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Genero, cuerpo y poder en Trabajos del Reino de Yuri Herrera

Literatura Medieval
Andrea Cristina Garza Sandoval

Durante inicios del siglo XXI se comenzó acuñar el término de narco nóvela, como

respuesta a la realidad social en América Latina. Narrativa que busca reflejar la

problemática de tal fenómeno social, inclusive Norte América. Los trabajos del reino,

escrito por el acotapano Yuri Herrera, cuentan acerca de los mafiosos, quienes contratan

compositores de corridos para que canten sus hazañas; la novela se configura a partir de los

mesteres de juglaría, quienes notificaban al pueblo las leyendas y mitificaciones. No

requerían de un público culto, pero sí a un público señorial, el que pudiera pagar el arte de

los juglares cuanto mejor fuera el juglar, tanto mejor comía, al igual que El Lobo, quien

juega este papel. La tensión entre arte y poder se presenta durante toda la trama, la novela

no hace mención del tráfico de drogas, sino del culto a la imagen; por tal razón, se le

adjudica a Herrera la etiqueta de escritor de narco literatura. El estereotipo es arraigado en

el norte de México, sobre todo Sinaloa y ciudades fronterizas como Juárez, Tamaulipas y

Baja California. Trabajos del reino, se desarrolla en Ciudad Juárez, el modelo que utiliza

para el espacio; sin embargo, modifica la cuidad a su conveniencia ya que, para el lector, es

irrelevante la ciudad.

El narcocorrido es un género musical proveniente del norte de México, exalta a personas, o

eventos relacionados con el narcotráfico. Buscan moralizar el desempeño de tal actividad,

proyectando hombres de poder, honrados, caritativos, justos y resueltos A lo largo de la

novela El Lobo mitifica al personaje de El Rey, él es quien construye al personaje

traficante, sus logros y méritos; El Rey a lo largo de la historia juega como personaje
idílico, realmente su participación no significaría gran cosa sino fuese por los corridos

cantados a su nombre. El Lobo busca una figura paterna la cual imitar a través de El Rey

El traficante del narcocorrido, comúnmente, es visto como un bandido social que


circula fuera del alcance de la dominación de las élites políticas y económicas
mexicanas y de la legalidad estadounidense. Es un sujeto que vive entre dos
mundos. [ CITATION Rog08 \l 2058 ]

En el mundo del narco, estos suelen identificarse con el reino animal: El Rey con el pavo,

simboliza la inmortalidad y gloria Esta masculinidad se construye a partir de significantes

importados directamente de la cultura popular mexicana. La exaltación del objeto viril

reproduce una metáfora de poder con distintas dimensiones dentro del lenguaje del

traficante. Ciertos símbolos exteriores, como el sombrero, la pistola, la montura o la

compañía de mujeres hermosas (y ahora consumidoras, también de drogas) son fruto de una

tradición local que configura la identidad heroica del narcotraficante.

Estas figuras nacen de la división de cuatro identidades categorías: femeninas,


masculinas, homosexuales y queers donde la masculinidad establecida por la
sociedad mexicana presenta los nombres: Reina de barrio, Sicario, Mirrey o Junior
y Dulceros como los vendedores de drogas heteropatriarcales. Las figuras
contramasculinas son: Matrona, Buchón, Intelectual y Transbestias se escapan de
la norma o están construyendo una norma adversa del poder criminal, de acuerdo
al orden categórico se presentan la descripción de cada una.[ CITATION Eri15 \l
2058 ]

La mujer se ha visto envuelta en este mundo, viéndose orillada a transformar su cuerpo,

convertirse en un bien material, la narco cultura alberga: accesorios, vírgenes, mujeres

fatales, y matriarcas; La Bruja juega el papel de matrona, madre quien lucha y tiene

objetivos dentro del narco. En el norte, se impuso tal moda que desemboca a las mujeres a

buscar el exceso de la belleza, una estilización que combina altos glamures aplaudidos por

las sociedades de primer mundo. Utilizan su cuerpo como herramienta de trabajo, con

resultados de empoderamiento y salvarse del sistema de violencia, o convertirse en otra


víctima más. Ejemplos de mujeres representante del poder como Camelia la Tejana y Teresa

Mendoza alias la Reina del Sur.

Parte la estética del mundo capital, la mujer actúa bajo el papel de trofeo, al fungir como

objeto material su dueño (mejor postor) la transforma de acuerdo a los cánones estéticos de

tal manera que refleje su poder. El dinero del narcotráfico está manchado con sangre y, las

esposas trofeo saben que su imagen estética parte del gore.

Entonces, con capitalismo gore nos referimos al derramamiento de sangre explícito e


injustificado (como precio a pagar por el Tercer Mundo que se aferra a seguir las
lógicas del capitalismo, cada vez más exigentes), al altísimo porcentaje de vísceras y
desmembramientos, frecuentemente mezclados con el crimen organizado, el género y
los usos predatorios de los cuerpos, todo eso por medio de la violencia más explícita
como herramienta de necroempoderamiento. (Ibíd., p. 15).
Bibliografía
Herrera, Y. (2010). Trabajos del reino. España: Periférica.

Santos, R. D. (2008). En R. D. Santos, El Mero, Mero: Masculinidad en los Narcocorridos y el Cine


del Narcotráfico. Stony Brook University.

Stark, E. (Octubre de 2015). Wordpress. Obtenido de


https://erikostark001.wordpress.com/2015/10/15/masculinidad-y-contramasculinidad-de-
los-narcotraficantes-homosexuales-femeninos-y-queer-en-el-barrio-bravo-de-tepito/

Valencia, S. (2010). Capitalismo Gore. México: Melusina.

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