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Objetivo docente
Después del ver esta presentación educacional, el radiólogo habrá podido aprender las
características radiológicas dela EHP, como así también sus complicaciones y cambios
post-tratamiento.
Definición y Etiopatogenia
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disminución de la producción de oxido nítrico (ON) (por disminución de la expresión del
gen nNOS), alteraciones ultraestructurales y disminución del número de las células de
Cajal y un incremento en la producción del factor de crecimiento insulino-like. Todo esto
produciría una falla en el mecanismo de relajación muscular, aumentando la producción
de factores de crecimiento, dando lugar a la hipertrofia.
Así mismo, existe una predisposición familiar. El 20% de los hijos varones y el 7% de las
hijas mujeres de madres con antecedente EHP se ven afectados. El el caso de padres
con antecedentes de EHP, el 5% de los hijos varones y el 2% de las hijas mujeres se
ven afectados.
La porción pilórica es la zona más distal del estómago y conecta con el duodeno a través
del anillo o esfínter pilórico.
El esfínter pilórico es una zona de alta presión intermitente, que contiene una capa
circular de músculo liso, capaz de contraerse tónica y fascicularmente, permitiendo el
vaciado gástrico. No se logra identificar claramente una separación definida entre el
esfínter pilórico y el antro gástrico o la cabeza del duodeno. Al contrario de lo que ocurre
con la mayoría de los esfínteres intestinales, el esfínter pilórico mantiene la misma luz
(aproximadamente de 1cm de ancho) la mayor parte del tiempo.
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Fig. 1: Anatomia normal de la región antropilórica.
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
Analisis Práctico
* Un día cualquiera del año, nos consultan desde urgencias por un paciente con
sospecha de EHP.
Típicamente un paciente en el que se sospecha EHP suele tener entre 2-8 semanas,
aunque se han descrito casos de EHP en niños de una semana y de hasta 5 meses de
edad. Suelen ser niños con pérdida de peso pero con gran apetito, que presentan cuadro
de vómitos no biliosos posprandiales. Los vómitos pueden tener tinte de sangre
debido a la gastritis gástrica. Estos vómitos van en aumento hasta hacerse "en proyectil".
Si no se diagnostica y se trata en forma precoz puede llevar a la deshidratación, alcalosis
hipocloremica, déficit de sodio y potasio y aciduria paroximal.
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De forma excepcional hay paciente con EHP sin vómitos ni perdida de peso.
¿Que técnica de imagen crees que es la mejor para poder realizar el diagnóstico?
¿Cómo se debe realizar el estudio ecográfico? ¿El estómago debe estar lleno o
vacío?
Las sondas que se deben utilizar son las lineales de entre 7-15 MHz (sondas de alta
frecuencia). Estas sondas permiten identificar todas las capas de las pared del píloro.
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Si el estómago esta lleno de gas se debe poner al paciente en posición oblicua
anterior derecha, permitiendo que el líquido gástrico se deposite en el antro (por la
gravedad) permitiendo una adecuada evaluación. Por otra parte si es estómago esta muy
distendido, el duodeno se desplaza de forma caudal y medial, haciendo que el acceso
al píloro sea muy dificultoso. En algunos casos si se moviliza al paciente lentamente a
posición oblicua posterior izquierda, el píloro puede ascender anteriormente permitiendo
una óptima examinación.
Aunque no hay un consenso generalizado respecto a las medidas normales del canal
pilórico, las más aceptadas son:
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Fig. 2: Esquema de las medidas del canal pilórico normal.
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
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Fig. 3: Corte longitudinal de una ecográfica abdominal donde muestra las
características de un píloro normal (a) con correcta relajación del esfinter y paso de
contenido gástrico a través del mismo (b). Nótese la correlación con el TEG.
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
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radiológico característico es el "signo del pezón" que se debe a la presencia de la mucosa
del canal pilórico prolapsada dentro del antro gástrico.
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Fig. 5: Vista axial de los hallazgos ecográficos característicos en una EHP.
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
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Fig. 6: Esquema longitudinal de las relaciones anatómicas en la EHP.
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
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Fig. 7: Vista longitudinal de los hallazgos ecográficos característicos en una EHP.
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
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Fig. 13: Correlación radiológica entre la ecografía y el TGE del "signo del doble
carril" (Fig a y b) y del "signo del paraguas" (Fig. c y d).
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
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Fig. 12: Niño de 3 meses de vida con EHP. Nótese el signo del pezón: presencia de la
mucosa del canal pilórico prolapsada dentro del antro gástrico (flecha).
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
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Fig. 8: Paciente de 1 mes de vida con vómitos no biliosos de 1 semana de evolución.
Corte longitudinal donde se visualiza marcado engrosamiento de la capa muscular del
píloro. Nótese su discreta hiperecogenicidad.
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
En algunos casos se puede ver el vaciado del contenido gástrico y aire al duodeno
a través del píloro hipertrofiado (la Rx simple de abdomen puede mostrar una
correcta neumatización).
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Fig. 9: Paso de contenido gástrico a través de un píloro hipertrofiado.
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
¡Si! La clínica siempre precede a la imagen, por lo tanto si un niño tiene una clínica
sospechosa de EHP y la primer ecografía es normal, debemos aconsejar un seguimiento
clínico cercano, así como repetir la ecografía.
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Fig. 10: Lactante de 10 días de vida que presenta episodio de vómitos no bilioso. Se
realiza ecografía, donde se visualiza el píloro de aspecto normal (Fig. a y b). Por la
persistencia de la clínica, se repite la ecografía 12 días más tarde, donde se observa
un píloro claramente hipertrófico (Fig. c y d).
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
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El tratamiento médico con antiespasmódicos (atropina) que se va a utilizar a mediado
de los años 60, esta siendo evaluado por diferentes investigadores.
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Fig. 11: Paciente intervenido de EHP, que a los 15 días inicia nuevo episodio de
vómitos. Se visualiza el píloro aún hipertrófico.
Referencias: J. del Riego; Radiodiagnóstico, UDIAT CD, Sabadell, SPAIN
Conclusiones
Conclusiones
• Niño que presenta vómitos alimenticios entre la 2da y 8va semana de vida
pensar siempre en EHP como primera opción diagnóstica.
• "#loro": regla mnemotécnica para recordar las medidas del píloro normal.
• Un estudio ecográfico normal no descartala EHPinicial. En caso de persistir
o empeorar la clínica debemos repetir la ecografía.
• No todas las EHP son totalmente obstructivas. En algunos casos se puede
visualizar el paso del contenido gástrico y aire al duodeno a través del canal
pilórico hipertrofiado (la Rxsimple de abdomen puede mostrar una correcta
neumatización).
• Después de la cirugía los hallazgos ecográficos no desaparecen hasta la
6ta - 8va semanas.
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