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CÁNCER DE MAMA

El cáncer de mama consiste en un crecimiento anormal, descontrolado y


desordenado de las células del tejido mamario.
La mama está formada por una serie de glándulas mamarias, que producen
leche tras el parto, y a las que se les denomina lóbulos y lobulillos.
Los lóbulos se encuentran conectados entre sí por unos tubos, conductos
mamarios, que son los que conducen la leche al pezón.
Las mamas o senos se componen de grasa, tejido conectivo y glandular. En
este tejido se encuentran las glándulas productoras de leche de las que
nacen unos 15 ó 20 conductos mamarios, para transportar la leche hasta el
pezón, rodeado por la areola. Estos lobulillos y conductos se encuentran
en el estroma, un tejido adiposo, en el que también están los vasos
sanguíneos y linfáticos. Los tejidos mamarios están conectados, además,
con un grupo de ganglios linfáticos, localizados en la axila. Estos ganglios
son claves para el diagnóstico del cáncer de mama, puesto que las células
cancerosas se extienden a otras zonas del organismo a través del sistema
linfático. Cuando se habla de ganglio centinela se alude, precisamente, al
ganglio más cercano al lugar donde se localiza el cáncer
El cáncer de mama podemos apreciar mediante una auto exploración como
está formándose y el mismo ocurren los conductos mamarios que son
glándulas o células mamarias afectadas y que atacan rápidamente a la parte
del seno y así van produciéndose rápidamente y poniendo en peligro la vida
de muchas personas.

PREVENCIÓN
Si bien no existe una causa directa para padecerlo, se han identificado
factores que en combinación con variables ambientales y genéticas
(presencia de los genes BRCA1, BRCA2 o P53) contribuyen a su aparición.
Entre estos destacan la obesidad; el tabaquismo; el consumo de alcohol;
la exposición prolongada a estrógenos endógenos, como en el caso del
inicio de la menstruación a edades tempranas, la menopausia tardía, y el
primer parto a una edad madura; la toma de hormonas exógenas, como las
presentes en anticonceptivos orales y tratamientos desustitución
hormonal. Asimismo, también hay factores protectores como el ejercicio,
una dieta balanceada con baja ingesta de proteína animal y la lactancia
materna (OMS 2013 y 2014b).
Ante este panorama resulta fundamental la prevención y detección
temprana de esta enfermedad. Por ello, es importante que las mujeres se
realicen una autoexploración
mamaria mensual para detectar algún cambio en la forma o textura de las
mamas, la aureola y el pezón, como engrosamiento de la piel o masas
debajo de ella, hoyos, piel escamosa o hinchada, así como secreciones que
podrían ser signo de alerta para ir a consulta con un médico. En los países
en desarrollo, la autoexploración es la medida preventiva del cáncer de
mama por excelencia, mientras que en los países desarrollados es la
mastografía, que permite observar imágenes con alguna alteración, y en
caso de tenerla, es necesario realizar una biopsia para analizar las células
para descartar su malignidad o bien, conocer su estadio de desarrollo (OMS,
2014c; Secretaría de Salud [SSA], Subsecretaría de Prevención y Promoción
de la Salud [SPPS], 2014).

Las campañas anuales de mastografías de tamizaje, dirigidas a toda la


población femenina de 40 años y más fueron instauradas hace más de 20
años en países desarrollados; y en México se ha realizado un gran esfuerzo
en los últimos años para cubrir al mayor número de mujeres de esa edad,
lo que permite una detección temprana de cáncer de mama en mujeres
aparentemente sanas mejorando la atención oportuna y la calidad de
sobrevida, además de constituir una de las medidas más importantes
frente a esta enfermedad .(Lara Tamburrino y Olmedo Zorrilla, 2011). Libro:
campañas sobre el cáncer de mama

Morbilidad
La mastografía además de ser útil para el tamizaje, es un examen de
diagnóstico, que se realiza para evaluar el estado de salud de la mujer
cuando existe alguna sospecha o síntomas clínicos de cáncer mamario
(DOF, 2011). En este diagnóstico es relevante conocer el estado del tumor,
que es la gravedad o avance del mismo, el cual se determina con base en el
tamaño o extensión y su diseminación en el cuerpo, lo que permite
planificar el tratamiento a seguir y el pronóstico de la persona. Para el
cáncer de seno, los estadios son cinco, que van del 0 que es un cáncer in
situ o focalizado al IV, donde el cáncer se ha diseminado a otras partes del
cuerpo, generalmente a los huesos, pulmones, hígado o cerebro (Instituto
Nacional del Cáncer, 2014).
En 2012, el cáncer de mama fue la principal causa de morbilidad
hospitalaria por tumores malignos entre la población de 20 años y más
(19.4%) y en las mujeres tres de cada 10 son hospitalizadas por esta causa,
en tanto que en los varones representa apenas 1.2 por ciento.
Esta enfermedad no es exclusiva de las mujeres, aunque les afecta más a
ellas, debido a sus características biológicas y fisiológicas. Por eso, es
importante sensibilizar a toda la población para su identificación temprana,
porque el retraso en el diagnóstico adecuado impacta en la sobrevivencia
de la persona; los varones generalmente llegan a consulta con cáncer en
estadios III o IV, dificultando o imposibilitando el tratamiento terapéutico
Las tasas más altas de morbilidad hospitalaria de mujeres por cáncer de
mama, las presentan las de 60 a 64 años (212.51 casos por cada 100 mil
mujeres de ese grupo de edad), seguidas por las mujeres de 65 a 74 años
de edad (183.03) y las de 50 a 59 años con 172.81 egresos hospitalarios.
Como se puede observar, de los 20 a los 64 años de edad, la tasa muestra
una tendencia al alza y desciende a partir de los 65 años. Destaca la
importancia de la autoexploración, al observar que cinco de cada 100 mil
mujeres de 20 a 29 años y 36 del grupo de 30 a 39 años, egresen por esta
enfermedad, a pesar de que las mastografías de tamizaje se realizan a
partir de los 40 años en el sector público de salud.
Otra medida que permite observar el impacto del cáncer de mama entre las
mujeres, es la tasa de letalidad hospitalaria, con la cual se obtiene el
número de personas fallecidas por esta enfermedad respecto del total de
egresos hospitalarios. Para 2012, se observó que a partir de los 40 años
esta tasa aumentó conforme se incrementó la edad de la mujer, y alcanza
su punto máximo en aquellas de 80 años y más, al fallecer 10 de cada 100
mujeres con cáncer. Esto se puede explicar considerando que a mayor edad
es más probable que junto con el cáncer estén presentes otras
enfermedades crónico-degenerativas que dificulten la respuesta del cuerpo
ante las opciones terapéuticas (cirugía, quimioterapia o radioterapia) y ante
la agresividad del propio tumor.
Mortalidad
A nivel mundial, el cáncer de mama se ubica entre las principales causas de
muerte por cáncer junto con las de pulmón, hígado, estómago y colon
(OMS, 2014a).
Por otra parte, la tasa de mortalidad observada por cáncer de mama,
durante los últimos 6 años en latino américa, no ha mostrado grandes
variaciones; de forma general de 2007 a 2011, 14 de cada 100 mil mujeres
de 20 años y más han fallecido por esta enfermedad, mientras que para
2012, hay un ligero incremento (15 de cada100 mil mujeres). En cuanto a
los varones del mismo grupo de edad, la tasa más alta es la registrada en
2012 (0.14).
Por grupos de edad, los fallecimientos de mujeres de 20 años y más
muestran un incremento conforme aumenta la edad. Entre las mujeres de
40 a 49 años, la tasa de mortalidad observada por cáncer de mama es de
14.36 y de 29.50 para las mujeres de 50 a 59 años; en las de 75 a 79 años es
de 47.27, alcanzando la tasa de mortalidad más alta en el grupo de 80 años
y más con 64 fallecimientos por cada 100 mil mujeres de ese grupo de edad.
El cáncer de mama, es uno de los cánceres que junto con el
cervicouterino, el bucal y el color rectal tienen tasas de curación elevadas
cuando se detectan de forma temprana y se tratan adecuadamente, por tal
motivo, un diagnóstico de cáncer de mama no debe significar una sentencia
de muerte. A nivel internacional, la OMS fomenta programas que permitan
la detección temprana, ya sea mediante la sensibilización (uso de la
autoexploración mamaria) y de preferencia por medio de las mastografías
de tamizaje. Esta última opción lamentablemente no es viable en todos los
países, por los costos que supone para los sistemas de salud (OMS, 2014c).
Al respecto, es necesario destacar la importancia de una atención integral
al paciente con cáncer de mama, que requiere la colaboración de diversos
prestadores de salud, como son oncólogos, enfermeras, psicólogos, así
como la comprensión y apoyo de la sociedad, no estigmatizando ni
discriminando a quienes la padecen y fortaleciendo la red de apoyo de estos
pacientes, pues es una enfermedad que desde que se diagnostica puede
generar angustia, depresión y estrés crónico lo que incluso puede interferir
en la aceptación del tratamiento a seguir o en su abandono.
En 2012, quince de cada cien fallecimientos por tumores malignos en
mujeres de 20 años o más fueron por cáncer de mama
En la actualidad, Tres de cada diez mujeres son hospitalizadas por esta
causa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se detectan
1.38 millones de nuevos casos y fallecen 458 mil personas por esta causa.
Actualmente, la incidencia de este tipo de cáncer es similar en países
desarrollados y en desarrollo, pero la mayoría de las muertes se dan en
países de bajos ingresos, en donde el diagnóstico se realiza en etapas muy
avanzadas de la enfermedad. En América Latina y el Caribe, el cáncer de
mama es el más frecuente entre las mujeres, de acuerdo con la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 2012, se detectó esta
neoplasia en más de 408 mil mujeres y se estima que para 2030, se elevará
un 46 por ciento (OMS, 2014c; OPS, 2014).
Considerando que este cáncer se puede detectar fácilmente en etapas
tempranas y así favorecer un tratamiento, es importante promover la
autoexploración mamaria, primer paso para la toma de conciencia de la
enfermedad; por ello a nivel mundial, octubre es el Mes de sensibilización
sobre el cáncer de mama y el 19 de dicho mes el Día Internacional contra
el cáncer de mama. En este sentido, con el propósito de apoyar esta ardua
labor, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), presenta un
panorama general de esta enfermedad en la población mexicana.xcv

RIESGO DE CÁNCER DE MAMA


Las estadísticas señalan que 1 de cada 8 mujeres desarrollan cáncer de
mama invasivo. Son muchas las personas que interpretan erróneamente
que ellas y las mujeres que conocen un día cualquiera tienen un riesgo de 1
en 8 de padecer la enfermedad. Esto sencillamente no es cierto.
En realidad, alrededor de 1 en 8 mujeres de los Estados Unidos
(12%, o aproximadamente 12 cada 100) pueden padecer cáncer de mama
en el transcurso de sus vidas. El promedio de vida en los Estados Unidos es
de 80 años aproximadamente. Entonces sería más exacto decir que 1 de 8
mujeres de los Estados Unidos que lleguen a los 80 años de edad pueden
desarrollar cáncer de mama. De hecho, en cada década de la vida el riesgo
de padecer cáncer de mama es menos de 12% para la mayoría de las
mujeres.
En la siguiente tabla se aprecia los riegos de cáncer de mama en distintas
edades, sexo, etnias, herencia, factores relacionados con el estilo de vida,
período menstrual entre otros.

Edad
Una mayor edad conlleva un aumento del número de cánceres. El 60% de
los tumores de mama ocurren en mujeres de más de 60 años
Este porcentaje aumenta mucho más después de los 75 años. Observar
tabla.
Edad (años) Riesgo de presentar cáncer de mama (o de morir por el
mismo*) %
Riesgo de presentar cáncer de mama (o de morir por el
Edad (años)
mismo*) %
En 10 años En 20 años En 30 años

30 0.4 (0.1) 2 (0.6) 4.3 (1.2)

40 1.6 (0.5) 3.9 (1.1) 7.1 (2)

50 2.4 (0.7) 5.7 (1.6) 9 (2.6)

60 3.6 (1) 7.1 (2) 9.1 (2.6)

70 4.1 (1.2) 6.5 (1.9) 7.1 (2)

Cuadro 1
Elaborado por: Santiago León
Sexo.
El cáncer de mama afecta tanto a hombres como a mujeres, sólo que en los
hombres se da en un porcentaje mucho menor

Herencia genética.
Existen dos genes identificados que, cuando se produce algún cambio en
ellos (mutación), se relacionan con una mayor probabilidad de desarrollar
el cáncer de mama. Estos genes se denominan BRCA1 y BRCA2 y según
algunos estudios parece que entre el 50% y el 60% de mujeres que han
heredado estos genes mutados pueden desarrollar el cáncer antes de los
70 años.
Antecedentes familiares.
Cuando un pariente de primer grado (madre, hermana, hija) ha tenido
cáncer de mama se duplica el riesgo de padecerlo. Si se trata de un pariente
más lejano (abuela, tía, prima) sólo aumenta el riesgo ligeramente.

Antecedentes personales.
Una enfermedad mamaria benigna previa parece aumentar el riesgo en
aquellas mujeres que tienen un gran número de conductos mamarios. Aun
así, este riesgo es moderado. Algunos resultados anormales de biopsia de
mama pueden estar relacionados con un riesgo ligeramente elevado de
padecer cáncer de mama. El de desarrollar cáncer en el otro seno en
aquellas mujeres que han tenido un cáncer de mama es distinto de la
recurrencia o reaparición del primer cáncer.

Etnia
Las mujeres blancas son más propensas a padecer esta enfermedad que las
de raza negra, aunque la mortalidad en éstas últimas es mayor,
probablemente porque a ellas se les detecta en estadios más avanzados.
Las que tienen menor riesgo de padecerlo son las mujeres asiáticas e
indígenas.
Períodos menstruales.
Cuanto antes se comienza con la menstruación (antes de los 12 años),
mayor es el riesgo (de dos a cuatro veces mayor) de padecer esta
enfermedad si se compara con aquellas que comenzaron más tarde
(después de los 14 años). Lo mismo ocurre con la menopausia: las mujeres
con una menopausia tardía (después de los 55 años) tienen mayor riesgo.
El embarazo después de los 30 años también aumenta el riesgo. Estos
factores, aunque muy frecuentes, suelen tener poca incidencia sobre el
riesgo de padecer cáncer.

Factores relacionados con el estilo de vida.


Uso prolongado de anticonceptivos.- Los últimos estudios han demostrado
que el uso prolongado de anticonceptivos no está relacionado con el cáncer
de mama.
Terapia hormonal sustitutiva.- Esta terapia, que se utiliza para aliviar los
síntomas de la menopausia, parece aumentar a largo plazo (más de 10
años) el riesgo de sufrir cáncer de mama, aunque los estudios al respecto
no son del todo concluyentes.

Alcohol.
El consumo de alcohol durante años está claramente vinculado al riesgo
elevado de cáncer de mama.

Exceso de peso.
El exceso de peso parece estar relacionado con un riesgo más alto de tener
esta enfermedad, aunque no existe ninguna evidencia que un tipo
determinado de dieta (dieta rica en grasas) aumente ese riesgo.
En la actualidad el cáncer de mama es la segunda causa de mortalidad en la
comunidad mexicana desde el año 2002. Representa la primera causa de
muerte en mujeres, ya que cada año se diagnostican 10 mil casos nuevos
de cáncer de mama. En el año 2010, cobró la vida de al menos 620
capitalinas. Es decir, aproximadamente 2 muertes diarias, cifras que hablan
de pobreza, marginación, apatía y dolor con altísimo costo social y
económico. Este último, es la principal causa que en la mayoría de los casos
el cáncer sea detectado en etapas avanzadas.
La obesidad es un factor de riesgo para algunos tipos de cánceres como el
de mama, colon, útero y próstata. El alto contenido en grasa saturada (de
origen animal) y el bajo contenido en fibra de la dieta se asocian con una
alta incidencia de cáncer de colon. Al igual que ocurre con el alcohol, las
grasas y la obesidad parecen actuar como promotores

TIPOS DE INTERVENCIONES DE CÁNCER DE MAMA

La Cirugía:
Se realizará una vez obtenido el resultado de la biopsia. Con ella, se
pretende conseguir la extirpación total del tumor. Dependiendo de éste, la
cirugía será más o menos complicada.

La Cirugía Conservadora de la Mama:


Consiste en extirpar el tumor intentando conservar la mayor cantidad de
tejido mamario intacto. En función del tamaño del tumor tenemos los
siguientes tipos de cirugía:
Lumpectomía:
Extirpación del tumor junto con un borde de tejido normal. Mastectomía
Parcial O Escisión Amplia:
Extirpación del tumor junto con una cantidad mayor de tejido normal.-
Cuadrantectomía:
Extirpación de un cuarto de la mama. Estos tipos de cirugía se realizará en
aquellos casos en los que el tumor sea pequeño, alrededor del 15% de los
casos, la cantidad de tejido que se extrae es tan pequeña que no se nota
mucha diferencia entre la mama operada y la que no lo ha sido. Los índices
de supervivencia entre las mujeres que ha sido intervenida con cirugía
conservadora y las que se han extirpado la totalidad de la mama a una son
idénticos.
Cirugía radical: Mastectomía Simple:
Se extirpa la totalidad del tejido mamario, pero se deja el músculo
subyacente intacto y suficiente piel como para cubrir la herida. La mama se
reconstruye con más facilidad si los músculos pectorales y otros tejidos
que se encuentran debajo de la misma quedan intactos. Esta técnica se
emplea cuando el cáncer es invasivo y se ha extendido dentro de los
conductos mamarios.
Mastectomía radical modificada:
Se extirpa toda la mama, algunos ganglios axilares del mismo brazo de la
mama y una pequeña sección del músculo pectoral.
Mastectomía Radical:
Se extirpan el tumor y la mama, los músculos pectorales subyacentes y los
ganglios axilares.
Biopsia Del Ganglio Linfático Centinela:
Durante la intervención quirúrgica, se inyecta un colorante o una sustancia
radiactiva en la zona del tumor. La sustancia es transportada por la linfa y si
es captada por el primer ganglio, que es el que puede contener mayor
número de células cancerosas,se extirpan más ganglios. Si no contiene
células malignas, no se extirpan los demás. Las posibilidades de
supervivencia son mayores si no están afectados los ganglios axilares. Esta
biopsia no se realiza si el tumor está muy localizado y es muy pequeño,
pero, en caso de no ser así, se hace para intentar evitar los problemas que
pueden ocurrir al extirpar los ganglios linfáticos.
- El Linfedema:
Es una complicación que ocurre en una o dos mujeres de cada 10
intervenidas. Esta complicación consiste en una inflamación, rigidez o dolor
y pérdida de la movilidad en el brazo después de la extirpación ganglionar.
La mujer, una vez operada, deberá evitar coger peso con ese brazo y realizar
ejercicios violentos. El tratamiento a este problema es mediante masajes o
vendajes de compresión. Se está realizando una nueva técnica, que está en
estudio, que consiste en una liposucción para extraer la grasa que se
almacena en el brazo.

Reconstrucción Mamaria:
Por lo general, para realizar una reconstrucción de la mama, la mujer tiene
que pasar dos veces por quirófano, una para la mastectomía y otra para la
implantación de la prótesis. Generalmente no se suele realizar a un tiempo
porque se precisaría estar mucho tiempo bajo anestesia y se prefiere
hacerlo en dos intervenciones distintas. No existe ningún inconveniente
para que la paciente se intervenga cuando ella lo crea conveniente. El
implante suele ser de silicona o de suero salino. No todas las mujeres, que
han sido sometidas a una mastectomía radical, quieren realizarse un
implante de prótesis. El hecho de pasar nuevamente por un quirófano y
someterse a una anestesia y cirugía con la posterior recuperación, hace que
algunas opten por las prótesis artificiales.
Seguimiento
Después de que la mujer se haya sometido al tratamiento para la
eliminación del cáncer de mama, tiene que realizar unos controles más
estrictos durante los cinco primeros años. Pasados éstos deberá seguir
controlándose como cualquier mujer sana.
Los controles son los siguientes:
Durante los dos primeros años, tendrá que realizarse exploraciones físicas
cada tres meses y una mamografía anual.
Durante los siguientes tres años, las exploraciones físicas las realizará cada
seis meses y la mamografía también será anual.
Estos controles no precisarán de ninguna otra prueba siempre que la mujer
se encuentre asintomático y su médico así lo crea conveniente. Otras
pruebas que no son infrecuentes son un análisis de sangre, una radiografía
de tórax y una radiografía ósea seriada. Se puede realizar alguna otra
prueba relacionada con cualquier sintomatología que presente la paciente
SÍNTOMAS.

En los estadios iniciales el cáncer de mama en la mujer no suele presentar


síntomas.

El primer signo suele ser un bulto que, al tacto, se nota diferente del tejido
mamario que lo rodea. Se suele notar con bordes irregulares, duro, que no
duele al tocarlo. En ocasiones aparecen cambios de color y tensión fuerte
en la piel de la zona afectada; sin embargo en ocasiones estos bultos se
presentan con características diferentes, algunos bultos tienen bordes
regulares y son suaves al tacto.

Por este motivo, cuando se detecte cualquier anomalía se debe consultar


con el médico lo cual genera un gasto.

En las primeras fases, el bulto bajo la piel se puede desplazar con los dedos.
En fases más avanzadas, el tumor suele estar adherido a la pared toráxica
o a la piel que lo recubre y no se desplaza. El nódulo suele ser claramente
palpable e incluso los ganglios axilares pueden aumentar de tamaño. Los
síntomas de estas etapas son muy variados y dependen del tamaño y la
extensión del tumor.

Otros signos que pueden aparecer son:

- Dolor o retracción del pezón.

- Irritación o hendiduras de la piel.

- Inflamación de una parte del seno.

- Enrojecimiento o descamación de la piel o del pezón.

- Secreción por el pezón, que no sea leche materna.


Oncogenes.
Sea cual fuere la causa inicial por la que una célula normal se transforma
en cancerosa y transmite a su descendencia esta alteración, es necesario
que esta modificación se encuentre impresa en su ADN. Esto supone que
todos los posibles agentes promotores o causales del cáncer actúen sobre
un sustrato genético común dentro de la célula. Actualmente, se acepta que
todos los factores cancerígenos (sustancias químicas, radiaciones,
infecciones, etc.) actúan sobre porciones del ADN que deben ser
fundamentales en la regulación del crecimiento y diferenciación celular.
Estas porciones reciben el nombre de protooncogenes y bajo la acción de
diversos factores sufren pequeñísimas alteraciones que ocasionan el
comienzo del fenómeno canceroso, desarrollándose el oncogén.

TUMORES DE CÁNCER DE MAMA


La mayoría de los tumores que se producen en la mama son benignos, no
cancerosos, y son debidos a formaciones fibroquísticas.
El quiste es como una bolsa llena de líquido y la fibrosis es un desarrollo
anormal del tejido conjuntivo. La fibrosis no aumenta el riesgo de
desarrollar un tumor y no requiere de un tratamiento especial. Los quistes,
si son grandes, pueden resultar dolorosos. La eliminación del líquido con
una punción suele hacer desaparecer el dolor. La presencia de uno o más
quistes no favorece la aparición de tumores malignos.
Los tumores benignos están relacionados en su mayoría con factores
genéticos. Los síntomas que producen son dolor e inflamación pero ni se
diseminan al resto del organismo ni son peligrosos.
Dentro de los tumores malignos, existen varios tipos en función del lugar
de la mama donde se produzca el crecimiento anormal de las células y
según su estadio.

Los tumores pueden ser localizados o haberse extendido, a través de los


vasos sanguíneos o mediante los vasos linfáticos, y haber dado lugar a
metástasis, es decir, a un cáncer en un órgano distante al originario.
Los tipos de Cáncer de mama son: El Carcinoma Ductal IN SITU:
Se origina en las células de las paredes de los conductos mamarios. Es un
cáncer muy localizado, que no se ha extendido a otras zonas ni ha
producido metástasis. Por este motivo esta enfermedad "'pre maligna""
puede extirparse fácilmente. La tasa de curación ronda el 100%. Este tipo
de tumor se puede detectar a través de una mamografía.
El Carcinoma Ductal INFILTRANTE:
(O invasivo) es el que se inicia en el conducto mamario pero logra
atravesarlo y pasa al tejido adiposo de la mama y luego puede extenderse
a otras partes del cuerpo. Es el más frecuente de los carcinomas de mama,
se da en el 80% de los casos.
El Carcinoma Lobular IN SITU:
Se origina en las glándulas mamarias (o lóbulos) y, aunque no es un
verdadero cáncer, aumenta el riesgo de que la mujer pueda desarrollar un
tumor en el futuro. Se suele dar antes de la menopausia. Una vez que es
detectado, es importante que la mujer se realice una mamografía de
control al año y varios exámenes clínicos para vigilar el posible desarrollo
de cáncer.
El Carcinoma Lobular INFILTRANTE:
(O invasivo) comienza en las glándulas mamarias pero se puede extender y
destruir otros tejidos del cuerpo. Entre el 10% y el 15% de los tumores de
mama son de este tipo. Este carcinoma es más difícil de detectar a través
de una mamografía.
El Carcinoma INFLAMATORIO:
Es un cáncer poco común, tan sólo representa un 1% del total de los
tumores cancerosos de la mama. Es agresivo y de rápido crecimiento.
Hace enrojecer la piel del seno y aumentar su temperatura. La apariencia
de la piel se vuelve gruesa y ahuecada, como la de una naranja, y pueden
aparecer arrugas y protuberancias. Estos síntomas se deben al bloqueo que
producen las células cancerosas sobre los vasos linfáticos.
FASES DEL CÁNCER DE MAMA

Después de que se diagnostica el cáncer de mama, se realizan pruebas para


determinar si las células cancerosas se han diseminado dentro de la mama
o a otras partes del cuerpo.

Después de que se diagnosticó el cáncer de mama, se realiza un proceso,


para determinar si el cáncer se ha esparcido dentro de la mama o a otras
partes del cuerpo se denomina clasificación en fases. La información que
se reúne en este proceso determina la fase de la enfermedad. Es
importante conocer la fase de la enfermedad a fin de planear el
tratamiento.
El cáncer de mama se divide en las siguientes fases.
Fase 0 (carcinoma in situ): Es una enfermedad en la cual se encuentran
células anormales en los lobulillos del seno. Sin embargo, tener carcinoma
lobular in situ en un seno incrementa el riesgo de desarrollar cáncer del
seno en cualquier de las mamas.
Fase I: En esta fase, el tumor tiene 2 centímetros o menos y no se ha
diseminado fuera de la mama.
Fase IIA: En esta fase, no hay presencia de tumor en el seno, pero se ve que
el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos axilares
Fase IIB: El tumor tiene más de dos centímetros pero no más de cinco
centímetros y se ha esparcido a los ganglios linfáticos axilares y en caso de
que no se haya esparcido a los ganglios linfáticos, el tumor tendrá un
tamaño mayor a cinco centímetros.
Fase IIIA: El tumor tiene un tamaño mayor a cinco centímetros y se ha
diseminado a los ganglios linfáticos axilares y los ganglios linfáticos podrían
estar adheridos entre ellos o a otras estructuras.
Fase IIIB: El tumor podría tener cualquier tamaño y se ha diseminado a
tejidos cerca de la mama (la piel o la pared pectoral, incluyendo las costillas
y los músculos pectorales)
Fase IIIC: El cáncer podría haberse diseminado a los ganglios linfáticos
dentro del seno o bajo los brazos y tejidos cercanos al seno. El cáncer del
seno en estadio IIIC se divide en estadio IIIC operable y no operable,
dependiendo de las circunstancias de cada paciente.
Fase IV: En esta fase, el cáncer se ha diseminado a otros órganos del cuerpo,
con mayor frecuencia a los huesos, pulmones, hígado o cerebro
Se calcula que de un 5 a un 10% los tipos de cáncer tienen un origen heredi
tario. Algunos tipos de cáncer son más frecuentes en las familias, el cáncer
de mama es un ejemplo de ello. El cáncer de colon es más frecuente en las
familias con tendencia a presentar pólipos de colon. Una forma de
retinoblastoma sólo aparece cuando está ausente un gen específico. Estos
genes, denominados genes supresores tumorales o antioncogenes,
previenen en condiciones normales la replicación celular. Su ausencia
elimina el control normal de la multiplicación celular. En algunos trastornos
hereditarios, los cromosomas tienen una fragilidad intrínseca; estos
procesos conllevan un riesgo elevado de cáncer.
El cáncer de mama todas las mujeres y en un menor porcentaje que tienen
los hombre podrían controlar y así no haber más víctimas esto se lo podría
controlar mediante un examen y chequeos médicos para hacia descartar
una terrible enfermedad que puede acabar a miles de personas ya que en
unos casos de cáncer de mama son muy avanzados que transborda a la
muerte

Productos químicos.
El proceso por el cual los productos químicos producen cáncer ha sido
ampliamente estudiado, algunos actúan como iniciadores. Sólo se requiere
una única exposición, pero el cáncer no aparece hasta pasado un largo
periodo de latencia y tras la exposición a otro agente denominado
promotor. Los iniciadores producen cambios irreversibles en el ADN. Los
promotores no producen alteraciones en el ADN pero sí un incremento de
su síntesis y una estimulación de la expresión de los genes. Su acción sólo
tiene efecto cuando ha actuado previamente un iniciador, y cuando actúan
de forma repetida. El humo del tabaco, por ejemplo, contiene muchos
productos químicos iniciadores y promotores. La actuación del tabaco
como promotor es tal, que si se elimina el hábito de fumar, el riesgo de
cáncer de pulmón disminuye de forma rápida. El alcohol es también un
importante promotor; su abuso crónico incrementa de manera importante
el riesgo de cánceres que son inducidos por otros agentes, como el cáncer
de pulmón en los fumadores.
Estudio
Aquí podemos diagnosticar mediante exámenes, chequeos médicos, rayos
x y mamografías para así observar sobre el cáncer de mama
¿Qué se puede ver en una mamografía?
En la mamografía se pueden apreciar una serie de signos que indican, con
bastante precisión, si la lesión es sospechosa de malignidad o no. Entre ellos
destacan:
Calcificaciones: se trata de pequeños depósitos de minerales que aparecen
como pequeñas manchas blancas en las radiografías. Las muy pequeñas se
llaman micro calcificaciones y pueden aparecer aisladas o en grupo.
Significa que hay cambios en la mama que requieren una vigilancia. Las
calcificaciones pueden corresponder a tumores benignos y, menos a
menudo, a tumores malignos.
Masas: pueden corresponderse ser lesiones benignas, como es el caso de
un fibroma, o malignas. Pueden contener calcificaciones o no.
¿Qué hacer si la mamografía no es normal?
En todos los casos el radiólogo evaluará la probabilidad de que las imágenes
correspondan a una lesión benigna o maligna, así como la necesidad de
completar el estudio con otras pruebas o repetir la mamografía pasado un
tiempo.
En el caso de observarse masas, las pruebas complementarias más
habituales son la ecografía, la punción aspiración con aguja fina (PAAF), la
biopsia con aguja gruesa (BAG) (puede ser por esterotaxia) o la bioposia
quirúrgica (menos frecuente en la actualidad). El micro calcificaciones se
valoran mediante biopsia asistida por vacío (BAV). En el caso de mamas
densas también se realiza una resonancia nuclear magnética (RNM).
Un 30% de las lesiones que se detectan por mamografía son tumores
microscópicos que no invaden en profundidad (carcinoma in situ). Estos
tumores tienen un pronóstico excelente.
Ecografía
La técnica consiste en emitir ondas sonoras de alta frecuencia (ultrasonidos)
que rebotan al chocar con las diferentes estructuras a las que llegan y, a
través de un ordenador, forman una imagen que se visualiza en una
pantalla.
Es una prueba complementaria a la mamografía. Ayuda a diferenciar los
nódulos con contenido líquido (quistes frecuentemente benignos) de las
masas sólidas (que pueden ser malignas).
Es útil en el caso de mamas densas, donde la mamografía tiene menor
poder de definición.
Ducto grama o galactograma
Consiste en introducir contraste en un ducto, a través del pezón y observar
la imagen en rayos X para detectar pequeñas masas intraductales. Es una
técnica utilizada en caso de descargas hemorrágicas por el pezón.

QUITO REGISTRA EL ÍNDICE MÁS ALTO DE INCIDENCIA DE CÁNCER DE


MAMA EN ECUADOR

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que este tipo de cáncer


es uno de los que se presenta con más frecuencia en las mujeres, pero en
Ecuador el cáncer de estómago es el de mayor mortalidad, lo sigue el
cáncer de cérvix.
¿QUÉ INDICAN LAS ESTADÍSTICAS CLAVE SOBRE EL CÁNCER DE SENO?
El cáncer de seno es el cáncer más común entre las mujeres
estadounidenses, excluyendo el cáncer de piel. Alrededor de 1 de cada 8
(12%) mujeres en los Estados Unidos padecerá cáncer de seno invasivo
durante el transcurso de su vida.
Para el año 2015, los cálculos de la Sociedad Americana Contra El Cáncer
para este cáncer en los Estados Unidos son:
Alrededor de 231,840 nuevos casos de cáncer de seno invasivo serán
diagnosticados en las mujeres de este país.
Alrededor de 60,290 nuevos casos de carcinoma in situ (CIS) serán
diagnosticados (el CIS no es invasivo y es la forma más temprana de cáncer
de seno).
Alrededor de 40,290 mujeres morirán de cáncer de seno.
Después de aumentar por más de dos décadas, las tasas de incidencia del
cáncer de seno en las mujeres comenzaron a disminuir en 2008 para luego
descender aproximadamente 7% desde 2010 a 2011. Se cree que esta gran
reducción se debe a un menor uso de terapia hormonal después de la
menopausia que ocurrió después de los resultados de Women's Health
Initiative publicados en 2014. Este estudio relacionó el uso de terapia
hormonal con un riesgo aumentado de cáncer de seno y de enfermedades
cardiacas. En los últimos años, las tasas de incidencia se han mantenido
estables en las mujeres blancas, pero han aumentado ligeramente en las
mujeres de la raza negra.
El cáncer de seno es la segunda causa principal de muerte por cáncer en
las mujeres, siendo la primera el cáncer de pulmón. La probabilidad de que
el cáncer de seno sea responsable de la muerte de una mujer es de
aproximadamente 1 en 36 (alrededor de tres por ciento). Las tasas de
mortalidad del cáncer de seno han ido disminuyendo desde 2005,
reportándose la mayor disminución en las mujeres menores de 50 años de
edad. Se cree que estos descensos son el resultado de la detección más
temprana mediante pruebas, un mejor acceso a la información y los
avances en los tratamientos. Actualmente, existen más de 2.8 millones de
sobrevivientes del cáncer de seno en los Estados Unidos.
(Esto incluye a las mujeres que aún están en tratamiento y aquellas que han
completado el tratamiento). Las tasas de supervivencia se discuten en la
sección “Tasas de supervivencia del cáncer de seno según la etapa”.

CÁNCER DE SENO: A LOS HOMBRES TAMBIÉN LES DA


El cáncer de mama también afecta a los hombres pero el porcentaje es
mucho menor, un uno por ciento, comparado con la población femenina
que lo padece.
Los síntomas son similares a los que presenta la mujer, y el pronóstico y
tratamiento es el mismo que el de ellas
El cáncer de seno es una enfermedad que generalmente se asocia con la
mujer, como lo reflejan los listones y distintivos de color rosa, pero a los
hombres también les da, aunque con poca frecuencia.
Como el cáncer de seno masculino es inusual, la Administración de
Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) no tiene muy
buena información de ensayos clínicos sobre los tratamientos. “Tendemos
a tratar a los hombres del mismo modo que a las mujeres”, señala la Dra.
Tatiana M. Prowell, MD, oncóloga y científica en jefe a cargo de cuestiones
relacionadas con el cáncer de seno en la Oficina de Productos
Hematológicos y Oncológicos de la FDA.

Los hombres versus las mujeres


Todos los años, alrededor de 2,000 casos de cáncer de seno masculino (1
por ciento de todos los casos) se diagnostican en los Estados Unidos,
ocasionando menos de
500 defunciones, según el Instituto Nacional del Cáncer. Aunque puede
atacar a cualquier edad, la enfermedad por lo general se diagnostica en
hombres 5 a 10 años mayores que las mujeres, y afecta con más frecuencia
a varones de entre 60 y 70 años de edad.
La gente debe informar a su prestador de servicios de salud si algún varón
en su familia ha padecido cáncer de seno, insta la Dra. Prowell. “Incluso si
su abuelo ya falleció, si padeció cáncer de seno, es importante que su
prestador de servicios de salud lo sepa. Como el cáncer de seno masculino
es tan poco común, un solo hombre en el linaje de una familia despierta
preocupación sobre un cáncer de seno hereditario”.

TRATAMIENTOS Y RECUPERACIÓN DESPUÉS DEL CÁNCER DE MAMA


El tratamiento vendrá determinado por el tamaño del tumor y si ha habido
extensión a los ganglios u otras zonas del cuerpo. Por lo general, cuando
el tumor es menor de 1 centímetro de diámetro, la cirugía es suficiente para
terminar con el cáncer y no se precisa de quimioterapia. No obstante, hay
pocos casos en los que no se requiera un tratamiento complementario a la
cirugía, bien con quimioterapia o con hormonoterapia. Actualmente el
factor pronóstico más importante sigue siendo la afectación ganglionar: el
número de ganglios afectados ayuda al oncólogo a seleccionar el
tratamiento posterior.
La intervención quirúrgica, siempre realizada por un cirujano/ginecólogo
experto en cáncer de mama, permite el control local de la enfermedad y
llevar a cabo un diagnóstico riguroso gracias a que se pueden determinar
las características del tumor y el número de ganglios afectados por células
malignas.
La Radioterapia:
Consiste en el empleo de rayos de alta energía, como rayos X, para destruir
o disminuir el número de células cancerosas. Es un tratamiento local que se
administra después de la cirugía conservadora (cuando se emplea después
de la mastectomía es porque se considera que existe riesgo de que el tumor
se reproduzca). Se desarrolla a lo largo de unos 20-30 días (los que el
oncólogo y el radiólogo hayan creído convenientes), y la paciente va de
forma ambulatoria a la clínica o sala donde se realice la radioterapia; no
tiene que estar ingresada para ello.
En sí, el tratamiento dura unos minutos. No es doloroso sino que es algo
parecido a una radiografía sólo que la radiación es mayor y está
concentrada en la zona afectada. Lo que se consigue con la radioterapia es
disminuir el tamaño del tumor, para luego retirarlo quirúrgicamente o, una
vez realizada la intervención, limpiar la zona de células malignas.
Efectos secundarios:
Son: cansancio o fatiga, inflamación y pesadez en la mama, enrojecimiento
y sequedad en la piel (como después de una quemadura solar), que suelen
desaparecer tras seis o 12 meses. La acción de los aparatos suele estar muy
focalizada de manera que sus efectos suelen ser breves y, generalmente,
bien tolerados por las pacientes. Una buena combinación de descanso,
actividad física y prendas delicadas puede atenuar estas molestias.
La Quimioterapia:
Consiste en la administración de medicamentos que destruyen las células
cancerosas y evitan la aparición del tumor en otras partes del cuerpo.
Existen varias vías de administración, pero las más frecuentes son la vía oral
y la vía intravenosa.
No es necesaria la hospitalización para recibir este tratamiento, se puede
hacer de forma ambulatoria. Esto dependerá del estado de la paciente y del
tiempo de duración del tratamiento, uno completo puede prolongarse
entre cuatro y ocho meses. El tratamiento quimioterápico puede
realizarse a modo adyuvante, es decir, sumado a la cirugía o como
tratamiento único, para los casos de recidivas y que la cirugía no sea una
solución.
La Quimioterapia Neo adyuvante: Es aquella que se realiza antes de la
cirugía y sólo en algunos casos. Su objetivo es reducir el tamaño del tumor
y poder realizar una operación que permita conservar la mama en mujeres
para las que la primera opción era la mastectomía.La mujer con un
diagnóstico reciente debe saber que existe una alternativa a la mastectomía
(cirugía radical) de inicio y debe conversar con su médico sobre la
posibilidad de recibir la quimioterapia en primer lugar.
La Quimioterapia Adyuvante: Se realiza después de la cirugía para eliminar
las posibles células cancerosas que hayan quedado en cantidades
microscópicas e impedir su crecimiento. Sólo hay un 10% de todas las
pacientes que no reciben tratamiento postoperatorio y que son aquellas
que no tienen afectados los ganglios y que el tumor es menor de 1cm., y/o
los receptores hormonales son positivos.
Estos medicamentos se administran a modo de ciclos, con un período de
recuperación entre cada uno.
La duración total del tratamiento varía en función de la quimioterapia que
precise la paciente pero oscila entre tres y seis meses.
Efectos secundarios: Debido a que son medicamentos muy fuertes,
presentan unos efectos secundarios que, en algunos casos, resultan muy
molestos. Hay que decir que se administran, junto con ellos, otros
fármacos que disminuyen algunos de esos efectos. Los más frecuentes son:
- Náuseas y vómitos

- Pérdida de apetito

- Pérdida del cabello.

- Llagas en la boca

- Cansancio.

- Riesgo elevado de infecciones por la disminución de los glóbulos


blancos.- Cambios en el ciclo menstrual.
- Hematomas.

La quimioterapia como tratamiento para las recaídas (cuando vuelve a


aparecer el cáncer en la otra mama o en otro órgano) se administra de la
forma que hemos descrito anteriormente, sólo que la dosis tendrá que ser
la apropiada al estadio del cáncer.
Junto a la quimioterapia, se administrará tratamiento hormonal, siempre
que el tumor presente receptores hormonales.
La Terapia Hormonal:
Consiste en la administración de fármacos que bloquean la acción de las
hormonas que estimulan el crecimiento de las células cancerosas. Se les da
a aquellas pacientes que tienen receptores hormonales positivos, esto
viene a ser el 60-70% del total de las pacientes diagnosticadas con cáncer
de mama.
Hace años se realizaba la extirpación ovárica para impedir la acción de las
hormonas pero, en la actualidad, esta técnica no se emplea y en su lugar se
utiliza la terapia hormonal.
Últimamente se están empleando nuevos fármacos para esta terapia, que
Son los siguientes:
Fármacos anti estrógenos o moduladores del receptor estrogénico.
Agonistas de la hormona luteinizante, a nivel de la hipófisis, que se encarga
de la producción de estrógenos en mujeres pre menopáusicas.
Fármacos de la aroma tasa, enzima que produce estrógenos en mujeres
cuyos ovarios ya no los producen, es decir, en mujeres menopáusicas.
Fármacos de tipo de la progesterona

Efectos Secundarios:

Estos fármacos son parecidos a los síntomas que se dan en la menopausia,


es decir, sofocos, nerviosismo, etc. En algunas mujeres posmenopáusicas
se ha visto otros riesgos como un aumento de la tromboflebitis, etc. Estos
medicamentos tienen varias vías de administración que se elegirán en
función de lo que decida el médico y la paciente. Estas vías son la oral, la
subcutánea y la intramuscular (a través de una inyección)

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