“Entrevistas a los filósofos Emilio Lledó y Fernando Savater”
Profesor: Pedro Corros Br: María Alessandra Blasi
C.I: 26.901.711 Especialidad: Francés
Caracas, 14 de Junio de 2018
a) Compare las coincidencias entre éstos en lo referente al tema ético-educativo
Ambos filósofos centran la educación en un punto sumamente importante
para el desarrollo tanto personal como general, y ciertamente el tema base para ese desarrollo educacional lo proponen con la filosofía, si tenemos clara el concepto de filosofía el cual de manera muy resumida nos habla del razonar, reflexionar, cuestionar, podemos entender que estos dos referentes en sus entrevistas nos dan a entender que la educación constantemente debe ir en un crecimiento y desarrollo que solo podrá ir germinando en ese constante cuestionamiento de lo que uno conoce, una de las formas más ejemplares que se puede usar para resumir esta idea es en el uso de las palabras “ uno no debe bañarse dos veces en las mismas aguas”, palabras que hacen alusión siguiendo este mismo contexto del ejemplo, que ciertamente ampliaremos nuestras ideas o perspectivas bañándonos en aguas distintas, otro punto indudablemente importante en el que convergen es el deterioramiento de la comunidad por esta falta de progresividad en la educación, ambos lo exponen de manera diferente pero de forma paralela, Savater propone la inclusión del humor con la finalidad de agasajar la experiencia de los alumnos en su educación, con el fin de mantener el interés mientras que Emilio Lledó apunta que la filosofía es la clave para una educación permanente haciendo valer el pensamiento de sus alumnos.
b) Destaque, como estudiante de educación, las ideas que
contribuyan eficazmente a su formación humana y profesional
El objetivo último de la educación, como de toda actividad humana
éticamente válida, es la búsqueda de la realización del ser humano, debido a que lo contrario implicaría un absurdo intrínseco. Cada actividad humana estructurada, como lo es una ciencia y su aplicación técnica, persigue ese objetivo fundamental a partir de un instrumental propio, el que es desarrollado en función del ángulo específico de aporte que se busca realizar al objetivo global. En concreto, las ciencias educativas tienen como objetivo último la realización plena del ser humano, para lo que desarrollan el instrumental pedagógico y didáctico como medio específico y propio. De este modo, los objetivos con respecto al desarrollo de habilidades, transmisión y generación de conocimientos, y otros que son específicos de las ciencias educativas, son instrumentales al objetivo fundamental y, por tanto, válidos únicamente en su correspondencia con aquél. En este contexto, y desde que se asume el hecho de que la educación no es el mero aprendizaje de contenidos intelectuales sino que implica el desarrollo de toda la persona, entonces es claro que un objetivo intrínseco al proceso educativo debe ser la conformación de una «persona ética» (1). El ser humano es un todo, con diferentes dimensiones que necesita desarrollar para alcanzar su realización. La dimensión ética de los pueblos y las personas individuales es una de ellas, por lo que no puede haber desarrollo integral de la persona sin un desarrollo serio de su dimensión ética.
Podemos definir la ética como "la praxis de hacernos mutuamente
personas en la historia". Entendemos aquí la “praxis” como el aprender haciendo, el desarrollar las certezas a partir fundamentalmente de la experiencia críticamente analizada, en un proceso personal y social que abarca a cada individuo y a la humanidad entera en forma simultánea e interactiva.
Es también un “hacernos mutuamente personas”, ya que no se trata de
mecanismos automáticos sino del ejercicio de la libertad de un ser abierto e incompleto que necesita autodefinirse y autoconstruirse en interacción, para poder realizarse en la vida. Desarrollo de ideales, escalas de valor, pautas de validación de conductas, etc., son parte imprescindible de este proceso.
Finalmente, esta praxis se desarrolla “en la historia”, es decir, en un
contexto concreto, en situaciones definidas, con condicionamientos y posibilidades delimitadas, y sin las cuales no solamente no es posible realizar juicios sobre el proceso, sino que ni siquiera es posible el que se dé proceso como tal.
En este sentido es válido que un ser humano -desde su dimensión ética-
asuma como el objetivo fundamental de su vida la búsqueda consciente y perseverante de la propia realización, en una interacción verdaderamente humanizante con los demás.
En esta perspectiva, consideramos «persona ética» a la que asume como
la tarea esencial de la propia vida el desarrollarse plenamente como persona humana. De ahí se desprende una serie de consecuencias que, en la temática que nos ocupa, significa que el proceso educativo debe ayudar a cada persona a descubrir y asumir el propio sentido de la vida y a desarrollar al máximo posible todas sus potencialidades de crecimiento de forma armónica y ponderada. c) Conclusiones a las que arribe desde su respectiva especialidad pedagógica. En el desarrollo argumentativo de los ítemes, destaque la relevancia de la Filosofía y de lasHumanidades en el proceso enseñanza-aprendizaje. Razone sus respuestas.
Podemos concluir con estas previas entrevistas, el valor que realmente
posee y pudiese llegar a significar la inclusión real de la filosofía como base en la educación, claramente suena tentadora la idea de proyectar el desarrollo de la educación basándose en un cuestionamiento sano que impulse a constantemente ir motivando la renovación de las ideas, conceptos, teorías, de en general el ámbito educativo completo. Es interesante ver como dos personas aportan en unas entrevistas nociones que de materializarse podrían abrir nuevas opciones para nosotros y para el desarrollo humano en general. Tenemos un basto territorio expuesto para ser adquirido para empezar la labor del desarrollo, pero de nosotros dependerá en nuestros planteamientos educacionales, expandir las conceptualizaciones que tengamos y dependerá el progreso como sociedad.
Es por ello que cabe preguntarse, ¿qué puede hacer la enseñanza de
las humanidades y la filosofía? Mucho, si se crean múltiples espacios de deliberación en la sociedad y si se convierte en parte fundamental de la reflexión ciudadana, pero sobre todo en ejemplo de acción (sin éste todo seguirá igual), mediante la conversión de una ética que supedite a la técnica, es decir, mediante la enseñanza vívida de la ética que oprime a la técnica. Como un modo de experimentar la vida social. Sería el “saber convivir. Se debe cambiar esa tendencia y enriquecerla con nuevas dimensiones.
El problema, sin embargo, implica saber qué tipo de enfoque filosófico
tiene que promoverse para lograr la legitimación de nuestra disciplina; pero también para saber difundirla
• Necesitamos una filosofía que aborde temas y problemas vinculados
estrechamente con las necesidades de la sociedad (lo que no quiere decir convertir a la filosofía en sociología, historia o política e inclusive no abordar problemas ontológicos o epistemológicos). • Necesitamos incorporar a la filosofía a un movimiento crítico que abogue por la justicia, una verdadera democracia, una nación que reconozca la pluralidad de las culturas.
• Necesitamos una filosofía que abogue por la independencia mental de
los individuos (desarrollando todas sus capacidades de acuerdo a las disciplinas de la propia filosofía) pero también por la independencia de la sociedad mexicana.
• Necesitamos una filosofía que no sea una repetición de las grandes
filosofías sino una reapropiación de ellas. • Necesitamos una filosofía que ponga el acento en el “filosofar”, es decir, en la práctica filosófica y no sólo en la descripción de sistemas.
• Necesitamos una filosofía que coadyuve a la formación de la
personalidad y que esté vinculada a los problemas del sector a que vaya dirigida (si es a los jóvenes, la filosofía tiene que darle luces sobre los problemas sobre los cuáles atraviesan y no una doctrina aprendida de memoria).
• Necesitamos que la filosofía logre una expresión en la plaza pública y
que oriente a los ciudadanos sobre su acción. Se requiere estrechar lazos entre la filosofía y nuestro contexto social. Mucho lastiman la pobreza, la discriminación, la política caciquil o la colonización del más fuerte.
Mucho lastima una educación para la exclusión, que, de modo insólito,
estamos tolerando los maestros de filosofía, pues se halla fuera de nuestros análisis y más todavía, fuera de toda acción específica, ética y política, la cual pudiera revertir los hechos dentro del aula, dentro del recinto escolar, 8 Véase el último capítulo de la Crítica de la razón pura denominado Arquitectura de la razón de Kant. dentro de la sociedad. En particular, pensamos que el enfoque asumido en la interpretación de la enseñanza de las humanidades; de la filosofía en especial, no debe dejar de lado la dimensión ética de la educación. (Toda educación, de cualquier forma, es un comportamiento ético puesto que tratamos con e influimos en otros.) Pero, actuando la reflexión; de otro modo, los jóvenes continuarán aprendiendo para no cambiar nada como sus maestros. Para lograr esto se requiere una nueva mentalidad que abandone por completo la dependencia, la repetición acrítica, el eurocentrismo o una actitud conformista.
Para concluir este trabajo quisiera hacerlo citando unas palabras
reconocidas por el gran filósofo Sócrates “ Yo solo sé, que no se nada”, el motivo de esta breve cita es para que nosotros como futuros educadores, pedagogos, no olvidemos que el mundo es un basto campo de aprendizaje y el ir explorándolo nos enriquecerá sustancialmente y a la vez de que esto ocurre tendremos más herramientas para transmitir nuestros conocimientos complementándonos así como futuros buenos profesionales.
GLOSARIO
Enseñanza: La enseñanza es la acción y efecto de enseñar (instruir,
adoctrinar y amaestrar con reglas o preceptos). Se trata del sistema y método de dar instrucción, formado por el conjunto de conocimientos, principios e ideas que se enseñan a alguien.
Educación: La educación puede definirse como el proceso de socialización
de los individuos. Al educarse, una persona asimila y aprende conocimientos. La educación también implica una concienciación cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren los modos de ser de generaciones anteriores. El proceso educativo se materializa en una serie de habilidades y valores, que producen […]
Filosofía: La reflexión metódica que refleja la articulación del conocimiento
y los límites de la existencia y de los modos de ser se denomina filosofía. El término, de origen griego, se compone de dos vocablos: philos (“amor”) y sophia (“pensamiento, sabiduría, conocimiento”). Por lo tanto, la filosofía es el “amor por el conocimiento”.
Ultranza: La expresión 'a ultranza' procede del latín ultra (mas allá) REFRENCIAS
Definiciones. E, (2016,Febrero 11), ética, valores y comportamientos