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Dios ordenó a su pueblo que celebrara tres fiestas solemnes. Coinciden con tres principales eventos para el cristiano.

Pascua Pascua
Fiesta de los panes sin levadura El sacrificio de Jesucristo
Dt 16:1-8; Éx 12:14-20; Lv 23:4-8 1 Co 15:3-8; Mr 15:22-39
Celebración en el mes de Abib Celebración de la muerte y re-
de la salida de Egipto, cuando los surrección de Cristo. Gracias a su
israelitas dejaron atrás la esclavitud. sacrificio en la cruz tenemos
Al celebrar la Pascua debían co- la salvación del pecado.
mer siete días panes sin levadura.
La levadura simbolizaba el pecado;
comer pan sin levadura era una
muestra de arrepentimiento.

Primicias Pentecostés
Fiesta de las semanas La obra del Espíritu Santo
Dt 16:9-12; Lv 23:15-22; Nm 28:26-31 Hch 2:1-13; 36-42; 4:41
Fiesta para celebrar los primeros Pentecostés significa «quicuagési-
frutos, que debían traer a la casa mo»; se celebra 50 días después de
de Jehová. El sacerdote mecía la la Pascua.
gavilla delante del Señor. Jesús envió la promesa del Espi-
«Te alegrarás delante de Jehová ritu Santo, el poder que Jesús pro-
tu Dios...» (Dt 16:11). Dios quería metió para que seamos sus testigos
que su pueblo se alegre en la cele- desde Jerusalén hasta lo último de
bración. la tierra.
Después de traer los primeros La obra del Espíritu Santo no cesó
frutos contaban siete semanas con Hechos de los Apóstoles; su
y celebraban la fiesta de Pentecos- poder y sus dones son también para
tés al final de la cosecha del trigo. nuestro día.

Cosecha Bodas del Cordero

Fiesta de los tabernáculos La gran celebración eterna
Dt 16:13-17; Lv 23:33-43; 1 Ts 4:13-18; Ap 19:1-10
Nm 29:12-39
Al son de la trompeta de Dios
Esta fiesta se celebraba a la sa- Jesús descenderá del cielo; los
lida del año para agradecer a Dios muertos en Cristo resucitarán prime-
por la cosecha. La fiesta era de ro, y los que vivimos iremos todos a
siete días y vivían en enramadas. encontrarnos con Él en el aire.
El pueblo debía estar «verdade- Celebraremos las Bodas del Cor-
ramente alegre» (Dt 16:15). dero y estaremos para siempre con
Es maravilloso ver que Dios quie- nuestro amado Salvador. Será una
re tener un pueblo alegre. fiesta eterna. No es posible imaginar
cuán glorioso será ese día.

Invitación de Jesús: «Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice
la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva» (Juan 7:37,38).