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TITULO.

ANÁLISIS POLÍTICO AYACUCHO


MATERIA.
REALIDAD NACIONAL Y GLOBALIZACIÓN
INTEGRANTES.
BLAS ORTIZ, SOLANGELA
FLORES CUEVA, MARCO
GUERRA SINARAHUA, LLOBANY
LIZA LA TORRE, JUAN CARLOS
NUÑEZ SALAS, JESUS
YAULI…………., ARLIN
UNIVERSIDAD.
UNIVERSIDAD PRIVADA TELESUP
LIMA_2018
AGRADECIMIENTOS
 Blas, gradezco a dios por darme la vida mediante mis padres
quienes me apoyan para poder yo continuar con mis estudios y
así cumplir mis metas trazadas.
 Flores,
 Guerra,
 Liza,
 Núñez,
 Yauli
Índice
Introducción
ANALISIS POLITICO AYACUCHO

1. LOS PARTIDOS POLÍTICOS

Quispe (2011), “El sociólogo Sinesio López señala un mapa partidario de tres
tercios: de derecha Acción Popular y Partido Popular Cristiano (AP, PPC), de
centro (APRA) y de izquierda, la Izquierda Unida (IU). Que ese mapa se mantuvo
en los procesos electorales de 1980, 1983, 1985 y 1986, aunque en los tres
últimos procesos, fueron desmoronándose los partidos de Acción Popular y el
Partido Popular Cristiano por sus fracasos en el gobierno de 1980 a 1985. En
cambio, el APRA, sobre todo y, la izquierda en menor medida, siguieron teniendo
un peso importante hasta las elecciones municipales de noviembre de 1989 en las
que fueron derrotados por el candidato independiente a la alcaldía de Lima,
Ricardo Belmont. A partir de entonces se inicia una quinta y última etapa del
colapso de los partidos políticos, que se amplía con el triunfo de Fujimori en mayo
de 1990 y se consolida con el autogolpe de Abril de 1992. Así, ingresamos en el
Perú a una etapa de partidos políticos independientes que no poseen una clara
conciencia de la diferencia entre los asuntos públicos y los asuntos privados ni de
las lógicas diferentes con las que se manejan. Ellos son más propensos a
manejar los asuntos públicos como si fueran privados. Por eso tienden a
establecer regímenes o gobiernos autoritarios”. P 153

Quispe (2011),Este panorama sobre las tendencias de los partidos políticos de


las décadas de 1980 y 1990 se extiende, de manera análoga, hacia las
comunidades campesinas del departamento de Ayacucho, aunque la presencia
efectiva de dichos partidos, se expresa sólo en los períodos electorales. Sin
embargo, es importante señalar que en las comunidades campesinas de
Ayacucho los partidos de derecha (PPC, AP) han venido extinguiéndose
paulatinamente a diferencia del APRA, partido político de centro según López
que, por su triunfo en las elecciones de 2005, detentan el poder político a nivel
nacional. Es en esta coyuntura que los apristas representan a los tradicionales
grupos de poder local en transición a una burguesía rural ya sea como
productores agropecuarios, transportistas, comerciantes mayoristas, profesionales
y/o como funcionarios de mayor jerarquía. Mientras que la pequeña burguesía
emergente conformada por pequeños propietarios y comerciantes minoristas,
como también los profesionales, mayoritariamente profesores, se identifican con
los partidos de Izquierda y, en los procesos electorales, se aglutinan alrededor de
la alianza Izquierda Unida (IU), práctica que ha venido generalizándose a partir de
1980. P(154)
Quispe (2011)De otro lado, la CVR, al abordar el período de gobierno de
Acción Popular 1980-1985 afirma que el proyecto planteado en la constitución de
1979 quedó “…interferido y neutralizado por el inicio de la violencia que el Partido
Comunista del Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL) desencadenó contra el
Estado… sin que el gobierno ni los partidos políticos atinaran a elaborar una
respuesta rápida que cortara de raíz la subversión armada” (CVR, versión
electrónica 2003, T. III: 23). Más adelante dice que, en la oposición, se
encontraban el PAP y los partidos de izquierda que criticaron duramente al
gobierno por la matanza de los periodistas en Uchuraccay. Entre estas críticas la
CVR señala la opinión del presidente de la república Alan García Pérez sobre el
PCP-SL en su visita a Huamanga en agosto de 1983 en la que dijo que: “…se
trataba de un fenómeno que acontecía allí en lugares donde “el sistema político y
los partidos” no han llegado y donde sí llegó Sendero Luminoso, donde Sendero
se presentó como una alternativa….. En los últimos años de AP, el PAP mantuvo
su posición crítica…condenando los actos terroristas del 155 PCP-SL….y las
violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas armadas….”
P.(155)

Quispe (2011),Efectivamente, mientras que los partidos políticos tradicionales


PPC, PAP, AP, UN y la IU se activan y se presentan sólo en los períodos
electorales, el PCP-SL desarrolló un trabajo político sostenido en las
comunidades campesinas del departamento de Ayacucho desde la segunda mitad
de la década de 1960, hasta el inicio de la guerra subversiva en mayo de 1980, la
misma que desembocó en la caída de Abimael Guzmán, en septiembre de 1992,
significando este hecho el inicio de la derrota del PCP-SL. De otro lado, las
informaciones etnográficas recopiladas en las comunidades campesinas de
Ayacucho, nos revelan que algunos miembros de los partidos políticos
tradicionales, principalmente del APRA, han cumplido un rol decisivo en la derrota
del PCP-SL, mimetizándose entre los campesinos y simulando aceptar a SL,
primero, para luego colaborar posteriormente, con las fuerzas armadas y
policiales, delatando e identificando a los líderes y miembros de los Comités
Populares. Estos procesos de delación han generado, precisamente, las
posteriores matanzas masivas de campesinos pobres que habían sido
involucrados por el PCP-SL y que, después de la “depuración” hecha por las
Fuerzas Armadas, fueron también incorporados compulsivamente a los Comités
de Autodefensa. (155)

Quispe (2011),Sobre mimetización y colaboración con SL tenemos el caso de


don S. R. B. de la comunidad campesina de Chumpi, provincia de Parinacochas,
dedicado a la crianza de ganado vacuno y productor de queso para el mercado de
Lima, de filiación aprista, que mantuvo contacto con los mandos del PCP-SL que
operaban en la zona. Fingiendo concordar con los objetivos del partido colaboró,
renegando –dice-, de diversas maneras y en repetidas ocasiones. Nos cuenta:
“Después de la primera incursión de SL en Coracora, en 1984, las autoridades y
personas importantes se retiraron a la costa, mientras que la gente del pueblo,
pobre, que no tenía posibilidades, se quedó. Luego, los cumpas venían
frecuentemente y pasaban de Acos o Carhuanilla a Coracora e Incuyo. Venían
aquí –señala su tienda- y se llevaban mis mercaderías; decían: quiero gaseosa,
quiero galletas y se llevaban cualquier producto como cañazo, papa en cantidad,
entre otros. Eran “conchudos”; así, he trabajado para ellos como diez años, de
1984 a 1993” P(155)

Quispe (2011), Esta información de don S. R. B. sobre cómo colaboraba con


los senderistas constituye un aspecto importante del proceso de la violencia
política en el departamento de Ayacucho ya que constituyó una especie de “cupo
de guerra” que cobraban los senderistas a algunos miembros de los grupos de
poder local que habían optado por quedarse y apoyar la subversión. Esta
situación generó, luego, una forma de delincuencia en las comunidades
campesinas; personas de mal vivir aprovecharon la ocasión para extorsionar a la
gente, con ese pretexto de pedir “apoyo”, a nombre del partido (PCP-SL), lo que
originó, a su vez, mayores conflictos entre la comunidad y Sendero Luminoso; los
juicios populares por estas causas desembocaban en ejecuciones sumarias, las
que fueron rechazadas por los campesinos, por considerarlas extremas. P.(156)

Quispe (2011), “Sobre casos de delación se ha recopilado información en las


comunidades campesinas de Chipao y Huancasancos. El gobernador del distrito
de Chipao Juan Carlos Gutiérrez Flores nos cuenta: “Cuando los militares
incursionan en la comunidad de Chipao a fines de febrero o inicios de marzo de
1983, lo hacen con seis helicópteros conminando a los comuneros a reunirse; la
gente estaba dispersa, en el campo, fuera del centro poblado. Luego de reunirlos,
los acuarteló en el antiguo local del Puesto de la G. C. y en algunas casas
contiguas. Ya en “cabildo”, con los “vecinos” que se habían 157 quedado en sus
viviendas, que eran los propietarios de Chipao, los militares sacaban a la gente
uno por uno, preguntando si era terrorista o no. Los vecinos en “cabildo” tenían
que decir sí era o no era, bajo amenaza de ser considerados todos como
sospechosos y fusilados. Así, fue delatado y separado sólo don Vidal De la Torre
Aróstegui ya que antes, en los trabajos comunales en Curapampa, aparecía como
cabeza, liderando y apoyando abiertamente las acciones de SL. Al día siguiente,
los militares consultan también a los vecinos en cabildo mostrando a Don Vidal De
la Torre, que era un buen líder de la comunidad, bien hablado, pero había estado
comprometido con SL. Los vecinos en “cabildo” decidieron que no lo suelten y que
lo tengan detenido. Así, devolvieron a la cárcel y de ahí desapareció. Vamos a
llevarlo a Huamanga diciendo lo han ejecutado en el camino. Después de dos
meses encontraron su cadáver, junto a otros cuatro cadáveres, enterrados
superficialmente. Luego, los cuerpos fueron enterrados por sus familiares”
(Entrevista del 03-08-08).” P.(157)

En Huancasancos es aún más evidente cómo los agentes de los grupos de


poder local, vinculados al Partido Aprista Peruano y Unidad Nacional, decidieron
asesinar al líder de SL planificando previamente, de manera clandestina. En una
entrevista de carácter focal, el Alcalde y sus Regidores, nos relataron: “A partir de
1979 aparece como cabecilla de Sendero Luminoso el profesor de matemáticas
del colegio “Los Andes” de Huancasancos, Juan López Liceras - según el grupo
focal- de origen chumbivilcano, egresado de la Universidad Nacional de San
Cristóbal de Huamanga. -Después de relatar sucesivas acciones de SL entre
1980 y 1981, el grupo focal continúa-: En un segundo arrasamiento, porque el
primero fue del ganado comunal, el 19 de febrero del 82, los senderistas después
de distribuir, en la puna, parte del ganado de Antenor Molina, el más rico en
tierras y ganado, trajeron la otra parte, a la comunidad, junto con el ganado de
Sócrates Salcedo, el segundo más rico de Huancasancos, también, para
distribuirlos entre los comuneros... Es en esas circunstancias que los Sinchis
llegan a Huancasancos… Antes de retirarse amenazaron a los comuneros
exigiéndoles que deben entregar al cabecilla de SL, de lo contrario, serían
arrasados. Al día siguiente, como habían sido amenazados por los militares, la
mayoría de la gente se fue a: Nazca, Ica y Lima. Los que se quedaron, dirigidos
por los propietarios, se organizaron y planearon enfrentar a los senderistas
porque ya estaban cansados; no les dejaba hacer sus quehaceres: 158 no les
dejaba ir a sus chacras ni a sus estancias; los tenían ocupados en las escuelas
populares y en reuniones de aprendizaje político e ideológico. Así, los “vecinos”
vinculados a los partidos de derecha como el APRA, AP y UN, organizaron
clandestinamente a la población para enfrentar a SL. Después de tres días del
retiro de los sinchis regresaron los senderistas; los comuneros y los vecinos ya
estaban organizados para atacarlos en la asamblea dirigida por el ex alcalde
Interino Raúl Salcedo Morales quien, sin que nadie se diera cuenta, disparó con
una escopeta e hirió al cabecilla de SL profesor Juan López Liceras.
Inmediatamente, las señoras y toda la población se fueron encima y lo remataron
a golpes a 6 ó 7 senderistas más. Los subversivos apenas mataron, de un
disparo, al comunero Alfonso Cuba. Después de estos sucesos recién vinieron los
sinchis y policías y se instalaron en Huancasancos. Ellos organizaron a los
comuneros… contra Sendero Luminoso y, también, las rondas, a principios de
1983” (Entrevista del 21-10-08). En efecto, como se ha señalado en las
informaciones etnográficas, uno de los primeros factores importantes para la
derrota de Sendero Luminoso fue, precisamente, la composición social diversa de
las comunidades campesinas del departamento de Ayacucho. Desde el inicio de
la subversión no todos estaban de acuerdo: por un lado, estaban los “vecinos” y la
iglesia, como grupos de poder local dominantes vinculados a los partidos de
derecha que rechazaban el movimiento; la pequeña burguesía en formación
nucleados en la Alianza Izquierda Unida, como capa social intermedia vacilante;
y, por otro, los comuneros campesinos en condición de subordinados, envueltos
en la guerra por SL. En algún momento iba a estallar la contradicción, era sólo
cuestión de tiempo y oportunidad, la misma que llegó con la presencia de las
fuerzas armadas a partir de enero de 1983.
Conclusiones
Notas de pie
Bibliografía

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