Jesús en toda la Biblia

En Génesis, Jesús es la simiente de la mujer.

En Éxodo, Jesús es prefigurado en el cordero pascual.

En Levíticos, Jesús es tipificado en cada sacrificio y rito presentado en cumplimiento de la

ley.

En Números, Jesús es la promesa de curación, representada en la serpiente de bronce.

En Deuteronomio, Jesús es el Profeta levantado por Dios.

En Josué, Jesús es tipificado en Josué y la cuerda escarlata.

En Jueces, Jesús es prefigurado como el juez supremo y libertador.

En Rut, Jesús es prefigurado en el pariente redentor.

En 1 y 2 Samuel, Jesús es prefigurado en David como pastor y rey nacido en Belén.

En 1 y 2 Reyes, Jesús es tipificado en la sabiduría de Salomón.

En 1 y 2 Crónicas, Jesús es tipificado en el arca y el templo.

En Esdras, Jesús es tipificado en Esdras como el reconstructor espiritual del pueblo.

En Nehemías, Jesús es tipificado en Nehemías como el que deja un cargo elevado para
identificarse con la suerte de su pueblo y dirigirlo.

En Ester, Jesús es el Defensor, dispuesto a morir por Su pueblo.

En Job, Jesús es nuestro Mediador y Redentor.

En Salmos, Jesús es nuestro Rey de gloria, Buen Pastor, Ayudador y Salvador.

En Proverbios, Jesús es la sabiduría encarnada.

En Eclesiastés, Jesús es el Pastor que ofrece vida abundante.

En Cantares, Jesús es la rosa de Sarón y el lirio de los valles.

En los Profetas, Jesús es el Mesías prometido, Príncipe de Paz y Salvador Sufriente.

En Mateo, Jesús es el Rey, el largamente esperado Mesías de Israel.

En Marcos, Jesús es el Siervo sufriente que da Su vida para salvar al mundo.

En Lucas, Jesus es el Hombre ideal que viene para salvar a toda la humanidad; judíos y
gentiles por igual.

En Juan, Jesús es el Hijo de Dios.

En Hechos, Jesús envía Su prometido Espíritu.

En Romanos, Jesús es la promesa de salvación.

En 1 Corintios, Jesús promete a Sus seguidores, la iglesia, dones espirituales.

En 2 Corintios, Jesús proporciona la fuerza prometida en la debilidad.

En Gálatas, Jesús es la fuente de poder prometida para vivir por gracia.

En Efesios, Jesús es el modelo de madurez espiritual.

En Filipenses, Jesús es la fuente de la alegría prometida.

En Colosenses, Jesús es nuestro supremo Señor y suficiente Salvador.

En 1 y 2 Tesalonicenses, Jesús promete regresar por Su pueblo.

En 1 y 2 Timoteo, Jesús promete ser nuestro Intercesor.

En Tito, Jesús promete redimir y purificar Su pueblo.

En Filemón, Jesús es Aquel en quien tenemos la promesa de reconciliación y perdón.

En Hebreos, Jesús es el prometido autor y consumador de nuestra fe.

En Santiago, Jesús es la inspiración detrás de nuestras obras de fe.

En 1 y 2 Pedro, Jesús promete ser nuestro Pastor y salvador.

En 1, 2 y 3 Juan, Jesús promete Su vida salvadora.

En Judas, Jesús es el Juez prometido de falso profetas.

En Apocalipsis, Jesús es nuestra promesa cumplida, Rey de Reyes y Señor de Señores.