Sei sulla pagina 1di 2

FACTIBILIDAD FINANCIERA

Sintetiza numéricamente todos los aspectos desarrollados en el plan de negocios. Se debe elaborar
una lista de todos los ingresos y egresos de fondos que se espera que produzca el proyecto y
ordenarlos en forma cronológica. El horizonte de planeamiento es el lapso durante el cual el
proyecto tendrá vigencia y para el cual se construye el flujo de fondos e indica su comienzo y
finalización. Es importante utilizar algunos indicadores financieros, tales como:
Periodo de recuperación (payback, paycash, payout o payoff): indica el tiempo que la empresa
tardará en recuperar la inversión con la ganancia que genera el negocio (meses o años).
La factibilidad financiera se calcula sumando los resultados netos al monto de la inversión inicial
hasta llegar a cero, en este caso no se estaría considerando el "valor tiempo del dinero", por esto
también es útil calcular el periodo de repago compuesto en el que se incorpora una tasa al flujo
de fondos que refleja las diferencias temporales.
El valor actual neto (VAN) es el valor de la inversión en el momento cero, descontados todos sus
ingresos y egresos a una determinada tasa. Indica un monto que representa la ganancia que se
podría tomar por adelantado al comenzar un proyecto, considerando la" tasa de corte" establecida
(interés del mercado, tasa de rentabilidad de la empresa, tasa elegida por el inversionista, tasa que
refleje el costo de oportunidad).
Para el Especialista en planificación, desarrollo y gestión de proyectos:
Es importante dominar los conceptos financieros, el análisis de riesgos y las diferentes variables
que participan en el proyecto.
Debe ser un profesional capaz de entender el entorno económico que lo rodea y cómo puede
éste afectar su proyecto.
Debe entender la necesidad de evaluar la factibilidad social de los proyectos.
Debe ir más allá de lo económico, si realmente deseamos ser parte en la transformación de la
sociedad.

¿Qué es el análisis de factibilidad


financiera?
El análisis de factibilidad financiera es una evaluación que demuestra si el negocio puede
ponerse en marcha y mantenerse, mostrando evidencias de que se ha planeado
cuidadosamente, contemplado los problemas que involucra y mantenerlo en funcionamiento.

[1] En otras palabras identifica y mide cuáles son las posibilidades reales que tiene
un proyecto de estar a flote y de generar, desde la perspectiva financiera, riqueza.
En ese sentido, existen una serie de factores que hay que tomar en cuenta a la hora identificar y
mediar dichas posibilidades, entre ellos:
Sostenibilidad: Capacidad de mantenerse y autosatisfacer los requerimientos propios del
proyecto.
Rentabilidad: Capacidad de satisfacer las expectativas de los/as accionistas
Tiempo: Rango de tolerancia en tiempo para cumplir con los requerimientos propios del negocio
y las expectativas de sus accionistas.

Esto a razón de que en la medida en que el emprendimiento sea sostenible, rentable y encaje
dentro de un periodo de tiempo que satisfaga las necesidades de quien lo inicia y promueve,
entonces las probabilidades de que este sea factible se incrementan.
Es importante hacer notar que, aunque en el análisis los resultados arrojen que la iniciativa sea
factible no significa que el éxito esté garantizado. Ya que este tipo de evaluaciones se fundamenta
en supuestos que, aunque son lo más próximos a la realidad posible, no dejan de ser escenarios que
pueden ser influenciados de factores externos no controlables que trastoquen el plan original.

No obstante, esta es una herramienta vital para el/la emprendedor(a), porque en ella se perfilan los
posibles escenarios que se puedan presentar y la manera en que pueden ser abordados para que
impacten de manera positiva en la gestión financiera del nuevo proyecto. Por lo que su
implementación en el proceso de gestación de la iniciativa es preponderante y determinante para
que se haga tangible la idea de negocio que se tiene en mente.

Conclusión
La medición de la factibilidad financiera de un proyecto permite a quien emprende tener una
panorámica más acabada de qué esperar de la inversión y cómo actuar en consecuencia. Pero más
que todo le abroga la capacidad de decidir si vale la pena o no poner en marcha la idea de negocio.

Potrebbero piacerti anche