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IMPACTO DE LA PRODUCCION Y USO DE LOS METALES

EN EL AIRE
La contaminación ambiental es una compleja mezcla de gases, material
particulado y componentes orgánicos, presente en el aire exterior e
interior. Entre los componentes de la contaminación ambiental se
encuentran los metales pesados; elementos que están presentes en el
ambiente a través del ciclo geológico y por diversas actividades
antropogénicas, como la industrialización, la combustión, los procesos
de fundición, el tráfico vehicular, la minería, los escurrimientos
agrícolas y la actividad petrolera, entre otros

Se reporta que la contaminación del aire a nivel urbano, generada por


vehículos, industrias y producción de energía, ocasiona la muerte de
aproximadamente 1,2 millones de personas anualmente Este fenómeno
es de suma importancia en los países en desarrollo, ya que están
expuestos a altos niveles de contaminación, incluso mayores que en
países desarrollados

Los metales pesados se definen como aquellos que poseen una


gravedad especifica mayor a 5 g/cm–3; son contaminantes inorgánicos
ubicuos, altamente resistentes y no biodegradables que una vez
liberados al ambiente no se descomponen y por el contrario persisten
Estos contaminantes son liberados al ambiente por procesos naturales
y antropogénicos, y su exposición es altamente reconocida como una
amenaza para la salud humana. Los metales pesados han sido
relacionados en humanos con problemas de retraso en el desarrollo,
cáncer, daño renal, neurotoxicidad y muerte. Las mayores amenazas
para la salud humana por parte de los metales pesados, están
asociadas a la exposición a plomo (Pb), cadmio (Cd), mercurio (Hg) y
arsénico (As), siendo el plomo y el cadmio los más tóxicos para
humanos y animales, los cuales afectan principalmente el sistema
nervioso central y los riñones, respectivamente.
A pesar de que en la actualidad aún existe incertidumbre acerca de los
efectos provocados por las diferentes especies químicas, la mayoría de
los estudios apuntan que el mayor impacto en la salud viene causado
por las partículas de carbono elemental (CE), compuestos orgánicos
(CO), especialmente hidrocarburos aromáticos policíclicos, sulfatos,
nitratos, y metales como As, Cd, Fe, Zn, Cr, Cu, Al, V, Ni y Pb
La presencia de cadmio y níquel como contaminante del aire está
relacionada con la utilización de metales como el plomo y zinc en
refinado y fabricación de sustancias. Si bien es cierto que unos 27
metales pesados se consideran tóxicos en mayor o menor proporción,
los que se valoran con mayor peligro en el aire son: mercurio, níquel,
cadmio, plomo, berilio y antimonio, asociados generalmente a fuentes
industriales
Las partículas, solas o en combinación con otros contaminantes (por
ejemplo metales) representan un peligro grave para la salud, ya que
ingresan al cuerpo humano por las vías respiratorias y pueden tener un
efecto tóxico. Los metales pesados en el aire se catalogan como
contaminantes primarios, por ser sustancias que provienen
directamente de las emisiones

Tomando como antecedente un primer estudio realizado en la misma


estación de monitoreo, donde se analizaron muestras de aerosol
obtenidas durante cinco meses para investigar el contenido elemental
del material particulado (MPA), donde se obtuvieron concentraciones de
14 elementos (S, Cl, K, Ca, Ti, V, Cr, Mn, Fe, Ni, Cu, Zn, Br y Pb)
usando la técnica de emisión de rayos X inducidos por partículas , se
realizó un estudio similar utilizando la absorción atómica para
determinar la presencia de metales en material particulado.
Se realizó un estudio longitudinal descriptivo, cuyo universo de estudio
estuvo constituido por 119 determinaciones cada 5 días de material
particulado menor de 10 micras (PM10) y metales (Pb, Cd, As y Ni) del
aire, obtenidas en la estación de monitoreo Centro Habana.

En todos los casos los valores de concentración de los contaminantes se


expresaron en mg/m3.

Se evaluó el comportamiento diario de los contaminantes, estratificado


por días de semana y por meses.
Los datos primarios fueron procesados mediante MS EXCEL 2000 y
posteriormente procesados mediante el sistema SPSS 11.5. El análisis
estadístico incluyó el cálculo de los valores de tendencia central y el
porcentaje de transgresión de la norma para cada contaminante.

Se tomó como concentración máxima admisible (CMA) para el PM10 50


µg/m3; 1 µg/m3 para 24 horas y 0,5 media anual en el caso del plomo
(Pb); para el cadmio (Cd) 0,02 µg/m3 para 24 horas y 0,01 µg/m3
media anual; en el níquel (Ni) 0,1 µg/m3 para 24 horas y 0,02 µg/m3
media anual, y para el arsénico (As) 0,02 µg/m3 24 horas y 0,01 µg/m3
media anual, de acuerdo a la NC 1020 [2014].

Se empleó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para evaluar la


normalidad de la distribución de las concentraciones de los metales
estudiados.

Con vistas a evaluar la relación entre las concentraciones de los metales


entre sí, y entre estos y el PM10, se empleó el coeficiente de correlación
Rho de Spearman, dada la distribución asimétrica de los mismos.
La concentración final de cada metal analizado fue calculada mediante
la expresión siguiente:
µg/m3 = (µg/mL * 50 mL)/volumen de aire filtrado en m3

Donde:
µg/mL = Lectura registrada por el equipo de absorción atómica
50 mL = Volumen de muestra analizada

En la tabla 1 se observan los valores de tendencia central; en el caso de


la fracción de PM10 la media se encuentra por debajo de la CMA para
promedio de 24 horas; sin embargo, se obtuvieron máximos que aunque
no llegan a duplicar las CMA, son a tomar en consideración; con
relación a las muestras estudiadas 11,8 %;

Al analizar el comportamiento de los metales en el caso de Pb y As se


obtuvieron valores muy por debajo de las CMA; sin embargo, para Ni y
Cd se obtuvieron valores máximos que superan la norma para promedio
de 24 horas; si analizamos los resultados con el valor de la media anual
en ambos casos, Ni y Cd, la media obtenida está por encima de la
recomendada en la NC.

Según Fernández, se plantea que los metales Pb, Cu, Ni, Cr, Cd y Fe,
encontrados en las muestras de partículas suspendidas totales son
atribuidos principalmente al tráfico vehicular, mientras que metales
como Fe, Al, Pb, Cu y Cr aparecen en diferentes tipos de fuentes como
suelo, tráfico vehicular e industrias. Otros autores consideran que los
metales derivados de los vehículos son principalmente Cu, Zn, Cd, Sb,
Ba y Pb; sin embargo, la combustión es una fuente insignificante de Ba,
Cu, Pb y Sb. En el estudio realizado en la estación de monitoreo se
planteó que el Ni es emitido generalmente por la quema de
combustibles residuales.
Tabla 1. Valores resúmenes y porcentajes de transgresión de las CMA.
Período 2013-2014
Contaminante Concentraciones (µg/m3) Porcentaje
superior a la
CMA para
Media mínimo Máx. CMA promedio de
24 horas
PM10 30,6748 1,80 82,80 50 11,8
Pb 0,03856 0,001 0,249 1 -
Cd 0,00460 0,001 0,026 0,02 1
Ni 0,02888 0,002 0,806 0,1 2
As 0,00210 0,001 0,003 0,02 -

Al aplicar el test de Kolmogorov-Smirnov para evaluar la normalidad de


los metales se aprecia que no eran significativas (p < 0,05), y por lo
tanto rechazamos la hipótesis nula, es decir, todos los metales
mostraron una distribución no normal como se muestra en las figuras
2, 3, 4 y 5; por tal motivo se aplicó el test de correlación de Rho de
Spearman para determinar la correlación entre todos los metales.

Al aplicar el mismo test en la fracción de PM10, la significación fue (p >


0,05), por lo tanto no se rechaza la hipótesis nula, es decir PM10
mostró una distribución normal. Se procedió a realizar métodos
estadísticos no paramétricos en todo el estudio; para la matriz de
correlación entre los metales y el PM10 se empleó el coeficiente de
correlación Rho de Spearman.
Figs. 2, 3, 4 y 5. Histogramas del comportamiento de la normalidad de
los metales.

En la tabla 2 se aprecia una fuerte correlación entre el Pb y el Cd; esto


se puede explicar ya que se plantea en la literatura, por la mayoría de
los autores, que el origen de estos dos metales es atribuido
principalmente al tráfico vehicular

La tabla 3 muestra la correlación entre la fracción de PM10 y los


metales estudiados; se aprecia una correlación fuerte entre el Ni y la
fracción de PM10, al igual que con el Cd y el As; esta última es una
correlación más baja y en ambos casos la correlación es negativa. Este
resultado puede ser explicado ya que no necesariamente la fracción de
PM10 contiene metales, y se sabe que está constituida por muchos
otros metales no estudiados y otros compuestos químicos.

Tabla 2. Coeficiente de correlación entre los metales Rho de Spearman


Metales As Ni Cd
R = 0,138 R = –0,081 R = 0,592(*)
Pb
Sig. 134 Sig. 383 Sig. 000
R = 0,119 R = –0,178
Cd
Sig. 198 Sig. 0,053
R = 0,65 R = –0,178
Ni
Sig. 482 Sig. 0,053

* La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

Tabla 3. Coeficiente de correlación entre los metales y PM10 Rho de


Spearman
Metales As Ni Cd Pb
R=– R = –0,082
R = –0,223(*) R = 0,305(**)
PM10 0,355(**) Sig. 0,373
Sig. 0,015 Sig. 0,001
Sig. 0,000

* La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).


** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

Con relación a las figuras 6 y 7 se analizan el comportamiento de los


metales estudiados y la fracción de PM10 todos los días de la semana, y
se aprecia que en sábados y domingos existe una disminución marcada
en la fracción de PM10; sin embargo, se observa una ligera disminución
en el caso del Pb el lunes, y para el Ni el miércoles y el viernes.

Esto son resultados esperados en el caso de PM10, ya que en esos días


disminuye el tráfico vehicular en la zona de estudio, y como hemos
estando planteando se conoce que el origen de los metales estudiados
es atribuido fundamentalmente al tráfico vehicular. En el caso de los
metales Pb y el Ni no se comportaron de la forma esperada.

Estudios realizados en la propia estación concuerdan con estos


resultados obtenidos, donde se observa una disminución del tránsito
automotor y las actividades industriales en el territorio cercano del
punto de muestreo.

Fig. 6. Comportamiento de los metales estudiados por


días de la semana.
Fig. 7. Comportamiento de la fracción de PM10 por días
de la semana.

Cuando se analiza el comportamiento de los metales estudiados y de la


fracción de PM10, podemos apreciar en las figuras 8 y 9 que no existe
un comportamiento estacionario definido, aunque sí en todos los casos
un incremento en el mes de julio, época de verano, lo cual coincide con
los últimos trabajos realizados en dicha estación

Fig.8 . Comportamiento de la fracción de PM10.

Llegando a la Conclusión
• Los valores de las medias de los metales y de la fracción de PM10
resultaron inferiores a las CMA.
• Se aprecia una disminución marcada en la concentración de la
fracción de PM10 los fines de semana en relación con el resto de la
semana.
• Se observó una fuerte correlación entre el Pb y Cd y entre la fracción
de PM10 con el Ni, Cd, y en menor medida entre PM10 y As.
• Las fracciones de PM10 y los metales estudiados mostraron un
aumento de las concentraciones en el mes de julio.
• Se observó que en 11,8 % de las muestras, la fracción de PM10 superó
la CMA.

IMPACTO DE LA PRODUCCION DE LOS METALES SOBRE LOS


SERES VIVOS
A diferencia de las entradas por procesos pedogénicos, los metales
pesados que son adicionados por actividades antropogénicas
típicamente tienen mayor biodisponibilidad .La entrada de metales
pesados al suelo permite que ingresen a la cadena alimenticia, pero esto
depende de la cantidad y origen del metal, las propiedades del suelo, la
tasa y magnitud de toma por parte de las plantas y la absorción por
parte de animales. Para que los metales puedan ejercer su toxicidad,
estos deben encontrarse disponibles para ser captados por los seres
vivos, es decir biodisponibles.
Las actividades industriales generan la movilización de metales pesados
y producen serias repercusiones en el ecosistema, de esta manera altas
concentraciones de los metales pesados pueden generar afectaciones
serias en la salud de los humanos y otras formas de vida como
animales y plantas. Es conocido que las altas concentraciones de
metales pesados pueden afectar la microbiota de ecosistemas
directamente a través de la modificación del tamaño de la población, la
diversidad y la actividad. Cambios en el perfil de elementos traza del
suelo producen alteraciones fisiológicas y genéticas en varias formas de
vida como plantas, fauna acuática, insectos, anélidos, aves y
mamíferos.
Los metales pesados tóxicos como cromo Cr, Hg y Cd en el ambiente
generan serios problemas en la calidad del agua y en la salud humana.
Estos iones generan interferencias en las funciones metabólicas y en
procesos bioquímicos y fisiológicos como la respiración y en la
degeneración en la mayoría de los organelos celulares, incluso puede
producir muerte celular. Recientemente altas concentraciones de
metales pesados tales como cadmio, cromo y mercurio en suelos han
sido reportadas en varios países y se han asociado con defectos de
nacimiento, cáncer, lesiones de piel, retraso que conlleva a
discapacidad, daño en hígado o riñón y otras enfermedades.
La tabla 2 resume los principales efectos de algunos metales pesados
como cadmio, cromo y mercurio sobre las plantas, animales y seres
humanos.
La contaminación industrial, tecnológica, agropecuaria, minera y el uso
indiscriminado de diversos fertilizantes químicos con metales pesados,
que se incorporan finalmente a ríos, a los vegetales, animales y
alimentos alteran la sostenibilidad de la cadena trófica, provocando
riesgos potenciales en la naturaleza y en la sociedad, debido a que
originan serios problemas en la salud humana y animal.
La presencia en un alto porcentaje de metales pesados como: el plomo,
mercurio, cadmio, arsénico entre otros, en el ambiente contribuye en
aumentar los índices de la problemática mencionada. Por ejemplo, en
diferentes regiones de Colombia son frecuente los reportes de metales
pesados asociados a la industria, producción agrícola y minería así:
mercurio en fuentes de agua, quebradas, lagunas de Meta, Boyacá,
Antioquia. Arsénico en cultivos de hortalizas y legumbres en Nariño,
diversos vegetales y aguas contaminadas con plomo y mercurio en el
Chocó, uso indiscriminado de cientos de toneladas de mercurio y
cianuro en explotación minera, especialmente de oro en el Nordeste y
Bajo Cauca y en más de 500 minas en todo el país Asimismo otros
países reportan presencia de metales pesados en pe- ces y camarones
en Indonesia, Japón, México y Chile, cerdo contaminado con plomo
proveniente de Australia, salmón fresco con niveles peligrosos de plomo
y cadmio en Noruega y Rusia reporta materias primas para fabricación
de alimentos contaminadas con zinc provenientes de China .
Por otra parte recientes estudios informan que hoy en día tenemos de
400 a 1.000 veces más plomo en los huesos que hace 400 años, debido
a la presencia de este metal en alimentos y productos industriales. El
plomo tiene graves efectos en diferentes órganos y en el cerebro afecta el
desarrollo y capacidad mental de los niños.
No obstante es importante considerar que los seres vivos requieren
pequeñas cantidades de estos metales, por ejemplo (cobre, zinc, hierro,
etc.) para varias funciones biológicas. Sin embargo una escasa o
excesiva concentración de éstos pueden alterar procesos bioquímicos
y/o fisiológicos en el organismo. Y realmente lo que hace tóxico a los
metales pesados no son sólo sus características químicas, sino las
concentraciones en las que pueden presentarse, y más importante aún,
el tipo de compuesto o metabolito que forman, por ejemplo el
metilmercurio. Además las interacciones entre los metales y sus efectos
tóxicos pueden complicar las enfermedades. Así por ejemplo, el cadmio
interfiere con el zinc, cobre, hierro, manganeso y calcio. Mientras que el
cobre interactúa con el hierro, molibdeno, azufre y zinc. Y el plomo con
el calcio.
Según la tabla periódica, es un elemento químico con alta densidad
(mayor a 4 g/cm3), masa y peso atómico por encima de 20, y son
tóxicos en concentraciones bajas. Algunos de estos elementos son:
aluminio (Al), bario (Ba), berilio (Be), cobalto (Co), cobre (Cu), estaño
(Sn), hierro (Fe), manganeso (Mn), cadmio (Cd), mercurio (Hg), plomo
(Pb), arsénico (As), cromo (Cr), molibdeno (Mo), níquel (Ni), plata (Ag),
selenio (Se), talio (Tl), vanadio (Va), oro (Au) y zinc (Zn) .
En general se considera, que los metales son perjudiciales, pero
muchos resultan esenciales en nuestra dieta y en algunos casos, su
deficiencia o exceso puede conducir a problemas de salud, por ejemplo
el organismo requiere de hierro, cobalto, cobre, hierro, manganeso,
molibdeno, vanadio, estroncio y zinc. Otros en cambio no cumplen una
función fisiológica conocida, alteran la salud y es mejor evitarlos
siempre.
ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN DE LOS METALES PESADOS
ESTUDIADOS
Se encuentran de manera natural en el ambiente en concentraciones,
que por lo general, no perjudican las diferentes formas de vida. Los
metales pesados no pueden ser degradados o destruidos, pueden ser
disueltos por agentes físicos y químicos y ser lixiviados. Algunos forman
complejos solubles y son transportados y distribuidos a los ecosistemas
hasta incorporarse en la cadena trófica (suelo, agua, plantas, semillas y
forrajes), primordialmente aquellos procedentes de áreas contaminadas.
A continuación se indican posibles fuentes de contaminación de los
alimentos por metales pesados.

CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS METALES PESADOS


CADMIO. Es relativamente raro en la naturaleza se asocia al zinc. Es de
color blanco ligeramente azulado. Peso atómico 112 y densidad relativa
8. Tiene ocho isótopos estables y presenta once radioisótopos inestables
de tipo artificial.
Naturalmente no se encuentra en estado libre y la greenockita (sulfuro
de cadmio) es el único mineral de cadmio. Casi todo el que se produce
es obtenido como subproducto de la fundición y refinado de los
minerales de zinc. Estados Unidos, Canadá, México, Australia, Bélgica,
Luxemburgo y República de Corea son productores importantes .
El cadmio se usa en pinturas, plásticos, pilas, bate- rías, abonos,
soldaduras, asbestos, pigmentos, barras (reactores nucleares),
farmacéutica, fotografía, vidrio, porcelana, etc.
Para la mayoría de los seres vivos la principal fuente de exposición al
cadmio son los alimentos y el agua, pequeñas partículas de cadmio son
absorbidas por el aparato respiratorio, especialmente en trabajadores
de la industria del cadmio y en personas expuestas al humo del tabaco.
En animales, los rangos de absorción son muy diversos, pero más bajos
que en humanos. Las especies con dieta vegetal son los de mayor
acumulación de cadmio, debido a que los alimentos ricos en fibra como
cereales, vegetales y papas contribuyen a una mayor exposición .
La Organización Mundial de la Salud menciona que la presentación y
severidad de los signos, síntomas y alteraciones en el organismo se
relaciona con las cantidades, el tiempo de exposición y con la vía de
entrada del metal. En exposición crónica se observa anemia, disfunción
renal, cálculos renales, osteoporosis, osteomalacia, trastornos
respiratorios, hipertensión, trastornos nerviosos (cefalea, vértigo,
alteración del sueño, tremores, sudoración, paresia, contracciones
musculares involuntarias), pérdida de peso y apetito, cáncer de próstata
y pulmón. En intoxicación aguda hay neumonitis y edema pulmonar,
gastroenteritis, náuseas, vómito, dolor abdominal, diarrea, fallo renal, y
finalmente puede ocurrir aberraciones cromosómicas, efectos
teratogénicos y congénitos. En riñón (túbulos renales) se puede
acumular hasta por 30 años.
En toros de un centro de inseminación sometidos a dietas con elevados
niveles de cadmio presentaron: inapetencia, debilidad, pérdida de peso,
anemia hemolítica, disminución de la libido y trastornos en la
queratinización de pezuñas y cuernos. La administración de dosis
elevadas de cadmio (50-100 ppm) en la dieta en ganado ovino y bovino
durante 49 semanas produjo abortos y fetos muertos o morían al nacer
y además presentaban anomalías congénitas.
En la mayoría de los órganos se observa hiperqueratosis del epitelio del
estómago y anomalías degenerativas.
ARSÉNICO. Número atómico es 33, se distribuye ampliamente en la
naturaleza, peso atómico 74. Tiene 17 nucleídos radiactivos. La forma
metálica es con- ductor térmico y eléctrico fácil de romper y de baja
ductibilidad.
En la naturaleza se encuentra como mineral de cobalto, aunque
regularmente está en la superficie de las rocas combinado con azufre o
metales como Mn, Fe, Co, Ni, Ag o Sn. El principal mineral del arsénico
es el FeAsS (arsenopirita) y se usa en tratamiento de maderas,
productos agrícolas (pesticidas, herbicidas) bronceadores de piel,
anticorrosivos, vidrio, cerámica, pinturas, pigmentos, medicamentos.
En alimentación animal como factor de crecimiento, gases venenosos de
uso militar, etc.
Los síntomas agudos aparecen de tres a cinco días después de
exposición a niveles elevados de arsénico, los síntomas incluyen
incoordinación, ataxia, transcurridos unos pocos días cerdos y aves
pueden aparecer paralizados, aunque seguirán comiendo y bebiendo,
también hay ceguera y eritema cutáneo en animales albinos. Los
terneros presentan síntomas gastrointestinales.
En humanos la toxicidad crónica con arsénico causa lesiones en piel
(queratosis, hiperqueratosis, hiperpigmentación) y lesiones vasculares
en sistema nervioso e hígado. Las complicaciones agudas aparecen por
exposición a dosis elevadas y pueden ser letales, sus primeros efectos
suelen ser fiebre, hepatomegalia, melanosis, arritmia cardíaca,
neuropatía periférica, anemia y leucopenia.
El arsénico está clasificado en el grupo I de sustancias cancerígenas por
la IARC. Los tipos de cáncer afectan la piel (basilioma y carcinoma de
células escamosas),pulmón (carcinoma broncogénico),
hemangiosarcoma hepático, linfoma y cáncer de vejiga, riñón y
nasofaringe .
PLOMO. Número atómico 82, peso atómico 207, color azuloso, Forma
muchas sales, óxidos y compuestos organometálicos.
En la industria, los compuestos más importantes son óxidos y tetraetilo
de plomo, forma aleaciones con es- taño, cobre, arsénico, bismuto,
cadmio y sodio
El plomo se encuentra en metales de uranio y de torio, ya que proviene
de la división radiactiva. Los minerales comerciales suelen contener
poco plomo (3%), lo más común es que sea del (10%). Los minerales
antes de fundirse pueden acumular hasta 40% o más de plomo.
Se usa como aditivo antidetonante en la gasolina, bate- rías, en
monitores de computadores y pantallas de televisión, joyería, latas de
conserva, tintes para el pelo, grifería, pigmentos, aceites, cosmetología,
aleaciones, cerámicas, municiones, soldaduras, plomadas, armamento,
radiación atómica, insecticidas, etc.
La absorción de plomo es un grave riesgo de salud pública; provoca
retraso del desarrollo mental e intelectual de los niños, causa
hipertensión y enfermedades cardiovasculares en adultos. La
intoxicación se debe a la ingestión accidental de compuestos de plomo o
a la ingestión por parte de los animales de forrajes o alimentos con
plomo, procedentes de áreas ambientalmente contaminadas.
La absorción de plomo por vía oral es cerca al 10% en adultos y se
puede incrementar hasta 50% en niños. El plomo absorbido se
distribuye en riñón, hígado, en- céfalo y huesos por semejanza con el
calcio. El mayor depósito de plomo son los huesos hasta por 20 años;
interfiere en la función del calcio, inhibe la síntesis de hemoglobina y
causa daño neurológico [38].
Los efectos agudos en sistema nervioso central consisten en parestesia,
dolor y debilidad muscular, crisis hemolítica-anemia grave y
hemoglobinuria. También afecta riñones con oliguria y albuminuria.
Aunque la intoxicación aguda puede causar la muerte, es más frecuente
que el paciente se recupere y presente intoxicación crónica con daño
gastrointestinal, neuromuscular, nervioso, hematológico, renal y
reproductivo.
A nivel gastrointestinal hay anorexia, cefalea, estreñimiento, espasmo
intestinal y dolor abdominal. Los síntomas neuromusculares presenta
debilidad mus- cular y cansancio seguida de parálisis de músculos del
antebrazo, muñeca y dedos de la mano y algunas veces pies, estos
síntomas eran característicos de enfermedad de pintores, en la
actualidad la sustitución de pigmentos con plomo y las mejoras en las
condiciones de seguridad e higiene industrial están propiciado la
desaparición de esta intoxicación.
Los primeros síntomas de encefalopatía en niños son letargo, vómitos,
irritabilidad, pérdida de apetito y mareos, que avanzan hasta
desembocar en ataxia, reducción de la consciencia provocando
finalmente coma y muerte. La tasa de mortalidad por encefalopatía
debida a plomo es alta aproximadamente 25%, muchos de los pacientes
que se recuperan quedan con secuelas, entre ellas retraso mental,
convulsiones y atrofia óptica.
La exposición al plomo se ha asociado con esterilidad y muerte neonatal
en personas. En animales se ha de- mostrado efecto tóxico sobre los
gametos y aumento de la concentración de plomo en sangre materna,
que reduce la duración de la gestación y de peso al nacimiento de las
crías.
El plomo puede desencadenar efectos teratogénicos en sistema nervioso
del feto e interferir con su desarrollo normal. El plomo y sus
compuestos están clasificados en el grupo 2B, probablemente
cancerígenos para el hombre (IARC).
COBRE. Número atómico 29, es un metal no ferroso. Su utilidad se
debe a la combinación de sus propiedades químicas, eléctricas, físicas y
mecánicas, además de su abundancia. La mayor parte del cobre del
mundo se obtiene de los sulfuros minerales como la calcocita, covelita,
calcopirita, bornita y enargita. Tiene dos isótopos naturales estables
63Cu y 65Cu y nueve isótopos inestables (radiactivos). De cientos de
compuestos fabricados de manera industrial, el más importante es el
sulfato de cobre.
El cobre se usa en equipo eléctrico, maquinaria industrial,
construcción, en aleaciones de bronce: latón, níquel, clavos, pernos,
objetos decorativos, tuberías, techos, monedas, utensilios de cocina,
joyería, mubles, maquillaje, pinturas, instrumentos musicales y medios
de transporte. Además el sulfato de cobre es uno de los primeros
compuestos utilizados en alimentación animal como pesticidas, las
sales de cobre poseen efectos fungicidas y algicidas.
La exposición aguda por ingestión del sulfato de cobre puede producir
necrosis hepática y muerte. La exposición crónica de alimentos
conservados en recipientes de cobre genera lesión hepáticas en niños.
Algunos efectos de intoxicación son: hemólisis letal en vacas lecheras a
dosis de 38 mg/kg PV. El ganado ovino es la especie más sensible a la
intoxicación, tolera apenas 25 mg/kg PV.Tanto en los casos agudos
como en crónicos la mortalidad se acerca al 100%. En bovinos
consumos de 220 a 880 mg/kg de peso corporal pueden causar la
muerte.
Altas concentraciones de sales solubles de cobre con- llevan a
coagulación proteica e inflamación severa de mucosa digestiva, si el
animal sobrevive desarrollará hemólisis intravascular. Las muertes
rápidas se deben a insuficiencia hepática, mientras que los decesos
tardíos se producen por insuficiencia renal. No existe evidencia de
efectos cancerígenos del cobre o sus compuestos por ninguna vía de
exposición.
Puede generar diversas alteraciones como: anemia hipocrómica,
disminuye la tasa de crecimiento, diarreas, cambios de coloración del
pelo o de lana, ataxia neo- natal, alteración del crecimiento, infertilidad
temporal e insuficiencia cardiaca.
MERCURIO. Número atómico 80 y peso atómico 200. Es un líquido
blanco plateado a temperatura ambiente. El mercurio forma soluciones-
amalgamas con otros me- tales (oro, plata, platino, uranio, cobre,
plomo, sodio y potasio), se encuentra comúnmente como sulfuro,
también como rojo de cinabrio, en menor abundancia metalcinabrio
negro y el menos común cloruro de mercurio.
La tensión superficial de mercurio líquido es de 484 dinas/cm, seis
veces mayor que la del agua en con- tacto con el aire, por consiguiente
no puede mojar la superficie con la cual esté en contacto.
Se usa en empastes dentales, fabricación de pilas, lámparas
fluorescentes, aparatos eléctricos (baterías, conmutadores), pinturas,
catálisis, agricultura (fungicidas, pesticidas), productos farmacéuticos,
pulpa, papel, cosméticos, cremas y jabones para la piel y drogas
herbales, termómetros clínicos . Y en minería de oro, cobre, plata y
carbón cientos de toneladas, por su facilidad de formar amalgamas y así
extraerlos fácilmente.
La intoxicación crónica por mercurio se presenta temblores, hipertrofia
de tiroides, taquicardia, gingivitis, cambios en la personalidad,
eretismo, pérdida de memoria, depresión severa, delirios y
alucinaciones. Los tres rasgos más usados para reconocer la
enfermedad profesional en la industria son la excitabilidad, los
temblores y la gingivitis.
Además, hay daño renal por exposición crónica al mercurio, efectos
reversibles, que cesan cuando la persona evita exponerse. Los vapores
de mercurio se absorben en la circulación sanguínea pulmonar y
sistema nervioso central, los principales efectos del metilmercurio en
adultos son neurológicos, mientras que la exposición durante el
embarazo provoca la aparición de lesiones congénitas del sistema
nervioso.
La neurotoxicidad se manifiesta con temblores y pérdida de sensibilidad
en dedos de ambas extremidades, ataxia, pérdida de visión y audición,
espasmos y final- mente coma y muerte.
En los animales las sustancias mercuriales inorgánicas provocan
coagulación de mucosa digestiva y gastroenteritis, si los animales
sobreviven habrá lesiones en riñón (nefrosis), el colon (colitis) y la boca
(estomatitis).
En animales se altera la función renal, presión sanguínea, ritmo
cardiaco y digestivo. Además afecta la fertilidad, incrementa el índice de
abortos y provoca alteraciones en fetos y recién nacidos.
La inhalación de altas concentraciones de mercurio puede provocar
bronquitis corrosiva y neumonías agudas que causan la muerte. La
exposición crónica ocasiona daños al sistema nervioso central.
Los efectos teratogénicos son devastadores, la exposición del feto
provoca alteración del desarrollo y migración de neuronas causando la
disrupción de la arquitectura normal del cerebro.
Los compuestos de metilmercurio se clasifican en el grupo 2B
posiblemente cancerígenos para el hombre.
En el cuadro 2 se presenta algunos accidentes tóxicos por metales
pesados
La presencia de metales pesados en el ambiente y los alimentos de
acuerdo con lo descrito pueden desencadenar diversas intoxicaciones
causando daños irreparables en la salud humana y animal, tan graves
como efectos teratogénicos, cáncer e incluso la muerte.
Es importante considerar, que elevadas concentraciones de dichos
metales en el organismo de los seres vivos alteran los procesos
bioquímicos y fisiológicos ocasionando diversas patologías.
Asimismo es prioritario que el ser humano se concientice por proteger y
conservar el ambiente de los enemigos silenciosos “metales pesados”,
antes de que sea demasiado tarde, por ello se requiere con urgencia
disminuir las cantidades de metales pesados en la industria, en la
minería, en el sector agropecuario y más aún, en los casos que no sean
de mayor utilidad.
Finalmente consideramos pertinente unir sinergias o esfuerzos por
parte del sector privado y oficial, así como de universidades y centros de
investigación para adelantar trabajos conducentes a explorar e
investigar otras sustancias o metales menos tóxicos que reemplacen o
minimicen el impacto de los metales pesados descritos en este trabajo
para bien de la salud pública y el medio ambiente.

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