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INTERVENCIÓN DE ARIADNA DÍAZ TONDO

Martes 21 de noviembre de 2017. Congreso de los Diputados. Madrid


Acto Estatal de la SAME (Semana de Acción Mundial por la Educación)

Buenos días señoras y señores parlamentarios. Buenos días compañeras y compañeros que creéis en el
derecho universal de la educación. Mi nombre es Ariadna y para mi es un honor estar aquí en vuestra representación.
Formamos parte de una ciudadanía activa que se moviliza para solicitarles a ustedes, nuestros representantes políticos
el cumplimiento de los compromisos mundiales para la educación. Por lo tanto, pido la palabra por el derecho a una
educación universal, de calidad, equitativa y para toda la vida.

Dos mil habitantes configuran en los ayuntamientos de Monfero e Irixoa en la provincia de la Coruña, pero
a pesar de que no os suene su nombre, en ellos existe una conciencia social critica ante las problemáticas que afectan
a nuestra sociedad. Conciencia social que se transmite desde las actuaciones que desarrollamos día a día en nuestro
centro educativo.

Así, actuando desde el ámbito local posibilitamos la capacidad de buscar soluciones a los problemas
globales, creando conciencia de su existencia y capacidades resolutivas. Es decir, el empoderamiento efectivo de la
sociedad ante las problemáticas.

Partimos de la base del cumplimiento de los derechos y deberes de las personas, tanto a nivel individual
como por ser parte de la sociedad. Así, nos sumamos a cualquier lucha efectiva para su desarrollo y consecución.
Esta es nuestra intención al participar durante la última década en la “Campaña Mundial por la Educación”. Así, nos
sumamos a la propuesta de acción “de calle” para poder hacer "ruido", para que la ciudadanía se transforme, se
preocupe y “ocupe” del derecho a la educación en el mundo durante el año 2017. Nos convertimos en activistas,
partífices activos del derecho a la educación. Queremos hacer "algo", es decir, ser parte del proceso que el conjunto
de la sociedad debe realizar para que se cumplan las metas acordadas dentro de los objetivos para un desarrollo
sostenible, en este caso el derecho a la educación.

Pero este "hacer algo" es algo más. Día a día participamos en la escuela, junto con nuestros docentes y
familias en el maravilloso proceso de aprender. Aprender a ser personas y ciudadanos activos y críticos. Así,
transformamos la escuela. Por ejemplo, con el voluntariado de centro, contagiamos a las personas de nuestro entorno
con el espíritu de solidaridad y de esfuerzo compartido. Las y los que somos más mayores acompañamos a las nuevas
generaciones en su incorporación y tránsito por el sistema escolar. Somos madrinas y padrinos lectores, organizamos
talleres de animación en los recreos. Adquirimos habilidades sociales con el programa de tutoría entre iguales.
Hacemos partífices a nuestras familias de la realidad organizando actividades complementarias. Aquí, la igualdad
entre hombres y mujeres y la coeducación son valores que impregnan todas nuestras actividades.
Queremos también, conocer el mundo y sus realidades. Las puertas del centro se abren a sus diferentes
perspectivas. La educación en el mundo entra a través de cooperantes y profesionales. No han sido los cinco
continentes, pero casi, Colombia, Finlandia, Brasil, Estados Unidos, la India, nos han hecho ver que a pesar de las
diferencias, al final, todos y todas somos personas, con sueños, con vivencias, con expectativas de futuro…. Que al
final se traducen en un mismo objetivo… poder construir una sociedad digna, tolerante, pacífica y capaz de
desarrollarse de forma respetuosa con el medio.

Igualmente, conocemos lo cercano, lo que sentimos más propio. A mí me gusta decir que somos un cole
viajero, ….. la granja de nuestro compañero, la quesería de nuestra vecina, el molino que suministraba de trigo a
nuestros abuelos y abuelas, enseñando nuestras formas de aprender en las universidades, viendo las evoluciones
tecnológicas en los museos científicos, sintiendo el aroma y los sonidos de nuestros paisajes, intercambiando
experiencias en las convivencias con otros centros educativos, participando en el voluntariado y colaborando con
ONGs, ...

Todo esto nos vale para aprender a ser personas y para crear conocimientos. En este último sentido, las
tecnologías de la información y la comunicación tienen un papel fundamental. No solo como un recurso, sino como
elemento de creación, de comunicación con la sociedad, de compensación de las desigualdades y como recurso para
alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres. Los talleres de radio, la creación audiovisual o la programación y la
robótica transitan por nuestras aulas.Todo esto que acabo de contar es la base de la creación de nuestra conciencia
crítica e se convierte en resolutiva al participar, en las movilizaciones de cada Campaña Mundial por la Educación y
como no, al estar aquí como representantes de los niños y niños activistas.

Pero, señoras y señoras parlamentarios, todo lo que acaban de escuchar necesita de algo fundamental: la
suma de esfuerzos, la asunción de responsabilidades y la dotación de los recursos económicos necesarios. Como ven,
nosotros y nosotras asumimos las responsabilidades que nos corresponden: esfuerzo, superación y aprovechamiento
de los medios que la sociedad nos ofrece.

¿Y ustedes? ¿Son conscientes de la importancia de la Agenda 2030? ¿Cumplen sus programas? ¿Están
dispuestos a luchar por el resto de la sociedad y por las nuevas generaciones? Recuerden que para todo lo que hemos
contado hace falta dinero…Dentro de sus prioridades…de verda, ¿la educación tiene el peso necesario? Y dentro de
la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) ¿la educación básica tiene el tanto por ciento justo? No piensen que estas
preguntas las hacemos al aire, piensen que son parte de sus compromisos y sepan que estamos vigilantes, porque
somos una ciudadanía comprometida. Nosotras y nosotros pensamos, vemos y actuamos, háganlo ustedes también.

Así, todos y todas debemos creer en la necesidad de reafirmar la defensa de los conceptos de calidad,
gratuidad y equidad educativa definidos en la Agenda 2030. La educación sirve para alcanzar el bienestar de las
personas y por lo tanto de la sociedad. Pero, como se gestiona esa sociedad? Pues a través de sus instituciones.

Los Gobiernos son el primer referente a la hora de garantizar el derecho de todos los niños y niñas a
educarse en igualdad de condiciones sin que se vea determinada por su lugar de procedencia o por su condición social
o personal. Así, que señoras y señores hagamos efectivos los planteamientos de sus programas y dediquemos los
recursos necesarios para que el esfuerzo compartido de toda la sociedad se traduzca en el derecho efectivo de una
educación de calidad para todos los niños y niñas del planeta. Educación gratuita que debe atender a todas las
personas por igual, es decir equitativa e inclusiva y por y para la vida. Como dice un proverbio africano, para educar
a las futuras generaciones hace falta toda la tribu.

Gracias por su atención.

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