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TEOLOGIA DE JUAN INTRODUCCION ALA TEOLOGIA DE JUAN El apéstol Juan Juan, el cual era hermano de Jacobo ¢ hijo de Zebedeo, era pescador en Galilea (Mr. 1:19-20). Su negocio debia ser rentable, porque habia contratado siervos para que le ayudaran en la pesca (Mr. 1:20). Su madre, Salomé, era hermana de Marfa, la madre de Jeséis, por tanto Juan y Jesiis eran primes (cp. Jn. 19:25 con Mt. 27:56, 61; Mr. 15:40, 47). Su madre estaba entre las seguidoras de Jesiis y contribuyé a su sostenimiento (cp. Le. 8:3; Mt. 27:55-56; Mr. 15:40-41). Sin lugar a dudas, Juan fue uno de los dos primeros seguidores de Jestis al comienzo de su ministerio (In. 1:35-37). Cerca de un affo después, Juan fue nombrado uno de los doce apéstoles (Mt. 10:2). Juan, junto con Pedro y Jacobo, fue uno de los tres mis cereanos que atestiguaron la transfiguracién (Mt. 17:1-8), la resurreccién de la hija de Jairo (Mr. 5:37-43) y la oracién agonizante del Sefior en Getsemanf (Mt. 26:37-38). En la Ultima Cena, Juan, conocido como el discipulo “al cual Jestis amaba”, tuvo una posicion favorecida junto a Jess (In. 13:23). Jesiis, en su crucifixién, también le encargé a Juan el cuidado de Maria (Jn. 19:26-27). Juan vio al Sefior resucitado al menos dos veces antes de su ascension (en el aposento alto [Jn. 20:19-29] y en Galilea [Jn. 21:2]), y al menos tres veces después (como Sefior de las iglesias [Ap. 1:12-18], Juez de los pecadores [Ap. 5:4-7] y Rey de reyes [Ap. 19:11-16]), Enel libro de Hechos, Juan aparece en un lugar preeminente junto con Pedro (Heh. 3:1; 4:13; 8:14-17). A Juan se le conocia como una de las columnas de la iglesia (Ga 2:9). Segiin Ireneo, Juan fue a vivir finalmente a Efeso y vivid hasta la vejez, entrado el reinado de Trajano (98-117 ac). Teologia de Juan Las fuentes para el estudio de la teologia juanina son el Evangelio de Juan, sus tres epistolas y el Apocalipsis. Aunque los enfoques hacia el estudio de la teologia juasnina varian, este estudio incorporard las ensefianzas de Jesiis como fueron registradas en el Evangelio de Juan y sus escritos especificos. Se asume que la ensefianza del Sefior, tal como fue narrada por Juan, se considerarfa también en su teologia, pues fue precisamente él quien registré las declaraciones de Jesiis, lo cual sugiere que fue una parte importante en su énfasis teolégico. La teologia de Juan se centra en la persona de Cristo y en la revelacién que Dios le dio con la venida de Jesucristo. Aquel que era Dios y estuvo con Dios en el pasado eterno, ahora se hacia carne, y Juan contemplé su gloria. Tal es la revelacién de luz que Juan describe en su Evangelio, epistolas y Apocalipsis. Juan oftece un compendio de su teologia en el prélogo de su Evangelio (Jn. 1:1-18); alli describe la revelacién de la luz y la vida a través del Hijo, pero también describe un mundo que rechaza la luz y esta oscurecido por el pecado.[1] Evangelio de Juan La evidencia externa, a través del testimonio de Ignacio, Policarpo, Taciano, Tedfilo y otros, avala a Juan como autor del Evangelio. La evidencia interna radica en que era un judio palestino que habia atestiguado los eventos narrados. Es clara la evidencia de que Juan es el autor. Tradicionalmente, el Evangelio de Juan ha sido datado tardiamente; por ejemplo, Eusebio declard que Juan escribié el Evangelio “después de los otros”; por lo tanto, ha sido fechado entre el 80-95 d.C. Sin embargo, el escritor liberal John A. T. Robinson sugiere que la fecha de terminacién esta cerca del 65 d.C.[2] Sin embargo, hay concordancia general en que el Evangelio se escribié el ultimo y, por ende, probablemente se escribié para complementar los otros Evangelios. Tal vez por esa razén Juan tenia en consideracién a la iglesia y al mundo en general como audiencia. En contraste con los escritores de los sinépticos, Juan escribié a una audiencia general. La unicidad de su Evangelio se aprecia claramente, pues el 92 por ciento no se encuentra en los sinépticos. Juan incluye grandes discursos y eventos de la vida de Cristo que no se encuentran en otras partes (6:22-71; 7:11-52; 8:21-59; 9:1-41; 10:1-21; 1121-44; 12:20-50; 13:1-20; 14:1—16:33; 17:1-26). Juan emplea ciertas palabras mas que otros escritores: Juz (21 veces), vida (35 veces), amor (31 veces) y otras como Hijo de Dios, creer, mundo, testigo y verdad. El propésito de Juan con el Evangelio se declara en Juan 20:30-31: incitar a creer en Jesiis como el Cristo. Por lo tanto, Juan selecciona ciertas sefiales para demostrar la autoridad de Jesiis sobre un reino particular.[3] Con la cuidadosa seleccién de ciertas sefiales, presenté a Jesiis como el Mesias para alentar la fe en E] (20:30-31). Epistolas de Juan 1 Juan, Existen s6lidas evidencias externas con respecto a que Juan es su autor. Policarpo y Papias avalaron su autoria. Internamente, se ve que el autor fue testigo presencial (1:1-4), con conexiones al Evangelio de Juan (cp. 1:6 con 3:21, 3:8 con 8:44, 2:16 con 8:23, etc.). Probablemente se escribié 1 Juan desde Efeso en el 80 d.C., quizas para las iglesias que circundaban esa ciudad. Hubo dos factores para escribir 1 Juan: (1) Juan escribié sobre la presencia de falsos maestros y la laxitud de los creyentes. Los advirtié sobre los anticristos que negaban la verdadera humanidad de Jestis. (2) Juan también escribié sobre la condicién espiritual de los creyentes. Algunos no eran cuidadosos en su caminar, relacionandose con el mundo (2:15-17). Juan escribié para explicar la verdadera comunién con el Hijo. 2 Juan. No hay mucho testimonio externo para 2 Juan; la evidencia interna sugiere una similitud de estructura, estilo y lenguaje con el Evangelio de Juan, La carta tiene una terminologia que la identifica con 1 Juan: “verdad”, “andar”, “nuevo mandamiento”, “amor” y otros. Probablemente se escribié 2 Juan en Efeso alrededor del 80 d.C. Los destinatarios son “la sefiora elegida y sus hijos”. Puede referirse a (a) la iglesia universal; (b) una iglesia local; (c) una sefiora de verdad. Por el uso normal del lenguaje, probablemente Juan le escribia a una sefiora conocida para él pero desconocida para los eruditos de hoy. Le escribia para advertirle (y a la iglesia que probablemente se congregaba en su casa) sobre las incursiones de los falsos maestros. La sefiora era hospitalaria y Juan veia el peligro inherente de que la sefiora invitara a falsos maestros itinerantes a su casa. Juan le advertia que no mostrara hospitalidad hacia esos falsos maestros (2 Jn. 10). 3 Juan, La cercana asociacién de 2 y 3 Juan las relaciona con la primera de estas epistolas y exige que tengan un autor comin. Probablemente se escribié 3 Juan en Efeso cerca del 80 d.C. La carta estaba dirigida a Gayo el amado, desconocido mds alla de esta referencia. Juan escribié para instruir a Gayo en lo relativo a Diétrefes, una persona de influencia en la iglesia que deseaba estar en una posicion prominente. Juan escribié para alentar a Gayo en el problema que éste tenia con Diétrefes y para que denunciara su pecado. Libro de Apocalipsis Hay considerable evidencia externa sobre la autoria de Juan para el libro de Apocalipsis desde tiempos tan tempranos como los de Justino Mértir, Ireneo y Tertuliano. Internamente, el autor se revela a si mismo como Juan (1:1, 4, 9; 22:8). Apocalipsis también tiene similitud con el Evangelio de Juan en el empleo de palabras: Logos, Cordero, Jesiis, testigo, verdad, vencer, habitar, fuente de agua viva y otras.[4] Westcott, Lightfoot y Hort sugieren que data del 68 0 69 d.C., mientras que tradicionalmente ha sido datado alrededor del 95 d.C. Juan dirigié el libro a las siete iglesias de Asia (1:4). Escribié por diferentes razones: para animar a los cristianos en medio de la persecucién de Domiciano (quien ascendié al poder en el 81 d.C.) y recordarles el triunfo final de Jesucristo, para la consumacién de las verdades proféticas veterotestamentarias y para offecer una descripcién del Cristo triunfante en su reino milenario. EXPOSICION DE LA TEOLOGIA DE JUAN[5]} Revelacién Juan describe la revelacién de dos maneras: a través de las Escrituras y a través del Hijo. Las Escrituras, Jesis les recordé a los judios incrédulos que las Escrituras daban testimonio de EI (Jn, 5:39). Jesiis afirmaba que las Escrituras eran la verdad proposicional y revelaban la luz de Dios por medio de El. El tiempo presente indica que la revelacién de las Escrituras contintia. Jesus incluso le recordé a su audiencia que Moisés escribié sobre El y que ellos debfan haber creido los escritos de Moisés sobre Cristo (Jn. 5:45-47). Después Jestis sigue declarando que “la Escritura no puede ser quebrantada” (Jn. 10:35), Es importante observar dichas declaraciones. En su debate con los incrédulos Jesiis respaldaba su caso con la integridad y autoridad de la revelacién escrita: las Escrituras. El Hijo. En el prélogo a su Evangelio, Juan declara que la revelacién de Dios se manifesté por medio de su Hijo. Quien ha estado con el Padre por toda la eternidad (Jn. 1:1), ahora mora en tabernculo con la humanidad, y Juan se regocija al ver su gloria. Juan no duda en referirse a la transfiguracion de Cristo (Mt. 17:1-8) y a sus milagros (Jn, 2:11). La revelacién de Jestis también fue la revelacién de la gracia (Jn. 1:16-17). Juan separa la revelacién de Cristo de la de Moisés; la ley vino a través de Moisés pero la gracia vino a través de Jesucristo. La intencién de Juan es enfatizar la revelacién mayor que Ilegé a través de Cristo. Juan concluye el prélogo al declarar el dilema (“A Dios nadie le vio jamés”) y la solucién (“el unigénito Hijo... él le ha dado a conocer”). Juan se refiere a Jestis como Dios[6] cuando dice que Cristo ha dado a conocer al Padre. La expresion dar a conocer (gr., exegesato) se compara con la palabra espafiola exégesis, y sugiere que Jesiis ha explicado al Padre. El mundo Juan utilizé la palabra mundo muchas veces; aunque slo se utiliza quince veces en los Evangelios sinépticos, Juan la utiliza setenta y ocho veces en su Evangelio y veintisiete veces mas en sus otros escritos. La us6 para describir al mundo en pecado, oscuridad y bajo el dominio de Satay El mundo en oscuridad. Suan describe al mundo en oscuridad y oposicién a Cristo; es hostil a Cristo y a su causa, pero ocurre asi porque el mundo esta ciego. El mundo no reconocié al Mesias cuando vino.[7] Juan describe dos clases de personas: quienes Ilegaron a la luz y quienes odiaron la fuz (Jn, 1:12; 3:19-21). Las personas del mundo odian la luz, porque expone su pecado; Jesiis dijo que por esa razén el mundo lo odiaba (Jn. 7:7). El sistema del mundo Heva a las personas a pecar aun desde que Eva fue tentada por primera vez.en el Edén: los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida (1 Jn. 2:16). El meollo del pecado es la negativa a creer que Jesiis es la luz (In. 3:19-20); el Espiritu Santo sigue convenciendo a los hombres del mismo pecado: negarse a creer to (Jn. 16:8-9). El tragico final del pecado es la muerte (Jn. 8:21, 24). El mundo bajo Satands. Jests explica por qué los incrédulos pecan: porque provienen de su padre el diablo (In. 8:44).[8] Como son hijos del diablo, es natural que cumplan los deseos de su padre. Como el diablo es mentiroso desde el principio, es natural que los descendientes espirituales del diablo rechacen a Cristo, el cual es la verdad. Juan continiia este tema en 1 Juan 3:8 cuando declara: “el que practica el pecado es del diablo”. Hay una relacién espiritual entre el diablo y quien practica habitualmente el pecado, Pero Cristo vino a destruir el poder del diablo, de modo que quien crea en Cristo no debe vivir en atadura espiritual con el diablo (1 Jn. 3:9). Jestis juzg6 al diablo y rompi6 su poder (Jn. 16:11). La encarnacién Luz. Es un término popular en Juan (Jn. 1:4-5, 7-9; 3:19-21; 5:35; 8:12; 9:5; 11:9-10; 12:35-36, 46; 1 Jn. 1:5, 7; 2:8-10; Ap. 18:23; 21:24; 22:5). Cuando trata de la encarnacién, Juan se refiere a Jestis como la luz que vino al mundo en tinieblas por el pecado. Juan declara: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Jn. 1:4). Jestis no muestra el camino a la luz, El es la luz. Dice ser igual a Dios Padre cuando afirma que es la luz. Como el Padre es la luz (Sal. 27:1; 1 Jn. 1:5), asi el Hijo es la luz del mundo (Jn. 8:12). Es una fuerte declaracién de la divinidad. Puesto que Jestis vino al mundo como Ia luz, es imperativo que los hombres crean en El (Jn. 12:35-36). Jestis como luz del mundo puede dar luz fisica (Jn. 9:7) y espiritual (Jn, 8:12). Vida. También es un término popular en Juan; lo usa treinta y seis veces en el Evangelio, trece en 1 Juan y quince en Apocalipsis. La maravilla de la enearnacién es que Jestis es vida (Jn. 1:4). Juan iguala a Jestis con la divinidad cuando afirma que tal como el Padre es la fuente de vida (Sal. 36:9; Jer. 2:13; In. 5:26), Jestis tiene vida en si mismo (Jn. 1:4). Es, de nuevo, una firme declaracién sobre la divinidad de Cristo. Aparte de Dios, el resto tiene vida derivada, pero Jestis tiene vida en si mismo. Todo lo demis y todos los demas dependen de Jesiis para vivir y existir. “Sélo porque hay vida en el Logos hay vida en la tierra. La vida no existe por su propia cuenta. Ni siquiera fue hablada en el sentido de ser hecha ‘por’ o ‘a través’ del Verbo, sino existente ‘en’ El”.9[9]Como Jesiis es la vida, El la da eternamente a quienes crean en El (Jn. 3:15-16, 36; 4:14; 5:24; 20:31). El da vida en abundancia (Jn. 10:10) y resurreccién (11:25); Mas atin, esa vida es una posesion presente (1 Jn. 5:11-13). Hijo de Dios. Juan describe la encarnacién de Cristo cuando se refiere a El como “Hijo de Dios” © como “el Hijo”. El mismo Jesis utilizé esos términos para describirse; mas ain, los judios incrédulos captaron la importancia del término y trataron de apedrearlo por blasfemia al igualarse a Dios (In. 5:18). Cuando Jestis afirmaba ser el Hijo de Dios, afirmaba ser igual a Dios. Y claramente afirmé serlo (Jn. 10:36), y como tal, tenia prerrogativas de la divinidad: es igual al Padre (5:18); tiene vida en si mismo (Jn. 5:26); tiene poder para levantar a los muertos (Jn. 5:25); da vida (Jn. 5:21); libera al hombre de Ja esclavitud del pecado (Jn. 8:36); recibe el mismo honor que el Padre (In. 5:23); es objeto de fe (In. 6:40); es objeto de oracién (Jn. 14:13-14);[10] y tiene poder para responder a las oraciones (Jn. 14:13). Jestis indicé que su relacién con el Padre era Unica. Siempre se refirié a Dios como “mi Padre”, nunca como “nuestro Padre” (cp. Jn. 20:17). Juan esta decidido a enfatizar fuertemente la divinidad de Jestis. Hijo del Hombre. Jesis usé en repetidas ocasiones el titulo “Hijo del Hombre” para referirse a su misién (Jn. 1:51; 3:13-14; 5:27; 6:27, 53, 62; 8:28; 9:35; 12:23, 34; 13:31).[11] Sin duda, el origen del término est en Daniel 7:13 y hace referencia al ser celestial que recibe los reinos del mundo. término es complejo y parece reunir varias ideas: la divinidad del Hijo (obsérvese que “Hijo del Hombre” se iguala con “Hijo de Dios” en Juan 5:25, 27); la realeza del Hijo, pues recibe el dominio, la gloria y el reino (Dn. 7:13); la humanidad del Hijo, pues sufte (Jn. 3: 3, 34); la gloria celestial del Hijo, pues descendié del cielo (Jn. 1:51; 3:13; 6:32); y la salvacién que el Hijo traia (In. 6:27, 53; 9:35). “El término ‘Hijo del Hombre’ nos Ileva entonces a la concepcién que Cristo tena de su origen divino y de su posesién de la gloria divina. Al mismo tiempo, el término nos sefiala su humildad y sus suftimientos por los hombres, ambas cosas son igual”.[12] Expiacion En a profecia. Aunque la palabra expiacién no es del Nuevo Testamento, designa lo que Cristo logré en la cruz por su suftimiento y muerte. Cuando Juan el Bautista declaré “He aqui el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29), Ievaba a su fin los sacrificios del Antiguo Testamento. Comenzando con la provisién de un cordero en lugar de Isaac en el Monte Moriah (Gn. 22:8), pasando por la provisién del cordero de pascua en Exodo 12 y hasta la profecia de Isaias 53:7, donde el profeta Isaias indicé que el Mesias moriria sacrificado como un cordero, los sacrificios del Antiguo Testamento apuntan a la muerte expiatoria del Mesias. Indudablemente, es la consumacién de este asunto la que describe Juan el Bautista en Juan 1:29. Jestis enfatizo la misma verdad en Juan 6:52-59. Hablé sobre descender del cielo y dar su vida por el mundo (Jn. 6:33, 51); la expiacién sustitutiva la sugiere la preposicién “por” (gr., huper). En esta seccion, Jesiis ensefié que su muerte es vicaria (6:51), da vida eterna (6:53-55, 58), otorga union con Cristo (6:56-57) y da como resultado la resurreccién (6:54). En Ia historia, La obra que Cristo vino a llevar a cabo Ilegé a su consumacién en Juan 19:30. Después de seis horas en la cruz grité “consumado es” (gr., tetelestai). Jestis no dijo “estoy consumado” sino “consumado es”. Habia completado la obra que el Padre le encomend6; la obra de salvacién se habia logrado. El presente perfecto del verbo fetelestai se podria haber traducido “queda terminado”, y quiere decir que la obra se terminé para siempre y el resultado obtenido permanece.|13] En 1 Juan 2:1-2 Juan explica la provision de Cristo por el pecado. Cristo es “abogado” (gr., parakletos) para quienes pecaron. En este contexto, abogado quiere decir la parte defensora de un caso legal. El creyente tiene a Cristo en su defensa en el sistema judicial del cielo. Mas atin, Juan dice que Cristo es la “propiciacién” (gr., hilasmos) por los pecados del mundo. La palabra sélo se usa aqui, en Romanos 3:25 y en | Juan 4:10. Propiciacién quiere decir que Cristo expié el pecado al pagar el precio y calmar la ira de Dios. La propiciacién proviene de Dios y sugiere que aun cuando el pecado ofendié su santidad, la muerte de Cristo satisfizo al Padre y éste es libre para mostrar misericordia y perdén al creyente pecador. Juan indica que la propiciacién no es slo “por nuestros pecadbs... sino también por los de todo el mundo” (1 Jn. 2:2). La muerte de Cristo fue sustitutiva sirvié de provisién para los creyentes, pero Juan enfatiza que es suficiente para “todo el mundo”. Aunque no todo el mundo es salvo, como Cristo es Dios, su muerte es suficiente para todo el mundo; sin embargo, sélo es eficaz para quienes creen. La resurreccién. Juan describe la escena de la resurreccién en Juan 20 para mostrar que la expiacién de Cristo ha Ilegado a su climax en la resurreccién. Su expiacién no termina en la muerte sino en su resurrecci6n; la resurreccién es necesaria para vindicar al Hijo (Ro. 1:4). Juan describe vividamente la carrera con Pedro a la tumba. Juan Ilegé primero, observé la tumba y no noté nada. [14] Pedro entrd, especulé sobre lo ocurrido y después Juan también observé y entendié. Vieron los lienzos fiinebres en la tumba y notaron que atin conservaban la forma de un cuerpo sobre ellos. El sudario todavia estaba enrollado en circulo (20:7), pero el cuerpo no estaba. Juan “vio, y creyé” porque entendié que sélo podia haber pasado una cosa: el cuerpo habia atravesado los lienzos. Jesus habia resucitado. Juan, en comparacién con los sindpticos, aporta una descripcién mas detallada y clara sobre lo ocurrido en la resurreccién, Mas adelante Juan narra que Cristo atravesé las puertas cerradas en su cuerpo fisico y se aparecié a los apéstoles con el cuerpo resucitado (Jn. 20:1 Juan verifica la realidad de la resurreccién corporal de Cristo y muestra que al final venc muerte, con lo cual trae esperanza y vida para los creyentes (Jn. 11:25-26). , 26). ala El Espiritu Santo Juan registra las ensefianzas de Jestis sobre el Espiritu Santo en el discurso del aposento alto (Jn. 14—16). En esos tres capitulos estd la mas detallada informacién sobre la persona y la obra del Espiritu Santo. ‘Su persona. La personalidad del Espiritu se ve en los pronombres personales que se usan para describirlo. Aunque la palabra Espiritu (gr., pneuma) es neutra, Jess dice: “él os ensefiara todas las cosas” (In. 14:26). “El” (gr., ekeinos) es un pronombre masculino. Aunque podria haberse esperado un pronombre neutro (esto) acorde con el sustantivo neutro (Espiritu), seria erréneo referirse al Espiritu como “esto”, pues El es una persona como el Padre y el Hijo. La referencia de Jestis al Espiritu como “EI” confirma su personalidad (cp. Jn. 15:26; 16:13-14). Su obra, El Espiritu convence al mundo (Jn. 16:8-11). La accién de convencer (gr., elegrei) es aquella Ilevada a cabo por la parte acusadora en un juicio, por medio de la cual busca convencer a alguien de algo. El Espiritu Santo actiia como fiscal divino y convence al mundo de su pecado por negarse a creer en Jestis; también convence al mundo de la justicia de Cristo por su resurreccién y ascensién, y convence al mundo de juicio porque Satands fue juzgado en la cruz. Fl regenera (Jn. 3:6). Cuando Jesus le explicé a Nicodemo qué era el nuevo nacimiento, indicé que era un nacimiento por el Espiritu. Ensefia a los discipulos (Jn. 14:26). Como los discipulos eran incapaces de asimilar espiritualmente todas las ensefianzas del Sefior, Jestis les prometié que el Espiritu Santo se las recordaria. Tal declaracién garantiza el registro preciso en los escritos neotestamentarios pues el Espiritu Santo les recordaba con exactitud lo que iban escribiendo en los Evangelios. Mora en el creyente (Jn. 14:16-17). Jestis sefialé que después de Pentecostés la presencia del Espiritu en el creyente seria permanente en su nueva obra, no temporal como en el Antiguo Testamento. Jestis enfatiz6 que, tras Pentecostés, el Espiritu Santo estaria en el creyente (Jn. 14:17) y habitaria ahi “para siempre” (Jn. 14:16). Ultimos tiempos El arrebatamiento. Aunque no ofece una declaracién explicita sobre el arrebatamiento, como si lo hace Pablo, no hay duda que Juan se refiere a dicho evento en Juan 14:1-3. El arrebatamiento esté relacionado con la iglesia; Jesits le hablaba al nucleo de discipulos que compondria los pequefios inicios de la iglesia en Hechos 2. Como en Juan 14 los discipulos lamentaban la partida inminente de Jestis, El los animé recordandoles (como a iglesia en ciernes) que se iba para prepararles lugar en la casa de su Padre. Se entiende que su promesa de retornar y Ievarlos con El (In. 14:3) es paralela a la declaracién de Pablo en | Tesalonicenses 4:13-18. La tribulacién. Juan ofrece un tratamiento extenso de la tribulacién, y detalla los eventos en Apocalipsis 6—19. Los siete sellos se abren sobre la tierra al comienzo de la tribulacién (Ap. 6:1— 8:1) y traen el triunfo de la bestia (6:1-2), guerra (6:3-4), hambruna (6:5-6), muerte (6:7-8), martirio :9-11) y perturbaciones celestiales y terrenales (6:12-17). Al parecer, los siete sellos contintian hasta el final de la tribulacién. Con el séptimo sello, se inician las siete trompetas (8:2—11:19). Con el sonar de las trompetas disminuye la cantidad de oxigeno y comida en la tierra (8:2-6), muere un tercio de la vida marina (8:7), las fuentes de agua se contaminan (8:10-11), los cuerpos celestes se oscurecen (8:12-13), las personas son atormentadas (9:1-12) y muere un tercio de la poblacién mundial (9:13-21). La séptima trompeta inaugura los juicios de las copas (11:15-19; 15:1—16:21), que producen Hagas dolorosas (16:1-2), la muerte de la vida marina (16:3), rios convertidos en sangre (16:4-7), personas abrasadas por el calor (16:8-9), oscuridad (16:10-11), un ejército oriental liberado para la batalla final (16:12-16) y un gran terremoto que destruye ciudades y naciones (16:17-21). Se destruye la Babilonia religiosa (17:1-18) y la comercial (18:1-24). La tribulacion culmina con el retorno de Cristo, y a partir de ahi [3] subyuga a las naciones del mundo (19:11-21). El anticristo. Juan usa el término anticristo para describir a quienes en su época se aferraban a una falsa doctrina sobre Cristo (1 Jn. 2:18, 22; 4:3; 2 Jn. 7). La naturaleza de esta herejia estaba en negar la humanidad de Jesiis (2 Jn. 7); Cristo aparecié sélo como un fantasma, realmente no se hizo humano. Juan declara que quienes niegan que Jestis se hiciera carne son anticristos. E] usa el término para referirse a quienes niegan la verdadera doctrina concerniente a Cristo. Juan se refiere a la persona definitiva que niega a Cristo como la bestia (Ap. 11:7; 13:1, 12, 14, 15). Juan describe a esta bestia como “la primera bestia” (en contraste con el falso profeta que respalda a la primera bestia pero es conocido como la segunda bestia [“otra bestia”, 13:11]). La primera bestia es un gobernante politico (13:1-10) que emerge de la forma final de una potencia gentil y cuyo poder proviene de Satands (13:2), recibe adoracién y blasfema el nombre de Dios por tres afios y medio (13:4-6), persigue a los creyentes (13:7) y domina el mundo (13:8). La primera bestia es respaldada por la segunda, un falso profeta que obliga a las personas a adorar a la primera bestia (13:11-12), que engafia a las personas con su capacidad para realizar sefiales (13:14) y limita el comercio a quienes han recibido su marca (13:16-17). En la segunda venida de Jesucristo, la primera y la segunda bestia son lanzadas al lago de fuego (19:20). Segunda venida de Cristo. Juan ve al final de la tribulacién el retorno triunfante de Cristo y su esposa, la iglesia (Ap. 19:6-8).[15] El matrimonio tuvo lugar en el cielo durante el periodo de la tribulacién. Cristo regresa con su esposa para inaugurar la fiesta de bodas, el reinado milenario que tendré lugar en la tierra (19:9-10). Juan describe el retorno de Cristo como Rey triunfante —tiene muchas coronas en su cabeza (19:12)— que entra en guerra con Satanas, la bestia y los ejércitos de inerédulos (19:11, 19). Su arma es la autoridad de su Palabra (19:13) con la cual conquista y sujeta a las naciones (19:15). Destruye a los gobernantes de las naciones y arroja a la bestia, al falso profeta (la segunda bestia) y a Satands al lago de fuego por mil afios (19:19—20:3). Con la conquista de sus enemigos, Cristo establece el reino milenario sobre la tierra. Reino milenario y estado eterno, Juan narra que al final de la tribulacién resucitaran los santos del Antiguo Testamento y de la tribulacién (Ap. 20:4-5); son parte de la “primera resurreccién”. El término resurreccidn no describe la resurreccién general de los creyentes, sino la resurreccién para vivir en el reino milenario (20:6). No obstante, hay varias etapas en la primera resurreccién: los santos de la era de la iglesia se levantan antes de la tribulacion (1 Ts. 4:13-18), mientras que los santos del Antiguo Testamento y la tribulacién se levantan después de ella (Ap. 20:4). Los inerédulos resucitan al final del milenio, y a partir de entonces son arrojados al lago de fuego (Ap. 20:11-15). En Apocalipsis 21:1—22:21, Juan describe el estado eterno. La nueva Jerusalén que Juan ve descender del cielo (Ap. 21:1-8) es el hogar de Ia iglesia, la esposa (21:9), pero sin lugar a dudas también lo es de todos los redimidos en todas las eras de la eternidad. Es probable que la nueva Jerusalén esté relacionada tanto con el milenio como con el estado eterno, porque es la morada que Cristo fue a preparar (Jn. 14:2). “En ambos periodos se obtienen condiciones eternas (no temporales) para la ciudad y sus habitantes. Por lo tanto, la nueva Jerusalén es milenaria y eterna en tiempo y posicién, y siempre es eterna en su condicién interna”.[16] Juan dice que la nueva Jerusalén proporcionaré comunién con Dios (22:4), descanso (14:13), bendicién completa (22:2), alegria (21:4), servicio (22:3) y adoracién (7:9-12; 19:1). NOTAS [1] D. Edmond Hiebert, An Introduction to the New Testament: The Gospels and Acts (Chicago: Moody, 1975), pp. [2] John A. T. Robinson, Redating the New Testament (Filadelfia: Westminster, 1976), p. 307. [3] Merril C. Tenney, New Testament Survey [Nuestro Nuevo Testamento| (Grand Rapids: Eerdmans, 1961), p. 190. Publicado en espaiiol por Portavoz. [4] Everett F, Harrison, Introduction to the New Testament Introduccién al Nuevo Testamento| (Grand Rapids: Eerdmans, 1964), pp. 441-442. Publicado en espafiol por Libros Desatio. [5] Estoy en deuda con el Dr. S. Lewis Johnson por parte del delineamiento y formato de esta seccién, Johannine Theology, notas de clase inéditas, Seminario Teoligico de Dallas, [6] En ls edicién de 1975 de la United Bible Societies (UBS) del Greek New Testament donde se lee monogenes theos, “Dios unigénito”, hay una calificaciin textual “B”, lo cual quiere decir que hay “cierto grado de duda”. En la opiniin de este autor, en realidad existe un fuerte respaldo textual para esta lectura. Si éste es el caso, ésa es una fuerte declaracién sobre la divinidad de Cristo. [7] Véase la til explicaciin sobre mundo en Leon Morris, The Gospel According to John |Evangelio segiin Juan] (Grand Rapids: Eerdmans, 1971), pp. 126-128. Publicado en espaitol por Clie. [8] “De” (gr., ek) en la frase “sois de vuestro padre el diablo” quiere decir “provenientes”. Denota su otigen: el Maligno. [9] Mortis, The Gospel According to John |Evangelio segiin Juan], pp. 82-83, [10] Hay una variante textual de Juan 14:14. La Biblia de las Américas refleja la lectura de la UBS, edicién de 1975, donde se lee: “Si me pedis algo”. En la opinién de este autor, hay fuerte evidencia textual para inclu el “me”, El texto de la UBS le da ala kectura una calificacién de “B”; “hay cierto grado de duda”. LLL] Véase la explicacién itil en Morris, The Gospel According to John |Evangelio segtin Juan], pp. 172-173. [12] Ibid, p. 173. [13] Russell Bradley Jones ofrece una hermosa explicaciin de esta declaracién en el sermén Gold from the Golgotha (Chicago: Moody, 1945), pp. 100-105. [14] Juan utiliza tres palabras para describir lo que vieron Pedro y él Juan dio un vistazo (gr. blepei) pero no vio nada importante (Jn. 20:5); sin embargo, Pedro entré a la tumba y cuando vio especuld (gr. theorei) qué habria ocurrido (20:6). Entonces Juan entré, vio (gr, eidon) espiritual y fisicamente, y creyé (20:8). [15] La palabra griega en tiempo aoristo “vino” (elthen) sugiere que el matrimonio de Cristo y su novia, la iglesia, tavo lugar en el cielo, Cristo y su novia ahora vuelven a la tierra para el banquete de bodas. [16] Charks C. Ryrie, Biblical Theology of the New Testament [Teologia biblica del Nuevo Testamento] (Chicago: Moody, 1959), p. 362. Publicado en espatiol por Portavor. 7-170. PARA ESTUDIO ADICIONAL SOBRE JUAN ** W. Robert Cook, The Theology of John (Chicago: Moody, 1978). ** Donald Guthrie, New Testament Theology (Downers Grove: InterVarsity, 1981). * Donald Guthrie, “Johannine Tehology”, en Merrill C. Tenney, ed., Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible (Grand Rapids: Zondervan, 1975), pp. 3:623-636, Véanse tambign bos articulos “John, The Apostle”, “John, The Epistles of” y “John, Gospel of”. ** Chester K. Lehman, Biblical Theology: New Testament (Scottdale, Pa.: Herald, 1974), pp. 2:459-536, * Leon Morris, The Cross in the New Testament (Grand Rapids: Eerdmans, 1965), pp. 144-179. * Charles C. Ryrie, Biblical Theology of the New Testament (Teologia biblica del Nuevo Testamento] (Chicago: Moody, 1959), pp. 301-363. Publicado en espaitol por Portavoz.

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