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1. SEÑALES GENERALES
Las señales generales son aquellas que dan fe que la persona ha recibido
realmente la promesa del Espíritu Santo. Se denominan así porque ocurren
en todos los casos en que se produce el Bautismo del creyente en El
Espíritu Santo.
a. EL HABLAR EN LENGUAS
Por último es necesario decir que esta señal por dejarse notar en el mismo
momento que la persona recibe el Espíritu Santo es una señal inmediata y
al manifestarse sonoramente se considera una señal audible
Es necesario señalar que si bien el fruto del Espíritu Santo está compuesto
por nueve gracias sobrenaturales, no es menos cierto que este fruto es
uno solo, lo que implica que nadie puede dar en su vida una de las gracias
y las demás no, sino que al ser un solo fruto, todas las gracias que lo
componen deben generarse en la vida de quien ha recibido el Espíritu
Santo
Por último cabe mencionar que al ser esta una señal que se deja ver en el
cristiano a lo largo de su vida cristiana y asimismo que se nota en hechos
y actitudes concretas, esta señal se ha catalogado como una señal mediata
y visible.
2. SEÑALES PARTICULARES
Las señales particulares son aquellas que no han sido dispuestas para toda
persona que ha recibido el Espíritu Santo, sino que el Señor las hace
manifiestas para cada uno en particular.
(Leer en ese momento las siguientes citas: Hechos 2.1-4; Hechos 10.44-46;
Hechos 19.5-6).
Si nos damos cuenta en cada caso hubo señales que no se repiten en los
demás, como por ejemplo una señal sensitiva como un viento recio,
señales audibles como profetizar o un estruendo, o señales visibles como
apariciones de fuego.
Los pecados contra el Espíritu Santo son las ofensas y/o faltas particulares
hechas por el ser humano, dirigidas de manera directa contra el Espíritu
Santo.
Por las entidades de las faltas y también por el contrario quienes han sido
dirigidas, estos pecados se consideran delicados y de naturaleza grave, por
lo que todo cristiano debe abstenerse de cometer alguna de estas
infracciones. Los pecados contra el Espíritu Santo son.