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Fragmento de un discurso libertario:

el compromiso ético y político


de Juan Ramón Capella
(Notas para un debate)
JULIÁN SAUQUILLO
Universidad Autónoma de Madrid

"Tú na eres el "pueblo", hombre pequeño. Tú eres quien


desprecia al pueblo, pues no administras su justicia, sino tu
carrera (...). Yo respeto al pueblo cuando me expongo al gran
peligro de decirle la verdad. Podría jugar contigo al "bridge"
y contar tontos chistes populares. Pero no estoy sentado a la
misma mesa que tú. Pues eresun mal abogado de la declaración
de independencia norteamericana.
Tu amor cristiano, tu socialismo y tu Constitución ame·
ricana son lo que haces a diario, cómo piensas a toda hora,
cómo abrazas a tu compañero de vida y cómo vives a tu niño,
cómo consideras TU RESPONSABILIDAD SOCIAL, cómo evi·
tas llegar a ser como el opresor de la vida a quien odias»
Wilhelm Reich, Listen, Little Man! (1948)

Los análisis de Wilhelm Reich sobre una que escribiendo contundentes tratados
revolución social que habría de rechazar para demostrar La función social del orgas-
el fascismo y favorecer la liberación de la mo (1927). Un estilo airado y didáctico
represión sexual dieron lugar tanto a espe- puede ser más incitativo que poderosos y
sos análisis como a escritos de combate. extenuantes sistemas. Sin embargo, los
El generoso propósito del autor se vio rituales del lenguaje escrito con frecuencia
reflejado tanto en La revolución sexual se oponen a esta sencillez de la expresión.
(1929) O en La psicología de masas del fas- La propia estima y autoestima ante los
cismo (1933) como en Iliscucha, hombre- colegas, inasequible a cualquier cura de
cito! (1948). La sencillez de este último humildad, las políticas editoriales o el ensi-
no desmereció la profundidad teórica o el mismamiento de las academias confluyen
compromiso que destilaban aquellos otros. en evitar los análisis de claridad meridiana
A veces, la persuasión pretendida por el para quienes no están o están mínimamen-
lenguaje exige un estilo adecuado a los te iniciados si no es bajo una forma de
interlocutores seleccionados. Reich -del «manual» que considere a éstos como
que ahora celebramos cien años de su naci- numerosos consumidores.
miento- no fue menos profundo acercán- En Barcelona muchos hablan ahora,
dose, de forma sencilla, al hombre común 'maravillados, de las películas de un griego,
para mostrarle su cobardía, y la mistifi- Angelopoulos, que analizó magistralmente
cación cotidiana en que vivía, con un libelo la imposibilidad de una mirada inocente

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-su universo no es principalmente el de el resto del trabajo desmenuza muchas de


la escritura sino el de la cámara- por la las prácticas universitarias del futuro abo-
interposición de la experiencia de los adul- gado. Desde las primeras páginas Cape Ita
tos a la infantil (Paisaje en la niebla) o sitúa críticamente a la Universidad en el
por el predominio del mundo en guerra conjunto de unas relaciones injustas que
a la memoria cultural de la biblioteca de perpetúan a los estudios universitarios
Sarajevo (La mirada de Ulises). De estas como privilegio y distinción excluyente del
películas cabe entresacar sugerente con- trabajo manual y las subculturas populares
clusión sobre la eclosión que puede ofrecer y tradicionales. En un sistema económico
el lenguaje cuando se libera de las ataduras en crisis la Universidad no se sostiene sólo
verbales de la experiencia dominante para en el otorgamiento de unos bienes cultu-
buscar una sensibilidad ocultada ¡. Dejan- rales privilegiados, socialmente jerarquiza-
do a un lado si se puede desvelar este ocul- dos, apropiados al ejercicio de la domi-
tamiento de la experiencia dominada des- nación, sino que ha ampliado y redefinido
de la posición de dominación que nos ate- sus fines: «expendedora masiva de títulos»,
naza tan aviesamente a todos, Juan Ramón «lugar de estacionamiento para el sector
Capella, en El aprendizaje del aprendizaje. del ejército laboral de reserva procedente
Fruta prohibida. Una introducción alestudio de las capas medias urbanas y de la aris-
del Derecho (1995) 2, ha adoptado ponerse tocracia obrera», «aparcamiento de lujo»
del lado de los que nos sufren en las ins- o «válvula de seguridad del sistema socio-
tituciones educativas y, más concretamen- político, en una fase cargada de tensiones
te, desde su propia experiencia de «antiguo en la vida en común».
alumno» y docente en las facultades de Capella confía en que sólo en los már-
Derecho. genes culturales de las facultades de dere-
Se trata de un auténtico diálogo con el cho y desde las propias iniciativas orga-
perplejo novato de estos centros en un len- nízativas de los estudiantes surgirá una
guaje que le sea asequible. El autor sabe práctica cultural liberadora. De aquí que
que un análisis provocativo de las insti- su llamada a la «ocupación del espacio cul-
tuciones docentes será leído curiosamente tural» no previsto en los planes de estudio
por sus más cercanos colegas -les alude, -asunción de deberes morales concretos,
incluso, muy calculadamente- 3, pero el formación de una comunidad político-cul-
interlocutor real al que va dirigido este tural no sumisa- sea su postulado más
ensayo es el despistado alumno que pe- transformador. Y a su vez, la enseñanza
netra en la maraña de las Facultades jurí- minuciosa de cómo se hacen chuletas y
dicas. Quizás sea así porque Capella no cómo se utilizan sin ser sorprendidos sea
guarda muchas esperanzas sobre el ya la más divertida parodia de una institución
introducido en el Derecho, no desorien- en crisis. La complicidad personal con el
tado sino definitivamente perdido. sufriente alumno no se da sólo en este
El trabajo va intercalando unos pliegos momento. La ácida caracterización hecha
eon textos de otros autores bien seleccio- del profesor como «clerecía de lo pensa-
nados para ilustrar lo ya expuesto, intro- ble» parece digna de las mejores páginas
ducir a la lectura o dar mayor tregua al del foucaultiano El orden del discurso 4:
joven lector. Contiene, además, unas como los sacerdotes del antiguo Egipto,
bibliografías, encaminando al autodidacta en materias jurídico-sociales, los profeso-
sobre los estudios jurídicos y sociales, pelí- res ejercen un poder especial sobre las
culas imprescindibles y una selección dis- consciencias, a través de la prescripción
cográfica. Sólo el primer capítulo se man- de qué se puede pensar libremente, qué
tiene dentro de un marco más teórico, pues es doctrinalmente verdadero y qué se pue-

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de publicar. El profesor aparece como una el sostenido en 1967, transcrito como El


especie de mandarín que ritualíza el uso final de la utopía (traducido por Manuel
de la palabra libre 5. Capella utiliza un tono Sacristán), llamando a la rebelión estu-
cercano para desmitificar la muchas veces diantil de solidario alcance con el tercer
falsa autoridad del profesor, sus manías mundo. Todos parecemos más bien preo-
presentadas como ciencia, la memoriza- cupados por nuestra competitividad con la
ción como instrumento de saber apropia- mano de obra baratísima, explotada y sin
do, las aleatoriedades del programa, cri- ningún derecho social, del tercer mundo
ticar el falso historicismo de los estudios en el contexto de una economía globali-
jurídicos o desmentir la prioridad del zada. No es atribuible al autor haber acu-
modelo profesional de jueces y abogados. sado el desalentador panorama: incluso las
Combatir los «tics» masificados de la tribu asociaciones estudiantiles más progresistas
con irónico humor; gozar del arte, las lec- andan entretenidas con reivindicaciones
turas y las amistades; salirse de las opi- gremiales, las únicas que logran agruparles
niones comunes con la prensa de inves- -excepción hecha del obligado e impe-
tigación; asociarse o autoorganizarse en rioso movimiento «manos blancas» contra
seminarios, son algunos de los consejos de el terrorismo-o Pero, en todo caso, entre
Capella para resistir, en la universidad uno y otro trabajo de Capella ha habido
actual, a los apabullantes estudios jurídicos una disminución de los horizontes utópi-
sin desfallecer. Creo que, sin duda, el des- cos, transformadores, antes existentes, El
pistado alumno de nuestras facultades va giro teórico no es intrascendente dada la
a encontrar en este libro un ameno diálogo importancia trascendental que siempre
con quien meditó críticamente sobre las dio, sin faltarle razón, a la educación libe-
muchas trampas tradicionales y nuevas radora para superar unas relaciones socia-
incorporadas por nuestros recientes planes les de explotación. Los Materiales.: con-
de estudio. Es, por tanto, un libro original tenían su ya célebre «Sobre la extinción
y muy pertinente que habría de echar en del derecho y la supresión de los juristas»
falta no sólo el inquieto alumno, sino quien (1970), donde se determinaba que los estu-
quiera cuestionar las raíces de la institu- diantes de derecho eran una parte impor-
ción que perpetúa. tante del agente histórico del cambio hacia
Sin embargo, ha habido un cambio de un derecho libertario que acabara con un
marcha entre los primeros, y revoluciona- derecho obsoleto e ideológico. El trabajo
rios, análisis de Capella sobre la docencia se presentaba como un panfleto conven-
y las profesiones jurídicas subscritos al final cido de que «todo derecho es un mal» y
del franquismo y los realizados hoy. Mate- de que el trabajo crítico consistía en «arro-
rialespara la critica de la Filosofía del Esta- jar leña o fuerza a la hoguera de su con-
do (1976) 6 otorgaba una importancia fun- sunción» 7. La transformación liberadora
damental a la transformación, no reforma, del derecho consistía, para Capclla, en
de la universidad en el deseo de lograr encarnar en los agentes históricos un dis-
una práctica jurídica socialmente ernanci- curso moral del derecho que acabara con
patoria. El aprendizaje del aprendizaje el derecho. Las buenas intenciones de
posee un indudable postulado liberador, renovar unos planes de estudio -«catá-
pero, tras la crítica, el peso del engranaje logo de disparatess-s- 8, desalentadores
educativo parece aceptarse cama palmario para los estudiantes mínimamente sensi-
y el prudente consejo parece indicarle al bles, eran sólo aliento verbal de doctos
estudiante sortear, más que contestar, para negociadores. La universidad del pasado
sobrevivir. Hoy sería implanteable un no podía subsistir con retoques de detalle.
debate entre profesores y alumnos como Tras la pormenorizada crítica de materias

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y conceptos jurídicos decimonónicos se cificación de la praxis política antes pro-


debelaba la naturalización ideológica de puesta por CapeIla en un actual paterna-
relaciones jurídicas injustas a una necesa- lismo, imagino que debido a la mayor irre-
ria explicación genética del derecho. Uno misibilidad apreciada de los males que
tras otro iban cayendo todos los tópicos entonces nos anunciaba. Aunque en tra-
sacralizados en las facultades de derecho. bajos recientes el autor sigue considerando
Las profesiones jurídicas públicas y priva- relevante la posición de «los estudiantes
das aparecían bajo su rostro alienado y a partir de cierta edad» (la cursiva es mía)
dominador. El Estado administrador era en el sistema productivo, por sus prepa-
mero sostenedor de la contradicción entre raciones científicas y técnicas, cara a tomar
monopolio económico y democracia. El conciencia del proceso social global e
contenido sancionatorio del derecho ya no impulsar un -proyecto emancipatorio
venía a justificar la obediencia al derecho común y autónomo de los trabajadores 9,
y Capella -de forma semejante a Javier ahora los consejos parecen tutelar a unos
Muguerza- mostraba su perplejidad ante estudiantes menores a quienes Felipe Gon-
la inexistencia social de un inmediato «im- zález Vicén llamó, inolvidable y duramen-
perativo de la disidencia» ante un derecho te, «cachorros del capitalismo». Ignoro qué
injusto. supone ahora Capella por llegada a la edad
«Sobre la extinción del derecho y la correcta -«a cierta edad--c-, pues urge
supresión de los juristas» (1970) tiene la hoy la reconstitución por sus actores de
leyenda de los mejores libelos, fue apor- aquel contenido crítico languideciente en
tación fundamental a los estudios jurídicos la universidad. Ahora más que nunca se
y, políticamente, no le falta valor alguno, ha producido un desarraigamiento de cual-
hoy, en muchas de sus hipótesis teóricas. quier inquietud cultural o proyecto social
La transformación social de relaciones de entre los estudiantes por la absolutízación
dominación política sigue exigiendo la arti- de la preocupación por conseguir el primer
culación social de nuevos caminos de tra- trabajo y el nivel de vida acorde con la
bajo crítico de los juristas, la eliminación cualificación profesional obtenida. Cual-
de barreras clasistas al acceso a la ense- quier visión global de la sociedad se ve,
ñanza superior, el encuadre del estudio del de hecho, desplazada hoy en nuestras
derecho en el 'conjunto de las ciencias facultades jurídicas por el entrenamiento
sociales y, en definitiva, una justa apro- profesional más particular y concreto
piación ciudadana igualitaria del vector requerido por los estudiantes. Nada hace
derecho, política, poder social. El apren- pensar actualmente en la llegada espon-
dizajedel aprendizaje (1995), desde las pro- tánea de los universitarios a la mayoría de
pias prácticas teóricas seguidas por Cape- edad liberadora.
1Ia, tenía campo abonado para encuadrar En Materia/es para la critica de la Filo-
los nuevos planes de estudio en la tran- sofía del Estado (1976), Entre sueños. Ensa-
sición política española, el relegamiento de yos de filosofía política (1985) y Los ciu-
la enseñanza pública, el nuevo desconcier- dadanos siervos (1993) 10 Cape1laha venido
to de la sociedad civil o las transforma- desarrollando una reflexión coherente
ciones más recientes del capitalismo madu- sobre las formas de dominación desde la
ro en la economía global, y, sin embargo, crítica del economicismo y el postulado de
ha optado por una perspectiva cuyos pre- la constitución de un poder social surgido
supuestos no están explicitados en el libro, de los propios grupos emancipatorios. Es
de aconsejable resistencia estratégica a los necesario señalar que estos trabajos, junto
nuevos pesares académicos frecuentes en con Grandes esperanzas (1996) n, se escri-
las facultades jurídicas. Ha habido una dul- bieron en la oposición antifranquista y

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recorren nuestra transición política desde etapa» (1995), donde el autor augura la
un hondo desencantamiento respecto de profundización de la destrucción social por
las realizaciones liberadoras de ésta. Este el PP, antes comenzada, por vía de espe-
último trabajo reúne artículos en su tota- culación inmobiliaria, injusto sistema fis-
lidad escritos durante el gobierno socia- cal, devastación ecológica, competitividad
lista. La conclusión del análisis de este inmisericorde en paro estructural, destruc-
período es extremadamente grave y pesi- ción de los sindicatos, aparición de la dere-
mista: «(...) El tiempo presente es una cha social., Creo que Capella hace una
materialización razonable -o sea, pocas aportación interesante -«La responsabi-
veces extremista- de los aspectos meta- lidad política: cuatro apuntes» (1995)- al
políticos y parapolíticos del nazismo delimitar una de las confusiones concep-
(•••)>> 12. Casi todos los problemas sociales tuales que más perplejos nos dejaron a
que inquietan o inquietaron al lector com- muchos ciudadanos en los últimos años:
prometido con nuestro tiempo son valo- responsabilidad política y responsabilidad
rados con radical criticismo: realidad sólo judicial, control parlamentario y procesa-
abstracta de los derechos constitucionales; miento, responsabilidad política y respon-
elusión de la soberanía popular por las sabilidad funcionarial. En Grandes espe-
decisiones impuestas del Tribunal Cons- ranzas Capella agrupa teóricamente traba-
titucional; aparición de una constitución jos anteriores de Ciudadanos siervos, dedi-
tácita mediante pactos extraconstituciona- cados a la utopía realizable (1Il Parte), y
les; agotamiento de la clase trabajadora actuales bajo el titulo de «Principios para
sin cultura política ni organización; coin- una Nueva Ciudad». Es aquí donde Cape-
cidencia del PSOE con la derecha por su 1Ia remonta la posibilidad de situarse en
anuencia con la alianza militar, el secre- una «teología negativa», exclusivamente
tismo de sus decisiones, su complacencia negadora de lo existente, para expresar los
con los grupos económicos dominantes y contenidos positivos de una «idealidad
su bloqueo de cualquier alternativa social; emancipatoria del presente». Se trata de
falta de reconocimiento del derecho de un «laicismo político-intelectual» renova-
autodeterminación; degradación de la edu- do que agrupe a comunistas libertarios,
cación del demos, colonizado por la indus- cristianos y pacifistas contra el sexismo, la
tria de la publicidad y el ocio de masas; depredación ecológica, la explotación
debilidad del sistema de partidos; dege- sobre el tercer mundo, la militarización y
neración del nacionalismo de la diversidad la violencia. Las referencias morales más
en nacionalismo del bienestar americano fuertes de una nueva idealidad comunista
y del españolismo; confusión y desaliento son, para Capella, el rechazo del comu-
en la sociedad civil; sistema refractario a nismo tradicional, auspiciador del estali-
las minorías; extrema fortaleza del ejecu- nismo, y la reivindicación de un ecosocia-
tivo; extensión de la corrupción, oculta- lismo internacional que como «El pelotari
miento y dificultad de su persecución; falta incansable» (1994) no ceda ante las sumas
de proyecto ético político socialista; crisis dificultades de la situación. La propuesta
de la representación política por la for- ética con la que se cierra Grandes espe-
mación de un poder económico supraes- ranzas concluye en un «sectarismo demo-
tructural; financiación de los GAL... La crático» o «religiosidad laica»: una lucha
sombría y discutible pintura de un período y energía incesante serán requeridos -se-
de clientelismo generalizado y corrupción ñala Capella- por quienes procuren des-
en el PSOE, que hace pensar en la visión prenderse de una personalidad sumisa,
de CapelIa de la socialdemocracia como transformar los criterios de valoración
mal radical, se cierra con un «Cambio de impuestos por una moralidad positiva

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alternativa, sustituir la emulación por la fectíblemente, como veremos, el campo


cooperación y la solidaridad y rechazar el real de nuestra política. «El socialismo»
consumismo individualista en favor de la (1918) revoca, ya entonces, tres de los pre-
austeridad y la solidaridad 13. supuestos fundamentales que habían dife-
Cuanto más constata Capella el obje- renciado a la política marxista. La demo-
tivismo econornicista de cierta tradición cracia s610 significará en el futuro, según
marxista más asume los presupuestos liber- el canon liberal, inexistencia de desigual-
tarios acerca del prioritario papel de la dades formales en los derechos políticos
subjetividad en la historia 14. En su plan- de la población. Las leyes de la historia
teamiento teórico-critico puede observarse no caminan indefectiblemente, como seña-
un diálogo actual del autor con los clásicos laba la profecía, al advenimiento de la
de izquierda. Los ejes clásicos de su crítica sociedad sin clases. La separación del tra-
social son Marx (dominación como explo- bajador de los medios de producción es
tación económica, conocimiento de las efecto de la complejidad de la vida pro·
contradicciones del modo de producción ductiva y no medio, estricto, de explota-
dominante), Bakunin (poder social autó- ción. Aun no satisfaciendo todas las pre-
nomo, dominación como opresión políti- ferencias políticas, el horizonte de la polí-
ca) 15 y Simone Weil (limitaciones de la tica contemporánea, el nuestro, es webe-
concepción procedimental de la democra- riano. Tendremos que reflexionar sobre los
da, arraigo social a través de los deberes defectos del procedimiento democrático
reconocidos con el otro, subjetividad libre de decisión colectiva, sobre la base de su
de la industria manipuladora de las cons- superioridad política y técnica a cualquier
ciencias) 16, mientras que su meridiano otra forma de organización colectiva y de
nudo de críticas en el pensamiento pro- su estabilización en los países del Occidente
gresista es Lasalle (posible transformación desarrollado. A mediados de los sesenta,
social y política desde la socíaldemocra- países comunistas, tercermundistas y libe-
cía) 17_ De otra parte, creo que la más sono- rales -nos mostraba Macpherson- com-
ra ausencia en sus escritos son Weber (irre- petían por una mayor realización demo-
rnisibílidad de la burocracia moderna y crática que sus competidores. Ahora sabe-
capacidad crítica y transformadora del mos que la competición posee un ganador
liberalismo) y Durkheim (división social imperfecto porque acumula desigualdades
del trabajo como consecuencia de la espe- sociales en su sistema político. La reivin-
cialización en un mundo complejo y no dicación de igualdad social tendrá que ser
de las relaciones de explotación). Estas un correctivo al horizonte ineludible de la
ausencias no serían más que anecdóticas democracia liberal -Macpherson es un
si no fuera porque el diagnóstico de Weber buen ejemplo de esta posición en la teoría
se acabó revelando más prcdictívo que el política- 18. El maestro canadiense, tras
de Marx y nuestro presente y futuro demo- defender el sistema representativo y la pro-
crático se confirmó, nos guste o no, webe- fesionalización de la política, subrayó
riano. La teoría social de Weber es una como auténticos problemas de una demo-
objeción mucho más fuerte que la política cracia participativa el control de los polí-
de Lasalle a los planteamientos neomarxís- ticos elegidos, un sistema de partidos, el
tas de Capella. Es muy difícil materializar control de los trabajadores en la empresa
hoy efectivamente una praxis política sin y el fortalecimiento de los movimientos
considerar las pioneras objeciones que sociales y las asociaciones. Sin el surgi-
Weber opone a las previsiones hechas por miento de una nueva subjetividad no con-
Marx y Engels en el Manifiesto del Partido sumista y la reducción de la desigualdad
Comunista (1872), pues ahora acotan inde- económica y social actual no sería posible

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la profundización que requerimos de la lución son las gentes y no los represen-


participación en la democracia liberal 19. tantes 2:>, El surgimiento de un nuevo tipo
Los Materiales... y Entre sueños ya esta- de derecho requería, para Capella, una
blecían la articulación emancipadora entre comunidad igualitaria superadora de las
derecho, política y poder social frente a desigualdades efectivas que laten bajo los
la mitificación realizada del Estado, tanto ideales de democracia, justicia y libertad
por la teoría jurídica liberal como por la política. La democracia yel derecho liberal
soviética 20. Una democracia socialista se eran medios estrictamente de una cons-
manifestaba imposible sin una democra- titución comunitaria de un poder social
tización de la vida productiva que resti- efectivo 24. El postulado de «referéndum
tuyera la dirección real de la economía y permanente del poder social» por Capella
del Estado coactivo para el pueblo, pues y las críticas a la democracia representativa
el ídeallibertario de Capclla atribuye supe- dieron lugar a un interesante debate de
rioridad de la articulación social sobre la Elías Díaz con los críticos izquierdistas de
articulación política. Su rectificación del los límites del Estado democrático de
cconomicismo de la Critica del programa Derecho 25.
de Gotha (1891) le llevaba a una aprecia- Los trabajos recogidos en Los ciudada-
ción acertada de la abundancia a que dio nos siervos (1993) y Grandes esperanzas
lugar, más allá del diagnóstico de Marx, (1996) desarrollan una perspectiva política
la innovación tecnológica y a ver el obs- ya planteada en Materiales... y Entre sueños,
táculo real a la materialización de una si bien ahora se detienen en aspectos iné-
sociedad libre en la inalteración de unas ditos o analizan la transición política socia-
relaciones sociales de explotación. Facto- lista en nuestro país. El planteamiento más
res supraestructurales -políticos, mora- teórico corresponde a Ciudadanos siervos,
les, ideológicos, culturales-e- y no econó- mientras que Grandes esperanzas tiene una
micos -crecimiento, abundancia, ya logra- mayor pretensión de análisis de los
dos- eran condición necesaria para una momentos más críticos de nuestra actua-
nueva sociedad 21. lidad política einternacional. Ciudadanos
La «pugna por una sociedad racional siervos repasa de forma autocrítica los
y libre» no se agotaba «estrictamente en temas capitales de la concepción de la
el campo jurídico» 22, pero la crítica de las izquierda transformadora del mercado
profesiones jurídicas manifestaba el con- capitalista: las aporías de la escatología del
tinuo servicio público y privado de los juris- progreso, las dificultades de una acción
tas a la clases dominantes. La formación emancipadora, la sensibilidad ecosocial de
de un derecho no separado del poder social la naturaleza, las deficiencias de la sobe-
requería la formación universitaria de un ranía democrática, las nuevas formas de
nuevo jurista en una nueva universidad no dominación tecnológica y control ideoló-
clasista que no podría surgir de cambios gico del Estado social tras la tercera revo-
parciales de la existente. La transforma- lución industrial, la omnipotencia del
ción de la universidad quedaba englobada, poder económico y militar internacional,
dentro de esta argumentación, en la supe- la crisis del concepto de ciudadanía por
ración de la sociedad liberal, el capitalismo las discriminaciones sexuales y de extran-
monopolista y el Estado representativo jería, inexistencia palmaria de representa-
burgués. Las mismas fuerzas del poder ción política y abstracción de los derechos,
social que mueven el aparato productivo manipulación de la opinión pública por los
habrían de manipular el aparato político medios de comunicación de masas. «Leer
sin la mediación de un «grupo dominante el Manifiesto Comunista hoy» -contenido
especializado», ya que el sujeto de la revo- en Ciudadanos siervos- es un interesante

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estudio y reformulación de la práctica tical: una reflexión sobre la descentraliza-


emancípatoria del marxismo hoy: análisis ción asociativa fue compatible con un aná-
de sus presupuestos doctrinales -modo lisis muy crítico de los fenómenos de buro-
de producción y estructura social capita- cratización ineludibles del liderazgo polí-
lista, lucha de clases, universalidad de la tico 28. Creo que el punto más débil de
emancipación de los trabajadores-, con- toda la construcción de Capella está en
ceptos clave -clases sociales, plusvalía y su confianza, no demostrada, en la posi-
plusvalía relativa, estructura y sobreestruc- bilidad de una política real sin burocracia:
tura, concentración de capital- y deter- «Que las libertades políticas sean indispen-
minación de sus límites en nuestra socie- sables para el proyecto emancipatorio no
dad --confianza excesiva en el progreso, significa que las instituciones públicas exis-
desarrollismo destructor de la naturaleza, tentes, cuya función es realizada por admi-
desmerecimiento sexista de la condición nistradores y gentes de armas profesiona-
femenina, olvido de la hegemonía cultural les, dirigidos por "representantes políti-
por sobreestimación de la hegemonía polí- cos", lo sean igualmente. La invención de
tica de los trabajadores, deficiente apre- formas institucionales públicas que no
ciación del nacionalismo de la diversi- impliquen la profesionalizacíón política,
dad-o A partir de esta renovación de la burocrática y militar es -nos señala- una
praxis marxista Capella defiende «Otra exigencia muy antigua del movimiento
manera de hacer política» (1989), alter- emancipatorio: está en Marx, pero también
nativa a la democrático-representativa, en Babeuf y en otros "clásicos" de esta
favorecedora de espacios públicos solida- tradicíón.» 29. Pero el problema es que sólo
rios, no estatales, a través del trabajo esté presente en los «papeles» de Marx,
voluntario. El mayor interés de esta alter- Babeuf y otros clásicos, sin adquirir una
nativa es su aportación de lazos solidarios realidad, por incipiente que fuera, más tan-
superadores de la competencia entre los gible. Es decir, el problema es que siga
propios trabajadores, autoorganizados y en siendo una «exigencia muy antigua», un
disposición de decidir económica y social- deseo que apenas se abre paso alguno. La
mente; su articulación no especializada y reivindicación de una política social, no
profesional, así como su elusión de estruc- profesional, no ha dejado de ser por el
turas burocráticas. momento, y mucho temo que siga siendo,
La mayor objeción posible a esta alter- una emocionante petición de principio.
nativa es su afán de sustituir a las políticas Por el contrario, defender la moralidad y
representativas -ya que resultan burocrá- aporte político positivo del voluntariado
ticas-, ineludibles en sociedades de gran- a la debilitada democracia es compatible
des escalas y decisiones complejas, por un con considerar la superioridad técnica de
difuso y dcscstructurado poder social 26. El la racionalización jerárquica de las deci-
Estado burocrático y la empresa capita- siones públicas en las sociedades complejas
lista, mal que nos pesen, son materializa- -ventajas instrumentales como rapidez,
ciones del ineludible e irreversible predo- continuidad, ahorro de fricciones, unifor-
minio de la dominación legal-racional en midad de la burocracia-, salvo riesgo de
las sociedades modernas 27. La teoría polí- echar por la borda aportaciones básicas de
tica liberal -muy crítica con los fenóme- la teoría sociológica clásica inestimables
nos de burocratización de la democracia; para una teoría política posible.
Tocqueville, Mili, Brycc, Ostrogorski, En mi opinión, Capella supone excesiva
Mosca, Pareto, Michels y Weber así lo ates- orfandad teórica en la reflexión liberal
tiguan- ha compatibilizado la participa- sobre la democracia, al referirse estricta-
ción de base con la dirección política ver- mente, entre sus clásicos, a Hobbes, Bodi-

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no, Locke, Rousseau y Kant. Algunos de pación real y no meramente virtual (Ca-
éstos sólo pudieron vislumbrar la sociedad pella ha vinculado la etícidad comunista
moderna y están inmersos en la sociedad que defiende al tan criticado por Weber
tradicional. Más tarde, dentro de la tra- Sermón de la Montaña 33, como modelo
dición liberal, se produjo una más apasio- de «ética de la convícción») 34. Tocqueville
nante y sugerente problematización de la intuyó -en su reflexión sobre Rusia y
democracia liberal. Desde John Stuart Mili Estados Unidos como superpotencias- y
y Alexís de Tocqueville -en torno a la Weber ratificó la centralización y la buro-
escritura de la Democracia en América cracia -racionalización de toda los ámbi-
(1835, 1840)- ya se advierte que la Ilus- tos de la acción social- como el destino
tración política surge cargada de aporías, moderno común a las políticas de todos
paradojas y ambivalencias: la igualdad los signos. Ambos vaticinaron, en el Occi-
traerá consigo homogeneización de com- dente desarrollado, un futuro sin revolu-
portamientos, pérdida de imaginación, ciones en el que los aparatos burocráticos
despotenciación del espacio público y centralizados atenderían estables a Jos
rechazo de la disidencia política. La demo- cambios políticos de dirección de uno y
cracia representativa surge como una tera- otro signo.
pia de urgencia a los insoslayables fenó- Algunos de los males que Capella acha-
menos de apatía política y desencanta- ca a la democracia representativa son atrí-
miento que produce la racionalización buíbles más bien a las políticas previstas
burocrática del mundo moderno: Mil! para sociedades complejas y el socialismo
escribió Del gobierno representativo (1861) real lo fue. No es tan difícil saber que el
para aportar una propuesta de organiza- Estado comunista acabó siendo más buro-
ción política frente a la conversión de la crático -como Weber presagió-e- que el
vida política en rutina. Marx resolvió, más Estado capitalista 35. Otros males son fru-
drástica, pero también muy mecanicista- tos del predominio imparable del mercado
mente -CapeIla lo señala repetidas -aunque no comparta yo tampoco una
vcces- 30 estas paradojas ilustradas. En la identificación cerrada entre democracia y
actualidad podemos añadir que con escaso capitalismo- 36, y aquí la vigencia del
éxito como constructor de un sistema polí- marxismo y del neomarxismo de Capella
tico alternativo 31 y triunfo de una teoría son inapreciables: preponderancia extrema
crítica valiosísima. El auténtico debate teó- del poder económico transnacional sobre
cica se produjo en el siglo XIX. Y nuestro el poder público estatal; dilapidación del
siglo confirma que hizo falta soñar para patrimonio ecológico de la humanidad;
imaginar una propuesta emancipatoria en desigualdades sociales; necesaria revolu-
los países socialistas que remontara la bar- ción cultural; existencia abstracta de los
barie burocrática del estalinismo. Así lo derechos; crítica de la dominación política
ha reconocido CapelIa en «Sobre la buro- hasta el extremo posible de la «razón de
cratización del mundo» (1979), contenido Estado». Otras de las críticas formuladas
en Entre sueños: sólo el sueño se opone por CapelJa en Entre sueños a la demo-
a la catastrófica imposibilidad de una efec- cracia liberal, desde el marxismo, fueron
tiva perspectiva emancipatoria 32. Quizá se planteadas, y mejor encaradas en sus pro-
requiera también soñar para imaginar una puestas, por el propio liberalismo desde
«política responsable" sin representación, un proyecto, pese a todos los errores, rea-
especialización y profesionalización. No se lizable: la corrupción en el sistema político
necesita ser un férreo defensor del «rea- . (valga de ejemplo Bentharn y su crítica de
lismo político» para apreciar que sólo con los «intereses oscuros» de los políticos de
convicciones no basta para una emanci- todo signo o el análisis de Bryce y Ostro-

ISEGORíN19 (1998) 191


NOTAS Y DISCUSIONES

gorski del spoils system); las deficiencias Capella disentir y a mí quizá, ahora, disen-
de la soberanía popular (Kelsen no dudó tir de algunos de sus presupuestos. Tam-
en darle el estatuto de «ficción» estimu- bién nos permite tener diferentes sueños
lante, no de engaño); la apatía política (el sobre la vivencia de alguna política más
asociacionismo fue remedio liberal a lo que esperanzadora que las pesadillas que nos
todos sus teóricos percibieron como tocó en suerte soportar en siglo tan cruel.
«monstruo burocrático» con el que con- La «conquista de una comunidad» sin dife-
vendría ir familiarizándose); la desilusión rencias, donde quepa satisfacer igualitaria-
ante el escaso nivel de nuestros dirigentes mente todas las necesidades en la abun-
políticos (la vía parlamentaria y los ple- dancia y no exista confrontación de valo-
biscitos eran para Weber remedio de res, deseada por Capella 39, parece hoy más
urgencia); la aparición de oligarquías en que quimérica. Además, Capella debería
la organización de los partidos (Mosca y deslindar más su proyecto comunitarista
Michels verían hoy, más transcurrida la his- de otras versiones comunitaristas conser-
toria, confirmados sus pronósticos acerca vadoras, atávicas y autoritarias, igualmente
del carácter endógeno de este defecto críticas del liberalismo. En una comunidad
estructural). sin diferencias morales y políticas no
No cabe incurrir en la equiparación de podrían expresarse las discrepancias, pro-
democracia liberal y fascismo -sólo dife- pias de lenguajes a veces inconmensura-
rencíables por Capella por cambios de gra- bles, que cabe confrontar en la fraccionada
do y ajuste- 37 por un supuesto deseo sociedad liberal. En todo caso le concedo
compartido de eliminación de todo aquello que -como John Stuart Mill reivindicó-
que se oponga a la normalización de la ayer y hoy nos conviene a todos acechar
opinión. El conservador Carl Schmitt y no perder ocasión para disentir. Y subs-
incurrió en el mismo equívoco al atraer cribo, amén de los más bienpensantes ilus-
al liberalismo, a todo liberalismo, hacia la trados, que: «Es completamente cierto, y
misma estrategia de eliminación del con- así 10 prueba la Historia, que en este mun-
trario, capital para los autoritarismos 38. Es do no se consigue nunca lo posible si no
una sociedad liberal la que le permite a se intenta 10 imposible una y otra vez» 40.

NOTAS

I Michel Cirnent y Héléne Tierchant, Theo Ange- clasificación de preguntas de examen, cuando se han
lopoulos, París, Paris, Edilig, 165 pp. publicado muchos otros trabajos de investigación, creo
Z Juan Ramón Capella, El aprendizaje de! aprendi- que debería ser, desenfadadamcntc, apreciada como
zaje. Fruta Prohibida. Una introduccián al estudio del una buena nota de humor, dirigida a los alumnos para
Derecho, Madrid, Editorial Trolla, 1995, 114 pp. que soporten los terroríficos exámenes.
, En un lugar inesperado, ya no numerado -tras 4 MicheJ Foucault, L'ordre du discours, París, Galli-

la página tl4-, el autor agradece la atención brindada mard, 1971, 82 pp. [trad. cast, Alberto Gonzálcz Tro-
por sus más directos colaboradores sin mencionarlos yano, El orden del discurso, Barcelona, Tusquets, 1973,
para protegerles, algo recónditamcntc, de «las iras gla- 64 pp.; trad. catalana, Pornpeu Casanovas Rorneu,
ciales de colegas poco dotados de espíritu deportivo», L 'ordre del discurs i alires escrits (edición preparada
a las que sólo el autor se siente merecedor. Sin embar- por Josep Ramoneda), Barcelona, Laia, 1982, 189 pp.,
go. destaca 244 preguntas de introducción al derecho, pp. 103-147].
de Manuel Atienza, entre otros, como «manual para , Juan Ramón Capella, El aprendizaje del aprendi-
aprobar», sin destacar otros libros del mismo autor' zaje.op. cit., p. 51.
que muchos hemos utilizado como aportación impres- • Las opiniones recogidas en estos materiales datan
cindible a la teoría y a la filosofía del derecho. Una de los años 1969 a 1975: Materiales para la critica de

192 ISEGORíA/19 (1998)


NOTAS Y DISCUSIONES

la Filosofia del Estado, Barcelona, Fontanella, 1976, l ' Juan Ramón CapeHa, «Sobre el Estado de Dere-
211 pp. cho y la Democracia (A propósito de un libro de
, Juan Ramón Capella, Materiales para la critica de Elía~ Díaz) (1967)>>, Materiales para la crítica de la
la Filosofía del Estado, op. cit., p. 42. Filosofía del Estado, ap. cit., pp. 11-23; Ellas Diaz,
, Juan Ramón Capella, Materiales para la critica de «El Estado Democrático de Derecho y sus críticos
la Filosofía del Estado, op. cit., p. M. izquierdistas», Legalidad-legitimidad en el socialismo
• Juan Ramón Capella, Los ciudadanos SieIVOS, democrático, Madrid, Editorial Cívitas, 1977,228 pp.,
Madrid, Editorial Trotta (l." y 2." ed., 1993),238 pp., pp. 149-186. Ellíbro con el que Capella inició la polé-
pp. 210-211. mica es Estado de Derecho y sociedad democrática
io Juan Ramón Capella, Materiales para la critica (1966), de Ellas Diaz, secuestrado en el franquisrno
de la Filosofia del Estado,op. cit.;Entresueños. Ensayos y sujeto al control político del Tribunal de Orden
de filosofia politica, Barcelona, Editorial Icaria, 1985, Público de la dictadura.
197 pp.; Los ciudadanos siervos, Madrid, Editorial Trot- '" Juan Ramón Capella, Materiales para la crítica
ta, 1996, 180 pp. de la Filosofla del Estado, op. cit., pp. 108-110.
" Juan Ramón Capella, Grandes esperanzas. Ensa- n Max Weber, Economía y Sociedad. Esbozo de
yos de análisis politico, Madrid, Editorial Trona, 1996, sociología comprensiva, México, Fondo de Cultura Eco-
1BOpp. nómica, 1994 (4.- reimpresión 1979), 1236 pp.; David
Beetham, Max Weber y la teoria política moderna (trad.
" Juan Ramón CapeUa, Grandes esperanzas, op. cit.,
p.l). cast. Fernando Pérez Cebrián); Madrid, Centro de
Estudios Constitucionales, 1974,459 pp,
13 Juan Ramón Capella, Grandes esperanzas, op. cit.,
'" José María Gonzálcz García, La máquina buro-
pp. 179·180.
crática (Afinidades electivas entre Max Weber y Kafka),
"Juan Ramón Capella, Entre sueños, op. cit.,
Madrid, Visor La balsa de la Medusa, 1989,222 pp.).
pp.11O-111.
'" Juan Ramón Capella, Ciudadanos siervos, op. cit.,
i< Juan Ramón Capella, Entre sueños, op. cit.,
p.198.
pp. 52-56.
JO Juan Ramón Capella, Los ciudadanos siervos,
lO Juan Ramón Capella, «Simone Weil o la visión
op. cit., pp. 178-179,
del desarraigo moderno", Simone Weil, L'Enracine-
" Francoís Furet, Le passé d'une illusion. Essai sur
ment, Paris, Gallimard, 1949 (trad. cast. Juan Carlos
l'idéc communiste au XXe siécio, París, Robert Laf-
González Pont y Juan Ramón Capella; presentación
font/Calmann-Lévy, 580 pp. (existe trad. cast.). El pro-
de Juan Ramón Capella, Echar raíces, Madrid, Trolla,
fesor Francisco Tomás y Valiente me animó a leer
1996,238 pp., pp. 9-22).
este ensayo tras haberle escuchado su presentación de
" Juan Ramón Cape 11 a, Entre sueños, op. cit., p. 117, la edición mexicana en el Instituto Francés de Madrid.
rs C. B. Macpherson, La realidad democrática. Libe- Quiero expresarle mi cariñoso reconocimiento como
ralismo, socialismo y tercer mundo, Barcelona, Fonta- alumno de uno de sus cursos de doctorado, consciente
nella, 1963,89 pp . de la amplísima y excelente tarea orientadora quc, en
•• C. B. Macpherson, La democracia liberal y su diversos foros, desarrolló generosamente en muchos
época (trad. cast. Fernando Santos Fontela), Madrid, de nosotros, Véase su sugestivo comentario u este libro;
Alianza Editorial, 1981, 150 pp., pp. 113 Y ss. Véase «El comunismo como ilusión», Saber leer, enero 1996,
la polémica de Alfonso Ruiz Miguel con la teoría núm. 91, pp. 8 Y9.
política de C. B. Macpherson: Alfonso Ruiz Miguel, 32 Juan Ramón Capella, Entre sueños, op. cit.,
«La teoría política del optimismo obsesivo: C. B. pp. 96-97.
Macpherson», Sistema, núm. 52, enero de 1983, 11 Juan Ramón Capella, Grandesesperanzas, op. cit;
pp. 45-63. p.m.
'" Sobre la critica a la teoría jurfdico-polñica sovié- ,. Max Weber, "La política como vocación» (1919),
tica, Capella asume los planteamientos críticos anties- El político y el cienufico (trad. cast, Francisco Rubio
talinistas del «reformista» Bruno Rizzi y del «acadé- Llorente), Madrid, Alianza Editorial (1." ed., 1%7)
mico» Karl A. Wittfogel al sistema soviético como nue- 1981,233 pp" pp. J61, 17U·171.
vos despotismos pcrpctuadores de una estratificación JS Norberto Bobbio, ¿Qué socialismo? Discusión de
social explotadora. Juan Ramón Capella, «Sobre la una alternativa (trad. casto Juan Moreno), Barcelona,
burocratización del mundo», Entre sueños, op. cit., Plaza & Janes, 1977, J73 pp., pp. 70·71.
pp. 31-39. rs Véase la interesante exposición crítica de Elías
21 Juan Ramón Capella, Entre sueños, op. cit.,
Díaz sobre Grandes esperanzas, sugerente análisis y dis-
pp. 31-39. cusión de sus tesis, objeto de un debate con el autor,
11 Juan Ramón Cap ella, Materiales para la crítica y la contestación de Capella a aquél, a Antonio García
de la Filosofía del Estado.op. cu., p. 39. Santesrnases y Jaime Pastor; Ellas Díaz, «Juan Ramón
z, Juan Ramón Capella, Entre sueños, op. cit., p. 19. Capella: la identidad comunista libertnria»; Juan
,. Juan Ramón Capella, Materiales para la crítica Ramón Cepclla, «Respuestas a las críticas», próxima.
de la Filosofía del Estado, op. cit., pp. 96)' ss, mente en Revista Internacional de Filosofia Polltica.

ISEGOAfA/19 (1998) 193


NOTAS Y DISCUSIONES

.\1 Juan Ramón Capella, Entre sueños, op. cit., .l' Juan Ramón Capella, Materiales para la crítica
pp. 143·147. de la Filosojia del Estado,op. cit., pp, 96,97.
.'. Carl Schrnitt, El concepto de lo polttico (trad. casto ,,' Max Weber, «La política como vocación» (1919),
e introducción de Rafael Agapito), Madrid, Alianza El políticoy el científico, op. cit., p. 178.
Editorial, 1991, 153 pp.

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