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INSTITUTO
1991
Parte: LA ESTRUCTURA URBANA.
1. LA CIUDAD ........................................................ 17
El Componente Económico ................................ 18
El Componente Social .......................................... 18
El Componente Político ....................................... 19
El Componente Físico .......................................... 20
V. TEORIAS DE CONFORMACION DE
ESTRUCTURA URBANA ................................ 30
Teoría de Expansión Concéntrica ...................... 30
Teoría Sectorial ............................ 32
Teoría de Expansión Multicéntrica .................... 33
121
VI. ELEMENTOS DE LA ESTRUCTURA
URBANA ............................................................. 35
Suelo ....................................................................... 36
Usos del Suelo ...................................................... 36
1. Residenciales ......................................... 37
2. Central y Distritos Comerciales ............ 37
3. Industriales ............................................
4 . Grandes Equipamientos ..................................
...................................................... 41
1. Red Ferroviaria ................................................ 42
2 . Red Vial ............................................................. 42
Conflictos y Tendencias ....................................... 43
1. DEL SUELO
URBANO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
122
Residenciales .............................................. 59
1. Forma en que se Agrupan las Viviendas ........
2. Tipos d e Densidad ............................................ 62
2.1. Configuración de distritos residenciales
s e g ú n distintas densidades ............................ 62
2.2. Estructura global de las urbanas 64
Industriales ................................................. 65
1. La Gran Industria ............................................. 66
2. La Pequeña Industria .......................................
El Equipamiento Urbano .................................... 69
Arcas Comerciales ................................................ 71
1. El Comercio Minorista ..................................... 72
2. Evolución Locacional de los Comercios ........ 77
3. El Centro de la Ciudad: D.C.U. ...................... 78
4. Comercio Mayorista y Depósitos .................... 81
CONCLUSIONES .......................................................................
PRIMERA PARTE:
LAESTRUCTURAURBANA
CIUDAD: SUS COMPONENTES
17
en cuatro componentes cuales son el económico,
el social, el político y el físico.
El Componente Económico
El Componente Social
El Componente Político
19 20
facto- res de poder, las medidas serán implementadas con efectividad,
si no
19 20
lo hay, el grado de aceptación real dependerá del elemento domi- nante
de la comunidad.
El componente Físico
19 20
cuando aquella se resiente o altera, el órgano se En este
planteo, los espacios físicos carecerían de valor propio, siendo
19 20
ples excrecencias de las actividades, particularmente de las de pro-
ducción e intercambio. Esta interpretación sectorial que privilegia
con énfasis casi excluyente los aspectos funcionales del hecho urba-
no, descuidan un rasgo esencial de la naturaleza de las ciudades. Ca-
rece de sentido no sólo para el ordenamiento físico, sino también pa-
ra la misma comprensión de lo real, ya que como lo hiciera notar
Chabot: “sólo en raras ocasiones el plano se halla imperativamente
determinado por la
De hecho, la estructura urbana es el resultado en un momento da-
do de la interacción de esos componentes fundamentales que hemos
agrupado en económicos, sociales, políticos y físicos, de modo tal
que no pueden considerarse separadamente sino con meros fines
analíticos. Como no existe aún una teoría de sistematizar una
matríz interrelacionada de estos factores, la determinación de la es-
tructura urbana debe manifestarse como un proceso abierto que bus-
ca plasmar en una forma empírica el equilibrio necesario de los mis-
mos.
Cada uno de los grupos componentes tiende a tener consecuen- cias
propias sobre la estructura urbana, pero, debido a la acción simultánea
de los restantes, el resultado final puede ser muy distinto
a las consecuencias anticipadas al considerar un factor en particular.
Esto evidencia la distorsión que se comete al privilegiar
mente uno u otro componente por separado y tomarlo como explica-
ción exclusiva de la realidad.
Es obvio que ningún esquema intelectual puede ni
considerar las complejas de todo tipo que convergen
en la definición de una estructura urbana, sin embargo, en el mo-
mento actual de desarrollo de la entre nosotros, la importan-
cia que tiene la referencia al conjunto de los componentes urbanos
que hemos descripto, es fijar la atención en consideraciones muchas
veces dejadas de lado u olvidadas por exceso y por defecto.
21 22
Dentro del marco expuesto, la relación entre las actividades y sus
21 22
correspondientes equipamientos puede verse en el cuadro 1. Las
actividades, en términos generales, se en:
1. “Actividades dentro de sitios” o
vinculadas a un emplazamiento.
2 . “Actividades entre sitios” o
Las primeras se refieren a actividades localizadas, como las
actividades industriales, comerciales, residenciales, recreativas, etc.,
mientras que las segundas se refieren a de todo tipo que se
producen entre actividades localizadas, como por cjcmplo: flujos de
información, personas, bienes o dinero.
Las actividades entre sitios o flujos pueden ser vistas como una
expresión de las relaciones funcionales entre actividades
Las estructuras físicas que acomodan estas actividades pueden
clasificarse en:
1. “Espacios adaptados.”
2 . “Canales.”
Los espacios adaptados se refieren a los terrenos y edificios que
contienen actividades vinculadas a un emplazamiento como fá-
bricas, escuelas, etc., mientras que los canales se refieren a
las redes de transporte y comunicación que conducen los flujos.
21 22
CUADRO 1
ESPACIOS
ADAPTADOS
CANALES
(FLUJO DE
,
ciudad caracterizadas por su población y por el uso y ocupación del
suelo, y las relaciones a los flujos de personas, bienes e información
que se establecen entre zonas. Además de estos flujos, las zonas
mantienen relaciones posicionales entre sus atributos o
cas, como por ejemplo el grado de la jerarquía de los
equipamientos, la complementación funcional, etc. que podríamos
denominar relaciones estáticas por relacio-
nes dinámicas a los flujos. (cuadro 2)
ciudad es un sistema esencialmente dinámico que se conforma
en un proceso histórico y está sujeto a un permanente cambio en el
tiempo, razón por la cual, para poder comprenderlo y explicarlo, a
excepción que contáramos con un modelo macro-espacial-dinámico,
deberemos determinar estados característicos del mismo en distintos
momentos pasado, presente o futuro. Es decir, que lo que tratamos
de determinar es la manera en que el sistema reune conjuntos de ele-
mentos con sus relaciones espaciales, que presentan una cierta per-
durabilidad temporal.
En definitiva, estamos buscando representar una forma particular
de equilibrio, una del sistema denominado “Estructura
Urbana”.
24
C U A D R O
ATRIBUTOS
ESTATICAS
0
FUNCIONAL
DINAMICAS
FLU JOS
PERSONASP L U J O S DE
P LU JO S
tructura del cuerpo humano, de un de una historia y, en ge-
neral, de toda obra de ingenio.
El espacio urbano se conforma mediante un conjunto de activida-
des localizadas en el suelo -espacios adaptados- y vinculaciones que
entre ellas se realizan, a través de diversos canales, y que convergen
en una determinada composición. Pero ni esos espacios adaptados,
ni esos canales son en sí la estructura. El concepto de estructura es
mas ámplio y mas abstracto que el de espacio construído. Es por eso
que puede hablarse no de estructura física sino también econó-
mica, social, política, etc. pero, a los del planeamiento físico y
con propiedad sólo corresponde hablar de la estructura física de la
ciudad, la cual es, obviamente, consecuencia y cristalización arqui-
tectónica, es decir espacial, de todo el resto de actividades urbanas.
evidente que sin unos determinados espacios adaptados y ca-
nales no existe estructura, pero no deben confundirse las especies.
La estructura es el plan de la ciudad, es lo obra sobre el espacio
urbano conformándolo y dejándose a la vez influir por él. Confun- dir,
por consiguiente, la estructura con un conjunto mas o menos am- plio
de espacios adaptados, o lo que es mas común todavía, con un cierto
patrón de calles lineal- es lo que ha
a la pérdida de identidad hecho urbano.
La estructura urbana es lo que da sentido de unidad a la ciudad,
es lo que un “dentro” digno de distinguirse con el
de Siguiendo lo expresado por Ortega”, la ciudad
puede ser considerada como un afuera respecto de los hogares de las
familias, pero un dentro sin techo pero arquitectónicamente confor-
mado. Eso determina precisamente el hecho dc que una ciudad pue-
da ser arquitectura. Una ciudad será mas personal, única c inconfun-
dible, cuanto mas tenga una expresión de interioridad, de dentro.
Siempre que se recorre una ciudad se lo hace por un dentro arqui-
tectónico sin la expresión de ese “dentro”, en calles,
plazas, fachadas, hitos y monumentos, es la estructura urbana, que SC
a través de la vivencia de los espacios urbanos.
El fundamento de la ciudad está en los espacios libres, en ese
dentro sin techo. El concepto de espacio urbanístico produce la
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tructura y a la vez, ésta sobre el concepto de espacio urbanís-
tico. Es decir que la estructura urbana es el soporte de la ciudad,
27 26
ro a su vez se condiciona por el concepto que un pueblo, una socie-
dad, un urbanista tiene de la ciudad.
La expresión “estructura urbana” tiene una larga tradición en el
planeamiento urbano, aún cuando su significado ha ido variando en
el tiempo. En un principio se entendía a la estructura urbana como la
mera forma física de la ciudad y en uno de los textos clásicos de la
materia se afirma que “la estructura espacial urbana se refiere al or-
den y las relaciones entre elementos físicos clave de las áreas urba-
nas, a como evolucionan y pasan a través de transformaciones en el
tiempo y en el espacio”.’ Este era un rígido y estático de es-
tructura urbana que soslaya aspectos tan importantes de la ciudad
como los componentes sociales, económicos y políticos, y la reduce a
un elegante esquema gráfico.
Las corrientes mas modernas del planeamiento urbano parten de una
concepción diferente, en tanto consideran a los aspectos físicos como
uno mas entre los componentes de la estructura y centran el interés
las actividades urbanas persistentes en el tiempo y en las
comunicaciones recurrentes.
Ya en el autor citado anteriormente, anticipando los cam-
bios que vendrían en la disciplina agrega: “otra vertiente teórica se
interesa en las actividades de la gente y sus instituciones y en la
interacción que estas actividades del enfoque,
nos pueden interesar no sólo las relaciones espaciales entre activida-
des y entre espacios en un momento particular en el tiempo, sino
también extender estas relaciones a un marco dinámico,
nos en los patrones de interacción y en los patrones de uso del espa-
cio y sus en sentido evolutivo en el
Esta forma de abordar el tema está estrechamente relacionada
con el enfoque sistémico del planeamiento que entiende a la ciudad
como un sistema totalidad compleja y dinámica. El estudio de este
tipo de sistemas hace necesario buscar formas de representarlos a
través de “estados de equilibrio”, es decir, formas en las cuales el
engloba conjuntos de componentes y sus relaciones espaciales
con cierta perdurabilidad en el tiempo.
27 26
Según este enfoque, la estructura urbana representa a la ciudad, pero
no como en una fotografía donde están todos los detalles y has- ta los
hechos circunstanciales, sino mas como una síntesis donde
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aparecen solamente aquellas actividades, espacios y relaciones que
tienen una cierta perdurabilidad en el tiempo. Con este enfoque se
ha enriquecido el concepto, transformándolo en un importante ins-
trumento de de la realidad urbana.
A estas características, Randle agrega que la estructura urbana
posee una unicidad básica superior distinta la suma de sus partes y
cita: “Paul de ello ejemplificando ambas
condiciones con la rotura de la caparazón de un molusco y de un gui-
jarro. Partiendo de uno u otro obtienen diferentes resultados,
pués medio guijarro es a su vez otro guijarro, en tanto que los dos
trozos de caparazón ya no pueden ser como nuevas
unidades sino como fragmentos de un todo.
la estructura urbana presenta una indisoluble unidad, en la
cual el conjunto de relaciones internas estables y de la
ciudad responden al principio de prioridad del todo respecto
de las partes.
estructura urbana está conformada por elementos -es-
pacios urbanísticos y arquitectónicos- es esencialmente una noción
física, pero que no se agota en lo meramente constructivo, sino que
se trata de espacios sociales en los cuales se alberga la misma vida
humana. Por eso señalamos que la estructura urbana se capta en el
plano y en su evolución ya que son los que expresan el carácter
mismo de la ciudad.
El plano urbano, como lo hiciera notar Max responde a
las funciones ciudadanas, se adapta a las condiciones propias del si-
tio y del tiempo y, a la vez, registra la historia del aglomerado. Se re-
fleja en la estructura urbana lo durable y permanente de la ciudad,
tanto como lo que es resultado de su
Esta noción de “durable y permanente” es lo que caracteriza a la
estructura urbana y, según entre los espacios y las
funciones se establece una relación compleja que asegura una relati-
va unidad expresada en la permanencia del plano.
Así, la estructura urbana es lo remanente a de las
y las funciones cambiantes en el tiempo son momentos varia-
bles en la realidad de su estructura.
La estructura se capta a través de los espacios y de los edilicios
que generan, en el devenir de los años, un trazado y un piano
terfsticos. “Es por esto que los hombres, arraigados en su ciudad, se
resisten tanto a las modificaciones del plano, aún cuando ellas estén
guiadas por motivos legítimos. de esta fidelidad a formas
arcaicas, encontramos algo que hemos podido estu-
diando las condiciones históricas del crecimiento de las ciudades, al-
go que ha aparecido al tratar la de las funciones
es el espíritu municipal, 0 si se quiere, el espíritu urbano. Una
ciudad no representa solamente una masa de afincados a lo
largo de la calle, un conjunto de individuos llegados de todos los
puntos horizonte y, por así decirlo, intercambiables. Sus
no permanecen en el lugar solamente por la de
y de los intereses económicos. Tienen en común una tradi-
ción una manera de sentir y de expresarse, un cierto
DE CONFORMACION DE ESTRUCTURA
URBANA
Teoría de
2. Zona de Transición
Esta zona está caracterizada por la variedad de utilización. Co-
mienza la zona residencial, caracterizada por grandes mansiones o
palacetes, de los que actualmente una parte va siendo transformada
en edificios de o de oficinas. Algunas de estas gran-
des residencias pero con nuevos usos, talcs como anticua-
rios y salones de té. En algunos sitios los edificios, ahora
ostentan cartelcs anunciando habitaciones para alquilar o pensiones
baratas; los alojamientos, míseros, son ocupados, en parte por los
emigrantes proccdcntcs campo. También ocupan este anillo las
al vicio.
4. Zona Residencial
En esta zona, aunque en medida se superpone con la ante-
rior, se encuentran viviendas de superior categoría, a
la clase media y a las clases elevadas.
5. Periferia
En esta zona viven las clases de nivel mas elevado y aquellos cuyos
lugares de trabajo se encuentran próximos al domicilio, entre los que
son de destacar los a núcleos de población que han
sido captados por la ciudad en su
Cuando la ciudad crece, las zonas descriptas en el esquema,
dcn a hacia el exterior, ocupando Por
el contrario, las zonas estacionarias,
mientras
31
que la actividad comercial de la zona de transición, tiende a reple- garse
sobre la central, convirtiéndose entonces la de transición en área
residencial de condiciones.
La de Burgess, desarrollada en el primer tercio de este si-
glo, adolece de una excesiva simplicidad, por lo que ha sido muy
criticada, aunque muchas veces se ha olvidado el espíritu de su autor
que la consideró como un esquema de crecimiento muy general que
cumplirían las ciudades cuando no hubiese fuerzas opuestas a su de-
sarrollo.
Por otra parte, debemos hacer notar que la teoría de Burgess tie- ne
una aplicación mucho menor en las ciudades europeas y argenti- nas
que en las de los Estados Unidos de para las que
desarrollada y sobre las que se basa. Por ejemplo, el concepto de área
de transición no se corresponde con la realidad observada en nuestro
país. En cualquier caso, la teoría de Burgess parece supera- da y ha
sido ventajosamente sustituída por las otras dos que describi- mos a
continuación.
Teoría de Sectorial.
32
dcncial de alto nivel, constituida por el barrio norte que partiendo del
distrito central conforma una línea de desarrollo residencial de elevados
ingresos que se prolonga en Palermo, Martinez y San Isi- dro.
Así, este esquema, aunque también ha sido sometido a muchas
críticas, supone un notable perfeccionamiento sobre la teoría de
Burgess y ha causado un profundo impacto en el planeamiento
físico.
de Expansión
33
señala que tanto el número como la función de cada núcleo va-
ria de un área metropolitana a otra. La agrupación de las zonas des-
tinadas a usos específicos alrededor de esos núcleos se debe a varios
factores que determinaron la distribución de las actividades de la
ciudad:
1. Algunas actividades requieren determinadas condiciones,
ejemplo: las relacionadas con el centro requieren, elemento
fundamental, la accesibilidad lo cual lleva a la concentración de
comercios, servicios y oficinas en el distrito comercial central;
2. Hay actividades que necesitan, para su mejor desarrollo, agru-
parse con otras similares, como ocurre con ciertos negocios espe-
cializados, como la venta de repuestos automotores, la venta
de relojes -cuyo ejemplo típico es calle Libertad en la ciudad de
Buenos Aires- o la compra-venta de muebles usados en la cerca- nía
de la estación del ferrocarril en La Plata;
3. Determinadas actividades o usos del suelo excluyen a otras, co-
mo sucede con las zonas destinadas a la industria pesada o moles-
ta y las áreas residenciales de alto nivel. Ejemplos típicos lo cons-
tituyen el “barrio norte” en La Plata y “Palermo chico” en Buenos
Aires;
4. El precio necesario para establecerse en determinadas zonas de
la ciudad no puede ser pagado por algunas actividades, por lo que
estas son automáticamente eliminadas por el mercado;
5. Ciertas localizaciones especializadas como puertos, parques in-
dustriales, depósitos de acopio general, etc. requieren grandes es-
pacios que conforman distritos característicos, como por ejemplo
la zona de la destilería de Y.P.F. en Ensenada;
6. La fusión de distintos centros urbanos que durante cierto tiem-
po, habían crecido separados, como en el caso de La Plata y Los
Hornos, configuran en torno de los respectivos distritos centrales,
núcleos múltiples;
7. Finalmente, la expansión urbana generada por los ferrocarriles
suburbanos y la generalización del uso de automóviles, que ha
producido localizaciones residenciales con poblacio-
nes generadoras de migraciones alternas o de trabajo, favorecen
la creación de núcleos comerciales secundarios o grandes super-
mercados.
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La teoría de la expansión multicéntrica recoge una gran parte de
los fenómenos expansivos que se contemplan en los aglomerados ur-
banos, pero aún no ha sido suficientemente elaborada y presenta el
inconveniente de que sirve mas para explicar el desarrollo de cada
ciudad en particular que para dar una idea genérica de las constan-
tes evolutivas de los centros urbanos.
Estos intentos explicativos muestran sus limitaciones una vez
expuestos. De hecho, los esquemas de “expansión concéntrica”, de
“expansión sectorial” y “expansión multicéntrica” que hemos analiza-
do no constituyen propiamente hablando y tal como la hemos
ceptualizado, ejemplos de estructura urbana, sino síntesis conceptua-
les basadas fundamentalmente en criterios económicos y particular-
mente, en la distribución de los valores de la tierra en las ciudades y
su relación con los usos del suelo.
Nunca será suficientemente repetido que los factores económicos
no son sino uno de los múltiples elementos que interactúan en la
conformación y desarrollo de la ciudad, pero no constituyen su expli-
cación última, ni tampoco la estructura urbana que es la síntesis for-
mal del hecho urbano expresada en sus espacios adaptados y cana-
les, a la cual, evidentemente, han contribuido a formar las variables
económicas, junto a las sociales, políticas y físicas. A partir de este
marco multifactorial surge un conjunto de elementos susceptibles de
clasificación, ordenamiento y descripción como señalaremos en el
punto siguiente, destinado precisamente a caracterizar esos compo-
nentes.
.
35
las y
los conflictos y tcndcncias.
Suelo.
1. Residenciales.
Las áreas residenciales se pueden clasificar:
según la intensidad de la actividad, es decir, las densidades de
población; este es el caso mas usual y se obtiene una clasificación
de las áreas residenciales según densidades altas, medias y bajas;
según la intensidad del espacio adaptado, es decir las densi-
dades de edificación u ocupación total; no es una clasificación co- mún
para el estudio de la estructura urbana ya que se dividiría a las
viviendas en unifamiliares y multifamiliares;
según la intensidad de ocupación, la dotación de servicios y el
estado de es decir el grado de consolidación de
las áreas residenciales; esta es muy usual cuando se
pretende intervenir sobre las residenciales;
según otros como por ejemplo caracterización
económica de la población o características particulares de los
conjuntos residenciales; este tipo de clasificación rara vez es utili-
zada en forma completa y excluyente, sino mas bien sirve para
identificar hechos puntuales como áreas de
hogares con necesidades básicas insatisfechas, asentamientos pre-
carios, áreas de obsoletas, grandes conjuntos de vi-
viendas de interés social, áreas con alta calidad de edificación o
dc interés histórico o turístico, etc.
37
versidad de funciones que en ella se cumplen y la multiplicidad de
componentes económicos y físicos que posee hace que mas que dar
una definición que precise totalmente el concepto, se trate de expli-
car sus características y componentes.
El distrito central urbano (D.C.U.) es el donde:
el uso del suelo es mas intensivo, tanto las densidades de las acti- vidades
como las de edificación son las mas altas de la ciudad, lo que en
general determina su crecimiento en altura;
es el área con mayor accesibilidad en la ciudad, ya que hacia ella
convergen las principales calles y avenidas y es donde la red de
transporte y comunicaciones es mas tupida;
es el área donde el precio de la tierra es mas elevado, lo que
condiciona el uso que se hace suelo.
Básicamente, existen dos actividades que definen al central:
(1) las administrativas, y (2) las comerciales y de servicio, cuan-
do pueden coexistir otras actividades como las residenciales y
las industriales.
Las actividades administrativas se refieren no solo a la administra- ción
pública sino también a la administración privada o dirección de
las grandes empresas.
El comercio que se encuentra en el área central es el de mayor ni-
vel y especialización, incluyendo grandes tiendas, boutiques, joyerías,
amenidades, etc. y los servicios que allí se concentran son los
nistrativos-financieros y personales.
La existencia de estas dos actividades es condición sine-qua-non
para que un área sea central.
Para delimitar el D.C.U. existen varios métodos o criterios que
suelen usarse conjuntamente, comparando los resultados obtenidos.
El método mas usado es el de centralización desarrollado por
Murphy y que determina si una manzana corresponde al área
central en función del área total edificada con usos centrales:
38
nimo -en función del desarrollo en altura del área- por debajo del
cual no se la consideraría central, por ejemplo
Dado que es muy difícil obtener el kea total edificada con usos
centrales, porque esto significa conocer el uso de todos los pisos de
cada edificio de la manzana y sumar la superficie de aquellos espa- cios
destinados a los mismos, suele utilizarse una variante del ante-
rior que es el de por cuadra.
Este método consiste en relacionar no ya las superficies, sino los
metros lineales de frentes dedicados a usos centrales, con la longitud
de la cuadra; los criterios de delimitación son similares al caso ante-
rior.
Otros métodos de delimitación del área central consisten en estu-
dios de los valores de la tierra, medición de los flujos de tránsito
automotor público y privado, de peatones, relevamientos de vehícu-
los estacionados, etc.
La gran atracción que el área central ejerce, y como consecuencia
de ello el uso intensivo del suelo que genera, produce grandes pro-
blemas de todo orden, especialmente de congestión de tránsito y
ta de espacio de estacionamiento. Esto hace que, a partir de un mo-
mento determinado, su interés como zona de comercio y dis-
minuya y estas busquen otro emplazamiento espacial.
Esta es una de las causas mas comunes de la de Distri-
tos Comerciales Secundarios. La delimitación de estas se pue-
de efectuar utilizando criterios similares a los que mencionamos para
el área central.
Otro tipo de distritos comerciales son los que se forman a lo largo
de algunas avenidas, y que suelen denominarse Alineamientos Co-
merciales, o alrededor de algunos centros de atracción -como por
ejemplo centros de trasbordo: estaciones de tren o subterráneo,
paradas de omnibus de larga distancia, etc.- que reciben el nombre
de centros locales y que generalmente al comercio de uso
periódico -farmacias, tintorerías, ferreterías, etc.- pero que a veces
agrupan a un mismo ramo conformando calles comerciales
especializadas, siendo las mas conocidas la calle Warnes por la venta
de repuestos de automotor o la calle Libertad por los negocios de jo-
yería, ambas de la ciudad de Buenos Aires.
Como en el caso del uso del suelo residencial, no nos ha interesa-
_ .
39
do para definir la estructura urbana el uso comercial parcela por
parcela, sino en sus grandes agregados, y así hemos una
de tres tipos de Central, Centros Secundarios
y Centros Locales.
3. Industriales.
Para la de la estructura urbana, como en los casos ante-
riores, no nos han de interesar las industrias o los talleres
dispersos en el área urbana, sino las áreas industriales. Usualmente
se las considera englobadas en una sola categoría, pero en caso de
que fuera necesario se las podría clasificar en:
Parque Industrial.
Zona Industrial.
mixtas.
Precintos Industriales.
o por las características de la actividad en:
Inocuas.
Molestas.
Peligrosas.
cuyo y significado desarrollaremos mas adelante.
4. Grandes
El comunitario es el conjunto de recursos e
indispensables para el funcionamiento de la ciudad o
región como en lo que respecta a abastecimiento, sanidad, cul-
tura, gobierno y administración, defensa y seguridad,
etc.
La mayor parte de los equipamientos -por su estrecha relación
con la población a servir- se encuentran dispersos en la ciudad, como
por ejemplo en el caso de las plazas, escuelas, dispensarios, clínicas,
comisarías, etc.
Sin embargo, algunos equipamientos debido a su envergadura, a
su gran desarrollo en superficie, a la atracción de la población que
a los que producen en las zonas vecinas, re-
quieren particulares dentro o fuera del área urbana,
que son importantes de reconocer y volcar en la estructura urbana si
ello se estima conveniente. Algunos ejemplos de estos grandes equi-
pamientos son:
parques urbanos,
instalaciones deportivas,
instalaciones militares,
cementerios,
mataderos,
remates
41
Por esta los flujos y canales que nos van a interesar, a de
definir la estructura urbana, son los correspondientes a las redes vial
y ferroviaria.
1. Red Ferroviaria.
El trazado de las líneas férreas y la ubicación de estaciones consti-
tuye la infraestructura mas rígida de la ciudad. Las vías del ferro-
carril producen una incisión física profunda en la trama urbana que
tiene un fuerte impacto en la organización espacial de las funciones
urbanas.
Cuando las vías son periféricas al núcleo urbano, operan como
cinturones que contienen el crecimiento y cuando esta barrera es
sobrepasada, generalmente las características del desarrollo a ambos lados
es diferencial.
Las del ferrocarril imponen una discriminación entre calles
con paso a nivel y calles que quedan cortadas y que consecuente-
mente no pueden servir para el tránsito principal. Si bien se abrieron
pasos a nivel sobre las calles avenidas tenidas por importantes, al
menos potencialmente, a partir de la existencia del ferrocarril esta
distinción formal se transforma en funcional, alterando la caracterís-
tica indiferenciación vial de la cuadrícula urbana.
2. Red Vial.
Tal vez el elemento mas importante del urbana
sea la red vial. Dentro de este conjunto de canales que acomodan
tránsitos tan diversos como los peatonales y los -automó-
viles, omnibus, camiones- o los pasantes y locales, se puede siempre
reconocer una jerarquía que está fundamentada en los volúmenes
que transporta, que a su vez son una función de las actividades que
vinculan.
Así, suele clasificarse a la red vial en:
Calles menores, terciarias, circuitos internos o tul-de-sac, que
son las que vinculan a las viviendas con las calles secundarias y
conducen relativamente bajos volúmenes de transito, sin mayor
especialiición.
Calles secundarias, a su vez vinculan a grupos de viviendas o ba-
rrios entre sí y con las arterias principales o primarias; conducen
42
volúmenes medios de transito pero sin mayor
ción.
Calles primarias, que unen los principales usos del suelo entre sí,
con el área central y con los accesos a la ciudad. Están construi-
das para flujos mas intensos, presentan intersecciones controladas
por señalamiento luminoso o mas espaciadas y pueden presentar
especializaciones como por ejemplo: tránsito pasante 0 local;
tránsito de vehículos de transporte público; tránsito de camiones,
etc.
Accesos, que unen a los centros urbanos con las rutas provin-
ciales y nacionales.
A fin de definir la estructura urbana, del conjunto de la red vial
nos va a interesar solamente la red vial principal, que es la com- puesta
por aquellas calles o avenidas que conducen los mayores volúmenes de
tránsito, es decir, los accesos y las calles primarias.
Conflictos y Tendencias.
Con estos elementos: soporte geográfico, usos del suelo y red vial
y ferroviaria estamos en condiciones de la estructura urbana.
Pero, como al concepto de estructura urbana generalmente se lo en-
marca en la etapa de “diagnostico urbano”, suele agregarse a estos
datos dos elementos mas: los conflictos y las tendencias.
Los conflictos mas comunes que suelen presentarse en este nivel de
generalidad son de dos tipos:
originados por las actividades, que se expresan como grandes in-
compatibilidades en los usos del suelo, como por ejemplo la exis-
tencia de una industria peligrosa en un residencial, o la loca-
lización de una instalación militar que impida el desarrollo de la
trama urbana.
originados por las que se expresan como con-
flictos en la como por ejemplo: cruces viales y ferro-
viarios que dificultan las comunicaciones, o localización de activi-
dades generadoras de grandes volúmenes de tránsito -estadios,
shopping centers- que son de canalii.
Las tendencias se refieren fundamentalmente a las direcciones
43
mas probables de crecimiento del área urbana o de algún uso del
suelo en particular.
ENRELACION CON LA
ESTRUCTURA URBANA EN EL PLANO.
44
2. el modelo matemático, al igual que el plano, reemplaza a la
lidad por otros elementos, en este caso y
numéricas, para representar y respecti-
vamente. No dá una imagen formal dc la estructura urbana, sino
un mecanismo de acción sobre dicha estructura.
La exactitud matemática de los modelos algebraicos y la casi me-
cánica operatividad de los mas simples -como por ejemplo el Mode-
lo de Mctropolis de Ira S. Lowry- puede asimismo crear una falsa
noción de conocimiento por contraposición a lo que po-
dría considerarse una visión intuitiva de la realidad basada en la con-
fección del plano. Una cosa es la solución algebraica alcanzada en el
modelo matemático y otra muy distinta la solución los problemas
reales que, por involucrar a la sociedad humana, implican una valo-
ración siempre prudencial de acciones y consecuencias. El plano
constituye, de este modo, un instrumento idóneo para describir a la
estructura urbana.
Una vez seleccionados los elementos a incluir y fijado su orden de
prelación, la tarea práctica de confeccionar el plano de estructura
urbana consiste en establecer categorías dentro de los elementos y
las asignarle una y volcar los resultados
en un plano.
Las categorías se establecen en función del grado de
que se quiera alcanzar, considerando -en todo momento- la cali-
dad de de este tipo de plano. Se procede elemento por
elemento a establecer los valores límites -máximos y mínimos- de ca- da
categoría en función de la realidad considerada.
Obtenidas las categorías, se les asigna una forma de repre- sentación
distintiva que podrá ser un grafismo en blanco y negro, un color o una
combinación de ambos. La utilización de grafismos en blanco y negro
-líneas, tramas o símbolos- presenta sobre la utiliza- ción del color la
de su reproducción mas sencilla, en tanto que color supera
a los grafismos en su claridad de lectura e impac- to visual. Por esta
razón, los grafismos en blanco y negro son mas uti- lizados en los
trabajos que requieren la preparación de varios
ejemplares y el color suele utilizarse para las presentaciones públicas.
A modo de ejemplo, se incluye una simbología confeccionada en
base a normas internacionales y a las formas de representación mas
usuales en la profesión en nuestro país; dada su abstracción en cada
caso particular se deberá adaptar esta simbología a las
cas propias de la ciudad en estudio. Siguiendo el ordenamiento del
punto anterior, tendremos:
Suelo.
agrícolas verde-amarillo
46
baja (sin consolidar) a ma r i ll o
vacante e n b l a n c o
47
parques urbanos verde oscuro
Accesos
Vías primarias
Vías secundarias
Conflictos y Tendencias.
49
Nº1: ESTRUCTURA URBANA DE CIUDAD MODELO
MAPA
y y y
,R.,o;l,,f,lft,f,tlr.f A,S
-A"U CINT"AL
� AIIIA CONaOLIDADA
� AIIIA A CONaOLIDA.ll.1'-1�'#-'.-,IY
� Alll·A INDUSTIIIAL
�AIIIA MIXTA
� l'IIICINTO INDU8TIIIAL y
e:::::::::::::: CIMINTltllO
b · -1 AIIIAS lltUNDA9LH
� AIIIM A8111COLAS
� CONPLICTOa ltOII
s..,
, uso• UICOMPATl8LH
--,.c.
� YIAa. lt1810NALIS NACIONALIS
� Vid 111810NALla l'IIOVINCIALI.S
-ACCISOS
- YIAS l'IIIMAIIIAI
-- SAIIIIIIIAa Ulll!4N,U
TINDINCIAI DI
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50
·MAPA Nº2: E S T R U C T U R A U R B A N A D E L A C I U D A D D E
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A•IIIIITAl • •UIIICIPALIDAD DI
GOYA
51
SEGUNDA PARTE
55
de sus componentes conviene tener en cuenta, además de lo di-
cho mas arriba con al concepto, las del suelo,
ya que ellas hacen a las diferencias en la conformación de la estruc-
tura urbana.
Residenciales.
La observación revela
que los barrios o distritos
residenciales de las grandes
y medianas ciudades
forman un arco que va desde el norte del noroeste- al su-
reste. Las áreas industriales ocupan el sur y el centro alberga las
cinas y negocios. La accesibilidad, la preferencia por el sol
pía) y otros factores mas o menos difusos, explican estas localizacio-
nes.
Los distritos residenciales adquieren su caracterización física a
través de la conjunción de dos elementos, a saber:
o aisladas alternadas o
clasificación por el
modo de vinculación scmi-aisladas en hilera
física de las unidades
61
del loteo contiguo, con frentes reducidos dentro del trazado ortogo-
nal. .
2. Tipos de densidad.
La bibliogrfía aporta numerosos tipos de densidad, e incluso, de-
nomina de diferente modo a los mismos sin embargo, la ex-
periencia con las ciudades bonaerenses permite distinguir como rele-
vantes tres tipos principales: densidad habitacional o residencial,
densidad de barrio y densidad bruta o general.
Cada tipo no varía por el número de personas involucradas, sino
según la superficie considerada en cada caso.
La densidad habitacional o residencial sólo toma la superficie
ocupada por los usos residenciales directos, como la superficie
de terreno dedicada a viviendas, pequeños jardines, espacio abiertos
y calles residenciales. Se excluyen del área residencial las zonas co-
merciales, industriales y de acopio, los parques y campos de juegos
públicos, los terrenos a urbanizar, las escuelas, templos, centros co-
munales y administrativos.
La densidad de barrio, agrega a la superficie anterior, los servi-
cios típicos del barrio, a saber: superficies destinadas a calles, escue-
las primarias, guarderías, recreación, comercio del barrio y otros ser-
vicios comunales. Se excluye del área de barrio la tierra no urbaniza-
da o inútil dentro de sus límites, los usos de la tierra ajenos al barrio
como las áreas industriales, los terrenos destinados al ferroca-
rril, los parques regionales, etc.
La densidad bruta o total, considera toda la superficie urbana de-
sarrollada, sin tener en cuenta el tipo de uso de la tierra. General-
mente se excluyen las zonas no urbanizadas.
Un importante aspecto a considerar es la relación que existe entre la
densidad residencial y los otros tipos de densidades.
Cuando la densidad residencial aumenta doble, dado la perma-
nencia de requerimientos de tierras para otros usos que no se miden
por la concentración, sino por el número de las personas a las que
sirven, el ahorro de tierra no se reduce a la mitad, sino solamente al
25%.
63 62
des: vamos a indicar numéricamente e ilustrar cuales son algunas de las
densidades y de las formas de paisaje urbano que mas usualmente provocan.
En este cometido, y siguiendo el propuesto por Donald
adaptado a la realidad bonaerense, podemos esta- blecer
cinco escalones típicos a saber:
63 63
registrado importantes proble- mas de conducta sobre todo en las
edades juveniles.
63 64
Escalón: Constituye una variante extre-
ma del anterior, configurándose un tejido urbano de rascacielos de
gran altura. Son ejemplos típicos la ciudad de Hong Kong y la mayor
parte de Manhattan en Nueva York. Desaparece casi totalmente la
privacidad, la luz, el aire y el sol. Los espacios verdes son absorvidos
por la y la circulación se ve altamente
mando estas características, la memoria que acompañaba al
de Zoniticación” de la ciudad de Nueva York del año
expresaba; “un gran número de personas viviendo en un edificio pue-
de ser un serio problema, pero este se hace aún mas complicado
cuando esas personas dejan la casa, van al trabajo, a la escuela, de
compras, a estacionar el auto o a buscar un banco de la plaza en el
cual sentarse. Los servicios del centro están diseñados para comodi-
dad de los habitantes. La buena debc cuidado con
esa clase de saturación de la población que plantea la paradoja de
áreas en las que no hay lugar para los servicios comunales, a menos
la gente se mude para hacerles lugar. Hay tanto en un ca-
lle que nadie puede moverse, a menos que todos
“Usando como ejemplo un área desarrollada a hab./Ha. si
sólo la mitad de sus moradores tuviera automóvil, requerirían para
estacionar metros de calle. Basado en el nivel de servicios per
se requeriría: 336 asiento escolares, toneladas de basura,
camas de hospital y 2318 libros en bibliotecas. Las cifras citadas
son sólo ejemplos pero la considerada es sólo la mitad de las densi-
dades permitidas en algunas zonas de Manhattan”.
63 65
= Densidad en un punto cualquiera i del territorio urbano,
A = Densidad en el centro,
e = número constante,
b = parámetro determinado por ajuste
= Distancia desde el punto i hasta el centro,
Industriales.
65
Por otra parte, existen también las industrias “no básicas” o “de
servicio” cuyo es abastecer a un mercado local y
mente se agrupan en las grandes ciudades.
La producción industrial necesita -generalmente- de diversos pro-
ductos manufacturados por otras industrias, con lo que, la proximi-
dad entre ellas supondrá un beneficio común, la concentración in-
dustrial se vé -de esta forma- favorecida alrededor de las ciudades.
Los centros urbanos mas importantes gozan por lo común de la
red de transporte mas completa. Son los nudos de las principales
rretcras y de las grandes líneas de ferrocarril; mismo modo, los
principales corresponden siempre a una ciudad importante.
Esta es una de las razones primordiales de la concentración indus-
trial, puesto que toda industria necesita estar situada en la proximi-
dad de un medio de transporte adecuado, tanto para la obtención de
las materias primas necesarias para su producción, como para la dis-
tribución de los productos elaborados hasta los centros de consumo.
Por fin, la fácil obtención de mano de obra sólo
puede concretarse en las aglomeraciones urbanas las
industrias situadas en lugares apartados se obligadas a trasladar-
la en su mayor parte desde las ciudades, lo que aumenta las
des de reclutamiento, siempre con un costo superior.
Se acostumbra a dividir a las industrias situadas en urhanas
en dos tipos, a saber: “básicas” y “no básicas”. Las primeras relaciona-
das con la producción de bienes a ser consumidos fuera de la ciudad donde
se producen, y las segundas, con la provisión de mercaderías para el
consumo interno local. Sin embargo, el punto de vista de su
localización en la estructura urbana, parece mas conveniente dividir
a las industrias en otro par de categorías: la “gran industria” y la
“pequeña industria”.
1. La gran industria.
La gran industria se encuentra en determinadas zonas
de la ciudad, es decir, esta muy segregada. Generalmente, estas zo-
nas no pertenecen a la ciudad propiamente entendida, al casco urba-
no, sino que mas bien se encuentran en la periferia.
En relación a las molestias que pueden causar a las
pueden subdividirse en dos grupos: “industrias especiales” y “edifi-
cios industriales”.
Las industrias especiales son las que implican algún grado de mo-
lestias, incluyendo cuatro sub-grupos: “insalubres o nocivas”, “peli-
grosas”, “extractivas” y “pesadas”.
Las industrias insalubres o nocivas son las que producen pertur-
baciones que afectan a la salud, como gases tóxicos o
corrosivos, etc. Como ejemplo pueden citarse las fábricas de velas,
curtiembres, destilerías, etc.
Las industrias peligrosas son aquellas que encierran en forma la-
tente la posibilidad de desastres como incendios, explosiones,
contaminación radioactiva, etc. Como ejemplo podemos citar las fá-
bricas de las usinas nucleares, etc.
Las industrias extractivas son aquellas que se vinculan a algún re-
curso natural localizado, como las fábricas de ladrillos, los hor-
nos de cal, las minas de sal o de carbón, etc.
Por último, las industrias pesadas son aquellas que de por sí con-
forman auténticos distritos industriales, como: los talleres
lúrgicos, de hierro y acero, petroquímicas, destilerías, etc.
El grupo de los industriales se forma con aquellas indus-
trias que no entran en ninguna de las subcategorías anteriores, pero
que por sus dimensiones plantean problemas respecto a su ubica-
ción. Incluye todas las grandes fábricas como las de automóvi-
les, manufacturas de lanas y algodón, cerámicas, que por su naturale-
za no están ligadas en absoluto a lugares particulares, como ocurre
con las extractivas y pesadas.
Las razones por las cuales la gran industria ha ido concentrándose
en determinadas zonas, generalmente fuera casco urbano de las
ciudades son dos:
67
tiempo del transporte vertical; esto lleva a que las fábricas ocupen
grandes superficies con poco volumen de edificación, lo que sólo
es posible económicamente en aquellas zonas en las que el precio de
la tierra sea bajo, es decir, apartadas del “centro” y de las áreas residenciales
-tanto más cuanto mayor sea el nivel de éstas.
Esta tendencia a la concentración en las zonas periféricas ha sido
favorecida por razones de transporte. En las horas de punta, las ma-
yores dificultades se encuentran para trasladarse de la periferia ha-
cia el centro -por el gran peso que el empleo en el sector de los servi-
cios representa en el cuadro general de la economía urbana- y no en
el sentido contrario a lo largo de las líneas de circunvalación, siem-
pre menos solicitadas que las radiales.
En las horas de salida del trabajo sucede exactamente lo contra-
rio, por lo tanto, los desplazamientos de los trabajadores de la gran
industria situadas en las zonas de concentración, se realiza con mas
facilidad que el resto de los viajes al trabajo, lo que supone una indu-
dable ventaja y ahorro de tiempo.
2. La pequeña industria.
Este tipo se encuentra, en general dentro del casco de las ciuda-
des, coexistiendo con otros usos de la tierra, o lo que es lo mismo, se
encuentra poco segregada. Hay industrias como la confección
de diarios y revistas que deben estar situadas en el “centro” o muy ve-
cinas al mismo, para cumplir mejor sus objetivos.
Desde el centro comercial central, hasta las zonas residenciales
periféricas, pero todavía plenamente urbanas, se encuentra todo un
conjunto de pequeñas industrias. Se trata, por lo general, de activi-
dades productoras que necesitan estar en estrecho contacto con los
clientes -tal como la industria de la confección- y que por sus peque-
ñas dimensiones no requiere de grandes espacios para la producción
y almacenamiento.
Esta localización de la pequeña industria, trae aparejada una gran
heterogeneidad del tejido urbano, mezclando muchas veces usos in-
compatibles y saturando calles y accesos. La clasificación de este ti-
po también puede hacerse en función de aquellos factores físicos
sobre las viviendas. Así, tendremos industrias “domicilia-
rias”, inocuas 0 livianas” y “molestas”.
68
Las industrias domiciliarias son aquellas que, por cualquier moti-
vo aparecen como inseparables de la vivienda. Entran en este grupo,
ciertas actividades artesanales como los peleteros, modistas, zapate-
ros remendones, tapiceros, lustradores, ebanistas, etc. que no requie-
ren localización especial.
Las industrias inocuas o livianas son aquellas que por su enverga-
dura física con separables de las viviendas, pero por falta de efectos
negativos sobre la actividad residencial, permiten la coexistencia con
ellas. Entran en esta categoría actividades que no necesitan combus-
tibles sólidos ni líquidos para su combustión, y en las cuales se utili-
zan a lo sumo motores eléctricos, como talleres de relojería,
compostura de calzado, panaderías, lavaderos, tintorerías, etc. Evi-
dentemente, pueden ubicarse en cualquier sitio, ya que no están obli-
gadas por ninguna fuente de energía y no causan ninguna molestia real,
salvo cuando -por su envergadura- entren en la categoría si- guiente.
Las industrias molestas son aquellas que, debido al grado restric-
tivo de los efectos, significan algún tipo de molestias a la actividad
residencial, como ruidos, olores, congestión del tráfico, etc.
Ejemplos de este tipo son los talleres y servicios de reparaciones de
automotores, aserraderos, etc. y en general, empresas locales que
emplean unos pocos obreros y que fabrican artículos livianos,
por lo común de carácter especializado. Este es el tipo de industria
apto para integrarse en parques industriales especialmente dise-
ñados.
El equipamiento Urbano.
69 70
y medios de transporte, de producción de energía, comerciales, de
vivienda, de escuelas y de posibilidades de esparcimiento”. Este con-
cepto extremo que parece negar la existencia de estructura urbana
física es sin embargo un caso aislado. La práctica profesional ha dis-
tinguido entre estructura urbana e infraestructura, con el equipa-
miento comunitario formando parte importante de la primera, al
igual que las áreas e industriales.
Ya en 1965 el estudio “Bases para una Política Nacional de Vi-
vienda” del Consejo Federal de Inversiones, sentaba esta distinción
estableciendo que “el equipamiento colectivo comprende aquellas
instalaciones -superficies libres y cubiertas- que sirven a fines
de un área residencial, por lo cual su provisión está propor-
cionada a la de dicha área y a su localización relativa”
aquí la distinción entre áreas y equipa-
miento, constitutivos ambos de la estructura urbana ya que mas
cl citado informe establece que “la estructura urbana, que im-
plica y concentración de funciones se asienta
una trama de conductos que constituyen la infraestructura urbana,
por viales y por un tejido en parte subterráneo y en
parte aéreo”.
Dc esta forma, el equipamiento es el conjunto variado de espacios
adaptados destinados a satisfacer necesidades humanas distintas y a
la de las áreas residenciales e industriales, dando
lugar a la variedad que hemos enumerado mas arriba.
Es de los equipamientos su relación directa con la
dc población generando el ya señalado al estu-
diar la entre las densidades bruta y residencial y dando lu-
gar a lo expresado en la definición del C.F.I. arriba apuntada que
que la provisión de equipamientos a una comunidad está di-
rectamente con una jerarquía de áreas o distritos que
van desde una local hasta otra de carácter regional.
Por eso, se ha generalizado, en el práctica, el cálculo de los
equipamien- tos sobre la base de estándares aplicables al número de
habitantes a servir. Sobre este tema es recomendable el trabajo
realizado por la que nos exime de mayores comentarios y
nos concentrarnos en las formas que el empleo co-
70 70
mercial y de servicios ha adoptado en nuestras ciudades.
71 70
Comerciales.
72 70
Sumado a la accesibilidad, el espacio útil necesario a cada tipo co-
mercial condiciona su localización. En general los
73 70
mayoristas requieren mayor espacio interno que los minoristas
ya que manejan grandes volúmenes de mercaderías. Por su parte, es-
tos últimos demandan mayores de vidriera para mostrar sus
productos, ya que principalmente comercian con el público en gene-
ral y en muchos casos, se crea la necesidad a través de la observación
del producto.
De este modo, cada comercial tratar4 de localizarse
donde las condiciones de accesibilidad y espacio útil necesario den-
tro de la ciudad, sean lo mas conveniente a su desempeño. Entrare-
mos ahora a considerar en forma particularizada la de
los dos grupos de comercios que hemos identificado: el minorista y
el mayorista.
1. El comercio minorista.
El equipamiento comercial minorista es el que proporciona el
abastecimiento mínimo esencial para la población permanente de
una aglomeración. En líneas generales comprende la venta de artícu-
los diversos y la prestación de los servicios personales y comerciales.
Considerando la amplia gama de rubros que pueden integrar este
equipamiento, y desde el punto de vista de su localización pueden
clasificarse los comercios minoristas según dos características: por el
tipo de mercadería ofrecida por la forma de localización.
Según el tipo de mercadería ofrecida, la bibliografía extranjera
distinguía entre comercio de uso diario, frecuente y ocasional.
El comercio de uso diario comprendía los negocios de venta de
mercaderías corrientes y generalmente perecederas, como car-
ne, pescado, verdura, pan, diarios, medicinas, artículos de tocador,
papelería, tabaco y golosinas.
El comercio de uso frecuente comprendía la venta de muebles,
trajes, vestidos, zapatos, aparatos electrónicos, artefactos del hogar,
relojes, bicicletas, etc. Son importantes generadores de tránsito.
Por último, el comercio de uso ocasional abarcaba la venta de
de lujo y aquellos que se adquieren bajo impulso, es decir,
mercaderías que el comprador no tenía intención anticipada de ad-
quirir, como ser alhajas, perfumes, pieles, alimentos importados, flo-
res, etc.
En el ejercicio práctico profesional, esta subdivisión en tres
72
pos se ha mostrado no del todo clara, por cuyo motivo, recientemen- te
se han propuesto otras clasificaciones resultan mas eficientes. Tal
es la presentada por Elba Rodríguez que adoptamos en
tro análisis.
Según este esquema el comercio minorista puede agruparse en dos
grandes grupos: el comercio básico y el comercio complementario.
El comercio básico corresponde a aquellos rubros que son ele-
mentales para la vida cotidiana de cualquier asentamiento. El com-
plementario por su parte comprende a aquellos rubros a los cuales
puede accederse en una localización mas alejada del lugar de resi-
dencia, pues no son tan esenciales ni de frecuentación tan asidua.
ubicación del comercio minorista y la forma que adopta, de-
pende en gran medida de la diversidad residencial como veremos
mas adelante. A título informativo conviene analizar el cuadro 4
presentado por la arq. Rodríguez en el trabajo citado, donde se cla-
sifican los distintos tipos.de establecimientos comprendidos en am-
bos niveles sin que ello implique una enumeración taxativa, sino me-
ramente indicativa.
Como se menciona en el estudio glosado, el comercio básico abar-
ca aquellos negocios típicos de así como otros dedica-
dos a satisfacer necesidades inmediatas y cuya adquisición se concre-
ta en las cercanías de la vivienda en forma diaria o
frecuente.
De la casa se concurre a pié a estos negocios por lo que puede de-
finirse una trama con un radio de influencia cercano a los
metros. Generalmente se localiza en las esquinas ya que estas
son los puntos de máxima accesibilidad de la manzana, además los
transportes suelen tener en ellas sus paradas y -al movilizar grandes
masas- llevan gente a los comercios y éstos a su vez, hacen recíproca
esta relación.
El comercio complementario por su parte abarca la exposición y
venta de una serie de artículos y rubros que no son de consumo per-
manente, incluyendo asimismo aquellos servicios comerciales y per-
sonales que se prestan con asiduidad periódica y ocasional.
Este tipo de locales surge espontáneamente en núcleos que alcan-
zan cierto umbral de habitantes, comenzando su localización a la par
de anteriores, junto con los cuales llega a formar distritos veces
lineales- alternando los rubros y llegando a conformar las clásicas ca- lles
comerciales de la mayoría de las ciudades bonaerenses.
A medida que las concentraciones se hacen mayores, se produce la
división de los servicios generándose una notable variedad de es-
pecialidades. Asimismo, se agregan otros equipamientos como
bares, confiterías, cines, etc. que aprovechan la fuerza de la atracción
de los negocios complementarios.
Estos agrupamientos tienden a exponer sus productos, con lo cual
surge una actividad típicamente urbana: el paseo para mirar vidrie- ras,
cuya concreción requiere un mínimo de población.
Asimismo, cuando dicho tamaño lo permite, estos negocios tienden a
agruparse en calles específicas, por ramas de actividad, como sucede
Buenos Aires con la venta de automóviles, repuestos y joyas.
Según la forma de localización del comercio minorista, se puede
establecer una tipología conformada por cuatro grupos a saber: el
comercio disperso, el comercio lineal, el recinto comercial y el co-
mercio concentrado.
El comercio disperso es el comercio aislado, tradicionalmente
representado por el negocio de esquina o media cuadra -corrien-
temente mezclado con las
viviendas- que tiene como
objeto proveer a un sector
limitado de la población
con todos los elementos
mercaderías que necesita
Su textura
refleja en el esquema de la
derecha.
El lineal es el
comercio alineado a lar-
go de avenidas o calles
principales, ya ocupan-
do varios pisos o bien la
planta baja de edificios Contiene negocios minoristas
en cadena, estudios profesionales, algunas empresas proveedoras de
servicios, agencias bancarias, etc. Cuando se centro comer-
cial de una antigua ciudad autárquica, unida al área metropolitana
por la urbanización, la calle
comercial posee también al-
gunos comercios mayoristas
e incluye equipamientos ad-
ministrativos. Los centros
de Quilmes, Berisso y Ense-
nada, son ejemplos de este
tipo de área comercial. Su
textura se refleja en el es-
quema de la derecha.
La circulación del públi-
co se produce tanto a
como en coches particula-
res. El primero de estos
movimientos se efectúa en línea recta frente a las vidrieras, con algu-
no que otro cruce a de la calle hacia lo exhibido en
el lado opuesto (dependiendo su frecuencia del ancho de la calle y
de su obstrucción por el tránsito).
Como ya señalamos, la linearidad de las vidrieras conduce al
. to social del paseo a “mirar vidrieras” lo cual es de gran importancia
porque induce la compra de artículos de uso no frecuente.
En general, el conductor de automóviles espera poder detenerse
frente al negocio donde piensa comprar o -si no ha hecho antes su
elección particular- espera dejar el coche al lado del cordón de la
acera y proseguir a pié “mirando vidrieras”.
El comerciante prefiere tener su local en una calle de mucho trán-
sito, y por la cual circulen vehículos de transporte público. El
to resultante entre las necesidades de los automotores y las de los
peatones, plantea un problema insoluble.
El recinto comercial es un espacio abierto con frentes de negocios
y del cual se excluye toda clase de vehículos automotores. Han adop-
tado tres formas principales a saber: el mercado o feria; las calles
peatonales derivadas del comercio lineal en arterias que han sido ce-
rradas al tránsito, por ejemplo calle Florida; y los recintos comercia-
les proyectados como desde el comienzo, sistema que ha proli-
ferado en los últimos tiempos y del cual muestran diversos ejemplos
las ciudades costeras de la provincia.
75
El mercado a feria es la forma mas antigua, consiste en una serie
de puestos o mesas distribuidas en un espacio abierto, alrededor del
cual el público circula. Las mercaderías en su mayor parte son: ali-
mentos, ropas, utensillos domésticos y otros artículos de uso corrien-
te. Como se necesita poco capital y los gastos generales los cubre el
Municipio, este tipo es debiera ser- un centro para mecaderfas ba-
ratas. Estas son acomodadas en mesas, o aún en el suelo, que desem-
peñan el papel de vidrieras, de mostradores y de depósito de pro-
ductos. De este modo, no hay separación entre el comprador y la
mercadería. La esencia de este agrupamiento comercial reside en
una multitud animada que se mueve codo con codo y entonces -aún
cuando haya espacio amplio- los puestos se amontonan entre sí a fin
de concentrar la actividad. Habitualmente se colocan extremo con
extremo, en filas paralelas, de modo que los espacios alternados en-
tre filas sean para el público.
La actividad de aprovisionamiento es peatonal y los únicos mo-
mentos en que aparecen en la escena, tiene lugar antes de
abrirse la feria y de que las mesas y sus mercaderías se hallen listas, y
cuando termina el horario de ventas y se la desmantela. Parte de los
clientes vienen a automóviles y algunos comerciantes traen sus pro-
ductos en sus propios vehículos, generando un conflicto de tránsito,
por la diminución del ancho de la calle que se produce al ocupar es-
pacios a fin de estacionar.
Los recintos comerciales proyectados como resuelven el
conflicto entre y el peatón. Las vidrieras miran hacia un
espacio interior destinado a peatones. En los remodelamientos de
antiguas calles comerciales, las aceras suelen extenderse en todo su
ancho, de línea de edificación a línea de edificación, eliminando los
cordones de separación de acera y calzada.
Por último, el comercio concentrado es el que se agrupa en un es-
pacio común cubierto, generalmente con acceso y servicios comunes.
Existen dos tipos principales históricamente determinados: el “super- mercado”
y el “centro regional o descentralizado” conocido entre no-
sotros por su nombre norteamericano de “shopping Este
consiste en un grupo de negocios que venden toda clase de mercade-
rías, ubicado en la intersección de un sistema regional de autopistas.
Surgido como consecuencia de la congestión y del alto costo de
76
tierra en las áreas centrales, unido al uso del automóvil particular
por gran número de habitantes, es esencialmente una forma metro-
politana de espacio adaptado.
Cabe señalar que por su ubicación y la necesidad de acceso auto-
movilístico genera una importante segregación en el tipo de clientela. El
supermercado, por su parte, tiene características tanto de merca- do
o feria como de calle comercial. Estos negocios pueden especiali- zarse
en distintos tipos de mercaderías pero, el supermercado típico es el
que vende toda clase de artículos, desde alfileres hasta pianos y
para todos los ingresos.
Los grandes supermercados, que requieren una gran concurren-
cia para cubrir sus gastos generales, se ubican en el corazón de áreas
densamente pobladas. La tierra allí es de alto costo, por lo cual los
edificios a menudo se elevan a varios pisos, unidos entre sí por esca-
leras mecánicas y ascensores, como en el caso de las cadenas
maritaine” en París, “Rinascente” en Roma y el Supercoop en nuestro
país.
77
área limitada, los costos y tiempos de transporte son reducidos, el
comercio complementario está concentrado en el centro, mientras
que el básico se reparte intercalándose con las viviendas. Se verifica
una jerarquía de las localizaciones comerciales en función de las fre-
cuencias del recurso de su clientela y de la dimensión mínima de su
área de influencia.
4. La siguiente etapa corresponde a la extensión de los cascos ur-
banos y a la urbanización lineal a lo largo de las principales rutas de
acceso, posibilitada por el progreso de los transportes colectivos. El
ferrocarril urbano y suburbano determina -en relación a cada esta-
ción- la radicación de un núcleo comercial que se beneficia del movi-
miento de pasajeros a lo largo del día. situación acaece con
la localización de terminales dc omnibus y microomnibus. Paralela-
mente, el comercio individual es reemplazado por un
agrupamiento concentrado: el supermercado que, junto a la popula-
rización de la heladera familiar permiten espaciar las compras.
5. La última etapa corresponde a la del automóvil y la
consecuente urbanización “mancha de aceite” es decir, las grandes
extensiones urbanas cubriendo en todas direcciones las áreas rurales
y ciudades menores incorporadas. Esta situación hace depender la
comercial del de las grandes Es a lo
largo de éstas y preferentemente próximo a sus accesos donde se lo-
calizan los comercios, del mismo modo que en la anterior etapa eran
atraidos por las estaciones terminales del ferrocarril y los transportes
terrestres colectivos, pero sin que la atracción se ejerza sobre las vi-
viendas que pueden quedar dispersas en un gran radio.
Se crean así, centros tanto en medio como separados
de las aglomeraciones. En este último caso, estos “shoppin centers”
desenclavados ejercen una verdadera discriminación socio-económi-
ca de la clientela, al estar limitados a la tenencia de automóviles, úni-
co medio de acceso. Un ejemplo, en nuestra área metropolitana lo
tenemos en la de “Carrefour” sobre el acceso norte a la
Capital Federal.
79
bilidad les es necesaria desde un doble punto de vista: por una parte,
su trabajo debe desarrollarse en gran medida en contacto con el pú-
blico y por otra, las personas que trabajan en ellas, pertenecientes
por lo general a la clase trabajadora media, necesitan de un trans- porte
fácil, rápido y económico, condiciones que cumple el D.C.U. mejor que
cualquier otra zona de la ciudad.
Al lado de esta actividad burocrática, el D.C.U. se caracteriza por
ser el lugar donde se encuentran los comercios mas lujosos, frecuen- tados
por un numero escaso de clientes, pero que requieren una ac- cesibilidad
fácil: es el caso de las joyerías, tiendas de modas, etc. Del mismo modo,
los grandes depósitos y los comercios especializados a los que acuden
personas de toda la ciudad, necesitan estar situados en el centro de
gravedad de la misma.
La atracción que el D.C.U. ejerce como centro comercial, junta-
mente con la accesibilidad, condiciona su utilización como núcleo
donde se encuentran las principales amenidades: cines, teatros, hote-
les, confiterías, etc. Dado que el conjunto de estas actividades genera
una gran masa diaria de gente -que va a trabajar o de compras- el
punto de máxima accesibilidad se vincula a la acera.
Solamente el movimiento de peatones puede concentrar el mayor
número de clientes necesarios para mantener los grandes comercios
y negocios especializados que son característicos del distrito. Por
eso, a partir de cierto nivel surgen las calles peatonales, concebidas
como recinto comercial, áreas de paseo directo y vinculados a una tí-
pica actividad del centro: “mirar vidrieras”.
A pesar del elevado costo del suelo que hace prohibitivo en gene-
ral, el emplazamiento de la industria en el D.C.U. pueden encontrar-
se en él algunas actividades complementarias de las que hemos
lado anteriormente, como la confección de trajes para las casas de
modas y otras que requieren de la accesibilidad como elemento in-
dispensable para su funcionamiento: tal es el caso de la impresión de
los diarios, revistas y
El elevado costo del suelo, determina el desarrollo en altura del
D.C.U. Si el crecimiento de la ciudad no está sometido a ningún con-
dicionamiento de orden legal, en él se encuentran el volúmen mayor
de edificios.
La gran atracción que el D.C.U. ejerce, y como consecuencia de
80
ella, el uso intensivo del suelo, determina graves problemas de todo
orden, especialmente de tránsito que hacen, a partir de un momento
determinado, que su interés como zona de oficinas disminuya y éstas
busquen su emplazamiento especial, agrupandose entre sí; dos alter-
nativas se derivan de este hecho:
81
punto de vista de su localización- en tres categorías, a saber: mayo-
rista intensivo, almacenes y depósitos de materias peligrosas.
El mayorista el comerciante que trabaja en gran es-
cala, con depósitos y acopio de mediana proporción, que guardan
relación con la destinada a venta. Estos mayoristas, se
vinculan con la mayor por parte dc los
minoristas, ya que la movilidad del de mercadcrías es muy
alto, haciendo la existencia de grandes superficies
destinadas a acopio. Por tal motivo, tienden a ubicarse en el
D.C.U. -no en el área de máxima concentración peatonal sino en
la donde los usos comerciales se entremezclan con los
rcsidencialcs.
Los grandes almacenes incluyen a aquellos que re-
quieren gran espacio para acopio y a las sucursales de importan-
tes industrias que trabajan como mayoristas. Por lo general, sus
operaciones necesitan una extensa flotilla de camiones, con las
consiguientes estaciones de conectadas, necesitando por
tanto, playas de maniobras y estacionamiento. Por sus característi-
cas señaladas, se en áreas periféricas donde el costo de
la tierra inferior y -generalmente- en relación con las zonas in-
dustriales de la gran industria, cerca de las mas importantes rutas
de acceso y comunicación, de las playas de carga de puertos y fe-
rrocarriles, como de los accesos de las grandes autopistas.
Los de materias peligrosas, como por ejemplo gas o
ocupan áreas especialmente destinadas a este lejos
de zonas a su peligrosidad extrema y vincula-
das a las estaciones dc o rutas principales, según sea el
medio de transporte por el producto acopiado. Por SUS
conforman un paisaje peculiar, como es el caso de
las dcstilerias de Y.P.F. entre Berisso y La Plata.
INFRAESTRUCTURA URBANA.
x2
el eficaz desempeño de una actividad humana localizada. De hecho,
un equipamiento es un uso de la tierra que el carácter de un
predio, especializándolo, mientras que la infraestructura valoriza a
dicho predio pero la función puede desempeñarse igual aunque esta falte
en todo o en parte.
Puede así considerarse infraestructura a un conjunto de sistemas
de apoyo a los espacios adaptados, integrados por instalaciones, con-
ductos, cañerías, redes y elementos que configuran un tejido en parte
áereo, en parte subterráneo y en parte ideal. Es por ello que la in-
fraestructura ha sido incluida como una de las “actividades entre si-
tios” que hemos desarrollado al estudiar los componentes espaciales
, de la estructura urbana.
Un importante hecho a destacar es que las redes de infraestructu- ra
presentan cierta rigidez estructural que condiciona el desarrollo urbano.
De este modo particular, la apertura de calles adquiere una especial
singularidad al definir prácticamente el tejido urbano, ya que por
lo común, el tendido de las redes de infraestructura acompa- ña la trama
de calles de un centro urbano.
En general, las instalaciones de infraestructura presentan un con-
junto de características que pueden reunirse en dos grupos a saber:
el servicio propiamente dicho y las plantas de producción del servi-
cio.
El servicio está conformado por el tendido de redes de diverso ti-
po, que conducen los hasta los distintos espacios adaptados.
Las plantas de producción están constituídas por el conjunto de lo-
cales y oficinas que actúan como “fuentes” de los fluidos. Esos
se integran con plantas o usinas centrales y núcleos periféricos de
acopio o transformación que requieren de considerable espacio, da-
da una relación optima del funcionamiento y la necesidad
de cubrir no sólo una demanda actual, sino también futura.
Si el conjunto de calles y avenidas, conocido genéricamente
como “red vial y caminera” puede estar en el concepto de in-
fraestructura, no es menos cierto que dada su complejidad y la im-
portancia que adquiere en la conformación del trazado urbano, me-
rece un estudio separado desde el punto de vista de su incidencia en
la definición de la estructura física de la ciudad. En lo atinente a los
restantes servicios puede efectuarse el siguiente ordenamiento:
83
de uso doméstico
1. Provisión de agua de uso industrial
para riego y servicio público
para incendio
aguas domiciliarias
2. Evacuación servidas industriales
de residuos
líquidos aguas superficiales
pluviales subterráneas
residencial
eléctrica industrial
alumbrado público
3. Provisión de energía
correos
5. Flujos telégrafos
de comunicación teléfono
teletipo
Algunos autores suelen agregar a los anteriores otros elementos
como la forestación urbana de calles y
85
consumo. Para estudiar una distribución de agua en su aspecto mas
amplio, basta con examinar el caso de una de agua pota-
ble, ya que los otros casos se deducen de él, mediante
87
tra el agua gratuitamente por medio de fuentes públicas -como
ocurre en Roma- pero esta solución no es recomendable en virtud
de los derroches inevitables que lleva consigo y de las contamina-
ciones peligrosas para la salud a las que está expuesta el agua des-
de el instante en que es recogida en la fuente, hasta ser consumida
por los usuarios. Por ello el sistema tiende a suprimirse. Algunas
ciudades grandes poseen dos redes distintas, una reservada para
el suministro de agua potable y la otra utilizada para distribuir
aguas de calidad inferior conveniente para ciertas necesidades in-
dustriales o municipales, permitiendo así un ahorro importante en
la producción del tipo de agua.
Existen también ciertas fábricas importantes que poseen una red
industrial que les permite alimentarse de agua por sus propios
medios, independiente de la red domiciliaria. Este tipo de servicio
suele ser común en la implantación de parques industriales. Se es-
tima que el consumo del servicio público oscila entre el 25 y el
30% del consumo total. Igualmente, se calcula que las pérdidas en
la red alcanza al 20% del total producido.
89
90
la acción química del agua. Por tanto el vertido directo en el mar ha-
brá de hacerse en forma tal que las corrientes y mareas arrastren el
89
90
agua residual hacia puntos lejanos de la ciudad, para evitar la conta-
minación de playas y costas. Así, en caso de tener que verter al mar,
conviene hacerlo a una distancia variable entre 50 y 100 metros de la
costa mediante una tubería sumergida.
En el segundo caso, el empleo de instalaciones especiales es re-
querido cuando el de la ciudad no permite el acceso
al sistema anterior. El emisario final es -en este caso- mucho más
costoso y por lo general está constituido por sistemas de mineraliza-
ción que realizan la función de cámaras sépticas mejoradas y espe-
ciales para grandes caudales. Un ejemplo de este tipo se tiene en la
ciudad de Casilda (Provincia de Santa FC). Aparte de los costos de
instalación requieren grandes costos de conservación.
En algunos países se prohibe el vertido directo de las aguas servi-
das en los cauces, arroyos y ríos, sin un previo tratamiento de los
efluentes. Este tratamiento puede revestir distintas formas a saber:
simples rejillas colocadas antes del volcado directo a grandes cursos
de agua o costas, o bien el mismo sistema de filtrado anterior con cl
agregado de una previa decantación en tanques.
89
90
consumo de la misma. En un sistema de electricidad, dichas partes
están representadas en la figura siguiente:
89
90
a. La generación de energía: es el conjunto de obras e instalacio-
nes destinadas a producir energía existiendo diversos medios de ge-
neración como las centrales térmicas, hidráulicas, atómicas, etc.
La capacidad de producir trabajo de la central se llama “potencia
instalada” y se mide en KW . La energía producida es el trabajo efecti-
vamente y se mide en La relación existente entre la
potencia instalada y la potencia máxima requerida durante una hora
(demanda horaria máxima) recibe el nombre de “factor de carga me-
dia anual” y constituye un indicador que refleja la medida en que se
aprovecha una instalación. A igual potencia instalada, un “factor de
carga” mayor, usar mas energía, es decir, un menor costo
por Así, cuanto mayor sea el factor de carga, mas provecho se
tendrá de una instalación.
b. La trasmisión de energía: se efectúa a través de de tras-
misión, desde la central de producción hasta los lugares de consumo.
La trasmisión se hace en alta o media tensión, según la distancia a
recorrer, ya que ello favorece una economía de generación al dismi-
nuir la de energía en el trayecto. Así como es producida la
energía, se procede a elevar su para trasladarla y luego, a ba-
jarla antes de su distribución y consumo. Las líneas de trasmisión se
clasifican de acuerdo a este concepto, en líneas de alta, media o baja
tensión.
91
92
c. La distribución y consumo de energía: es el uso que se hace de
la energía, siendo los principales el consumo industrial, residencial,
comercial y el alumbrado público.
91
92
4. Descripción de un Sistema de Recolección de Residuos.
Siendo la recolección de residuos un servicio de vital interés por
su incidencia en la calidad de vida del centro urbano, su importancia
no siempre es tenida en cuenta por los municipios, que disponen de
él en forma anti-higiénica y
Los residuos sólidos suelen ser de dos tipos principales: (1) los de
procedencia domestica y (2) los originados por actividades producti-
vas, especialmente las industriales. Los primeros están constituídos
primordialmente por desechos orgánicos putrescibles, papeles, vi-
drios, trapos, plásticos y otros componentes menores, mientras que
los segundos presentan una composición variable, que puede incluir
diferentes sustancias químicas -muchas de ellas tóxicas- generadas
en los distintos procesos productivos y que requieren un manejo es-
pecialmente riguroso a de controlar los riesgos que presentan.
El servicio domiciliario se compone de dos fases a saber: la
de residuos -tanto producto del barrido y limpieza de calles
como de las basuras residenciales- y la disposición final de estos resi-
duos.
El sistema de recolección, que comprende desde la recolección
primaria de residuos hasta su transporte a los lugares de concentra-
ción, almacenamiento o disposición, se diagrama en cuanto a fre-
cuencias y recorridos en función de la cantidad y calidad de residuos
solidos generados en el área de cobertura del servicio, la densidad
de población, los usos y costumbres de la misma y las características
de la trama urbana, especialmente en lo referente a red vial disponi-
ble. A fin de asegurar condiciones sanitarias aceptables los vehículos
son especialmente adaptados, particularmente en lo que hace a su
hermeticidad.
La disposición final de los residuos, ya sea mediante su elimina- ción
o reutilización, es el problema mas complejo de la limpieza pú- blica,
por lo que no es posible dar normas de absoluto y mu- cho
menos prejuzgar sistema alguno, ya que en cada caso influirán en la
elección de éste circunstancias locales, sociales y de momento. Este
problema tiene tres aspectos esenciales a considerar: el técnico, el
higiénico y el económico. En base a ellos pueden sentarse algunas
premisas, a saber:
a. no existe una solución que posea de un modo absoluto ventajas
91
92
indiscutibles sobre las demás, que permita aconsejar su empleo sin
un previo y detenido estudio de las circunstancias locales;
b. cualquier solución que se adopte deben garantizar condiciones
sanitarias y de preservación del medio ambiente;
c. es un error creer a priori que el tratamiento de las basuras pue-
de constituir una fuente de ingresos para la ciudad.
De acuerdo con estos conceptos, los métodos de disposición de
residuos, pueden clasiúcarse en cuatro grupos: vertido simple, ya
sea en el mar 0 en sitios especiales; el enterramiento para recupera- ción
de tierras bajas o uso agrícola de las basuras; el “composting” y la
incineración de los residuos, ya sea simple o su transformación en
energía.
El primer grupo es el mas primitivo y el que ha venido empleán-
dose desde que se comenzó la recolección de basuras en las ciuda-
des. En las poblaciones marítimas parece que el procedimiento de
arrojar las basuras en el mar es el que mejor satisface las exigencias
de los tres ordenes citados (higiénico, técnico y económico) pero no
es así. El procedimiento es muy caro por la necesidad de largos reco-
rridos a efectuar por los remolcadores si se quiere evitar que las co-
rrientes marinas lancen a las playas una parte de los detritos. Así, se
ha podido observar que las principales ciudades balnearias del mun-
do, han abandonado el sistema o lo emplean cada vez menos.
El enterramiento de basuras para recuperación de tierras bajas,
en su versión mas moderna de “relleno sanitario”, consiste en
nar las basuras en la menor superficie posible, cubriéndolas frecuen-
temente con capas de tierra. De esta manera se consigue la estabili-
zación por biológica anaeróbica de las materias orgánicas deposi-
tadas. En este proceso, especialmente en su fase final, se produce
una mezcla gaseosa cuyo componente principal es el metano, que
debe ventearse apropiadamente a la atmósfera. También como pro-
ducto de la descomposición de los residuos, se originan líquidos que
debe evitarse que se infiltren hacia los acuíferos a fin de no contami-
narlos. Al planificarse una obra de rellenamiento sanitario, además
de analizarse cualitativa y cuantitativamente la producción de resi-
duos del área a servir, debe realizarse un completo estudio de los as-
pectos topográficos, hidrológicos y climatológicos sitio de empla-
zamiento a fin de establecer el diseño mas adecuado para confinar
93 94
las basuras y evitar la contaminación del agua en el área de influen-
cia.
El “composting” es un proceso de estabilización biológico
co de la materia orgánica cuyo producto -el
mejoradas o correctoras del suelo, haciendo además un
aporte de nitrógeno, fósforo y potasio. El proceso comienza
con una de la basura y separación de todas aquellas ma-
terias como metales, vidrios, plásticos, etc. que no
transformarse en compost. Algunas de éstas pueden reciclarse en el
mercado y otras forman una cantidad discreta de residuos sólidos
que deben disponerse de otra manera. De la composición de la basu-
ra, de este proceso de selección y de la refinación posterior a la esta-
bilización biológica, dependerá la calidad del compost obtenido. Da-
do que el desarrollo de esta tecnología en nuestro país es incipiente,
es conveniente hacer experiencias piloto de producción y comerciali-
zación evaluar técnica y económicamente al proyecto.
La incineración de las basuras es un proceso por el cual pueden
eliminarse las sustancias orgánicas de los residuos, quedando una
porción remanente que deberá disponerse de otra forma. En el or-
den sanitario no cabe duda que es el mejor sistema, ya que gracias a
las elevadas temperaturas que en la misma se alcanzan, no existe te-
mor alguno de que queden en los residuos, ningún resto de sustancia
orgánica y por consiguiente, ningún germen capaz de contaminar
posteriormente.
Existen distintos diseños de plantas incineradoras y el tipo a insta-
lar dependerá de la cantidad y calidad de los residuos, especialmente
en cuanto a su poder calorífico y al contenido de humedad, pero en
todos los casos deberá asegurarse una elevada eficiencia en la com-
bustión, de manera tal que los efluentes gaseosos que son evacuados a
la no superen los permisibles de componentes
contaminantes. En general, esto involucra realizar instalaciones para el
tratamiento de los gases antes de su evacuación.
Este sistema, en su comienzo tenía el inconveniente de su elevado
costo, ya que toda la basura sin aprovechamiento de ningu-
na clase. Por ello, se trató de recuperar algo de esa incineración y
93 94
aunque en general las basuras suelen ser un combustible pobre, pues
su poder calorífico oscila entre en verano y
93 94
en se hornos especiales que permitieron la recupe-
ración de la que representa dicho poder calórico, enviando
los producidos por la combustión a calderas va-
por se vender o convertir en electricidad. La
dc un kilogramo de basura puede producir de a kg. de
vapor y la producción de energía eléctrica puede -asimismo- oscilar
120 y por tonelada de basura quemada. En estas
si bien el quemado de basuras no puede a consti-
tuir un para una ciudad, pueden -en cambio- obtenerse in-
gresos por de vapor, electricidad y subproductos (especial-
mente escorias) que rebajan cl costo sistema.
95
TERCERAPARTE
DISTRIBUCION DE LOS
USOS DE LA TIERRA EN
CIUDADES
BONAERENSES
El análisis pormenorizado de la estructura de los usos de la
en las argentinas, así como su relación con el número de
habitantes, es una tarea pendiente entre nosotros, por comparación
con investigaciones de excepcional importancia realizadas sobre el
tema en Europa y los EE.UU. Tratando de cubrir esa brecha en par-
te, se presentan a continuación las conclusiones de un estudio practi-
cado en diecisiete ciudades de la provincia de Buenos Aires que al
año tenían entre 15.000 y 200.000 habitantes.
Si bien los resultados están condicionados por los distintos crite-
rios que en la elaboración de base -como lo señalamos en
la presentación- ya que se trató de aprovechar trabajos de autores
diversos cuya finalidad no era la perseguida en esta investigación, en
promedio, como se presentan los datos, significan una útil
para comparaciones ulteriores.
Como dato inicial, se ha clasificado a la superficie urbana total en
dos grandes grupos:
1. superficie urbanizada
2. baldía o no explotada
Cuadro NQ 3
Relaciones entre Usos de la Tierra y Población
usos
Parcial Total
Viviendas o bi-familiares
Viviendas multifamiliares
Zonas residenciales
Zonas
102 100
TOTAL DE (por cada hab.)
103 100
NQ 4
Relaciones entre Superficie Urbana Total y Superficie Urbanizada,
con la Superficie destinada a usos de la tierra
% superficie
urbana total urbanizada
usos
Parcial Total Parcial Total
comerciales Industria
liviana Industria
pesada Ferrocarril
Zonas industriales y ferroviarias
Zonas verdes públicas
Equipamiento público y semi-
público 34,0
Calles
Baldíos
l oo. 0
De los usos considerados, las áreas residenciales y las calles son los
que absorven la mayor parte de la superficie urbanizada total, siendo
los promedios de Ha. y Ha. por cada 100 personas
respectivamente.
1. Y
104 100
caso en estudio un promedio de Ha. por cada 100 habitantes,
correspondiendo el restante para llegar a los valores consigna-
dos en la tabla, a las viviendas bifamiliares.
105 100
Consideradas las cantidades en función de porcentajes, las vivien-
das unifamiliares representaban el 22% de la superficie urbana total
y el 36% de la superficie Para esta última, la de
los estandares propuestos por la bibliografía extranjera dan una nor-
ma casi uniforme del 35% a pesar de que comúnmente varía entre el
30% y el 40%.
Los demás datos pueden resumirse como sigue:
a. la densidad de las zonas de vivienda unifamiliar aumenta en re-
lación directa con la población de la ciudad. Hay una
correspondiente en la superficie de terreno por familia.
b. Hay un promedio de viviendas unifamiliares por cada
personas de la población total, con una relación de 17 edilicios
por hectárea de zona residencial.
c. Las viviendas unifamiliares alojan como promedio al de
la población total de las 17 ciudades donde se efectuó esta
Este índicc no es constante sino que varía sin que
relacionarse esa variación con el tamaño de la ciudad.
2.
3. ZONAS COMERCIALES
103 104
te en las zonas ubicadas dentro de los metros adyacentes al cen-
tro.
104 104
En resumen:
a. existe un de negocios por cada personas
y de 32 por cada de superficie de Brea comercial,
b. el promedio de frente de los negocios es de 9 metros,
c. existe un promedio de 303 metros de frente comercial por cada
de zona comercial.
4. LIVIANA
PESADA
105 104
generalmente con este fin. Esta industria depende particularmente
de la posición geográfica, proximidad de la materia prima,
106 104
des de transporte y otros numerosos factores que significan una con-
siderable variación en la cantidad de superficie explotada
para este fm en distintas ciudades.
6.
GULES
105 106
El espacio ocupado por calles, ocupa el segundo rango en el
105 106
mero de Ha. requeridas por cada 100 personas, es muy poco menor
que la absorbida por las viviendas unifamiliares. El prome-
dio registrado es de Ha. bastante parecido a los estándares ame-
ricanos que como norma general, un de 1 Ha. por
cada personas. La variación observada en el conjunto
dc un mínimo de Ha. a un máximo de Ha.
En porcentaje, las calles ocupan el segundo lugar de superficie.
La proporción del total es del 20% y del 34% para la zona
Las relaciones son directamente proporcionales al
dc la población, y en el conjunto de diecisiete ciudades oscilan
entre un mínimo del 28% y un
En trece ciudades hay una relación promedio de metros de
calles por cada personas. Una comparación de longitud total de
con la urbana total acusa un promedio de
de calle por hectárea de superficie dc ciudad.
9. ZONAS VERDES
105 106
de la superficie total urbanizada, es decir, el 4% por encima del pro-
medio en este. estudio.
105 106
10. EQUIPAMIENTO PUBLICO YSEMI-PUBLICO
107
viviendas bifamiliares, calles, verdes y equipamiento
y hay cantidades mas o menos fijas de las tierras
que pueden ser requeridas, a de que no pueden especificarse
normas. Se espera que el de una inspección detallada de
los usos de la tierra en cualquier ciudad, se aproximar6 muy estre-
chamente a los resultados volcados en los dos cuadros anteriores.
CONCLUSIONES
110
dios territoriales, es preciso reconocer sus limitaciones. En efecto, si
bien la estructura urbana se concreta en el plano, sobre la base de
una interacción de espacios adaptados y canales, no debe perderse
de vista que esta síntesis física está representando un complejo de
factores y vinculaciones sociales, económicas, culturales y políticas
que reflejan, asimismo, un conjunto de relaciones humanas basadas
en valores, ideales, conductas e intereses; los que, combinándose de
manera originan una estructura formal particular, inte-
resando mas lo cualitativo que lo cuantitativo del hecho espacial. La
estructura urbana constituye así la expresión del ser urbano, ontoló-
gicamente considerado, gráficamente materializado en un punto
concreto tiempo y del espacio. Se entonces lo señala-
do por Randlc cuando hace notar que en sí “la estructura es invisi-
ble” hecho que indudablemente dificulta su por parte
del alumno o profesional con una orientación arquitectónica ex-
cesivamente centrada en los aspectos figurativos. El análisis de espa-
cios y actividades no constituye por sí la estructura urbana, requi-
riéndose el esfuerzo de deducirla formalmente de las formas poten-
ciales de lo espacial. La elección de los elementos físicos que
formar parte de la estructura urbana constituye un proceso selectivo
que transforma a tarea de búsqueda de información en un acto
creativo, auténtico esfuerzo de síntesis y abstracción, derivado de un
conocimiento global de la ciudad en estudio y radicalmente distinto
del mero acumular datos sin orden ni sentido. No existe esta-
dístico ni esquema econométrico que pueda expresar a una estructu-
ra urbana. Este es un aspecto importante y a la vez limitativo del pro-
ceso de trabajo, ya que como señala Chapin “el reconocer los valores
y formas de conducta en la configuración de patrones de uso del sue-
lo, es en el presente un procedimiento no por ca-
rencia de estudios sistemáticos sobre el tema entre nosotros, sino
también por la propia Índole de la materia tratada. Es evidente la ne-
cesidad dc investigaciones con orientación urbanística que ayuden a
valorar los determinantes culturales y sociales argentinos en la confi-
guración de la estructura urbana. Estas investigaciones, si bien
disciplinarias en su cometido, no deben perder de vista la finalidad
espacio-territorial del planeamiento físico. Ellas contribuirán sin du-
da a un mejor conocimiento del hábitat urbano, pero eso no quita
111
que el arquitecto dedicado al planeamiento físico necesite prestar
destacada atención y esfuerzo personal al trabajo de síntesis creativa
que -en esencia- representa el mapa de la estructura urbana.
112