Técnica de respiración y relajación:

Colócate en una posición cómoda con disposición a relajarte. Cierra tus ojos y ponte en
contacto con tu respiración.
A partir de este instante vas a tomar conciencia de tu respiración, tomamos una
respiración profunda; respiramos por la nariz y botamos por la boca, nuevamente
respiramos por la nariz y botamos por la boca una vez más respiramos por la nariz y
botamos por la boca.
Siente como el aire fluye por los músculos de tus pies, imagínate que toda la tensión del
día se encuentra concentrado en ellos; pesan y lo relajas, pesas y lo relajas. Seguimos
subiendo hasta llegar a la pantorrilla, luego a la rodillas, toma tu tiempo para sentirlos y
respiramos por la nariz y botamos por la boca, continuamos subiendo por tus
entrepiernas, tu glúteo, tu cadera y cintura, tómate tu tiempo para sentirlos y volvemos a
respirar por la nariz y botamos por la boca. Seguimos subiendo a través de tu abdomen,
siente tu barriga, tu pecho, tus hombros, muy pesados, relájalos, suelta toda esa tensión
acumulada, seguimos por tus brazos, tus manos, tus hombros, tu espalda tómate tu
tiempo para sentirlos y volvemos a respirar por la nariz y botamos por la boca. Ahora lleva
tu atención a tu cuello, a los músculos de tu cara, siente tus labios, tu nariz, tus ojos, tus
cejas, tu frente relájalos, relaja tus orejas, tu cabello, tu cuero cabelludo y tu mente.
Tómate tu tiempo para sentirlos y después imagina y siente como pesan y se relajan;
pesan y se relajan. Respiramos profundamente tres veces, siente como eres un todo que
pesa y se relaja; pesa y se relaja. Observa tu respiración, respira y llénate de paz con cada
respiro.
A continuación imagínate una luz dorada y brillante que comienza a introducirse en tu
mente y vas a ir visualizando un campo verde. Observas los árboles, los colores de las
flores y escuchas el sonido de los pajaritos volando por la pradera. Extiendes la mirada
hacia el bosque y ves los rayos del sol reflejando en las hojas verdes de los árboles. Te
sientes relajado y disfrutas del paisaje, respiras tranquilo y en calma un aire puro, lleno del
oxígeno que producen los árboles del bosque con cada respiración te relajas más y más.
Respirar por la nariz y botas por la boca. Escuchas el susurro que produce el aire al pasar
entre las hojas de los árboles y me quedo por unos instantes observando el campo verde,
los árboles, la flores y los rayos del sol, tomo conciencia de que algo respira en mí, no me
cuesta esfuerzo alguno respirar, respiro y me lleno de calma, respiro y me lleno de paz.
Respiro por la nariz y boto por la boca. (tres veces)
Me preparo para abandonar lo que visualizo y conservo los beneficios que me ha
aportado, hago una vez más una respiración profunda y a la voz de tres abro los ojos a mi
ritmo y tiempo , conservando el estado de relax y calma que he logrado.. 1…… 2…… 3.