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CASACIÓN 4776-2009-lima

SOLO LA SENTENCIA FIRME QUE DECLARA LA SEPARACIÓN PRODUCE LA PÉRDIDA DE LOS


DERECHOS HEREDITARIOS DEL CÓNYUGE CULPABLE

Cuando el artículo 343 del Código Civil establece que el cónyuge culpable de la separación perderá los derechos
hereditarios que le corresponden, debe entenderse que dicha separación de cuerpos deberá encontrarse
acreditada mediante una sentencia judicial firme.

CAS. N° 4776-2009-LIMA

CAS. N° 4776-2009-LIMA. Petición de Herencia. Lima, dieciocho de octubre del año dos mil diez.- LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista la causa número cuatro mil
setecientos setenta y seis del año dos mil nueve, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha, y producida la
votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia;MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto a folios mil seiscientos ochenta y nueve por doña ÍtalaCecilia Román Romero de Tapia, contra
la sentencia de vista de folios mil quinientos noventa y ocho, emitida con fecha treinta de abril del año dos mil
nueve, por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la sentencia apelada de folios
mil noventa y ocho, expedida con fecha veintiuno de octubre del año dos mil tres que declara fundada la demanda
interpuesta a folios veinte y reformándola la declara infundada, en los seguidos con Jorge Tapia Salinas y otros,
sobre Petición de Herencia. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: El recurso de casación fue declarado procedente
por resolución de fecha seis de abril del año dos mil diez, obrante a folios cincuenta y dos del cuadernillo formado
en este Supremo Tribunal, por la causal prevista en el inciso 1 del artículo 386 del Código Procesal Civil, por
interpretación errónea de una norma de derecho material, en virtud de lo cual la recurrente denuncia la
interpretación errónea del artículo 343 del Código Civil, refiriendo que cuando dicho numeral establece que “El
cónyuge separado por culpa suya pierde los derechos hereditarios que le corresponden” no se trata, como dice la
Sala Superior, de la separación de hecho como la producida cuando luego de una discusión la recurrente se retira
de su departamento de Miraflores y se instala en su casa en Chosica, sino se refiere a un proceso no declarado
nulo por sentencia de vista y posteriormente archivado de forma definifiva, de lo que se concluye que la Sala de
mérito ha rehusado dar cumplimiento a lo ordenado mediante sentencia casatoria de fecha veinticuatro de julio del
año dos mil seis; CONSIDERANDO: Primero: Que, conforme aparece de la revisión de autos, doña Ítala Cecilia
Román Romero de Tapia interpone demanda de petición de herencia a fin que se excluya de la herencia de su
finado esposo Luis Roberto Tapia Salinas, a los demandados Jorge Tapia Salinas y otros; se le declare heredera
universal de los bienes dejados por su difunto esposo y se declare además la nulidad del testamento otorgado por
su finado esposo a favor de su sobrina nieta Mercedes Victoria Villagra Alvarado. Refiere haber contraído
matrimonio civil con don Luis Roberto Tapia Salinas el diez de agosto del año mil novecientos ochenta y cinco por
ante la Municipalidad de Santiago de Surco; que en fecha treinta de enero del año mil novecientos noventa y dos
fallece su esposo en el distrito de Jesús María, habiendo ilegalmente instituido heredero mediante testamento; que
a mediados del año mil novecientos ochenta y ocho a consecuencia que su esposo había sufrido un derrame
cerebral, su hermano Jorge Tapia Salinas demandó la interdicción civil de su esposo, habiendo sido nombrado
curador judicial; que desde aquella época su hermano empezó a hacer abuso de su cargo, llegando a interponer
demanda de divorcio en su contra por la causal de abandono del hogar conyugal, en mérito a una simple
constancia policial, con el afán de desposeerla de los bienes que tenía conjuntamente con su esposo dentro de la
sociedad conyugal, que dicho proceso se encuentra actualmente concluido al haberse extinguido la acción de
divorcio quedando firmes sus derechos como viuda de su difunto esposo. Que, en el año mil novecientos noventa y
tres en pleno proceso de divorcio, su esposo inició un procedimiento de declaratoria de herederos, el mismo que
tiene sentencia consentida no habiendo tomado conocimiento de dicho procedimiento, la misma que deviene en
nula. Agrega que su difunto esposo le otorgó (a la hoy demandante) testamento inscrito en Registros Públicos con
fecha anterior a su matrimonio civil, no obstante con posterioridad, en plena vigencia de su matrimonio revocó su
testamento a favor de su sobrina nieta Mercedes Victoria Villagra Alvarado, la misma que también deviene en
nula; Segundo: Que, admitida la demanda y tramitada la misma conforme a su naturaleza y estado, valoradas las
pruebas y compulsados los hechos expuestos por las partes, por sentencia de primera instancia de fecha veintiuno
de octubre del año dos mil tres se declara fundada la demanda, concluyendo el a quo básicamente que el vínculo
matrimonial entre la hoy demandante y Luis Roberto Tapia Salinas, no había quedado disuelto, por cuanto si bien
existía un proceso de divorcio por la causal de abandono, la sala de vista resolvió declarar extinguida dicha acción
al establecer que el entroncamiento de la demandante con su cónyuge era la de cónyuge sobreviviente, siendo por
tanto, heredera forzosa de su causante en aplicación del artículo 724 del Código Civil; Tercero: Que, por su parte,
la Sala Superior, mediante resolución de fecha ocho de noviembre del año dos mil cuatro revoca la apelada y
reformándola la declara improcedente; que al ser materia de recurso de casación, esta Suprema Sala mediante
sentencia casatoria de fecha veinticuatro de julio del año dos mil seis, declara fundado el recurso y dispone que la
sala revisora expida nueva resolución, debiendo determinar específicamente si se materializan las condiciones para
la configuración de la sanción prevista por el legislador, esto es, la pérdida de los derechos hereditarios que le
corresponden a aquel cónyuge que atribuyéndosele y probándose su culpabilidad, ha causado la separación
permanente de su contraparte, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 343 del Código Civil; Cuarto: Que,
devueltos nuevamente los autos, la Sala Superior mediante sentencia de fecha treinta de abril del año dos mil
nueve revoca la sentencia de primera instancia que declara fundada la demanda y reformándola la declara
infundada, estableciendo básicamente que los dos presupuestos que exige el artículo 343 del Código Civil para la
pérdida de los derechos hereditarios, esto es, la separación atribuible a uno de los cónyuges y que dicha
separación sea por su culpa, se encontraban probadas. En cuanto al primer presupuesto, la separación de uno de
los cónyuges se acredita del proceso judicial sobre alimentos seguido por la demandante, acción que al ser
declarada infundada se estableció que la recurrente había incurrido en la causal de abandono de hogar, además,
de la demanda de divorcio seguida por Jorge Tapia Salinas (curador judicial de don Luis Roberto Tapia Salinas)
contra la recurrente por la causal de abandono injustificado del hogar conyugal, si bien dicho proceso fue anulado
por sentencia de vista, no obstante, ello fue por una cuestión de forma al haber fallecido el demandante en dicho
proceso y luego que mereciera sentencia estimatoria en primera instancia. En cuanto al segundo presupuesto, la
Sala establece que la culpa se configura con el abandono del hogar conyugal realizado por doña Ítala Cecilia
Román Romero de Tapia, tanto más si por este hecho se le privó del derecho a una pensión alimenticia
demandada por esta última. Quinto: Que, analizados los argumentos de la causal por vicios in iudicando declarada
procedente, esta Suprema Sala debe establecer las siguientes precisiones: a la data del fallecimiento del causante
Luis Tapia Salinas, el vínculo matrimonial con la demandante Ítala Cecilia Román Romero, seguía manteniendo
vigente sus efectos legales al no obrar en autos medio instrumental alguno por la que se acredite la disolución de
dicho matrimonio civil; en el sentido descrito, si bien en autos se evidencia la existencia de un proceso de divorcio
por la causal de abandono injustificado del hogar conyugal llevado a cabo entre las partes, no obstante, el proceso
de divorcio pretendido no concluyó con sentencia firme al quedar extinguida la acción de divorcio, por haberse
acreditado que encontrándose en plena tramitación dicha causa, el demandante dejó de existir, lo que implicaba
que el proceso de divorcio carecía de objeto al contener un petitorio física y jurídicamente imposible; Sexto: Que,
en el contexto descrito, cuando el artículo 343 del Código Civil [1] establece que el cónyuge culpable de la
separación perderá los derechos hereditarios que le corresponden, debe entenderse que dicha separación de
cuerpos deberá encontrarse acreditada mediante una sentencia judicial firme, más aún, si los efectos de la
separación de cuerpos que establece el artículo 332 del Código Civil sobre suspensión de los deberes relativos al
lecho y habitación y finalización del régimen patrimonial de sociedad de gananciales, no serían legalmente posibles,
sin la existencia de pronunciamiento del órgano jurisdiccional correspondiente que emita sentencia en esos
términos, situación que en el caso de autos no se llega a tratamiento acorde con los hechos expuestos por las
partes, en concordancia con las pruebas valoradas en el proceso, pues no debe perderse de vista que se
encuentran en juego de manera ineludible el derecho de familia y el derecho hereditario o sucesorio, por tanto,
debe partirse de que la regla general es que los cónyuges se heredan recíprocamente (artículo 825 del Código
Civil [2]), de donde surge como pauta interpretativa fundamental que la pérdida de la vocación hereditaria no es
más que una excepción, que como toda excepción debe tener alcances restrictivos; en efecto, si bien el texto del
artículo 343 del Código Civil hace alusión a la existencia del cónyuge culpable para efectos de la pérdida de los
derechos hereditarios, no obstante, este aspecto subjetivo de la culpabilidad debe fundarse en las causas que
determinaron dicha separación, es decir, en la culpa de la conducta incurrida que impidió la continuidad de la
convivencia conyugal; Octavo: Que, en autos, si bien se encuentra acreditada la existencia del proceso de divorcio
por la causal de abandono injustificado del hogar conyugal promovido por el de cujus en contra de la demandante,
y no obstante haber obtenido sentencia favorable en primera instancia, debe quedar claro que la culpabilidad de la
cónyuge supérstite no pudo ser probada de manera plena en los términos que propone el artículo 123 del Código
Procesal Civil [3], no solo por la no existencia de alguna sentencia firme que así lo declare, sino porque
encontrándose pendiente de pronunciamiento jurisdiccional del superior en grado, dicha decisión bien pudo ser
confirmada, revocada o en su caso declarada nula por el Juez Superior; ahora bien, frente a este juego de
probabilidades, esta Suprema Sala no puede ni debe extraer conclusiones a priori, por más que exista una decisión
judicial en primera instancia a favor del de cujus, pues para que una decisión se repute justa y conforme a derecho
debe tener la posibilidad de que las pruebas examinadas en primera instancia deban ser valoradas por un órgano
revisor, a fin de no dejar en estado de indefensión a una de las partes en su legítimo derecho de intentar revertir en
sede superior la decisión que le fuera negada en primera instancia, además, de que se le estaría negando el
derecho a la pluralidad de instancia, que como derecho constitucional persigue que lo resuelto por un juez de
primera instancia pueda ser revisado por un órgano funcionalmente superior, y de esa manera se permita que lo
resuelto por aquel, cuando menos, sea objeto de un doble pronunciamiento jurisdiccional, a fin de satisfacer un fallo
fundado en derecho; Noveno: Por consiguiente, las causas que determinaron la separación de hecho en el caso
concreto, no pudieron ser establecidos al no verificarse si la recurrente fue la causante de la separación, porque
hubiese perpetuado un abandono voluntario, malicioso e injustificado del hogar, como causal apta para el divorcio,
ello con la finalidad de establecer su culpabilidad a los efectos de que recaiga sobre esta última el castigo,
consistente en privarla del derecho hereditario; Décimo: Que, en consecuencia, encontrándose debidamente
acreditado en autos las preces de la demanda incoada, conforme a los fundamentos expuestos en la sentencia de
primera instancia que esta Suprema Sala hace suyos y estando a los medios probatorios merituados de manera
conjunta por el juez de la causa a tenor de lo dispuesto en el artículo 197 del Código Procesal Civil, es menester
amparar la demanda; Décimo Primero:Por tanto, habiendo la sala de mérito interpretado erróneamente el artículo
343 del Código Civil, corresponde declarar fundado el recurso de casación. Por estas consideraciones y en
aplicación del artículo 396 del Código Procesal Civil: Declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Ítala Cecilia Román Romero de Tapia, CASARON la sentencia de vista de folios mil quinientos noventa y ocho, su
fecha treinta de abril del año dos mil nueve, en consecuencia NULA la misma; y actuando como órgano de
mérito: CONFIRMARON la sentencia apelada de folios mil noventa y ocho, su fecha veintiuno de octubre del año
dos mil tres que declara fundada la demanda incoada;DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano bajo responsabilidad; en los seguidos por Ítala Cecilia Román Romero de Tapia contra
Jorge Tapia Salinas y otros sobre Petición de Herencia y otros; y los devolvieron. Ponente Señor Palomino García,
Juez Supremo.

SS. CAROAJULCA BUSTAMANTE, PALOMINO GARCÍA, MIRANDA MOLINA, ARANDA RODRÍGUEZ,


VALCÁRCEL SALDAÑA

(El Peruano, 30/06/2011, pp. 30372-30373).


CASACIÓN 4776-2009-lima

SOLO LA SENTENCIA FIRME QUE DECLARA LA SEPARACIÓN PRODUCE LA PÉRDIDA DE LOS


DERECHOS HEREDITARIOS DEL CÓNYUGE CULPABLE

Cuando el artículo 343 del Código Civil establece que el cónyuge culpable de la separación perderá los derechos
hereditarios que le corresponden, debe entenderse que dicha separación de cuerpos deberá encontrarse
acreditada mediante una sentencia judicial firme.

CAS. N° 4776-2009-LIMA

CAS. N° 4776-2009-LIMA. Petición de Herencia. Lima, dieciocho de octubre del año dos mil diez.- LA SALA CIVIL
TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA: vista la causa número cuatro mil
setecientos setenta y seis del año dos mil nueve, en audiencia pública llevada a cabo en la fecha, y producida la
votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia;MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de
casación interpuesto a folios mil seiscientos ochenta y nueve por doña ÍtalaCecilia Román Romero de Tapia, contra
la sentencia de vista de folios mil quinientos noventa y ocho, emitida con fecha treinta de abril del año dos mil
nueve, por la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revoca la sentencia apelada de folios
mil noventa y ocho, expedida con fecha veintiuno de octubre del año dos mil tres que declara fundada la demanda
interpuesta a folios veinte y reformándola la declara infundada, en los seguidos con Jorge Tapia Salinas y otros,
sobre Petición de Herencia. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: El recurso de casación fue declarado procedente
por resolución de fecha seis de abril del año dos mil diez, obrante a folios cincuenta y dos del cuadernillo formado
en este Supremo Tribunal, por la causal prevista en el inciso 1 del artículo 386 del Código Procesal Civil, por
interpretación errónea de una norma de derecho material, en virtud de lo cual la recurrente denuncia la
interpretación errónea del artículo 343 del Código Civil, refiriendo que cuando dicho numeral establece que “El
cónyuge separado por culpa suya pierde los derechos hereditarios que le corresponden” no se trata, como dice la
Sala Superior, de la separación de hecho como la producida cuando luego de una discusión la recurrente se retira
de su departamento de Miraflores y se instala en su casa en Chosica, sino se refiere a un proceso no declarado
nulo por sentencia de vista y posteriormente archivado de forma definifiva, de lo que se concluye que la Sala de
mérito ha rehusado dar cumplimiento a lo ordenado mediante sentencia casatoria de fecha veinticuatro de julio del
año dos mil seis; CONSIDERANDO: Primero: Que, conforme aparece de la revisión de autos, doña Ítala Cecilia
Román Romero de Tapia interpone demanda de petición de herencia a fin que se excluya de la herencia de su
finado esposo Luis Roberto Tapia Salinas, a los demandados Jorge Tapia Salinas y otros; se le declare heredera
universal de los bienes dejados por su difunto esposo y se declare además la nulidad del testamento otorgado por
su finado esposo a favor de su sobrina nieta Mercedes Victoria Villagra Alvarado. Refiere haber contraído
matrimonio civil con don Luis Roberto Tapia Salinas el diez de agosto del año mil novecientos ochenta y cinco por
ante la Municipalidad de Santiago de Surco; que en fecha treinta de enero del año mil novecientos noventa y dos
fallece su esposo en el distrito de Jesús María, habiendo ilegalmente instituido heredero mediante testamento; que
a mediados del año mil novecientos ochenta y ocho a consecuencia que su esposo había sufrido un derrame
cerebral, su hermano Jorge Tapia Salinas demandó la interdicción civil de su esposo, habiendo sido nombrado
curador judicial; que desde aquella época su hermano empezó a hacer abuso de su cargo, llegando a interponer
demanda de divorcio en su contra por la causal de abandono del hogar conyugal, en mérito a una simple
constancia policial, con el afán de desposeerla de los bienes que tenía conjuntamente con su esposo dentro de la
sociedad conyugal, que dicho proceso se encuentra actualmente concluido al haberse extinguido la acción de
divorcio quedando firmes sus derechos como viuda de su difunto esposo. Que, en el año mil novecientos noventa y
tres en pleno proceso de divorcio, su esposo inició un procedimiento de declaratoria de herederos, el mismo que
tiene sentencia consentida no habiendo tomado conocimiento de dicho procedimiento, la misma que deviene en
nula. Agrega que su difunto esposo le otorgó (a la hoy demandante) testamento inscrito en Registros Públicos con
fecha anterior a su matrimonio civil, no obstante con posterioridad, en plena vigencia de su matrimonio revocó su
testamento a favor de su sobrina nieta Mercedes Victoria Villagra Alvarado, la misma que también deviene en
nula; Segundo: Que, admitida la demanda y tramitada la misma conforme a su naturaleza y estado, valoradas las
pruebas y compulsados los hechos expuestos por las partes, por sentencia de primera instancia de fecha veintiuno
de octubre del año dos mil tres se declara fundada la demanda, concluyendo el a quo básicamente que el vínculo
matrimonial entre la hoy demandante y Luis Roberto Tapia Salinas, no había quedado disuelto, por cuanto si bien
existía un proceso de divorcio por la causal de abandono, la sala de vista resolvió declarar extinguida dicha acción
al establecer que el entroncamiento de la demandante con su cónyuge era la de cónyuge sobreviviente, siendo por
tanto, heredera forzosa de su causante en aplicación del artículo 724 del Código Civil; Tercero: Que, por su parte,
la Sala Superior, mediante resolución de fecha ocho de noviembre del año dos mil cuatro revoca la apelada y
reformándola la declara improcedente; que al ser materia de recurso de casación, esta Suprema Sala mediante
sentencia casatoria de fecha veinticuatro de julio del año dos mil seis, declara fundado el recurso y dispone que la
sala revisora expida nueva resolución, debiendo determinar específicamente si se materializan las condiciones para
la configuración de la sanción prevista por el legislador, esto es, la pérdida de los derechos hereditarios que le
corresponden a aquel cónyuge que atribuyéndosele y probándose su culpabilidad, ha causado la separación
permanente de su contraparte, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 343 del Código Civil; Cuarto: Que,
devueltos nuevamente los autos, la Sala Superior mediante sentencia de fecha treinta de abril del año dos mil
nueve revoca la sentencia de primera instancia que declara fundada la demanda y reformándola la declara
infundada, estableciendo básicamente que los dos presupuestos que exige el artículo 343 del Código Civil para la
pérdida de los derechos hereditarios, esto es, la separación atribuible a uno de los cónyuges y que dicha
separación sea por su culpa, se encontraban probadas. En cuanto al primer presupuesto, la separación de uno de
los cónyuges se acredita del proceso judicial sobre alimentos seguido por la demandante, acción que al ser
declarada infundada se estableció que la recurrente había incurrido en la causal de abandono de hogar, además,
de la demanda de divorcio seguida por Jorge Tapia Salinas (curador judicial de don Luis Roberto Tapia Salinas)
contra la recurrente por la causal de abandono injustificado del hogar conyugal, si bien dicho proceso fue anulado
por sentencia de vista, no obstante, ello fue por una cuestión de forma al haber fallecido el demandante en dicho
proceso y luego que mereciera sentencia estimatoria en primera instancia. En cuanto al segundo presupuesto, la
Sala establece que la culpa se configura con el abandono del hogar conyugal realizado por doña Ítala Cecilia
Román Romero de Tapia, tanto más si por este hecho se le privó del derecho a una pensión alimenticia
demandada por esta última. Quinto: Que, analizados los argumentos de la causal por vicios in iudicando declarada
procedente, esta Suprema Sala debe establecer las siguientes precisiones: a la data del fallecimiento del causante
Luis Tapia Salinas, el vínculo matrimonial con la demandante Ítala Cecilia Román Romero, seguía manteniendo
vigente sus efectos legales al no obrar en autos medio instrumental alguno por la que se acredite la disolución de
dicho matrimonio civil; en el sentido descrito, si bien en autos se evidencia la existencia de un proceso de divorcio
por la causal de abandono injustificado del hogar conyugal llevado a cabo entre las partes, no obstante, el proceso
de divorcio pretendido no concluyó con sentencia firme al quedar extinguida la acción de divorcio, por haberse
acreditado que encontrándose en plena tramitación dicha causa, el demandante dejó de existir, lo que implicaba
que el proceso de divorcio carecía de objeto al contener un petitorio física y jurídicamente imposible; Sexto: Que,
en el contexto descrito, cuando el artículo 343 del Código Civil [1] establece que el cónyuge culpable de la
separación perderá los derechos hereditarios que le corresponden, debe entenderse que dicha separación de
cuerpos deberá encontrarse acreditada mediante una sentencia judicial firme, más aún, si los efectos de la
separación de cuerpos que establece el artículo 332 del Código Civil sobre suspensión de los deberes relativos al
lecho y habitación y finalización del régimen patrimonial de sociedad de gananciales, no serían legalmente posibles,
sin la existencia de pronunciamiento del órgano jurisdiccional correspondiente que emita sentencia en esos
términos, situación que en el caso de autos no se llega a tratamiento acorde con los hechos expuestos por las
partes, en concordancia con las pruebas valoradas en el proceso, pues no debe perderse de vista que se
encuentran en juego de manera ineludible el derecho de familia y el derecho hereditario o sucesorio, por tanto,
debe partirse de que la regla general es que los cónyuges se heredan recíprocamente (artículo 825 del Código
Civil [2]), de donde surge como pauta interpretativa fundamental que la pérdida de la vocación hereditaria no es
más que una excepción, que como toda excepción debe tener alcances restrictivos; en efecto, si bien el texto del
artículo 343 del Código Civil hace alusión a la existencia del cónyuge culpable para efectos de la pérdida de los
derechos hereditarios, no obstante, este aspecto subjetivo de la culpabilidad debe fundarse en las causas que
determinaron dicha separación, es decir, en la culpa de la conducta incurrida que impidió la continuidad de la
convivencia conyugal; Octavo: Que, en autos, si bien se encuentra acreditada la existencia del proceso de divorcio
por la causal de abandono injustificado del hogar conyugal promovido por el de cujus en contra de la demandante,
y no obstante haber obtenido sentencia favorable en primera instancia, debe quedar claro que la culpabilidad de la
cónyuge supérstite no pudo ser probada de manera plena en los términos que propone el artículo 123 del Código
Procesal Civil [3], no solo por la no existencia de alguna sentencia firme que así lo declare, sino porque
encontrándose pendiente de pronunciamiento jurisdiccional del superior en grado, dicha decisión bien pudo ser
confirmada, revocada o en su caso declarada nula por el Juez Superior; ahora bien, frente a este juego de
probabilidades, esta Suprema Sala no puede ni debe extraer conclusiones a priori, por más que exista una decisión
judicial en primera instancia a favor del de cujus, pues para que una decisión se repute justa y conforme a derecho
debe tener la posibilidad de que las pruebas examinadas en primera instancia deban ser valoradas por un órgano
revisor, a fin de no dejar en estado de indefensión a una de las partes en su legítimo derecho de intentar revertir en
sede superior la decisión que le fuera negada en primera instancia, además, de que se le estaría negando el
derecho a la pluralidad de instancia, que como derecho constitucional persigue que lo resuelto por un juez de
primera instancia pueda ser revisado por un órgano funcionalmente superior, y de esa manera se permita que lo
resuelto por aquel, cuando menos, sea objeto de un doble pronunciamiento jurisdiccional, a fin de satisfacer un fallo
fundado en derecho; Noveno: Por consiguiente, las causas que determinaron la separación de hecho en el caso
concreto, no pudieron ser establecidos al no verificarse si la recurrente fue la causante de la separación, porque
hubiese perpetuado un abandono voluntario, malicioso e injustificado del hogar, como causal apta para el divorcio,
ello con la finalidad de establecer su culpabilidad a los efectos de que recaiga sobre esta última el castigo,
consistente en privarla del derecho hereditario; Décimo: Que, en consecuencia, encontrándose debidamente
acreditado en autos las preces de la demanda incoada, conforme a los fundamentos expuestos en la sentencia de
primera instancia que esta Suprema Sala hace suyos y estando a los medios probatorios merituados de manera
conjunta por el juez de la causa a tenor de lo dispuesto en el artículo 197 del Código Procesal Civil, es menester
amparar la demanda; Décimo Primero:Por tanto, habiendo la sala de mérito interpretado erróneamente el artículo
343 del Código Civil, corresponde declarar fundado el recurso de casación. Por estas consideraciones y en
aplicación del artículo 396 del Código Procesal Civil: Declararon: FUNDADO el recurso de casación interpuesto por
Ítala Cecilia Román Romero de Tapia, CASARON la sentencia de vista de folios mil quinientos noventa y ocho, su
fecha treinta de abril del año dos mil nueve, en consecuencia NULA la misma; y actuando como órgano de
mérito: CONFIRMARON la sentencia apelada de folios mil noventa y ocho, su fecha veintiuno de octubre del año
dos mil tres que declara fundada la demanda incoada;DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano bajo responsabilidad; en los seguidos por Ítala Cecilia Román Romero de Tapia contra
Jorge Tapia Salinas y otros sobre Petición de Herencia y otros; y los devolvieron. Ponente Señor Palomino García,
Juez Supremo.

SS. CAROAJULCA BUSTAMANTE, PALOMINO GARCÍA, MIRANDA MOLINA, ARANDA RODRÍGUEZ,


VALCÁRCEL SALDAÑA

(El Peruano, 30/06/2011, pp. 30372-30373).


CASACIÓN 5079-2007-LIMA

Divorcio por causal: Puede ampararse el divorcio por causal de adulterio y separación de cuerpos
El cónyuge culpable causante del decaimiento del vínculo matrimonial, con su conducta puede infringir uno o
más deberes consustanciales al matrimonio, los que están reflejados en las causales previstas en el artículo
333 del Código Civil, siendo ello así, nada impide accionar conjuntamente por una o más causales de divorcio,
más aún si legislativamente no se prohíbe ello. Por tal razón, al amparar el divorcio por la causal de adulterio y
separación de hecho no se vulnera el debido proceso.

CASACIÓN N° 5079-2007-LIMA.

Lima, quince de abril del dos mil ocho. LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA; con los acompañados; vista la causa número cinco mil setenta y nueve - dos mil siete, en audiencia
pública de la fechas y producida la votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL
RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por el demandante Sixto Benito Meza Quiñones, contra la
resolución de vista, su fecha nueve de agosto del dos mil siete, corriente a fojas quinientos treinta y ocho, expedida
por la Sala Civil Permanente de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima, que confirma los extremos
apelados de la sentencia de fojas cuatrocientos noventa y siete, de fecha treinta de enero del dos mil siete, en
cuanto declaró fundada la reconvención de divorcio por la causal de adulterio y fijó un monto indemnizatorio a favor
de la reconviniente, y la revoca en cuanto al monto indemnizatorio y reformándola lo fija en diez mil nuevos soles; y
aprueba la misma en el extremo consultado, que declara fundada la demanda por separación de hecho y en
consecuencia disuelto el vínculo matrimonial y fenecida la sociedad de gananciales, con lo demás que contiene. 2.
FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante la
resolución de fojas diecinueve del cuadernillo de casación, de fecha diecinueve de noviembre del dos mil siete, se
ha declarado procedente el recurso de casación solo por la causal del inciso 3 del artículo 386 del Código Procesal
Civil, referida a la contravención del artículo 139 inciso 5 de la Constitución, aduciendo que el Colegiado Superior
no ha motivado la sentencia que declaró fundado el divorcio por dos causales distintas y excluyentes. 3.
CONSIDERANDOS: Primero: Que, el A quo –entre otros– declaró fundada la demanda de divorcio por la causal
de separación dehecho y también declaró fundada la reconvención de divorcio por la causal de adulterio, contra
esta decisión el actor apeló solo sobre el extremo que ampara la reconvención, y la sentencia de vista –entre otros–
confirma la sentencia apelada en el extremo que declara fundada la reconvención de divorcio por la causal de
adulterio, y aprueba la consulta en cuanto declara fundada la demanda de divorcio por separación de
hecho. Segundo: El recurrente en casación, invocando la causal de contravención a las normas que garantizan el
derecho a un debido proceso, alega que no debió haberse amparado la reconvención de divorcio por causal de
adulterio, porque previamente se había declarado fundada su demanda de divorcio por separación de hecho, no se
puede declarar el divorcio por dos causales. Tercero: Es requisito de fondo de la reconvención, que debe guardar
conexión con la relación jurídica invocada en la demanda, conforme lo prescribe el segundo párrafo del artículo 445
del Código Procesal Civil[1]. En este caso, la demanda de divorcio se sustenta en la causal de reparación de
hecho, mientras la reconvención se sustenta en la causal de adulterio. Ambas acciones guardan conexión, porque
tienen por objeto la disolución del vínculo matrimonial, por lo que la reconvención interpuesta satisface él requisito
señalado. Cuarto: En la audiencia de conciliación de fojas ciento treinta y cinco, se fijaron como puntos
controvertidos, por un lado, la pretensión de divorcio por causal de separación de hecho; y la exoneración de
alimentos que percibe la cónyuge demandada; por otro lado, la reconvención de divorcio por la causal de adulterio
y, si esta ha caducado, una indemnización por daño moral. Puntos controvertidos que no fueron cuestionados por el
ahora recurrente. Quinto: Que, de otro lado, por la institución del divorcio uno o ambos cónyuges de acuerdo a ley
pueden acudir al órgano jurisdiccional a fin de que se declare la disolución del vínculo matrimonial entre ellos,
conforme es de entenderse del artículo 384 del Código Civil, concordado con los artículos 349, 333 y 354 de ese
mismo texto normativo. [2]Sexto: Que, el divorcio por causal de separación de hecho puede ser interpuesto por
cualquiera de los cónyuges lo que se busca es solucionar una situación conflictiva por el quebrantamiento
injustificado y permanente del deber de cohabitación. A esta causal de divorcio doctrinariamente se le ha
denominado divorcio remedio que reposa en su aspecto objetivo, sin embargo, en nuestro ordenamiento civil –
debido a nuestro contexto social– está concebido no solo desde el aspecto objetivo (la separación de hecho), sino
también reposa en el ámbito subjetivo, pues en su análisis y aplicación el juez está obligado a determinar al
cónyuge culpable de la separación injustificada a efectos de establecer las medidas de protección a favor del
cónyuge perjudicado, análisis en el cual debe determinarse las causas o razones que motivaron la separación
(abandono injustificado, violencia doméstica, adulterio, etc.). Consecuentemente la causal de divorcio por
separación de hecho legislativamente es una de naturaleza mixta, pues contempla características objetivas del
sistema divorcio remedio y subjetivas del sistema divorcio sanción. Sétimo: Que, mientras que la causal de divorcio
por adulterio es una de naturaleza subjetiva o inculpatoria, consistente en la violación deliberada del deber de
fidelidad por el hecho de mantener una relación sexual extramatrimonial, esta causal solo puede ser ejer-citada por
el cónyuge agraviado; doctrinariamente se le ha denominado divorcio sanción, ya que las consecuencias del
divorcio por esta causal se reflejan en el recorte de ciertos derechos del cónyuge culpable, tales como la pérdida al
derecho de heredar, la pérdida de los gananciales, entre otros. Octavo: Que, es un hecho que las causales de
divorcio antes analizadas son diferentes, no obstante ello, comparten ciertos elementos comunes; pues el sistema
mixto consagrado, en nuestra legislación civil, en la causal de divorcio por separación de hecho también es materia
de debate la culpabilidad del cónyuge causante de la violación del deber de cohabitación; al igual que en la causal
de adulterio donde se busca al cónyuge culpable de la violación del deber de fidelidad. Asimismo, en cuanto al
cónyuge culpable los efectos de la declaración de divorcio por ambas causales son similares, toda vez que así se
infiere de lo establecido en el último párrafo del artículo 345 -A del Código Civil, concordado con los artículos 351,
352 y 353 del Código Civil[3]. En ese sentido, se puede evidenciar que si bien las causales de divorcio antes
aludidas son diferentes, sin embargo, no son excluyentes. Noveno: Además, se debe tener en cuenta el hecho que
los cónyuges, moral y jurídicamente, están sujetos a determinadas reglas o deberes que posibilitan la vida en
común, tales como el de cohabitación, fidelidad, asistencia y demás establecidos en el Código Civil. En ese
contexto de recíproco respeto y fiel cumplimiento de las obligaciones matrimoniales, el cónyuge culpable causante
del decaimiento del vínculo matrimonial, con su conducta es pasible de infringir uno o más deberes consustanciales
al matrimonio, deberes que se encuentran reflejados en las causales previstas en el artículo 333 del Código Civil,
siendo ello así, nada impide accionar conjuntamente (al demandarse) o sucesivamente (con motivo de la
reconvención) por una o más causales de divorcio, más aún si legislativamente no se ha establecido su
exclusión. Décimo: Por las razones expuestas, las instancias de mérito al emitir decisión por ambas causales de
divorcio antes aludidas, en modo alguno han contravenido las normas que garantizan el derecho a un debido
proceso, específicamente el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales, pues se ha emitido
pronunciamiento sobre todas las cuestiones puesta a debate las mismas que no son excluyentes. 4.
DECISIÓN: Por estas consideraciones, no habiéndose configurado la causal denunciada, de conformidad con lo
dispuesto por el artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon: a) INFUNDADO el recurso de casación de fojas
quinientos cuarenta y ocho, interpuesto [por] Sixto Benito Meza Quiñones; en consecuencia NO CASAR la
sentencia de vista de fojas quinientos treinta y ocho, su fecha nueve de agosto de dos mil siete, emitida por la Sala
Permanente de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima. b) CONDENARON al recurrente al pago de la
multa de una Unidad de Referencia Procesal, así como al de las costas y costos originados en la tramitación del
presente recurso. c) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución el diario oficial El Peruano; en los
seguidos contra Gladys Victoria Soto Fon, sobre divorcio por causal; intervino como Vocal Ponente el Señor
Miranda Canales; y los devolvieron.

SS. CAROAJULCA BUSTAMANTE, MIRANDA CANALES, MIRANDA MOLINA, VALERIANO BAQUEDANO

LOS FUNDAMENTOS DEL VOTO DEL SEÑOR SÁNCHEZ-PALACIOS PAIVA SON COMO SIGUE: Y
CONSIDERANDO: Primero: El A Quo en la sentencia de fojas cuatrocientos noventa y siete, de fecha treinta de
enero del dos mil siete, declaró fundada la demanda de divorcio por la causal de separación de hecho, y la
pretensión accesoria de exoneración de la pensión alimenticia; y también declaró fundada la reconvención de
divorcio por la causal de adulterio, y fundada la reconvención en el extremo de indemnización por daño moral, la
que fijó en la suma de diez mil dólares americanos. El actor apeló de los extremos de la Sentencia que ampara la
reconvención y la Sentencia de Vista de fojas quinientos treinta y ocho, su fecha nueve de agosto del dos mil siete,
se pronuncia sobre el extremo apelado y lo confirma en cuanto declara fundada la reconvención de divorcio por la
causal de adulterio, y la revoca en cuanto al monto indemnizatorio el que fija en moneda nacional; y aprueba la
consultada que declara fundada la demanda de divorcio por separación de hecho y exoneración de alimentos; con
lo demás que contiene. Segundo: El recurrente alega que no debió haberse amparado la reconvención de divorcio
por la causal de adulterio, porque previamente se había declarado fundada su demanda de divorcio por separación
de hecho, y sostiene que no se puede declarar el divorcio por dos causales excluyentes. Tercero: Es requisito de
fondo de la reconvención, que debe guardar conexión con la relación jurídica invocada en la demanda, conforme lo
prescribe el segundo párrafo del artículo 445 del Código Procesal Civil. En este caso, la demanda se sustenta en la
causal de separación de hecho, que la doctrina conoce como el “divorcio remedio”, mientras la reconvención se
sustenta en la causal de adulterio, que en doctrina se clasifica como una de las causales del “divorcio sanción”.
Ambas acciones guardan conexión, porque tienen por objeto la disolución del vínculo matrimonial, por lo que la
reconvención interpuesta satisface el requisito señalado. Cuarto: En la Audiencia de conciliación de fojas ciento
treinta y ocho, se fijaron como puntos controvertidos, por un lado, la pretensión de divorcio por la causal de
separación de hecho, y la exoneración de alimentos que percibe la cónyuge demandada; y por otro lado, la
reconvención de divorcio por la causal de adulterio y, si esta ha caducado, una indemnización por daño moral. El
ahora recurrente no impugnó la determinación de los puntos controvertidos. Quinto: La sentencia de vista en su
sexta motivación señala, que si bien es cierto las partes se encuentran separadas de hecho, no lo es menos la
vigencia del vínculo matrimonial, con el deber de fidelidad, el que se ha vulnerado al procrear el actor un hijo fruto
de una relación extramatrimonial. Sexto: Tratándose de una demanda de divorcio fundada en varias “causales
sanción” es posible declararla fundada en todos sus extremos; cuando se demanda divorcio y se reconviene
divorcio por causales “sanción”, solo se puede determinar un cónyuge culpable, por lo que será fundada la
demanda o la reconvención, según se acredite, o ambas infundadas. Cuando, como en este caso, se demanda
divorcio por separación de hecho, que corresponde al divorcio “remedio” y se reconviene por una causal del
divorcio “sanción”, ambas no pueden ser fundadas, por lo que se evidencia incongruencia. Sétimo: Es evidente que
primero debe resolverse la causal de divorcio “sanción” pues por su naturaleza importa una determinación de
responsabilidad, y solo si no fuera probada y por lo tanto infundada, se pasará a resolver la causal del divorcio
“remedio”, en la que se trata de declarar una situación de hecho existente. Octavo: Es indiferente que la pretensión
de divorcio por la causal de adulterio se formule vía reconvención, pues como bien señala el artículo 445, ya citado,
la demanda y la reconvención se tramitan conjuntamente y se resuelven en sentencia. Es indiferente
también que una de las partes no haya apelado, pues por mandato legal, la sentencia de divorcio es elevada en
consulta, por lo que la Sala de revisiones tiene total competencia para pronunciarse. Por estas consideraciones y
en aplicación del numeral 2.1 inciso 2 del artículo 396 del Código Procesal Civil: MI VOTO es porque se
declare FUNDADO[] el recurso de casación de fojas quinientos cuarenta y ocho, interpuesto por don Sixto Benito
Meza Quiñones en consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas quinientos treinta y ocho su fecha nueve de
agosto del dos mil siete; ORDENANDO que la Sala de Familia de la Corte Superior de Lima expida nueva
sentencia, con arreglo a los considerandos precedentes. En los seguidos con doña Gladys Victoria Soto Fon y el
Ministerio Público sobre divorcio. Lima, quince de abril del dos mil ocho.

S. SÁNCHEZ- PALACIOS PAIVA


CAS 1015-00-LIMA
Separación de cuerpos: Tenencia

Cuando los padres se encuentren separados de hecho, la tenencia de los niños y adolescentes se
determinará de común acuerdo con ellos, y en caso de no existir acuerdo la tenencia se resolverá
judicialmente, teniendo siempre en consideración el interés superior del niño y adolescente
respecto a sus derechos, siendo este interés un principio que garantiza la satisfacción de los
derechos del menor y que deberá estar presente en el primer lugar en toda decisión que afecte al
niño o adolescente.

CAS. Nº 1015-00 LIMA

Lima, 23 de octubre del 2000.

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República; con el acompañado, en la causa vista
en Audiencia de la fecha, emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por don Martín Alfredo Aguayo Risco contra la sentencia de vista de
fojas 1263, su fecha 11 de enero del presente año, que revocando la sentencia apelada de fojas 1162, su fecha 19
de octubre de 1999, declara fundada la demanda de tenencia interpuesta por doña Rosa Elvira Costa Luque, e
infundada la demanda de tenencia interpuesta por don Martín Alfredo Aguayo Risco, con lo demás que contiene.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

La Sala mediante resolución de fecha 30 de mayo del presente año ha estimado procedente el recurso de casación
por la causal contenida en el inciso 3° del articulo 386 del C.P.C., sustentada en que la impugnada transgrede el
principio contenido en el artículo VIII del Título Preliminar del Texto Unico Ordenado del Código de los Niños y
Adolescentes, que consagra el interés Superior del Niño, por cuanto no considera la necesidad del orden jurídico y
social de proteger al menor tanto en su integridad física como emocional al momento de resolver controversia, y
porque en el caso concreto no se trata de analizar las edades de los menores para determinar si deben permanecer
con la madre o con el padre por razón de sexo, transgrediéndose también el inciso 2° del artículo 2 de la
Constitución que establece que es derecho de toda persona a la igualdad ante la ley razón por la cual no puede ser
discriminado, entre otras causas, por razón de sexo.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, el artículo I del Título Preliminar del C.P.C. establece que toda persona tiene derecho a la tutela
jurisdiccional efectiva para el ejercicio de sus derechos e intereses, con sujeción a un debido proceso.

Segundo.- Que, los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes, producir
certeza en el Juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones de acuerdo con lo dispuesto
en el artículo 188 del Código acotado.

Tercero.- Que, la sentencia exterioriza una decisión jurisdiccional del Estado, consta en un instrumento público y es
la materialización de la tutela jurisdiccional que llena su función al consagrar un derecho mediante una declaración
firme de que la relación sustancial discutida se encuentra en los presupuestos legales abstractos. Para arribar a la
conclusión definitiva, que se materializa en el fallo, el juzgador valora en forma conjunta todos los medios
probatorios, utilizado su apreciación razonada.

Cuarto.- Que, en el presente caso tanto la demandante como el demandado pretenden que judicialmente se les
otorgue la tenencia de los menores Martín y Romina Aguayo Costa, quienes en la actualidad se encuentran
viviendo con su padre, el accionante, en consecuencia, para su dilucidación resultan de aplicación las disposiciones
conferidas en el Código de los Niños y Adolescentes, atendiendo al principio que la norma especial prevalece sobre
la general, con aplicación supletoria de las normas que regulan el C.P.C.

Quinto.- Que, la patria potestad es el conjunto de derechos que confiere la ley a los padres sobre la persona y los
bienes de sus hijos menores con la finalidad, entre otras, de educarlos y protegerlos, siendo la tenencia un atributo
de la patria potestad.
Sexto.- Que, en ese sentido, cuando los padres se encuentren separados de hecho, la tenencia de los niños y
adolescentes se determinará de común acuerdo con ellos, y en caso de no existir acuerdo la tenencia se resolverá
judicialmente conforme lo prescriben los artículos 89 y 92 del Código de los Niños y Adolescentes teniendo siempre
en consideración el interés superior del niño y adolescente respecto a sus derechos, estando al principio recogido
en el artículo VIII del Título Preliminar del Código anotado.

Sétimo.- Que, el interés superior es un principio que garantiza la satisfacción de los derechos del menor y como
estándar jurídico implica que dicho interés deberá estar presente en el primer lugar en toda decisión que afecte al
niño o adolescente.

Octavo.- Que, el ejercicio de la tenencia por uno de los padres no es un mero derecho subjetivo que tiene sobre
sus hijos menores sino un complejo indisoluble de deberes y derechos que se expresa en una función a ellos
encomendada, para lo cual no sólo deben valorarse las características, aptitudes o habilidades positivas del padre
o de la madre, sino también factores externos regulados en nuestra ley positiva, como que el hijo deberá
permanecer con el padre o madre con quien convivió un tiempo mayor, siempre que le favorezca, además de
atender a la edad y al sexo del hijo.

Noveno.- Que, la sentencia de vista impugnada para disponer que la demandante ejerza la tenencia de sus dos
menores hijos Martín y Romina Aguayo Costa, se sustenta en las edades de los menores -7 y 5 años
respectivamente- para concluir requieren ineludiblemente de la presencia materna, si embargo no evalúan los
demás factores mencionados en el considerando precedente, pues no se valora en forma conjunta todos los
medios probatorios, interpretando parcialmente y no en su verdadera dimensión el interés superior de los menores
cuya tenencia pretenden los sujetos procesales, con evidente infracción del principio invocado, lo que acarrea la
nulidad de la impugnada en aplicación del artículo 122 del C.P.C.

Décimo.- Que, asimismo, debe tenerse que al haberse señalado en la recurrida, que por la corta edad de los
menores éstos requieren de la presencia materna, implícitamente ha vulnerado la disposición constitucional
contenida en el inciso 2° del artículo 2 de nuestra Carta Magna, siendo también dicha infracción causal de nulidad.

SENTENCIA:

Que estando a las conclusiones arribadas, de conformidad con el dictamen fiscal, y en aplicación de lo dispuesto
por el numeral 2.1 del inciso 2 del artículo 396 del C.P.C., declararonFUNDADO el recurso de casación interpuesto
por don Martín Alfredo Aguayo Risco, en consecuencia NULA la resolución de vista de fojas 1263, su fecha 11 de
enero del presente año,ORDENARON que la Sala Especializada de Familia de la Corte Superior de Justicia de
Lima expida nueva resolución con arreglo a los considerandos precedentes, en los seguidos por doña Rosa Elvira
Costa Luque sobre tenencia, DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano; bajo responsabilidad, y los devolvieron.

SS. PANTOJA, IBERICO, OVIEDO DE A., CELIS, ALVA.


CAS 1120-2002-PUNO
Separación de cuerpos: Causal de separación de hecho

La separación de hecho es la interrupción de la vida en común de los cónyuges, que se produce por
voluntad de uno de ellos o de ambos, cuando ya se ha producido la desunión por decisión unilateral
o conjunta, la naturaleza de esta causal no se sustenta en la existencia de un cónyuge- culpable y
de un cónyuge-perjudicado y, a través de esta causal es posible que el accionante funde su
pretensión en hechos propios. Cualquiera de los cónyuges puede de manera irrestricta actuar como
sujeto activo en una acción conforme a esta causal, ya que no esta limitada por la ley.

CAS. Nº 1120-2002 PUNO

DIVORCIO POR CAUSAL.

Lima, diez de enero del dos mil tres.-

LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA; Vista la causa


número mil ciento veinte - dos mil dos, con el acompañado; en Audiencia Pública de la fecha y producida la
votación con arreglo a ley, emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto a fojas ciento dieciséis por doña Roxana
Benito López contra la resolución de vista de fojas ciento diez expedida por la Sala Civil de la Corte Superior de
Puno el trece de marzo del dos mil dos, que, Desaprueba la sentencia consultada que declara Fundada la demanda
interpuesta por la recurrente sobre Divorcio por Causal de Separación de Hecho; Reformándola declararon
improcedente la referida demanda;

FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Por resolución de esta Sala Suprema del veintinueve de mayo del dos mil dos
se declaró procedente el recurso por la causal prevista en el inciso primero del artículo trescientos ochentiséis del
Código Procesal Civil, sustentada en que se han interpretado erróneamente el artículo trescientos treintitrés inciso
décimo segundo y el artículo trescientos cuarenticinco-A del Código Civil, al señalar el Superior que esta acción
sólo puede ser accionada por el cónyuge que abandonó el hogar y no por el perjudicado, lo que es erróneo porque
la primera parte del inciso décimo segundo del artículo trescientos treintitrés, se refiere a la separación de hecho de
los cónyuges y no del cónyuge, por lo que cualquiera de ellos puede accionar; que la indemnización precisada en el
artículo trescientos cuarenticinco-A se refiere al padre demandante cuando éste ha sido la persona que ha
ocasionado el perjuicio y se encuentra al día en el pago de sus obligaciones alimentarias u otras pactadas, y, no
cuando la madre alimentista es la demandante, por lo que lo resuelto atenta contra el derecho a la igualdad ante la
ley consagrado, principio consagrado por el artículo dos de la Constitución Política del Estado;

CONSIDERANDO: Primero.- Que, la Ley Número veintisiete mil cuatrocientos noventicinco -vigente desde el día
ocho de julio del año dos mil uno- incorpora el inciso décimo segundo al artículo trescientos treintitrés del Código
Civil, el mismo que prevé la separación de hecho como una nueva causal de separación de cuerpos y subsecuente
divorcio; Segundo.- Que, el plazo previsto para la separación de hecho es de un período ininterrumpido de dos
años, plazo que será de cuatro años si los cónyuges tuviesen hijos menores de edad. En estos casos no será de
aplicación lo dispuesto en el artículo trescientos treinticinco del Código Civil; Tercero.- Que, la Primera de las
Disposiciones Complementarias y Transitorias de la Ley Número veintisiete mil cuatrocientos noventicinco precisa
que ésta Ley se aplica inclusive a las separaciones de hecho existentes al momento de su entrada en
vigencia; Cuarto.- Que, como se advierte, el objeto de la Ley acotada es precisamente el no limitar la capacidad de
accionar a ninguno de los cónyuges. Que, si bien el primer párrafo del artículo trescientos cuarenticinco-A del
Código Civil, señala que para incoar esta acción quien demanda deberá acreditar que se encuentra al día en el
pago de sus obligaciones alimentarias u otras que hayan sido pactadas por los cónyuges de mutuo acuerdo, es
preciso acotar que esta norma le impone una restricción a aquél obligado que pretenda incoar la
demanda; Quinto.- Que, es de verse de autos que la demanda se interpuso en el mes de julio del año dos mil uno
y que el A-quo estableció en su sentencia que la Sociedad Conyugal en conflicto tiene un hijo menor de edad y la
existencia de una separación de hecho desde el año mil novecientos noventisiete, por lo que acogió la pretensión
demandada; Sexto.- Que, el Colegiado Superior considera que sólo puede accionar quien propicia la interrupción
de la convivencia conyugal, interpretando así el Ad-quem el incisos décimo segundo del artículo trescientos
treintitrés y el artículo trescientos cuarenticinco-A del Código Civil; Sétimo.- Que, al respecto debe hacerse las
siguientes precisiones; en primer lugar la separación de hecho es la interrupción de la vida en común de los
cónyuges, que se produce por voluntad de uno de ellos o de ambos; en segundo término, que ya se haya producido
la desunión por decisión unilateral o conjunta, la naturaleza de esta causal no se sustenta en la existencia de un
cónyuge- culpable y de un cónyuge-perjudicado y en tercer lugar, que a través de esta causal es posible que el
accionante funde su pretensión en hechos propios, pues en este caso expresamente no resulta aplicable el artículo
trescientos treinticinco del Código Civil; Octavo.- Que, por consiguiente ni el inciso décimo segundo del artículo
trescientos treintitrés ni el artículo trescientos cuarenticinco-A del Código Civil limitan la acción de Divorcio
únicamente a quien unilateralmente haya invocado la separación de hecho. Por consecuencia han sido
interpretadas en forma errónea las referidas normas; Noveno.- Que, conforme a lo expuesto cualquiera de los
cónyuges puede de manera irrestricta actuar como sujeto activo en una acción conforme a la causal bajo estudio;
más aún si tenemos en cuenta que ambos cónyuges disfrutan de igualdad ante la ley, no pudiendo ser
discriminados por ninguna razón, según lo contempla el inciso segundo del artículo dos de la Constitución Política
del Estado; Décimo.- Que, configurándose la causal prevista en el inciso primero del artículo trescientos
ochentiséis del Código Procesal Civil y estando a lo dispuesto en el inciso primero del artículo trescientos
noventiséis de ese mismo Código, declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto a fojas ciento
dieciséis, en consecuencia NULA la resolución de vista de fojas ciento diez, su fecha trece de marzo del dos mil
dos; y Actuando en Sede de InstanciaAPROBARON la sentencia elevada en consulta; DISPUSIERON se publique
la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos por doña Roxana Benito López con don
Wilfredo Molina Bustinza, sobre Divorcio por Causal de Separación de Hecho; y los devolvieron.

SS. ECHEVARRIA ADRIANZEN; MENDOZA RAMIREZ; AGUAYO DEL ROSARIO; LAZARTE HUACO; PACHAS
AVALOS
CAS 112-01-LIMA
Separación de cuerpos: Caducidad en causal de violencia física

Resulta improcedente el extremo de la demanda de divorcio por la causal de violencia física, al


haber sido interpuesta a los 6 meses de producida la causa, es decir, fuera del plazo de caducidad,
no pudiendo considerarse, para efectos del computo del plazo, la fecha de la expedición de la
sentencia penal condenatoria por el delito de lesiones.

CAS. Nº 112-01 LIMA

Lima, 17 de agosto del 2001.

DICTAMEN N° 1362001-FSC-MP, señor Presidente: viene para opinión fiscal, el Recurso de Casación interpuesto
a fojas 601 a 607, por don EDGAR JESUS VASQUEZ MIRANDA contra la sentencia de vista de fojas 596 a 597,
que confirmó la apelada de fojas 534 a 540, que declaró Fundada la demanda de divorcio por las causales de
violencia física y abandono injustificado del hogar conyugal, en consecuencia disuelto el matrimonio de don Edgar
Jesús Vásquez Miranda y doña María Justina Jerí Juscamaita. Al respecto, es preciso puntualizar que los artículos
481 y 574 del C.P.C., promulgado mediante Decreto Legislativo N° 768, de fecha 29 de febrero de 1992, establecen
que el Ministerio Público es parte, en los procesos sobre Separación de Cuerpos o Divorcio por causal y en los de
Separación Convencional y Divorcio Ulterior, y como tal, no emite dictamen. Si tenemos en cuenta, que al
promulgarse dicho ordenamiento procesal, se encontraba vigente la Constitución Política de 1979 que en su Art.
188 permitía al Congreso de la República, delegar en el Poder Ejecutivo la facultad de legislar, mediante Decretos
Legislativos y por ende, a través de estos Decretos podía promulgarse, modificarse o derogarse una Ley Orgánica,
lo que significa que el numeral 1) del Art. 85 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, aprobada mediante Decreto
Legislativo N° 052 quedó modificado en el sentido indicado por el C.P.C., que entró en vigencia el 28 de julio de
1993, a tenor del principio general del derecho contenido en el Art. I del Título Preliminar del Código Civil, que
señala que una ley se deroga por otra ley y que la derogación se produce por declaración expresa, por
incompatibilidad entre la nueva ley y la anterior o cuando la materia de ésta es íntegramente regulada por aquélla.
Por las razones antes expuestas la Fiscalía Suprema en lo Civil, DEVUELVE a la Sala de la Presidencia los
actuados para los efectos legales correspondientes. NOTA,- El suscrito se encuentra a cargo del Despacho por
licencia concedida al señor Fiscal Supremo Provisional doctor Héctor Lama Martínez. Lima, 21 de mayo del 2001.
AVELINO GUILLEN JAUREGUI, Fiscal Adjunto Supremo en lo Civil, Encargado del Despacho.

CAS. Nº 112-01 LIMA

Lima, 17 de agosto del 2001.

La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República; vista la causa N° 112-2001; en Audiencia
Pública de la fecha, y producida la votación con arreglo a Ley, emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por don Edgar Jesús Vasquez Miranda contra la sentencia de vista
de fojas 596, su fecha 22 de noviembre del año 2000, expedida por la Sala Especializada de Familia de la Corte
Superior de Justicia de Lima, que confirmando la apelada de fojas 534, su fecha 23 de junio de ese mismo año,
declara fundada la demanda de divorcio de fojas 48 por las causales de violencia física y abandono injustificado del
hogar conyugal, y en consecuencia, declara disuelto el matrimonio que contrajeron don Edgar Jesús Vásquez
Miranda y doña María Justina Jerí Juscamaita, el 24 de mayo de 1974, ante la Municipalidad Provincial de
Huamanga, Departamento de Ayacucho; con lo demás que contiene.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

La Sala mediante Resolución Suprema de fecha 13 de febrero del año 2001, ha estimado procedente el recurso de
casación interpuesto por la causal prevista en el inc. 1° del Art. 386 del C.P.C., referente a la interpretación errónea
del Art. 339 del Código Civil, señalándose que la Sala de mérito ha incurrido en error al considerar que el plazo de
caducidad del divorcio por la causal de violencia física se computa a partir de la fecha que se expide sentencia
condenatoria por este hecho, cuando la Ley establece que el plazo de 6 meses es a partir de producida la causa.

CONSIDERANDO:
Primero.- Que, la causal de sevicia o violencia física se funda en el incumplimiento de uno de los deberes
conyugales como es el deber de asistencia, que tiene sustento ético - moral y en la falta de respeto a la integridad
física del otro cónyuge cuyo sufrimiento no sólo hace mortificante la vida en común, sino que altera gravemente las
relaciones familiares.

Segundo.- Que, a diferencia de lo que sucede con la causal de divorcio por la condena por delito doloso
establecida en el inc. 10° del Art. 333 del Código Civil, en la que se requiere necesariamente la existencia de una
sentencia condenatoria, en la causal de sevicia, no obstante que no hubiera seguido la ación civil o penal
correspondiente.

Tercero.- Que, en ese sentido, el plazo de caducidad en el caso de la causal de divorcio por sevicia o violencia
física debe ser computado a partir de la fecha en que se produce la causal o el hecho que configura la sevicia; no
siendo por ello factible que se interrumpa este plazo por el hecho de que en otra vía se hubiera seguido la acción
correspondiente por las lesiones ocasionadas, por cuanto el Art. 339 del Código Civil contiene un plazo de
caducidad que no admite suspensión o interrupción alguna, tal como lo establece el Art. 2005 del Código Civil.

Cuarto.- Que, en el caso sub materia, la Sala de revisión en la sentencia de vista de fojas 596, que reproduce los
fundamentos de la apelada de fojas 534, ha considerado la fecha de la expedición de la sentencia penal
condenatoria por el delito de lesiones, para efectos del computo del plazo de caducidad de la acción de divorcio por
la causal de sevicia o violencia física; incurriendo por ende en interpretación errónea del segundo párrafo del Art.
339 del Código Civil, que establece que la acción de divorcio por la causal de violencia física caduca a los 6 meses
de producida la causa.

Quinto.- Que, siendo así, y habiéndose incurrido en la causal de interpretación errónea de una norma de derecho
material, corresponde actuar como sede de instancia, resolviendo el caso sub litis, debiéndose por ende declarar
improcedente el extremo de la demanda de divorcio por la causal de violencia física, pues ella ha sido interpuesta
fuera del plazo de caducidad de 6 meses, si se tiene en cuenta que los hechos imputados ocurrieron el 17 de julio
de 1995 y la demanda se interpuso el 13 de mayo de 1997.

Sexto.- Que, no obstante ello, la sentencia apelada mantiene sus efectos en cuanto declara disuelto el vínculo
matrimonial por la causal de abandono injustificado del hogar conyugal, toda vez que este extremo no fue
declarado procedente.

Sétimo.- Que, en consecuencia, corresponde resolver el recurso de casación conforme a lo previsto en el inc. 1°
del Art. 396 del C.P.C.; por las razones expuestas declararon: FUNDADO el Recurso de Casación de fojas 601,
interpuesto por don Edgar Jesús Vásquez Miranda, y en consecuencia, NULA la resolución de vista de fojas 596,
su fecha 22 de noviembre del 2000; y actuando en sede de instancia, REVOCARON la sentencia apelada de fojas
534, su fecha 23 de junio del 2000, en el extremo que declara fundada la demanda de divorcio por la causal de
violencia física, y REFORMÁNDOLA, declararon IMPROCEDENTE dicho extremo; CONFIRMARON la apelada en
cuanto declara fundada la demanda de divorcio por la causal de abandono injustificado del hogar conyugal, con lo
demás que contiene; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los
seguidos por doña María Justina Jerí J. de Vasquez con don Edgar Jesús Vasquez Miranda, sobre Divorcio por
causal; y los devolvieron.

SS. ECHEVARRIA, LAZARTE, ZUBIATE, QUINTANILLA, VASQUEZ.


CAS 1358-05-LIMA
Separación de cuerpos: Indemnización en caso de Perjuicio

El Juez velará por la estabilidad económica del cónyuge que resulte perjudicado por la separación
de hecho, así como la de sus hijos. Deberá señalar una indemnización por daños, incluyendo el
daño personal u ordenar la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal,
independientemente de la pensión de alimentos que le pudiera corresponder. Los juzgadores deben
pronunciarse necesariamente sobre cuál de los cónyuges resulta más perjudicado, de acuerdo a su
apreciación de los medios probatorios en los casos concretos, fijando una indemnización a cargo
de la parte menos afectada, salvo que existan bienes que estime puedan adjudicársele de modo que
compense su mayor perjuicio; debiendo precisarse que en caso de que no se pueda determinar al
cónyuge perjudicado, no existe obligación en el juzgador de fijar indemnización alguna o
adjudicación preferente.

CAS. Nº 1358-05 LIMA. (Publicado 30-10-06)

Lima, cuatro de abril del dos mil seis.-

LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA; vista la causa


número 1358-2005, en Audiencia Pública de la fecha, y producida la votación con arreglo a ley, con lo expuesto en
el Dictamen de la señora Fiscal Suprema en lo Civil, emite la siguiente sentencia;

MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por Mercedes Leonor Chavesta Llontop,
mediante escrito de fojas trescientos doce, contra la sentencia de vista emitida por la Sala Especializada de Familia
de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas doscientos setentiuno, su fecha dieciocho de enero del dos mil
cinco, que confirma la sentencia apelada de fojas ciento cuarenticinco, que declara fundada la demanda de divorcio
interpuesta por Carlos Miguel Rodríguez Palma, con lo demás que contiene;

FUNDAMENTOS DEL RECURSO: Que, el recurso de casación fue declarado procedente por resolución del ocho
de julio del dos mil cinco, por la causal prevista en el inciso primero del artículo trescientos ochentiséis del Código
Procesal Civil, en virtud de lo cual la recurrente denuncia la interpretación errónea del artículo trescientos cuarenta
y cinco - A del Código Civil, incorporado por Ley veintisiete mil cuatrocientos noventa y cinco, pues - señala- la Sala
Superior estaría dando a la norma correctamente elegida un sentido equivocado, haciéndole producir
consecuencias que no resultan de su contenido, dándole una interpretación que no se desprende de su texto o
espíritu, lo cual produce error o equivocación al asumir que: a) para fijarse una indemnización, ésta debe ser pedida
formalmente, y b) en el caso de autos, al haberse acreditado la separación de hecho, no hubo culpa de ninguno de
los cónyuges, considerando erróneamente que en una separación de hecho no hay víctima que resarcir; y,

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, por la institución del divorcio uno o ambos cónyuges de acuerdo a ley pueden acudir al órgano
jurisdiccional a fin de que se declare la disolución del vínculo matrimonial civil existente entre ellos, conforme es de
entenderse del articulo trescientos ochenticuatro del Código Civil, concordado con los artículos trescientos
cuarentinueve, trescientos treintitrés y trescientos cincuenticuatro de ese mismo texto normativo;

Segundo.- Que, en ese marco (descartados los casos en que se solicita el divorcio luego de decretada la
separación de cuerpos), pueden presentarse las siguientes situaciones: 1) que accione el cónyuge perjudicado
alegando que su consorte ha incurrido en causales de inconducta, que se enmarcan dentro de la teoría
denominada del "divorcio - sanción", contempladas en los acápites primero al sétimo y décimo del artículo
trescientos treintitrés del Código Civil; 2) que accione el cónyuge no perjudicado, buscando solucionar una situación
conflictiva, siempre y cuando no se sustente en hecho propio, conforme a los supuestos regulados en los incisos
ocho, nueve y once del artículo trescientos treintitrés citado, enmarcados dentro de la teoría conocida como
"divorcio - remedio"; y, 3) Que accione cualquiera de los cónyuges, en busca de solucionar, al igual que en el caso
anterior, una situación conflictiva, caso que contempla el inciso doce del citado artículo trescientos treintitrés y que
también pertenece a la teoría del "divorcio - remedio", en el que se busca no un culpable, sino enfrentar una
situación en que se incumplen los deberes conyugales, siendo este último caso (el de la separación de hecho)
introducido en nuestro sistema civil mediante Ley veintisiete mil cuatrocientos noventicinco, modificatoria del
artículo trescientos treintitrés del Código Civil. Esta causal busca dar respuesta a un problema social que
corresponde a nuestra realidad ante la existencia de matrimonios fracasados que en la práctica no cumplen con su
finalidad, de acuerdo al artículo doscientos treinticuatro del Código Civil;
Tercero.- Que, sin embargo, en busca de la protección a la familia, la ley establece determinados requisitos para
que pueda entablarse y, en su caso, ampararse la demanda sustentada en tal causal, como es que haya
transcurrido el plazo de dos años sino existen hijos, y cuatro si los hay, la exigencia del cumplimiento de las
obligaciones alimentarias, y la fijación de una indemnización al cónyuge perjudicado o la adjudicación preferente a
su parte de los bienes de la sociedad conyugal independientemente a la pensión de alimentos que pudiera
corresponder,

Cuarto.- Que, en efecto el artículo trescientos cuarenticinco - A del Código Civil, en su segundo y tercer párrafos,
dispone textualmente: "El juez velará por la estabilidad económica del cónyuge que resulte perjudicado por la
separación de hecho, así como la de sus hijos. Deberá señalar una indemnización por daños, incluyendo el daño
personal u ordenar la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal, independientemente de la
pensión de alimentos que le pudiera corresponder. Son aplicables al cónyuge que resulte más perjudicado por la
separación de hecho las disposiciones contenidas en los artículos trescientos veintitrés, trescientos veinticuatro,
trescientos cuarentidós, trescientos cuarentitrés, trescientos cincuentiuno y trescientos cincuentidós, en cuanto
sean pertinentes";

Quinto.- Que, interpretado dicho texto debe precisarse que por lo general todo decaimiento del vínculo matrimonial
implica perjuicio para ambos cónyuges que no lograron consolidar una familia estable; de modo tal que, en
procesos como el de autos, los juzgadores deben pronunciarse necesariamente, aún cuando no se haya solicitado,
cuál de los cónyuges resulta más perjudicado de acuerdo a su apreciación de los medios probatorios en los casos
concretos, fijando una indemnización a cargo de la parte menos afectada, salvo que existan bienes que estime
puedan adjudicársele de modo que compense su mayor perjuicio; debiendo precisarse que en caso de que no se
pueda determinar el cónyuge perjudicado, no existe obligación en el juzgador de fijar indemnización alguna o
adjudicación preferente;

Sexto.- Que, en el presente caso, la recurrente denuncia que la Sala revisora no se ha pronunciado sobre la
indemnización a que se refiere el artículo trescientos cuarenticinco - A del Código Civil, y que por el contrario,
reproduciendo los fundamentos de la sentencia apelada (específicamente, su décimo tercer considerando), el
Colegiado Superior concluye erróneamente que en el divorcio sustentado en la causal de separación de hecho no
hay víctima que resarcir y que, en todo caso, la indemnización no ha sido pedida formalmente por las partes. Tal
conclusión de la Sala Superior es, en efecto, errónea, pues interpretando correctamente el citado artículo
trescientos cuarenticinco - A del Código Civil, ésta se encontraba en la obligación de apreciar, valorar y resolver de
oficio el señalamiento de una indemnización a favor del cónyuge que resulte más perjudicado con la separación de
hecho. Las circunstancias fácticas que motivaron el alejamiento de los cónyuges, aunque provengan de un acuerdo
mutuo de separación, que no es el caso, no pueden ser interpretadas como una ausencia de perjuicio que
implícitamente conlleva todo decaimiento del vínculo matrimonial, que afecta a la institución familiar y a sus
integrantes, por tanto, a un cónyuge más que a otro;

Sétimo.- Que, la interpretación errónea de la norma denunciada ha traído como consecuencia que el Colegiado
Superior no se haya pronunciado sobre la existencia o no de un cónyuge perjudicado, así como tampoco de la
indemnización que corresponde y su quantum; sin embargo, se trata de aspectos sobre los cuales no corresponde
pronunciarse a este Supremo Tribunal, al estarle impedido valorar pruebas al absolver una causal material, por lo
que se hace necesario excepcionalmente disponer el reenvío de la causa a la instancia pertinente, para efectos de
que, a través de la debida valoración de las pruebas, emita el fallo que corresponde conforme a derecho;

Octavo.- Que, siendo así, al configurarse la causal de interpretación errónea de una norma de derecho material, el
recurso de casación debe ampararse y proceder conforme a lo dispuesto en el numeral dos punto uno del inciso
segundo del artículo trescientos noventiséis del Código Adjetivo; por cuyos fundamentos; Declararon: FUNDADO el
recurso de casación interpuesto a fojas trescientos doce por Mercedes Leonor Chavesta Llontop; CASARON la
resolución impugnada, en consecuencia, NULA la sentencia de vista de fojas doscientos setentiuno, su fecha
dieciocho de enero del dos mil cinco; MANDARON que la Sala Superior dicte nueva sentencia con arreglo a
derecho y lo actuado; DISPUSIERON se publique la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los
seguidos por Carlos Miguel Rodríguez Palma contra Mercedes Leonor Chavesta Llontop sobre divorcio por causal
de separación de hecho; y los devolvieron.-

SS. TICONA POSTIGO, FERREIRA VILDOZOLA, PALOMINO GARCIA, HERNANDEZ PEREZ

EL VOTO DEL SEÑOR VOCAL SUPREMO CARRIÓN LUGO, ES COMO SIGUE: Primero.- En la presente causa,
como aparece a fojas veintiocho del cuadernillo de casación formado en este Supremo Tribunal, se ha declarado
procedente el recurso de casación interpuesto por doña Mercedes Chavesta Llontop, por la causal de interpretación
errónea del numeral 345-A del Código Civil; Segundo.- Si se trata de causales que tienen que ver con el derecho
material o sustantivo (causales previstas en los incisos 1 y 2 del artículo 386 del Código Procesal Civil), como
ocurre en el presente caso (aplicación indebida, interpretación errónea e inaplicación de normas de derecho
material), de conformidad con el artículo 396 del indicado ordenamiento procesal, si el criterio de la Sala es el de
declarar fundado el recurso por las motivaciones anotadas, además de declararse la nulidad de la sentencia
impugnada, la Sala Suprema debe completar la decisión si se trata de las causales anotadas, resolviendo la causa
según corresponda a la naturaleza del conflicto de intereses, sin devolver el proceso a la instancia inferior, es decir,
sin proceder a reenviar la causa al organismo judicial inferior. En el caso anotado el Código Procesal Civil prohíbe
expresamente el reenvío. En cambio, tratándose de la casación que ampara el recurso por la causal de orden
procesal, es decir, por contravención de normas que garantizan el derecho al debido proceso, el reenvío está
expresamente autorizado, como aparece del inciso 2 del artículo 396 del aludido Código; Tercero.- En el supuesto
de que la instancia casatoria amparase el recurso por alguna de las causales de derecho sustantivo, la Sala de
Casación se convierte en segunda instancia jurisdiccional (no en tercera instancia jurisdiccional), en la que,
apreciando y evaluando los medios probatorios utilizados y los hechos acreditados, actuando así dentro del marco
de la decisión casatoria, debe resolver el conflicto de intereses según corresponda, aplicando el derecho pertinente
(artículo 396, inciso 1 del Código Procesal Civil). En este supuesto, pues, la Sala de Casación, en la misma
sentencia, casa la resolución impugnada y emite la decisión respectiva sobre el fondo de la controversia; Cuarto.-
Cabe remarcar que en este caso la Sala de Casación no se convierte en tercera instancia, pues, al anularse la
sentencia de la Sala Superior respectiva en virtud de la casación, realmente desaparece esta última decisión y la
resolución que la Sala de Casación emita sobre el fondo del litigio se constituye en resolución de segunda
instancia. Esta resolución sí es definitiva; Quinto.- Es pertinente precisar que la Sala de Casación, al haber
declarado procedente el recurso por una causal de derecho material, si al sentenciar declara fundado el recurso, en
su pronunciamiento sobre el fondo de la controversia que el Código le obliga, tendrá que fallar probablemente
recogiendo la posición del recurrente planteado en 1 su recurso impugnatorio y dentro del marco de la decisión
casatoria. Es que la resolución casatoria le pone una camisa de fuerza a la propia Sala de Casación para
pronunciarse sobre el fondo del litigio dentro del parámetro establecido por aquella decisión (artículo 396, último
párrafo del Código Procesal Civil); Sexto.- En el presente caso, hay suficientes elementos de juicio, no sólo para
amparar el recurso por la causal por la cual se ha declarado procedente el medio impugnatorio, sino también para
que la Sala de Casación cumpla con la ley pronunciándose sobre el fondo de la controversia. Proceder al reenvío
del proceso importará atentar contra el principio de economía procesal, y contra el principio de la doble instancia al
propiciar la expedición de una nueva sentencia de primera instancia, posiblemente la proposición de un nuevo
recurso de apelación, la emisión de una nueva sentencia de vista, probablemente el planteamiento de un nuevo
recurso de casación y las consiguiente decisiones que tendrán que producirse a nivel de la Corte Suprema,
propiciando con ello el retardo en la administración de justicia que tanto rechazan los usuarios de ella. Por las
razones anotadas: MI VOTO es porque se declare FUNDADO el recurso de casación interpuesto por doña
Mercedes Chavesta Llontop a fojas trescientos trece, pronunciándose sobre el fondo de la controversia, sin reenviar
el proceso a la Sala Superior; en los seguidos por Carlos Miguel Rodríguez Palma, sobre divorcio por la causal de
separación de hecho.-

SS. CARRION LUGO


CAS 1431-00-CAJAMARCA
Separación de cuerpos: Demanda fundamentada en hecho propioEl amparo la demanda de
separación en hecho propio supone que el cónyuge demandante propicia la causal sustento de su
pretensión, lo que no ha ocurrido en el presente caso, puesto que el abandono del hogar conyugal fue
ejecutado por la recurrente quien salió del hogar conyugal llevándose consigo a su menor hija así como
sus pertenencias personales.

CAS. Nº 1431-00 CAJAMARCA

Lima, 21 de noviembre del 2000.

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República; en la causa vista en Audiencia Pública
de la fecha, emite la siguiente sentencia teniendo a la vista el acompañado:

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por doña Betty Isabel Zavaleta Uceda de Alcalde, contra la sentencia
se vista de fojas 212 su fecha 10 de mayo del presente año, que confirmando la apelada de fojas 117, su fecha 11
de octubre de 1999, declara fundada la demanda sobre divorcio absoluto por causal de abandono del hogar
conyugal imputable a la cónyuge recurrente, en consecuencia disuelto el vínculo matrimonial a que se contrae el
documento de fojas 3, fenecida la sociedad de gananciales con la pérdida de los mismos así como del derecho
hereditario, con lo demás que contiene y es materia del grado.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

Esta Sala, mediante ejecutoria suprema de fecha 21 de julio último ha estimado procedente el recuso interpuesto
por la causal de inaplicación de una norma de derecho material contenida en el artículo 335 del Código Civil.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, la función casatoria de esta Corte está limitada a la causal por la cual se ha estimado procedente
permaneciendo intangible los extremos no recurridos.

Segundo.- Que, al resolverse el Recurso de Casación debe definirse si al expedirse la sentencia de vista se ha
inaplicado el articulo 335 del Código Sustantivo, el cual prohibe a los cónyuges amparar su demanda de divorcio en
hecho propio.

Tercero.- Que, dicha norma supone que el cónyuge demandante haya propiciado la causal sustento de su
pretensión, por lo que debe determinarse en el caso concreto si el abandono del hogar conyugal fue convenido por
las partes, o por el contrato si fue ejecutado en primer término por el actor.

Cuarto.- Que, la sentencia impugnada ha recogido los fundamentos de la apelada, la cual en sus consideraciones
ha concluido que fue la recurrente quien salió del hogar conyugal llevándose consigo a su menor hija así como sus
pertenencias personales.

Quinto.- Que, por el contrario, la alegación de la demandada en su contestación de fojas 30 en el sentido que salió
de la casa de los padres de su cónyuge luego del retiro de éste, no ha sido acreditada, pues las documentales
ofrecidas por su parte son de fecha posterior (transcurrido más de dos años) a la constatación policial de abandono
del hogar conyugal presentada por el actor a fojas 6.

Sexto.- Por ello, se concluye que al dictarse la impugnada no se ha incurrido en la causal de violación de la ley
denunciada.

SENTENCIA:

Por tales consideraciones, con lo expuesto por el señor Fiscal Supremo en lo Civil, y con la facultad que concede el
artículo 397 del C.P.C., declararon INFUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por doña Betty Zavaleta
Uceda de Alcalde, en consecuencia NO CASAR la sentencia de vista de fojas 212 su fecha 10 de mayo del 2000,
que confirmando la apelada de fojas 117 su fecha 11 de octubre de 1999 declara fundada la demanda de divorcio,
con lo demás que contiene y es materia del recurso, CONDENARON a la recurrente al pago de la multa de dos
Unidades de Referencia Procesal, así como al pago de las costas y costos originados en la tramitación del recurso,
en los seguidos por don Wilson Oviedo Alcalde Cachi sobre divorcio por causal, DISPUSIERON la publicación de la
presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; bajo responsabilidad, y los devolvieron.

SS. PANTOJA, IBERICO, OVIEDO DE A, CELIS.

CAS 207-0000-97-LAMBAYEQUE
Separación de cuerpos: Violencia física y psicológica

Se entiende la violencia física y psicológica como el trato reiterado y cruel de uno de los cónyuges
hacia el otro, quien dejándose arrastrar por brutales inclinaciones, ultraja de hecho o
psicológicamente a su consorte, salvando los límites del recíproco respeto que supone la vida en
común.

CAS. Nº 207-T-97 LAMBAYEQUE

Lima, 11 de noviembre de 1997

LA SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA.- Vista la Causa


número 207-97, con el acompañado; en la Audiencia Pública de la fecha; y, producida la votación con arreglo a ley,
emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por Esther Aguilar de Corrales, mediante escrito de fojas 157, contra
la resolución de vista de fojas 146, su fecha 17 de diciembre de 1996, expedida por la Primera Sala Especializada
en lo Civil de la Corte Superior del Distrito Judicial de Lambayeque, que confirmando la apelada de fojas 101, su
fecha 29 de agosto del mismo año, declara fundada la demanda de fojas 9 por la causal de violencia física y
psicológica; con lo demás que contiene.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

La casación se funda en : a) inaplicación de los Arts. 337 y 339 del Código Civil; b) inaplicación de la doctrina
jurisprudencial.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, concedido el Recurso de Casación a fojas 161, fue declarado procedente por resolución del 16 de
julio de 1997 por la causal prevista en el inciso 2º del Art. 86 del Código Adjetivo referida a la inaplicación de los
Arts. 337 y 339 del Código Civil.

Segundo.- Que, si bien el Art. 337 del Código Civil, es inaplicable en el presente caso por decisión del Tribunal
Constitucional; empero resulta evidente que de acuerdo con el inciso 2º del Art. 333 del acotado, el juzgado no
puede dejar de apreciar las circunstancias en las que se produjeron los hechos y la calidad personal de los
protagonistas.

Tercero.- Que, se entiende la violencia física y psicológica como el trato reiterado y cruel de uno de los cónyuges
hacia el otro, quien dejándose arrastrar por brutales inclinaciones, ultraja de hecho o psicológicamente a su
consorte, salvando los límites del recíproco respeto que supone la vida en común.

Cuarto.- Que, tal presupuesto no ha quedado plenamente establecido por medios idóneos, como, por ejemplo,
certificados médicos que pudieran demostrar la causal que ha sido amparada,
Quinto.- Que, por los fundamentos glosados es inoficioso pronunciarse sobre la inaplicación del Art. 339 del
Código Sustantivo.

Sexto.- Que, es de observancia lo que preceptúa el inciso 1º del Art. 396 del Código Adjetivo;
Declararon: FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por Esther Aguilar de Corrales, mediante escrito de
fojas 157; CASARON la resolución de vista de fojas 146, su fecha 17 de diciembre de 1996; y actuando en sede de
instancia, REVOCARON la apelada de fojas 101, su fecha 29 de agosto del mismo año, que declara fundada en
parte la demanda de fojas 9, y disuelve el vínculo matrimonial que une a los esposos Corrales - Aguilar, por la
causal de violencia física y psicológica; extremo en el que también declararon infundada dicha
demanda; ORDENARON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano; en los seguidos
por don Aníbal Corrales Chuque con doña Esther Aguilar de Corrales, sobre Divorcio por Sevicia y otras causales;
los devolvieron.

SS. URRELLO A.; BUENDIA G; ORTIZ B; SANCHEZ PALACIOS P; ECHEVARRIA A.

CAS 2095-97-LIMA
Separación de cuerpos: Causal de condena por delito doloso

Se incurre en esta causal pues el demandado fue condenado como autor del delito de omisión de
asistencia familiar, en la forma de omisión del cumplimiento de la prestación de alimentos. Al
haberse impuesto la sentencia condenatoria después de contraído el matrimonio, resulta
procedente que se disponga la disolución del vínculo matrimonial.

CAS. Nº 2095-97 LIMA

Lima, 02 de setiembre de 1998.

La Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia de la República en la causa vista el día o1 de setiembre de 1998 con
el expediente penal acompañado, emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por doña María Catalina del Carmen Luque Arroyo de Goicochea
contra la sentencia de fojas 94, su fecha 5 de setiembre de 1997, que desaprobando la sentencia apelada de fojas
83, su fecha 23 de junio del mismo año, en el extremo elevado en consulta, declara subsistente el vínculo
matrimonial existente entre la recurrente y el demandado Aymundo Gonzalo Goycochea Cabrera.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

La Corte mediante resolución de fecha 19 de enero de 1998 ha estimado procedente el recurso por la causal de
interpretación errónea de las normas contenidas en el inciso décimo del Art. 303 del Código Civil y Art. 149 del
Código Penal, ya que el delito de omisión de asistencia familiar constituye un delito doloso por omisión, y habiendo
sido condenado el emplazado a 2 años de Pena Privativa de Libertad, con posterioridad a la celebración del
matrimonio, la causal en mención se ha configurado debiéndose disolver el vínculo matrimonial que la une al
emplazado.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que el Art. 349 del Código Civil concordado con el inciso décimo del Art. 333 del acotado, establece
como causal de divorcio la condena por delito doloso a pena privativa de libertad mayor de 2 años, impuesta
después de la celebración del matrimonio.

Segundo.- Que del expediente penal acompañado, se aprecia que el demandado fue condenado como autor del
delito de omisión de asistencia familiar, tipificado en el Art. 149 del Código Penal, en agravio de la demandante y
otros, a 3 años de Pena Privativa de Libertad suspendida condicionalmente y al pago de 2 mil nuevos soles por
concepto de reparación civil, sentencia que al no ser impugnada pasó a la calidad de cosa juzgada.

Tercero.- Que el Art. 149 del Código Penal tipifica específicamente el delito de omisión del cumplimiento de la
prestación de alimentos, que es una forma de delito de omisión de asistencia familiar; constituyendo una figura de
omisión propia, es decir que el comportamiento omisivo se menciona expresamente en el tipo penal; para su
configuración a nivel del tipo subjetivo se requiere necesariamente el dolo, es decir la conciencia y voluntad del
sujeto activo de realizar el tipo objetivo de un delito, es decir se trata de un delito doloso por omisión.

Cuarto.- Que el matrimonio civil existente entre la accionante y el emplazado fue celebrado el 29 de octubre de
1980 y la sentencia condenatoria impuesta al emplazado tiene fecha 21 de marzo de 1996.

Quinto.- Que de lo expuesto se aprecia que la causal aludida en el primer considerando se ha configurado
plenamente en el caso de autos, resultando procedente se disponga la disolución del vínculo matrimonial objeto del
proceso, por la causal materia de pronunciamiento.

SENTENCIA:

Estando a las conclusiones que anteceden, y en aplicación de lo establecido en el inciso 1º del Art.396 del Código
Procesal Civil, declararon FUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por doña María Catalina del Carmen
Luque Arroyo de Goicochea, y en consecuencia NULA la sentencia de fojas 94, su fecha 5 de setiembre de 1997; y
actuando como instancia de méritoAPROBARON la sentencia apelada de fojas 83, su fecha 23 de junio de 1997,
en el extremo que declara fundada en parte la demanda y en consecuencia declara disuelto el vínculo matrimonial;
con lo demás que contiene y es objeto de consulta; en los seguidos con don Aymundo Gonzalo Goycochea
Cabrera, sobre divorcio por causal; MANDARON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El
Peruano; bajo responsabilidad; y los devolvieron.

SS. PANTOJA; IBERICO; SANCHEZ PALACIOS; VILLACORTA; CELIS


CAS 2096-97-LIMA
Separación de cuerpos: Separación convencional y patria potestad

Cuando se trata de una sentencia de separación convencional no corresponde a ambos padres


ejercer conjuntamente la patria potestad de sus hijos menores, sino que en cada caso concreto
debe fijarse el régimen concerniente al interés de los hijos según lo que ambos cónyuges acuerden.

CAS. Nº 2096-97 LIMA

Lima, 16 de noviembre de 1998.

La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República; Vista la causa N° 2096-96; en Audiencia
Pública de la fecha y producida la votación con arreglo a ley emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por doña Dora Ballester Ugarte contra la sentencia de vista de fojas
167, su fecha 12 de setiembre de 1997, expedida por la Sala de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que aprobando la sentencia consultada de fojas 147, su fecha 10 de julio del mismo año, declara disuelto el vínculo
del matrimonio civil contraído por don Juan Carlos Velarde Yositomi y doña Dora Emma Ballester Ugarte el 29 de
mayo de 1981 ante el Concejo Distrital de Miraflores, provincia de Lima, en la parte que establece que la Patria
Potestad sobre las menores hijas de ambos cónyuges Jimena Lucía, Paola Emma y Dora Adriana Velarde Ballester
deben ejercerla en forma conjunta ambos padres.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

La Sala ha estimado procedente el Recurso de Casación interpuesto por las causales de interpretación errónea de
los artículo 340, 345 y 420 del Código Civil y de contravención de las normas que garantizan el derecho a un
debido proceso.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, atendiendo a sus efectos es necesario empezar el estudio de la denuncia in procedendo, la misma
que se basa en la falta de fundamentación de la recurrida.

Segundo.- Que, este extremo de la impugnación no puede prosperar porque la recurrida contiene los fundamentos
de hecho y de derecho en que se apoya.

Tercero.- Que, la denuncia in iudicando se basa en que la Corte Superior ha interpretado erróneamente los
artículos 340, 345 y 420 del Código Civil al establecerse en el tercer considerando de la apelada que cuando se
trata de una sentencia de separación convencional, corresponde a ambos padres ejercer conjuntamente la Patria
Potestad de sus hijos menores y que la norma contenida en el artículo 340 concordante con el artículo 420 del
Código Civil sólo es aplicable a los casos de separación o divorcio por causal o nulidad de matrimonio, mas no, en
los casos de disolución del vínculo por mutuo acuerdo.

Cuarto.- Que, de conformidad con el segundo párrafo del artículo 345 del Código Civil resulta de aplicación a los
casos de separación convencional lo dispuesto en el último párrafo del artículo 340 del referido Código en el que se
establece que la Patria Potestad se ejerce por el cónyuge al que se confían los hijos.

Quinto.- Que, igual disposición se repite en el artículo 420 del mismo Código que establece sin hacer distinción
alguna que en los casos de separación o divorcio la Patria Potestad se ejerce por el padre o la madre a la que se
haya confiado a los hijos.

Sexto.- Que, si bien es cierto que sólo procede la suspensión en el ejercicio de la Patria Potestad en los casos
establecidos en la ley, no es correcta la afirmación en el sentido que el ejercicio de la Patria Potestad se suspenda
sólo con carácter de sanción pues esto no fluye de la simple lectura de las normas glosadas.

Sétimo.- Que, en consecuencia, la resolución recurrida incurre en error de interpretación al establecer que cuando
se trata de una sentencia de separación convencional, corresponde a ambos padres ejercer conjuntamente la
Patria Potestad de sus hijos menores, debiendo en cada caso concreto fijarse el régimen concerniente al interés de
los hijos lo que ambos cónyuges acuerden; por las consideraciones que anteceden; con lo expuesto por el señor
Fiscal Adjunto Supremo en lo Civil y en uso de la facultad conferida por el artículo 396 del C.P.C.;
declararonFUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por doña Dora Ballester Ugarte, obrante a fojas 174; en
consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas 177, su fecha 12 de setiembre de 1997, expedida por la Sala de
Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima, en el extremo que la modifica estableciendo que la Patria Potestad
de las menores Jimena Lucía, Paola Emma y Dora Adriana Velarde Ballester corresponde ejercerla conjuntamente
a ambos padres y la tenencia conforme a lo acordado a la madre y actuando en sede de instancia:
APROBARON, en cuanto declara vigente el régimen de Patria Potestad, acordado por las partes en la sentencia
consultada de fojas 147, su fecha 10 de julio de 1997; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano; bajo responsabilidad; en los seguidos por don Juan Carlos Velarde Yositomi con doña
Emma Ballester Ugarte, sobre separación convencional; y los devolvieron.

SS. URRELLO, ALMENARA, VASQUEZ, ECHEVARRIA, CELIS.

Ministerio Público

Segunda Fiscalía Suprema Civil

Expediente N° 2096-97

Separación Convencional y Divorcio Ulterior

Lima

Dictamen N° 009-98-2da.FSC-MP

SEÑOR PRESIDENTE DE LA SALA CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA:

Viene la presente causa para emitir pronunciamiento sobre el Recurso de Casación interpuesto por doña DORA
BALLESTER UGARTE, mediante escrito de fojas 174 contra la sentencia de vista corriente a fojas 167, su fecha 12
de setiembre de 1997, expedida por la Sexta Sala Civil, hoy Sala de Familia de la Corte Superior de Lima, que
aprobando la consultada de fojas 197 su fecha 10 de julio de 1997 declararon disuelto el vínculo matrimonial
contraído por don Juan Carlos Velarde Yositomi y doña Dora Emma Ballester Ugarte el 29 de mayo de 1981, ante
el Concejo Distrital de Miraflores, provincia de Lima, con lo demás que contiene y fue materia la referida consulta; y
establecieron que la Patria Potestad de los menores Jimena Lucía, Paola Emma y Dora Adriana Velarde Ballester
nacidas el 17 de febrero de 1982, el 12 de julio de 1983 y el 11 de octubre de 1988, respectivamente, corresponde
ejercerla conjuntamente a ambos padres y la tenencia conforme a lo acordado a la madre.

Que de autos se advierte, que según dispone los artículos 481 y 574 del C.P.C., el Ministerio Público es parte en
los procesos sobre separación de cuerpos o divorcio y, como tal, no emite dictamen, razón por la cual se devuelve
estos actuados a fin de que continúe según su estado.

Lima, 15 de mayo de 1998

PABLO VISALOT CHAVEZ

Fiscal Adjunto Supremo (e)

Segunda Fiscalía Suprema Civil


CAS 2353-2005-LA-LIBERTAD
Separación de cuerpos: Causal

Si los cónyuges permanecen separados de hecho de manera ininterrumpida por el plazo de dos
años y cuatro años cuando tuviesen hijos menores de edad, cualquiera de ellos puede demandar se
declare la separación legal o el divorcio vincular.

CAS. N° 2353-2005 LA LIBERTAD (El Peruano, 01-08-06)

Lima, cuatro de abril del dos mil seis.

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA; vista la causa en el día de la fecha y
producida la votación con arreglo a Ley, emite la presente sentencia.

1. MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por la codemandada, doña Matilde
Amerita Santos Zumarán, contra la sentencia de vista de fojas ciento ochenta y seis, su fecha veinte de julio del dos
mil cinco, expedida por la Primera Sala Civil Especializada de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, que
confirma la apelada de fojas ciento cuarenta y uno, de fecha diez de febrero del dos mil cinco, que declara fundada
en parte la demanda, en consecuencia, disuelto el vínculo matrimonial; con lo demás que contiene.

2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL RECURSO: Mediante resolución


de fecha veintiocho de octubre del dos mil cinco, se ha declarado procedente el recurso de casación por la causal
contenida en el inciso 1° del artículo 386 del Código Procesal Civil, según los cargos siguientes: La aplicación
indebida de la Primera Disposición Transitoria de la Ley 27495, argumentando que se ha atentado contra el
principio constitucional de irretroactividad de la ley, ya que los hechos señalados en la demanda se han consumado
con anterioridad a la dación de la ley, por lo que en todo caso debieron aplicarse los artículos III del Título
Preliminar y el artículo 2121 del Código Civil.

3. CONSIDERANDO:

Primero: Que la Ley número 27495 incorporó el inciso 12° al artículo 333 del Código Civil, que establece la
separación de hecho como una nueva causal de separación de cuerpos y de divorcio.

Segundo: Que, esta causal, denominada "objetiva", establece que si los cónyuges permanecen separados de
hecho de manera ininterrumpida por el plazo de dos años y de cuatro años, cuando tuviesen hijos menores de
edad, cualquiera de ellos puede demandar se declare la separación legal o el divorcio vincular, estableciendo la
Primera Disposición Complementaria y Transitoria de dicha ley, que la misma se aplica inclusive a las separaciones
de hecho existentes al momento de su entrada en vigencia.

Tercero: Que, la Ley número 27495 fue promulgada el seis de julio del dos mil uno, publicada el siete del mismo
mes y año, y en virtud a lo dispuesto en el artículo 109 de la Constitución Política del Estado, es obligatoria desde
el día siguiente de su publicación en el Diario Oficial, esto es, desde el día ocho de julio del dos mil uno. De aquí se
deduce que el principio general de nuestra legislación, es la aplicación inmediata de la ley.

Cuarto: El segundo párrafo del artículo 103 de nuestra Carta Política vigente, prescribe que ninguna ley tiene fuerza
ni efectos retroactivos, salvo en materia penal, cuando favorece al reo, y es el artículo III del Título Preliminar del
Código Civil, el que fija el límite entre la aplicación inmediata y la retroactiva, cuando precisa que la ley se aplica a
las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes, y ratifica que la aplicación retroactiva es la
que expresamente permite la Carta Política.

Quinto: El artículo 2121 del Código Sustantivo define la teoría de los hechos cumplidos, y establece que la ley se
aplica inclusive a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes. Esta teoría sustituyó a la
de los Derechos Adquiridos del Código Civil de mil novecientos treinta y seis. Es que las normas legales no son otra
cosa que expresiones culturales de la sociedad: las nuevas normas expresan nuevas valoraciones jurídicas, en
oposición a las que sustituyen; en este caso se trata de una nueva norma que considera una situación no prevista
en la legislación y le da una solución, la que no tendría vigencia, si se considerara que se debe esperar dos años y
hasta cuatro años a partir de su publicación para poderla aplicar. Se trata de aquellas situaciones de hecho, en la
que el matrimonio solo existe en el papel, y no en la realidad de los hechos y la vida, pues no se dan la comunidad
de hecho, mesa y habitación, es decir la vida en común, como prescribe el artículo 289 del Código Civil. que es lo
que caracteriza a un matrimonio verdadero, y esa situación ha durado el tiempo que determina la ley.
Sexto: La demanda fue interpuesta el once de octubre del dos mil uno, invocándose la causal objetiva de
separación de hecho. La recurrente en la contestación de la demanda no expuso la objeción que ahora esgrime,
esto es, el carácter retroactivo que tendría la Primera Disposición Complementaria y Final de la Ley 27495;
tampoco objetó la fijación de los puntos controvertidos, destinados a establecer si los cónyuges se encuentran
separados de hecho por un período ininterrumpido de más de quince años.

Séptimo: Los jueces de mérito han establecido que los esposos contrajeron matrimonio civil el once de mayo de mil
novecientos ochenta y cuatro, ante el Concejo Distrital de Chocope, conforme a la copia certificada de fojas dos, y
que a la fecha de la demanda llevaban separados de hecho un tiempo mayor al mínimo establecido por la ley, por
lo que han declarado fundada la demanda. En tal sentido no se verifica la aplicación retroactiva de la norma que se
examina, por lo que no se corrobora el error in iudicando que se alega.

4. DECISION: a) Por estas consideraciones y en aplicación - del artículo 397 del Código Procesal Civil: Declararon
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por doña Matilde Santos Zumarán, en consecuencia, NO CASAR
la sentencia de vista de fojas ciento ochenta y seis, su fecha veinte de julio del dos mil cinco. b) CONDENARON ala
recurrente al pago de una multa de dos Unidades de Referencia Procesal originado en la tramitación del recurso,
sin costas ni costos por gozar de auxilio judicial. c) ORDENARON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por don Ricardo Cruz Lescano Castañeda con doña
Matilde Santos Zumarán y otro, sobre divorcio; y los devolvieron.

SS. SANCHEZ-PALACIOS PAIVA, CAROAJULCA BUSTAMANTE, SANTOS PENA, MANSILLA NOVELLA,


MIRANDA CANALES
CAS 2588-2005-LIMA
Separación de cuerpos por causal: Abandono injustificado del hogar conyugal

La causal de abandono injustificado del hogar conyugal se funda en hecho propio del actor, quien
no ha probado que el abandono haya sido injustificado, sino que por el contrario ha obedecido a su
actuar violento y adulterino en perjuicio de la recurrente.

CAS 2588-2005 LIMA

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA

SALA CIVIL TRANSITORIA

Separación de Cuerpos por Causal

Lima, nueve de noviembre de dos mil cinco.-

VISTOS; con el acompañado; y, CONSIDERANDO: PRIMERO.- Que, el recurso de casación interpuesto por la
demandada, Mary Basualdo Medina, cumple con todos los requisitos formales para la admisión del mismo;
SEGUNDO.- Que, el citado recurso cumple también con invocar las causales en que se funda, en este caso: i) La
aplicación indebida del inciso quinto del artículo trescientos treintitrés del Código Civil; ii) La inaplicación de los
artículos ciento noventiséis del Código Procesal Civil, doscientos ochentiocho y trescientos treinticinco del Código
Civil; y, iii) La contravención de las normas que garantizan el derecho a un debido proceso, contenidas en el
artículo ciento noventisiete del Código Adjetivo; causales previstas en los incisos primero, segundo y tercero del
artículo trescientos ochentiséis del referido Ordenamiento procesal; TERCERO.- Que, en relación a la causal de
aplicación indebida, la recurrente señala: que el inciso quinto del artículo trescientos treintitrés del Código
Sustantivo, que contempla la causal para separación de cuerpos de abandono injustificado del hogar conyugal, ha
sido aplicado indebidamente por los juzgadores, puesto que dicha causal invocada en la demanda se funda en
hecho propio por haber existido provocación por parte del demandante toda vez que al momento de separarse de
hecho, el actor ya tenía relaciones sentimentales con la persona de Maura Piñas Salcedo; CUARTO.- Que,
versando la presente demanda sobre Separación de Cuerpos por la casual de abandono injustificado del hogar
conyugal, prevista en el inciso quinto del artículo trescientos treintitrés del Código Sustantivo, dicho dispositivo, sea
en estricto sensu o contrario sensu, siempre será pertinente para resolver el conflicto jurídico planteado, resultando
entonces improcedente denunciar su aplicación indebida al caso de autos; debiendo agregar que lo denunciado
comprende además cuestiones de hecho, tal como verificar o no si la demanda se funda en hecho propio; situación
fáctica que no es materia de este medio impugnatorio, en la causal sustantiva alegada, dado los fines asignados al
recurso de casación por el artículo trescientos ochenticuatro del Código Procesal Civil; por lo que esta causal no
puede ser calificada positivamente; QUINTO.- Que, respecto a la causal de inaplicación, se señala: que la causal
de abandono injustificado del hogar conyugal se funda en hecho propio del actor, quien no ha probado que el
abandono haya sido injustificado, sino que por el contrario ha obedecido a su actuar violento y adulterino en
perjuicio de la recurrente, inaplicándose así los artículos ciento noventiséis del Código acotado, doscientos
ochentiocho y trescientos treinticinco del Código Civil, que regulan sobre la carga de la prueba, fidelidad recíproca e
improcedencia de la acción por hecho propio; SEXTO.- Que, la precitada causal también incurre en el defecto de
sustentar cuestiones de hecho; a lo que debe agregarse que se denuncia como inaplicado el artículo ciento
noventiséis del Código Adjetivo, norma que evidentemente es de naturaleza procesal y no de derecho material
como exige el inciso segundo del artículo trescientos ochentiséis del Código acotado; por lo que esta causal resulta
procedente; SETIMO.- Que, en cuanto a la causal de contravención, la recurrente denuncia: que los juzgadores no
han valorado de modo conjunto y con apreciación razonada todos los medios probatorios, conforme a la exigencia
del artículo ciento noventisiete del Código Procesal Civil; ya que han soslayado el mérito probatorio de la Partida
del Segundo Matrimonio del actor celebrado con Maura Piñas Salcedo, persona con quien el actor mantenía
relaciones sentimentales y que precisamente motivó la salida de la demandada del hogar conyugal; OCTAVO.-
Que, del análisis de los autos aparece que los juzgadores sí han valorado todos los medios probatorios, incluyendo
el documento a que hace referencia la actora pero los han considerado completamente insuficientes para acreditar
que el retiro del hogar conyugal de la actora en mil novecientos sesentitres se deba a maltratos del actor
acentuados por alguna infidelidad en esa fecha; razón por la cual, lo denunciado en casación incumple el nexo de
causalidad que como requisito de fondo fluye del inciso segundo del artículo trescientos ochentiocho del Código
Adjetivo; NOVENO.- Que, en tal virtud, ninguna de las causales invocadas satisfacen los requisitos de fondo
previstos en el citado artículo trescientos ochentiocho inciso segundo del mismo Código; no habiendo lugar, por
tanto, a admitir a trámite el presente recurso; declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación, interpuesto a
fojas cuatrocientos diez por Mary Basualdo Medina, contra la resolución de vista de fojas cuatrocientos cinco, su
fecha veintiséis de agosto del dos mil cinco; CONDENARON a la recurrente al pago de las costas y costos del
recurso, así como a la multa de tres Unidades de Referencia Procesal; ORDENARON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial "El Peruano"; en los seguidos por Luis Hurtado Maldonado con Mary Basualdo
Medina sobre Separación de Cuerpos por la Causal de Abandono Injustificado del Hogar Conyugal; y, los
devolvieron.-

SS.
PAJARES PAREDES
ECHEVARRIA ADRIANZEN
TICONA POSTIGO
SANTOS PEÑA
PALOMINO GARCIA

CAS 2096-97-LIMA
Separación de cuerpos: Separación convencional y patria potestad

Cuando se trata de una sentencia de separación convencional no corresponde a ambos padres ejercer
conjuntamente la patria potestad de sus hijos menores, sino que en cada caso concreto debe fijarse el régimen
concerniente al interés de los hijos según lo que ambos cónyuges acuerden.

CAS. Nº 2096-97 LIMA

Lima, 16 de noviembre de 1998.

La Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República; Vista la causa N° 2096-96; en Audiencia
Pública de la fecha y producida la votación con arreglo a ley emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO:

Se trata del Recurso de Casación interpuesto por doña Dora Ballester Ugarte contra la sentencia de vista de fojas
167, su fecha 12 de setiembre de 1997, expedida por la Sala de Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que aprobando la sentencia consultada de fojas 147, su fecha 10 de julio del mismo año, declara disuelto el vínculo
del matrimonio civil contraído por don Juan Carlos Velarde Yositomi y doña Dora Emma Ballester Ugarte el 29 de
mayo de 1981 ante el Concejo Distrital de Miraflores, provincia de Lima, en la parte que establece que la Patria
Potestad sobre las menores hijas de ambos cónyuges Jimena Lucía, Paola Emma y Dora Adriana Velarde Ballester
deben ejercerla en forma conjunta ambos padres.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO:

La Sala ha estimado procedente el Recurso de Casación interpuesto por las causales de interpretación errónea de
los artículo 340, 345 y 420 del Código Civil y de contravención de las normas que garantizan el derecho a un
debido proceso.

CONSIDERANDO:

Primero.- Que, atendiendo a sus efectos es necesario empezar el estudio de la denuncia in procedendo, la misma
que se basa en la falta de fundamentación de la recurrida.

Segundo.- Que, este extremo de la impugnación no puede prosperar porque la recurrida contiene los fundamentos
de hecho y de derecho en que se apoya.
Tercero.- Que, la denuncia in iudicando se basa en que la Corte Superior ha interpretado erróneamente los
artículos 340, 345 y 420 del Código Civil al establecerse en el tercer considerando de la apelada que cuando se
trata de una sentencia de separación convencional, corresponde a ambos padres ejercer conjuntamente la Patria
Potestad de sus hijos menores y que la norma contenida en el artículo 340 concordante con el artículo 420 del
Código Civil sólo es aplicable a los casos de separación o divorcio por causal o nulidad de matrimonio, mas no, en
los casos de disolución del vínculo por mutuo acuerdo.

Cuarto.- Que, de conformidad con el segundo párrafo del artículo 345 del Código Civil resulta de aplicación a los
casos de separación convencional lo dispuesto en el último párrafo del artículo 340 del referido Código en el que se
establece que la Patria Potestad se ejerce por el cónyuge al que se confían los hijos.

Quinto.- Que, igual disposición se repite en el artículo 420 del mismo Código que establece sin hacer distinción
alguna que en los casos de separación o divorcio la Patria Potestad se ejerce por el padre o la madre a la que se
haya confiado a los hijos.

Sexto.- Que, si bien es cierto que sólo procede la suspensión en el ejercicio de la Patria Potestad en los casos
establecidos en la ley, no es correcta la afirmación en el sentido que el ejercicio de la Patria Potestad se suspenda
sólo con carácter de sanción pues esto no fluye de la simple lectura de las normas glosadas.

Sétimo.- Que, en consecuencia, la resolución recurrida incurre en error de interpretación al establecer que cuando
se trata de una sentencia de separación convencional, corresponde a ambos padres ejercer conjuntamente la
Patria Potestad de sus hijos menores, debiendo en cada caso concreto fijarse el régimen concerniente al interés de
los hijos lo que ambos cónyuges acuerden; por las consideraciones que anteceden; con lo expuesto por el señor
Fiscal Adjunto Supremo en lo Civil y en uso de la facultad conferida por el artículo 396 del C.P.C.;
declararonFUNDADO el Recurso de Casación interpuesto por doña Dora Ballester Ugarte, obrante a fojas 174; en
consecuencia NULA la sentencia de vista de fojas 177, su fecha 12 de setiembre de 1997, expedida por la Sala de
Familia de la Corte Superior de Justicia de Lima, en el extremo que la modifica estableciendo que la Patria Potestad
de las menores Jimena Lucía, Paola Emma y Dora Adriana Velarde Ballester corresponde ejercerla conjuntamente
a ambos padres y la tenencia conforme a lo acordado a la madre y actuando en sede de instancia:
APROBARON, en cuanto declara vigente el régimen de Patria Potestad, acordado por las partes en la sentencia
consultada de fojas 147, su fecha 10 de julio de 1997; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el
Diario Oficial El Peruano; bajo responsabilidad; en los seguidos por don Juan Carlos Velarde Yositomi con doña
Emma Ballester Ugarte, sobre separación convencional; y los devolvieron.

SS. URRELLO, ALMENARA, VASQUEZ, ECHEVARRIA, CELIS.

Ministerio Público

Segunda Fiscalía Suprema Civil

Expediente N° 2096-97

Separación Convencional y Divorcio Ulterior

Lima

Dictamen N° 009-98-2da.FSC-MP

SEÑOR PRESIDENTE DE LA SALA CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA:

Viene la presente causa para emitir pronunciamiento sobre el Recurso de Casación interpuesto por doña DORA
BALLESTER UGARTE, mediante escrito de fojas 174 contra la sentencia de vista corriente a fojas 167, su fecha 12
de setiembre de 1997, expedida por la Sexta Sala Civil, hoy Sala de Familia de la Corte Superior de Lima, que
aprobando la consultada de fojas 197 su fecha 10 de julio de 1997 declararon disuelto el vínculo matrimonial
contraído por don Juan Carlos Velarde Yositomi y doña Dora Emma Ballester Ugarte el 29 de mayo de 1981, ante
el Concejo Distrital de Miraflores, provincia de Lima, con lo demás que contiene y fue materia la referida consulta; y
establecieron que la Patria Potestad de los menores Jimena Lucía, Paola Emma y Dora Adriana Velarde Ballester
nacidas el 17 de febrero de 1982, el 12 de julio de 1983 y el 11 de octubre de 1988, respectivamente, corresponde
ejercerla conjuntamente a ambos padres y la tenencia conforme a lo acordado a la madre.
Que de autos se advierte, que según dispone los artículos 481 y 574 del C.P.C., el Ministerio Público es parte en
los procesos sobre separación de cuerpos o divorcio y, como tal, no emite dictamen, razón por la cual se devuelve
estos actuados a fin de que continúe según su estado.

Lima, 15 de mayo de 1998

PABLO VISALOT CHAVEZ

Fiscal Adjunto Supremo (e)

Segunda Fiscalía Suprema Civil

EXP 388-98-DEFAULT-EMISOR
Separación convencional: intervención del Ministerio Público

En los procesos de separación convencional y divorcio ulterior, el Ministerio Público es parte y como tal
se le debe notificar con las resoluciones que se le expidan, inclusive con la sentencia consultada.

Expediente 388-98

Sala Nº 6

Resolución Nº Uno

Lima, tres de abril de mil novecientos noventiocho.

AUTOS Y VISTOS ; Interviniendo como Vocal ponente la doctora Córdova Rivera; y, ATENDIENDO;Primero.- A
que, las normas procesales contenidas en el Código Procesal Civil son de carácter imperativo, salvo regulación
permisiva en contrario; Segundo.- A que, el acto de notificación tiene por objeto poner con conocimiento de las
partes el contenido de las resoluciones judiciales, siendo que, sólo producen efectos cuando dicho acto procesal se
ha verificado con arreglo a lo dispuesto en el Código Adjetivo. Tercero.- A que, en los procesos de separación
convencional y divorcio ulterior, el Ministerio Público es parte, conforme lo prevé el artículo 574º del Código
Acotado, y como tal, se le debe notificar con las resoluciones que se expidan.Cuarto.- A que, en el presente caso,
el representante del Ministerio Público no ha sido notificado con la Sentencia consultada, pues se advierte que el
cargo de notificación obrante a fojas cuarentiocho, que contiene dicha Sentencia, no ha sido dirigido a su domicilio,
si no erróneamente al domicilio propio de las demandadas; por lo que de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 171º del nombrado Cuerpo DECLARARON NULA la Resolución de fojas sesenta, su fecha nueve de
marzo; y, MANDARON se remitan los autos al Juzgado de origen a fin de que cumpla el secretario de la causa con
notificar al Ministerio Público con arreglo a Ley la Sentencia venida en consulta, dejándose sin efecto el acto de
elevación; y, los devolvieron.

SS. CAPUÑAY CHAVEZ / SAEZ PALOMINO / CORDOVA RIVERA


EXP 632-99-DEFAULT-EMISOR
Separación Convencional

La separación convencional establece como requisito especial para su obtención y posterior disolución
del vínculo matrimonial, el acuerdo de ambos cónyuges respecto a todos los puntos que contiene la
demanda.Resulta evidente el conflicto de intereses entre ambos cónyuges sobre la propiedad de un inmueble,
pues, por un lado, ambos afirman en la demanda que se trata de un bien adquirido dentro del matrimonio, y
posteriormente el cónyuge señala en forma unilateral que el referido inmueble es un bien propio que le transfirió su
señora madre, hecho que limita el derecho de defensa de la cónyuge.

Exp: 632-99

Sala de Familia

Lima, diez de mayo de mil novecientos noventinueve.

VISTOS: interviniendo como Vocal ponente el señor Carrión Lugo; con la participación además de los señores
Vocales Ferreyros Paredes y Ramos Lorenzo; en la causa seguida por don Carlos Augusto Catter Siveroni con
doña María Teresa Vergara Larrea, sobre separación de cuerpos por mutuo disenso. MATERIA DE LA
CONSULTA: La sentencia de fojas ciento treintinueve su fecha ocho de marzo de mil novecientos noventinueve,
que declara la disolución del vínculo matrimonial. CONSIDERANDO: Primero.- Que, según el texto de la demanda
de fojas seis, de fecha once de enero de mil novecientos noventa, don Carlos Augusto Catter Siveroni y doña María
Teresa Vegara Larrea de Catter, solitan la “separación de cuerpos y posteriormente disolución del vínculo
matrimonial”, que contrajeron el veintitrés de diciembre de mil novecientos setentidós. Segundo.- Que, ambos
coaccionantes refieren que en dicha unión conyugal procrearon dos hijos: Giannid Marietta y Carlo Branko Catter
Vergara; y, que adquirieron el inmueble ubicado en la Manzana “H”, Lote 21, de la Urbanización Monterrico Sur,
distrito de Santiago de Surco, así como muebles y menajes propios del hogar. Tercero.- Que, en la misma
demanda acordaron, en cuanto al inmueble mencionado que, “quedará definitivamente en usufructo tanto de la
demandante María Teresa Vergara Larrea de Catter como de sus hijos: Giannid Marietta y Carlo Branko Catter
Vergara; y, que en el caso que la coactora adquiera nuevo compromiso, dicho bien quedará en exclusiva propiedad
de los hijos. Cuarto.- Que tales acuerdos fueron ratificados en el comparendo llevado a cabo el día veintiocho de
junio de mil novecientos noventa, cuya acta corre a fojas nueve; con el agregado que establece que el padre se
compromete a solventar directamente todos los gastos que ocasionen los estudios superiores de sus dos
hijos. Quinto.- Que, no obstante tales acuerdos, y cuando se había vencido en exceso el plazo de treinta días
naturales posteriores a la audiencia para poder revocar su consentimiento cualquiera de las partes, conforme lo
dispone el ar-tículo 344 del Código Civil, don Carlos Augusto Catter Siveroni, en forma unilateral, mediante escrito
de fecha diecisiete de agosto de mil novecientos noventidós, corriente a fojas quince, arguyó después de dos años
en el sentido que el citado inmueble constituye un bien propio, y que lo consignado en la demanda de fojas seis
obedece a un error; posición que no fue puesta en conocimiento formalmente de la codemandante doña María
Teresa Vergara Larrea; y, sin embargo, dicho temperamento fue recogido en la sentencia de separación de
cuerpos. Sexto.- Que, de tal circunstancia se infiere que entre ambos cónyuges colitigantes hay discrepancia sobre
la propiedad del anotado bien inmueble. Sétimo.- Que, al respecto cabe incidir, que en la separación de cuerpos
por mutuo disenso, ahora separación convencional y divorcio ulterior, previsto en el invocado inciso 11) del artículo
333 del Código Civil, se establece como requisito especial para su obtención y la posterior disolución del vínculo
matrimonial, el acuerdo de ambos cónyuges, respecto a todos los puntos que contiene la demanda. Octavo.- Que,
siendo ello así, resulta evidente que hay un conflicto de intereses entre ambos cónyuges respecto al nombrado
inmueble; pues, por un lado, ambos afirman en la demanda de separación que se trata de un bien adquirido dentro
del matrimonio, lo que ratificaron en la diligencia del comparendo; y, sin embargo, en el primer otrosí del
mencionado escrito de fojas quince, presentado posteriormente por don Carlos Augusto Catter Siveroni, asocia
inconsultamente el nombre de su cónyuge, quien no firma tal escrito, y en él expresa en forma unilateral que el
referido inmueble es un bien propio que le transfirió su señora madre. Noveno.- Que, asimismo, se advierte de
autos que el mencionado escrito del coaccionante está autorizado por el abogado don Luis Castro Roldán, quien
también autorizó la demanda de los coaccionantes; de donde resulta que ahora dicho letrado sólo defiende los
intereses del coaccionante, don Carlos Augusto Catter Siveroni, mas no los de su cónyuge, doña María Teresa
Vergara Larrea; y, así resulta que se pretende variar la demanda, sin conocimiento ni el consentimiento de la
coaccionante, quien queda indefensa; pues las notificaciones de los actos procesales producidos están dirigidos
sólo al domicilio procesal de dicho letrado, que ya no patrocina a la coaccionante. Décimo.- Que, en tales
circunstancias, la cónyuge no tuvo noticias del desarrollo del proceso; y, por ende, no pudo interponer los medios
impugnatorios que la ley le franquea contra las resoluciones que le son desfavorables. Undécimo.- Que, por otro
lado, resulta que, tanto el documento de fojas trece, repetido a fojas setentidós, como la constancia de foja
ochentiocho, presentados por don Carlos Augusto Catter Siveroni, pretendiendo acreditar la propiedad del aludido
inmueble, son contradictorios, pues, el último documento citado, fechado el ocho de diciembre de mil novecientos
ochentiuno, describe que el coaccionante es propietario del inmueble ubicado en la Manzana “H”, Lote 21 de la
Urbanización Monterrico Sur, distrito de Santiago de Surco, y bajo el pretexto de detentar la propiedad de dicho
terreno, obtiene el préstamo de una suma de dinero destinada a la construcción de la fábrica sobre el aludido
predio, en cuya constancia se lee: “del cual es titular propietario”; sin considerar que posteriormente el siete de abril
de mil novecientos ochentiséis, después de cuatro años y cuatro meses, recién aparece que doña Dina Siveroni
Romero, le transfiere el citado inmueble, conforme se advierte de los aludidos documentos privados de fojas trece y
setentidós; es decir, que según dichos instrumentos solicitó el préstamo para construir sobre un lote de terreno
ajeno, cuya voluntad de transferírselo, quien figuraba como su propietario, se expresa años después. Duodécimo.-
Que, asimismo, lo expresado en el considerando anterior también contradice la minuta de fojas cincuentiuno, su
fecha treinta de abril de mil novecientos ochentiséis; pues, en dicho documento aparece que la Cooperativa de
Vivienda Monterrico Sur Limitada les adjudicó el mismo bien a ambos cónyuges. Décimo Tercero.- Que,
igualmente, resulta de autos que tanto la sentencia de vista de fojas veinticuatro, su fecha diecisiete de diciembre
de mil novecientos noventitrés, como la sentencia consultada de fojas diecisiete sobre separación, no fueron
notificadas a la cónyuge; y la resolución mencionada en primer término resuelve un punto no demandado, al
comprender a la cónyuge en la pensión alimenticia señalada sólo para sus hijos, y a cargo del coaccionante, que
fue acordada en la demanda y ratificada en el comparendo de fojas nueve. Décimo Cuarto.- Que, los procesos de
separación de cuerpos, como el presente, se tramitan mediante actuaciones puntuales, que conducen a la
obtención de la disolución del vínculo matrimonial; de modo que la sentencia que declara separados legalmente a
los cónyuges es susceptible de desembocar en divorcio, y cuando se cumplen la previsiones legales establecidas
en el Código Material y se observan las reglas procesales. Décimo Quinto.- Que, estando a las consideraciones
expuestas, es evidente que a la coaccionante se le ha limitado el derecho de defensa, contraviniéndose el inciso 3)
del artículo 139 de la Constitución del Estado, con el que concuerda el artículo 7 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial; por lo que, en consecuencia, adoleciendo el proceso de vicio de nulidad, ella debe sancionarse en
salvaguarda del principio de legalidad y del debido proceso, como garantía de la recta administración de
justicia. Décimo Sexto.-Que, por consiguiente, en aplicación de lo previsto en los incisos 8) y 13) del artículo 1085
y el numeral 1087 del Código de Procedimientos Civiles, aplicables al presente caso, en razón del tiempo; por tales
fundamentos: declararon NULA la sentencia de fojas ciento treintinueve, su fecha ocho de marzo de mil
novecientos noventinueve, e INSUBSISTENTE todo lo actuado a partir de la resolución de fojas diecisiete, su fecha
quince de setiembre de mil novecientos noventidós, inclusive; MANDARON que el Juez de la causa expida nueva
sentencia con arreglo a Ley; DISPUSIERON la devolución de los autos al Juzgado de origen para los fines
pertinentes.

SS. FERREYROS PAREDES / CARRIÓN LUGO / RAMOS LORENZO


CAS 606-95-DEFAULT-EMISOR
Separación convencional: consulta de la sentencia

La Corte Superior carece de facultad para desaprobar una sentencia consultada de divorcio por razones procesales

derivadas de la sentencia de separación convencional .

Casación 606-95

JUNIN

Lima, cuatro de octubre de

mil novecientos noventiséis.-

La Sala de casación de la Corte Suprema, en la causa vista en audiencia pública el cuatro de setiembre del año en
curso, emite la siguiente sentencia:

MATERIA DEL RECURSO: Se trata del recurso de casación interpuesto por doña Lili Urrutia Castillo, representada
por don Diego A. Gutiérrez Orihuela, contra la sentencia emitida por la Sala Civil de la Corte Superior de Junín, de
fojas cuarentinueve de veintiséis de junio de mil novecientos noventicinco, que desaprobó la consultada de fojas
cuarentiuno, de veintiséis de mayo de mil novecientos noventicinco, que declaró disuelto el vínculo matrimonial y
nulo todo lo actuado hasta fojas diecinueve inclusive; reponiéndose la causa al estado de que el Juez vuelva a
proveer la demanda con arreglo a ley.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO: La recurrente fundamenta su recurso en el inciso tercero del artículo trescientos
ochentiséis del Código Procesal Civil, sustentada que habiendo quedado consentida la sentencia de separación y
no habiendo nadie cuestionado la legitimidad de sus trámites no puede declararse al pronunciarse sobre la
disolución del vínculo matrimonial la nulidad de todo lo actuado, por lo que se ha contravenido las normas que
garantizan el derecho a un debido proceso; que asimismo se ha infringido el artículo doscientos uno y no se ha
aplicado el artículo ciento noventicuatro del Código Procesal Civil.

CONSIDERANDO:

PRIMERO.- Que, concedido el recurso de casación a fojas cincuentisiete, fue declarado procedente por resolución
de veintinueve de noviembre de mil novecientos noventicinco, por la causal invocada;

SEGUNDO.- Que, la sentencia de separación convencional, no fue materia de recurso de impugnación por ninguna
de las partes;

TERCERO.- Que, el artículo trescientos cincuenticuatro del Código Civil, modificado del Decreto Legislativo número
setecientos sesentiocho, Código Procesal Civil dispone que transcurrido seis meses desde notificada la sentencia
de separación convencional, cualquiera de los cónyuges, basándose en ella, puede pedir que se declare disuelto el
vínculo del matrimonio;

CUARTO.- Que en este caso habían transcurrido más de seis meses de la sentencia de separación convencional,
cuando se solicitó la disolución del vínculo matrimonial y el fallo del A'quo que declaró el divorcio, tampoco fue
materia de recurso impugnativo, por lo que la sentencia fue elevada en consulta al superior, de acuerdo con el
artículo trescientos cincuentinueve del Código Civil;

QUINTO.- Que de acuerdo al estado del proceso, la Corte Superior sólo podía examinar si había transcurrido los
seis meses o no, exigidos para declarar el divorcio;

SEXTO.- Que, esto no supone, que si existiera algún derecho de las partes para solicitar la nulidad del proceso, no
puedan ejercitar tal derecho;

SETIMO.- Que, la sentencia de vista no ha cumplido con pronunciarse de acuerdo a lo dispuesto por el artículo
trescientos cincuenticuatro antes citado y ha desaprobado la consultada, por razones procesales derivadas de la
sentencia de separación convencional, que no ha sido objeto de recurso impugnativo y que no es materia de la
consulta;

OCTAVO.- Que, en consecuencia se han contravenido las normas que garantizan el derecho a un debido proceso
y resulta de aplicación el inciso tercero del artículo trescientos ochentiséis del Código Procesal Civil;

NUEVE.- Que, por las razones expuestas y de conformidad con el acápite dos punto uno del artículo trescientos
noventiséis del Código Adjetivo, la Sala Civil de la Corte Suprema FALLA: DECLARANDO FUNDADO el recurso de
casación de fojas cincuenticuatro y, en consecuencia, CASA la resolución pronunciada por la Sala Civil de la Corte
Superior de Junín de fojas cuarentinueve, de veintiséis de junio de mil novecientos noventicinco y actuando en sede
de instancia, declara nulo dicho fallo y dispusieron se expida nueva sentencia con arreglo a ley; en los seguidos por
doña Ana Tupayachi Sarmiento y otro con el Ministerio Público, sobre separación
convencional; DISPUSIERON: que la presente resolución se publique en el Diario Oficial «El Peruano», bajo
responsabilidad; y los devolvieron.-

SS.

RONCALLA

ROMAN

REYES

ECHEVARRIA

BERNAL

María Julia Pisconti D.

Secretaria.

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