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https://www.youtube.com/watch?v=giRAnO_d
lvI
http://www.rincondelpoeta.com.ar/cuento_fre
sia.htm
La mariposa azul
Había un hombre que vivía con sus dos hijas. Las niñas eran curiosas e inteligentes y
siempre hacían muchas preguntas. A veces el hombre sabía responder pero, otras veces, no
tenía ni idea de la respuesta. Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó las
niñas de vacaciones a casa de un sabio que vivía en lo alto de la colina.
El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ningún tipo de duda. Impacientes con
el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no pudiera responder.
Así que un día una de ellas capturó una linda mariposa azul con la que pensaba engañar al
sabio.
-Voy a esconder la mariposa entre mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta.
Si él dice que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la
apretaré y la aplastaré. De esta manera, cualquiera que sea su respuesta, ¡será una respuesta
equivocada!
Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.
-“Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio, ¿está viva o muerta?”
Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando
algo falle: somos nosotros los únicos responsables por nuestros errores y malas decisiones.
“Como ocurre con la mariposa azul, nosotros podemos elegir entre la Vida y la
Muerte”
Tú decides. . .
- “Querida yo voy a salir de la casa, voy a viajar bien lejos, buscar empleo y
trabajar hasta tener condiciones para regresar y darte una vida más cómoda y
digna. No sé cuánto tiempo voy a estar lejos, solo te pido una cosa: que me
esperes y, mientras yo esté lejos, me seas fiel, pues yo te seré fiel a ti.”
Así, siendo joven aún, caminó muchos días a pie, hasta encontrar un hacendado
que estaba necesitando de alguien para ayudarlo en su hacienda. El joven llegó y
se ofreció para trabajar y fue aceptado.
Pidió hacer un trato con su jefe, el cual fue aceptado también. El pacto fue el
siguiente:
- “Déjeme trabajar por el tiempo que yo quiera y cuando yo encuentre que debo
irme, el señor me libera de mis obligaciones: Yo no quiero recibir mi salario. Le
pido al señor que lo coloque en una cuenta de ahorro hasta el día en que me vaya.
El día que yo salga. Ud. me dará el dinero que yo haya ganado."
Estando ambos de acuerdo. Aquel joven trabajo durante 20 años, sin vacaciones y
sin descanso.
El patrón le respondió:
- “Muy bien, hicimos un pacto y voy a cumplirlo, solo que antes quiero hacerte una
propuesta, está bien? Yo te doy tu dinero y tú te vas, o te doy tres consejos y no te
doy el dinero y te vas. Si yo te doy el dinero, no te doy los consejos y viceversa.
Vete a tu cuarto, piénsalo y después me das la respuesta.”
Él pensó durante dos días, busco al patrón y le dijo: “QUIERO LOS TRES
CONSEJOS”
Después de darle los consejos, el patrón le dijo al joven, que ya no era tan joven,
así:
- “Aquí tienes tres panes, dos para comer durante el viaje y el tercero es para
comer con tu esposa cuando llegues a tu casa.”
Él le respondió:
- “Voy para un camino muy distante que queda a más de veinte días de caminata
por esta carretera.”
- “Joven, este camino es muy largo, yo conozco un atajo con el cual llegaras en
pocos días”.
El joven contento, comenzó a caminar por el atajo, cuando se acordó del primer
consejo, “NUNCA TOMES ATAJOS EN TU VIDA. CAMINOS MAS CORTOS Y
DESCONOCIDOS TE PUEDEN COSTAR LA VIDA”. Entonces se alejó de aquel
atajo y volvió a seguir por el camino normal. Dos días después se enteró de otro
viajero que había tomado el atajo, y lo asaltaron, lo golpearon, y le robaron toda su
ropa. Ese atajo llevaba a una emboscada.
- "Usted ha tenido suerte en salir vivo de aquí, pues en las noches nos acecha una
mujer maleante con crisis de locura, que grita horriblemente y cuando el huésped
sale a enterarse de qué está pasando, lo mata, lo entierra en el quintal, y luego se
esfuma."
El joven siguió su larga jornada, ansioso por llegar a su casa. Después de muchos
días y noches de caminata.. Ya al atardecer, vio entre los árboles humo saliendo
de la chimenea de su pequeña casa, camino y vio entre los arbustos la silueta de
su esposa. Estaba anocheciendo, pero alcanzo a ver que ella no estaba sola.
Anduvo un poco más y vio que ella tenía en sus piernas, un hombre al que estaba
acariciando los cabellos. Cuando vio aquella escena, su corazón se llenó de odio y
amargura y decidió correr al encuentro de los dos y matarlos sin piedad. Respiró
profundo, apresuro sus pasos, cuando recordó el tercer consejo. “NUNCA TOMES
DECISIONES EN MOMENTOS DE ODIO Y DOLOR, PUES PUEDES
ARREPENTIRTE DEMASIADO TARDE”
Entonces se paró y reflexionó, decidió dormir ahí mismo aquella noche y al día
siguiente tomar una decisión.
- “No voy a matar a mi esposa. Voy a volver con mi patrón y a pedirle que me
acepte de vuelta. Solo que antes, quiero decirle a mi esposa que siempre le fui fiel
a ella.”
El entonces le preguntó:
Entonces el marido entró, conoció, abrazó a su hijo y les contó toda su historia, en
cuanto su esposa preparaba la cena. Se sentaron a comer el último pan junto.
Después, con lágrimas de emoción, partió el pan, y al abrirlo, se encontró todo su
dinero, el pago de sus veinte años de dedicación...
Hay que tomar en cuenta que hoy en día, muchos se cansaron de ser niños y
quisieron crecer abruptamente y ahora quisieran ser niños otra vez. Que otros
perdieron su salud por buscar riqueza, y ahora pierden su riqueza para restaurar su
salud. Que muchos -por pensar ansiosamente sobre el futuro -se olvidan del
presente y acaban no viviendo ni en el futuro, ni en el presente. Otros, viven como
si nunca se fueran a morir, y luego mueren como si nunca hubieran vivido”.
"Los seres humanos tenemos mucho que aprender en el camino de la vida. Dime
qué necesito saber, antes de seguir mi viaje. Los seres humanos tenemos que
aprender mucho a cada paso que damos".
• No es bueno compararnos con los demás; habrá siempre quien es mejor o peor.
• La persona rica no es la que más posee, sino la que necesita menos.
• Debería haber control sobre las actitudes, si no, son las actitudes las que nos
controlan a nosotros.
• Nos toma sólo segundos abrir heridas muy profundas en las personas que
amamos, y nos toma muchos años poder curarlas.
• Hay que entender que puede ser que haya alguien que nos ame, y sin embargo,
no siempre sucede que sepa expresar sus sentimientos.
• El dinero puede comprar todo, menos la felicidad. A veces nos podemos molestar
por algo, pero eso no nos da el derecho de molestar a otros.
• Los seres humanos son amos y dueños de lo que poseen, pero son esclavos de
lo que dicen.
• Aprender que dos personas pueden estar viendo la misma cosa, y sin embargo,
estar viendo algo totalmente diferente.
• Aquel que es honesto consigo mismo, a pesar de los obstáculos llegará lejos en
su camino.
2. El Poder de Tolerar: La vida está llena de sorpresas. Las cosas que planeamos,
pueden salirse de su curso abruptamente con mucha facilidad. No tenemos control
sobre otra gente, no tenemos control sobre la naturaleza; tampoco podemos tener
control sobre las circunstancias, no importa cuántas veces lo intentemos. Pero no
es esto lo que nos hace felices o infelices. Esto sucede sólo si nosotros lo
permitimos. Son nuestras propias respuestas emocionales ante la vida las que nos
dan felicidad o sufrimiento, y éstas sí podemos controlarlas. Una vez que hacemos
nuestro este poder espiritual, incluso la peor de las circunstancias nunca podrá
derrotarnos. El Poder de la Tolerancia no es jamás una aceptación no deseada, sino
que es la habilidad de estar contento auténticamente -en cualquier circunstancia- y
la fuerza de ser insacudible se vuelve nuestra. Como es dicho en el Tao del Viajero:
“Profundamente en la conciencia de ser un alma, el Sabio planta las raíces de su
mente. Como un árbol que se dobla con el viento, el Viajero tolera todo y permanece
inquebrantable”. Este es el Segundo Poder.
4. El Poder de Discernir: Bien o mal, feliz o infeliz, nuestra vida está completamente
determinada por las elecciones y decisiones que hacemos en algún momento de
nuestra vida; a pesar de que no nos recordemos haberlas hecho. A pesar de que
hacemos cosas tan automáticamente que no parece una elección, siempre lo es.
Para que nuestras decisiones sean las correctas, necesitamos ser capaces de
discernir lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo falso. Necesitamos la habilidad de
ver claramente, ver la cosas como son realmente, no importa qué tan bueno sea el
disfraz; esto nos permite dirigir el curso de nuestra vida, que nos llevará adonde
queremos realmente ir. Como dice el Tao del Viajero: “Trucos e ilusiones están en
todos lados y el camino puede estar inundado de un diluvio de palabras. El Sabio
discierne, encontrando el diamante entre la bisutería”. El Cuarto de los Poderes, es
éste.
Cierto emperador pensó un día que si conociera la respuesta a las siguientes tres preguntas,
nunca fallaría en ninguna cuestión. Las tres preguntas eran:
El emperador publicó un edicto a través de todo su reino anunciando que cualquiera que
pudiera responder a estas tres preguntas recibiría una gran recompensa, y muchos de los
que leyeron el edicto emprendieron el camino al palacio; cada uno llevaba una respuesta
diferente al emperador.
Alguien afirmó que ciertas materias exigen una decisión inmediata y no pueden esperar los
resultados de una consulta, pero que si él quería saber de antemano lo que iba a suceder
debía consultar a magos y adivinos.
Las respuestas a la segunda pregunta tampoco eran acordes. Una persona dijo que el
emperador necesitaba depositar toda su confianza en administradores; otro le animaba a
depositar su confianza en sacerdotes y monjes, mientras algunos recomendaban a los
médicos. Otros que depositara su fe en guerreros.
La tercera pregunta trajo también una variedad similar de respuestas. Algunos decían que la
ciencia es el empeño más importante; otros insistían en la religión e incluso algunos
clamaban por el cuerpo militar como lo más importante.
Y puesto que las respuestas eran todas distintas, el emperador no se sintió complacido con
ninguna y la recompensa no fue otorgada.
El eremita le dio las gracias, le pasó la pala al emperador y se sentó en el suelo a descansar.
Después de haber acabado dos cuadros, el emperador paró, se volvió al eremita y repitió
sus preguntas. El eremita tampoco contestó sino que se levantó y señalando la pala dijo:
—Vine a ver si podías responder a mis tres preguntas, pero si no puedes darme una
respuesta, dímelo, para que pueda volverme a mi palacio.
El emperador volvió la cabeza y de repente ambos vieron a un hombre con una larga barba
blanca que salía del bosque. Corría enloquecidamente presionando sus manos contra una
herida sangrante en su estómago. El hombre corrió hacia el emperador antes de caer
inconsciente al suelo, dónde yació gimiendo. Al rasgar los vestidos del hombre, emperador
y ermitaño vieron que el hombre había recibido una profunda cuchillada. El emperador
limpió la herida cuidadosamente y luego usó su propia camisa para vendarle, pero la sangre
empapó totalmente la venda en unos minutos. Aclaró la camisa y le vendó por segunda vez
y continuó haciéndolo hasta que la herida cesó de sangrar.
Durante un momento olvidó donde estaba y lo que había venido a hacer. Miró hacia la
cama y vio al herido, que también miraba confuso a su alrededor; cuando vio al emperador,
le miró fijamente y le dijo en un leve suspiro:
—Pero ¿qué has hecho para que yo deba perdonarte? —preguntó el emperador.
Tras ordenar a sus sirvientes que llevaran al hombre a su casa, el emperador volvió a ver al
ermitaño. Antes de volver al palacio el emperador quería repetir sus preguntas por última
vez; encontró al ermitaño sembrando el terreno que ambos habían cavado el día anterior.
»Más tarde, cuando el herido corría hacia aquí, el momento más oportuno fue el tiempo que
pasaste curando su herida, porque si no le hubieses cuidado habría muerto y habrías perdido
la oportunidad de reconciliarte con él. De esta manera, la persona más importante fue él y el
objetivo más importante fue curar su herida…
»Recuerda que solo hay un momento importante y es ahora. El momento actual es el único
sobre el que tenemos dominio. La persona más importante es siempre con la persona con la
que estás, la que está delante de ti, porque quién sabe si tendrás trato con otra persona en el
futuro. El propósito más importante es hacer que esa persona, la que está junto a ti, sea
feliz, porque es el único propósito de la vida