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La Cultura Maya habitó la región de los bosques tropicales de las actuales Guatemala, Honduras y
Península de Yucatán (sur del actual México).
Ya estaba Organizada alrededor del siglo IV, pero una serie de guerras y catástrofes demográficas
provocaron su decadencia mucho antes de la llegada de los conquistadores españoles.
El periodo de máximo esplendor de esta civilización Maya se extendió desde el siglo IV hasta el siglo X.
Elaboraron un eficiente y complejo calendario que establecía con exactitud los 365 días del año.
Así como los egipcios, usaron una escritura basada en símbolos y dibujos (jeroglíficos). Registraban
acontecimientos, fechas, recuento de impuestos y cosechas, guerras y otros datos importantes.
Desarrollaron mucho las matemáticas, con destaque para la invención de las cifras decimales y el valor
cero.
Hunab Ku: dios principal de los mayas. Era el dios creador de todo.
Itzamná: Señor de los Cielos, la noche y el día e hijo de Hunab Ku. Dios señor del cielo, de la
noche y del día. Era hijo de Hunab Kú.
La figura más importante del panteón maya es Hunab Ku, dios creador de Todo, señor del fuego y del
corazón. Representa la muerte y el renacimiento de la vida en la naturaleza.
Itzamná está vinculado al dios Sol, Kinich Ahau, la diosa Luna, Ixchel, representada como una vieja
mujer demoníaca.
Según esta idea, habría cuatro Itzamnás, correspondientes a las cuatro direcciones del Universo. En el
caso de los genios o de las divinidades, los Bacabs, por otro lado, aparecen sosteniendo el cielo,
identificados con los cuatro puntos cardenales, que a su vez están asociados a cuatro colores simbólicos
(este, rojo, norte, blanco, oeste, negro, sur, amarillo ), un árbol (la savia sagrada) y un ave. Según la
versión de algunos pueblos mayas, sería hijo de Hunab Ku, ser supremo y todopoderoso.
Chaac, que se destacaba por la nariz larga, ocupaba el lugar de dios de la lluvia y solía aparecer
multiplicado en chacs, divinidades que producen la lluvia vaciando sus calabazas y jugando hachas de
piedra. Las ranas son sus compañeras y actúan anunciando la lluvia. Ah Puch, Señor del noveno infierno
y dios de la muerte. Otras divinidades asociadas a las tinieblas ya la muerte son Ek Chuah, dios negro
de la guerra, de los mercaderes y de las plantaciones de cacao, y también Ixtab, diosa de los suicidios.
La similitud y los contactos entre la cultura maya y la cultura azteca explican la aparición entre los
mayas de la Serpiente Emplumada (Quetzalcoatl), que recibe el nombre de Kukulcan en Yucatán y de
Gucumatz en las tierras altas de Guatemala.
Esta Cultura se basaba económicamente en la agricultura del maíz, producción realizada por
campesinos que vivían en los alrededores de las ciudades-Estado.
En cuanto a la forma de organización del trabajo, esos campesinos estaban sometidos a una especie de
servidumbre colectiva, siendo el producto del trabajo realizado servilmente apropiado por los grupos
sociales dominantes, compuestos principalmente por guerreros y sacerdotes.
Los Mayas eran un pueblo agricultor que evolucionó desde la práctica de una agricultura extensiva de
rosas a un modelo intensivo que les permitió cultivar durante siete u ocho estaciones sucesivas. Por
ello, los mayas construyeron un sistema de canales que les proporcionaba agua durante la estación seca.
Su producción agrícola era abundante. Además de la trilogía agrícola característica de la zona
mesoamericana compuesta por el maíz, la calabaza y los frijoles, en esta cultura cultivaban numerosos
frutos y plantas, de los que obtenían alimentos, fibras textiles, materiales de construcción o medicinas,
entre otros.
La población se agrupaba en ciudades-estado, que en ocasiones los historiadores han comparado con
las polis griegas. Al frente de cada una de estas ciudades-estado se encontraba el que denominaban como
un " hombre verdadero ", que gobernada con la ayuda de un consejo integrado por sacerdotes y notables.
Esta era una sociedad bastante jerarquizada en la que los notables solían ocupar los cargos de
funcionarios locales. Los sacerdotes se dedicaban al culto, que incluía prácticas de carácter adivinatorio,
así como los sacrificios rituales. Eran también ellos los que desarrollaban los conocimientos científicos,
como los relativos al paso de las estaciones.
En consecuencia, los sacerdotes dirigían las actividades agrícolas y esto les daba un gran poder sobre la
población y su trabajo.
La mayor parte de la población se dedicaba al trabajo agrícola y del fruto de este trabajo se pagaban
tributos en especie. Sin embargo, parece que la aportación más importante de los habitantes hacia la
ciudad-estado se realizaba a través del trabajo en las obras de infraestructura.
Como la agricultura dejaba una cantidad considerable de tiempo libre a los mayas, éstos, de forma más
o menos voluntaria, dedicaban parte de este tiempo a participar en las obras.
A cambio, como compensación por su contribución obtenían alimentos o algunos artículos procedentes
del comercio en las otras ciudades-estado.
De este modo, los mayas construyeron acueductos, puentes, obras de drenaje, murallas, depósitos de
agua de lluvia protegidos contra las filtraciones, y grandes edificaciones públicas para la realización de
los cultos ceremoniales.