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II.

ANTECEDENTES
Como mecanismo que coadyuva al proceso de rehabilitación y tratamiento del
interno, la redención de pena por el trabajo se incluye por primera vez en la
Legislación Penitenciaria Peruana, mediante el Decreto Ley 17581 del 15 de
abril de 1969 conocido como "Unidad de Normas para la Ejecución de Sentencias
Condenatorias". Este dispositivo legal recogiendo los postulados del tratamiento
penitenciario moderno y las recomendaciones de las Naciones Unidas, sobre la
materia y en base a los avances logrados en otros países, lo genera en el Perú
como un instituto de carácter penitenciario que, constituye un medio de rehabilitación
y enmienda para el interno, la redención de pena por el trabajo frente a los
problemas de hacinamiento existentes en los establecimientos penitenciarios del
país juega un rol importante como incentivo a la población penal, a fin de que
un mayor número de internos puedan dedicarse al trabajo que le permita no sólo el
aprendizaje de un oficio, sino un ingreso para el autosostenimiento y, de ser factible,
de ayuda a la familia, además de evitar el ocio reinante en los establecimientos
penales; desde este punto de vista, la redención de la pena por trabajo no se
circunscribe sólo dentro del concepto mismo del trabajo penitenciario, sino que tiene
sus propias reglas, mecanismos y modalidades; en tanto que el beneficio
penitenciario es un estímulo al interno que lo incentiva a tener una ocupación en el
establecimiento penitenciario que como premio, le otorga una rebaja al tiempo
de permanencia en el establecimiento
penal.
La redención de pena por el trabajo se concibe como un incentivo que coadyuva
plenamente al proceso de rehabilitación del interno, pues el trabajo, a no dudar,
constituye el mejor medio de realización del ser humano.

Cuando, en 1969. surge la redención de pena por el trabajo en el Perú, ésta nace
en forma muy limitada tal como se ha expresado precedentemente pues sólo
alcanzaba conforme al artículo 27 del Decreto Ley 17581: a "los condenados a
más de 2 años, abonándose un día de su pena por cada dos de trabajo a efectos
de su liberación definitiva, siendo de aplicación al beneficio de la liberación
condicional cuando, por el tiempo redimido, reúna los requisitos legales para su
concesión"; de esta norma se desprende, que sólo podrían acceder a la redención
de pena por el trabajo:
Los condenados a más de 2 años y que tuvieran la condición de primarios.
Los que hubieran observado buena conducta.

Se debe precisar que conforme a esta norma, la redención de la pena por el


trabajo no es un beneficio automático, sino que ésta era procedente sólo en la etapa
de la prueba dentro del sistema progresivo penitenciario; tal como se establecía en
el Art. 22 que consideraba que el interno sentenciado para acceder a este beneficio
tenía que previamente ser promovido al período de prueba.

Siendo esto así y considerando que la población penal nacional se divide en dos
grandes categorías: procesados y sentenciados, el porcentaje de internos sin
condena siempre ha estado por encima del 80° o del total de la población
penitenciaria nacional y. tomando en cuenta las reglas que establecía la norma en
comento, este beneficio, excluyente para los sentenciados reincidentes y para los
sentenciados a penas de internamiento y relegación así como para los inculpados,
permitía el acceso a este incentivo de apenas un 5% de la población penal,
convirtiéndolo en un beneficio limitado a un pequeño sector de la población
penitenciaria; por lo que era necesario e indispensable buscar la modificatoria de
este dispositivo legal con el objeto de ampliar su cobertura a toda la población penal,
como en efecto sucedió con la dación del Decreto Ley 23164.

Habiendo demostrado la práctica en el campo penitenciario lo positivo de este


beneficio, como factor coadyuvante fundamental para la rehabilitación el Decreto
Ley 23164 amplía la concesión de la redención de pena por el trabajo, a procesados
y sentenciados primarios o reincidentes, permitiendo el acceso prácticamente de
toda la población encarcelada, constituyéndose de esta forma en uno de los medios
más eficaces de ayuda para el tratamiento readaptativo por que la participación de
la población penal, en las acciones laborales, evita que los factores negativos de la
prisionalización afecten fácilmente al interno, por lo que la
conveniencia de estimular a los internos inculpados y sentenciados, en igualdad
de condiciones, determinó que mediante esta norma, se modificara el artículo 27 del
Decreto Ley 17581 con el texto siguiente:
"Los reclusos podrán reducir su pena por el trabajo. Al condenado se le abonará
un día de su pena por cada dos de trabajo, a efectos de su liberación definitiv a.
Igualmente, le serán de aplicación los beneficios de la liberación condicional, cuando
por el tiempo redimido reúna los requisitos legales para la concesión. El inculpado
gozará idéntico beneficio y reducirá de la pena que pudiera imponérsele."

La única excepción que el Decreto Ley 23164 establecía, era la contenida en la


modificatoria del Art. 28 del Decreto Ley 17581, y se debe en los siguientes casos:
Los reincidentes específicos incursos en el Decreto Ley 22095 (tráfico ilícito de
drogas).
Los que intentaron quebrantar la sentencia realizando intentos de evasión,
lograran o no su propósito.
Los que no hubieran observado buena conducta durante la reclusión.

Con las limitaciones antes descritas, la población penitenciaria podía acceder a la


redención de pena por el trabajo, como un incentivo que le permitía disminuir el
tiempo de permanencia en el establecimiento penal.

Cabe indicar que con el Decreto Ley 23164 surge, por primera vez. en el Perú la
redención de pena por el estudio (ahora educación) con las mismas
características, modalidades y limitaciones establecidas para la redención de pena
por el trabajo; por lo que, si bien ambos beneficios tienen las mismas características,
la redención de pena por el trabajo es la que dio origen a la redención de pena por
el estudio como un complemento básico al tratamiento penitenciario, teniendo en
cuenta que el trabajo y la educación son los dos pilares fundamentales en los que
descansa el tratamiento y la rehabilitación del interno.

El acceso a la redención de pena por el trabajo se puede dar en el establecimiento


penitenciario participando en cualquiera de las actividades laborales que la
administración programe; pero esto debe conllevar un control estricto del trabajo que
permita posteriormente, el cómputo de la redención; de igual forma, la redención de
pena por el estudio se concede en todas las formas y modalidades educativas que
establece el centro penal, pudiendo ser ésta de alfabetización, educación básica
regular y calificación profesional extraordinaria así como los
estudios por correspondencia, conforme a la Ley General de Educación.
Este beneficio penitenciario permite al interno, no solamente crear en él hábitos
de laboriosidad para el trabajo, sino también para el estudio, de esta forma
contribuye este beneficio penitenciario al mantenimiento de la buena conducta del
interno y. por lo tanto, al acatamiento de las reglas internas para el tratamiento
penitenciario. Independientemente de ello, la redención de la pena por el trabajo
y la educación, permite acortar el tiempo de permanencia del interno en el centro
penal, posibilitando la obtención anticipada de los beneficios de pre-libertad como
la semilibertad y la liberación condicional así como la libertad definitiva; sin
embargo, estando a que este beneficio abarca tanto al interno procesado y
sentenciado, el procesado podrá acceder con anticipación a la libertad bajo
vigilancia, es decir, en audiencia extraordinaria, pudiendo llegar a la pena
solicitada en la acusación fiscal, sumando la reclusión efectiva y la redención de
la pena por el trabajo y/o educación.

III.
OBJETO.
Es un medio eficaz de incorporación
social.

IV.
IMPORTANCIA.
El beneficio de la redención de la pena por el trabajo y la educación le ofrece al
interno una mejor estancia en el establecimiento penitenciario y le resulta
importante para su tratamiento porque le permite mantenerse ocupado y sentirse
útil, e incrementar sus conocimientos.
El trabajo en el campo penitenciario se convierte en un elemento capaz de
transformar la conducta del interno hacia una relación que motive y valore la
actividad, tendente a lograr no sólo el sostenimiento del recluso, sino que este
pueda mantener a la familia, haciendo del encierro una permanencia útil para él
mismo y para los suyos. El trabajo contribuye a la mejora espiritual y física del
interno, evitando una serie de actos contrarios al tratamiento que se da en
la prisión como consecuencia de la prisionización.
A través de este beneficio se contribuye a la rehabilitación del delincuente, de tal
forma que permita asegurar que no volverá a delinquir y que actuará en adelante
por el buen camino. Su importancia también radica en el esfuerzo de hacer
del interno una persona re socializada se ve complementada con el apoyo de la
sociedad cuando egrese del Penal, brindándole un ambiente no hostil, ni
delincuencial, que podría perjudicar su aprendizaje.
Un complemento de la contribución a la rehabilitación del delincuente, es el
ingreso económico que percibe por el trabajo efectuado. Esta retribución le
permite no sólo cooperar económicamente con su familia, le sirve para pagar la
reparación civil impuesta en la sentencia y De lo mencionado se desprende la
importancia que tiene este beneficio no solo en el Tratamiento Penitenciario, o
en

la permanencia del interno en el Establecimiento Penitenciario, si no en la


obtención de la libertad a través de otros beneficios, manteniéndolo sujeto al
cumplimiento de las normas internas del penal y al buen comportamiento acortar
el plazo en que se encontrará privado de libertad.
La inclusión en nuestra norma de este beneficio, incentiva el proceso de
rehabilitación del delincuente, permite conservar la disciplina.
Para los internos representa un avance en su readaptación; le incentiva
a
mantener una buena conducta, a trabajar y estudiar; requisitos necesarios para el
otorgamiento de este beneficio conforme lo establece el vigente Código de
Ejecución Penal.
El aprendizaje y el estudio reprimen en el interno la ociosidad y otros hábitos que
conviven en el comportamiento delincuencial.
De lo mencionado se desprende la importancia que tiene este beneficio no sólo
está en el tratamiento penitenciario, sino en la obtención de la libertad a través de
otros beneficios, manteniéndolo sujeto al cumplimiento de las normas internas del
penal y al buen comportamiento.
En ese sentido, el beneficio de la redención permite que un interno reduzca su
permanencia en un establecimiento penitenciario por realizar una actividad laboral
o educativa; permitiendo la acumulación de este beneficio con la con otros
beneficios penitenciarios como el de la semilibertad y el de la liberación
condicional.
Aquel beneficio, al igual que la libración condicional y la semilibertad, ha tenido
diversas modificaciones y con cada modificación se fue ampliando la lista
de delitos que no pueden acceder a este beneficio o ampliando los días de trabajo
o educación para redimir su pena. La última modificación que sufrió este
beneficio se dio con la Ley n° 30262, publicada el 06 de noviembre de 2014, y su
fe de erratas, publicada el 15 de noviembre de 2014.
Es así que consideramos pertinente mostrar la actual configuración del beneficio
de la redención.

V. UBICACIÓN
LEGISLATIVA
La redención de pena por el trabajo y la educación se encuentra descrita en
el Código de Ejecución Penal en la Sección II Artículos Nº 44 al 47 y en el
Reglamento de Ejecución de los artículos Nº 104 al 123. En caso de estudio y
trabajo el control de la redención estará a cargo del Órgano de Tratamiento
Penitenciario del establecimiento penal del Callao, el interno redime un día
de pena por dos días de labor efectiva o por estudio, debiendo aprobar la
evaluación periódica de los estudios que realiza.
El tribunal Constitucional se ha expresado respecto a la redención de pena por
el
trabajo y estudio en el EXP. N° 04855-2007-
PHC/TC.

Sin embargo; no en todos los casos, se aplica la redención de pena por trabajo y
estudio, existen casos especiales en nuestro ordenamiento Jurídico que no
cuentan con este beneficio penitenciario por ser delitos de gravedad como son los
casos expresados en los Artículos 153º-A, 173-A, Ley 25745 delito de terrorismo,
319º, 320º, 321º, 322º, 323º, del Código Penal. .Tráfico Ilícito de Drogas en su
forma agravada. Artículo Nº. 297 del Código Penal Peruano. Decreto Legislativo
Nº 635 del 08 de Abril de 1991.
Asimismo, se fijan normas donde la redención de pena por el trabajo o estudio
es a razón de siete días. A continuación, veamos algunas normas de nuestro
ordenamiento jurídico referidas a la redención de Pena por trabajo y
educación:

1. Ley Nº 28074. Dictada el 25 de Setiembre del 2003. "Ley que modifica artículos
del Código Penal relativos a los delitos contra la Libertad Sexual y excluye a los
sentenciados de los derechos de gracia, indulto y conmutación de la pena que
regula los beneficios penitenciario para los casos contra la libertad sexual".
Artículo 3º "Los beneficios penitenciarios de redención de la pena por el trabajo
y la educación, semi-libertad y liberación condicional, no son aplicables a los
sentenciados por los delitos previstos en los Artículos 173º y 173º - a-. En
los casos de los delitos previstos en los artículos 170º, 171º, 172º y 174º, el interno
redime la pena mediante el trabajo o la educación a razón de un día de pena por
cinco días de labor efectiva o de estudio, en su caso.

2. Ley Nº 24923.- Dictada el 14 de Octubre de 2009. Ley que Deroga el Decreto


Legislativo Nº 927, ley que regula la ejecución en materia de delitos de terrorismo;
Modifica la Ley Nº 28760, Ley que modifica los Artículos 147º, 152º y 200º del
Código Penal y el Artículo Nº 136 del Código de Procedimientos Penales, señala
las normas a las que se sujetarán los beneficios penitenciarios en el caso de
sentenciados por delitos de secuestro. Artículo Nº 3. "Regulación de los beneficios
penitenciarios, redime la pena por el trabajo o la educación a razón de un día por
siete días de labor efectiva".

3. Ley Nº 26320.- Dictada el 30 de Mayo de 2004. Dictan Normas referidas a los


procesos por el delito Contra la Salud Pública - Tráfico Ilícito de Drogas y
establecen beneficios. Artículo Nº 4. "Los sentenciados por tráfico ilícito de drogas
previstos en los Artículos Nº 296, 298, 300, 301 y 302 del Código Penal; podrán
acogerse a los beneficios penitenciarios de redención de pena por trabajo
o estudio tratándose de la primera condena. Tratándose del Artículo Nº 298,
redimirá la pena a razón de un día de pena por dos días de labor efectiva o
educación en los demás casos se redimirá la pena a razón de un día de pena por
cinco días".

4. ley Nº 27770.- Dictada el 27 de Junio de 2002. "Ley que regula el otorgamiento


de beneficios penales y penitenciarios a aquellos que cometen delitos graves
contra la administración pública". Artículo Nº 4. "Recepción de beneficios
penitenciarios las personas condenadas por los delitos a que se refiere el Artículo
2º de la presente ley, podrán recibir a su favor los siguientes beneficios
penitenciarios: redención de la pena por el trabajo y la educación a que se refieren
los Artículos 44º al 47º del código de ejecución penal, a razón de un día de pena
por cinco días de labor efectiva o de estudio debidamente comprobada".
VI.MODALIDAD
La redención de la pena permite que mediante el trabajo realizado o la educación
recibida, el interno puede redimir o reducir su pena. Nuestro Código de Ejecución
Penal vigente ha estipulado dos modalidades de redención que podemos
llamarlos ordinarios en un caso y extraordinarios en el otro.

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