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Alfredo Aparicio
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All content following this page was uploaded by Alfredo Aparicio on 20 October 2016.
LA LOCURA de las TEORÍAS GEOLÓGICAS
Autor: Alfredo Aparicio Yagüe. Dpto. Dinámica Terrestre. Instituto de Geociencias CSIC‐UCM.
Madrid.
Desde hace muchos años algunos geólogos (pocos) venimos sufriendo una especie de
conspiración para evitar cualquier intento de modificación de las teorías impuestas por los
equipos científicos de este mundo global, teorías, en algunos casos, realmente increíbles (para
las mentes humanas), como: la teoría de las placas, complejos ofiolíticos, restos del manto en
la corteza, basaltos que vienen de lo profundo ( 600 Km.),peridotitas que vienen del manto,
isótopos que determinan el origen del magma, fases metamórficas y tectónicas distinguidas
por esquistosidades y texturas cristalinas, meteoritos que se estrellan y matan a dinosaurios
..etc.
Muy frecuentemente cuando ocurren terremotos y tsunamis salen por la televisión, prensa y
emisoras de radio, los grandes gurús geológicos‐geofísicos que nos indican que hay unas placas
que se juntan o separan y que producen estos sismos catastróficos, ninguno de estos
científicos pueden predecir cuándo ocurrirán estos hechos pero si saben la causa, las placas.
No hay ley física que permita que una placa sólida de 100‐150 km. de espesor penetre en otra
zona también sólida, o bien que una inmersión de una placa con miles de kilómetros de
recorrido limite a un solo punto la generación de un terremoto (epicentro). Esta situación tan
absurda se enseña en los colegios y universidades (por no hablar de los documentales en TV), y
si no lo aceptas te suspenden y no puedes obtener título alguno, pero, ¿quién está interesado
en mantener estas teorías?, obviamente los que la crearon, que han mantenido un control
férreo sobre las publicaciones científicas para que cualquier investigador que no crea en ellas
sea ignorado.
El problema es que los investigadores tenemos que vivir y nuestro sueldo se basa en
productividades que consisten en publicar en revistas de alto impacto que siempre están
controladas por estas grupos científicos, por lo tanto, o publicas trabajos de acuerdo con la
teoría de las placas o tendrás problemas. Así es como se mantienen teorías tan increíbles,
menos mal que los geólogos “teóricos” para salvar estas tremendas teorías cuentan con el mar
y la profundidad de sus abismos. Dicen, donde hay mar estamos a salvo de los objetores
,veamos porqué: casi el 100% de las placas están sumergidas, salvo si la colisión es continental
,en que ponemos una cordillera entre placa y placa, pero claro, no se puede decir siempre, que
donde hay una cordillera hay una placa porque entonces tendríamos cientos de placas , pero
no, estos autores son comedidos e inventaron solo unas pocas placas y para que nadie les dé la
lata se dijeron vamos a sumergirlas y así nadie puede comprobar nada. Vale, pero se os han
escapado algunos detalles y por poner un ejemplo, ¿dónde ponemos el choque entre la placa
africana y europea?, pues está claro, en el estrecho de Gibraltar, pero hete aquí que después
de centenares de trabajos publicados en revistas de CI (citation index ), que hacen subducir
estas placas en esta zona, resulta que no se pueden poner por ahí porque hay granito y
paleozoico similar al existente a ambas orillas de España y Marruecos (ver Sanchez Cela y
Aparicio 1997) ,la mala pata fue tener un estrecho de Gibraltar que se puede sondear
fácilmente y saber que no hay ni trozos ni trocitos de placa (miniplacas), ¿entonces? ,¿ habrá
que buscar una solución? porque las placas no pueden chocar en el aire. Es grandioso la
cantidad de trabajos (citation lndex CI ) que se han escrito sobre esta situación de las placas
europea y africana , pero la realidad cruda y dura para estos autores es que no les queda más
remedios que ponerlas chocando en zonas continentales (Europa y África ) ¿dónde? ahí surge
el problema.
Es posible que no se pidan responsabilidades por la cantidad de trabajos que se han publicado
y se siguen publicando con proyectos subvencionados por los gobiernos. Hubo mala suerte
para estos investigadores pues se hicieron numeroso sondeos y estudios geofísicos que
cambiaron las cosas, lo que en principio eran rocas volcánicas son granitos alterados, y lo que
sale a la superficie son rocas metamórficas similares a las que aparecen en el Rift y las Béticas
(Aparicio et al 1991). ¿Qué pasó entonces?, quizás hay teorías más sencillas que pueden
explicar el estrecho de Gibraltar como un sencillo alcance y captura entre dos cuencas
hidrográficas y ya está. En la totalidad de los casos la verdad más próxima está en las cosas
sencillas.
¿Cuantas teorías geológicas absurdas se mantienen así?, pues muchas.
Pasemos a otra de las mayores incongruencias geológicas: los basaltos vienen de las
profundidades mantélicas, a veces superando los 600 kilómetros (teoría de los puntos
calientes). Evidentemente no hace falta poner nombre a una idea que es cierta ,algo tiene que
fundir para producir un magma ,¿pero qué es lo que funde y dónde?. Desde tiempos primitivos
el fuego (volcanes) se asocia a algo profundo (infierno) y esta creencia pasa desde el hombre
primitivo hasta los científicos actuales (¿excelsos?) que siguen creyendo que el infierno
(magma) está profundo. Los datos por el contrario indican que son el resultado de fusiones de
rocas corticales sedimentarias que generan basaltos al igual que andesitas o riolitas. La mayor
incoherencia sobre este tema se da cuando “todos” los geólogos reconocemos que las
andesitas y series calcoalcalinas se generan por fusión, en la corteza, de rocas pelíticas. Mi
pregunta es ¿y el resto de las rocas sedimentarias que constituyen el otro 50% (en volumen)
como son las rocas arcillosas‐ carbonatadas, cuando funden, que tipo de magma se origina? ,¿
o es que solo funden las rocas pelíticas?, estas situaciones tan absurdas se mantienen hoy en
día sin querer rectificar lo más mínimo, y pobre del que intente modificarlo ,no podrá
publicarlo en ninguna revista. No sería más fácil admitir que la fusión en la corteza de rocas
sedimentarias arcilloso‐carbonatadas puede producir basaltos y rocas básicas magmáticas.
Parece muy lógico pero no se acepta (ver Aparicio et al. 2006,2010).
Cuando estuvimos trabajando en el plutón granítico del Sistema Central español era muy
frecuente encontrar diques de rocas básicas de dimensiones muy variables que para los
autores provenían del manto. Como consecuencia de la explotación minera de estos diques
muchos de ellos fueron vaciados totalmente de la roca caja (granitos ) y pudimos observar que
el dique se acababa a unos pocos metros de profundidad ( no pasaban de la decena) volviendo
a aparecer los granitos tanto a techo como a muro y bordes.. es decir tenemos un dique
“mantélico” sin raíces, sin zona de alimentación. En resumen estamos hablando de
“lentejones” de rocas básicas en el granito.. Por darle una explicación más sencilla ¿no serán
estos diques simples exsoluciones de la roca granítica? Y ¿no puede pasar este mismo proceso
en las rocas volcánicas? cuando un magma sálico da lugar a segregaciones básicas (basaltos) en
la cámara magmática.
No se trata de eliminar los procesos de diferenciación magmática que resultan evidentes en
algunas zonas volcánicas (como el paso desde basaltos a rocas sálicas) pero sí de tener la
suficiente amplitud de miras para explicar que es difícil que un magma basáltico, pobre en
sílice, origine por diferenciación rocas más síliceas como fonolitas, riolitas ..etc. No parece más
lógico que un material magmático más rico en sílice ( fonolitas ) se diferencie y produzca rocas
más pobres en sílice ( basaltos ).Sería más real y factible ( Aparicio 2012).
Pasemos a otro absurda teoría, bloques mantélicos que "aparecen " incrustados en los
complejos ofióliticos o en los grandes plutones graníticos o en series metamórficas de alto
grado metamórfico. En España tenemos famosos ejemplos como las peridotitas de Ronda y el
complejo de Cabo Ortega! (ver Aparicio et al 1987,1989 ) .En estos dos casos los geólogos
consideran que vienen directamente y sin intermediarios del manto ,es decir un manto sólido‐
semisólido que atraviesa una corteza sólida. ¿ milagro o error ? .Hay opiniones más aceptables
para el manto de Ronda ( ver Sanchez cela y Aparicio 1982 ) y para el manto de Cabo Ortegal (
ver Aparicio et al. 1987,1989).
Una simple observación de las formas de presentarse el manto peridotítico confirma una cosa,
¡siempre estas asociadas a series sedimentarias carbonatadas más o menos metamorfizadas ! .
Cuando un granito entra y contacta una serie sedimentaria pelítica hay una fuerte
contaminación del granito que se enriquece en los componentes de las pelitas , esto lo
reconocen todos los geólogos ,en cambio cuando contacta con series carbonatadas no parece
que haya contaminación (para estos geólogos ) cuando la realidad es que los minerales que se
generan ,anfíboles y biotitas, producen dioritas y gabros sin ningún problema (ver Aparicio y
Sanchez Cela 1972 y Sanchez Cela y Aparicio 1982) aunque para el resto de los autores que
trabajaron en estas áreas estas rocas no son el resultado de una contaminación sino que
vienen directamente del manto. Todos los geólogos saben que en un contacto de granito con
estos materiales sedimentarios carbonatados se forman skarns en donde las rocas están
formadas mayoritariamente por piroxenos y olivinos. Son rocas de silicatos cálcicos,
evidentemente paraderivadas, y la casualidad es que estas rocas tienen la misma composición
que las peridotitas mantélicas incluidas en el granito y en las rocas volcánicas y que según los
geólogos tradicionales vienen transportadas desde el manto. Es inimaginable que Alguien o
algo pueda arrastrar centenares de kilómetros un trozo sólido de este manto a través de la
corteza sólida, sin embargo ideas como estas se enseñan todavía en los colegios y
universidades. Cuando estas rocas de silicatos cálcicos se encuentran en los bordes de los
plutones graníticos nadie duda que son sedimentos metamorfizados pero si estas mismas
rocas de silicatos cálcicos están incluidas en el granito ya son mantélicas ( ver Aparicio y Santos
1984) .Normalmente rocas monominerales como calizas y cuarcitas suelen ser el límite para el
avance de la roca plutónica en su proceso de asimilación de la serie sedimentaria y no son
transformables en rocas de silicatos cálcicos por lo que constituyen un fuerte retroceso en el
avance de la intrusión magmática, así en granitos es frecuente la presencia de grandes restos
de metacuarcitas y mármoles que nadie osa decir vienen del manto pero cuando este
sedimento metamorfizado tiene anfíboles, piroxenos y olivino les viene a la mente el manto.
Un caso muy similar es el de los complejos ofiolíticos, simplemente con observar la descripción
del afloramiento que hacen los propios autores pro mantélicos se ve con precisión que
siempre hay rocas carbonatadas y granitos, estableciendo secuencias que indican que las rocas
mantélicas peridotíticas no son sino el resultado metamórfico del contacto entre granitos y
sedimentos arcilloso‐ carbonatados( normalmente de edad Cretácica) afectados por un
proceso de metamorfismo de contacto y metasomatismo ( Tectónica Alpina ).
En esta misma línea puede meterse el tema de los xenolitos mantélicos (dunitas,
lherzolitas…etc que aparecen en las rocas volcánicas básicas (basaltos, basanitas. picritas..
.etc). Las composiciones de estos xenolitos son idénticas a la de las rocas de silicatos cálcicos
de origen sedimentario (Aparicio 2010). Si se trata de la misma composición‐roca hay un
modelo mucho más sencillo que explicaría todos estos procesos. Las rocas magmáticas básicas
( basaltos,gabros..etc ) proceden de la fusión en la corteza de rocas sedimentarias, al igual que
las andesitas, en un proceso de anatexia y ultrametamorfismo, las restitas de esta fusión son
los restos de rocas de silicatos cálcicos que aparecen englobadas en los basaltos, es decir la
dunitas, wherlitas ,lherzolitas, gabros ...etc.( ver Aparicio et al 2006,2010).
Ahora viene lo más difícil de explicar, nos dirán que las relaciones isotópicas de Sr con valores
de O.703 definen la profundidad mantélica y los 0.709 la profundidad cortical. Pues no lo
vemos nada lógico, los autores que así piensan parten de mentirosos dogmas de fé. Veamos el
razonamiento de estos autores, como los basaltos vienen de las profundidades mantélicas (de
antemano y sin mayores pruebas que su propia afirmación ) colocan la génesis de los basaltos
en el manto, los 0.703 de Sr87/Sr 86 y valores “igualmente mantélicos” de otros isótopos que
se obtienen en estas rocas ,indican el manto. Es decir de entrada así lo definen y sin ninguna
prueba se aceptan estos valores como demostrativo de la petrogénesis mantélica. Cualquier
lector entenderá que no se puede asignar un valor al manto sin pruebas.
¿Qué hubiese pasado si por el mismo principio se hubiese asignado este valor a la corteza. ?,
las cosas hubieran ido por otros derroteros aunque ninguno de los dos casos correspondería a
la verdad, es decir los isótopos no definen la procedencia ( ver Aparicio et al 2006,2010).
Me acuerdo siempre como los geólogos ortodoxos generan siempre la Tierra y el Universo
mediante explosiones gigantescas, ¿Cómo? No sería más fácil explicarlo sin explosiones como
“algo” que va creciendo poco a poco mediante la agregación de partículas.
Los dinosaurios tuvieron que morir por un meteorito que chocó contra la tierra ,fijaros que es
un meteorito que tuvo que estar chocando contra la tierra 6 millones de años seguidos (que es
el tiempo que tardaron en desaparecer), porque si hubiese golpeado a la Tierra solo 4 millones
o 1 millón de años seguidos hubiesen quedado dinosaurios vivos , ¿ absurdo no?.
Diariamente desaparecen centenares de especies y se generan otras nuevas, las especies más
grandes tardan miles, millones o centenares de años en desaparecer ¿por qué explicarlo todo
por choques y explosiones?, no sería más fácil decir que no hay necesidad de meteoritos o
violencias de la naturaleza para explicarlo. Pasemos a buscar el lugar del impacto, se han
gastado millones de dólares o euros en buscarlo pero no se ha encontrado, pero como siempre
hacen los geólogos excelsos, pues si no lo encontramos en la superficie terrestre diremos que
está en el fondo del mar, no sé qué haríamos los geólogos sin el mar que cubre toda nuestra
ignorancia. Aún así, un grupo de entusiastas gastó millones de dólares en buscar el meteorito
en el golfo de Yucatan, mientras exploraban vendían la noticia a los periódicos pero cuando no
lo encontraron se callaron y aquí todos en paz, ¿no se puede pedir responsabilidades a estos
locos que malgastan nuestros dineros convenciendo a los políticos de una forma tan irregular?
Por supuesto que hay impactos de meteoritos en la superficie terrestre pero por favor analizar
bien lo que decís pues obligáis a nuestros hijos a aprender cosas erróneas que repetirán como
papagayos y que solo sirven para que los científicos excelsos puedan medrar destruyendo la
verdad.
Siempre me ha admirado la frialdad con la que se mantiene teorías como las fases
metamórficas y tectónicas basadas en la simple orientación de los pliegues o en la forma de los
minerales metamórficos. Cualquiera que coge una masa plástica o papel y la presiona sabe que
al mismo tiempo se generan multitud de pliegues con direcciones diferentes y todas se
producen al mismo tiempo, pues ¿por qué se decide que se producen en diferentes tiempos y
una detrás de otra? ¿ maravilloso no? . Me costó un montón de tiempo, y dejarme los ojos en
el microscopio, analizar las orientaciones de los microcristales que aparecen como inclusiones
en feldespatos y otros minerales, los minerales de las pressure shadows y de los cristales
envolventes (ver Aparicio et al 1979 ),es decir los cristales que conforman la Se ,Si y So.
.Los geólogos estructuralistas, por las formas de estas inclusiones, nos dicen si pertenecen a
una fase deformativa u otra. Pues bien todas estas inclusiones externas e internas presentaban
la misma orientación, es decir han sido originadas al mismo tiempo, tiempo que puede durar lo
que se quiera, pero que en ningún caso sirven para distinguir fase metamórficas o
deformativas. Lo más increíble es que al medir los cristales de las pressure shadows tenían la
misma orientación que el resto de las esquistosidades‐foliación (ver Aparicio et al 1979).
Estamos hablando de que las esquistosidades, que según estos autores representan diferentes
etapas metamórficas o deformativas, tienen todas la misma orientación en sus cristales (ver
Aparicio y García 1987 y Santos et al 1982). Los geólogos lo explican diciendo que un proceso
posterior metamórfico ha uniformizado la orientación de estos cristales que han recristalizado,
tomando una nueva y única orientación pero es obvio entender que este metamorfismo que
tiene suficiente intensidad para hacer desaparecer estructuras cristalinas anteriores también
haría desaparecer las diferentes esquistosidades dejando una única esquistosidad y parece ser
que esto no ocurre.
Vivimos en un mundo geológico de visionarios, recuerdo ahora el caso de la serpentinitas que
para no variar, y según los geólogos excelsos ,también vienen del manto ,pero ¿alguien ha
pensado donde están las rocas sedimentarias llamadas magnesitas?, rocas sedimentarias tan
abundantes en el paleozoico y que de repente han desaparecido en los palezoicos
metamorfizados. Habrá que pensar una vez más, no es más fácil decir que estas magnesitas se
metamorfizan y pasan a serpentinitas ,lo único que hay que añadir es sílice y si buscamos la
sílice veremos que los granitos están situados muy cerca de estas serpentinitas que además las
hidratan haciendo bajar sus valores isotópicos hasta valores "mantélicos”, si queremos creer
que los isótopos determinan algo.
La mejor forma que tienen los científicos ortodoxos para defenderse de los ataques racionales
y lógicos como los que expone este artículo es usar la geoquímica, de entrada, al igual que
ocurría con los isotopos, parten de que predeterminadas relaciones de elementos menores
tierras raras…etc. que encuentran en las rocas magmáticas básicas son del manto, y ante este
hecho tan tremendamente subjetivo nadie puede decir nada porque te discriminan. De esta
manera hay escritos millones de artículos y libros estableciendo parámetros geoquímicos
decisivos para decidir si una roca procede de diferentes ambientes. Veamos el ejemplo de los
basaltos que pueden ser del tipo 018, AIB, MOR B, N‐MORB, .. etc. I así un sinfín de galimatías
en los que se basa la ciencia geológica actual y que conlleva a que estos geólogos ortodoxos
inventen otras siglas cualesquiera para ser famosos (EMl, EM2,DM....) que no resuelven nada y
arman líos tan tremendos que no saben ni lo que dicen.
No parece más lógico no pontificar y dejar que diferentes opciones petrogenéticas puedan
explicar perfectamente la geología global y no imponer su verdad de forma tan tajante e
ilógica. Me acuerdo de un ejemplo muy sencillo, cuando en las rocas volcánicas se encuentran
cristales de cuarzo y feldespatos con los bordes corroídos es que el magma los "ataca" e
intenta adsorberlos, ¿no parece más fácil decir que son cristales que están creciendo y se han
detenido en su crecimiento al irse enfriando el magma?, pues parece que no, y es mejor
destruir que crear, será que el hombre es un ser destructor y no creador, siempre tendemos a
destruir y no crear. Nosotros (los heterodoxos) siempre pensamos que el mundo se está
construyendo y no explotando.
Otro tema que no quiero dejar de citar y que me parece muy divertido es el de los neises
ocelares, neises “ojo de sapo” y la multitud de nombres asociados a los neises con grandes
cristales de feldespato o cuarzo rodeados por una foliación micácea que "atestigua" que son
clastos anteriores al metamorfismo, bien se trate de rocas volcánicas metamorfizadas y cuyos
fenocristales se han conservado después de experimentar el metamorfismo de alto grado y
deformación consecuente, o se trate de clastos heredados en una roca sedimentaria
metamorfizada . Hay geólogos que pensamos que se trata de un proceso de simple blastesis
metamórfica y por tanto se trata de neises porfiroblásticos (ver Aparicio y García 1975).
Veamos la cuestión racionalmente, como ya dijimos anteriormente estos blastos tienen
inclusiones que dan la misma orientación que la foliación envolvente y que los cristales que
forman la zona de pressure shadow. No es explicable que un metamorfismo de 650‐ 800ºC y
presiones de varios kilobares deje incólumes estos blastos. Por otro lado no he conocido rocas
riolíticas con feldespatos de 15 cms., me dirán que sí hay granitos con estos cristales,
efectivamente, pero en este caso ya no son clastos sino cristales en granitos metamorfizados.
Si analizamos los afloramientos de estas rocas ocelares, siempre están en contacto con
granitos y siempre tienen su techo en una roca monomineral normalmente metacuarcitas o
mármoles que impiden el paso de los granitos, ¿ no es más sencillo explicar cómo las rocas
pelíticas se van transformando y metasomatizando por la entrada de material granítico apical
,es decir feldespato y cuarzo, al mismo tiempo que esta "actuando" un proceso metamórfico‐
deformativo ¿. Otro punto a considerar es que por debajo de los neises porfiroblásticos no se
encuentran nunca sedimentos, tan solo granitos. Hay numerosos ejemplos en la naturaleza en
la que los porfiroblastos (de cuarzo y feldespato) aparecen creciendo dentro de series
pizarrosas y esquistosas contactadas por el granito. En este punto podemos acordarnos de las
famosas series volcánicas “riolíticas” del algunas áreas pizarrosas (Faja Píritica en Huelva), es
decir ¡riolitas aparecen incluidas en pizarras!, si las observaran y cartografiaran correctamente
verían que se trata de rocas pizarrosas muy modificadas en su composición por la entrada de
materiales graníticos.
Efectivamente tales "riolitas” contienen hasta un 90% de cuarzo (ver Aparicio et al.1996 ),
¿alguien conoce riolitas con estas composiciones? pues hay geólogos que sí y para zafarse del
tema deciden que hay una fuerte alteración ,¿de qué tipo?, superficial, hidrotermal,
magmática ...etc..En contacto con estas pizarras hay siempre granitos apicales, es decir se trata
de acumulaciones de cuarzo y feldespato que estos autores definen también como riolitas. Lo
más triste es que se dan series estratigráficas en función de estas rocas aplíticas.
Me acuerdo de la anécdota de unas famosa cuarcitas negras que definían el precámbrico en
algún lugar de la Península Ibérica (Extremadura), cuando las vimos dijimos al autor que se
trataba de corneanas, no obstante el autor siguió manteniendo que esas rocas eran cuarcitas y
precámbricas y sirvieron para establecer una serie tipo, creo que esa anómala deducción sigue
flotando hasta hoy en día. Todavía otra anécdota sobre el precámbrico Ibérico (provincia de
Toledo), algunas de las formaciones ocelares que allí aparecen sirvieron para establecer
discordancias entre diferentes precámbricos, al final se trataba de una formación milonítica
con blastesis pronunciada de feldespato y cuarzo que separaba un cámbrico de bajo grado
metamórfico de otro cámbrico metamorfizado de grado alto (ver Aparicio 1970,1971).
Una de las cuestiones que más me llama la atención son los criterios que se usan para
distinguir si los granitos son sincrónicos o no con la deformación y el metamorfismo. Los
geólogos ortodoxos y heterodoxos exponen que si un granito presenta una foliación
concordante con el metamórfico encajante (aunque el contacto entre ambos sea discordante,
metamorfismo, deformación y plutonismo son sincrónicos, pero ¿qué pasa en los casos en que
esta foliación se pierde suavemente, sin discordancias y sin contactos bruscos en el granito? ¿
se puede distinguir entre un granito sin y otro pos?. Para todos los autores el granito con
foliación es sin y el que no la conserva es pos aunque como se observa se trate del mismo
granito que va perdiendo suavemente la foliación. Sin embargo existe otra explicación mucho
más sencilla: que ambos son sincrónicos, entonces el granito que no presenta foliación y el que
la presenta son lo mismo, tienen la misma edad e intruyen al mismo tiempo, quizás lo que
suceda es que un magma está penetrando en un terreno sedimentario que se está
metamorfizando al mismo tiempo que se está deformando y va construyendo la misma
foliación en la roca plutónica que en la roca metamórfica, roca plutónica que en el contacto
con el metamórfico y sus proximidades se enfría más rápidamente que el resto del plutón y
que a medida que nos alejamos de este contacto se trata de un magma más caliente y
totalmente movilizado que no adquiere ninguna orientación pero no por eso deja de ser
sincrónico en todo. Las edades isotópicas, bien estudiadas, confirman estos datos dejando sólo
como granitos postectónicos o sintectónicos tardíos las formaciones apliticas y pegmatíticas
que son los últimos diferenciados de este plutón ( ver Aparicio et al.1977).
La controversia sobre la existencia o no de rocas Precámbricas en España ha sido tema
polémico en los últimos año, numerosos cámbricos sin fósiles han sido tratados como tales
pero la realidad es muy diferente, en Toledo y el valle de Alcudia se intentó así datar la serie”
verde “pizarrosa del cámbrico medio‐ inferior y aparecieron fósiles del cámbrico ( ver Aparicio
y Gil Cid 1972 ), es evidente que aunque no hubieran aparecido fósiles seguirían siendo
cámbricos todos los materiales que están por debajo de las cuarcitas ordovícicas hasta llegar al
granito intrusivo que siempre es el contacto inferior con el cámbrico, bien sea cámbrico
inferior, medio o superior. La ausencia de fósiles no debe ser usado para indicar precámbrico,
hay que ver la secuencia estratigráfica para ver que no hay discordancias y que el granito es la
base de esta secuencia. El problema está así resuelto con las pizarras cámbricas, tengan o no
fósiles, pero al fallarles esta idea de la existencia del precámbrico con las pizarras los
diferentes autores siguieron obstinadamente con la idea de que los neises porfiroblásticos
representaban al precámbrico (ver Aparicio et al 1975, Sanchez Cela y Aparicio 1975). Hay
montones de hojas del mapa geológico nacional con estos engañosos precámbricos, a pesar de
que la única discordancia que encuentran es de tipo metamórfico, ya dijimos que estos neises
porfiroblásticos se forman a partir de materiales pizarrosos‐esquistosos del cámbrico
inyectados y metamorfizados por granitos. Estos mismos granitos en otros puntos contactan
con la serie verde cámbrica por lo que es muy probable que los neises porfiroblásticos se
formen en estos materiales pizarrosos por conjunción entre el proceso metamórfico y la acción
de inyecciones cuarzo feldespáticas provenientes del granito. Hay áreas en las que los neises
porfiroblásticos se asocian a una secuencia metamórfica normal de pizarras, esquistos y neises
pero siempre en contacto con granitos ( ver Aparicio et al. 1987 ), pero en otros casos las facies
porfiroblasticas están situadas como lentejones dentro de facies pizarrosas y esquistosas, en
este caso no puede asociarse exclusivamente a un proceso metamórfico la génesis de las facies
porfiroblásticas sino a la intrusión de materiales graníticos en pizarras durante la fase
deformativa. Observar que los granitos en estos casos están aflorando muy próximos a estas
facies porfiroblásticas aunque aparentemente no contacten con ellos. Es importante constatar
que en todos los casos de aparición de las facies porfiroblásticas, y al igual que en las series
pizarrosas cámbricas, el límite superior estratigráfico lo definen las cuarcitas del ordovícico.
Todo esto elimina la idea de que las rocas porfiroblásticas tienen representación estratigráfica
precámbrica o de cualquier otro periodo.
Otro lugar de fuerte interés geológico en la península Ibérica es la zona Bética con su
enigmática división en complejos (Maláguides, Filabrides …etc) ¿Es posible que en pleno siglo
XXI se siga manteniendo estas poco definidas divisiones?. Estamos de acuerdo que por el
momento no hay fósiles pero se encontrarán, ello no justifica la ausencia de una estratigrafía
mínima que en términos litológicos permite distinguir un cámbrico, ordovícico y silúrico como
se han distinguido en otras áreas hercínicas españolas (Ver Aparicio y Garcia 1997). Todavía es
más dramático cuando se recurre a grandes cabalgamientos para explicar estas unidades. Las
edades isotópicas dan paleozoicas, en ningún momento precámbrico.
Me acuerdo cuando en las prebéticas se daban como cabalgamientos lo que simplemente eran
deslizamientos gravitacionales entre materiales resistentes del Jurásico y deslizables del Trias
(Ver Sanchez Cela y Aparicio 1971y 1972 ).
SOLUCIONES.
A pesar de todas estas teorías impuestas, y falsas desde un punto de vista lógico, es cierto que
hay que ser positivos y tratar de solucionar problemas, no basta poner en evidencia la
contradicción de las teorías geológicas actuales sino que es necesario intentar encontrar otras
explicaciones a las grandes teorías.
Si no necesitamos las placas ¿podemos encontrar mecanismos más sencillos que expliquen los
terremotos y la dinámica terrestre ?. Pues sí, los tenemos a la vista, y todos los geólogos
reconocemos su existencia y las vemos, se trata de las modestas fracturas, ellas por si solas
explican los procesos que ocurren en nuestro planeta. Pero hay que partir de otro hecho
conocido, todos los sondeos profundos realizados hasta ahora y los que se hagan en un futuro
solo encuentran sedimentos y al final acaban en rocas metamórficas y granitos. Aún hay más,
los sondeos geofísicos dan siempre una superficie de ruptura de la corteza con lo que hay
debajo, (podemos llamar a esta superficie STD ‐ Moho o STD), que se sitúa entre unos pocos
kilómetros y 50 km. con un valor medio de 25 km.
La corteza que ocupa la superficie terrestre está asentada sobre una superficie térmica
diferencial (STD) cuya temperatura se muestra variable. No es necesario buscar fuentes
energéticas para generar esta STD, es la propia dinámica terrestre, con una Tierra que en su
giro es la que genera la suficiente energía para calentar y fundir por zonas los materiales
corticales y producir la superficie STD. Esta capa estaría a temperaturas muy variables y en
algunos puntos se produciría fusión (magmas) o bien procesos metamórficos a menores
temperaturas. La diferencia entre un estado más o menos sólido de esta STD seria fuente de
mayores o menores dislocamientos en la zona cortical. Si la Tierra gira, es evidente que la
corteza se desplazaría o intente desplazarse sobre la superficie sólida situada por debajo de la
STD con lo que se generan multitud de fallas más o menos profundas (normales, inversas,
transformantes y horizontales) dependiendo de la mayor o menor movilidad de los bloques
corticales que se separan o juntan según las condiciones térmicas de la STD. Todo el conjunto
de macro, meso y microfracturas así generadas, producen traslaciones horizontales (fallas
horizontales paralelas a la superficie terrestre) y consecuentemente fallas verticales
generando depresiones, cuencas sedimentarias, orógenos, suturas magmáticas..etc. y
posteriormente los procesos catastróficos, terremotos, volcanes, tsunamis...etc.
Es evidente que la superficie terrestre se encontraría compartimentada en bloques corticales
con mayor o menor movilidad "flotando " sobre una STD cuya base tiene que ser una
superficie más resistente y a menor temperatura (una vez visto que las peridotitas, wherlitas,
dunitas, lherzolitas..etc son rocas sedimentarias transformadas a rocas de silicatos cálcicos). Lo
más posible es que se trate de rocas graníticas que hacia el centro de la Tierra pasen a
materiales más ricos en Fe y Mg capaces de generar un núcleo férrico frio y por tanto un
campo magnético terrestre como el actual. Es obvio que el desplazamiento de los bloques
corticales modifica la situación del polo magnético y del polo terrestre como se confirma con
los datos actuales.
El desplazamiento de los bloques corticales por encima de la STD explicaría la existencia de un
sismo principal y el cortejo de sismos secundarios o réplicas que pueden durar varios meses
pues la movilidad de la falla no es instantánea y puede prolongarse en el tiempo.
La gran ventaja que tenemos con esta teoría de los bloques corticales (Aparicio 2013) es que
fracturas tan enormes las vemos en superficie, e incluso podemos medir su movilidad aunque
estén enterradas por sedimentos recientes o campos extensos de coladas volcánicas. Por lo
tanto no hay que imaginarse placas que no se ven o están sumergidas y que además
mecánicamente no resultan viables, es decir no hace falta introducir conceptos como litosferas
ni astenosferas ni "feras " de ningún tipo, sólo bloques desplazables por la propia energía del
giro terrestre.
En las zonas de STD donde se produce fusión es evidente que se generan magmas de cualquier
tipo y su composición dependerá exclusivamente del material cortical que funde, si es sílico
alumínico se generan magmas andesíticos y si arcilloso carbonatado, magmas basálticos y
básicos.
Magmas de cualquier tipo pueden por tanto ser generados en función de la composición de la
corteza que funde ,como son los magmas lamproíticos, kimberliticos, carbonatíticos,
fonolíticos ...etc. (ver Aparicio y Garcia 2008).
Abril 2016
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