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EKMEKDJIAN Ce pe Oe ae TY ear ta ow Te Le por Micuet, ANGEL ExMExD.IAN fsta nueva obra del profesor kmekdjlan viene a sustituir su ante- tlor libro Hacia la repdblica latinoame- ricana, publicado también por nuestro scllo y agotado a poco mas de dos aos de su publicacion, Pero, como afirma el autor en el pro- logo, esta obra tiene una metodologia completamente distinta de la anterior. Contiene un anélisis sistemético, por instituciones, del derecho comunitario latinoamericano, incluyendo los princi pales temas y cuestiones juridicos rela- tivos a la integracion regional, y en es- pecial al Mercosur, La tesis central del trabajo que ahora presentamos puede sintetizarse en la firmaci6n de que el disefio de los orga- nismos comunitarios latinoamericanos deberian tener como modelo los crite- 0s que predominarom para trazar las estructuras de la Uni6n Europea, que es el mas acabado ejemplo de comunidad supranacional. Dichos criterios son vé- lidos también para la creaci6n de un de- recho comunitario, el cual no podré ser sustituido por normas de derecho in- ternacional pablico 0 privado, El autor ha agregado a su pormenori- zado andlisis doctrinal un apéndice con los principales documentos rela- clonados con la integraci6n subregio- nal, en especial del Mercosur, lo que le daa la obra un sentido practico invalo- rable para la labor de funcionarios, profesionales y empresarios interesa- dos en la materia, ya que no es facil el Jacceso a tales documentos, El {uturo latinoamericano est en la lintegraci6n, y su derecho serd el dere- Jcho del mafiana. Estamos seguros de que esta nueva obra del doctor H:kmekdjian abrir un nuevo rumbo en quella direcelén, INTRODUCCION AL DERECHO COMUNITARIO LATINOAMERICANO m1 MIGUEL ANGEL EKMEKDJIAN Profesor titular’ —por concureo— de Derecho Constitulona, on Ia Faculind de Derecho y CS. de la Universidad de Buenos Aires Profesor asociado de In Universidad Central de Cochabambe, Bolivia. INTRODUCCION AL DERECHO COMUNITARIO LATINOAMERICANO (con especial referencia al Mercosur) re @ EDICIONES Digoalana BUENOS AIRES (aS) BIBLIOTE Universit VI BIN, 950-14-0762-4. © eprcrones ZeraLira BUENOS AIRES TTaleahuano 494 Hecho et depévito que extablece la lay 11.728. Derechos reseroados TInproso en la Argentina, Printed in Argentina Dedicatorias: A.la memoria de los préceres latinoamericanos Simén Bolivar, José F. de San Martin, José G. de Artigas, Juan Bautista Alberdi, Andrés Bello, Bernardo O'Higgins, Antonio José de Sucre, Fran. cisco Morazdn, Francisco I. Madero, Rui Barbosa y a todos los que —tomo ellos— vislumbraron, eada uno a su modo, la integracién latinoamericana. Ala memoria de mi amigo el Dr. Alberto Demicheli, profesor, Jurista y politico uraguayo, quien me enseiié a querer a Artigas y a creer en la integracién latinoamericana. Ala memoria de mi recordado y querido amigo el profesor Dr. Pablo A. Ramella, quien —entre sus numerosos méritos— tuvo el de haber sido un pionero de la integracién latinoamericana, Agradecimientos: Agradezco a mi querido amigo el Dr. Jonge Alvarez, presidente de la Camara Naviera Argentina, por sus inestimables y genero- sos aportes de material, sus opiniones y sugerencias, sobre diversos y muy complejos temas y cuestiones téenicas que esta obra encie- rra; entre otros, los relativos a la Cuenca del Plata, a la Hidrovia Paraguay-Parané, a los acuerdos de trasporte maritimo en el seno del Mercosur, Agradezco también a mi esposa, compatiera y colega Mercedes Rios, su aliento infatigable y permanente, su entusiasta bisqueda de materiales, sus sugerencias y opiniones, las que han sido también un valioso apoyo en la elaboracién de esta obra, de tan complejas y variadas aristas. PROLOGO Carta conmigo, canta, hermano americano, libera tu esperanza, con un Brito en la vos. ©. Isnuta - A. Tesapa Gone, Mi anterior libro Hacia Ia reptblica latinoamericana’ fue probablemente una de las primeras obras publicadas en nuestro pais en la que se analizé el proceso de la integracién latinoame- icana con un enfoque esencialmente juridieo, antes que econémi- co como se habia hecho hasta entonces. Claro esté que esa obra era bésicamente una recopilacién de varios ensayos mifos sobre el tema, publicados en revistas juridicas de nuestro medio. Los importantes avanees que se han producido en el proceso del Mereado Comiin del Sur, entre Ios cuales se hallan los nuevos documentos firmados por los Estados partes, asf como la nutrida bibliografia aparecida con posterioridad, que ha permitido vislum- brar la importancia de los aspectos juridieos del proceso de in- tegracién, ha dejado a ese libro algo obsoleto, pese a los escasos dos afios en que se agots su edicién. Tal es la velocidad de estos procesos. Todo ello, unido a la muy generosa acogida que dicha obra tuvo por parte de los lectores, me ha motivado a eseribir una obra totalmente nueva y reestructurada, en la cual poco queda del libro original. Hacia la repiiblica latinoamericana camplié su objetivo con ereees y no serd reeditado. Es reemplazado por esta nueva obra. 1 Miguel A. Bkmekdjian, Hacia la repiiblica latinoamericana, ‘Mercosur, Ba. Depalma, Buenos Aires, 1991. xl ProLogo Mo abandonado la metodologia anterior. ste libro no es una recopilacién de trabajos anteriores, con un eriterio meramente cronol6gieo. Si bien he utilizado ese material, porque en él estan ‘mis principales ideas sobre el tema de la integracién, lo he am- plindo y reorganizado sustancialmente, con la incorporacién y el comontario de los nuevos documentos, asf como con el andlisis intomatico —es decir, por institueiones— del derecho comunita: rio, ineluyendo en él a todos los principales temas y euestiones Jurfdieas relativos a la integracién latinoamericana y, en especial, ul Moreosur. Ho ha inelufdo también el comentario, aunque sea breve, de lon principales aportes doctrinales, que —sin prisa y sin pausa— yun gostando y dando su perfil a una nueva disciplina jurfdica: el dorecho comunitario latinoamericano, el cual esté atin dando sus primeros pasos, quizé todavia inseguros, pero que se iré aflanzando con Ia medida en que la integracién latincamericana avanee. Es por eso que también he abandonado el titulo con que la obra vio la luz. por primera vez, eambidndolo por el de “Introduccién al derecho comunitario latinoamericano (con especial referencia al Mercosur”, que refleja més fielmente el contenido de esta nueva obra, a la vez que es una expresién de la esperanza de que —en un futuro no muy lejano— se consolide definitivamente la frater- nidnd de los paises de América Latina, Quiz ese titulo pueda parecer —para algunos— demasiado optimista 0 ambicioso y —para otros— voluntarista. Sin embargo, tin ergo equivocarme al afirmar que nuestra generacién ha tenido el privilegio de asistir al alumbramiento de esta nueva disciplina Jurtdiea, la cual —con el tiempo— aleanzard dimensién continental No estoy expresando nada original al afirmar que nuestra América Latina se ha caracterizado siempre por innumerables contradieciones. Una de ellas es la de conjugar su histérico com- blojo de inferioridad frente a Europa y Estados Unidos, con el rowntimiento —también histérieo— hacia todo lo que provenga de ca tiorras, Kx por ello que pienso que algunos leetores sonreirdn con ‘weepticismo al leer lo que expreso més arriba. oro asf eomo en Europa la aparicién de este derecho fue un onto y luborioso parto, atin no conchufdo, también creo no equi- woeurme al afirmar que nuestra América Latina se halla en ese cumino, eon obstéeulos mucho mayores, por supuesto, pero que no PRroLoco xu impedirén su avance on el sentido que Ie sefiala el devenir de la sociedad. Estoy convencido de que el futuro latinoamericano esté en la integracién y, por ello, éste seré el derecho del mafiana, Apostan- do a ese pronéstico —que es a la vez conviccién— hago esta segunda entrega a mis lectores, con el anhelo de que sea recibida con la generosidad y benevolencia a que me tienen (mal) acostum- bbrado, Como eolofén de este prélogo dejo una sugereneia, Asi como el himno de la Unién Europea es la Oda a la Alegria de la Novena Sinfonia de Beethoven, propongo que el futuro himno del Mercosur sea la “Cancién con Todos”, de César Isella y Armando Tejada Gomez, Buenos Aires, en la Pascua de Resurreccién de 1994, Micver Axes Bxaexnsay, INDICE ‘ PARTE PRIMERA NOCIONES GENERALES Cavtrowo 1 LOS PROCESOS DE INTEGRACION A) Modos en la integracién de los pueblos y su posible legi- timidad 1) Desaparicién de la separacién entre pueblos ven dos y vencedores 2) Homogeneizacién de la poblacion 8) Conciencia de pertenencia a un mismo puebl B) La aparicién de los megabloques econémicos ©) Integracién regional y soberania nacional CartroLo IL LAS COMUNIDADES ECONOMICAS A) Coneepto . B) La Unién Europea 1. Nociones generales .. 2. Naturaleza juridiea..... 3. Estructura juridiea : 4. Diferencias con los organismos internacionales, ©) Otros modelos de integracién. Breve noticia . i 5 6 6 7 8 XVI fnorce Cantrozo TIL DERECHO DE LA INTEGRACION O DERECHO COMUNITARIO A) Concopto 65 1) Caracteres del derecho comunitari 67 1) Aplicabilidad inmediata o automatica. 68 2) Aplicabitidad directa 68 3) Aplicabilidad por los jueces nacionale: 0 4) Supremacta 1 €) Relaciones con el derecho internacional y intorno : 73 1) Con el derecho internacional publica. "4 2) Con el derecho interno 15 D) Fuentes — 76 1) Derecho originario: tratados internacionale 1 2) Derecho derivado : 85 ) finbito de aplicacén 90 La pirémide juridica en la Unién Europe 91 G) Aspectos constitucionales en la recepeién del derecho co- munitario por el derecho interno... 92 H) Fuorza ejecutiva de los actos comunitarios 94 1) Procedimiento judicial comunitario. 98 PARTE SEGUNDA Captroto IV A) PROTOHISTORIA DE LA INTEGRACION 1, Low precursor] wenn 101 «) Bernardo Monteagudo 102 b) Simin Bolivar 104 ©) Francisco Morazan.. 107 @ Juan Bautista Alberdi 109 Inpice XVI ©) José Ingenieros uo D Otros. 1g 2. Los primeros ensayo: 112 3 aeN Alale.. ‘PARTE TERCERA SISTEMAS JURIDICOS DE LA INTEGRACION REGIONAL Y SUBREGIONAL LATINOAMERICANA Caetrowo V INTEGRACION REGIONAL Y SUBREGIONAL LATINOAMERICANA. . América Central. . 125 a) El Mereado Comin Centroamericano (MLC.CA).... 125 ®) La Comunidad del Caribe (Caricom) . 127 ©) Las cumbres centroamericanas 128 . Pacto Andino 129 J. Aladin 131 La propuesta del Area de Libre Comercio Sudamerica, nna (ALGSA) 140 Capireto VI INTEGRACION DEL CONO SUR DE AMERICA . La Cucnea del Plata .. ar . La Hidrovia de los rio res-Nueva Palmira) 152 }. Tratado de Integracién entre la Republica Argentina y la Republica Federativa del Brasil 155 . Acuerdos de complementacién econdmica bilaterales.... 163 . Reuniones de jefes de Estado y de gobierno 2) Punta del Este... 6) Las eumbres iberoamericanas - ©) El Grupo de los Ocho d) El Grupo de Rio 164 164 167 XVII fworce ©) Las cumbres del Mercosur. Remision 7 6. Reuniones de ministros 17 7. Otres.... : 178 7.1, El Parlamento Latinoamericano. 178 7.2. Reuniones y acuerdos varios 180 8, Instituciones privadas .. 182 Cavtrevo VI APOYO TECNICO DE ORGANISMOS INTERNACIONALES 1. Comisién Economica para América Latina (Cepal) 186 2. Sistema Econémico Latinoamericano (Sela) 186 Pare cuarra SISTEMA JURIDICO DEL MERCADO COMU IN DEL SUR (MERCOSUR) i 189 Caetroxo VI CONCEPTOS Y OBJETIVOS DEL TRATADO DE ASUNCION (A) Concepto 191 " B) Objetivos 193 ©) Otras obligaciones asumidas po on ol Tratad... 202 D) Cléusulas de salvaguardia... 206 CartruLo IX NATURALEZA JURIDICA A) Estructura jurfdiea del Mercosur a 18) Curacteres del derecho comunitario del Mercosw . 258 Catrexo X FUENTES DEL DERECHO COMUNITARIO DEL MERCOSUR A) Fuentes... 261 B) La pirdmide jurfdica en el Morcoa 269 ©) Ambito de aplieacion... 272 @) Integracién econdmicz 272 6) Integracién humanitaria 278 ©) Integracién politica?. : 279 D) Aspectos constitucionsles en la recepeida munitario por el derecho interno... . 280 }) La cuestién en los paises latinoamericancs 280 2) La cuestién en nuestro afs (arts, 27, 31 y 100 de Ja Constitusién nacional). Cartrvxo XI FUNCIONAMIENTO DEL MERCOSUR 1, Procedimiento para Ia toma de decisiones 287 3 Procedimiento para la solucién de eontrovercice 288 8. Fuerza ejecutiva do los actos comunitarig 305 Captrevo XIT INFLUENCIA DEL PROCESO COMUNITARIO EN LOS DISTINTOS SECTORES DE LOS PAISES MIEMBROS A) Ambito publics 309 1. En general : 309 litica fiseal y monetaria . 312 8 Educacién.. xx inpice 4, Procedimientos de fiscalizacién (ejercicio del oder de polieta) 2 . 816 5. Asistencia jurisdiecional . "B17 B) ee privado.. . 817 Educacién 318 2 Astviiades lie y comerciales 319 3. Finanzas... 322 4, Empresas ol 322 5. Trasporte..... : 827 @) Por agua. : 827 5) Terrestre 330 6. Industrias: . 331 7. ‘Trabajo y seguridad social . 834 8. Politica agrica ~ 838 9. Energia. ~ 839 10. Otros.. 340 Cantrovo XI RELACIONES DEL MERCOSUR CON OTROS BLOQUES ECONOMICOS A) Acuerdo marco entre el Mercosur y Estados Unidos... 341 1B) Acuerdo de cooperacién interinstitucional entre el Merco. sur y la Comunidad Europea ... ©) Relaciones con el Gatt 342 Pagre Quinta CONCLUSIONES FINALES Captrevo XIV JUICIO CRITICO DE LA INTEGRACION LATINOAMERICANA A) Lin integracién latinoamericana es de tres tipos... 1. EI sistema juridico de integracién regional (Tratado Aladi).. os 345 845 froree xx 2, El sistema juridico de integracién regional del Cono Sur. . 3. Los sistemas jurfdicos subregi 346 B) Consideraciones generales sobre la integracién latinoame- ricana... 347 C) Conclusion: existe un derecho comunitario latinoameri cano? 360 Cantrovo XV FUTURO DEL MERCOSUR A) Viabilidad 363 B) Cursos de accién sugeridos PARTE SEXTA APENDICE A) Sistema jurtdico de la integracion regional latinoamericana ‘Tratado de Montevideo 1980. Creacién de la Asociacién La- tinoamericana de Integracién.. 375 B) Sistema jurtdico del Cono Sur de América 1. Integracién Argentina-Brasil . . 400 1.1, Declaracién de Foz do Tguagt 400 1.2. Acta de Amistad Argentino-Brasilefia, en Democra. cia, Paz y Desarrollo. 408 1.8. Tratado de Integracién, Cooperacién y Desarrollo en. tre la Reptbliea Argentina y la Republica Federativa del Brasil, Buenos Aires, 198% 411 Ley 23.695 .. lL ‘Tratado de Integracién, Cooperacién y Desarrollo entre la Republica Argentina y la Repdbliea Federativa del Bra- sil. 2, Tratado de ia Guenca del Plata XXII fnoice 3, Hidrovia Paraguay-Parané : 420 4, Acuerdo de Trasporte Internacional Terresire 482 5. ‘Tratado entre Argentina y Brasil que aprueba el slatato para empresas binacionsles argentino-brasilenas 463 Ley 23,935... 463 ©) Sistema juridico del Mercado Comuin del Sur (Mercosur) I.Tratado de Asuncién . 472 TI, Documentos complementarios.... . 491 1. Protocolo de Brasilia, para la solucién de controven, 505 sone . 491 2. Reglamento Interno del Grupo Mereado Comin 501 3. Reglamento de la Comisién Parlamentaria Conjunta del Mercosur . 510 4. Ley 24.109 (Republica Argentina) crea una comiaéa bicameral del Mercosur., . . 519 5. Cronograma de Medidas, aprobado por el Consejo Mor. cado Comin, en Las Lefias rene 620 6. Documentos de aleance. sectorial e vn B25 7. Aeuerdo de Cooperacién Interinstitucional entre al Mon cado Comin del Sur y las Comunidades Europeas 541 8 Acuerdo marco sobre comercio ¢ inversiones entre el Mereosur y los Estados Unidos... a4 4 PaRTE PRIMERA NOCIONES GENERALES Captruto 1 LOS PROCESOS DE INTEGRACION ‘Toda entidad politica* experimenta a través de su histo- ria procesos de integracién y de desintegracién, en forma alternativa y efelica, En efecto, las fuerzas centripetas y centrifugas son magnitudes vectoriales de sentido contratio, que coexisten en todo grupo humano, estén en permanente tensién, y cuando una de ellas prevalece sobre la otra, ejerce sobre ese grupo una presién hacia su compresién o hacia su disper- sida, que ser més o menos vigorosa_segtin la mayor o menor intensidad resultante de la resta de ambas magnitudes. Ess asf que en la historia del hombre ha habido ciclos en Jos cuales se han formado grandes imperios y luego se han desmembrado, correidos por los distintos vicios que —la mayor parte de las veces— han sido efecto de su excesiva extensién y de la molicie de sus clases dirigentes. No es necesario tampoco ir muy atras en la historia para comprobar lo que estoy afirmando, Recientemente el mundo ha asistido asombrado al colapso del imperio soviético® y al ‘EI concepto de “entidad politica” es utilizado en este contexto como abareativo de todo grupo humano ean algiin tipo de organizacion social Aunque sea rudimentaria, lldmese Estado, tribu, elan, gens, etc. Ver: Miguel A. Ekmekdjian, Extratios diéloyos politicos, Ed. Depalma, Buenos Aires, 1993, ps. 27 y a 8 La reapericién de los nacionalismos, en algunos casos encarnados —ineluso— por Iidoros neofaxcistas, tal como e nuevo dirigente rueo Micvst Anos. Exwexnitan Gesmembramiento Ge sus partes integrantes, muchas de las 4 in enredado en cruentas ici Esto demuestra dos cosas: ee A) Modos en Ia integracién d k Posible legitimidad, | Pueblos y su La integracion de distintos é pueblos por medi fuerza —que fue la tniea conocida hasta’ hace i dice dos, dey cay huellas ha dejado en el mundo, salvo los ses ees exoresan Gultos y sentimientos tanatofilicos— y para construccién muchas veces arr: i amblaron cor enteras, utilizadas como mano de obra exclava, tS Bn cambio, otros pueblos —que se han mantenido unidos sileg &Yohuntariamente—, a veces incluso guerrenade entre come 4 c0n 1a conciencia de su perteneneia a un tonne mrcidn att influtdo mucho més en la historia de ln cele Tle aus 19s grandes imperios, Tenemos como ejemplo de Yt times izacién griega, al pueblo judto, al pucble deat 'nlos otros que han sobrevivide a matanzas, perc ee era oe ie alee eee a aa ae yee. se desarrollan en forma ‘onjuntan a oe "8 paradéjico, "* Mariano Grondon: no 18 nacio Le Nvelin’ del 18 de diciembre de 1099, p10, "2 % /8 Macionen, IvTRODUCCION AL, DERECHO COMUNITARIO LATINOAMERICANO 5 cuciones y exterminio, legando ricos patrimonios culturales a la humanidad. La integracién voluntaria de pueblos distintos es un fenémeno relativamente reciente y tiene efectos de mayor aleance. Claro esta que —como he afirmado al principio— aun la integracién realizada por la fuerza ha perdurado en muchos casos, formando los denominados “Estados modernos”, tal és el caso, por ejemplo de Méjico‘, Pera, Brasil, Rspaia, Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Reino Unido de Gran Bretaia e Irlanda del Norte’, otc. Pero estos casos no invalidan el principio general expre- sado, porque tienen algunos elementos distintivos: 1) Desaparicion de la separacién entre pueblos vencidos y vencedores. Esta division aparece normalmente cuando un pueblo ha ccupado militarmente el territorio de otro. En algunos casos va desapareciendo con el tiempo (v.gr., el caso de los sajones "y los normandos en Gran Bretafia, a partir de la derrota del rey Haroldo, en la batalla de Hastings, por Guillermo duque de Normandia, en 1066). En otros casos no sucede asf por * La historia mejicana es un caso digno de resaltar, on este sentido. Rete pais perdis la mitad de eu tervitorio, aproximadamente, ecaando los Estados del norte co independizaron y pascron luego = formar parte de los Estados Unidos, porque la poblacién de éstos sehabfa modificado étnicamente, a causa de la gran inmigracion de norteamerieanos. 5 Este caso es también paradigmético de lo que estamos expresando, ya que —pese a los varios siglos de dominacién inglesa— la poblacion de Irlanda del Norte, mayoritariamente catélica, sigue pretendiendo su in- dependencia de Gran Bretafia. En situscién similar se hallan algunas ‘otras minorias étnicas, tanto en Europa como en Américe: vigr, el caso “de los flamencos en Bélgica, los vascos en Espayia y Francia y el de Quebec en el Canadé, ete, 6 Micust, Avocet Bxwexosay bPAcidad de los vencedores de asi in tad le asimil: 8 Smo religioeo’, 0 por otras rasonce uate" Por el fan. 2) Homogeneizacin de la Poblacién, Que quizd algunas diferencias ersistan, 1 tal com: cepa alten Anh cut, Se aprocia las diversas vetag Etmicas, como en'un corte Beol6gico, 3) Conciencia de Pertenencia a un mismo pueblo Lo anterior leva ala ienci: v conciencia de la oblacié: Pertenencia aun ™ismo pueblo. En otras palabras a me ineviepraess'8M ciertos locliamos, ¢ Aiferencias, no stie jDevitables sino convententsn existe la pereepeién de que LL cota getmiltaenente por a segs Anti, stro Sane cunern ata ede las cuates Luiego vinieron los TNTRODUCCION AL DERECHO COMUNITARIO LATINOAMERICANO 7 Jentamente® o bien estallan violentamente en diversos frag. ‘mentos, provocando choques y conflictos!. Lo cierto es que los procesos de integracién no son un elemento nuevo en la historia humana, pero s{ ee mueva ia forma en que éstos se desarrollan en la actualidad B) La aparicién de los megabloques econémicos. A partir de la’segunda mitad del siglo XX comenzé a Cambiar el panorama de la comunidad internacional y, con 6, las relaciones de todo tipo, en la politica internacoael Con la irrupcién y el gradual afianzamiento de las Co. ‘munidades Europeas en los tratados de Roma y Parfs (ver parégrafo B, capttulo ID, actualmente Unién Europea, co- Mienza a producirse un caiibio fundamental en las relacio. yes entre los pafses, en especial en las de tipo econdmice, Es as{ que el mundo se va estructurando sobre la bees de grandes bloques econémicos, més o menos institucionali- “zados juridicamente, pero com un gran poder econémico, financiero, tecnolégico y —por tanto— politico", ncn St 2 A la Comunidad Europea se agregan el Nafta (North American Free Trade Agreement), el Mercosur y varios otros, “Ante esta nueva realidad mundial, la conformacién de bloques regionales o subregionales que generen un marcy jenittl game sucedis con el Imperio Remano, luego de su divisién en Qrente y Ossidente, o con el Sacro Imperio Romano Germanicn dospuss de la muerte de Catlomagno. siaaie el imperio otomano, el imperio austrohtingaro, el imperio prngiano ¥ mas recientemente el imperio sovietico. Sobre ente dltine wee Blioed a Guano la fuerza reemplasa a la rosin y\a le juste: pa, ‘leado en el periédien "Armenia", de Buenos Aires, del 10/790" Pp. 8 ipgllicto A. Guadagni, Argentina: integracién en ef Mercoous © inte. Serene yeriindo, en la obra eolectiva Estudios argentinos parc fe Bice aint Mercosur, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culic, Buenos Aires, 1995, ps. 22 y Mucus, Axcet Exawspstan bara l libre intercambio de bienes, servicios, capitales dentro de él, es la unica vie ‘ania, pare come dincinesmereio, internacional y participar ee ye nego- In discusign oye de gualdad. La eantrario, os dec, pate se, Jn discusién de un pats por sf solo conte sens megabloques, ovitar esta desigualdad nacieron los sindicatos, Si se me permite la comparacién, Ace Pero muy gréfica, las comunidades so I , -gionales son a la negociacién internacional el equivalente de los sindica- tos en la negociacién laboral Pero la constitucién de estos bloques econémicos no tiene Gee Unico objetivo. También sirve » la consolidacién de la omocracia politica, como veremos més adelante. ©) Integracién regional y Soberania nacional, He expresado mas arriba que la forma en que - rrolla en la_actualidad el proceso de integrals ise naciones es nueva, Se estdn modificando conceptos que hasta hace unas hocas décadas parecian inamovibles, ral €8 el caso de la “soberanta”. Este concepto mister 0, segtin expresién de Burdean'!, surge de le elebeatio ty iketia Ia doctrina francesa, pata afiemas te autoridad ‘lel roy, frente al Papa, al Sacro Imperia Romano Germéni- Bye ental oe acacia Si bien algunos antecedentes de este concepto se los LT teérico 1 {ldo por Pablo A. Ramla, Znegacn d Nopalnn, Buenos Aires, 1984, p. 51, oe "Fa inaiberto Zuppi eta Ta opiniin de Releo N. Van Keffens, quien "efln que encontes escrito el termine “eupcrenas (superior) en un mapa IsmopucciON AL, DERCHO COMUNITARIO LATINOAMERICANO 9 de la soberanfa, En el siglo XVI este autor afirmé que soberan‘a es la “summa potestas”, esto es, el “poder absolute y perpetuo de una reptiblica|...] no limitado, ni en poder, al en responsabilidad, ni en tiempo”. Afirma también que “el Brincipe soberano sélo est obligado a dar cuenta a Dice” Bl soberano (del latin “superanus”, sobre todos) no reconooe nin- guna sutoridad superior a sf mismo, ni ninguna ley que lo obligue, salvo Dios y las leyes divinas y naturales" Este concepto absoluto de la soberanfa, tomado ad pedem litterae, supone Ia inexistencia de una comunidad interna, sional, dé un dereche iblico —aunque sea en agraz— que ligue a Tos_diversos Estados entre si, ya que suna.nacién, soberana, ya sea gobernada por un rey. por los representantes del pueblo o por una clase, que tuviera Sin tipo de vinculos juridicos.con otros, aun los més tenties, emergentes de un tratado internacional, no entraria en esta categoria de Estado soberano!®, | ~~ Con ello queda demostrado que el concepto de soberanfa expresado por Bodin, ni siquiera ea vélido en la época en que este autor lo formulé. En efecto, ya en el siglo XVI existfa un derecho internacional publica en agraz, que si bien no tenfa las earacteristicas del actual, obviameiite, iba formando una red juridica, muy tenue todavia, entre les diversos Estados soberanos, generando derechos y obligacio. nes entre ellos. Sin embargo, la tesis absolutista de Jean Bodin se mantuvo por mucho liempo. Fue tomada por Santo Tomas fe St Vietor de Marsella, alrededor det aito 1000 a.C. Ver Alberto Zuppi, [a nocién de la soberania en el nuevo orden internacional, "El Derech” 1. 151, ps. 781 y as, J, Bl términio “repdblica” no se utiliza aqui en au sentido eontempo- Féneo, sino como sinénimo de Estado, cuyo gobierno era ejercido por el principe. Mean Bodin, Les six livres de la république, Pavis, 1689, lib. I, eap. IK, "6 Vor: Alberto Zuppi, ab. cit. autores citados en p. 782, nota 5, 10 Mucus, Avor, Exwuxosian de Aquino, Hugo Grocio y Vattel, quienes la atemperaron muy tenuemente. Asi, Grocio afirmé que los monarcas no Podfan estar por encima del derecho internacional y que, all contrario, debfan subordinarse a él para evitar las guerras entre reyes cristianos'*, Maquiavelo —en cambio— consideraba que el principe fey nia ninguna otra subordinacién que sus propios fines, los que se resumfan en la ulilidad politica!” Hobbes ret gu Parte— sostuvo la tesis de que el soberano era el Grice sujeto con aptitud de relacionarse con otros soberanos, con sujecién al derecho natural'®, Jere en 1812 apareci6 un atisho de limitacion al concep- fo de soberanta, en un fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos, redactado por el chief justice John Marshall Se afirma alli que “estando compuesto el mundo de distin. tas scberanias, poseyendo derechos iguales e iguales inde. Pendencias [..., todas las soberanias han consentido una jrlalacion en Ia préctica, en easos bajo circunstancias poo lines, @ aquella jurisdiccién absoluta y completa deaths ae us respectivos territorios conferidos por la soberanta"™® [En el siglo XIX el concepto de soberania se va separando dle la persona del monarea, a medida que se despenrenalins la nocién del Estado, con el advenimiento del conticnn cionalismo clésico®, Gon posterioridad a la primera guerra mundial aparece Jas doctrinas que elaboran un concepto de saberanth relat va, opuesto a la absoluta, Asf, por ejemplo, Kelson afirma que la nocién tradi- ional de soberania es incompatible con la primacia del 7 Hugo Grocio, De jure belli ac pacis, libro tercero. 17 Nicol) Machiavelli, ZU principe, cap. L 1" Allverto Zuppi, ob. eit, p. 782, nota 11. 1, SEU, in re “The Sho. Exchange us, Me Faddon*, 7 Cranch 116 1812), . ain Miguel A. Ekmekisn, Tratado de derecho eonstitucional, Ea. Mepalma, Buenos Aires, t, I, 1994, p. 697 | ! INTRoDUCCION AL, DERECHO COMUNITARIO LATINOAMERICANO 11 derecho internacional y el establecimiento de un orden ju- ridico internacional?", De ahf en més la doctrina internacionalista se ha ocu- pado de analizar este tema en sus diversos aspectos, demos- trando que ese carécter absolute de la soberanfa no es tal, A la complejidad intrinseca del tema se ha unido la confusién conceptual de los autores, ya que se pretende englobar con el mismo término conceptos tan diversos como Jurisdiccién, poder, independencia, igualdad, poder constitu. yente, etc.”°, que suponfa el concepto cldsico de itado y cercenado por diversos motivos. ‘En primer lugar por los tratados internacionales en virtud de los. cuales Jos. Estados adquieren-derechos y_ cont obligaciones, _.. . En virtud de tales tratados se han creado organismos internacionales, en los cuales ~"si bien no hay trasferencia de soberania de los Estados particulares— las cartas orgé- nicas de ellos autorizan a sus érganos a tomar medidas coactivas en casos extremos, apelando incluso a las fuerzas militares*, Qué decir de lo reducido que ha quedado el concepto de soberanfa en la actualidad. Sin considerar el derecho de la integracién*® y limiténdonos al ambito del derecho interna- sional puiblico, se puede apreciar sin mayor esfuerzo que el 12 ‘Miovst, Avost, Exwexostan concepto clésico de la soberanfa absoluta carece ttainensf de contenido. En efecto, en este siglo la ligazén jurfdica de los diversos Estados es tan intensa que se puede afirmar, sin lugar a dudas, que ninguno de ellos podria hoy sobrevivir en el aislamiento, La existencia de organismos internacionales (Organizacién de las Naciones Unidas, Organizacién de Estados Americanos, Organizacién del Tratado del Atléntico Norte, etc.) con poderes incluso para imponer sus decisiones en forma eoactiva, tal como hemos visto en muchos casos en las iltimas décadas, nos demuestra que se debe abandonar este concepto definifivamente, tanto en la ciencia politica como en el derecho internacional piiblico. Ni qué decir si analizamos este concepto desde la éptica del derecho de la integracién, en el cual se produce la trasferencia de ciertas atribuciones derivadas de la soberanta, a organismos supra. nacionales, como se vera mas adelante, Esto ha cambiado la nocién politica de Estado, a tal punto que algunos autores niegan lisa y llanamente a la soberania como uno de los elementos del Estado, tal como se ensefia en ol derecho politico tradicional. En efecto, Antonio Quintano Ripollés afirma que “es tarea primordial de la filosofia del derecho y del internacional luchar por todos los medios contra el viejo tabi de las soberanfas sbsolutas, cuyo fantasma (pues escasa o nula es su realidad actual) se yergue fatalmente para impedir todo progreso decisivo en el camino de la integracién comunitaria, de cualquier signo que fuera’. Ta Carta de la Organizacién de las Naciones Unidas, en su art, 2, parrafo 1, establece que “la Organizacién esta busada en el principio de la igualdad soberana de todos sus miombros”. En similar sentido, el art. 5, ine. b, de la Orga- nizucién de Estados Americanos, expresa que “el orden in- nntonio Quintano Ripollés, Factores ideales de la integracién eu- ‘pea, “Revista de Estudios Politicos’, n° 119, setiembre-octubre de 1961, Cit. por Pablo Ramella en ob. eit, ps. 63 y 54, ee InrmoDUCCION AL DERECHO COMUNITARIO LATINOAMERICANO 13 ternacional esta esencialmente constituido por el respata a Ja personalidad, soberanfa e independencia de los Estados”. En similar sentido se pronuncian diversos documentos. emanados de organismos y conferencias internacionales”, Sin embargo, nadie pretende dar a ese concepto de so- beranfa el cardcter absoluto que tenfa en la doctrina internacionalista clasica, ‘MAs atin, creo que la crisis definitiva del concepto de soberania sobreviene a’partir del avance del modelo dé la integracién democrética de los Estados antes scberanos. . En los documentos de la Comunidad Europea no se menciona la soberanfa. No podfa ser de otro modo, porque tal concepeién ¢s contradictoria con la idea de comunidad econémica, También el concepto de soberania se ha visto limitado por la aparicién de una nueva disciplina jurfdica: el derecho de Ja integracién humanitaria, a cuyo impulso el orden piblico internacional esté incorporando ciertos principios que hasta hace pocos afios estaban por debajo de los principios de no intervencién y de soberania (por ejemplo, el respeto por los derechos humanos, exigible a nivel internacional), En efecto, una Corte de Apelaciones federal de los Esta- dos Unidos admitié 1a jurisdiceién de los Estados Unidos para castigar una violacién del derecho internacional reali- zada por el régimen de Fidel Castro en Cuba’. En otro caso, la Corte norteamericana sostuvo que la tortura realizada por un oficial del Estado, en violacién a la Constitucién y a las eyes de la Republica del Paraguay, no puede ser aracterizado como un acto del Estado, Afirma este tri- bunal que el torturador, al igual que el pirata y el traficante de esclavos, es enemigo del género humano. Este pronuncia- 27 Ver una breve resefia de ellos on la citada obra de Pablo Ramella, ps. 54 y 56, 28 Corte de Apelaciones del 2° distrto, in re “Banco Nacional de Cuba vs. Sabatino”, 876 U.S. 398, 84 S.Ct. 923, 11 L. 804 (1984), 29 “Pilétiga vs. Pofta Irala, eit., por Alberto Zuppi, ob. cit, p. 790, nota 63, 4 Micurt Axor. ExMeKpstay mionto fue el primero en que un tribunal de un Estado se declaré competente para conocer en una accién civil basada én Ju tortura realizada en el territorio de otro Estado, ante la complicidad de las autoridades de éste, y fij6 las Bases para ‘otros casos posteriores en la jurisprudencia norteameticania®, Recientemente, un tribunal italiano pretendié tomar doclaracién testimonial a varios testigos en la Argentina, sobre hechos delictuosos cometidos por el tiltimo gobierno militar, en virtud del principio de la personalidad, previsto en el art, 10 del Cédigo Penal italiano, En la misma linea, el art. 56 de la Carta de las Naciones Unidas establece que no se podra invocar el dominio reser- vado de los Estados, asi como tampoco el principio de no intervencién, para pretender proteger la falta de cumpli- miento de un Estado a sus obligaciones de promover los derechos humanos. En otras palabras, la proteccién de los derechos humanos pertenece ya al orden publico internacio- nal, y por ello quedan fuiera de la jurisdiccién doméstica oxclusiva de los Estados”. Verdross pone como ejemplo de los mites del concepto de soberanfa la defensa de los derechos de las minorias Gtnicas en la primera posguerra mundial. Ella implies so- meter al control de la Sociedad de las Naciones el trato inferido a ciertas minorias étnicas, concediendo a éstas un dorecho de peticién ante ese organismo”. Més cerca nuestro, el Protocolo facultative del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos de la O.N.U. 3 Rawil E, Vinuesa, La aplieacién del derecho internacional de los derecho humanos por parte de las cortes federales de los Estados Unidos ‘de Anutriea, en el libro Temas de derecho internacional en homenaje a Wrida M. P. de Armas Barea, Ed. Fundacién del Centro de Estudios Internacionales de Buenos Aires, Buenos Aires, 1989, ps. 88 9 ss. 41 "Mhomas Buergenthal, International human rights, eit. por Alberto i, en ob. eit. p. 791, nota 67 Alfredo Verdross, Derecho internacional puiblico, Ea. Aguilar, Max Avid, 1968, ps. 8 y es, a IsmopucerOx AL DERECHO COMUNITARIO LATINOAMERICANO 15 (aprobado por nuestro pafs por ley 23.818) otorga a los individuos que hayan sufrids violaciones asus derechos, Ia facultad de presentar la denuncia ante el Comité de Dere- chos Humanos de la Organizacién. En la ultima Conferencia de Derechos Humanos de Viena se aprobé la creacién dal alto comisionado de Derechos Humanos, con similares atri- “Duiciones, y la Convencién Americana de Derechos Humanos (aprobada por nuestro pais por ley 23.054) faculta a cual- quier persona a presentar una denuncia ante la Comisin, qué Puede abrir la instancia judicial, en ciertos casos, ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Todos éstos constituyen timidos pero firmes pasos en busca de responsabilizar al Estado por la violacién de los derechos humanos, prescindiendo del principio de soberania y de no intervencién. Es asi que autores como el ya citado Verdross sostienen que los Estados que integran la comunidad internacional son independientes 0 soberanos, pero esta soberania es re- lativa y plenamente compatible con el derecho internacio- nal, sin que sea necesario suprimir esa nocién™, Otros autores prefieren hablar de independencia® 0 autoniomifa mids que dé soberania, ya que el “poder ilimita- do” que ésta supone es inconcebible en la actualidad. En el caso de la Reptiblica Argentina hay dos fallos de la Corte Suprema de Justicia que han aceptado la validez dé Tas decisiones de los organismos supranacionales, con lo cual nuestro pafs ha adoptado el criterio de la soberania relativa. Me refiero a las causas “Ekmekdjian c, Sofovich"® y 38 Ver nota anterior. *4 Burdeau sostiene que el término “soberanfa” ya caroce de conte- nido y que por ello es mejor descartarlo, reemplazéndolo por “indepen. dencia’, Georges Burdeau, Traité de science politique, t. Tl, ps. 305 y ss Alberta Zuppi, ob. cit, p. 785, 16 Mioven Axcgt ExMexosian “Wibraca c, Comisién Técnica Mixta de Salto Grande”®, En In primera de ellas, el més alto tribunal federal, en los considerandos 17,18 y 19, afirmé que los tratados interna- cionales ratificados por la Republica tienen una jerarquia superior a las leyes internas y, por ende, no pueden ser derogados*” por éstas, como sé admitia hasta ese momento. En otras palabras, a partir de ese fallo, la Corte Suprema de Justicia se adscribe a la teorfa monista en las relaciones entre el derecho interno y el internacional, separéndose del dualismo que habfa aceptado hasta ese momento (al menos en tiempo de paz), Dijo algo todavfa mas importante el voto mayoritario de Ja Corte, en el caso “Ekmekdjian". En su cons. 21 afirmé que “la interpretacién del Pacto debe, ademés, guiarse por la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Dere- chos Humanos, uno de cuyos objetivos es la interpretacién del Pacto de San José”. Con ello esta afirmando la obliga- toriedad vinculante dé la jurisprudencia de un érgano supranacional para los tribunales argentinos en la inter- pretacién de una norma juridica (el Pacto de San José de Costa Rica), que integra el orden juridico positive argen- tino. Obligatoriedad de naturaleza similar a la de las sen- tencias dictadas en un recurso de casacién o de inap! cabilidad de ley. Estos conceptos fueron parcialmente ratificados en el C..N,, in re “Fibraca Constructora S.A. e. Comisién Téenica Mixta «le Sulin Grande", "El Derecho" del 23 de setiembre de 1998, con nota ulus A'un ano exacto del fallo “Ekmekdjtan e. Sofovich” la Corte Suprema de duaticia refirma el criterio monista establecide en aguél. "7 Hl voeablo “derogar” no seria téenieamente eorrecto, sino que se dobiorn decir “revoear unilateralmente”. Julio A. Barberis, La Conveneiin ude Viena sobre el derecho de los tratados y la Constitucion argentina, Vrudontia Turis", diciembre 1985/abril 1988, p. 186. Pese a ello, “dero- Hor" es ol término que utiliza la Corte y asf se emploa en este texto, Esto lo habfa expresado la Corte Suprema de Justicia en un fallo Inmontable desde todo punto de vista, in re “Merek Quimica Argentina ©. Gobierno Nacional”, “Fallos", t. 211, p. 193. IvmmopucciON AL DERECHO CoMUNITARIO LATINOAMERICANO 17 segundo de los fallos mencionados, en especial en su cons. 3° Lo cierto es que pareciera que la “soberanfa” ha quedado reducida a la porcién de competencias no delegadas por un Estado a la comunidad internacional”, Como expresa Zuppi, aunque estamos muy lejos de la idea del Estado universal", ‘el nuevo orden que parece ‘instaurado tiene como caracteristica principal la erosion del Goncepto de soberania, en favor del acrecentamiento de las ‘COmpetencias de Ja tinica organizacién dotada de esas carac- ferfsticas: las Naciones Unidas*. Nos guste o no, afirma ese ‘aiitor, os hallamos encerrados en la convivencia internacio- nal, que impone sus propias reglas y rechaza las autorita- rias decisiones individuales. Mas alla de estas disquisiciones, las vinculaciones de los Estados entre sf y con la comunidad internacional o re- 88 Sobre el tema ver: Daniel E. Herrendorf, El caso “Fibraca” y un réquiem para el econcepto cldsico de soberanta, "La Ley", Actualidad, del 7 de octubre de 1998; Ignacio G. Livy, Recurso ante lx Corte por una sentencia del Tribunal Arbitral Internacional de Salto Grande y sus consecuencias sobre las inversiones extranjeras. Relacién entre el derecho nacional y el internacional, "E] Derecho" de] 23 de setiembre de 1993; ‘Miguel A Ekmekejian, A un ato exaeto del fallo “Ekmekdjian c. Sofouich la Corte Suprema de Justicia refirma el criterio monista establecido en aquél, nota a fallo, "El Derecho’ del 23 de setiembre de 1998; Frida ‘M. Armas Pfirter, Jurisprudencia internacional. Tribunal Arbitral Inter. nacional de Salto Grande, "E| Derecho" del 23 de seticmbre de 1993; Juan C. Hitters, Influencia det Pacto de San José de Costa Rica en et derecho interno, “Jurisprudencia Argentina’, nt 6895, del 30/6/93, pe. 2y es 42 Zuppi, ob. cit., ps. 798 y 794, 4B) Movimiento Federslista Mundial, con sede en Amsterdam, Holanda, ¥en New York, Estados Unidos, trabaja desde 1947 en obtener ‘un orden mundial justo, eonstrufr una comunidad mundial basada en la Justicia y en Ie democratizacién de las Naciones Unidas, convirtiéndcla ‘en un gobierno mundial, con un Parlamento elegido democraticamente por todos los ciudadanos del mundo, y una Carte Internacional de Jus- ticia. Folletos en mi archive, 42 Zuppi, ob. cit, p. 704, 18 ‘Miavel, Avocet Exwexpitan gional, son de tan diverso cardcter que no es posible dar ennceptos totalizadores y on abstracto, porque lus modelos son innumerables. Lo cierto es que en el derecho piblico, tanto interno como internacional, hay una serie enorme de matices, que van desde el Estado unitario, pasan por el Estado regional, el Estado federal, la confederacién de Estados, los Estados asociados**, los territories bajo mandato 0 fideicomiso, los Estados soberanos ligados a organismos internacionales, a organismos supranacionales, y los (escasos) Estados que no tienen vinculaciones de este tipo (tales como Suiza y —en menor medida— Austria). En esa breve y escueta enumeracién se puede ver un “degrade” del vinculo que une a las partes, que es mas fuerte en los Estados unitarios y se va debilitando cada vez més, hasta legar al caso suizo. Lo que vengo expresando quizd quede més claro con un kréfico en cl cual se represente la fuerza decreciente del vineulo juridico existente entre las partes integrantes de la ontidad politica: @) Vineulos de derecho constitucional: Estado unitario; Estado regional’; 49] caso de Puerto Rico, en relacién a los Estados Unidos de Améiien, Mt No oxiste una estructura tinica de un Bstado regional. Inchiso en Iqunw# constituciones contemporéness que siguen ese modelo (v.gr., la ‘empnnaln do 1978 y la de Ttalia de 1947), no todas les regiones 0 com. hide tienen las mismas atribuciones, sino que hay algunas que tienen ‘man dologaeién del poder que otras. Es posible también que muchas ‘rgiones 0 comunidades de un Estado regional tengan més atribuciones tino nlgunas provincias © Estados locales de un Estado federal. En gene- ral, lo quo distingue a éste no es tanto la amplitud de poderes reservados or los Estados locales, sino la existencia de los tres poderes del Estado ‘ IvtRopuCCION AL DERECHO COMUNITARIO LATINOAMERICANO 19) Estado federal; Estado confederado*; Estado libre asociado (Puerto Rico con U.S.A.). 5) Vineulos de derecho comunitar Estados integrantes de la Comunidad Europea; Estados integrantes de otras comunidades en formacién” ©) Vineulos de derecho internacional piiblico: Confederacién de Estados‘; territorios bajo mandato o fideicomiso; Estados soberanos ligados a organismos internacionales; Estados que no tienen vinculaciones de este tipo (v.gr., Suiza), El cuadro sinéptico que antecede es —por supuesto— una simplificacién de las complejas relaciones que pueden @ nivel provincial, de Jo que —en general— carecen las regiones 0 comunidades. Otra diferencia consiste en que en el Estado federal, gene- Talmente, sus miembros (provincia o Estados) conservan el poder no delegado al gobierno central (v.gr., art. 104 de la Constitueién argentina), 2 diferencia de lo que sucede con las comunidades o regiones auténomas, le evales tienen competencia en wsuntas que les han sido delegedos por cl gobierno central. 45 Se dice que existen tantos federalismos como Estados federales hay. No se puede dar una regla especifica abareativa de todos los mode- los. Ver nota anterior. 4 El Estado confaderado es dificil de ubiear en esta clasificacién, ya que, para algunos, Ia confederacién es una estructura de derecho cons: titueional y para otros, en cambio, es de derecho internacional piiblico Vor el cap. II, ap. B, de esta obra, 87 Por ejemplo, la Mancomunidad de Estados Independientes (ex ‘URSS), ol Mereado Comiin del Sur, el Nafta, entre otros. 48 Vor nota 46,

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