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“MASACRE: VEN Y MIRA, LA JUSTICIA

DENTRO DE LA GUERRA”
“Ven y mira” es una película soviética categorizada dentro del género bélico-dramático
dirigida por el cineasta Elem Klímov en el año 1985.

Enfocada en la Segunda Guerra Mundial, especialmente en la ocupación de la Alemania


nazi de Bielorruisa en 1943, muestra a través de su protagonista Flyora Gaishun el dolor
que conlleva la guerra, quien siendo tan solo un niño, presencia cómo los alemanes
quemaban aldeas completas y asesinaban a cada uno de sus habitantes incluyendo a su
propia familia.

La película en sí fue muy bien catalogada y aplaudida por los críticos, pero las
reacciones del público en general fue de gran impacto al ver una cinta con escenas tan
explícitas y sin censura, convirtiéndola en una fiel representación de la guerra cosa que
Klímov quería lograr.

Dentro de sus crudas escenas, se aprecia un momento en que una escuadra del ejército
soviético dirigido por Kosach junto con partisanos soviéticos se encuentran rodeando a
oficiales y soldados acusados de hacer efectivas las órdenes de ejecución de los diversos
pueblos a los cuales habían arrasado terminando con la muerte de estos últimos. Ante
esta situación, surge la pregunta ¿Es justa la ejecución de los SS al final de la película?

Ante los daños provocados por parte de Alemania a los pueblos de Bielorrusia, si es
justa la condena que ellos les otorgaron, ya que dentro de lo que es la guerra la muerte si
es una opción.

Para esto se desarrollaran las ideas expresadas de historiadores como Tucídides y el


teólogo Tomas de Aquino, quienes definieron dentro de sus obras lo que es la justicia
dentro de la guerra.

En el libro “Historia de la Guerra del Peloponeso” escrita por el historiador Tucídides,


nos menciona dos visiones sobre la justicia en su “Libro V” en el Diálogo de los Melios.

Con el objetivo de conquistar el territorio, los atenienses basan sus argumentos en por
qué debiesen los Melios ceder ante la dominación y no tener como opción recurrir a la
guerra. Entre las posturas se encuentra el concepto de justicia que, como se plantea en el
dialogo “Lo sabemos igual que los sabeís vosotros: en el cálculo humano, la justicia
solo se da entre fuerzas iguales. En caso contrario, los más fuertes hacen todo lo que
está en su poder y los demás ceden” (Tucídides, 1989, pg. 532). Recalcando así su
superioridad ante el contrincante. Por otro lado, los Melios niegan el concepto de lo que
es justo para los atenienses acusando que es lo más útil para ellos, mientras que el
concepto de justicia que estos poseen está asociado a la libertad otorgada por la
naturaleza divina que está de su lado ya que ellos se enfrentan ante quienes no son
justos.

Siguiendo con la línea de pensamiento de Tucídides, en el “Libro III”, de “Historia de la


Guerra del Peloponeso” se narra lo sucedido en la Revuelta de Mitilene en el cual sus
habitantes intentaron rebelarse en contra de Atenas. Esta operación concluyó finalmente
en la rendición del pueblo de Mitilene y comenzó una disputa entre dos hombres con
ideas contrapuestas: Cleón y Diodoto, en materia de justicia.

En un principio los atenienses consideraron que el asesinar a todos los hombres ya sean
culpables o no y de vender a mujeres y niños como esclavos era un castigo justo mas
pronto se arrepintieron ya que lo consideraron como algo cruel, ante esto sale a exponer
Cleón mostrando su radical postura (atacando lo mucho que a los atenienses les gustan
los discursos), acusa que a pesar del buen trato que se les dio a los mitileneos ellos
comenzaron la revuelta, como dice el texto en materia de justicia “Tened a bien
defenderos con idéntico castigo, y habiendo escapado a sus intrigas no os mostreís más
insensibles que quienes las tramaron, teniendo presente lo que ellos hubieran hecho si
os hubieran derrotado, tanto más que fueron ellos los primeros en cometer injusticia”
(Tucídides, 1989, pg. 279). De esta forma señala que la oportunidad que Atenas está
otorgando no está bien porque las circunstancias pudieron haber sido peores. Siguiendo
con su pensamiento, Cleón advierte del peligro de dejarlos vivir ya que como bien dice,
quien ataca sin justificación no cesará hasta lograr su objetivo considerando a quienes
comenzaron con la sublevación como quienes siguieron a estos. Por esta razón, Cleón
finaliza diciendo que “Castigadlos como se merecen y dad a los demás aliados un
ejemplo claro: el que haga defección será castigado con la muerte” (Tucídides, 1989,
pg.280).

Por otro lado, con una visión completamente contraria interviene Diodoto, exponiendo
sus ideas y concepto de justicia como que es parte del naturaleza humana el cometer
equivocaciones y que a pesar de que durante años las penas se han agraviado siendo
más recurrente la pena de muerte, estás son poco efectivas dado esta naturaleza, como
se plantea en el texto “En pocas palabras, resulta imposible que cuando la naturaleza
humana aspira decididamente a realizar una empresa, pueda encontrarse algún
impedimento, sea en la fuerza de la ley o mediante cualquier otra amenaza, que la haga
desistir” (Tucídides, 1989, pg. 284). De esta forma, propone que la mejor solución es
sacarle partido desde un punto de vista financiero, castigándolos con el futuro por haber
traicionado y ellos mismo aprovechar de lo sucedido, además propone que se realice
una vigilancia para que no se repita lo mismo. Concluyendo con su idea, propone que
no se cometan injusticias con quien no ha sido culpable.

Finalmente la propuesta de Diodoto fue vencedora, sin embargo, se ejecutaron a los


principales culpables siguiendo la idea de Cleón.

Otro de los autores como Tomas de Aquino en su tratado de teología “Suma de teología
III” en “Cuestión 40” trata el concepto de la guerra, donde recalca que bajo una
percepción divina toda guerra es ilícita y su acto es pecado. Por lo tanto, en un contexto
histórico donde el cristianismo participaba activamente de las guerras, Santo Tomás
busca estudiar en qué momentos esta guerra si es lícita, presentando de esta forma los
tres elementos para que la guerra sea justa.

El primer concepto se basa en la autoridad del príncipe que esté al mando ya que está
dentro de sus facultades el de defender el bien público, como se menciona en el escrito
“No en vano lleva la espada, pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al
que obra mal” (Tomás de Aquino, 1998, pg. 338) afirmando de esta forma su autoridad.
En segundo lugar, se le describe como causa justa definiéndolo como “Quienes son
atacados lo merezcan por alguna causa” (Tomás de Aquino, 1998, pg. 338), Recalcando
que sin motivos para atacar la guerra sería ilícita. En tercer lugar, el objetivo final de la
guerra debe ser de favorecer el bien y eludir el mal, para reforzar la idea se menciona a
San Agustín en su libro “De vervis Dom” que dice “Entre los verdaderos adoradores de
Dios, las mismas guerras son pacíficas, pues se promueven no por codicia o crueldad,
sino por deseo de la paz, para frenar a los malos y favorecer a los buenos” (Tomás de
Aquino, 1998, pg. 338). Dentro de todo, si se cumple la primera y segunda causa y la
tercera falla la guerra es ilícita de todas formas.

Con respecto a la película, nos encontramos con la escena ya antes mencionada donde
parte del ejército soviético se encuentra rodeando a los SS o fuerzas de combate de elite,
acusándolos de haber dado las órdenes de ejecución y los incendios de parte de los 628
pueblos bielorrusos que arrasaron. Ante el decidido acto de asesinarlos, un joven
interrumpe diciendo que mejor los hagan sufrir en vez de darles la rápida muerte con
armas de fuego, al instante, los soldados comienzan a acusar a los oficiales de haberlos
obligado, que ellos no merecían morir si solo seguían órdenes, ante esto un alemán se
levanta y da un discurso apelando a los sentimientos y a su bondad como persona, sin
tener éxito porque su culpabilidad está más que demostrada. Agregando a esta situación,
interrumpe el último oficial con el discurso alemán característico de la época que
predica la inferioridad de las demás razas y el exterminio de estas, justificando así el
asesinato de los niños en cada pueblo que visitaban acusando de que estos son el futuro
enemigo y los que difundirán el comunismo. Finalmente se les asesina.

Enlazando la descripción anterior con los conceptos de lo que es justo antes


mencionado, se logra relacionar el concepto de justicia observado en el Dialogo de
Melios, en este caso Atenas sería la Alemania Nazi, quienes con aires de superioridad
consideran que no hay justicia ya que la Unión Soviética son débiles e inferiores según
su perspectiva, pero al contrario de esta situación esto, como bien dicen los Melios, es
lo que le resulta útil a ellos y en verdad considerar que dos fuerzas puedan lograr ser
iguales es difícil de calcular, es por esto que es posible relacionar el concepto de justicia
a favor de los soldados de Bielorrusia porque son ellos los que se enfrentan a quienes no
están siendo justos.

Siguiendo con las ideas, se encuentra una situación muy parecida a lo sucedido con
Mitilene. Ante el grupo de soviéticos decididos a condenar a muerte, se abre de cierta
forma un espacio de diálogo, esperando oír tal vez un argumento convincente para
castigarlos de otra manera o retrasar el asesinato. De todos modos este espacio terminó
siendo lo esperado por el odio que generó la última interrupción.

En este caso logramos ver lo que sería el castigo justo por parte de Cleón, quien pensaba
que tanto hombres que en este caso dieron las órdenes de matar como quienes
obedecieron debían obtener la pena de muerte, ya que mantenerlos vivos puede ser un
peligro para el futuro porque no sabemos sus reales intenciones o si seguirán
cometiendo crímenes como estos. Aquí es difícil de observar el punto de vista de
Diodoto porque el perdón a los no culpables lo otorgaba porque estos alguna vez les
fueron de ayuda o cooperaron (sea no oponiendo resistencia) para la conquista de
Atenas, porque Alemania no hizo nada por Bielorrusia más que dañarla y es difícil sacar
provecho de aquellos soldados sin miedo a que lleguen más y ataquen otra vez. Por lo
tanto, lo más justo sería la mirada de Cleón que es llegar a la pena de muerte de todos
aquellos soldados alemanes presentes.

Analizando al último autor mencionado, Tomás de Aquino, es posible realizar el


análisis por parte de los soldados soviéticos que allí se encuentran, reduciendo la guerra
a Bielorrusia contra Alemania y no la Unión Soviética en su totalidad.

En primer lugar nos encontramos con la autoridad del príncipe, en este caso Kosach,
quien dado sus habilidades militares fue designado como alguien capaz de comandar
parte del ejército soviético, de esta forma su autoridad está completamente autorizada a
querer cometer un acto de guerra contra los alemanes ahí presentes. Dado el segundo
motivo, se es capaz de defender la causa justa ya que el motivo de su guerra es el ataque
de los pueblos de Bielorrusia, por lo tanto hay un daño cometido con anterioridad. En
tercer lugar y el más importante, si se puede justificar que el asesinato de esos hombres
se con un motivo de hacer el bien, al menos por parte de los soviéticos, ya que fue tanto
el dolor causado por ellos que la única forma de establecer la paz es que dejen las tierras
de la Unión Soviética sean vivos o muertos. Calificando este hecho, según Tomas de
Aquino, como una guerra justa.

En conclusión, el concepto de justicia dentro de la guerra puede tener distintas


definiciones dado la época y el pensamiento de los autores que la plantean. Tucídides en
su caso muestra a través de su relato la dualidad del significado de justicia entre
ciudades como en la disputa Atenas y Melios y entre personas como Cleón y Diodoto,
ambos atenienses. Por otro lado, tenemos a Tomas de Aquino quien busca la manera de
que las guerras en las cuales participe la iglesia Católica sean justas y las demás también
lo puedan ser sin caer en el pecado.

Es por esta razón, que gracias a las definiciones de los autores mencionados es posible
determinar el caso particular analizado en el ensayo y concluir que efectivamente la
ejecución de los SS al final de la película es justa, ya que cumple con la percepción de
los Melios, porque al ser ellos atacados por los Alemanes, son los Soviéticos quienes se
enfrentan contra quienes son injustos, también el pensamiento de Cleón, que al haber
sido los nazis un peligro tan grande para la vida de los habitantes de la Unión Soviética,
especialmente al pueblo de Bielorrusia al cual causaron tanto daño, que lo más justo
era asesinarlos. Finalmente, con lo planteado por Tomás de Aquino cumplir con las tres
cosas principales para hacer de una guerra justa como la autoridad del príncipe
representada por Kosach, la causa justa ya que se les hizo daño primero porque atacaron
a Bielorrusia y por último la búsqueda de la paz, intentando de alguna forma sacar a los
alemanes del territorio el cual han devastado. Por lo tanto, se puede evidenciar que para
ser justos no solo se necesita estar frente a quién en fuerza es igual al otro como lo
platean los atenienses, o tampoco perdonar la vida para en un futuro recibir un beneficio
de quienes han traicionado como lo dice Diodoto, ni tampoco es tan fácil cumplir con
los tres pilares de la guerra justa porque puede que para quién cree que busca la paz para
el otro solo busca destrucción, como la Alemania nazi que con su pensamiento racista
cree que eliminando a quienes considera inferiores hace un bien a la humanidad.

Bibliografía

Tucídides. (1989). Historia de la Guerra del Peloponeso. Madrid: Alianza Editorial.

Tomas de Aquino. (1998). Suma de Teología. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.

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