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Para que esto sea posible, deben reducirse al máximo las fugas de fluido. Así se evita la
aparición de depósitos e incrustaciones, se previene el riesgo de explosiones, etc.
El eje de algunos equipos (bombas, compresores, ventiladores, agitadores, etc.) separa dos
medios (normalmente, el fluido que se impulsa y la atmósfera). Para prevenir fugas, o evitar la
entrada de aire, se emplean dispositivos de sellado.
La figura 1 muestra el eje de una bomba centrífuga, sin dispositivo de sellado. Existe un espacio
entre el eje y la carcasa, ya que en caso contrario, el desgaste de ambos elementos sería
excesivo. Por esta holgura se fuga el fluido.
empaquetaduras.
cierres mecánicos.
bombas sumergibles.
cierres o sellos de gas.
2. EMPAQUETADURAS
Durante mucho tiempo, las empaquetaduras fueron los dispositivos más empleados para sellar
ejes. En la actualidad, han sido desplazadas por los cierres mecánicos.
La empaquetadura está compuesta por fibras que primeramente se trenzan, retuercen o mezclan
en tiras y, luego, se conforman como espirales o anillos.
Trenzada: puede ser entretejida cuadrada, plegada cuadrada, trenzado sopre trenzado, y
trenzado sobre núcleo.
Las empaquetaduras de este tipo más empleadas son la entretejida cuadrada y la trenzada sobre
núcleo. Las diferencias en el trenzado dependen del tipo de máquina en que se fabrican las
empaquetaduras.
Los materiales que se emplean para fabricar la empaquetadura son fibras animales, vegetales,
minerales o varias sintéticas. Las más utilizadas son el asbesto, tela, yute y esparto.
Metálica: se fabrica con plomo, babbitt, cobre o aluminio. El núcleo es de material elástico
compresible (caucho sintético o mecha de asbesto) al que se le añade algún lubricante.
Las empaquetaduras de asbesto grafitado son las más usadas en los equipos que trabajan con
productos petrolíferos y agua.
Cuando el eje de la máquina gira a velocidades muy elevadas, se suelen emplear
empaquetaduras de material plástico, formadas por diversas fibras aglutinadas y un lubricante.
La empaquetadura, una vez fabricada, se impregna con una cantidad de lubricante, en función
del servicio a que se destine el empaque.
Las empaquetaduras se cortan para formar anillos cerrados, que se albergan en la estopera
(espacio libre que queda entre el eje y la carcasa de la bomba). La longitud a la que se cortan
debe ser la adecuada para que rodeen completamente al eje del equipo.
La forma de la junta del anillo depende del material con el que están fabricados:
En el resto, la experiencia muestra que el uso de las juntas sesgadas o biseladas es más
eficaz (fig. 3b).
Los anillos que forman la empaquetadura se introduce en el estopero. Luego, se aprietan con los
tornillos del prensaestopas, de manera que los anillos de empaquetadura comprimen al eje
(figura 4).
Fig. 4: Empaquetadura
mecánica.
Apriete de la empaquetadura:
Se deben apretar las tuercas de los pernos por igual; en primer lugar, se aprieta una
tuerca 1 / 6 de vuelta, y luego, la otra; se repite la operación hasta conseguir el apriete
adecuado.
Que el eje gire libremente, y se mueve en el sentido axial (atrás y adelante). Por tanto,
las pérdidas por rozamiento en el empaque serán mínimas.
Que la empaquetadura contenga aceite lubricante, para suavizar la fricción con el eje.
Por otra parte, si una bomba funciona en condiciones de vacío, a través de la empaquetadura
puede entrar aire al interior del equipo. En estos casos, es posible que se originen problemas de
descebado.
Bajo coste.
Una empaquetadura se utiliza cuando se bombean productos inocuos y las fugas son mínimas.
Su gran ventaja es su bajo coste.
Sin embargo, no son aptas para manejar productos químicos peligrosos. En este caso, se usan en
combinación con anillos de cierre o sellado, denominados anillos linterna.
Anillos linterna
Cuando los fluidos que se manejan son tóxicos o corrosivos, las fugas deben detenerse o
minimizarse todo lo posible.
Dado que la empaquetadura permite pequeñas fugas, se combina su utilización junto con un
anillo linterna, anillo de cierre o jaula de sello.
La figura 5 muestra un anillo linterna. El anillo tiene un perfil en forma de H. y tiene agujeros
distribuidos a lo largo de su parte central.
Fig. 5: Anillo linterna.
La figura 6 muestra la disposición del anillo linterna en el estopero. El anillo se sitúa entre dos o
más empaquetaduras dispuestas alrededor del eje, a modo de separación de las mismas.
En la carcasa del equipo hay un orificio, al que se conecta una tubería por la que circula un
fluido de seguridad que atraviesa el anillo linterna. En función de la presión del fluido, existen
dos disposiciones;
Si la presión del fluido es la de vacío, el fluido succiona el aire que se introduce a través
de la empaquetadura o cualquier fuga de fluido; posteriormente, se trata
adecuadamente.
Si se introduce un fluido de seguridad (agua, nitrógeno, etc.) por el anillo a una presión
menor que la del fluido bombeado, cualquier fuga que se produjera sería recogida y
diluida por el fluido de seguridad; posteriormente, se somete a un tratamiento.
Los anillos linterna se utilizan para el sellado de las bombas que manejan fluidos peligrosos.
Precisan una alimentación con un fluido de seguridad o una linea de vacío, con el
consiguiente coste añadido.
3. CIERRES MECÁNICOS
En la actualidad, los sellos mecánicos son los dispositivos más usados para sellar líquidos en ejes
rotatorios.
En un sello mecánico, las fuqas son despreciables durante toda su vida útil.
Un sello mecánico es un dispositivo que forma un sello móvil entre superficies planas.
Un anillo sellador giratorio, que gira solidario al eje de la máquina. Este anillos suele
ser de carbón.
Unos resortes o muelles, que presionan el anillo giratorio contra el sello estacionario.
El sellado se produce debido al deslizamiento entre las superficies en contacto del sello
giratorio y del sello estático.
El gran ajuste (holguras de cien milésima de milímetro) que existe entre el anillo de grafito
(estático) y el anillo de metal (rotatorio) evita las fugas de fluido.
El grafito actúa como lubricante y asegura que no se produce un desgaste excesivo. El grafito
del anillo estático puede sustituirse por teflón, que tienen gran resistencia y buenas propiedades
lubricantes.
El material de los resortes y del anillo rotatorio se elige en función de las temperaturas y del
ataque químico que deben soportar.
Normalmente, las superficies selladoras se orientan en ángulo recto respecto a las superficies de
rotación. Por tanto, la dirección de las fuerzas que realizan el sellado (fuerzas ejercidas por los
resortes) es paralela el eje.
Las principales ventajas e inconvenientes que presentan los sellos mecánicos frente a las
empaquetaduras son:
Los sellos mecánicos se clasifican en sellos internos o externos. En ambos casos, el principio de
funcionamiento es el mismo que se ha expuesto anteriormente.
A. Sellos internos
Los sellos internos se instalan con todos los componentes selladores expuestos al líquido de
proceso, es decir, al líquido que circula por la bomba.
La figura 8 muestra un sello mecánico interno. El cierre se produce por el gran ajuste que se
produce entre le anillo sellador giratorio y el anillo sellador estático.
La junta tórica inferior está comprimida contra el anillo sellador giratorio, debido a la acción de
los resortes y evita que la fuga de líquido entre el eje y el anillo sellador giratorio. La otra junta
tórica evita la fuga de fluido entre el anillo sellador estático y la carcasa.
Capacidad de sellado contra presiones elevadas, puesto que la presión del fluido se
ejerce en la misma dirección que la fuerza del resorte.
Protección de las partes selladoras contra daños mecánicos externos/ ya que no están
expuestos al exterior.
B. Sellos externos
Necesitan materiales de construcción menos resistentes que los sellos internos, ya que
están aislados de los fluidos de proceso.
La instalación y el ajuste resultan sencillos, ya que las piezas ocupan una posición más
accesible.
El tamaño de la estopera no es un factor limitante a la hora de elegir el sello.
4. BOMBAS SUMERGIDAS
Ninguno de los métodos de sellado de los ejes de bombas, descritos hasta ahora, son óptimos.
Todos presentan problemas en términos de coste o de funcionamiento.
La figura 11 muestra una bomba centrífuga sumergida, donde la totalidad de la carcasa está en
el seno de líquido. El motor se deja fuera del líquido en la parte superior de la instalación.
El motor y la carcasa están conectados por medio de un eje. No es necesario ningún sello que se
interponga entre ellos, ya que cualquier fuga que se produzca, regresa al tanque.
Por tanto, los puntos de apoyo del eje están localizados en un extremo, lo que origina una
vibración. Esta vibración u oscilación, que tiene la forma que se muestra en la figura 12, causa
una tensión o sobrecarga adicional en el eje.
Vibración u oscilación del eje, que se traduce en una sobrecarga del mismo.
Existen varias alternativas a este tipo de bombas sumergidas, entre las que destacan:
La forma más sencilla de evitar que el gas fluya de una zona de mayor presión (interior de!
compresor) a una de menor presión (la atmósfera), es ajusfar estrechamente el eje y la carcasa
del compresor.
Este ajuste ocasionaría un gran ajuste de los elementos en contacto, y obligaría a cambiarlos a
menudo. Por lo tanto, ésta es una solución inviable.
En vez de realizar este ajuste, se recurre a sistemas de sellado que difieren de los empleados con
los líquidos, ya que los gases presentan unas características particulares: la densidad de éstos y
su viscosidad es mucho menor que la de los líquidos.
La figura 13 muestra un esquema simple de un sello de laberinto. Observa que los puntos de
contacto están formados por una serie de cuchillas o filos circulares en contacto con el eje.
Para formar los laberintos se emplean, por lo general, anillos de aluminio, que son los que
soportarán el desgaste.
Estas caídas sucesivas de presión hacen que, en un momento determinado, el gas ya no tenga
energía para fugarse.
La pérdida de energía en los filos hacen que al gas le resulte más fácil fluir por la tubería
principal de descarga que fugarse por los sellos
Entre los alabes o paletas estacionarias. Recuerda que su misión es conducir el gas hacia
los alabes móviles. Los cierres evitan la recirculación del gas entre los impulsores.
En el pistón de balance, con la misión de evitar que el gas pase a la cámara que está en
comunicación con la aspiración.
El pistón de balance es un disco macizo de acero, que tiene la función de eliminar parte del
empuje axial del rotor. La figura 14 muestra el cierre de un pistón de balance.
a. Cierre interno (cámara A). El gas llega a la cámara A, regulado por una válvula automática,
desde la impulsión del compresor.
b. Cierre central (cámara B). Está comunicado por un eyector, que aspira el gas que se haya
podido escapar o filtrar entre los cierres.
c. Cierre externo o escalonado (cámara C). Se le inyecta nitrógeno, que tiene la misión de crear
una presión de cierre, que evite la entrada de aire atmosférico a través del venteo de la cámara
C. Esta entrada de aire daría lugar a la formación de una mezcla explosiva.
El cierre por aceite, al igual que el de laberinto, evita que el gas salga entre el eje y la carcasa del
compresor.
Anillos flotantes. Son dos anillos de acero, interior (1) y exterior (2), recubiertos
interiormente por una lámina de metal antifricción, que es la que está en contacto con el
eje.
El laberinto externo impide que el aceite de la cámara B pase hada los cojinetes.
Deflector de aceite. Es un anillo de bronce que está fijado al eje. Se sitúa entre el anillo
flotante (de mayor diámetro) y el laberinto externo.
Su misión es impedir que el aceite que sale del anillo flotante hacia la cámara C, se
escape por el laberinto externo. El aceite llega a la cámara C y vuelve de nuevo al
tanque impulsado por el deflector, a través, de una línea que comunica esta cámara con
el tanque.
El aceite que entra a la cámara B, situada entre los dos anillos flotantes, se filtra por un lado
hacia la cámara A, y por el otro hacia la cámara C.
El aceite que llega a la cámara A, junto con el gas que haya pasado a través del laberinto
interno, se envía a los purgadores, es decir, a drenaje.
Por una parte, con unas empaquetaduras montadas en una caja metálica.
Por otra, con aceite de lubricación que se le inyecta al pistón dentro de los aros.