Antes de empezar estoy escribiendo mi humilde comentario, el cual pueden
estar de acuerdo o en desacuerdo, pero cuyo fin es detenernos a pensar y no quedarse con las manos cruzadas ante esta terrible situación. El día de ayer me encontraba en un seminario en la Pontifica Universidad Católica del Perú acerca de Economía y Género; y el último punto del que se trato fue violencia contra la mujer (VCM), en el cual se habló sobre investigaciones recientes para medir (usando econometría) la efectividad de los pocos programas emprendidos, especialmente el programa Centro de Emergencia Mujer. El día de hoy, hace unas horas, al ver las noticias me entere de la penosa muerte de la joven Eyvi Ágreda a manos de un sujeto desquiciado, que hace un mes la quemo en un transporte público. Este caso fue muy delicado y se hizo mediático por la frialdad y falta de humanidad con la que pueden tener un sujeto así, además de mostrarnos que este país está inundándose cada vez más de violencia. Mi opinión como estudiante de economía surge al no poder callar ante esta triste situación, los que estudiamos economía en las aulas y en los debates nos centramos en temas de crecimiento, impuestos, pobreza y quizás vemos poco un problema mucho más terrible que es la violencia contra la mujer. Esta no es la gota que derramo el vaso, porque el vaso ya estaba derramado; en un país donde últimamente todo es mundial, no nos damos cuenta que nos metemos autogoles hace mucho tiempo atrás, en un congreso para muchos 'inútil' donde más abunda las compras de televisores y frigobares y nulas propuestas en contra de la VCM, en donde la corrupción ha atrapado a todos los presidentes y la clase política es paupérrima. Ante situaciones como VCM, nos encontramos en primeria instancia con palabras como: 'cadena perpetua', 'pena de muerte', 'castración química' pero aun así hablándolas hay muchos sujetos desquiciados ahora alrededor de nosotros, los cuales no tienen desincentivos suficientes para dejar de cometer estas fechorías. Creo que para todos es triste encontrarnos atados y sin respuesta a situaciones como VCM, violación a niños, entonces no podemos sentir una plena felicidad de estar en la copa del mundo cuando en esta cancha estamos perdiendo por goleada hace rato, donde si seguimos jugando así habrá más mujeres quemadas, feminicidios y niños violados. Es momento de que las personadas encargadas, los hacedores de políticas empiecen a jugar de verdad en esta cancha y nosotros alentar este partido. Exigimos resultados a corto plazo, los cuales se vuelven cada vez más controversiales, también hay investigaciones que dan resultados a mediano y largo plazo, pero aun así no tenemos ni lo uno ni lo otro. Empecemos a trabajar, aportar, a desincentivar y a diseñar políticas efectivas contra la VCM, que el vaso ya está derramado.