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Es el conjunto de derechos que tienen las personas como sujetos y los deberes que
de ellos se derivan. Ese "conjunto de derechos", ha ido transformándose y
evolucionando paralelamente al desarrollo de la sociedad, fundamentalmente, a lo
largo de los últimos tres siglos.
Por su parte, el Artículo 145 del mismo cuerpo legal preceptúa: “También se
consideran guatemaltecos de origen, a los nacionales por nacimiento, de las
repúblicas que constituyeron la Federación de Centroamérica, si adquieren
domicilio en Guatemala y manifestaren ante autoridad competente, su deseo de ser
guatemaltecos. En este caso podrán conservar su nacionalidad de origen, sin
“La ciudadanía es aquella condición jurídica en cuya virtud los individuos intervienen
en el ejercicio de la potestad política de una sociedad determinada.”
Así mismo, cito la definición de Alcorta, también contenida en el libro antes referido:
“La ciudadanía es el carácter especial que adquiere el que teniendo una
nacionalidad disfruta de ciertos derechos en virtud de los cuales tiene intervención
directa en la potestad política.”
La ciudadanía es pues el conjunto de condiciones que el Estado exige para que sus
nacionales ejerciten los derechos políticos dentro de él.
Entre los derechos que asisten al individuo, los hay de carácter civil, que son
aquellos que permiten la libertad de palabra, de religión, de propiedad y de
movilización, entre otros; los hay políticos, que posibilitan la participación en el
ejercicio del poder, o simplemente de organización; y los hay sociales, que permiten
al individuo gozar de las oportunidades en la distribución del bienestar: la salud y la
educación especialmente. Pero la existencia de derechos implica a su vez
obligaciones, –los deberes–, que van desde el sometimiento a la autoridad
legítimamente constituida, como también a la aceptación de contribuir al bien
común, entre ellos especialmente el aporte fiscal para sostenimiento del Estado; así
como la prestación de servicios, –el militar inclusive–, el participar en procesos
electorales, etcétera.
Así, no es sino hasta la revolución liberal de finales del siglo XIX cuando el Estado
se abre a la modernidad, y a la consideración de ciudadanos. Y en el resto de
nuestra historia ha sido básicamente el Estado el que ha propugnado por conformar
al ciudadano sujeto de deberes y derechos.
No es sino a mediados del siglo pasado cuando los movimientos sociales empiezan
a reclamar derechos, lo que se profundiza en la última década, después de la firma
de los Acuerdos de Paz.
Hoy en día el término democracia se representa por medio del sufragio del pueblo
que elige a sus gobernantes para estar en el poder durante un tiempo determinado.
Aunque la democracia tiene diferentes tipos, uno de ellos es la directa, donde cada
una de las partes puede participar y donde no existe ningún tipo de representante,
dado que las resoluciones fueron aceptadas por medio de un consenso, pero este
tipo de democracia a gran escala es casi imposible.
En una democracia participativa, el pueblo tiene deberes y derechos, dicho así por
las leyes estipuladas en cada nación. Al igual que la directa, esta forma de
democracia todavía no ha gozado de su momento de apogeo y si esto no es así,
mucho tiene que ver la intención real de los gobernantes de otorgar no sólo voto
sino también voz a los ciudadanos para ejercer sus derechos de libertad de
expresión, opinión y pensamiento.
Es una forma de organización social que atribuye la titularidad del poder al conjunto
de la sociedad. En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del
Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante
mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus
representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de convivencia social
en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se establecen
de acuerdo a mecanismos contractuales.
Es fundamental ser consciente de las realidades sociales del país y partir de ellas
para la construcción y fortalecimiento de la Democracia. Mientras existan y se
sobrepongan primero los intereses de la elite guatemalteca con su estructura social
vertical no se podrá realizar cambios sustanciales que nuestra realidad social exige
y demanda.