Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
EL SINDROME DE BURNOUT
Y LOS TRABAJADORES
SOCIALES MUNICIPALES.
UN ACERCAMIENTO
El Síndrome de Burnout
y los
Trabajadores Sociales Municipales.
Un acercamiento
El Síndrome de Burnout
y los Trabajadores Sociales Municipales. Un acercamiento
ISBN 978-956-302-079-3
Portada
Ricardo Díaz Quezada
Impresión
Hernán Jeraldo Jorquera
Compaginación
José Castillo Jara
El Síndrome de Burnout
y los
Trabajadores Sociales Municipales.
Un acercamiento
• e
Sonia Zapata Donoso
6 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
sonia zapata donoso 7
ÍN D I C E
INTRODUCCIÓN............................................................................................................... 9
Grupo Nº 1 de Municipalidades.......................................................................................89
Grupo Nº 2 de Municipalidades ......................................................................................91
Grupo Nº 3 de Municipalidades ......................................................................................94
Grupo Nº 4 de Municipalidades ......................................................................................96
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................. 109
EL SÍNDROME DE BURNOUT
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I
Tal vez una de las características más notables en el mundo globalizado que vivimos
son los rápidos cambios y avances asombrosos de la tecnología, de la información y
su desarrollo; todo lo cual ha desafiado a la población a realizar acelerados pasos en
su adaptación a estos nuevos escenarios, caracterizados por su movimiento constante.
Los cientistas sociales se han preocupado de estudiar estas situaciones y han señalado
que la vida actual de la sociedad presenta una serie de características producto de este
proceso de adaptación, tales como: aumento de longevidad, la cual no siempre está
asociada a una buena calidad de vida; acelerada revolución tecnológica, a la cual debe ir
rápidamente conociendo y adaptándose; inseguridad constante, exceso de información,
que no siempre alcanza a conocer y trabajar; pérdida de trabajo y multiempleo, cambios
en la estructura familiar, pérdida de motivaciones. Además, debemos considerar la
incorporación de la mujer al trabajo, el desarrollo de una fuerte tendencia al consumo,
y la enorme influencia que en la vida diaria alcanzan los medios de comunicación.
Toda esta suma de elementos, nos transmiten nuevos referentes y nos impulsan en la
búsqueda constante de una mayor satisfacción personal y social.
En este escenario, los hombres están inmersos en una realidad social determinada,
la cual está directamente influenciada por el proceso descrito anteriormente. No
olvidemos que el desarrollo personal del individuo no puede disociarse de la influencia
de esta realidad social, su personalidad se va construyendo en la participación, en las
creencias, las actitudes, el comportamiento de los grupos al que pertenece. Esta realidad
colectiva es un modo de sentir, comprender y entender en el mundo y en formas de vida
compartida que se expresan finalmente en Instituciones, comportamientos regulados.
En suma, es lo que entendemos por una cultura.
Este fenómeno nuevo, la globalización, tiene efectos muy opuestos. Por un lado,
homogenización y por otro fragmentación cultural. De esta forma, pone frente a los
individuos con otros individuos que actúan como modelos, ya sea para asemejarse o
diferenciarse o llevándolos a derribar las identidades tradicionales.
Es así como en el año 2000, la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.), señaló que
el estrés laboral es una enfermedad, que ponía en peligro las economías de los países y
afectaba la productividad al afectar la salud física y mental de los trabajadores.
El estrés se produce como consecuencia del desequilibrio entre las demandas del
ambiente y los recursos disponibles del sujeto. A partir de este concepto los elementos
que deben tenerse en cuenta en esta intervención son: Variables situacionales (Ej.:
ambiente laboral), Variables individuales del sujeto que enfrenta la situación producto
del estrés.
A partir de estos elementos podríamos definir el estrés como el proceso que se produce
ante la existencia de un conjunto de demandas ambientales que recibe un individuo,
las que deben tener una respuesta de parte de él, para lo cual pone en ejercicio sus
recursos de afrontamiento. Cuando estas demandas son excesivas, frente a los recursos
de que dispone, se desencadenarán una serie de reacciones adaptativas. Esta reacción
de estrés supone reacciones emocionales negativas, siendo las más importantes:
ansiedad, ira, depresión.
EL ESTRÉS LABORAL
La O.M.S., tomando en cuenta los altos costos personales y sociales generados por el
estrés laboral insiste en la importancia que tiene la prevención y el control del estrés en
el ámbito laboral.
Se debe tener presente, así mismo, que hay profesiones más estresantes que otras y
al respecto -inclusive- se han elaborado tablas, como la de Casalnueva y Di Martino
(1994), en el Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Manchester, que
evalúa el estrés en diferentes profesiones, ocupando el primer lugar la actividad policial.
Igualmente se debe considerar que existen diferencias entre los individuos. Es así como
dos personas en el mismo trabajo responden de manera diferente a los factores que
desencadenan el estrés, lo que resulta agobiante para uno, puede no serlo para el otro.
Determinar cada uno de estos factores es difícil, no obstante, se ha confeccionado una
lista de ellos, elaborada en el año 2000 por la Comisión Europea y entre otros están:
exceso y falta de trabajo, tiempo inadecuado para llevar a cabo el trabajo, falta de
descripción exacta del trabajo, falta de reconocimiento al trabajo realizado, inseguridad
en el empleo, no tener oportunidades de demostrar sus capacidades personales, no
contar con los recursos necesarios para llevar a buen término su trabajo.
El estrés es producido por una serie de estímulos que actúan sobre los individuos y se
les divide en:
Estresores de la Tarea que considera la carga mental del trabajo, el control que
se tiene de la tarea;
TIPOS DE ESTRÉS
Una vez considerada esta semblanza del estrés laboral nos centraremos en el estrés
crónico que nos va acercando a nuestro tema central que es el Síndrome de Burnout.
Tal como lo conceptualizamos, el estrés crónico es la permanencia de estímulos -por un
largo periodo- que sobrepasan la resistencia de nuestro organismo. La persistencia de
los agentes estresantes da como resultado variadas alteraciones de carácter psicológico
e incluso -en algunas ocasiones- fallas de algunos órganos y no es difícil encontrarse con
enfermedades como dispepsia, gastritis, ansiedad, insomnio, depresión, agresividad,
disfunción familiar, psicosis severas, hipertensión arterial, etc. Este estrés crónico en
profesionales de ayuda da origen al Síndrome de Burnout.
18 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
sonia zapata donoso 19
CAPÍTULO II
SÍNDROME DE BURNOUT
En su aparición influyen tanto variables del entorno social como del laboral y de la
personalidad de quien lo sufre; en las variables sociales estarían las variables
demográficas (edad, sexo, estado civil, etc.), las socioculturales se están incluyendo en
los estudios en forma incipiente. Las variables del entorno laboral y de la personalidad
del individuo se han estudiado en investigaciones de tipo transaccional con modelos
cognitivos de estrés y modelo de ajuste individuo – consciente. El síndrome es estudiado
como un proceso en el cual el individuo con sus características personales busca
adaptarse a las condiciones laborales.
El término de Burnout nace del inglés “Burnout” que significa “estar quemado” y se le
conceptualiza como “un estado extremo de cansancio”, que puede ser físico o mental,
debido a un trabajo demasiado estresante.
Las primeras nociones de este Síndrome aparecen en EEUU, en el año 1974, cuando
el psiquiatra Herbert Freudenberg, que se desempeñaba en la clínica de toxicómanos
donde se prestaban servicios voluntarios, pudo constatar que el personal voluntario
que llegaba con mucho entusiasmo, energía y deseos de cambiar la realidad, al pasar
el tiempo, estos mismos voluntarios se mostraban desmotivados, con poco ánimo,
actitudes negativas con los usuarios y tendencia a evitarlos. Se comprobó que lo
demandante del servicio prestado originaba el agotamiento y el cansancio emocional.
En esta época se describe el síntoma como “la erosión del alma” porque representa un
desajuste entre lo que la persona es y lo que quiere ser, con lo que está realizando. Esta
erosión afecta valores, dignidad y espíritu de la persona. Para salir de esta situación
los individuos deben contar con apoyo. Esta erosión alude a la pérdida que se da en
el contexto del desajuste entre las necesidades de las personas y las demandas de la
organización.
En 1980, Chernis es el primero que afirma que por efecto del estrés laboral y el
desarrollo continuo y fluctuante en el tiempo, las conductas y actitudes profesionales
cambian negativamente.
Cordes y Dougherty, en 1993, plantean que las definiciones del Síndrome podrían estar
clasificadas en cinco conceptualizaciones, a saber: fracasar, quedar exhausto; pérdida
de la creatividad, pérdida del compromiso con el trabajo; distanciamiento de los clientes
y compañeros de la organización en que trabaja; respuesta crónica al estrés.
El conocido autor en Trabajo Social, Ander Egg, en 1996, hace referencia al Síndrome y
lo cataloga como un agotamiento emocional. Se refiere a él como “desgaste emocional”
presente en los profesionales que ejercen en servicios sociales.
Con posterioridad, Faber, en el año 2000, lo plantea como presente en la mayoría de los
ambientes de trabajo actuales y se produce debido a que hay una competencia laboral
más exigente, cada vez se pide que se produzca mejores resultados en menos tiempo
y con mínimos recursos. A partir de esta realidad define variables que explicarían la
aparición y desarrollo del Síndrome.
A partir de las redefiniciones dadas al Síndrome por los diferentes autores, algunos de
ellos se preocuparon de medir su aparición y desarrollo. Es así como Susan Jackson
y Cristina Maslach, idearon el Maslach Burnout Inventory, que es un test que evalúa
la presencia y / o ocurrencia del Síndrome. El instrumento consta de tres escalas
para medir la baja realización personal en el trabajo, el agotamiento emocional y la
despersonalización (ver anexo 1).
Con posterioridad se crean y adoptan nuevos instrumentos, todos los cuales están
basados en el MBI ya descrito, así podríamos mencionar:
• MBI - Human Services Survey (HBI – HSS) que está especialmente orientado a
los profesionales de la salud. Este instrumento es la llamada versión clásica del
MBI (1986).
sonia zapata donoso 23
El estudio del Síndrome de Burnout tiene dos líneas claras (Tonon 2003):
Otro autor que se ha preocupado del tema es Gil Monte quien, en 1988, definió una serie
de desencadenantes del Síndrome de Burnout como estresores del ambiente laboral
que se perciben como crónicos y habla de:
La categorización hecha por Gil Monte coincide con una realizada por la OIT, en el año
2004, que la identificó con los factores psicosociales que inciden directamente en el
rendimiento laboral, en la satisfacción en el trabajo, en la salud del trabajador.
Si partimos del supuesto que este Síndrome es un proceso de interacción entre las
características del entorno laboral y de orden personal que se desarrolla en forma
crónica, como lo sostienen Maslach y Leiter (1997), debemos entender que es un
mecanismo de afrontamiento al estrés laboral y que en tanto se va haciendo crónico y
van fallando las estrategias de afrontamiento que el individuo suele usar, se manifiesta
el Síndrome.
sonia zapata donoso 25
A medida que el Síndrome avanza se comienzan a afectar los hábitos de trabajo. Los
profesionales que realizaban trabajos de calidad, comienzan a buscar formas de evitar
hacerlos, no tienen ganas de hacerlo bien. Esto comienza a minar la autoestima del
profesional e inclusive puede llevarlo a experimentar sentimientos de culpa. El individuo
llega tarde, se va temprano, su productividad decae, se vuelven aislados, evitan contacto
con sus compañeros de trabajo. Cada vez están más irritados y deprimidos, suelen estar
constantemente pesimistas.
Pueden sufrir síntomas de tensión como: fatiga crónica, dolor de cabeza, lumbago,
sequedad de la boca, problemas a la piel, dolor al pecho, palpitaciones, tics nerviosos
(Croucher, 1991).
Pero, al mismo tiempo, existen otros factores que están interviniendo activamente en el
Síndrome, que no están en el campo de la salud. De allí que suceda que el individuo se
le puede cercar en sus síntomas orgánicos, pero las causas reales que lo producen se
mantienen. Por ejemplo:
Influye también el que se trate de un trabajo aburrido, que a la persona le parece que no
tiene sentido, donde no puede desarrollar todas sus habilidades ni capacidades. Puede
suceder que el trabajador no tenga claridad sobre lo que se espera que lleve a cabo, es
decir, sus funciones y responsabilidades, o que no tenga la información suficiente para
realizar un trabajo satisfactorio.
Aquellos cargos caracterizados por interacciones más directas, frecuentes con el cliente
con problemas crónicos, se asocian a niveles altos del Síndrome. En estos casos no
existe retroalimentación de parte de la organización ni del cliente y la que se recibe
es generalmente negativa. La relación con el cliente suele tornarse agresiva, a la
defensiva. La creencia de que el que está prestando el servicio es el único responsable
del bienestar del cliente es una carga enorme para el profesional.
Varios de estos “problemas” podrían ser atacados a tiempo si el trabajador tiene una
supervisión adecuada, programada por un jefe bien preparado, el que puede actuar
frente al agotamiento emocional y también actuar sobre la despersonalización. Si esta
retroalimentación falta y además los canales de comunicación no están bien definidos o
no existen, tanto los verticales como los horizontales, estamos frente a la insatisfacción
y el conflicto laboral que nos llevará finalmente al Burnout.
El conflicto está en toda organización o lugar donde existan seres humanos. Es inevitable,
pero en sí la existencia de ellos no constituye problema; el problema es cómo vamos
a gestionar este conflicto, cómo lo vamos a esconder o lo vamos a afrontar e intentar
gestionarlos. Finalmente, el sentir que existe poco reconocimiento social por parte de
los jefes, los parientes, alumnos, los compañeros o la sociedad en general, es un factor
asociado al Burnout.
28 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
Es obvio que las condiciones ambientales afectan el trabajo y a los trabajadores. Dentro
de ellas un elemento muy importante es el ruido, considerado como un importante
estresor, él afecta negativamente en la productividad y el nivel de satisfacción. Es activo
agente en la producción de accidentes, aumenta considerablemente la tasa de errores,
provoca fatiga, irritabilidad, dolor de cabeza y dificultades para concentrarse. Se ha
constatado que bajo condiciones de ruido excesivo las conductas de ayuda disminuyen
y aumentan las actitudes negativas y la hostilidad frente a otros. Además, estos efectos
son acumulativos, (Jones, 1983).
También el reducido espacio para que las personas realicen sus tareas es un factor de
estrés importante, papel que ha sido señalado por la psicología ambiental.
Las condiciones físicas del trabajo se suman a las demás alteraciones, contribuyendo
en buena parte a los estados de estrés crónico y al Síndrome de Burnout.
útil.
Al ser un elemento tan importante, debemos estar alertas a los efectos que produce
para el ser humano, los que pueden ser muy positivos como la autorrealización, el
bienestar, la solidaridad, pero también son fuente de efectos negativos: el estrés, la
depresión, el Síndrome de Burnout.
Otra conclusión de esta visión del Síndrome se refiere al aspecto que él tiene sobre la
población atendida. No olvidemos que esta enfermedad se presenta especialmente en
las profesiones de ayuda y / o asistencia, lo que significa que hay un número importante
de la población que recurre a estos profesionales, los que al sufrir el Síndrome les
entregan una atención deficitaria y en algunos casos con falencias graves, las que
veremos en el caso específico del Trabajo Social.
En esta área se presentan varios síntomas tales como: culpa, depresión, irritabilidad,
hastío, pérdida de control, sentimientos de incompetencia, esto puede llagar a tener
influencias afectivas negativas en su vida.
Una persona que experimenta una baja satisfacción laboral va a mostrar un deterioro en
la calidad del trabajo realizado. Se produce una especie de desconexión psicológica del
profesional, hay tendencia al ausentismo laboral, mayor propensión a sufrir accidentes
de trabajo. De hecho comete más errores, todo lo cual significa para la organización un
costo económico enorme.
sonia zapata donoso 31
Al mismo tiempo, esta persona a nivel familiar, presenta una serie de alteraciones.
Existen reacciones inadecuadas con la pareja y con los hijos, su nivel de tolerancia
disminuye drásticamente, hay tendencia al desgano, es proclive a la depresión y se
muestra generalmente triste (Serret, 2000).
El estudio del Síndrome, en sus inicios, en base a los resultados que habían aportado
Maslach y Jackson (2001) se limitó a las profesiones que están relacionadas con el
servicio y asistencia a problemas de los clientes. Hoy en día se ha constatado que estas
profesiones de ayuda, dentro de las cuales se consideran profesiones relacionadas
con salud, atención psicológica y psiquiátrica, asistencia social y educación, son las
que presentan mayor vulnerabilidad al síndrome. Estas profesiones tendrían algunas
características en común como: trabajos extremadamente demandantes, en los cuales
hay un intenso contacto con personas y la organización les otorga un apoyo real
inadecuado a la labor.
Al mismo tiempo se ha constatado que las interrelaciones que dejan más vulnerable al
profesional es la atención “cara a cara” al cliente, debido a que este tipo de interacción
necesita un alto compromiso personal y laboral, lo que lleva consigo la posibilidad de no
cumplir sus expectativas.
Asimismo, los profesionales más expuestos serán los del sector público -en especial
los orientados al servicio, con metas altas, idealistas- y cuyo trabajo se desarrolla bajo
continua entrega de energía emocional y cognitiva para satisfacer las necesidades de
sus clientes. El sector público afronta demandas crecientes de parte de sus clientes para
un servicio de calidad, pero sin real apoyo social para satisfacer estas expectativas;
situación que conlleva tensión individual, cambios, reducciones presupuestarias.
Cuando se dan con sobrecarga de trabajo, demandas no satisfechas, según algunos
32 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
En el año 2002 entre mayo y septiembre, se lleva a cabo un estudio sobre Prevalencia
del Burnout en trabajadores del Hospital Roberto del Río. Las 250 encuestas aplicadas,
correspondientes al 26.4 % de los trabajadores del hospital, fueron respondidas por
136 auxiliares paramédicas, 48 médicos de staff, 32 enfermeras, 24 médicos becados,
6 kinesiólogos, 2 nutricionistas y 2 tecnólogos médicos. El resultado final del estudio
entregó la existencia de un 31% de Síndrome de Burnout, 3.820 de proclividad al
Síndrome y 3.120 sin Síndrome (Órdenes, 2004).
En el año 2005, los doctores Carmen Sandoval y otros del Hospital de Yumbel llevaron a
sonia zapata donoso 33
cabo una investigación sobre presencia y características más frecuentes del Síndrome
de Burnout que ataca a los profesionales. El estudio se centró en 6 médicos, 4 matronas,
2 odontólogos, 2 nutricionistas, 1 asistente social, 1 kinesiólogo, 1 químico farmacéutico
y un inspector de saneamiento. Los resultados fueron que el promedio de edad de los
profesionales que presentaban el Síndrome era 37 años, 60% casados. Se concluyó
que existía un 23,70% proclive al Síndrome, 58,10% expresa sentir cansancio al final
de la jornada, 40,90% presenta fatiga al levantarse y un 32% considera que trabaja
demasiado.
CAPÍTULO III
Una de las definiciones de Trabajo Social más aceptadas es aquella que dice “es un
proceso de ayuda por el cual el profesional, Trabajador Social, a través de técnicas y
procedimientos, promueve los recursos de la comunidad y del individuo, para ayudar
a éste a superar conflictos derivados de su interrelación con el medio y con otros
individuos” (Escarpin, 1992).
A partir de esta definición es indudable que la presencia del Síndrome en los profesionales
de Trabajo Social se constituye en un problema, ya que estaría de algún modo afectando
la tarea u objetivo de la profesión que -como sabemos- es una profesión de ayuda
porque trabaja directamente con las personas orientándolas para superar sus conflictos.
Si recordamos los síntomas que presenta el Síndrome como dolor de cabeza, apatía,
dolores musculares, aburrimiento, hipertensión, ansiedad, etc., son todos síntomas que
afectan y trastocan el desempeño del Trabajador Social y la actitud ante los usuarios,
tanto en el trato que reciben como en la solución de la problemática que presentan.
Ante este escenario, el Trabajador Social hace variados intentos para optimizar los
recursos con que cuenta y así llevar a cabo su trabajo, el que se ve dificultado por el
hecho que hay profesionales que ya han desarrollado el Síndrome y, por lo tanto, hay
mayores tasas de ausentismo y rotación de personal, lo que aumenta la carga de trabajo
de cada profesional.
En este complejo escenario en que se brinda la atención de ayuda, los profesionales van
acumulando sensaciones de angustia, fatiga, irritabilidad, pérdida de energía, donde
influye indudablemente el hecho que deben asumir roles instrumentales de acuerdo a
continuas situaciones emergentes.
El entregar una ayuda eficaz es esencial para el Trabajador Social, porque es él quien
interviene con individuos que presentan distintos problemas; problemáticas todas
que requieren de ayuda oportuna y óptima, por lo que se necesita de profesionales
competentes y que gocen de una salud mental estable, de acuerdo a las diferentes
actividades que el ejercicio profesional necesita.
Si consideramos que el Trabajo Social es una profesión en la cual existe una intervención
social concreta con los sujetos sociales que poseen un problema o una necesidad social
en un momento y contexto determinado, la intervención social tiene como objetivo,
provocar cambios en la realidad en que se producen estos problemas.
Los autores Edelwich y Brodsky (1980) establecieron una serie de etapas por las que
atraviesa el profesional hasta llegar al Síndrome de Burnout, que de alguna manera
sintetiza lo que hemos resumido hasta ahora.
A pesar de que el Código del Trabajo en su artículo 184 dice que el empleador está
obligado a tomar las medidas necesarias para proteger la salud de los trabajadores
y que el artículo Nº 1 D. S. Nº 3, respecto al reglamento de autorización de Licencias
Médicas, establece el derecho a Licencia Médica del trabajador que padece enfermedad
psicológica o profesional, no existe ley, reglamento o normativa que haga referencia
específica a los profesionales que padecen Síndrome de Burnout.
No debemos olvidar que las personas acuden a buscar ayuda a diferentes instituciones,
cada una de las cuales está organizada pensando en cómo ayudar para resolver los
diferentes tipos de problemas y necesidades que traen los individuos que acuden a
ella. Estas instituciones poseen una estructura determinada que les permite organizar
y delegar todas sus responsabilidades y procedimientos. El Trabajo Social funciona
mayoritariamente en un ámbito institucional, lo que significa responder a los objetivos
de ella y, al mismo tiempo, dar respuesta a las necesidades del usuario y preocuparse
de que ambas coincidan con los propios objetivos y los principios éticos de la profesión.
Quizás uno de los puntos más álgidos de esta situación es que el usuario que acude a
diferentes Instituciones, de los distintos ámbitos de intervención del Trabajo Social, va
bajo la presión de una gama de sentimientos, preocupaciones, miedos, desesperación,
por nombrar algunos. Pero la solución a la problemática que presenta no siempre es
posible lograrla, a pesar de los esfuerzos y diferentes roles que el profesional asuma. En
40 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
Esta relación involucra un proceso de tipo afectivo, en el cual el profesional debe tener
la capacidad de “colocarse en el lugar del otro”, en una actitud de entrega sin recibir
nada a cambio. Al establecer esta relación tiene en consideración las características
personales de cada uno de los asistidos, e incluye además nivel cultural, procedencia,
ideología, estado económico, etc. Es decir, todas aquellas variables que le permitan
individualizar al individuo como un ser único.
Es esta una relación especial establecida entre profesional y asistido, en la que estos
últimos depositan su confianza, sus intereses y muchos aspectos de su vida privada
en el profesional, presuponiendo que este cumple con su tarea de manera diligente y
competente y que, por supuesto, su confianza no será traicionada. Esta seguridad la
obtienen del hecho que el profesional pertenece a una Institución determinada que está
comprometida a ofrecer los mejores servicios profesionales posibles a cada uno de los
miembros de la sociedad.
Es innegable, por lo tanto, la importancia que remite la relación profesional para el logro
de los objetivos de la profesión y de allí la importancia de cómo ésta se ve afectada por el
Síndrome de Burnout, especialmente en el aspecto convencional, ya que el profesional
estará incapacitado para entregar a los individuos que recurren a él: su empatía, su
aceptación, su real preocupación por la problemática que enfrentan y su colaboración
en la solución de ella.
MUNICIPALIDADES
Las Municipalidades son los órganos del Gobierno local que emanan de la voluntad
popular. Son personas jurídicas de derecho público con autonomía económica y
administrativa en los asuntos de su competencia. Les son aplicables las leyes y
disposiciones que, de manera general y en conformidad con la Constitución, regulan
las actividades y funcionamiento del Sector Público Nacional, (Ley Orgánica de
Municipalidades, Ley Nº 23.853).
La comuna, que es la división pública administrativa menor y básica del país, y es lo que
se conoce como Municipio puede ser urbano, rural o combinar ambos.
Todos los Municipios deberían tener una Secretaría Municipal, una Secretaría Comunal de
Planificación y otras unidades encargadas del cumplimiento de funciones de prestación
de servicios y de administración interna, relacionadas con el desarrollo comunitario,
obras municipales, aseo y ornato, tránsito y transporte público, administración y
finanzas, asesoría jurídica y control.
Dentro de esta organización, tienen relación directa con el Trabajo Social, la unidad
encargada del Desarrollo Comunitario, (DIDECO). La Dirección de Desarrollo Comunitario
se rige por la Norma Orgánica Constitucional de Municipalidades (18.695) artículo 22,
que estipula las siguientes funciones:
Para llevar a cabo sus objetivos, la DIDECO tiene bajo su dependencia los siguientes
Programas o Departamentos:
a. Departamento Comunitario
b. Departamento Social
a. Programa Puente
b. Departamento Salud
c. Departamento Cultural
d. Seguridad Ciudadana
e. Programa de la Mujer
h. Departamento de la Infancia
DEPARTAMENTO SOCIAL
Este Departamento tiene como función principal preocuparse del bienestar de las
personas de la comuna, velando por dar soluciones concretas a las necesidades
manifestadas por las familias de escasos recursos de ésta, entregar orientación a
sonia zapata donoso 45
PROGRAMA PUENTE
• Apoyo Social
Como dato interesante a considerar: Los Trabajadores Sociales que ejercen en Municipios
sonia zapata donoso 47
Una vez conocida la institución en la cual se llevarán a cabo los diferentes estudios es
interesante tener una visión teórica del Síndrome de Burnout, que ayuden a entender
el fenómeno en sí (La caracterización socioeconómica de las comunas de Santiago se
puede consultar en Anexo 2).
48 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
sonia zapata donoso 49
CAPÍTULO IV
Existen algunas teorías que explican de algún modo la aparición del Síndrome. Le
daremos una mirada global, porque el objetivo no es detenerse en lo que la teoría nos
entrega, sino dar énfasis a la realidad encontrada por los estudios.
Una de las teorías que concurre a explicar el Síndrome es la del Intercambio Social,
desarrollada por George Hormans, desde la Psicología, la que incluye siempre al menos
a dos individuos interactuando, debido a que el autor piensa que el individuo es sociable
y que dedican gran parte de su tiempo a interactuar con otras personas. La teoría
concibe toda conducta social como una reciprocidad de actividad, tangible o intangible
y más o menos gratificante y ocurre esto al menos entre dos personas.
Proposición del Valor: cuanto más valioso sea el resultado de una acción para la
persona, es más probable que vuelva a repetir la acción.
Los modelos que se elaboran a partir de esta teoría estiman que el Síndrome tiene
su origen en las percepciones de falta de equidad como resultado del proceso de
comparación social cuando se establecen relaciones interpersonales.
a. Modelo de comparación social: este modelo plantea que los individuos están
constantemente realizando comparaciones con otros. Al haber situaciones similares
esta comparación es realizada para poder disminuir la incertidumbre sobre la eficacia
de sus propias percepciones y juicios.
Los autores Buunk y Schaufeli (1993), dentro de este modelo, indican que el Síndrome
de Burnout tiene una etiología doble.
1. Los procesos de intercambio social con las personas que atiende el profesional. En
estos procesos actuarían tres estresores: falta de claridad en lo que el individuo piensa,
siente y cómo debe actuar (incertidumbre); el desequilibrio que él percibe entre lo que
entrega y lo que recibe de sus relaciones (percepción de equidad) y la posibilidad de
manejar los resultados de sus percepciones laborales (falta de control).
Esta teoría y sus modelos se utilizan en Psicología para estudiar el Síndrome de Burnout,
el que definen como una patología que se deriva de la interacción del individuo con
determinadas condiciones psicosociales nocivas presentes en su trabajo, como la
interacción con su jefe, con sus compañeros de trabajo o con los beneficiarios. Es en
este medio donde se presentan las diferencias, las comparaciones y la falta de apoyo
social.
sonia zapata donoso 51
Esta teoría tiene una perspectiva psicosocial, debido a que en el concepto del Síndrome
intervienen variables de tipo cognitivo (baja realización personal), variables de tipo
emocional (agotamiento emocional) y variables de tipo actitudinal (despersonalización).
Los diferentes autores que han elaborado modelos desde esta teoría son: Harrison
(Modelo de Competencia Social; Cherniss (Modelo de Autoeficacia); Thompson, Page y
Cooper (Modelo de Autocontrol). A continuación entregamos una rápida visión de cada
uno de estos modelos.
El autor define Síndrome como cambios personales negativos que ocurren en un cierto
plazo en los profesionales cuya tarea es atender personas. Al producirse estrés, tensión
en su trabajo, el profesional puede distanciarse, desapegarse emocionalmente del
trabajo, sus metas y aspiraciones disminuyen. El modelo explica que los individuos
hacen frente a estas tensiones de diversas formas, algunos buscan solucionar el
problema, otros exhiben cambios negativos en su actitud y desarrollan el Síndrome.
Cherniss establece una relación causal entre incapacidad del individuo para desarrollar
sentimientos de éxito personal y el Síndrome de Burnout. En este análisis se basa la
noción de “autoeficacia percibida” de Bandura que hace referencia a las creencias que
las personas tienen sobre sus capacidades para ejercer un control sobre las situaciones
que les afectan.
2. Nivel de autoconciencia.
4. Sentimientos de autoconfianza.
sonia zapata donoso 53
Los sujetos tras experimentar reiterados fracasos en el logro de sus metas laborales,
sumadas a altos niveles de autoconciencia, discrepancias y pesimismo optan por
utilizar la estrategia de afrontamiento “retirada mental o conductual” de la situación
que los amenaza.
Este tema socio cognitivo del yo y sus modelos se relacionan con el Síndrome al referirse
a la actuación y a los problemas de los profesionales que favorecerían la aparición de
éste, además dejan establecido que el distanciamiento del profesional de su trabajo es
una respuesta al estrés y a la tensión experimentadas en su lugar de trabajo.
TEORÍA ORGANIZACIONAL
Maslach y Jackson especifican que el Síndrome está conformado por tres dimensiones:
agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal. Se ha elucubrado
que estas dimensiones son fases secuenciadas. De ser así, la despersonalización sería
una respuesta al agotamiento emocional que surge de las excesivas demandas y como
resultado del proceso se desarrollaría la baja realización personal, debido a que ya están
afectados el rendimiento laboral y la autoevaluación.
Este modelo también plantea las tres dimensiones del Modelo de Maslach y Jackson,
pero lo ven como una progresión diferente: despersonalización, baja realización
personal, agotamiento emocional.
sonia zapata donoso 55
Se refiere a uno de los primeros modelos teóricos que explica el Burnout, propuesto
por Kyiracon y Sutcliffe (1978). Ellos consideran que el Síndrome se presenta cuando
existe una descompensación entre la valoración del esfuerzo realizado con toda la gama
de estrategias que tiene que realizar el docente a lo largo del día y la existencia de
requerimientos laborales que exceden sus capacidades. En el proceso también están
influyendo factores personales y organizacionales.
Síndrome de Burnout.
Este modelo es propuesto por Maslach y Jackson (1981) y considera que las características
opresivas del trabajo en combinación con las características sociodemográficas son la
causa principal del Burnout. En el modelo se destaca la vivencia del estrés, la evaluación
de los demás y la evaluación de sí mismo. Es necesario destacar que este es el modelo
más seguido hasta ahora y es el que se eligió para medir el Síndrome en los Trabajadores
Sociales de Municipalidades.
El programa investigado que sustenta este libro está constituido por cuatro
investigaciones que fueron realizadas en el período 2008 – 2010. Todas eran estudios
dentro del enfoque cuantitativo o positivista, que es aquel que utiliza la recolección y el
análisis de los datos recogidos para dar respuesta a preguntas de investigación y probar
supuestos establecidos con anterioridad. Este tipo de estudios confía en la medición
numérica y en el uso de la estadística para lograr establecer con exactitud factores de
comportamiento de una población equis.
sonia zapata donoso 57
Estos estudios son los primeros que se realizan en esta área y por ello pudiesen ser
catalogados como estudios exploratorios que “son aquellos que se efectúan, normalmente,
cuando el objetivo es conocer un tema o problema de investigación poco estudiado”
(Hernández et al., 2003). Al mismo tiempo tienen un carácter netamente descriptivo en el
sentido que permiten describir situaciones, eventos y hechos, es decir, cómo es y cómo
se manifiesta el fenómeno en estudio. En este caso se pretende conocer las condiciones
laborales, ambientales y de infraestructura de los Trabajadores Sociales que laboran en
los Departamentos Sociales y Programa Puente, dependientes de las Direcciones de
Desarrollo Comunitario de las Municipalidades de la Región Metropolitana, además de
conocer si estos profesionales presentan, están proclives o no presentan el Síndrome de
Burnout. “Los estudios descriptivos buscan especificar las prioridades, las características
y los perfiles importantes de las personas, grupos, comunidades o cualquier otro fenómeno
que se someta a un análisis” (Danke, 1989).
Grupo 2: La Florida, Peñalolén, Puente Alto, San José de Maipo, Pirque, Vitacura.
Las Condes, Lo Barnechea, La Reina, Providencia, Ñuñoa y San Joaquín.
Grupo 3: Santiago, Maipú, San Miguel, Quinta Normal, San Bernardo, Macul,
Lampa, Talagante, Buin y Calera de Tango.
En todas ellas se trabajó con el Universo de los Trabajadores Sociales del Departamento
Social y Programa Puente, (recordar que en las Municipalidades de Las Condes,
Providencia, Vitacura, La Reina y Ñuñoa no se trabaja con el Programa Puente). Se
trabajó así con el siguiente Universo
Para la aplicación de los instrumentos se sostuvieron entrevistas con los Jefes del
Departamento de DIDECO, con el fin de darles a conocer los objetivos de los respectivos
estudios y autorizaran la participación en ellos de los Trabajadores Sociales.
0 Nunca
1 Alguna vez al año o menos
2 Una vez al menos o menos
3 Algunas veces al mes
4 Una vez por semana
5 Algunas veces por semana
6 Todos los días
18 y más Presente
11 y menos No Presente
6 y más Presente
2 y menos No Presente
32 y más Presente
27 y menos No Presente
57 y más Presente
33 y menos No Presente
Los antecedentes arrojados por los dos instrumentos nos permiten realizar un análisis
de datos tanto de carácter general, demográfico, condiciones de trabajo y los datos del
test Maslach Burnout Inventory
sonia zapata donoso 61
CAPÍTULO V
Corresponde al estudio
Incluye las municipalidades de:
realizado por:
Grupo Nº 1 Estación Central – La Cisterna – La
Ø Marcia Aguilera
Pintana – El Bosque – Lo Espejo –
Ø Daniela Chiang La Granja – San Ramón – Cerrillos
– Pedro Aguirre Cerda.
Ø Mariela Vargas
62 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
Corresponde al estudio
Incluye las municipalidades de:
realizado por:
Grupo Nº 3 Santiago – San Miguel – Maipú –
Ø Mª Ignacia Alfaro
Macul – Quinta Normal – Lampa
Ø Erika Catoni – San Bernardo – Buin – Calera de
Tango – Talagante.
Una de las características que nos describe este grupo es la variable sexo; en este
tema es importante recordar que ciertamente la profesión de Trabajo Social -desde
sus inicios- fue representada por las “Visitadoras Sociales” y se la ha asociado al sexo
femenino; en la práctica, ha sido una profesión desempeñada mayoritariamente por
mujeres. A través del tiempo se han ido incorporando profesionales de sexo masculino,
pero siempre en un porcentaje bastante menor que el femenino.
En el caso concreto de estos estudios nos encontramos con que la gran mayoría de
los entrevistados pertenece al sexo femenino (83%), y el sexo masculino sólo alcanza
un 17%, Situación que reafirma la tendencia cultural de ser esta una profesión elegida
preferentemente por mujeres.
De los diferentes grupos, el grupo Nº 4 que reúne municipalidades del Sector Norponiente
presenta una mayor presencia masculina (34%), situación que se contrapone con
los restantes tres grupos en especial el grupo Nº 2 que presenta tan sólo un 6% de
profesionales del sexo masculino (Ver Anexo 4).
Otra de las variables que nos permite caracterizar a este grupo de Trabajadores Sociales
es la edad. Con respecto a esto los Trabajadores Sociales que se desempeñan en el
Departamento Social y en Programa Puente, en su mayoría tienen entre 24 y 35 años.
Estamos hablando de una población joven donde seguramente influye el hecho que los
profesionales que trabajan en el Programa Puente son generalmente recién egresados.
Este es un programa de impronta reciente que por ser muy dinámico y con gran parte
del tiempo de trabajo en terreno, suele contratar profesionales recién recibidos. En tanto
que el Departamento Social, que está formado desde la creación de las municipalidades,
tiene profesionales con mayor antigüedad laboral y el promedio de edad es mayor.
Por otra parte, el Grupo Nº 3 presenta los profesionales más jóvenes, con las tres
cuartas partes (75%) de su personal entre 24 y 35 años, y un número muy reducido
(7%) de profesionales en el rango de 42 años y más.
En tanto, en lo que respecta al estado civil, no se presenta mayor diferencia entre casados
y solteros (51% y 45% respectivamente) que son las categorías en que se agrupa la
totalidad de este grupo de Trabajadores Sociales; por tratarse de una población joven la
categoría viudez reúne sólo un 1%. De acuerdo a lo presentado esta variable no debería
ser de gran relevancia en la presentación del Síndrome.
desde lo que se desprende que su trabajo se desarrolla mediante el uso de las relaciones
personales, y mediante ellas cumple diferentes funciones como:
• Orientar a las personas a desarrollar sus capacidades para resolver sus pro-
blemas sociales, individuales y / o colectivas.
Todas estas funciones deberán llevar al profesional a realizar gestiones que promuevan
el establecimiento de servicios, políticas sociales justas o de alternativas para los
recurso socio – económicos existentes.
En su mayoría, los Trabajadores Sociales que participan en el estudio son personas que
no ejercen funciones de jefatura, dedicando su jornada de trabajo exclusivamente a su
trabajo profesional directo con los usuarios, atendiendo sus problemáticas y demandas,
lo que supone interacciones con el público, trabajo en terreno y un porcentaje mínimo
de labor administrativa. Es importante recordar que en el caso del Programa Puente,
esta labor en terreno es mucho más demandante y gran parte de su tiempo de trabajo
está dedicada a él.
En la atención a los usuarios existen estresores propios de la relación entre dos personas,
agravado por el número excesivo de atenciones, que rebaja el tiempo dedicado a cada
entrevista, se producen faltas de claridad en lo que expresa uno y otro y que lleva a
un desencuentro entre lo que se entrega y recibe, además de falta de control en el
profesional de los resultados de sus funciones laborales. Los estresores propios del
proceso de interacción generan incertidumbre en el profesional sobre la eficacia de su
trabajo lo que favorece la aparición del Síndrome de Burnout.
Los Trabajadores Sociales con funciones de jefatura también son un número importante,
estos profesionales dedican parte de su jornada a labores administrativas y de control,
supervisión de los programas, lo que no los libera de la atención de usuarios, pero en
una cantidad menor que el resto de los Trabajadores Sociales y seguramente constituyen
los individuos que tienen entre 1 y 5 atenciones diarias. Cabe mencionar que el Grupo
Nº 3 de Municipalidades es el que presenta una mayor concentración de Trabajadores
Sociales en esta categoría (43%).
En tanto el Grupo Nº 2 y Grupo Nº 3, son los únicos que tienen casos de Trabajadores
Sociales que deben cumplir con todas las funciones del profesional sin jefatura,
pero además de forma extraordinaria deben asumir las funciones de jefatura. Estos
profesionales indudablemente están sometidos a un estrés y a una presión laboral
enorme, y deberían tener una mayor predisposición a adquirir el Síndrome.
a una constante presión de los usuarios, con diversas y graves problemáticas que exigen
una gran cantidad de recursos y sistemas de Servicio Social muy bien estructurados.
Cada trabajador de nuestro país y de todos los países, regulariza su situación laboral
a través de un contrato que vienen a ser las normas que regulan la relación laboral,
este es un instrumento jurídico que busca proteger al trabajador. El Derecho Laboral
hace referencia al contrato de trabajo y dice que es un conjunto de normas relativas a
las relaciones que directa o indirectamente derivan de la prestación libre subordinada
y remunerada de servicios personales y cuya función es producir el equilibrio de los
factores en juego mediante la realización de la justicia social. Este convenio por el cual
una persona se compromete para con otra a prestar servicios, bajo dependencia y con
una remuneración supone una serie de derechos para el trabajador que se convierten
en obligaciones para el empleador, al mismo tiempo que las obligaciones que contrae el
trabajador se convierten en derecho para el empleador.
La distribución de los tipos de contrato es bastante diferente entre los distintos grupos
de municipalidades, podemos eso sí inferir que el tipo de contrato que mayor porcentaje
alcanza en todos los grupos es el a honorarios (44%), situación que se ve influenciada
68 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
por el hecho que los profesionales que se desempeñan en el Programa Puente todos
ellos están a honorarios, salvo aquellos que realizan funciones en el Departamento
Social y además en el Programa Puente. Es posible destacar que en el Grupo Nº 2
tienen a un 55% de su personal a honorarios, a pesar de reunir a las municipalidades
con mayores ingresos.
Otra situación digna de destacar es el caso del Grupo 1º, donde aparte del 47% de
los Trabajadores Sociales contratados a honorarios, presenta un 44% de Trabajadores
Sociales de planta, constituyéndose en el grupo con mayor número de profesionales
con esta modalidad.
De acuerdo con las definiciones entregadas por las diferentes modalidades de contratos
de trabajo, es un hecho que el tener tantos profesionales a honorarios influye en el
desarrollo del Síndrome, ya que existe una sensación de inseguridad laboral, que
se suma a los factores negativos ya existentes, como el de un exagerado número
de atenciones diarias, el tener que afrontar problemas graves, situaciones límites y
generalmente no contar con los recursos necesarios para atenderlos.
Gran parte de los profesionales tienen una antigüedad de cinco años en su puesto de
trabajo (47%), situación que se reafirma con el tipo de contrato existente, al tener la
mayoría contratos a honorarios, son contratos que responden a programas específicos.
Al terminar éstos, finaliza la relación laboral y los programas generalmente no van más
allá de los cinco años e inclusive menos.
Existe una amplia concentración de los profesionales en las dos primeras categorías uno
a cinco años y de seis a diez años, que juntas ascienden a un 76% de los participantes.
El grupo Nº 2 ostenta el mayor porcentaje de Trabajadores Sociales con más de quince
años de antigüedad en el cargo. Estos profesionales pertenecen al Departamento
Social, tienen jornada completa y deberían presentar con mayor frecuencia el Síndrome
estudiado, dado a que han tenido una larga exposición a los diversos factores que
influyen en el desarrollo de la enfermedad. Este grupo también presenta el más bajo
porcentaje de profesionales en el rango de uno a cinco años (17%), que seguramente
corresponde a los Trabajadores Sociales del Programa Puente. No olvidemos que en
este grupo hay varias municipalidades que no cuentan con este Programa entre sus
beneficios.
profesionales, por tener sólo 22 horas de contrato. Pero esta premisa se ve cuestionada,
porque en el Grupo Nº 2 están las Municipalidades que no trabajan con este programa,
por lo tanto, las razones de tener un alto número de Trabajadores Sociales con bajo
sueldo son otras.
El salario es una de las más complejas transacciones en el mundo del trabajo, ya que
la persona por él se compromete a una serie de actividades, a una rutina en trabajo y a
una gama de relaciones dentro de la empresa.
En el afán de tener una visión lo más completa posible de la realidad que afrontan estos
profesionales en su trabajo diario se hace necesario presentar algunos elementos que
nos indiquen el clima organizacional de sus respectivas municipalidades.
CLIMA ORGANIZACIONAL
Dentro del concepto se toman en cuenta diferentes elementos como: ambiente físico,
(espacio físico, temperatura, contaminación), características estructurales (tamaño
organización, estilo dirección, estructura formal), ambiente social (compañerismo,
conflictos entre personas, comunicación), comportamiento organizacional (ausentismo,
rotación, satisfacción laboral).
Las características del medio ambiente son percibidas directamente o indirectamente por
las personas que se desempeñan en ese medio ambiente y tienen repercusiones en su
comportamiento laboral, ya que ellos tienen percepciones de las estructuras y procesos
sonia zapata donoso 71
Si tuviéramos que establecer las funciones que cumple la comunicación al interior de las
Municipalidades, podríamos afirmar que de alguna manera controla el comportamiento
individual, favorece la motivación al mostrarle lo que ha hecho, recalca su buen
desempeño y decide cómo podría mejorar más; les entrega información necesaria para
tomar decisiones, para llevar adelante diversas acciones.
El Grupo Nº 3 muestra en la categoría mala un 47%, porcentaje que sumado a los que
la evalúan como regular asciende a un 66% del total de la muestra. Esto significa que
debe afrontar problemas de comunicación en su trabajo, lo que ameritaría un estudio
especial en este grupo de Municipalidades.
sonia zapata donoso 73
Cuando hablamos de relación de alta calidad entre jefe directo y trabajador nos estamos
refiriendo a una situación en que el primero proporciona información necesaria, permite
la participación, cuenta con la opinión de los trabajadores, les solicita sugerencias,
descubre lo que tiene que decir el trabajador y con estas acciones se puede desarrollar
un clima laboral favorable, en el cual el trabajador al sentir que la organización lo
trata bien y vela por sus intereses, él corresponde contribuyendo a la consecución de
los objetivos y fortalece su compromiso con ella (Rhodas et al, 2001). Por lo tanto, la
influencia del jefe es decisiva para la marcha de la Institución. Es él quien decide qué se
debe hacer y cómo hacerse. Podríamos calificar su actuación como la de un órgano que
es dirigente, juez, animador y educador. Para el trabajador el jefe representa la forma
más cercana a la organización. A él acceden a pedir informaciones o explicaciones y él
responde a nombre de la organización.
Es importante recordar que el jefe debe brindar apoyo emocional, ofrecer información y
consejo y tratar en forma justa a sus colaboradores y a las situaciones planteadas. Esta
relación jefe – subalterno se constituye en una relación de intercambio social donde
74 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
se desarrollan vínculos emocionales. De allí que esta relación pueda ser una fuente de
bienestar laboral o, por el contrario, de estrés y tensión en el medio laboral. Por ejemplo,
los favoritismos y tratos desconsiderados crean ambientes de tensión y presión, como
también el estilo de liderazgo en que se manejan los jefes.
Finalmente, podemos afirmar que la relación entre jefe directo y subalterno tiene una
gran importancia en la aparición del Síndrome de Burnout.
Los Trabajadores Sociales -como el resto de los trabajadores- pasa la mayor parte del
día en la Institución y eso significa que la mayor parte de las horas del día las pasa con
su compañeros de trabajo, lo que los “obliga” a tener una relación cordial con ellos,
además que debido a la igualdad de categoría dentro de la organización se da un trato
informal y muy cercano.
sonia zapata donoso 75
El profesional que debe desarrollarse en un ambiente de trabajo difícil, tenso, con malas
relaciones, no puede adaptarse totalmente a su trabajo y termina por tener dificultades
serias para hacer su labor diaria, además de tener problemas en su satisfacción laboral.
El tener buenas relaciones entre compañeros de trabajo diario, implica una buena
disposición para establecer un vínculo de colaboración y apoyo en las actividades
diarias. Cuanto mayor entendimiento, respeto y comunicación se tenga mucho mejor
será para el clima y las relaciones laborales. Al indagar en la literatura, el modelo de la
Estructura Organizacional y Apoyo Social de Wunnubst (1993) indica que el apoyo social
(solidaridad y camaradería) en el trabajo afecta de manera importante la percepción que
el trabajador tiene de la estructura organizacional, ya que por medio del apoyo social es
posible intervenir sobre las disfunciones o problemáticas que emanan de la estructura
organizacional, donde están insertos los Trabajadores Sociales. El apoyo social según
este modelo es una variable central en la intervención del Síndrome; el apoyo social
entre los trabajadores sería clave para efectuar una intervención en los profesionales
que sufran el Síndrome.
En general, el estudio mostró una buena relación entre Trabajadores Sociales. Un 80%
de la muestra la consideró buena y excelente, al mismo tiempo que existe un porcentaje
no menos importante del 20% que la consideró entre mala y regular. Situación que nos
hace suponer climas difíciles de sobrellevar y pueden ser un elemento importante en la
aparición del Síndrome.
Continuando con la descripción de los múltiples factores que pueden influir en el desarrollo
76 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
El espacio en que las personas desarrollan su labor diaria adquiere una importancia
mayor que la pensada. Diversas investigaciones han arrojado como resultado, por
ejemplo, que el espacio en que estas desarrollan su labor diaria es un factor de estrés
importante, lo que está considerado por la Psicología Conductual.
En general, los Trabajadores Sociales participantes del estudio encuentran que las
condiciones de infraestructura de sus servicios son inadecuadas. Un 36% las califica
de regulares y un 36% entre malas y pésimas. La situación es bastante desfavorable
ya que las 3/4 partes de la muestra nos indica que las condiciones en que trabajan son
altamente deficientes y concurren en un porcentaje importante en desarrollar estrés y
Síndrome de Burnout.
de la muestra considera que estos recursos son regulares y malos, lo que indudablemente
los afecta y les produce finalmente sentimientos de negación, incredibilidad y frustración
que con el tiempo pueden desencadenar la aparición del Síndrome de Burnout.
Existen algunos entes nacionales que también aportan medios a las Municipalidades
mediante convenios nacionales y regionales de proyectos como Fondo Nacional de
Inversión Social, FOSIS, que entrega recursos financieros para programas de Inversión
Social y reducción de la pobreza.
En resumen, el grave problema en esta área son las reducidas capacidades financieras
municipales en relación con la amplitud de las competencias, variadas tareas asignadas
por el gobierno central y las crecientes demandas de la ciudadanía.
CAPÍTULO VI
Hemos visto cómo las transformaciones sufridas en el ámbito laboral y su contexto han
desencadenado, junto a otros elementos, el estrés en el mundo del trabajo, el cual se
relaciona con disminución de la calidad y productividad del desempeño profesional y
con el surgimiento de nuevas patologías laborales y factores de riesgo para la calidad y
el bienestar psicológico de los trabajadores.
Proclive 30 25 41 37
Presencia 70 75 59 63
Aquí se observa que un 65% de la muestra total tiene presencia del Síndrome de
Burnout, mientras el 35% restante, está proclive a adquirirlo. Otro hallazgo notable es
que no existe nadie en la muestra que no presente síntomas del Síndrome, es decir, los
298 Trabajadores Sociales encuestados están con el Síndrome de Burnout o bien están
proclives a adquirirlo.
AGOTAMIENTO EMOCIONAL
Esta dimensión del Síndrome de Burnout, según Maslach y Jackson (1999) se refiere
a “disminución y pérdida de recursos emocionales que corresponden a la medida del
nivel de sentirse abrumado emocionalmente”.
Esta subescala está formada por 9 ítems referidos a la disminución o pérdida de recursos
emocionales. Refieren sentimientos de estar saturado y cansado emocionalmente por
el trabajo. Su puntuación máxima es 54 puntos. Las puntuaciones altas corresponden
a altos sentimientos de “estar quemado”. Esta sensación de fatiga o falta de energía
puede presentarse en conjunto con sentimientos de frustración, porque ya no tienen
motivos para seguir lidiando en el trabajo.
Esta dimensión deja a las personas sin recursos ni energía y con la sensación de que no
pueden realizar nada más, sumado a la aparición de los síntomas físicos y emocionales
ya descritos anteriormente. Conjuntamente suelen aparecer manifestaciones de
irritabilidad, ansiedad y cansancio, los cuales -a pesar de descansar- no logran
desaparecer ni aminorar su intensidad (Maslach, Schanfeli y Leiter, 2001).
DESPERSONALIZACIÓN
Esta sub escala está formada por 5 ítems que describen una respuesta fría e impersonal
y falta de sentimientos e insensibilidad hacia los sujetos objetos de atención. Su
puntuación máxima es de 30 puntos, y cuanto mayor es la puntuación, mayor es la
despersonalización y el nivel de Burnout experimentado.
La dimensión está referida a los esfuerzos realizados por los profesionales que
proveen servicios a otros, de poner distancia entre ellos y las personas que reciben
el servicio. Hay una “deshumanización del individuo” y una paulatina transformación
de sus sentimientos hacia los clientes, compañeros de trabajo y la Institución misma.
El profesional empieza a tratar a las personas como objetos y tienen una actuación
distante e impersonal.
es un mecanismo que permite reducir al mínimo las emociones que podrían interferir
con el funcionamiento de cada persona en situaciones de crisis. Este distanciamiento
extremo que se presenta en el Síndrome de Burnout, no debe ser confundido con aquel
mecanismo que es apropiado para funcionar eficazmente en algunas ocupaciones y que
se refiere a un nivel moderado de distanciamiento hacia el usuario.
El profesional del Departamento Social como el del Programa Puente debe crear,
organizar, dar soluciones para las necesidades y problemáticas del usuario; puede
desarrollarse en él una suerte de acostumbramiento a las diversas problemáticas
presentadas por las personas, lo que genera cada vez un menor impacto emocional en
el profesional que se manifestará en sus actitudes de insensibilidad en el Trabajo Social,
actitud que iría en contra de uno de los pilares fundamentales de la disciplina: el respeto
hacia la persona.
Las personas tienen una idea definida de cómo creen que debería llevarse a cabo
su cometido en el trabajo y los aspectos relacionados con él, es decir, saben qué les
gustaría y cómo les gustaría que se dieran estos procesos.
Estos roles los comparan con la realidad, y de esta comparación surge un juicio y una
actitud asociada a él, que nos indica si las personas están más o menos satisfechas. Las
personas no satisfechas tienen ideas de fracaso, lo que las hace retirarse emocionalmente
de la situación, aumenta el desinterés, no valoriza ninguna recompensa y es posible que
termine abandonando el trabajo.
En los Trabajadores Sociales estudiados esta dimensión alcanza las más altas
puntuaciones, en promedio un 94% de ellas presenta una baja realización profesional.
Al analizar los grupos de Municipalidades todas ellas ostentan sobre el 85% de
Trabajadores Sociales con baja realización personal. Debe destacarse el Grupo Nº 4 de
Municipalidades en el cual el 100% de los profesionales del Programa Puente sufren
este síntoma. En tanto, en el Grupo Nº 1 de Municipalidades el 97% de los profesionales
del Programa Puente también lo sufren.
Existe una primera etapa denominada del idealismo y entusiasmo, en la cual los
profesionales recién recibidos presentan altos índices de expectativas y energía, que
al enfrentarse a la realidad laboral genera una dicotomía entre lo que aprendió en la
teoría y lo que debe aplicar en la práctica, lo que le impide desarrollar totalmente sus
capacidades, generando sentimientos de frustración, desencanto y una sensación de
ineptitud en su trabajo.
Por otra parte, en este mismo referente, hay una etapa de estancamiento en la que los
profesionales al estar un largo tiempo en su mismo puesto de trabajo, se le producen un
cansancio interno de la relación que puede llevarlo a la desmotivación de su ambiente
laboral.
Una vez presentados los resultados obtenidos en la aplicación del MBI, nos adentraremos
en establecer algunas conclusiones mínimas.
sonia zapata donoso 89
CAPÍTULO VII
Una vez conocido como se presenta el Síndrome de Burnout en los Trabajadores Sociales
encuestados, es interesante poder manejar algunos antecedentes más específicos de
las Municipalidades estudiadas, esto lo podemos lograr a través de las conclusiones de
cada grupo de Municipalidades correspondientes a las tesis de la Escuela de Trabajo
Social de la Universidad Arturo Prat, sede Santiago.
GRUPO Nº 1 DE MUNICIPALIDADES
Aplicado el M. B. I. se encontró que tres cuartas partes del total de entrevistados presentan
el Síndrome y un 25% está proclive a contraerlo. No se encuentran Trabajadores Sociales
que no presenten el Síndrome. Si analizamos esta situación desde las distintas dimensiones
del Síndrome podemos afirmar que los Trabajadores Sociales del Departamento. Social
presentan mayor agotamiento emocional, que podría explicarse por los años que llevan
trabajando como por el hecho de tener jornada completa en oposición al Programa Puente
donde los Trabajadores Sociales tienen sólo media jornada y su implementación data de
cinco años a la fecha.
GRUPO Nº 2 DE MUNICIPALIDADES
Incluye las Municipalidades de San Joaquín, La Florida, Peñalolén, Puente Alto, Pirque,
San José de Maipo, Ñuñoa, Providencia, La Reina, Las Condes, Lo Barnechea, Vitacura.
La antigüedad laboral en la Institución está constituida por uno a cinco años, debido a
que todos los profesionales del Programa Puente, no pueden tener más que estos. En
el Departamento Social los Trabajadores Sociales que presentan Síndrome de Burnout
tienen mayoritariamente dieciséis años de antigüedad en las Municipalidades (54%),
seguidos por los que muestran seis a diez años. El tipo de contrato varía según las
funciones que realice, dos de los profesionales del Programa Puente están de Planta y
el resto está a honorarios. En el Departamento Social la mayoría (43%) pertenece a la
Planta de la Institución, el resto está contratado (22%) y existe un porcentaje importante
de personal a honorarios.
Respecto al tipo de función que cumplen, más del 80% de él se desempeña como
profesional sin cargo de jefatura. El 54% de los Trabajadores Sociales que presentan
Síndrome de Burnout atienden dieciséis o más personas por día y un 31% atiende entre
diez y quince personas. Este Departamento es el que presta más atenciones diarias
dentro de su horario de trabajo, (jornada completa). En tanto que los profesionales del
sonia zapata donoso 93
Programa Puente y que presentan Síndrome (47%) atiende de seis a diez personas en
promedio y 26% atiende once a dieciséis personas, en su media jornada.
Al referirse a los recursos materiales con que cuentan existe una gran variabilidad en
las apreciaciones, hay un porcentaje importante de profesionales que considera que
los recursos materiales de que disponen son óptimos como en la Municipalidad de
Vitacura, y el 50% de los Trabajadores Sociales de la Municipalidad de La Florida que
las considera buenas. En general, los Trabajadores Sociales del Programa Puente son
los que consideran los recursos materiales insuficientes, influenciados seguramente
porque su trabajo es más en terreno y porque atienden una población muy vulnerable.
laboral. Destacan las Municipalidades de Pirque y Las Condes donde el 100% de los
profesionales que allí laboran las evalúan como buenos.
Las relaciones entre compañeros varían entre las calificaciones de buenas y excelentes,
encontrándose solo un porcentaje mínimo (3%) que las considera regulares. Las mejores
relaciones se dan en el Programa Puente informando de un apoyo mutuo y de mayor
empatía entre los profesionales, seguramente debido a las características de su trabajo,
en donde el continuo trabajo en terreno y la coordinación con equipos multidisciplinarios
para desarrollar sus labores potencian la ayuda mutua, la solidaridad, las buenas
relaciones.
Esta buena percepción de la relación se muestra también con el jefe directo la cual se
percibe como buena y excelente en altos porcentajes. Las Municipalidades que mejor
evaluaron esta relación son Pirque donde el 100% la considera buena y Ñuñoa donde
el 80% la considera buena.
GRUPO Nº 3 DE MUNICIPALIDADES
Considera las Municipalidades de: Santiago, Macul, Maipú, Lampa, San Miguel, San
Bernardo, Buin, Calera de Tango, Talagante, Quinta Normal.
En cuanto a la edad esta fluctúa entre los 30 y 35 años de edad, lo que nos indica una
población joven, ya que el rango que estaría en 2º lugar es el de 24 a 29 años. No debe
olvidarse que los Municipios tienden a contratar por programas específicos -como el
Programa Puente- a profesionales recién recibidos o con muy pocos años de ejercicio.
Predomina el sexo femenino (92%), debido a la estigmatización de ser esta una profesión
femenina.
La mayor parte de estos trabajadores lo hacen sin funciones de jefatura, teniendo como
rol únicamente atender demandas y problemáticas de los usuarios que concurren a
los Municipios, lo que determina una importante carga laboral y una mayor frecuencia
de presencia del Síndrome. Las atenciones diarias de los profesionales se concentran
en 16 o más personas diariamente, seguidas de 11 a 15 personas, debido a la gran
demanda existente en los Municipios de usuarios que solicitan apoyo social, económico
y moral. Esta situación influye en el desarrollo del Síndrome de Burnout debido a la
atención diaria de numerosas personas con diferentes necesidades y problemáticas a
resolver.
Tanto los Trabajadores Sociales del Programa Puente como del Departamento Social
estiman que los recursos materiales son insuficientes (56%), mientras un 10% los
96 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
Dentro de este universo un 10% considera los recursos financieros y recursos materiales
como óptimos. Estos pertenecen a Municipalidades con ingresos altos.
Por otra parte, la infraestructura es evaluada como mala en un 48%, que es un porcentaje
bastante alto, pero al mismo tiempo un 41% la considera buena y / o excelente, por
lo tanto, en la realidad tenemos los dos polos: el negativo y el positivo. Aún así, el
porcentaje que evalúa como mala la infraestructura es preocupante, ya que en dicha
infraestructura deben atender a un número alto de personas diariamente.
GRUPO Nº 4 DE MUNICIPALIDADES
Si se considera que por ley estos trabajadores debieran cumplir 45 horas, todos ellos se
refieren al “trabajo extra que llevamos a la casa” en clara alusión a que no alcanzan a
cumplir sus tareas en el horario asignado.
Los Profesionales del Programa Puente cuantifican sus horas de trabajo en un promedio
de 24 a 25 horas diarias, llegando a veces a las 29 hrs. sobrepasando su horario formal.
La comunicación al interior del equipo sigue una tendencia similar. El 67% de los
encuestados las califica como buenas y excelentes y solamente cuatro casos puntuales
la señalan como malas. La valoración recién mostrada es importante porque refleja un
mejor entendimiento entre los Trabajadores Sociales y mejora, por lo tanto, la atención
dada a los beneficiarios.
100 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
sonia zapata donoso 101
CAPÍTULO VIII
ÚLTIMAS REFLEXIONES
Al término de este análisis considero importante reflexionar sobre dos temas: el efecto
Síndrome en el ejercicio profesional y algunos aspectos básicos para su prevención.
Este síndrome, cuya aparición es de un día para otro, se acostumbra a confundirlo con
el desgaste profesional que ocurre en todo puesto de trabajo y suele vivirse como un
proceso profesional y personal.
La gran parte de los Trabajadores Sociales están altamente motivados para ayudar a los
demás y se caracterizan por poseer un elevado altruismo. En los distintos medios donde
trabajan se encuentran con factores que facilitan su acción y factores que la dificultan.
En opinión de varios autores, un factor facilitador es la motivación - la que ayuda a
predeterminar la eficacia del profesional en la consecución de sus objetivos laborales-
lo que aumenta los sentimientos de competencia social del profesional manteniendo y
aumentando los sentimientos de eficacia y la motivación por ayudar.
Las discrepancias entre demandas y recursos en su trabajo diario intensifican los niveles
de estrés en los profesionales, afectando negativamente su ánimo y desarrollando
falta de confianza para resolver esas discrepancias, lo que genera bajos sentimientos
de realización personal en el trabajo. Por eso, en el desarrollo de las tareas dirigidas
a conseguir sus objetivos es fundamental que el profesional tenga capacidad de
autorregular sus niveles de estrés.
La incertidumbre tiene que ver con la falta de claridad que experimenta el profesional
sobre lo que piensa, siente, sabe y cómo debe actuar en todas las situaciones que
se le presentan en su desempeño profesional. Sentimiento que se desarrolla luego de
haber enfrentado muchas situaciones problemáticas y negativas para el logro de sus
objetivos, en el desarrollo de sus funciones.
La falta de control está referida a la posibilidad del profesional de controlar los resultados
de sus acciones profesionales. Es sabido que en innumerables oportunidades -a pesar
de haber hecho todo lo posible- no se logran los resultados esperados, situación que se
presenta muy a menudo cuando el profesional trabaja con usuarios muy carenciados,
con programas con problemas de financiamiento, etc.
Los profesionales cuando perciben que lo que los motiva está amenazado o frustrado,
generan un fuerte estrés. Estos estresores laborales, que en algunas oportunidades se
presentan en un número importante, producen inseguridad sobre las habilidades del
profesional para alcanzar el éxito en su gestión. Valen la pena, entonces, los esfuerzos
que las Instituciones hagan para desarrollar y preservar las habilidades sociales entre
sus profesionales como una actitud permanente de la Institución.
Generalmente, el Trabajador Social tiene una proporción de casos que atender que no
está acorde con los recursos disponibles. Es común ver a los Trabajadores Sociales
104 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
c. Estar decididos a eliminar o disminuir los estresores del entorno laboral que
propician el desarrollo del Síndrome.
Existen diferentes formas de apoyo social en el trabajo que son fáciles de complementar
y que se podrían realizar como: que todo el equipo evaluara a sus compañeros en forma
activa, sin juzgar sus acciones; entregar apoyo técnico al que lo necesite en el sentido
de confirmar que está haciendo bien la tarea; brindar apoyo emocional entendido como
apoyo incondicional, ayudar a la persona para que reflexione sobre si ha agotado todas
las posibles soluciones, participar en la realidad social de la persona.
CONTENIDOS
METODOLOGÍA
e investigaciones para eliminar las debilidades y afrontar las amenazas que supone el
Síndrome de Burnout en la organización. Aprovechar las fortalezas personales, análisis
crítico de propuestas compartidas para articularlas con las oportunidades y así prevenir
y afrontar el Síndrome de Burnout.
Por lo pronto, estas investigaciones podrían servir de base para implementar algunas
medidas en el ámbito Municipal. Espero que así sea.
sonia zapata donoso 109
BIBLIOGRAFÍA
Aguilera M; Chiang D.; Vargas Mariela, Estudio del síndrome de Burnout en los Trabajadores
Sociales, pertenecientes a nueve municipalidades del sector sur de la Región
Metropolitana, tesis de grado Licenciatura en Trabajo Social, Universidad Arturo
Prat, Santiago, Chile, 2009
Álamos V, Sánchez G., Estudio del Síndrome de Burnout en los Trabajadores Sociales,
pertenecientes a doce Municipalidades del sector nor-oriente, sur-oriente y sur de
la Región Metropolitana, tesis grado Licenciatura en Trabajo Social, Universidad
Arturo Prat, Santiago, Chile ,2009
Alfaro M. Ignacia, Catoni Erika, Estudio comparativo del síndrome de Burnout en Trabajadores
sociales que se desempeñan en Municipalidades urbanas y rurales de la Región
Metropolitana, tesis grado Licenciatura en Trabajo Social Universidad Arturo Prat,
Santiago, Chile 2010.
Aylwin N, Solar M, Trabajo Social Familiar, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago,
2002.
Aylwin Nidia, Evolución histórica del Trabajo Social, Editorial Pontificia Universidad Católica de
Chile, Santiago Chile, 1988.
Aylwin Briceño, Jiménez, El trabajo Social como tecnología” , Editorial Pontificia Universidad
Católica de Chile, Santiago, 1975.
110 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
Barriex, Juan Bautista, Metodología y método en Trabajo Social, Espacio, Buenos Aires, 1997.
Escarpin María José, Manual de Trabajo Social. Modelos y práctica profesional, Editorial
Aguaclara, Alicante, 1992.
Garduño M, Márquez M. La salud laboral femenina: apuntes para su investigación. en: Para
sonia zapata donoso 111
Gil Montes, Una nota sobre concepto de Burnout, sus dimensiones y estrategias de
afrontamiento. Instituto de Psicología. Madrid. 2001.
Gimenez V.M. El fenómeno del Burnout en los profesionales de ayuda, Revista Trabajo Social.
España 2000.
Harrison,W , A social competence of Burnout stress and burnout in the human services
professions, New York, Pergamon Press,1983
Kisnerman, Natalio, “Ética para el Servicio Social”, editorial Humanitas, Buenos Aires, 1982.
Llambias J. Los desafíos inconclusos de la salud y las reflexiones para el futuro en un mundo
globalizado. Revista Cubana Salud Pública 2003.
Maslach , Jackson & Leiter “Maslach Burnout inventory manual” Palo Alto, California, USA,
1996.
Messing K, Seifert Am, Escalona E. The 120-S minute: using analysis of work activity to prevent
psychological distress among elementary school teachers. J Occup Health Psicol
1997.
Órdenes Nadia Prevalencia del Burnout en trabajadores del Hospital Roberto del Río, Revista
chilena pediatría, octubre 2004. ISSN 0370-4106.
Ortega Cristina, López Francisca, El Burnout o Síndrome de estar quemado en loa profesionales
sanitarios. Revisión y perspectivas”. Granada, España, 2004.
Parra Jiménez M Conceptos básicos en salud laboral , Editorial OIT; CUT, Santiago, Chile 2000.
Paz Cw, Morales H, González L. Condiciones de trabajo y salud del personal docente
administrativo y de servicios del Instituto nacional Mejía. Quito-Tesis de Maestría en
Investigación y Administración en Salud y Maestría en Salud Ocupacional. Ecuador:
Universidad Central del Ecuador; 1996:218.
Pfeffer Jeffrey Organizaciones y teoría de las organizaciones, Fondo de cultura económica, México,
sonia zapata donoso 113
1992.
Pérez S. La perspectiva de género en ciencia y tecnología: innovación y nueva caracterización de las
disciplinas. En: Ciencia, Tecnología, Sociedad y Cultura en el cambio de siglo. López Cerezo
J. y Sánchez R José. Madrid: Ed. Biblioteca Nueva; 2001. Colección Razón y Sociedad.
PNUD. Informe sobre desarrollo humano 2004. Madrid: Ed. Mundi-Prensa; 2004.
Salvador, Alicia, Control del estrés laboral, editorial Endema, Madrid, 1993.
Tonon Graciela. Calidad de vida y desgaste profesional, editorial Espacio, Buenos Aires,
Argentina, 2003.
Torres Carmen. Estrés o Burnout, agenda salud Isis Internacional, Santiago, Chile, 2001.
Vélez Restrepo Olga “Reconfigurando el Trabajo Social”. Editorial espacio. Argentina 2003.
114 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
sonia zapata donoso 115
ANEXO Nº 1
MASLACH BURNOUT INVENTORY
A continuación marque con una cruz la alternativa que usted considere más apropiada
a su experiencia, lea atentamente cada afirmación y responda.
116 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
sonia zapata donoso 117
ANEXO Nº 2
ANTECEDENTES GENERALES
118 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
sonia zapata donoso 119
ANEXO 3
MUNICIPALIDADES Y Nº DE TRABAJADORES SOCIALES ENCUESTADOS
• Estación Central 06
• La Cisterna 04
• La Pintana 2
• El Bosque 14
• Lo Espejo 08
• San Ramón 13
• Cerrillos 03
• La Granja 06
• San Joaquín 03
• La Florida 02
• Peñalolén 16
• Pirque 04
• Puente Alto 11
• Vitacura 01
• La Reina 08
• Las Condes 02
• Lo Barnechea 05
• Ñuñoa 05
120 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
• Providencia 05
• Santiago 11
• San Miguel 05
• Maipú 04
• Macul 08
• Quinta Normal 08
• Lampa 07
• Talagante 07
• Buin 09
• Calera de Tango 07
• Conchalí 10
• Cerro Navia 15
• Lo Prado 10
• Huechuraba 11
• Independencia 04
• Recoleta 10
• Pudahuel 10
• Renca 13
• Quilicura 11
ANEXO Nº 4
INTRODUCCIÓN
Para obtener resultados válidos es muy importante que conteste todas las
preguntas de la manera más sincera posible, teniendo en cuenta la confidencialidad
de la investigación, ya que es de carácter anónimo. Los datos son muy relevantes,
puesto que contribuirán al estudio y los resultados permitirán realizar propuestas a la
Institución en la cual usted trabaja, para contribuir al desempeño de los Trabajadores y
Trabajadoras Sociales.
Fecha: ________________________
CUESTIONARIO
I. DATOS PERSONALES
a) 24 a 29 años
b) 30 a 35 años
c) 36 a 41 años
d) 42 o más
2. Sexo
a) Femenino
b) Masculino
a) Soltero (a)
b) Casado (a)
c) Divorciado (a)
d) Viudo (a)
e) Otra……………………
124 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
a) Ninguno
b) De 1 a 2 hijos
c) De 3 a 4 hijos
d) 5 o más hijos
Municipalidad de __________________________
a) Departamento Social
b) Programa Puente
c) Ambos
d)
a) De 1 a 5 años
b) De 6 a 10 años
c) De 11 a 15 años
d) 16 o más años
sonia zapata donoso 125
a) De planta
b) A contrata
c) Honorarios
9. En relación a las funciones que se cumplen en la institución donde trabaja, usted es:
____________ Horas
a) 1 a 5 personas
b) 6 a 10 personas
c) 11 a 15 personas
d) 16 y más personas
e)
126 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
d) 500.000 o más.
13. Considera que la cantidad de Personal que está destinado a atender la demanda
social de su Programa o Departamento es:
a) Óptimo
b) Suficiente
c) Insuficiente
d) Muy insuficiente
a) Óptimos
b) Suficientes
c) Insuficientes
d) Muy insuficientes
e)
sonia zapata donoso 127
15. Los recursos monetarios con que cuenta el Departamento o Programa en que usted
trabaja son:
a) Óptimos
b) Suficientes
c) Insuficientes
d) Muy insuficientes
a) Siempre
b) Casi siempre
c) A veces
d) Casi nunca
e) Nunca
17. ¿Cuál es el número de licencias médicas que usted ha presentado durante el último
año de trabajo en el Departamento o Programa? Indique el o los motivos de estas
licencias.
a) Ninguna
b) 1 a 2
c) 3 a 4
d) 5 o más
128 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
Motivos: ______________________________________________________
_____________________________________________________________
____________________________________________________________
____________________________________________________________
____________________________________________________________
____________________I
18. ¿Cómo es la relación que mantiene con sus compañeros del Departamento o
Programa en el cual usted se desempeña?
a) Excelente
b) Buena
c) Regular
d) Mala
e) Pésima
a) Excelente
b) Buena
c) Regular
d) Mala
e) Pésima
f)
sonia zapata donoso 129
a) Excelente
b) Buena
c) Regular
d) Mala
e) Pésima
a) Excelentes
b) Buenos
c) Regulares
d) Malos
e) Pésimos
a) Excelentes
b) Buenas
c) Regulares
d) Malas
130 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
e) Pésimas
a) Espacio adecuado.
b) Ventilación adecuada.
c) Iluminación adecuada.
d) Sistema de climatización.
e) Privacidad en la oficina.
f) Todas.
g) Ninguna.
sonia zapata donoso 131
ANEXO Nº 5
DISTRIBUCIÓN POR SEXO DE LOS
TRABAJADORES SOCIALES
90% 83%
80%
70%
60%
50% MASCULINO
40% FEMENINO
30%
17%
20%
10%
0%
GRÁFICO Nº 1
TABLA Nº 1
SEXO
MASCULINO FEMENINO TOTAL
GRUPO DE
MUNICIPALIDADES
GRUPO 1 14 86 100
GRUPO 2 6 94 100
GRUPO 3 9 91 100
GRUPO 4 34 66 100
132 el síndrome de burnout y los trabajadores sociales municipales. un acercamiento
GRÁFICO Nº 2
35% 33%
30% 29%
25%
21% 24-29 años
20% 17% 30-35 años
15%
36-41 años
10% 42 y más
5%
0%
RANGO DE EDAD
TABLA Nº 2
GRUPO DE
MUNICIPALIDADES
GRUPO 1 GRUPO 2 GRUPO 3 GRUPO 4
EDAD
24-29 años 26 34 26 30
42 y más 37 11 7 12.5
GRÁFICO Nº 3
Estado Civil
60%
51%
50% 45%
40% Casado
Soltero
30%
Divorciado
20% Viudo
10%
3% 1%
0%
TABLA Nº 3
GRÁFICO Nº 4
40%
36%
35%
30%
30%
25%
25% 1A5
20% 6 A 10
15% 11 A 15
10% 9% 16 Y MAS
5%
0%
TABLA Nº 4
FUNCIONES DE LOS TRABAJADORES POR GRUPO DE MUNICIPALIDADES
(Expresado en porcentaje)
GRUPO DE MUNICIPALIDADES
GRÁFICO Nº 5
TIPO DE CONTRATO
50%
44%
45%
40%
35% 31%
30% 25% PLANTA
25% CONTRATA
20% HONORARIO
15%
10%
5%
0%
TIPOS
TABLA Nº 5
NÚMERO DE ATENCIONES DIARIAS POR GRUPO DE MUNICIPALIDADES
(Expresado en porcentaje)
GRUPO DE MUNICIPALIDADES
1-5 7 16 6 6
6-10 42 32 13 33
11-15 34 21 34 49
16 Y MÁS 17 31 47 12
GRÁFICO Nº 6
ANTIGÜEDAD EN EL CARGO
50%
; 47%
40%
1-5 años
30% ; 29%
6-10 años
20% 11-15 años
16 y más
; 13%
; 11%
10%
0%
TABLA Nº 6
TIPO DE CONTRATO DE LOS TRABAJADORES SOCIALES POR GRUPO DE
MUNICIPALIDADES
(Expresado en porcentaje)
GRUPO DE MUNICIPALIDADES
PLANTA 44 30 29 22
CONTRATA 9 15 37 36
HONORARIO 47 55 34 42
GRÁFICO Nº 7
COMUNICACIÓN EN EL TRABAJO
40% 39%
36%
35%
30%
Excelente
25%
Buena
20%
15% Regular
15%
Mala
10%
10%
5%
0%
TABLA Nº 7
ANTIGÜEDAD EN EL CARGO DE LOS TRABAJADORES SOCIALES POR GRUPO DE
MUNICIPALIDADES
(Expresado en porcentaje)
GRUPO DE MUNICIPALIDADES
1-5 AÑOS 66 17 43 55
6-10 AÑOS 10 32 50 27
11-15 AÑOS 6 20 4 13
16 Y MÁS AÑOS 18 31 3 5
GRÁFICO Nº 8
60% 56%
50%
EXCELENTE
40%
BUENA
30% REGULAR
24%
20% MALA
11% PESIMA
10% 8%
1%
0%
TABLA Nº 8
SUELDO LÍQUIDO DE LOS TRABAJADORES SOCIALES
(Expresado en porcentaje)
GRUPO DE MUNICIPALIDADES
GRUPO GRUPO
GRUPO 2 GRUPO 3
SUELDO 1 4
$200.000 A $ 299.000 37 31 13 13
$300.000 A $ 399.000 9 13 14 14
$400.000 A $ 499.000 18 16 42 37
$500.000 Y MÁS 36 40 31 36
TOTAL 100 100 100 100
sonia zapata donoso 139
GRÁFICO Nº 9
45% 44%
40%
35% 32%
Excelente
30%
Buena
25%
Regular
20%
Mala
15%
11% 12% Pesima
10%
5%
1%
0%
TABLA Nº 9
COMUNICACIÓN EN EL TRABAJO POR GRUPO DE MUNICIPALIDADES
(Expresado en porcentaje)
GRUPO DE MUNICIPALIDADES
GRUPO 1 GRUPO 2 GRUPO 3 GRUPO 4
COMUNICACIÓN
EXCELENTE 7 6 11 14
BUENA 16 50 23 52
REGULAR 68 44 19 30
MALA 9 0 47 4
GRÁFICO Nº 10
CONDICIONES DE INFRAESTRUCTURA
40%
36%
35%
31%
30% Excelente
25%
25% Buena
20% Regular
15%
Mala
10%
5% Pesima
5% 3%
0%
TABLA Nº 10
RELACIÓN CON COMPAÑEROS DE TRABAJO POR GRUPO DE MUNICIPALIDADES
(Expresado en porcentaje)
GRUPO DE MUNICIPALIDADES
EXCELENTE 14 26 16 38
BUENA 74 70 31 51
REGULAR 10 4 8 10
MALA 2 0 44 0
PÉSIMA 0 0 1 1
TOTAL 100 100 100 100
sonia zapata donoso 141
GRÁFICO Nº 11
RECURSOS FINANCIEROS
45% 44%
40%
35% OPTIMO
35%
30%
SUFICIENTE
25%
20%
INSUFICIENTE
15%
11%
10% 7% MUY
5% INSUFICIENTE
0%
TABLA Nº 11
RELACIÓN CON EL JEFE DIRECTO POR GRUPO DE MUNICIPALIDADES
(Expresado en porcentaje)
GRUPO DE MUNICIPALIDADES
EXCELENTE 41 30 17 37
BUENA 45 61 31 42
REGULAR 9 9 5 17
MALA 3 0 44 2
PÉSIMA 2 0 3 2
TABLA Nº 12
CALIDAD DE LA INFRAESTRUCTURA POR GRUPO DE MUNICIPALIDADES
(Expresada en porcentaje)
GRUPO DE
MUNICIPALIDADES GRUPO 1 GRUPO 2 GRUPO 3 GRUPO 4
INFRAESTRUCTURA
EXCELENTE 0 7 10 0
BUENA 14 26 31 28
REGULAR 53 30 10 47
MALA 28 28 46 22
PÉSIMA 5 9 1 3
TOTAL 100 100 100 100
TABLA Nº 13
RECURSOS FINANCIEROS POR GRUPO DE MUNICIPALIDADES
(Expresado en porcentaje)
GRUPO DE MUNICIPALIDADES
ÓPTIMO 3 14 10 7
SUFICIENTE 23 41 60 45
INSUFICIENTE 60 0 29 45
MUY INSUFICIENTE 14 45 1 3
El Síndrome de Burnout
y los Trabajadores Sociales Municipales. Un acercamiento.
.se terminó de imprimir en el taller gráfico
de la Universidad Arturo Prat,en Iquique,
Región de Tarapacá,
en julio de 2013..
sonia zapata donoso 1