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1) Comparación entre la ciencia política clásica y moderna

La ciencia política clásica se presenta como un saber eminentemente práctico. Según esta
concepción, la política es el obrar humano encaminado a obtener el bien de la comunidad y era
materia del filósofo, ya que solo el sabio es virtuoso, solo el virtuoso es libre y el único capacitado
para elegir el bien más preciado en la polis.

La mirada de un hombre en el siglo XVI va a producir un cambio fundamental en la concepción del


fin y de los valores de la convivencia. Maquiavelo, propondrá un nuevo objeto de saber para la
ciencia política: el poder, entendido como dominio o superioridad de un hombre o un grupo sobre
otros.
La política es sinónimo de poder, la ciencia política es la ciencia del poder en todas sus formas. –
Duverger.
Con esta nueva visión, la ciencia política deja de ser el saber arquitectónico de la convivencia. No
es mas ya el sabio arte componedor de la comunidad en miras a la buena vida. Sino una actividad
repugnante en la que el hombre despliega toda su malicia, todo su hedor y su miseria. Esta es la
visión que al común de la gente se ha transmitido y que los científicos modernos fomentan. La
ética ha quedado fuera de la política, y la virtud y el bien han dejado de ser fines políticos. Para la
Ciencia Política moderna una de las vocaciones más entrañables es la neutralidad; el científico
político ha de ser neutral frente al objeto que conoce, como en cualquier ciencia.
La MCP está impregnada sobre la actitud positivista y nos presenta al poder no solo como fin del
conocimiento, sino, fundamentalmente, como su medida. No pretende saber el porqué de las cosas,
sino simplemente el cómo de ellas. Esta concepción científica es esencialmente antifilosófica y
avalorativa. La CPM se nos presenta como un saber exclusivamente teórico, ya que se interesa
únicamente en la verificación empírica de las hipótesis científicas previamente determinadas
por el investigador. No pretende influir de ninguna manera sobre el objeto de conocimiento.
No resuelve problemas humanos, ni siquiera los plantea, solo estudia la vida humana para conocer
la comunidad política. Una característica que predomina en la MCP es su objetividad, esta conlleva
a la neutralidad valorativa, ésta le permite el apreciamiento del objeto en estudio en su existencia y
no en su esencia.
“Las ideas y valores políticos tienen que ser trasladados como si fueran de naturaleza política y
no ética” – Sartori.
2) Enfoques y su clasificación
Los enfoques son instrumentos cuasi-ideales (es decir, no los encontramos plenamente en la
realidad) que se enmarcan en los macromoldes. Losada y Casas Casas entienden por “enfoque”
aquel poderoso reflector que hace ver ciertos aspectos de la realidad, pero que olvida otros.
Dentro de los enfoques se privilegian conceptos, se parte de presuposiciones y se manejan ciertas
reglas de inferencia para llegar a conclusiones válidas. Podemos clasificar distintos enfoques en dos
grandes categorías: tradicionales (filosófico, histórico-sociológico y jurídico institucional) y
contemporáneos (marxista, feminista, sistémico, teoría de los juegos, elección racional, neo-
institucional, posmodernos, etc.)
3) Macro y micro moldes.
Por macromoldes podemos entender un conjunto de valores primordiales, principios y
ejemplos sobre cómo avanzar en una ciencia específica. Los micromoldes son más específicos e
incluyen un espectro de perspectivas, procedimientos y recursos para adelantar la investigación.
Existen cuatro macromoldes para el desarrollo de la investigación social:
Hermenéutico o interpretativo
En general este macro-molde profesa dos “valores primordiales”, busca las intenciones de los
actores sociales y perseguir un interés práctico. La preocupación central es llegar a una comprensión
profunda de los fenómenos, entendida en término de un comprender el significado de las acciones
desde el punto de vista de quien las lleva a cabo. Por otra parte, el interés del conocimiento
hermenéutico se clasifica como “práctico”, es decir, el interés apunta a interpretar pata orientara el
diálogo intersubjetivo y el compromiso social o político.
Crítico
El macromolde critico hunde sus raíces en el marxismo clásico, aunque luego tuvo sus evoluciones
dentro de la escuela de Frankfurt y de algunos autores contemporáneos como Focault o Chomsky.
El enfoque marxista centra su análisis en las estructuras socioeconómicas. Según este enfoque, los
modos de producción (fuerzas y relaciones) fundamentan la vida social y constituyen la “estructura
económica” fundamental. En todas las sociedades clasistas, según el marxismo, el Estado es un
instrumento coercitivo al servicio de las clases dominantes. Entre las ventajas del marxismo
encontramos que, aparte de un enfoque, constituye un programa político. Además, ha obligado a
los analistas políticos a prestar atención a la incidencia de factores económicos en la política. Pero
entre sus desventajas hallamos que rehúye a la verificación empírica de sus resultados, tiende
a descartar todo avance científico que no sea compatible con su visión y la pérdida de
credibilidad tras la caída de la URSS.
Entre los autores de los enfoques críticos contemporáneos nos hallamos con Habermas, quien
pretendió reformular el marxismo. Asimismo, también se pueden englobar en esta categoría los
analistas de la teoría de la “dependencia” y el “imperialismo”, así como aquellos que estudiaron los
procesos de descolonización desde un punto de partida del país colonizado.
Empírico-analítico
Este enfoque valora la confrontación de hipótesis con los hechos rigurosamente observados.
Separándose de los posibles juicios de valor, cree en la posibilidad de encontrar regularidades en el
comportamiento humano. Es frecuente que recurra al método comparativo y se encarga de predecir
lo que va a suceder.
Posmoderno
Este enfoque nació como respuesta a la modernidad y demuestra su disentimiento frente a cualquier
punto de vista que se considere establecido. Un área que ha sido particularmente trabajada por estos
autores es la de las dicotomías consideradas como válidas tradicionalmente (ej.: sagrado-profano,
hombre-mujer, etc.). Por otro lado, se caracteriza por una acérrima desconfianza frente a las
corrientes de pensamiento predominantes en la ciencia política y las considera un instrumento
cómplice en el ejercicio de la dominación por los sectores privilegiados.
4) Ventajas y desventajas del enfoque sistémico
Ventajas:

 Permite hablar de subsistemas (un subsistema del sistema político es el sistema de partidos,
por ejemplo)
 Ha permitido a los politólogos liberarse del concepto de Estado y de las restricciones
mentales que este impone
 Facilita comparar sistemas políticos diversos
 Subraya la interdependencia de las partes en la vida de un sistema político
Desventajas:

 Tropieza con dificultades cuando el investigador intenta operacionalizar conceptos como


“límites del sistema”, por ejemplo.
 Sus analogías (con el funcionamiento del cuerpo humano, por ejemplo) pueden volverse
inválidas
 La historia y sus huellas no parecen existir
 Se esfuerza poco en producir explicaciones verificables

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