviene siempre de la agregación que se origina por la
manipulación e industrialización. La preponderancia de las bacterias psicrófilas significa entonces
que aun a 0°C (o sea la temperatura de fusión del hielo) el crecimiento se produce con rapidez
siendo un hecho bien conocidos que el pescado mantenido en hielo se pudre en pocos días.
Cuando la temperatura desciende de 0°C y se congela el sustrato, se produce la muerte gradual de
varios tipos de bacterias. Bedford, 1933b., comunica que de 70 cepas marinas que incluían a 12
micrococcus , 13 Serratia, 21 Flavobacterium y 24 Achromobacter, solo un Flavobacterium y 4
Achromobacter, tenían una temperatura mínima de 5°C o más. A -5°C todas las Serratia y excepto
una, 4 micrococcus, 16 Flavobacterium y 11 achromobacter habían sido eliminados. A -7.5 °C sólo
2 micrococcus y 7 achromobacter continuaban creciendo y todas las Serratia y Flactobacterium
habían sido suprimidas por completo. Deben enfatizarse que por debajo de la temperatura
mínima el crecimiento no se detiene, sino que se origina una muerte gradual de los
microorganismos presentes. Tan pronto como se produce la congelación existe una merma en el
crecimiento, aun a temperaturas por encima de aquellas que le permiten vivir en un medio no
congelado, provocado quizás por las condiciones restringidas de la humedad.
Las levaduras y hongo no son tan sensibles, pues pueden vivir a temperaturas por debajo de
-7.5°C.
Normalmente el crecimiento bacteriano desaparece cuando se supera la marca de -10°C, aunque
se han hecho comprobaciones de crecimiento bacteriano en pescado congelado a -11°C luego de
16 meses y que una levadura rosada es capaz de crecer a -19°C . Varias especies de
Flavobacterium abundan en el pescado fresco. Crecen a temperaturas cercanas al punto de
congelación, la mayoría descompone proteínas y muchas reducen el óxido de trimetilamina.
Deben ser consideradas entre las bacterias más importantes de la putrefacción del pescado.
Producen olores muy ofensivos y también pueden originar coloraciones anormales.
La congelación produce una caída inicial en la actividad de bacterias presentes del orden del 60-
90%. AL estudiar la acción de la congelación sobre la Pseudomonas fluorescens.,Bertullo, 1975,
menciona a Hjorth- Hansen (1935), comprueba que:
a) A -16°C la cantidad de células sobrevivientes decrece con rapidez y un 99.9% muere en los
tres primeros días.
b) A -5°C el número decrece no tan rápidamente y un 98.5% muere en igual lapso.
c) A -3°C la supervivencia se extiende a 2 semanas y la muerte total ocurre en 10 días.
d) A 0°C el decrecimiento es muy lento.
Stewart (1934), existe una acción selectiva en los microorganismos. Luego de mantener haddock (
(M. aeglefinus) congelado a -12°C durante tres meses comprueba que el Flavobacterium spp. era
más resistente que el Achromobacter spp. y la Pseudomonas spp.
Las bacterias sobreviven en la nieve y hielo y los esporos de las bacterias de la putrefacción
sobreviven en hielo seco. Los Bacillus subtilis no pierde su viabilidad en el aire liquido o durante 10
horas en hidrógeno líquido.
Shewan (1954) los efectos que la congelación produce sobre las bacterias de la putrefacción son,
brevemente, los siguientes:
a) Cuando la bacteria es congelada, algunos sufren muerte inmediata, sin tomar en cuenta la
temperatura de congelación.
b) Algunas especies son más sensibles al frio que otras, por ejemplo la Pseudomonas
fluerescens. Los gérmenes esporulados (como el grupo Subtilis – Mesentericus)
permanecen relativamente sin ser afectados.
c) La velocidad de congelación no tiene efecto sobre la cantidad de muertes, pero una
congelación y descongelación repetida ejerce efecto más letal que una sola congelación y
posterior almacenamiento para igual intervalo de tiempo.
d) Las células bacterianas pueden ser protegidas por materiales coloidales. Es por ello que se
produce mayor mortalidad en agua destilada o de mar que en caldo nutritivo.
e) Las células bacterianas sufren mayor mortalidad a pH más altos, en particular las células
más sensibles al frío.
f) Las células que sobreviven a la congelación inicial mueren luego de modo gradual, primero
exponencialmente con el tiempo, y esta declinación es mayor a medida que la
temperatura de almacenamiento está más cerca del punto de congelación. A -195 °C
parecería no existir muerte por almacenamiento.
g) La congelación no parece tener efectos sobre las características culturales de las bacterias
marinas, según se comprueba luego de la descongelación, aunque algunas mesófilicas
parecen tener mayor exigencia de un medio nutritivo más rico.
Saprofitos y alteración
Los recuentos bacterianos de los productos congelados reflejan la calidad bacteriológica del
material crudo y su contaminación o eliminación bacteriana durante el proceso. Pueden
introducirse otras bacterias como consecuencia del rebozo y empanado. Las bacterias
psicrótrofas del pescado no son muy resistentes al estrés de la congelación, y la lesión por
congelación es más marcada en las bacterias Gram negativas que en las Gram positivas.
Ningún microorganismo se desarrolla por debajo de los -10 a -12°C. Los microorganismos
alterantes crecen en los productos de pescado crudos si éstos se mantienen demasiado
tiempo sin congelar, o si se congelan a una velocidad excesivamente lenta. Puesto que la
descongelación sin calentamiento es un proceso Tecnología Pesquera Página 17 de 28
inherentemente lento, esta fase selecciona una población microbiana psicrótrofa. Una vez
descongelados los cambios bioquímicos y microbiológicos son iguales a los descritos antes
para los productos marinos refrigerados. En los alimentos marinos mantenidos a
temperaturas de congelación demasiado elevadas (-10 a -5°C, por ejemplo) crecen unos pocos
mohos y posiblemente levaduras.
Patógenos
Generalmente los patógenos Gram negativos, como Salmonella y otras enterobacterias, son
sensibles a la lesión por congelación por la que mueren también algunos vibrios mesófilos. No
obstante, como los productos se mantienen generalmente a temperaturas de refrigeración
antes de congelarlos, la lesión no siempre es grande y el grado de mortalidad real es muy
variable. Las esporas no son afectadas por la congelación y las formas vegetativas de las
bacterias Gram positivas, incluidos Staphylococcus y Listeria, generalmente sobreviven bien.
Para los productos que se van a consumir crudos, se recomienda la congelación, seguida del
almacenamiento en congelación, ya que destruye todos los parásitos dañinos para el hombre.
Aunque no afecta a las toxinas marinas acumuladas en el animal vivo, ni a las toxinas
bacterianas producidas durante un almacenamiento defectuoso.
Control
Además de los controles del pescado crudo, los alimentos marinos congelados tienen otros
dos factores que deben estudiarse: la velocidad de congelación y el control de la temperatura
durante el almacenamiento en congelación. El seguimiento de la temperatura es el medio
principal para el control de la actividad microbiana en estos productos. La congelación debe
ser lo más rápida posible y una vez congelado el producto debe mantenerse a -18°C o menos.
La descongelación del producto también puede ejercer una fuerte influencia en su calidad y
seguridad microbiológica. Por lo tanto debe hacerse lo más rápido posible evitando que la
superficie externa del producto esté expuesta a temperaturas altas mientras se descongela el
centro.
VI. BIBLIOGRAFIA
Victor Bertullo, 1975. Tecnologia de los productos y sub productos de pescados, moluscos
y crustáceos. Editorial Hemisferio Sur. Buenos aires-Argentina.
Huss, H.H., 1968. El pescado fresco: su calidad y cambios de su calidad. FAO : Documento
técnico de pesca, no. 348
Huss, H.H., 1968. El pescado fresco: su calidad y cambios de su calidad. Efecto de la
temperatura de almacenamiento. FAO : Documento técnico de pesca.
Zaitsev, 1965. CONSERVACIÓN DE PRODUCTOS PESQUEROS POR REFRIGERACIÓN. 2da ed.
Trad. Israel Program for Scientif Translations
Enrique Iáñez, 1998. ACCIÓN DE LOS AGENTES FÍSICOS SOBRE LAS BACTERIAS
[en línea] http://www.biologia.edu.ar/microgeneral/micro-ianez/17_micro.htm#bajas.
Revisado 31 de octubre de 2015
Manual de Microbiología de los Alimentos. Pescados y mariscos. [en línea]
http://www.unsa.edu.ar/biblio/repositorio/malim2007/12%20pescados%20y%20marisco.
pdf. Revisado 31 de octubre de 2015