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UNIDAD I :

Giddens: “Sociología”
Primeros contactos con otras culturas: cuando los exploradores y los mercaderes occidentales viajaron a zonas remotas del globo
en los siglos XVI y XVII consideraban a aquellos con los que se encontraban “barbaros” o “salvajes”.
Primeros contactos con otras culturas: Los indios americanos en el siglo XV eran vistos como criaturas salvajes, más afines a los
animales que a los seres humanos, desde los ojos de la iglesia no eran hombres, ya que no los consideraban con alma racional,
sino salvajes de bosque, razón por la cual no podían ser expuestos a la doctrina.
En el siglo XVII y XVIII los europeos hicieron contacto con el imperio chino, una misión comercial, a los visitantes “barbaros”, los
chinos estaban poco interesados sobre que pudieran ofrecerle. El abismo entre Oriente y Occidente era de tales dimensiones que
cada uno tenía las creencias más extrañas sobre el otro. El primer encuentro fue en 1818 que se dio entre ingleses y esquimales
pobres.
El concepto de cultura: El concepto de cultura, junto al de sociedad, es una de las nociones más utilizadas en sociología.
- Cultura: se refiere a los valores que comparten los miembros de un grupo dado a las normas que acatan y los bienes
materiales que producen modo de vida de los miembros de una sociedad o grupos de la sociedad, Incluye modo de vestir,
costumbres matrimoniales y de vida familiar, modelos de trabajo, ceremonias religiosas y pasatiempos.
- Normas: representan el “hazlo” y el “no lo hagas” de la vida social.
- Valores: ideales abstractos.
La cultura se distingue conceptualmente de sociedad pero existe una conexión entre ambas.
- Sociedad: es un sistema de interrelaciones que conecta a los individuos entre si.
Ninguna cultura podría existir sin sociedad y no puede haber una sociedad carente de cultura. Sin cultura no seríamos
“humanos”. Las variaciones culturales entre seres humanos están ligadas a los distintos tipos de sociedad.
La especie humana: Charles Darwin partiendo de sus detalladas observaciones de las distintas especies animales, elaboró una
visión del desarrollo de los seres humanos y de los animales distinta a las mantenidas hasta entonces.
Aspiraba a encontrar una continuidad de desarrollo entre animales y los seres humanos. Según él, nuestras características
humanas emergieron de un proceso de cambio biológico que se remonta a los orígenes de la vida en la tierra. Propuso la teoría
de la evolución.
Evolución: El desarrollo de la especie humana se produjo como resultado de un proceso aleatorio. La teoría evolucionista
concibe el desarrollo de la especie animal y humana como desprovisto de intencionalidad. La evolución es resultado de lo que
Darwin llamo SELECCIÓN NATURAL (los mejores adaptados al medio, sobrevivirán y los menos capaces perecen. Existe un
proceso continuo de selección natural debido al mecanismo biológico de la MUTACIÓN (es un cambio genético que altera las
características de algunos individuos de una especie).
Seres humanos y simios: Los seres humanos pertenecen a un grupo de mamíferos superiores, los primates, tuvieron origen
hace 70.000.000 de años. Nuestros parientes más cercanos en la especie humana son el chimpancé, el gorila y el orangután.
Los seres humanos no somos descendientes de los monos, los humanos y los monos han evolucionado a partir de grupos de
especies ancestrales mucho más primitivas. Los humanos con una apariencia idéntica a la actual aparecieron hace 5000 años.
Sociología: Este paralelismo entre el comportamiento humano y animal, la aplicación de principios biológicos a la explicación de
las actividades sociales de los animales y humanos. Según Wilson, muchos de los aspectos de la vida social humana se basan
en nuestro comportamiento genético. Por ej: rituales de cortejo y tamaño y dominio del macho a la hembra.
La sociobiología ha intentado aclarar las relaciones entre sexos a través de estrategia reproductiva (es un patrón de
comportamiento que favorecer las oportunidades de supervivencia de la descendencia) estableciendo que las mujeres no serán
inducidas a tener relaciones sexuales con muchos compañeros, mientras que los hombres sí, para maximizar la probabilidad de
fecundación.
De esta forma podemos explicar las diferencias en el comportamiento y en las actitudes de hombres y mujeres y dar cuenta de
fenómenos como la violación.
Los sociobiólogos han sido capaces de demostrar que muchas especies ejercen influencia sobre miembros individuales de la
especie, pero existe una escasa evidencia que demuestra que la herencia genética controla las formas complejas de la actividad
humana.
Instintos: La mayor parte de los biólogos y los sociólogos comparten la idea de que los seres humanos no tienen instintos, tal
afirmación contradice no solo a la hipótesis de la sociología, sino también con lo que la mayoría piensa para la biología y
sociología. Un instinto es un modelo complejo de comportamiento determinado genéticamente.
Diversidad cultural: Los valores y las normas de comportamiento, varían enormemente de una cultura a otra, contrastan
notablemente con lo que los habitantes de las sociedades occidentales consideran “normal”. Las sociedades pequeñas tienden a
ser culturalmente uniformes, mientras que las sociedades industrializadas son culturalmente diversas.
Identidad cultural y etnocentrismo: Toda cultura contiene sus propios modelos de comportamiento. Una cultura ha de estudiarse
a partir de sus propios significados y valores. Los sociólogos se esfuerzan por eludir el etnocentrismo, el cual consiste en juzgar
otras culturas con los criterios propios. En sociología tenemos que asegurarnos de que nos deshacemos de nuestros antifaces
culturales para así poder ver los modos de vida de otros pueblos, sin prejuicios.
Universales culturales: Dentro de la diversidad del comportamiento humano existen ciertos rasgos comunes, estos sí se
encuentran en todas o casi todas las culturas (lengua gramática, sistema familiar, institución de matrimonio, rituales religiosos y
derechos de propiedad). Los antropólogos han identificado todo tipo de universales culturales (arte, danza, adorno corporal,
juegos, diversión y reglas de higiene).
Habla y escritura: La invención de la escritura marco un cambio radical en la historia del hombre. La escritura comenzó siendo
una manera de almacenar información, íntimamente ligado a los requisitos administrativos de los antiguos estados y
civilizaciones. Una sociedad que posee escritura puede situarse a sí misma en “el tiempo y el espacio”.
Semiótica y cultura material: Los símbolos que utilizan el habla y la escritura no son las únicas vías que expresan los
significados culturales. Los objetos materiales y los aspectos del comportamiento generan significados. El análisis de los
sistemas semióticos (significados culturales no verbales) es un campo de la sociología y antropología.
El análisis semiótico es útil para comparar distintas culturas. Las variaciones en la cultura material aportan los principales
medios de clasificación de los distintos tipos de sociedades a lo largo de la historia.
Tipos de sociedades humanas:
- De caza y recolección: pesca y caza, grupos reducidos, pocas desigualdades (solo edad y sexo) al borde de la desaparición,
hace 5000 años.
- Agrarias: pequeñas, viven de caza, pesca y recolección, agricultura. Desigualdad mayor entre cazadores y recolectores, hace
1200 años.
- Pastores: cría de animales domésticos, su tamaño. Gobernados por jefes o reyes guerreros, época de las sociedades
agrarias.
- Estados o civilizaciones tradicionales: agricultura como sistema económico, también existen ciudades con comercio y
manufactura, gran cantidades de personas, liderado por rey o emperador. Grandes desigualdades entre clases, 6000 a.C.
- Primer mundo: producción industrial, libre empresa, mínima agricultura. Desigualdades grandes, menos pronunciadas que las
anteriores, constituyen comunidades políticas o estados nacionales independientes, siglo XVIII hasta la actualidad.
- Segundo mundo: industrialización, sistema económico de planificación central. Grandes desigualdades, aunque el marxismo
impulsa las sociedades sin clases. Constituyen comunidades políticas o estados nacionales independientes. Siglo XIX
(revolución rusa) hasta 1991 (Unión soviética abandona el comunismo).
- Tercer Mundo: la mayoría vive de la agricultura y vive en áreas rurales. Algunos países tienen sistema de libre empresa, otros
se rigen por la planificación central.
Resumen
Norbert Elias: “Sociología fundamental”
El objeto de la sociología se dice que es la sociedad y que se ocupa de los problemas sociales. Nuestro lenguaje y nuestros
conceptos están configurados como si todo lo que queda afuera de la persona individual tuviese carácter de OBJETO.
Este carácter cosificador se pone en manifiesto en el concepto de sociedad y en la manera en como se refleja sobre ella.
Para entender de qué se trata la sociología es preciso, entenderse a sí mismos como una persona entre otras. [La posibilidad de
hablar de las figuras sociales como “mía”, “tuya”, “suya, “nuestra”].
Hay que entender a las figuras sociales existentes no solo fuera y más allá de la propia persona que habla, sino fuera y más allá
de las personas en general <aquí estoy “yo”, o también aquí están los “individuos singulares” y alla las “figuras sociales”, el
“entorno social” que me “rodea” a mí mismo y a todo “yo” individual en general>.
La cosificación y deshumanización de las figuras sociales conduce a la “metafísica de las figuras sociales”. Tiene que ver también
con los modos de pensamiento y del lenguaje en la exploración científica de la naturaleza y los contextos sociales. El paso del
pensamiento mágico-metafísico (antiguo, entender a las manifestaciones físico-químicas de la naturaleza como personificaciones,
emanación de las acciones e interacciones de las personas).
Al pensamiento físico-químico (genero cambios en el léxico transferencia de términos y conceptos) del mundo, dejando atrás
estos modos heterónomos y egocéntricos de explicación, para acercarse a otros modos de pensamiento y lenguaje más ajustado a
la existencia de interrelaciones de acontecimientos.
La sociología también se encarga de librar el pensamiento y al hablar de regularidades de sus ataduras a modelos heterónomos y
desarrollar la terminología y conceptualización que se ajusten a las peculiaridades de las figuraciones sociales.
En este terreno de interacciones de actuación humano-social encontramos los hombres expuestos a la acción de eventos
COACTIVOS (ampliar y hacer más fiable su comprensión es tarea del trabajo teórico y de investigación de la sociología).
Emancipación: depende de los esfuerzos convergentes de muchas personas, de la evolución del entramado humano en su
conjunto.
El análisis de la realidad:
- Filosofía normativista: fantasía egocéntrica.
- Positivismo: dominio realista.
Elias establece también que los sociólogos tienen que presentarse como parte de lo analizable y no como una figura externa.

Guía de lectura
1- Cómo propone Elias pensar la relación entre individuo y sociedad?
Elias nos propone pensar a la relación entre individuo y sociedad no como un esquema básico egocéntrico, sino como una
figuración de individuos interdependientes.
Donde hay que quebrar idealmente que la sociedad está compuesta de figuras externas al yo, al individuo singular y que está
rodeado y separado de ella por una barrera invisible (visión tradicional). Elias nos propone que el individuo está sujeto a
vinculaciones y dependencias recíprocas, formando un entramado de interdependencia con equilibrios de poder más o menos
inestables (familias, escuelas, ciudades, etc.).
2- Porque habla de conceptos cosificadores?
Nuestros lenguajes y conceptos están configurados de tal modo como si todo lo que queda fuera del individuo tuviesen carácter
de objetos estáticos. Este carácter cosificador del lenguaje tradicional se pone de manifiesto en el concepto de sociedad.
3- Que entienden por las nociones de “figuraciones” e “interdependencias”?
Las figuraciones son un sistema de relaciones entre individuos organizados en torno a una dinámica de poder. Esta figuración
surge de la interdependencia de las acciones de dos o más individuos que se relacionan.
4- Cuáles son los planteos de Elias acerca de los eventos o fuerzas coactivas?
En este terreno de interacciones de actuación humana-social encontramos a los hombres expuestos a la acción de eventos
coactivos: ampliar y hacer más fiable su comprensión es tarea del trabajo teórico de la sociología. Esta cohesión social es
ejercida por el hombre entre sí y sobre ellos mismos.
5- Cuál es la tarea de la sociología para el autor?
- Aproximar las interrelaciones de la actuación humana-social a nuestra comprensión y hacer más fiable la comprensión de
elementos coactivos que los hombres ejercen sobre sí mismos.
- Investigación y explicación de las regularidades específicas y librar al pensamiento y al hablar de los modelos, heterónomo y
desarrollar una terminología y conceptualización que se ajuste mejor, para eso se necesita de la emancipación con esfuerzos
de muchas personas y una evolución del entramado humano en su conjunto.
Durkheim: “Las formas elementales de la vida religiosa”
La sociología plantea problemas distintos que la historia y la etnografía (buscan conocer las formas superadas de la civilización
con el fin de conocerlas y reconstruirlas únicamente). Su objetivo es explicar una realidad: el hombre.
Estudiaremos una religión arcaica porque es óptima para comprender la naturaleza religiosa del hombre, para revelarnos un
aspecto esencial y permanente de la humanidad.
- Símbolos: tras ellos hay que saber encontrar la realidad que representa y que le da su verdadero significado, traducen algún
aspecto de la vida, sea individual o social. En el fondo ninguna religión es falsa, responden a condiciones dadas de la
existencia humana.
- Método: no podemos llegar a comprender las religiones más recientes si no atravesamos la historia, observando la manera en
la que se han formado progresivamente.
- Sociedades inferiores: por su tamaño reducido y homogeneidad contribuye a reducir las diferencias y variaciones. Las
religiones primitivas permiten separar elementos constitutivos de la religión y facilitan su explicación.
- Comienzo de la religión: no hay un instante radical, no comienza en ninguna parte.
- Filosofía y ciencia: fueron contenidas por la religión, luego se independizan. Pero en principio, la religión fue la que permitió
que el espíritu humano se forjara ya que este no existía con anterioridad a la religión.
“La religión es una realidad eminentemente social. Las representaciones religiosas son representaciones colectivas que expresan
realidades colectivas, los ritos son maneras de obrar que nacen en el seno de grupos y que están destinados a suscitar, mantener
o renovar ciertos estados mentales de esos grupos”.
Categorías del entendimiento o nociones fundamentales:
Son universales, colectivos sólidos, marcas que citan al pensamiento. Nacieron en y del pensamiento religioso por ende son
también realidades sociales, productos del pensamiento colectivo.
Tiempo:
Organizado en base a la periodicidad de ritos, fiestas, ceremonias públicas, expresando el ritmo de la actividad colectiva.
Espacio:
Organizado en base al espacio ocupado por cada clan, la organización social ha sido el modelo de organización espacial. Más
adelante se desarrollan nociones de género, fuerza, personalidad, afectos, etc.
Doctrinas sobre el conocimiento:
- Empirismo: las categorías serian construcciones derivadas de la experiencia individual, reduce la razón a la experiencia, la
anula, porque considera a las categorías como artificiales.
- Racionalismo a priori: categorías como innatas al individuo, pero no explica el carácter innato de las categorías.
Por lo tanto la forma en que ordenamos el mundo, es social.
Marx: “Crítica de la economía política 1859
En la producción social de su existencia, los hombres establecen determinadas relaciones, necesarias e independientes de su
voluntad, relaciones de producción que corresponden a un determinado estadío evolutivo de sus fuerzas producidas materiales. La
totalidad de esas relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se alza un
edificio (Uberban) jurídico y político, y a la cual corresponden determinadas formas de conciencia social.
El modo de producción de la vida material determina (bedingen) el proceso social, político e intelectual de la vida en general. No
es la conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es su existencia social lo que determina su
conciencia.
Esas relaciones se transforman de formas de desarrollo de las fuerzas productivas en ataduras de las mismas, trastocamiento
material de las condiciones económicas de producción.
Los hombres cobran conciencia de este conflicto y lo dirimen, conflicto entre fuerzas sociales productivas y relaciones de
producción.
Una formación social jamás ocupa su lugar en las relaciones de producción nuevas y superiores antes de que las condiciones de
las mismas no hayan sido incubadas en el seno de la propia antigua sociedad.
Un antagonismo que surge de las condiciones sociales de la vida de los individuos, pero las fuerzas productivas que se
desarrollan en el seno de la sociedad burguesa crean, al mismo tiempo, las condiciones materiales para resolver este
antagonismo.
UNIDAD II:
Norbert Elias: “Ensayo acerca de las relaciones entre establecidos y forasteros”
Establecidos y forasteros, un grupo establecido de antaño y por otro lado un grupo más reciente de residentes cuyos miembros
son tratados como forasteros por el otro grupo.
E: estigmatizaban a los F como individuos de menor valor humano y carencia de la virtud humana suprema, el carisma de grupo
distintivo que el grupo dominante se atribuía a sí mismo.
- Los grupos que son, en término de poder, más fuertes que otros grupos, se conciben a sí mismos como seres humanos
mejores que el resto.
- En todos los ejemplos los superiores son capaces de hacer sentir a los menos poderosos su carencia de virtud: inferioridad en
términos humanos.
Análisis de muestra pequeña
El estudio de una pequeña comunidad (Wingston Parvas) presenta ventaja. Tuvo como objetivo detectar una variedad de
unidades sociales más amplias y diferenciales donde se puede explorar minuciosamente los problemas. Un modelo explicativo a
escala reducida de una figuración que se cree universal: puede servir como tipo de paradigma empírico.
Ambos grupos eran de clase obrera. La única diferencia era que los E permanecían hace tiempo en el vecindario y los F
eran los recién llegados.
Gracias a su superioridad de cohesión, así como su motivación, mediante el control social los E fueron capaces de reservar su
puesto de dirigentes en organizaciones como la iglesia y el culto. Excluir con firmeza y estigmatizar fueron las claves utilizadas
por los E para preservar su identidad, afirmar su superioridad y mantener a los demás en el lugar que les correspondía.
Sociodinámica de la estigmatización
La condiciones en las que un grupo está en posición de deformar a otro grupo.
- En la actualidad domina la tendencia de discutir el problema de la estigmatización como un prejuicio, sin embargo, ello implica
percibir únicamente a nivel individual algo que no puede ser comprendido sin considerarlo desde el nivel de un grupo:
estigmatización grupal VS prejuicio individual.
Uno solo puede estigmatizar a otro en medida que se encuentra bien instalado en posiciones de poder a las que el otro grupo
es negado el acceso.
Carisma grupal (E) Vergüenza grupal (F)
La estigmatización viene asociada con un tipo de fantasía colectiva, el estigma social se transforma en materia y se presenta
como algo objetivo implantado en los F por la naturaleza o los dioses.
Se exculpa al grupo estigmatizante de toda responsabilidad: no somos nosotros quienes hemos atribuido un estigma, sino los
poderes del mundo. La referencia a marcas objetivas cumple una función de defensa de la distribución existente de las
posibilidades de poder, así como una función exculpatoria.

Guía de lectura

1- El autor plantea que en la localidad de Wingston Parva existen dos grupos de residentes. Identifique cuáles son y explique
cómo se relacionan.
En Wingston Parva residen dos grupos. Por un lado, un grupo de establecidos desde antaño y por el otro un grupo más reciente
cuyos miembros eran tratados como forasteros por el otro grupo.

2- Qué medios y mecanismos son los que otorgan mayor poder a los establecidos en relación con los marginados?.
Ambos grupos eran de clase obrera, la única diferencia era que los E permanecían hace tiempo en el vecindario. Gracias a su
superioridad de cohesión y mediante su control social este grupo fue capaz de reservar su puesto de dirigentes en
organizaciones como la iglesia y el culto. Excluir con firmeza y estigmatizar fueron las claves utilizadas por los E para preservar
su identidad, afirmar su superioridad y mantener a los demás en el lugar que les correspondía.
3- El autor considera que el problema de la estigmatización social es de carácter individual?. Explicite sus argumentos.
En la actualidad domina la tendencia de discutir el problema de la estigmatización como si se tratase de una cuestión de unos
individuos que rechazan a otros. Una forma generalizada de interpretar esto es clasificarla como prejuicio: percibir únicamente a
nivel individual algo que no puede ser comprendido sin considerarlo desde el nivel de grupo.
Estigmatización grupal vs prejuicio individual: el autor trabaja con un colectivo, donde un grupo es diferente e inferior a otro
grupo.

4- A qué se refiere el autor cuándo habla de la sociodinámica de la estigmatización? Relacionen con el tema de la balanza de
poder.
La sociodinámica de la estigmatización son las condiciones en las que un grupo está en posición de deformar a otro grupo. Un
grupo solo puede estigmatizar efectivamente a otro en la medida en que se encuentre bien instalado en posiciones de poder a las
que el otro grupo tiene negado el acceso.
Balanza de poder: el poder de estigmatizar disminuye cuándo un grupo ya no es capaz de preservar el monopolio de los
principales recursos de poder disponibles, en una sociedad y así excluir a otros grupos.

5- Que función cumplen los signos “objetivos” en la consolidación de los estigmas?


La estigmatización viene asociada con el tipo de fantasía colectiva, el estigma social se transforma en materia y se presenta
como algo objetivo implantado en los F por la naturaleza o los dioses.
Se exculpa al grupo estigmatizante de toda responsabilidad: no somos nosotros quienes hemos atribuido un estigma, sino los
poderes del mundo. La referencia a marcas objetivas cumple una función de defensa de la distribución existente de las
posibilidades de poder, así como una función exculpatoria.

6- De qué manera se genera la cohesión grupal en el caso de los E?. Relacione con el carisma de grupo
Los E se atribuían superioridad por su poder de cohesión que a los F les era negado por no poseer el carisma necesario de un
grupo humano.
Thompson: “La formación de la clase obrera en Inglaterra”
Innumerables miembros
Sociedad de correspondencia de Londres: asociación con el fin de difundir las ideas democráticas propias del radicalismo
británico, influida por la Revolución Francesa fundada en marzo de 1792, por las clases populares londinenses (información para
poder entender el texto).
Texto: la admisión era a prueba de poder responder la pregunta “¿Toda persona adulta tiene derecho a votar para escoger a los
miembros del parlamento?”
“Tenemos derechos, nosotros, hombres de oficio, tenderos y trabajadores manuales a conseguir una reforma parlamentaria”
- El gobierno reprime a los reformadores o jacobinos (influencias financieras). La sociedad de correspondencia había sido
declarada ilegal.
- La sociedad de correspondencia fue la primera organización política obrera que se formó en Inglaterra. El radicalismo
londinense necesitó de la unidad de la clase obrera en una nueva organización. Este objetivo estuvo enmarcado bajo la frase
“que el número de nuestros miembros sea ilimitado” (el fin de la noción de exclusividad)
Este desafío suponía una nueva concepción de democracia, esta revolución tenía que desembocar en una acusación de alta
traición.

Prefacio
La clase obrera no surgió como el sol, estuvo presente en su propia formación.
Clase: entendida como fenómeno histórico que unifica una serie de sucesos dispares y aparentemente desconectados. No ve a la
clase como una “estructura” o “categoría”, sino como algo que tiene lugar de hecho.
Cobra existencia cuando algunos hombres articulan la identidad de sus intereses, frente a otros hombres cuyos intereses son
distintos. La experiencia de clase está determinada por las relaciones de producción en que los 4 nacen o entran de manera
involuntaria.
La conciencia de clase: es la forma en que se expresan estas experiencias en términos culturales. Encarnadas en las tradiciones,
sistemas de valores, ideas y formas institucionales, lo que hace que la clase no sea solo un fenómeno histórico sino también una
relación social.
La clase define a los hombres mientras viven su propia historia. No podemos comprender la clase a menos que la veamos como
una formación social y cultural que surge de un proceso que solo puede estudiarse mientras se resuelven a sí mismos a lo largo de
un periodo histórico considerable.
Guiddens: Estratificación social.
Sistema de estratificación social: las desigualdades sociales existen en todos los tipos de sociedad humana. Los sociólogos hablan
de la existencia de la estratificación social, para describir las desigualdades. Puede definirse la estratificación social como, las
desigualdades estructuradas entre diferentes agrupamientos de individuos.
Las sociedades pueden verse como compuestas por “estratos” en una jerarquía, con los más favorecidos en la cima y los menos
privilegiados, más cerca de la base. Pueden distinguirse cuatro sistemas de estratificación básicos: Esclavitud, Estado, Casta,
Clase. A veces se encuentran en conjunción.

ESCLAVITUD:
- Forma extrema de desigualdad, algunos individuos son poseídos por otros, como su propiedad.
- Los esclavos estaban excluidos de los puestos políticos y militares, pero se encontraban en la mayoría de otros tipos de
ocupación.
- La historia está salpicada de rebeliones de esclavos, algunas veces los esclavos se las arreglaron colectivamente para
liberarse sus dueños.
- La esclavitud no consigue altos rendimientos.

CASTA:
- La casta se asocia sobre todo con las culturas del subcontinente indio.
- Viene del portugués y significa “Raza” o “estirpe pura”.
- Los indios se refieren de dos formas a la casta: Varna, que consisten en cuatro categorías diferentes, jerarquizadas según su
honor social. Y los intocables que era la posición más baja de todas.
- El sistema de castas está estrechamente ligado a la creencia Hindú en la reencarnación. Los individuos no pueden cambiar
de casta, pero grupos de personas pueden cambiar su posición dentro de la jerarquía de castas.
- El concepto de casta se emplea en ocasiones, fuera del ámbito indio: cuando dos o más grupos étnicos están profundamente
segregados entre sí, y las nociones de pureza racial prevalecen.
ESTADOS:
- Parte del feudalismo europeo, también existieron en muchas otras civilizaciones tradicionales.
- Los Estados feudales consistían en estratos con diferentes obligaciones y derechos recíprocos, algunos de los cuales estaban
establecidos por ley.
- Los Estados han tenido que desarrollarse donde quería que hubiese una aristocracia tradicional basada en la nobleza de
nacimiento.
- Las diferencias entre estados se justificaban por creencias religiosas, aunque raramente de una manera tan estricta como en
el sistema de castas hindú.

CLASES:
- Los sistemas de clases difieren de muchos aspectos de la esclavitud, las castas, o los estados. Deben mencionarse cuatro
diferencias en especial :
1. Las clases no se establecen mediante provisiones jurídicas o religiosas.
2. La clase de un individuo es adquirida. La movilidad social es mucho más frecuente que los otros
tipos.
3. Las clases dependen de las diferencias económicas entre los agrupamientos de individuos.
4. En los restantes tipos de sistemas de estratificación las desigualdades se expresan primariamente
en relaciones personales de deber u obligación.
- Podemos definir una clase como un agrupamiento de personas a gran escala que comparten recursos económicos comunes,
los cuales influyen fuertemente sobre el estilo de vida que son capaces de llevar. La propiedad de riqueza junto la ocupación
son las bases más importantes de las diferencias de clases.

Teorías de la estratificación en las sociedades modernas.


La teoría de Marx: la mayoría de sus trabajos se ocupan de la estratificación y sobre todo de la clase social, aunque
sorprendentemente no proporciono un análisis sistemático del concepto de clase.
El concepto de clase de Marx tiene que reconstruirse, en consecuencia, desde el cuerpo de sus escritos como conjunto.
Puesto que en los distintos pasajes en los que argumenta la noción de clase no son siempre totalmente coherentes.
Para Marx una clase es un grupo de personas que tienen una relación común con los medios de producción, los medios de la
industria moderna, los medios de producción consistían primordialmente en la tierra y los instrumentos para cultivarla o cuidar
el ganado.
Las dos clases principales son quienes poseen estos nuevos medios de producción, los industriales o capitalistas, y aquellos
que se ganan la vida vendiéndoles su fuerza de trabajo, la clase obrera o en el término que Marx prefiere, ahora algo arcaico,
el “proletariado”. Según Marx la relación es de explotación, estaba impresionado por las desigualdades que crea el
capitalismo.

La complejidad de los sistemas de clases: Junto a las dos clases básicas, existen lo que Marx denomina, clases de
transición. Son grupos de clases residuales provenientes de tipos anteriores, de sistemas de producción, los cuales persisten
por largo tiempo después de su desaparición.
Marx también, presta atención a las cuatro divisiones que se dan dentro de las clases, por ejemplo:
1. En las clases superiores se dan conflictos a menudo entre los capitalistas financieros y los industriales manufactureros.
2. Hay división de intereses entre las personas con pequeños negocios y aquellas que poseen o gestionan grandes
corporaciones.
3. Dentro de la clase obrera, los desempleados de larga duración tienen peores condiciones de vida que la mayoría de los
trabajadores. Minorías étnicas.
El concepto de clase de Marx, nos dirige hacia las desigualdades económicas, estructuradas objetivamente en la sociedad.

La teoría de Max Weber: El acercamiento de weber a la estratificación se construye sobre el análisis desarrollado por Marx,
pero la modifica y reelabora, hay dos diferencias fundamentales entre las teorías. Primero percibe una mayor variedad de
factores económicos. De acuerdo con Weber. Las divisiones de clases se derivan no solo del control o de la ausencia del
mismo, de los medios de producción, sino de diferencias económicas, que nada tiene que ver directamente con la propiedad.
Segundo, Weber distingue otros dos aspectos básicos de la estratificación, además de la clase. Uno que denomina status y
otro partido. De hecho, adapta la noción de grupo de status del ejemplo de los estamentos medievales; el término que emplea
alemán (stand) significa, ambas cosas.
STATUS: Se refiere a las diferencias entre dos grupos en el honor social o el prestigio que le conceden otros.
Positivo o negativo.

PARTIDO: Formación de partido, importante aspecto de poder, y puede influir sobre la estratificación con
independencia de la clase y el status. El “partido” define a un grupo de individuos que trabajan por un bien común.

La teoría de clases de Erik Olin Wright.

El sociólogo estadounidense, Wright, se debe mucho a Marx, pero su teoría incorpora, también, ideas de Weber.
Según Wright, hay tres dimensiones en el control sobre los recursos económicos en la producción capitalista moderna, y nos
permiten identificar las grandes clases existentes: 1. Control sobre las inversiones o el capital. 2. Control sobre los medios
físicos de producción. 3. Control sobre la fuerza de trabajo.
Quienes permanecen en la clase capitalista tienen control sobren cada una de estas dimensiones dentro del sistema de
producción. Los miembros de la clase obrera no tienen control sobre ninguna de ellas. En medio de estas clases principales,
sin embargo, hay grupos cuya posición es más ambigua. Wright califica la posición de clase de esos trabajadores como
“contradictorias”, porque esas situaciones de clase no son ni de capitalistas, ni de obreros manuales, aunque comparten
características.
Margulis: “La ‘racialización’ de las relaciones de clase”
La discriminación en Buenos Aires
El objetivo principal es iniciar la descripción y profundizar en el análisis de algunos de los procesos de discriminación, como así
también dar cuenta de su existencia e importancia.
La pobreza supone exclusión de bienes económicos y bienes simbólicos valorados. En este como en muchos otros aspectos se
aprecia la separación espacial que se suma a la diferencia económica y social.
Los “otros” son rechazados explícitamente en algunos lugares de moda, que transforman su capacidad de discriminación en
valor. Los espacios urbanos emiten mensajes, contienen prescripciones, prohibiciones y posibilidades de orden interactivo que son
inteligibles para sus concurrentes.
Estas formas de discriminación social reconocen antecedentes históricos, por lo tanto, para analizar los procesos discriminatorios
actuales debemos remontarnos a la historia. En especial su política de población a mediados del siglo pasado, que otorgó impulso
a las migraciones extra continentales surgidas entre 1880 y 1926.
En este marco de constitución de clases y articulación de hegemonías se fueron construyendo clasificaciones sociales en las que
se inscriben los modelos culturales que atribuyen superioridad o inferioridad, valor o disvalor, y que han ido privilegiando y
legitimando atributos vinculados con un sector.
Esta constitución histórica de la dinámica desigual se denomina: racialización de las relaciones de clase. Este proceso persevera
a lo largo de los siglos y hoy se sigue manifestando de modo vergonzoso en las clasificaciones sociales presentes en nuestra
cultura.
En una España en la que la unidad nacional aparece como inseparable de la unidad religiosa, la pureza religiosa se fue
transformando en una cuestión del cuerpo, “pureza de sangre” que diferenciaba a los “cristianos nuevos” de “cristianos viejos” y
trasladaba a un contexto racial lo que en su origen era una cuestión de religión y cultura.

El marco conceptual
En este punto el problema se vuelve complejo:
1) Por la variedad de sujetos que en el curso de la historia han sido víctimas de los procesos discriminatorios.
2) Por la ambigüedad y variado alcance que suele manifestarse en el plano del lenguaje alusivo a estos fenómenos.
3) Por los distintos aspectos de lo social que intervienen en su gestación y desarrollo histórico: aspectos que habitualmente
evolucionan en forma interrelacionada y difícil de separar.
El concepto de raza perdió su pretensión de objetividad hace ya varias décadas. No solo ha sido demostrada su carencia, sino
que también ha sido abandonada como estrategia política por los propios grupos racistas, que intentan ahora apoyar sus acciones
en vocablos y con argumentos menos descalificados.
La posición que actualmente predomina se evidencia en el siguiente enunciado: “En el seno de la humanidad las razas no
existen”. La raza y todo lo que se invoca respecto de ella puede corresponder a mitos y productos ideológicos, a predicados
imaginarios e irreales, pro el racismo es y ha sido un hecho real que conlleva importantes consecuencias.
El cuerpo es el principal portador de los rasgos pretendidamente raciales y tales rasgos aluden a cualidades, defectos o virtudes
que se atribuyen al plano de lo natural.
El concepto de raza es dirigido a construir la otredad. El otro puede ser inmediatamente identificable (negro) o no inmediatamente
visible (judío), y ello tiene que ver con construcciones ideológicas, en este caso racista, que han ido constituyendo e instalando en
las modalidades hegemónicas formas de estigmatización basadas en imaginarios vinculados al cuerpo, aunque de hecho se
apoyen también en rasgos que se originan en la cultura, la religión u otras manifestaciones de lo social.
Los procesos de discriminación han sido clasificados de distintas formas, pudiendo estar ligadas a veces al cuerpo o la herencia
física, otras arraigadas en la cultura, la etnia, la clase social o la nacionalidad. Desde comienzos del siglo pasado, la expansión del
mundo europeo, el desarrollo de la navegación y la constitución de un mundo colonial han sido factores importantes en la
institución de justificaciones de tipo etnocéntrico, que tendían a legitimar la dominación europea.
El dominio de los países colonizados y la explotación de su economía apoyaban a las teorías evolucionistas en vigor. La sujeción
política y la expansión económica de las naciones de diversos continentes sometidas al dominio colonial.
Un breve inventario de los procesos históricos más notorios en relación al tema del racismo y la discriminación durante este siglo,
debería concluir sin duda en temas ligados al colonialismo y la descolonización, el antisemitismo de Estado durante la Alemania
nazi, las distintas manifestaciones del prejuicio y la discriminación hacia los negros en Estados Unidos y el apartheid en Sudáfrica.
Tales procesos históricos son sin duda los más mencionados y estudiados, pero se vuelve evidente que su enumeración deja
afuera importantes formas de exclusión, discriminación y desigualdad.

El procesamiento ideológico de la otredad


La identidad social opera por diferencia: todo “nosotros” supone un “otros”, en función de rasgos, percepciones, códigos y
sensibilidades compartidas y una memoria colectiva común. Estas características se tornan más evidentes al encontrarse o
coexistir con grupos diferentes, con los cuales la comunicación se encuentra obstaculizada.
La otredad es una condición común, aunque la distancia social y simbólica que nos separa de un “otro” puede ser mayor o menor
y variar en su carácter afectivo y valorativo.
Aceptar que existen diferencias, reconocerlas, señalarlas y describirlas no implica necesariamente discriminar. El racismo no
consiste en el señalamiento de las diferencias, sino en adjudicarles una carga negativa.
Una vez identificado un individuo como miembro de un grupo descalificado o estigmatizado, los caracteres adjudicados a éste son
aplicados a cada individuo, quien poco o nada podrá hacer en el marco de su desempeño personal para mejorar esta calificación
arraigada en estereotipos aplicados a un colectivo de personas.
Carece de sentido embarcarse en arduas disputas por la nominación, pues ello contribuye a diluir la puesta en evidencia de la
arbitrariedad social que se pretende demostrar y combatir.
Postulamos, entonces, una suerte de heteroglosia presente en las manifestaciones raciales, y este concepto sirve para intentar
aproximarse a la complejidad con la que, en diferentes lugares y tiempos, se presenta con lamentable frecuencia e intensidad esta
clase de procesos. El concepto tiende a dar cuenta de la yuxtaposición de lenguajes, de actitudes, de culturas y subculturas sin
que se excluyan unos a otros, sino que, más bien, operan solidariamente bajo formas complejas de intersección.
Todorov ha propuesto una discusión entre racismo (reducido a designar los comportamientos y racialismo destinado al plano de
las doctrinas. Las doctrinas racialistas contienen los siguientes aspectos que constituyen el eje de su propuesta:
1) Los rasgos físicos ejemplifican la diferencia de razas, los teóricos racialistas se oponen al cruzamiento entre razas, las
propiedades físicas que permitirán agrupamientos son “las inmediatamente visibles: el color de la piel, el sistema piloso, la
configuración de la cara.
2) Lo físico determina lo cultural, se sostiene que “hay una transmisión hereditaria de lo mental” y ello torna totalmente ineficaz
a la educación como instrumento de superación.
3) La prioridad absoluta del grupo sobre el individuo. El pensamiento racialista y los comportamientos racistas se orientan
hacia los grupos a los que son aplicados los estereotipos.
4) El racialista ubica a las razas en sistemas jerarquizados, estas jerarquías se organizan en criterios etnocéntricos y suelen
tomar forma de apreciaciones.
5) El racialista arriba a un ideal político que tiende a modificar el orden vigente: cuando las circunstancias soplan a favor,
pueden dar lugar a violencias inusitadas y a procesos genocidas.
Tales postulaciones estuvieron presentes, de modo explícito, en discursos de figuras que ocuparon un lugar prominente en
nuestro país durante los procesos de organización nacional y cuyo pensamiento se hacía eco de las ideas en boga entre
intelectuales orgánicos de la hegemonía europea.
Estas clasificaciones, que en el pasado fueron explícitas, hoy no se nombran pero funcionan en escalas jerárquicas implícitas
en la cultura y en las valorizaciones sociales. Para los individuos portadores de rasgos corporales poco valorizados la vida es
más difícil, aun en las épocas en las que el acceso económico fue accesible.
La pobreza se suma a la discriminación y a la ubicación periférica en la vida social y se van estableciendo formas de vida que
tienden a conservar y reproducir las condiciones existentes, desestimulando a través de mecanismos a veces poco perceptibles
el acceso a la educación o a otros medios sociales que podrían contribuir a la reducción de la desigualdad.

El estudio del racismo y la discriminación en el contexto sociohistórico


“Casi cincuenta años después de terminada la guerra mundial y cuarenta años después de la Declaración de los Derechos
Humanos, aún nos encontramos con violaciones masivas de los derechos humanos en distintas partes del mundo”
Correlativamente, el estudio de los fenómenos discriminatorios por parte de las ciencias sociales ha evolucionado, sometiendo a
crítica algunos planteos conceptuales.
La fuerte desigualdad entre dominadores y dominados no se sostenía solamente en la fuerza, también se procuraba su
naturalización y reproducción a partir de políticas en el plano de lo cultural. Los múltiples esfuerzos desplegados en ese sentido
tenían como objetivo facilitar la dominación.
Summer formuló la primera definición de etnocentrismo en 1906: “Una visión de las cosas según la cual el propio grupo es el
centro de todo, y todos los otros son ponderados con referencia a él… Cada grupo alimenta su propia soberbia y vanidad, clama
su superioridad, exalta sus propias divinidades y mira con desprecio a los profanos”
Desde la compleja problemática de las sociedades urbanas modernas, el tema etnocentrismo no puede ya ser encarado con esa
perspectiva anecdótica y un tanto superficial. Los problemas vinculados con la complejidad cultural, la multiculturalidad urbana y
las dificultades y contradicciones que de ella derivan se manifiestan ahora con creciente intensidad.
La palabra “etnia”, que está en la base de “etnocentrismo” ha sido objeto también de críticas por su ambigüedad y fácil
deslizamiento hacia nociones contradictorias. Puede ser contrastado con el término raza pero a veces es confundido con él o
usado eufemísticamente para reemplazarlo.

Reconocer en el otro un semejante


El etnocentrismo tiende a reducir al otro a una categoría, a transformar al otro en cosa. El otro no es considerado como una
totalidad compleja sino que se lo reduce a ser de acuerdo con los rasgos que le son atribuidos. Lo opuesto sería reconocer al otro,
ver en él a un semejante.
Una persona solo puede crecer, puede desarrollarse si amplía su campo de reconocimiento de los otros, aceptando como
legítima sus diferencias. La posición contraria es la intolerancia, que condena a la persona a quedar él mismo limitado a categorías
estrechas de su ser, y habrá territorios que son posibles pero a los que su identidad no podrá lanzarse porque están vedados por
la intolerancia y el rechazo infringido a otros.
La ética que propone se basa en el querer, en el querer del ser; el ser que quiere expandirse que quiere no ser mas cosa, que no
quiere quedarse en la cosificación que las circunstancias que su medio, de su cultura o de su grupo social imponen a su identidad.
El desarrollo de la identidad requiere un no conformarse, una disposición y potencialidad.
Si yo me permito ver al otro y lo acepto como diferente pero con iguales derechos contribuyo a generar las posibilidades para mi
propio desarrollo. El desarrollo de mi identidad con caminos abiertos, apuntan a lo que no soy, si yo me quedo con lo que soy y me
conformo, me cosifico.
El pensamiento racista debe pagar un costo en términos de restricciones al propio desarrollo: mi identidad alienada en cosa es
consecuencia necesaria de la cosificación que impongo al otro y de mi negativa a la posibilidad de conocerlo.

Interrogantes en el fin del siglo


En esta última década se puso en evidencia la falta de solución a viejos males y la aparición de nuevas contradicciones que
empañan las ilusiones que subsisten.
Los notables progresos en el conocimiento, las nuevas aplicaciones técnicas y la extraordinaria revolución tecnológica ya no
prometen el reino de la libertad. Al contrario, el reino de la necesidad se vuelve progresivamente más severo e incorpora un
número creciente de personas sin empleo, sin dinero y sin esperanzas.
Este individualismo a ultranza es opuesto a la solidaridad, que es considerada antieconómica, un gato inútil. Así, se advierte la
progresiva crisis en el empleo y la falta de preocupación por aquellos que son excluidos. En sociedades que han duplicado en
pocos años su producto bruto y su ingreso per cápita se reducen las partidas destinadas al gasto social. De su análisis surge la
necesidad de propiciar una demanda afectiva creciente.
Las grandes migraciones actuales que tienden a dirigirse desde los países menos desarrollados hacia los más ricos, son en la
mayoría de los casos migraciones laborales. Se puede apreciar que la llamada “globalización” propicia la libre circulación de cosas,
pero no incluye la libre circulación de personas en tanto pueda influir en los mercados de fuerza de trabajo.
Las condiciones no se presentan propicias para una mejoría en el plano del racismo y la discriminación social. Ante tales
manifestaciones de intolerancia se plantea que su superación se vincula con un aumento en las formas de solidaridad y con el
avance de una racionalidad que abarque todas las esferas de la vida social.
En busca de una clase media argentina
Historia de una ausencia
La clase Argentina actual es fruto de una larga y dramática historia. La historia de lo que hoy somos, comienza mucho antes de
que este suelo se llamara Argentina y mucho antes de que llegaran aquí los españoles, el tiempo en que los pueblos indígenas
habitaban diferentes rincones del país. Otra parte de nuestra historia comienza fuera del continente, en España. Hubo también otra
parte de nuestra historia que comenzó en África, desde donde los conquistadores españoles realizaron sus negocios económicos
que en gran parte consistían en traer al territorio mano de obra extranjera.

Una sociedad partida en dos


En el siglo XIX la sociedad que luego sería Argentina estaba dividida en dos clases. Por un lado estaba la “gente decente” y por el
otro “la plebe”.
Los aborígenes libres que permanecían del otro lado de la frontera del indio estaban en verdad fuera de la sociedad colonial, ya
que pertenecían todavía a pueblos independientes. Las diferencias sociales coincidían bastante con con las diferencias étnicas o
de “castas”.
A demás de la ocupación, el dinero o la raza, saber leer y escribir marcaba una línea divisoria en la sociedad de entonces. En esa
época las diferencias de riquezas no eran tan marcadas, la distancia que separaba a los más ricos de los más modestos no era
abismal.
Tampoco eran clases completamente homogéneas: para alguien de la clase superior, un pulpero blanco merecía más
consideración que un peón mestizo. Pero no existía ninguna “clase media”, entonces se era o no se era “decente”, y si no se lo era
entonces se pertenecía a “la plebe”.

Indicios de una ausencia


¿Cuándo comenzó a percibirse una tercera clase “media” entre las otras dos?
La expresión “clase media” aparece aquí y allá en algunos textos posteriores a la Revolución de Mayo y durante todo el siglo XIX,
sin que eso signifique que hubiera grupos interesados en instalar esa identidad, ni mucho menos que estuviera ya instalada.
Llegando a mediados de siglo encontramos la misma expresión, en textos de otros políticos e intelectuales, su uso en esos textos
es puramente abstracto: reflejaba más el conocimiento del vocabulario político europeo que tenían esos autores, que la realidad
del país.
Tampoco la “clase media” tiene u lugar visible en el intenso debate acerca de la organización nacional que protagonizaron
hombres como Sarmiento o Alberdi. Aún cuando Sarmiento propugnaba la formación de una clase de pequeños propietarios
rurales, no se refirió a ella como una “clase media”.
La ausencia de referencias a la “clase media” es todavía más notable cuando se analizan las obras que se propusieron describir
las diferentes clases que componían la sociedad Argentina.
Esta carencia va en paralelo con la persistencia de visiones binarias de la sociedad. En los debates del congreso nacional la
imagen de la sociedad que todos parecían compartir a menos hasta fines de la década de 1910 era claramente binaria.
Durante mucho tiempo políticos e intelectuales insistieron en que en Argentina, a diferencia de Europa, no existían las clases
sociales, ya que cualquiera tenía oportunidades de ascenso.
Existen otros indicios que surgieren que la misma expresión “clase media” no fue del todo común entre el público masivo hasta,
por lo menos, bien entrada la década de 1930.
Una última prueba de que la idea de que existía una “clase media” no estuvo del todo instalada hasta bastante después de lo que
imaginamos son los significados diferentes, opuestos, con los que se usaba esa expresión.
Los movimientos sociales que tradicionalmente se suponen de “clase media” en las principales obras sociológicas hasta 1940, la
relativa “extrañeza” que se nota en los diarios cuando tienen que usar esa expresión y la diferencia de usos anacrónicos y
contradictorios parecía indicar que, si es que existía, la clase media no tenía por entonces la visibilidad que tiene hoy.

LA EXPANCIÓN DEL CAPITALISMO Y LAS NUEVAS BASES DE LA DESIGUALDAD


El mundo claramente dividido en dos en la época de la colonia sufrió una fuerte sacudida a partir de 1810. La época de las
guerras de independencia trajo un trastorno profundo de toda la sociedad colonial.
La autoridad de España había colapsado sin que existiera un Estado nacional que la reemplazara y buena parte de la economía
había quedado en ruinas.
Esta situación de colapso del viejo orden y vacío de poder, estuvo acompañada de prolongadas guerras, primero contra los
españoles y luego entre grupos rivales de la élite criolla que se disputaron entre sí para ver quién controlaría el país naciente.
Como parte del esfuerzo militar, a menudo se convocó a las clases bajas a apoyar su causa, en sus campañas y “montoneras”,
contra los líderes rivales: los gauchos, peones, indios y campesinos celosos de su independencia. No secundaban “gratis” a las
élites que los convocaban aprendían ellos mismos a “hacer política” a favor de sus propios intereses, condicionando su apoyo.
Una vez que se hubo convocado a las clases populares ya no hubo forma de restaurar el viejo orden. Las jerarquías sociales
resultaron profundamente trastocadas.
Tal era la situación social en Argentina a mediados del siglo XIX: la organización de las instituciones políticas era todavía una
tarea pendiente, la economía estaba lejos de ser próspera, las élites peleaban entre sí y por todas partes las clases bajas daban
muestras de insubordinación.
No había surgido un nuevo orden social pero el anterior estaba herido de muerte.
Un proyecto “elitista de país”
Mientras todo esto sucedía, grandes cambios a nivel mundial afectaban cada vez con más fuerza los eventos en el país. Los
cambios en el mercado internacional significaron un escenario nuevo para la inestable región que era la Argentina post
independencia.
Como el puerto y las mejores tierras estaban en Buenos Aires, la élite de esa provincia resultó más favorecida. Con mayores
ingresos pudieron pagar ejércitos mejor equipados y más numerosos. Algo que cambió decisivamente el balance de poder entre
las provincias.
Para los políticos e intelectuales liberales que buscaban construir una nación y terminar con el desorden había que construir un
Estado, el poder político tenía que asentarse en leyes. Había que crear fuerzas armadas nacionales profesionalizadas y anulares
la posibilidad de que gauchos y campesinos armados se pusieran al servicio de tal o cual interés.
El proyecto que finalmente se instaló, fue “elitista”, beneficio fundamentalmente a las clases altas, fue íntegramente concebido y
llevado a cabo sin la menor participación de las clases bajas. Tanto los debates intelectuales, que orientaron las decisiones acerca
de como construir una nación, como las decisiones concretas en ese sentido protagonizados únicamente por los sectores
dominantes.
Ni la elite tenia interés de consultar sus opiniones, ni ellos tenían urgencia por involucrarse en discusiones que les parecían asunto
“de los de arriba” y tenían poco que ver con su vida cotidiana. El proyecto de nación que termino instalándose fue el de una
minoría y estuvo orientado a un sentido antipopular.
Desde muy temprano los proyectos de creación de leyes e instituciones políticas , se propusieron no solo ordenar el país sino
también contener de algún modo el protagonismo directo y autónomo de las masas insubordinadas. Queda claro que no que no se
trataba de una legislación para el pueblo: enfrentados , esta de un lado la ley y del otro la presencia de lo “popular”, también se
percibe que mas que hallar el mejor modo de canalizar la voluntad de las mayorías, lo que les preocupaba era el modo de
garantizar el predominio de las minorías.
Asi, el patriotismo, la ley, la razón y la decencia quedaban asociadas con la clase alta, mientras que implícita o explícitamente se
excluia a las clases bajas de toda virtud y por ello también del derecho de decidir como gobernaría el naciente país.
Las profundas reformas políticas y económicas de estos años estuvieron acompañadas y precedidas de una dimensión, la de la
cultura. A comienzos de 1820, se lanzo una campaña para “europerizar” las costumbres locales.
La predica europeizadora tendría un efecto profundo: no solo adoptaron las palabras y valores políticos de los liberales del viejo
continente, sino también la moda, los bailes, la arquitectura y los criterios del “buen gusto” de las elites británicas y francesas.
La contracara del impulso europeizador fue una verdadera catarata de desprecio por la “barbara” cultura local. Asi los indios,
gauchos y mestizos, las “muchedumbres” como decían los intelectuales de esta época, fueron culpadas de todos los aspectos
negativos de la sociedad que la elite se proponía sepultar. Los argumentos que se utilizaron para esto fueron profunda y
abiertamente racistas, siglo XIX. Todavía a principios del siglo siguiente, varios de los especialistas que introdujeron las ciencias
sociales en el país encontraban fundamentos “científicos” para sostener la tesis de la inferioridad racial de los criollos, los negros y
los indios.
El incremento de la carga racista y antipopular estuvo relacionado con la necesidad de organizar y hacer “legitimos” los cambios
que requeria la adopcion del nuevo proyecto de país. Como era evidente que las poblaciones indias y criollas no colaborarían de
buena gana en los cambios previstos, fue conveniente presentar aquel proyecto político como una lucha “civilización” y “barbarie”.
Al “barbaro” se le negaba la autoridad moral e intelectual como para resistirse, al tiempo que la elite presentaba sus propios
intereses políticos y económicos como una empresa “desinteresada” por el bien de toda la nación.
Asi, la imagen sesgada de una Argentina del “progreso” y la “civilización” que debio abrirse paso a pasar o en contra de la
población mestiza, indígena y criolla, forjada por políticos e intelectuales. Los barbaros no tuvieron, por el momento, oportunidad
de responder a esta campaña. Su voz, silenciada por el poder, permaneció casi inaudible.
El Mito de la “Modernizacion” y la estructura social Argentina.
La gran transformación de la sociedad argentina se tradujo en la aparición o expansión de una cantidad de nuevas actividades
laborales y económicas. La profundización del capitalismo y la adaptación del país a modo de vida mas “europeos” hizo que una
proporción creciente de la población se ubicara en centros urbanos. Los grupos asalariados fueron los que mas aumentaron. Los
que mas hicieron fueron los peones y obreros.
Pero además de este tipo de trabajadores manuales, se multiplicaron los grupos sociales que hoy consideraríamos de “sectores
medios”. La mayor parte de estos nuevos puestos los ocuparon los inmigrantes, este tipo de labores ofrecieron nuevas
oportunidades de empleo para muchas mujeres.
Algo similar sucedió con la enorme cantidad de empleados públicos que el Estado necesito para hacerse cargo de las nuevas
funciones que había asumido. A diferencia del rubro anterior, a este tipo de cargos, solia accederse por vinculaciones políticas o se
requeria para ellos un buen dominio del idioma.
El gran crecimiento del sistema educativo en los tres requirió mas maestras, profesores, directivos de escuela, preceptores, etc. En
estos puestos la enorme mayoría eran argentinos y del sexo femenino. Fuera del universo de los asalariados también crecieron
otras ocupaciones y categorías sociales, por ejemplo, hubo un sorprendente desarrollo de la producción agrícola. La agricultura
fue creciendo velozmente y disputando el espacio de la ganadería, las nuevas actividades agrícolas cayeron en manos de algunos
pequeños propietarios y “colonos”, pero en general fueron desarrolladas inicialmente por “chacareros” sin tierra propia, la mayor
parte de ellos de origen inmigratorio.
En la ciudad también hubo oportunidades de trabajo independiente o semidependiente para trabajadores manuales y también para
los que animaban la creciente industria cultural. Con el gran desarrollo urbano y el declive de la pequeña producción para el
consumo propio se abrieron nuevas oportunidades para el comercio y la industria. Dieron ocasión para que se instalara un
importante numero de pequeños comerciantes y fabricantes.
Finalmente, tanto las nuevas actividades estatales como las privadas requirieron una creciente cantidad de profesionales
universitarios. En las décadas siguientes la proporción seguiría aumentando, este tipo de oportunidades laborales fueron
aprovechadas diferencialmente por argentinos y extranjeros.
Los cambios en la estructura demográfica y social de la Argentina fueron verdaderamente profundos y evidentes. Sobre estos
datos se ha construido el “mito de la modernización social”. El país en 1880 fue mas prospero y trajo un mayor bien estar para la
mayoría de la población, sentando las bases de una sociedad mas “igualitaria” y con oportunidades de progreso abiertas a todos.
Al calor del desarrollo económico y de la inmigración se produjo un importante crecimiento de la “clase media”, que transformo una
sociedad dividida en dos clases claramente separadas, en otra compleja y “abierta”, con tres clases principales y muchas
oportunidades de movilidad entre ellas. Seria esta clase la que llevaría a Yrigoyen al poder en 1916, poniendo asi fin al dominio
absoluto de la “oligarquía”. El proceso de modernización que comenzó con fuerza en la década de 1870 desembocaria en esa
sociedad abierta, prospera, democrática y en rápido progreso de las décadas de 1920 o 1930.
En lo que respecta al comercio, lo primero que salta a la vista es que la cantidad total de personas ocupadas en este rubro, crecio
de manera sostenida, la naturaleza de la actividad permite estar seguros de que la enorme mayoría no eran grandes comerciantes.
En el ramo industrial, el lugar de la producción manufacturera se amplio enormemente en la economía del país.
Uno de los que mas coloboro en instalar esta visión fue el padre fundador de la sociología empírica argentina: Gino Germani. Fue
el quien por primera ofrecio al publico lector las pruebas “científicas” de este proceso de “modernización”. Gracias al proyecto de
país impulsado por las clases altas en el siglo XIX, la sociedad argentina se había vuelto mas “escencialmente igualitaria”. Sin
embargo, hay mucho mito en esta visión de la “modernización” no resulta para nada claro que haya habido un proceso de cambio
continuo hacia un bien estar mayor y una mayor igualdad. El gran desarrollo económico trajo al país muchas riquezas, el mayor
dinero circulante engroso las arcas publicas y permitio grandes obras de infraestructura.
Los servicios de salud y educación estuvieron al alcance de mas personas, mayor bien estar social, la mayor alfabetización y caída
de la tasa de mortalidad. Las nuevas actividades económicas brindaron a muchos oportunidades de empleo lucrativas, resulta
demasiado sesgado concluir de todo esto que los profundos cambios introducidos desde la década de 1860 significaron un cambio
en el significado mas “igualitarista”.
Para empezar, resulta indudable que para los pueblos originarios el nuevo país resulto un verdadero infierno, muchos fueron
exterminados y los que quedaron pasaron de hombres libres a parias en una sociedad que no podían sentir como propia. Para los
gauchos, pastores y campesinos libres las cosas tampoco fueron demasiado buenas, con el proceso de privatización de la tierra,
ya no fue tan sencillo acceder a una parcela. Las inmensas llanuras pampeanas se llenaron de alambrados y con ellos se acabo la
posibilidad de hacer uso de la tierra a voluntad, de cazar ganado salvaje y de circular libremente a caballo.
Perdida su independencia económica y presionados por las leyes del Estado, fueron forzados a convertirse en peones
permanentemente al servicio de terratenientes o emigrar a la ciudad. Por otro lado, no esta para nada claro que la distribución de
la riqueza o del ingreso se hicieran mas igualitarias, pero investigaciones recientes indican que el crecimiento económico vino de la
mano de una profundización de la brecha que separaba a ricos y pobres.
Por otra parte, la estrategia de desarrollo económico adoptaba por la elite se tradujo en un patrón de crecimiento que
sistemáticamente benefico a los inmigrantes mas que a los criollos, pero incluso siendo esto asi, tampoco es exacto el mito
frecuente según del cual el inmigrante europeo que llegaba a estas tierras invariablemente ascendia en la escala social.
Ademas el proyecto de país puesto en mrecha, produjo una mayor desigualdad entre las regiones, la zona del litoral en general, y
buenos aires en particular, concentro la mayor parte de las nuevas oportunidades de crecimiento. Muchas economías del interior,
en cambio, sufrieron perdidas importantes.
El peso social que tenían los “sectores medios” fue muy diferente de acuerdo a cada zona, su presencia fue bastante menor en las
regiones menos beneficiadas por el proyecto puesto en marcha por la elite. El capital no solo adquirio un numero de profesionales,
empleados y comerciantes enormemente mayor que el resto de los distritos, que también allí el peso de estos sectores en la
relación con la cantidad total de habitantes fue sensiblemente superior.
La desigualdad, sin embargo, no es un fenómeno solamente económico, además de perder el control sobre su propio trabajo las
clases bajas perdieron otras cosas. La creación del Estado centralizado implico otra forma de perdida de autonomía. Se fue
achicando el espacio para formas “plebeyas” de la política, la poderosa maquinaria estatal reorganizada por la elite volvió inviables
las formas de resistencia que tenían las clases populares, dejándolas de ese modo mucho mas indefensas frente a los dramáticos
efectos de la profundización del capitalismo.
Un aspecto del mito de la modernización que debemos discutir, que es la afirmación de Germani, de que una clase media crecio
explosivamente después del censo de 1869. Lo que no puede concluirse de ello es que todos juntos conformaran una clase, o que
pudiera identificarse como clase media. Esta clasificación no se deriva de las propias estadísticas sino que involucra un universo
mental que no puede darse por supuesto solo a partir de cambios numéricos.

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