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a — — La sectadependencia, otra forma de adiccién Pepe Rodriguez Director del EMAAPS La atribucién de la problemética sectaria al efecto de un conjunto de técnicas de persuasién coercitiva sobre Jos adeptos, es cuestionada en este articulo que, por el contraro, sitia la génesis de fa sectadependencia en factores psicosociales del propio individuo (personalidad presectaria) que incrementan su vulnerabilidad, posibiltan su proceso de dependencia y, sélo cuando ésta estd arraigade, facitan el efecto de estrategias coactivas destinadas a explotar al adepto. La sectadependencia os otra via avictiva que comparte parecidos desencadenantes psicosociales, ademés de fos mismos procesos bioquimicos cerebrates, con las demas ‘dependencias (alcohol, crogas ilegales, juego, etc.) La adscripcién extrema a una “secta” encuentra su ‘explicacin bésica (aunque no Gnica, claro) en qué actda a mado de reductor de ansiedad, tanto més eficaz unto més tragil sea el perfil de un sujeto determinado. Desde este planteamiento, las medidas preventivas son posibles y faciles de aplicar y ef abordaje asistencial y terapéutico tiene mejores perspectivas y posibilidades de éxito, Palabras clave: Secta, adiccién, cependencia, ansiedad, educacion, prevenci6n, tatamnionto. Sea ecccal n fos medios de comunieacion leemios a menudo noticias acerca de los abusos que algunas “sectas” cometen sobre sus adeptos, se habla de victimas y verdugos, pero debajo de _ambas etiquetas anidan realidades un tanto diferentes a las comiinmente imaginadas. Si nos centramos en las victimas del sectarismo destructivo" y las analizamos hasta més alla de su La definiién de esecta destruct (SD). propuesia por este jaulor on 1982, a5 sufciontemonte operaliva y permite dforen- Chaat menos, entre dos grandes grupos de =sectas as qle peesencan componamicees licios ¥aceprables ~segun os \alores y nermae mayortavios ge una detormnada sociedad en Lun momento histrco concreto-y las que martienen gnamicas| structures mas o. mesos abusivas.lickas -o delichvas~ y patégenas, Este calficatwo no pretende tanto etqucter a grl- pos coreretos coma dentiicardinamicas grupales muy aspeci- Teas, as SO sera snanimo de ssectariemo Gestructvor antes {que de ~cacta destuctva., e20 es de un coniunto de compor- {amientas que pueden darse tanto an grupos recanecisas ~ese es extigmatzadossociamento como ssectass, Como a OOS ‘aus ro son idontifcados ni dentficables como tals, As, pues, Una eseeta destructvar (SD) sera todo aquel grupo 9 cinamsca ‘Grupal que, @” su proceso da captacion yo adoctinarient, Utllee tains de persuasion comckiva que gropicon la dese {raccion (desestracturacion} de a personalidad previa del adep- 1008 daien severamonta, El quo, por su dinamica vital, oca- drama personal, nos encontraremos ante soctadependientes, sujetos que presentan un perfil psicosocial similar al de los adictos a drogas, jego, etc, e8 decir, sujetos que han convertide en Centro tnico de sus vidas el objeto de su adiecion, ‘que acta a modo de reductor de ansiedad, modulando y minimizando la sensacién dolorosa ‘que se instala inevitablemente en personas con notables carencias psicoafectivas, deficiente Control emocional, inmadurez, tracaso personel y social, falta de perspectivas, etc. Los sectadependientes, como los toxicomanos, llegan al extremio de no poder relacionarse con la vida cotidiana sino es apoyandose en la dinémica de la que dependen y, obviamente, estan ‘sone desituccén total 9 sqvera do lo laz08 afectivas y de ‘comunicacn ofsctva del soctero con su entorn octal Rab lal y consigo mismo. ¥, por ullie, el que su dinamica do fur= clonarnienta Ie love a desu a concur, derechos |idleos inatenabies on un Estado de Derecho. [Ci Rodriguez, P1984). Esclavas Ge un mesias (seclas y avace de cerebra). Barcelona: Elis; Rocriguez, P. (1985). Las sects hoy y aqui. Bsrcetona Tibdabo Faicones; Rodiavez, P (1980). E poder do las secs, Barcelona: Ediciones B.; Hoariguez, (1894). Tu hyo y as sec= 18, Mag: Temas de Hoy, Rodriguez, P (2000). assecion a Soc tas. Barcelona: Ediciones 8] Estudos do suventud n° 6907 153 Pope Rodriguez dispuestos a cualquier degradacién y sacrificio con tal de poder seguir disfratando de la sensacién de bienestar que les proporciona su adiccién. Perder el control de la autonomia personal pata abdicario en alguna droga, conducta o lider sectario colma de razén a Saint-Pierre ‘cuando dijo que “el hombre es el Unico ser sensible que se destruye a si mismo en estado de libertad” y representa la antesala de esa derrota terrible dol ser humano que el psicdiogo Erich Fromm defini magistralmente como *misdo a la libertad”. Las sectas, como las drogas, al actuar como mecanismos reductores de la ansiedad, alcanzan sentido y utiidad plena en sociedades como las actuales: desestructuradas, insolidarias, deshumanizadas, superticiales, complejas, generadoras de altas cotas de estrés, angustia, inseguridad, insatistaccién y fracaso, con estructuras familiares disfuncionales, otc. y en las que, al haber perdido credibilidad los sistemas de creencias clésicos -religiosos, politicos u otros— ‘que tradicionalmente proveian cohesion social y esperanza, se condena a los sujetos mas fragiles a nautragar y buscar refugio en dindmicas emocionales de alto riesgo. El sectarismo destructive es consecuencia directa de un conjunto de procesos sociales lesivos que estén mas 0 menos presentes en todos los paises sometidos a la férula del modelo social occidental y que afectan, basicamente, a la masa de sujetos ‘con un perfil presectario o predependiente, eso es ‘con un conjunto de rasgos psicosociales de riesgo atribuibles a procesos de maduracion y socializacién deficientes. Las victimas encajan con la conceptualizacion de menor autodestructivo propuesta por este autor para identificar toda estructura de personalidad ~construida desde la infancia- debilitada por diversidad de pautas formativas y educativas erréneas que, ante condiciones sociales vividas como adversas, lanza al sujeto hacia la bisqueda de reductores de ansiedad extremos, haciéndole perder el control de los mismos hasta caer en dinamicas de dependencia més o menos profundas y autodestructivas’. Esta problematica, al depender de factores Git ldiguer, P1988). Qué hacemos ma con nuestros hos. Barcoloca: Ediciones B. Bsicosociales previos y ajenos a la actuacion de las sectas ~éstas, como los traficantes de droga, ‘solo explotan criminalmente fragiidades personales que han creado otros-, es susceptible de poder manifestarse en cualquier contexto sociocultural. Para comprender este tipo de hechos, debemos dejar de fijamos, de una vez por todas, en las tacticas manipuladoras sectarias “que sélo pueden ser eficaces si se aplican sobre los individuos mas fragiles, que necesitan creer y depender con cierta desesperacién- para ‘concentrar la atencién en las caracteristicas psicosociales previas del sujeto Lo apuntado, nos leva a Goncluir que las claves para poder comprender y valorar los comportamientos “sectarios”, incluso los mas pintorescos o exiremos, radican en el perfil Bsicosocial del adepto, en 6! del lider y, claro, en la interrelacién que se establece entre ambos en el ‘seno de una dinamica grupal controlada por et segundo. E50 es que las caracteristicas personales de ambos, en especial de los primeros, ‘Sern muchisimo mas determinantes que los arametros estructurales de un grupo determinado. No cabe la menor dud respecto a que en las dindmicas de sectarismo destructive se aplican estrategias manipuladoras que contribuyen a disminuit, en mayor 0 menor grado, el control de los propios actos del adepto y, por ello, propician ‘8u explotacion. Y es conocido que desde inicios de la década de 1970, la mayoria de expertos en ‘sectas han atribuldo buena parte de los problemas observados en los adeptos a la dindmica ‘manipuladora que incidlé sobre ellos, pero, desde ta amplia experiencia adquirida por este autor tras 26 afos de trabajo en este campo, y bastindonos €n los conocimientos que poseamos actualmente sobre el particular, parece apropiado sostener que este modelo explicativo no s6lo es muy incompleto, sino que resulta obsolete, falaz ~engaria acerca de a etiologia del problema-e Ineficaz para abordar fa bsqueda de soluciones. Si adoptamos como centro de reflexién la figura de un cierto vendedor imaginario con excelentes dotes para la manipulacién, podremos encontrar 154 otusies de suvertud a2 6801 La sectavependencia, otra forma de adiecion razonable que su eficacia comercial e ingress ‘sean superiores a los de sus colegas de profesién que sean honestos en el trato con sus clientes; pero, siguiendo con la misma hipétesis, también ‘nos daremos cuenta de que, por muy buen ‘manipulador que sea ese sujeto, poco o nada ograra si en e! mercado al que se dirige no existe la necesidad/demanda que afirma cubrir y/o su producto no es percibido como adecuado para satisfacer la o las necesidades sentidas por su clientela potencial. Y eso es exactaments lo que sucede con los procesos manipuladores que se ejercen en el marco de una dinamica sectaria destructiva, La presién manipuladora dentro de un determinade grupo pod ser intensa, bien Planiticada y teéricamente eficaz, pero servira de bien poco si el sujeto al que se intenta vietimizar no precisa comprar la oferta sectaria que se le presenta y/o no la encuentra adecuada para colmar sus necesidades prioritarias de ese momento. La vulnerabilidad a la manipulacién de tun individuo conereto depends de su perfil psicosocial previo ~de su fragilidad- antes que de las estrategias que se le apliquen para doblegarle, Las tésnicas de persuasion coercitiva podran darnos idee del grado de coaccién que se aplica sobre un sujeto concreto -siendo, por ello, indiciarias de posibles actuaciones delictivas-, también serviran para dar algunas respuestas acerca de cémo ese sujeto ha alcanzado un determinado nivel de sumisién o degradacién que le ha llevado a actuar de un modo u otro, pero no sirven para explicar porque esas estrategias coercitivas funcionaron en ese sujeto pero no en ‘ottos muchos que también estén o han estado en ‘contacto con ef mismo grupo y dinamica. Cuando una dinémica manipuladora logra su propésito, su eficacia se ha fundamentado antes en la situacién de fragilidad psicosocial en ta que se encontraba la victima que en la supuesta capacidad coactiva de las técnicas aplicadas. Por eso mismo, debe tenerse siempre en cuenta que no todos quienes estén én una “secta" son sectarios ni estén en riesgo, de la misma forma {que no todos los que consumen alcohol son alcondlicos; e! contlicto no se origina en la mera presencia de un grupo 0 sustancia de riesgo sino, como veremos, en la relacién erénea, patolégica, dependiente, que un sujeto determinado, con un perl do fragiidad especitico, establece con alguna dindmica grupal o sustancia, sean éstas de riesgo 0 no, Cuando se describe el funcionamiento de las “seotas”, particularmente de fas que denominamos sectas destructivas, muchos autores citan ol concepto de “conversién forzada”, dando a entender que el “sectario” era una persona “normal que, por efecto de un proceso maniputador totalmente ajeno a su voluntad y disposicién, ha sido transformada en un “esclavo" al servicio de un lider. Como comportamiento humano que es, la complejidad de la captacion sectaria dista mucho de los maniqueismos simplistas. Aunque es cierto que las dinmicas de sectarismo destructive tienden a realizar su Proselitismo mediante alguno de los ilicitos enumerados en el atticulo 522.2 de nuestro Cédigo Penal, no es menos verdad que la captacion -sesquemos aqui su significado amplio, para reducirla a singnimo de “dopendencia acusada de algo 0 alguien’- solo puede producirse bajo determinadas citcunstancias propiciadas por el propio sujeto y su entorno psicosocial antes que por el manipulador y sus estrategias. Es posible que en muchos casos se haya dado engaho e incluso coaccién durante ia captacién, pero, cuando se trata de un adulto, ni desde la perspectiva psicosocial ni desde la juridica parece adecuado ver este proceso como una “conversion forzada”. Para que pueda darse la captacién sectaria deben coincidir a un mismo tiempo -el "momento ‘oportuno"- las cuatro condiciones siguientes: 1. Tener un pert de personalidad presectaria, 2. Estar atravesando un momento de crisis, derivado de una circunstancia puntual y anémala y/o de algin problema largo tiempo sostenido- especialmente grave y doloroso que haga rebosar la canacidad del sujeto para resistir el esirés y la ansiedad. 3. Ser contactado de un modo adecuado -que pueda ser tenido en cuenta por el sujeto- por Un reclutador sectario (conocido 0 no de la victim) 4. Que ei mensaje sectario propuesto encaje con las necesidades, intereses y mentalidad del sujeto, Si falta una sola de estas condiciones, 1a snus de deen n= S401 155 Pope Rodriguez probabilidad de ser captado por alguna SD se reduce drdsticamente hasta hacerse practicamente imposible. Pero también es verdad ‘que, teniendo el primer factor ~que persiste de por vida si no media un proceso terapéutico adecuado-, es més facil que las siempre cambiantes circunstancias de una vida acaben por hacerlo coincidi con los otros tres factores, desencadenantes de la adiocién sectaria. Entrar a analizar en detalle las caracteristicas del perfil de personalidad presectaria y sus diferentes tiologias rebasaria el propdsito y espacio de este articule, pero apuntaremos, al menos, que los factores de predisposicién al sectarismo son miltiples, no excluyentes entre si y susceptibles de actuar de forma combinada, y tienen su origen {en diferentes aspectos del proceso biogratico de tn sujeto que pueden esquematizarse on seis bloques: edad; sistema familar distuncional; trastornos de personalidad; diticutades de ‘adaptacién social; bisqueda religioso-espiritual: y desconocimiento de los factores de vulnerabilidad personal ante la manipulacion* ‘Sélo contréndonos en las caracteristicas que sume este perfl en un determinado sectadependiente podremos comprendet, @ incluso predecir, sus comportamientos, asi como encontrar vias eficaces de comunicacién 0, también, de intervencién terapéutica. Por el contrario, para analiza posibles abusos o riesgos potenciales, la mejor informacién nos ta proporcionara el perfil de personalidad dl lider grupal. Dado que nuestro principal foco de interés son tas dinamicas de sectarismo destructivo, decantaremos la atencién hacia el perfil de personaidad que caracteriza a los lideres de este tipo espectfico de grupos y, aunque tomando en consideracién la complejidad de la personalidad humana seria una simplaza afirmar que todos los lideres de sectas destructivas presentan un ccaracter parecido, también es cierto que tras haber analizado y comparado los datos biograificos conocidos de una cincuentena de fundadores de este tipo de dindmicas -entre las ‘que se cuentan los grupos més destacados de la ‘escena internacional actual, resulta indisoutible Soh. Rodriquez. P (2000), Asiccién @ sactas. Baroelone: Ediciones B, Bp. 47-62 99°15 ‘que en todos ellos subyace, al menos, una base psicopatolégica detirante de tipo grandioso* que frecuentemente va asociada a un trastorno narcisista de la personalidad? y/o a un trastorno paranoide' (este tipo de patologias afectan a un 4% de la poblacion). Los delirios de esos sujetos se iran estructurando progresivamente y finaimente acabaran engendrando un sistema personal de creenclas ‘que impondran a sus seguidores. Al estudiar las normas de vida y doctrinas peculiares -sobre cuestiones sociales, religiosas, polticas, clentificas, etc. que cada uno de esos lideres impone en su “secta’, verios que el nicieo basico de su doctrinario se compone de elementos que pretenden compensar sus deficits pasados y presentes sentidos como mas lesivos y convertir fen camino de santidad todo aquello de si mismos que viven con angustia y/o culpabilidad. De esas creencias y normas se derivaran conductas abusivas y/o delictivas, justificadas por las necesidades del propio marco delirante del lider, ‘que no tendrn mas limite que la capacidad de sumision del adepto. En suma, la génesis de una dinamica de sectarismo destructive dependerd de la actividad de aigin sujeto con una base psicopatoligica dalirante de tipo grandioso y/o con un trastomno de la personalidad narcisista y/o paranoid... y, naturaimente, de una serie de circunstancias sociales mas o menos fortuitas que faciliten su interrelaci6n con personas que cumplan suficientemente los criterios de perfil de riesgo ya apuntados. Cabe resaltar también que. en el azatoso juego de relaciones que puede reunir a futuros lideres y adeptos, habra mucha menos oferta que demanda, por lo que la concrecién de sectas destructivas siempre resulta un proceso lento, complejo y ajeno a toda voluntad intencionada en tal sentido. Tal como demuestran decenas de casos perfectamente estudiados y documentados acerca “Gtr American Psychiatric Association (1995). _DSM-NV: Manual dagndstco y esiadisteo de fos trastornos mentaies. Barcelona, Masson. Para una descripoibn diagnostica. oe Ins ideas Goitantes co tipo grandlosa ver el cOdgo 297.1 dol bswv. Mold. Para una deseripclon dlagndstica det rastomo naresista ‘den personaliaa ver ol eosigo 301.51 Gel DSMMIV, “pi. Para una descripcisn ciagnéstica del rastorno paranoige 1 ls personalidad ver 8 cédigo 801.0 dal DSMAIV 158 Estudion ents 2 3:01 La sectadependencia, otra forma de adiccion de lideres sectarios contempordneos’, una vez puesta en marcha una dindmica interna abusiva, manipuladora y explotadora -que sera justificada y potenciada por las diferentes elaboraciones doctrinales ad hoe- no podra ser detenida mientras el lider siga ai frente del grupo y, en la mayoria de los casos, sobrevivird un mas 0 menos largo periodo a la muerte del fundador sectario aunque los dirigentes que le sigan no presenten un perfil psicopatolégice. De hecho, cuando un “lider administrativo” sucede a uno paranoide al frente de una dinamica sectaria destructiva, ésta tiende a ‘emprender una lenta y progresiva deriva hacia la normalidad, transformandose en una “secta” mas, aunque con comportamientos ficitos y no abusivos, Pero también es cierto que en este proceso suele aflorar algiin extremista -con perfil psicopatologico préximo al del fundador desaparecido- que cuestiona el nuevo estilo de liderazgo y, segun los casos, lo desplaza e impide la normalizacién det grupo, o lleva a una escisién ue conduce a la formacién de una nueva secta destructiva... y asf hasta el infinito. En cualquier caso, esta somera mirada en torno a los rasgos de personalidad de los lideres sectarios yy las consecuencias que se derivan para los Grupos que llegan a controlar, puede ayudarnos a ‘comprender mejor la génesis de las sectas, pero también et verdadero origen y la causa de su estructura y dinémica internas. Del perfil de personalidad de un aspirante a lider dopenden tanto el motor que pone en marcha las interrelaciones que darén lugar a una "secta”, ‘como fas concepciones estructurales y funcionales que mediatizaran su desarrollo, Asi, pues, el diagnéstico correcto de la personalidad de un lider nos dard una medida bastante oxacta de la posible evolucién del grupo que controla y de los riesgos que pueden afectar a sus adeptos. Eno los autores que han prosantado estuctos detallados y fundamentados sobre dlorentes bderes sactaros 109 grupos ‘ate conformaror, destacan los squiontos: Zweig, 8. (1955). La Ccureciém por el aspinte. Barcelona: Apo: Yntante. J (1970). La [procigiasa meniura dei Opus Doi avi: Aodo lobrco; Heber, G. (1879), Los Testgns de Johond, su histada y su doctrina Madi: La Casa dela Bibla/PPC; Cameron, ©, (1474), Qusén 26 any Nahar J. Barcalna: Sugura: Bugle, Vy Garey. (1976). Manson. Reweto de una “familia”. Baresions: Bruguets FRodkiguez,P (1385) Las sectas hoy y agut Barcalona: Tbdabo Ediciones: Aelterman, T. (1888). Ef auervo, Bareaiana: Pranot Rodriguez, P. (1888), Le conspiracién Moon. Barcelona Ediciones 8; Fea, WT. (1988). Lamentra White, Zaragoza: INO Roprocucciones: Rogguez, P (1091), Tacantos 26 esperar 422, Barcelona Fdcionee B. Ee ce Ree a) tiva ‘Muchos piensan que una adiccién es el resultado. de consumir una sustancia, una “droga”, que, por su composicion, acaba degradando al sujeto que se la administra, pero tal concepcién es demasiado limitaca y errénea, ya que pone todo el ‘énfasis en responsabilizar a una sustancia’, ignorando que un proceso adictivo puede sustentarse 6640 en fa repeticién de una conducta sin que medie ningin consumo de una sustancia , y olvidandose de las fundamentales causas psicosociales que generan y potencian la necesidad de convertirse en adicto, Abordar la adscripcién a una “socta” desde la perspectiva de una adiccién o dependencia aporta vias de comorension y sugiere estrategias de tratamiento mucho mas ajustadas y eficaces que Jos abordajes ciasicos, concentrados en los sintomas patolégicos del adepto y en los elementos coactivos y/o delictivos de la estructura sectaria y que, ademas, ignoran alevosamente la problematica psicosocial previa del sujeto que, en Suma, representaba el principal dinamizador dei proceso de afiliacion y subsiguiente dependencia de la “secta’. Resulta imposible dar aqui siquiera un breve resumen de las dindmicas psicosociales y procesos bioquimicos que conducen a un proceso adictivo, ya sea basado en un consumo 0 en una ‘conducta®, pero, al menos, recordaremos algunos aspectos que pueden ayudar a contrar la cuestion. ‘Todo lo que pueda ser capaz de evacar la produccién de betaendorfinas en el cerebro puede acabar generando adiccion, aunque también es verdad que las caracteristicas psicosociales de cada sujeto son las que predeterminan y modulan la via hacia la dependencia. Las razones por las que unas sustancias y/o conductas resultan adictivas para algunos, aunque no para otros, hay *Roozanne W. Faure, entre otros experts actuals, propuso define fa adkcion como “un ‘vasiorno sevie y progrestva aus inspica ia autoadministracion repetniva ge una sustanoa o un proceso para euiar las percepciones de i reaidad através de [e'maniputaesn de los procesos del sstema nervioso, prod. ‘léndose, en consecuena, un dafo on el equlfxio dl funcio- namianto Bioquiicd del organism y una pardida de habiiced pala rapionarse con el mundo exter Sn ol uso de a sustan= Gia a proceso seleccionaco”. Cr Fauknes, FLW. (109"). TTerapeutic Recreation Protocol for Treximent of Substance ‘Adicctons, Stato College (PA): Ventre Pubiising, . 2. “Puode.amalarse infermacion al respacto on Rodriguez, P. (2000), Astenién a cactas, Barcoiona’ Ealolones ©, pp. 8 a T62 Estusios ce Juventud n° 53.01 487 Pene Rodriguez ‘que buscarlas en la estructura de personalidad del sujeto dependiente y, muy especialmente, en sus ‘ircunstancias sociales y en el modo que tenga de relacionarse, enfrentarse o dialogar con ellas. Tal como ya apuntamos en la Introduccion, una dinamica de dependencia esta en funcién de las posibilidades que tenga un sujeto para lograr un marco de supervivencia emocional adecuado 0, dicho de otra manera, que puede actuar como una estrategia destinada a intentar compensar las carencias, sensacién de fracaso, ansiedad, ete, de un sujeto con insuficientes recursos emocionalas para poder controlar su propia vida y circunstancias' El consumo abusive de drogas puede ser una via compensatoria, pero resulta ‘obvio que los procesos toxicomandgenos instalan “las conductas patolégicas como un nuevo ‘objeto generador de dependencias, ya que son capaces, también, de ostentar un potencial adictivo, sin requenr el consumo de sustancias quimicas exégenas". En este ultimo caso estarian los sectadependientes. Bajo la condusta adictiva subyace la necesidad de dependencia propia de un sujeto que no se cree capaz de conseguir por si mismo aquello a lo que aspira y, para intentar ocultar su sensacion de fracaso y mantener una imagen aceptable de si mismo, renuncia a intentarto, Este tipo de personas, a través del uso abusivo de una sustancia y/o ‘conducta, obtienen percepciones agradables que sustituyen a las de! mundo real y que, mejor atn, ante cualquier dificultad cotidiana acuden a calmar su afliccién de forma segura ¢ inmediata, con lo ‘que oluden la posibilidad de fracasar y las situaciones generadoras de ansiedad. Cuando se trabaje con sujetos sectadependientes “categoria que no debe confundirse con cualquier miemibro de una “secta's” — puede apreciarse con ft of concepto de menor autedestructvo ciao on la inizo> ‘cuccibn, Las caracterstecas pslcosociales previ que presenta Un Sectadepenciante encajan plenaments or cate plantoamien- ®. (Gi Ridrusj, P1994). Hacia un modo intagra dob adiccién En Casas, M., Guilortez, M., San Moana, L. (Ea). Psconstoais {y Alcohols. Bareslona: Exiciones en Neurociencias, p51. “Ene! proceso de relacion con una secta se paca por cilerer- tog estachns que pusden resumirce on estas Cuatro fas pro: (gesives. interés, fescracién, enamoramianto y secladepen- ‘Sonoia. En la segunda Y tercera faves tend lugar @) proceso. mmantulador dont dol Gontento seclaro, pero su incidencia en Ghindiicuo variara en tuncién de sus condieionantes psicoso- ales previos. Selo una parto més 0 mons notable do '0s 6ec- farios que pasan por ste proceso llegan al cuarto estadio,@ la sectzdopondoncia, que es cuando ya se esta ante una situacid| ‘Ycomporiamiontos que son problernaicos tanto para el suato Como pera su enter. claridad meridiana que entre sus rasgos de personalidad destacan la baja autoestima, escasa tolerancia a ta ambiglledad y la frustracion, 0 la tendencia a la ansiedad -ademés de otras muchas caracteristicas basicas de la personalidad presectaria-;y al analizar sus estructuras familiares encontramos dinamicas de sobreexigencia mantenidas desde la infancia que han cronificado su sensacién de “ineapacidad” ante la vida. Esos incividuos, légicamente, neeesitaron encontrar un reductor de ansiedad a su medida y la “secta’ -1a dependencia de ella~ solucioné su problema. Una de las caracteristicas de la personalidad adictiva es su alto temor al fracaso, circunstancia que pretende eludir mediante los consumos y/o conductas a los que esta enganchado. Asi, en el caso que nos ocupa, debe observarse que el entorno sectario es predecible -esta altamente ritualizado-, de acceso inmediato, proparciona sensaciones gratificantes y permite eludir el riesgo de fracasar (ya que el sectadependiente no se percibe a si mismo como responsable de su destino). Por otra parte, el fracaso resulta también imposible si uno dedica todo su esfuerzo vital a un objetivo ciclépeo la utopia sectaria~ que, por definicion, jams podra obtenerse, La conducta adictiva impide el fracaso, puesto que la dependencia evita que uno tenga que responsabilizarse de los cambios que deberia introducir on su vida para sentira como suficientemrente satisfactoria; la adiccién, aunque no sirve para transformar las circunstancias que le hacen fracasar a uno, si es altamente eficaz para anular ja ansiodad que conlleva el creerse incapaz de controlar las riendas de la propia existencia, Cuanto mas pobre en estimuios ¢ insatistactoria sea la vida de un sujeto, tanto mas atrayente serd una “secta’ y satisfactoria su sectadependencia y, cerrando el argumento por el otro extremo, cuanto mas persista esta situacién psicosocial lesiva, més ‘se incrementaré la dependencia y Ia tolerancia al comportamionto adictivo. Tampoco sera ditict ‘comprender que, cuando nos encontramos ante alguien que esta fliteando con une *secta” yo que esta cayendo en sectadependencia, lo inico que no debe hagerse es acorralatle —Ie encierra todavia mas en el grupo- y/o ignorarle ~ratifica su aislamiento-, antes al contrario, deberia intentarse compensar progresivamente su tendencia a sentir 158 Estusios do ventud ns 690% La sectadependencia, otrs forma de adiocién que sblo a través de la conducta adictiva puede alcanzar “bienestar"". ‘Cuando estudiamos los aspectos psicosociales de las adicciones, y queremos comprender las bases fen que se apoyan los procesos adictivos y el parentesco existente entre dependencias de sustancias y de conductas, resulta indispensable tener presente una serie de conceptos fisiolégicos y bioquimicos que, por falta de espacio, daremos or conacidos en e! breve apunte que seguira sobre algunos aspectos de la bioquimica cerebral de las adicciones. Et adicto en general y el sectadependiente en particular, necesita Muir, desesperadamente, de situaciones personales y/o sociales que le generan pautas de ansiedad elevadas. Al analizar el entoro psicosocial previo de los sectarios encontramos siempre una constante de "dolor emocional” como sentimiiento derivado de rutinas cotidianas escasamente satistactorias, por eso ser oportuno recordar que |a percepcién del dolor tiende a extinguirse a partir de la activacién de los ‘opidceos endégenes ~como las endorfinas, que bloquean o reducen la accién de la “sustancia P”, responsable de la transmisién de la informacién de! dolor- y que, dado que el pensamiento y las ‘emociones pueden activar la produccién de endorfinas, aspecto bien documentado en los estudios de Ornstein y Sobel sobre el efecto placebo", resulta evidente que ambos procesos base del consumo de “secta"-, al ser capaces de ‘evocar la produccién de betaendorfinas, pueden sostener dindmicas adictivas. Resulta bien sabido que el consumo de drogas ‘como las anfetaminas y la cocaina increments el nivel de dopamina en ef cerebro, pero no es menos cierto que el aumento de este “entre los casos que asesoramos en oh EMAAPS (Equipo ‘Muliciscipinar para ol Asecoramiento y Asistencia en Problems Sectaros) abundan las ocasones an que fo lega ‘mos @ conocer ciactamonto a) "sectaio", pero basta ®aba)ar Con los miembros de su entorna ~ayudandoles @ camber ale fae dingmicas intsteritares, 2 restablacer 0 mojerar la comu- flcaclon con o) sujet y a programar actividades interesantes para comencar a comparias con l- para que =| "problema ‘Seca vaya diuyendose progtesivamente asta acabar dasa Darecienda. Las relzciones ‘amivares pueden terminar normal- ZAndose inclugo skp haber tabajado ton el sueto su rlacion Con fa “secta’; 6 las mociicaciones en al entg:no asicosocial (00 un sacladebenciente se planifean y levan a cabo adocua- ‘Samente, pueden atenua’ 0 contteresea su conducta adiciva. “Cl Omston, R. y Sobel, D. (1987). The Heating Brain Breaithough Discoveries About How the Brain Koops US Healtty New Yore Sion & Schuster neurotransmisor puede producirse igualmente en el transcurso de diversas circunstancias sociales “Juegos, actos participatives, rtuales, situaciones de riesgo, etc.— que, de esta manera, se convierten en coniductas altamente reforzantes, 50 6s potenciaimente adictivas. También es muy significativo que el aislamiento social reduzca precisamente la liberacién de dopamina” y, entre otras, disminuya fa presencia de endorfinas que lleva a incrementar ka percepcion dotorosa, En medio de estas pautas contradictorias -situaciones psicosociales de aislamiento que restringen el aporte de dopamina y conductas que clicitan su presencia- podremos encontrar la via que lleva hacia la sectadependencia. Entre los estados emocionales que favorecen la conducta adictiva destacan las situaciones de disforia ~caracterizadas por provocar ansiedad, esirés, apatla, iritabilidad, etc.-, en les que, un sujeto, al ser Incapaz de encontrar motivacién en los reforzadores naturales, estara mas predispuesto @ sucumbir ante el efecto de una diversidad de reforzadores artiticiales -sustancias yo conductas- que provoquen una ranida y potente sensacién positiva a través de la via doparninérgica. Lo anterior es tanto més factible a ‘medida que en una persona se incrementa su grado de aistamiento social, presenta una deficiente integracién en el nicleo familiar, carece de estimulos sociocutturales, padece alguna psicopatologia, ete. Los procesos adictivos dependen de una serie de sistemas cerebrales y de fos neurotransmisores ‘que mediatizan sus funciones. Pero debe tenerse presente que a menudo nos movernos dentro de ‘frculos en los que causa y consecuencia interactian indefinidamente hasta conducir ala dinamica dependiente, Por las implicaciones que tiene en nuestra propia vida cotidiana, nunca se insiste demasiado al recordar que, cuando los niveles de estrés superan los que una determinada persona puede manejar, comienza a alterarse seriamente, entre ottos, el funcionamiento de tres hormonas y neurotransmisores basioos ~serotonina, noradrenalina y dopamina~ que "Ott Andreas, K. Dlenel A. Fischer, H.D., ener, Jy Schmidt, ‘J (1985). infuonce of saciat isolation on atharial proterence Lbehavior and dopamine release in telencophalen slices in mice. Posh Journal of Pharmacology ang Pharmacy, Vol 37 (Pp. agrees Estucs do duventd 43/01 159 Pepe Rodriguez actiian a modo de “mensajeros del bienestar". Cuando se tienen niveles normales de “mensajeros del bienestar”, cualquier estimulacién adicional que afecte a cualquier sentido de forma placentera- no pasara de ser una experiencia agradable que se mezclard con e! resto de vivencias cotidianas sin mas: pero cuando un sujeto presenta niveles bajos de esos mensajeros, su sistema de recompensa cerebral se encuentra ‘en un estado debilitado y, por ello, cualquier estimulacién que reciba -via administracién de sustancias y/o conductas- tendra un efecto extraordinariamente impactante, Las personas con Insuficiencia de estos mensajeros tienden a autoestimularse recurriendo a determinadas sustancias y/o conductas que, al igual que ies ocunfa @ las famosas ratas de laboratorio de Olds y Milner , pueden desembocar en dinémicas autodestructivas. La autoadministracién de sustancias y conductas capaces de incrementar la produccién de estos “mensajeros de! bienestar® produce un efecto de condicionamiento ~por via dopaminérgica- que asocia la sensacin de placer/ausencia de dolor al propio momento ~circunstancias psicosociales en las que se muestra necesaria y eficaz la autoadministracion- y al acto y entorno en el que ‘se realiza el consumo y/o la conducta, de forma que basta la simple presencia de una dificultad y/o de ese entomo para disparar automaticamente la hnecesidad incontrolable de autoadministrarse la sustancia y/o conducta correspondiente, Eso les ocurte a los adictos al alcohol, tabaco, café drogas ilegales, férmacos, comida, etc., que ‘consumen la sustancia de la que se han hecho dependientes para reducir su ansiedad que, en Un circulo vicioso, se la ocasiona buena parte de las situaciones vitales cotidianas (por €s0 iniciaron ‘i consumo) y, al fin, también la propia falta de ‘consumo y, a mas abundamiento, también ‘cualquier entomo que le recuerde el acto de su administracion-, pero es iqualmente la razén que subyace bajo la Gonducta de adictos al juego, trabajo, Internet, sectas, etc. El sectadependiente pasé a depender de su secta para reducit su angustia vital y aprendié a servitse de los usos sectarios -dogmas y practicas ritualizadas, que le incrementan los niveles de “mensajeros de! bienestar"- para mejorar su ‘estado animico: pero se angustia de nuevo sino: Practica esos usos -ya que decrece su nivel de neurotransmisores del bienestar-, por eso necesita la inmersién en el Ambito sectario y el refuerzo positive derivado de la conducta ritualizada; y pone en practica esos usos siempre, ante cada situacién cotidiana que le agobia, precisamente or eso, y al hacerlo ~dado que suben sus niveles ‘de “mensajeros del bienestar’— se refuerza su dependencia de la secta, que a su vez refuerza la conducta sectaria... quedando encerrado en el circulo vicioso de la adiccién. Ademas, dado que toda dindmica sectaria establece una gradiente de estados superiores -mas “perfeccion, “pureza’, “santidad’, otc.-, el hecho de no lograrios es imposible alcanzar metas tan relativas, ambiguas y nebulosas- es generador de mas ansiedad que, claro esta, potencia el uso de las dinamicas adictivas sectarias, y asi ad infinitum. Un sectadependiente se mueve dentro de una diversidad de conductas en espial que, al ‘aumentar y disminuir sin cesar sus niveles de "mensajeros del bienestar’, le mantienen atado a la dindmica sectaria. La conducta adictiva no es sencilla de delimitar, puesto que no es algo concrete y aislable del resto de comportamientos realizados por un sujeto determinado, sino que, por el contrario, se encaja dentro de un continuum de actuaciones vitales en ‘1 que no hay separacién entre las conductas adictivas y las que no lo son, Quienes fuman, beben o juegan por placer -como una actividad, mas, que tiene su momento y su lugar no son adictos, pero si lo son aquellos que necesitan hacerlo de modo compulsive. Quienes participan en las actividades de una "secta” y las integran con normalidad entre el conjunto de sus comportamientos @ intereses vitales no son adictos, pero quienes sitdan a la “secta* en el centro de su vida y orientan ésta en funcién de aquélla, subordinande y/o relegando casi cualquier otra cosa en favor del contexto sectario, se han convertido en sujetos adictos, en sectadependientes (con independencia de las actividades del grupo y de que éste sea ono una secta destructiva). Algunos expertos, como Daley", al sefialar los puntos comunes que caracterizan las conductas "Cit. Daley, D. (1991), Kicking adcctive habits. Lexington: Mas 160 Estudos de nent n° 0/01 La sectadependenca otra forma de aciocion adictivas a consumos y conductas, remarcan ‘como prototipicos tos siguientes: a) El nivel de “exceso" o el grado de “compuision”; indicativos que perflan la inracionaidad de ta conducta adictiva; by La inundacién o rebase del engaging 0 “enganche”, en el sentido de un mayor consumo del previsto en fa adicci6n a sustancias y de un tiempo de dedicacién superior al pretendido en la adiecién a conductas; 6) Los intentos o deseos de abandonar ei habito, que fracasan en ambos tipos de adiccién; 4) La negacién del sujeto a reconocer fa existencia de una dependencia cuando ya es muy evidente para todo su entorno familiar y/o social: @) Las obsesiones recurrentes en tomo a las sustancias 0 conductas adictivas y los ntuales, que se relacionan o asocian con sus ‘consumos; ) Las variaciones en la tolerancia a la sustancia 0 ala conducta que aparecen a medida que avanza el proceso de adiocion; 4) Las crisis de abstinencia que emergen cuando no se puede consumir la sustancia o realizar la ‘conducta de la que se depende; fh) La dificuttad 0 imposibilidad de manejar tas situaciones conflictivas derivadas de la dependencia y, ala inversa, la imposibilidad de ‘manejar situaciones conflictivas sin ayuda de la sustancia o de la conducta; ’) El desprecio por las posibles consecuencias graves -a menudo ya evidentes- derivadas de la dependencia. ‘Quienes hemos trabajado tanto con toxicémanos, ‘como con sectarios, podemos reconocer facilmente en los puntos precedentes un conjunto e actitudes que se dan habitualmente en unos y otros. Aunque, Iégicamente, puede haber diferencias de grado en estos items para cada sujoto, no cabe duda de que la presencia de todos cllos es indicativa de la existencia de una dependencia, ya sea respecto de una sustancia 0 tun comportamiento (0 de ambos)", algunas modificaciones de la conducta, sumadas erire si y valoradas con buen erteno, pueden ser indicatvas de las pri mmeraé foses de relacion estrechs de un sujeto con alguna dina nica sectera. Las pavtas a observar pertencean a clnea cam” os distintos: modificaciones en los hubitas, on fa forma de ‘Sxprosion verbal en of caracter, en! organiame y en las tele ones sociales. Cit Rodriguez, P. (2000) Acieadn a sectas {Pautas para el andisis, provencién y Yatamiente). Barcelona: Eaicones 8, pp. 269-268, Estar sometido continuamente a una dingmica de persuasion coercitiva y vivir en un estado de dopendencia, tal como es el caso de buena parte de los adeptos de sectas destructivas -pero no ast del de cualquier adepto de una “secta’-, puede llegar a causar una serie de trastornos psicosociales mas 0 menos importantes " que, basicamente, estardn en funcién de tres factores variables: a) e! perfil psicosocial previo dal sujoto; ) su grado de integracion en aigtin marco de sectarismo destructivo; y c) las caracteristicas de la secta y de la dinémica manipuladora empleada por ésta, Asi, pues, una misma secta destructiva podra causar efectos diferentes y/o de distinta consideracién y gravedad en adeptos distintos: en otros miembros no llegaré a oeasionar ninguna alteracién significativa; y, en sujetos con determinadas problemiticas psicosociales, puede acabar convirliéndose, incluso, en un marco positivo Pe ee) Raced Cuando una secta comienza a aplicar técnicas de persuasién coercitiva sobre una persona jy logra sus propésitos!, no nos engafiemos, buena parte del dafio que hizo vulnerable a ese nuevo sectario lievaba ya muchos afies minandole la vida. La secta no hizo sino ahondar con destreza en las heridas abiertas previamente por procesos de maduracién psicoatestiva lesivos @ incapacitantes, or pautas formativas y educativas erroneas, y por dinémicas socializadoras deficientes. Enfrentarse a la problemética de la adiccion a las sectas requiere un planteo basicamente equivalente al de las drogas (aunque seria, deseable que se implementase con menos hipocresia y mas eficiencia que en ese campo), pero Io cierto es que, hasta el dia de hoy, no se ha ‘etaborado ninguna politica preventiva dirigida a incidir en los ambitos que, de una u otra forma, generan y/o eronifican las dinamicas adictivas, y ‘que, por ortien de importancia, son: el sistema, ‘familar, la estructura escolar y ef mareo social en general. bid, pp. 201-219. esucios de laventua a 540) 161 Pepe Rodrigue En el disefio actual de planes de intervencién en toxicomanias se tienen en cuenta marcos te6ricos como la Teorfa de Desarrollo Social que postula™ la existencia de unidades basicas de socializacion Ala familia y la escuela en la infancia y, Posteriormente, ef grupo de iguales- desde las que se mediatiza el aprendizaje de pautas de ‘comportamiento que pueden ser prosociales o antisociales (situando entre éstas el abuso de drogas). “Este enfoque plantea cémo en la dinémica de transmisién de pautas, actitudes, valores y referentes educacionales, la familia ojeroe ‘de modo competente o no sus funciones de formacién de futuros individuos diestros y auténomos para ef control de su propia vida y suficientes para ta adaptacién personal y social. Esta perspectiva de la familia como instancia moduladora de aprendizaies prosociales reine a la vez las dos perspectivas de riesgo/proteccion. El rival de desarrollo madurative y de capacidades que la familia sea capaz de promover y troquelar ‘21 los hijos, condicionara estados pracedentes y niveles de vulnerabilldad para la incidencia de las variables de riesgo implicadas en ol consumo [de drogas| y propias de la interdindmica persona- ‘entoro™” . Lo apuntado es plenamente aplicable también a ta vulnerabiidad a la dependencia sectaria. De estos tres estamentos, el familiar es el que tiene mayor peso y responsabilidad en los, aspectos basicos de la formacién de un sujeto, tanto por su posible incidencia en la generacién de estructuras de personalidad fragiles o problematicas, como for su posicién privilegiada para poder suministar pautas formativas indispensables para que los hijos puedan superar con éxito la amplia gama de dificutades pslcoseciales con las que deberan enfrentarse en el futuro. En cualquier caso, siendo indiscutibte la incidencia que puede tener e| marco familiar en la génesis de personalidades sectarias, tambien resulta obvio que las posibilidades de actuacion intrafamiliar positiva y/o correctora pueden ser muchas y tan variadas como decisorias. "Ctr Hawkins, J.D. y Weis, JG. (1988). The Social Development| Model An ‘integrated approach to deinquency prevention, searnat ot Pray Proveetion (6) Cer Acero, A. (1997) Familia y factores de proteccién: une shod prover vista de Estatos Ge divert 0) op 8. Desconocer la verdadera etiologia de un problema psicosocial, 0 atribuirlo a causas que, en ef mejor de los casos, no son sino subsidiarias, impide actuar con eficacia, Un caso particular el de los menores insertos en “sectas”, puede complementarnos esta reflexidn. Los problemas que pueden afectaries son muchos y variados* y, como es légico suponer, su valoracién y gravedad dependeré de la edad det menor, de las condiciones socio-afectivas en que se desarrolle, de su proceso evolutiva/formativo y socializador y de la dinamica interna propia de cada “secta”. Pero, sin duda, tal como est evidenciando la compleja investigacién, todavia en curso, que sustenta el trabajo para la tesis doctoral en Psicologia de este autor®, at elemento més influyente a ta hora de valorar los problemas. de un sujeto criado en un contexto sectario ser, precisamente, el perfil psicosocial de sus padres y el tipo de interrelacién que ha caracterizado al ‘cleo familiar en cuestién Los datos obtenidos y analizados hasta la fecha muestran que los problemas descritos por los sujetos investigados, en relacion a sus épocas de infancia/adolescencia -vividas en un entorno familiar sectario-, asi como los percibidos respecto a su edad adulta, se relacionan, basicamente, con efectos derivacos y atribuibles a los diferentes modelos de interaccién familiar Vividos, que, @ su vez, dependieron, fundamentalments, del perfil psicosocial de los padres, Una “secta” determinada podra tener una estructura, précticas e imposiciones objetivamente lesivas, pero, en cualquier caso, el que éstas Io sean més 0 menos para el desarrollo de un menor en concreto dependerd del papel jugado por los padres. En general, cuanto més desestructurado ‘y/o disfuncional sea un niicieo familiar, mas deficiente podra llegar a ser el proceso de maduracién y socializacién de los fijos y, justo por esto, mas incidiré, para bien o para mal, la doctrina y dinamica de la “secta” a la que se Git Rodriguez, P (2000), Adiccion a sectas (Pautas para el ani 158, prevencidn y tratamiento} Barcolona: Ediciones 8 . pp. 211 2219. Esla Tesis Doctoral se desarrola en et Departamento de Psicologia Social dela Fecaltad de Psicologia Gola Universidad o Barcolona. ta investigaesen, Utulada Procesos de magure- Bin y sociaizacin de 1s hijos deniro de un contexto familiar Sectato Urbano, est drigida por los doctorse Faran Casas ‘Aznar y José Mane) Cornejo Alvar. 162 Entucion de dover 52001 La sectadependancia, otra forma de agiccién pertenezea (que también influiran mas 0 menos rnegativamente én los padres en funcién de su propio perfl de personalidad previa). ¥ a la inversa: cuanto mas notmalizado sea un nicleo familiar, menos problemas supondré la integracién dentro de cualquier “secta’. A fin de cuentas, en las familias sectarias ocurre exactamente fo mismo ‘que en las que no lo son: a medida que se incrementa of nivel de conflcto y disfuncién dentro do un nédcteo familiar, peores tionden a ser las ‘condiciones disponibles por los hijos para poder madurar y sociaizarse adecuadamente on stu 1 sono, En defintiva, para la prevencion del sectarismo deberemos basamos necesariamente en todos fos elementos de predisposicion o riesgo que conforman la personalidad presectaria® y, sobre ‘allos, adoptar los cambios de actitud que sean necesarios para corregir los errores formativos que lesionan la personalidad de los hijos, y/o ‘emprender las actuaciones oportunas para evitar ‘que dafios ya causados puedan arrastrar a un hijo/a, en el futuro, hasta alguna situactén autodestructiva como la sectadependencia Cualquier faritia puede prevenir el riesgo de sectarismo de sus hijos si adopta con ellos, desde su nifez, las 25 actitudes para la prevencién Integral que resumimos a continuacion”: 1. Evitar cualquier tipo de maitrato a los hijos, ya sea este fisico 0 psicalégica. 2. Evitar las carencias afectivas y la falta de atenciones paternas, implicitas 0 explicitas. 3. Evitar la generacion de vincufos sobreprotectores 4. Evitar, sobre todo durante fos primeros afos de Vida, la dlucton de fas figuras materna y/o paterna 5. Evitar el empleo de pautas educativas extremas, ya sean éstas excesivamente autoritarias 0 laxas y susttuirias por dindmicas ‘mas dialogantes. 6. Evitar educar a los hijos dentro de marcos ideoidgicos extremistas y/o exciuyentes. Gf: Rodbiguez, (2000), Aateclén a soctas (Paulas para ol ant Isis, prevenciOn y tratamiento). Barcelona: Ediciones 8, pp. 47- 2 y o-191, ™Gfr Rocriguez, P2000), Adicctn a sectas (Pautas para ef an- ‘isis, provencién y tratamiento}, Barcelona: Ediciones 8. PP. 232.20. 10, 14 12. 13, 14, 15, 16, 7. 18. Evitar incrementar sisteméticamente las. exigencias paternas sobre los hijos y lanzatles hacia pautas competitivas desmesuradas que sobrepasen sus capacidades. Prevenir el fracaso vital y escolar de fos fortaleciendo su nivel de autoestima, su seguridad y su independencia. Fomentar desde un buen principio fa existencia de una comunicacion fluida entre adres e hijos, potenciando las relaciones de confianza mutua que permitan estar al lado del hijo/a cuando surgen en éste/a las primeras aintcultades. Contribuir a que el hijo/a pueda contormar su propia identidad, ayudéndole a reducir y resolver fos problemas que fe asedian cotidianamente, y apoyandole para que sea capaz de sobrellevar las profundas contradicciones de! mundo de fos adultos. Gonocer las diferentes reafidades y necesidades de cada fase evolutiva de los hijos para estar en condiciones de darles un apoyo apropiado y poder ayudarles a contener sus confiictos emocionales. Potenciar que los hijos apliquen habitualmente et raciocinio, la reflexin, ef andlisis y la critica fen todas las facetas y momentos de la vida. Ensefiar alos hijos a construit, argumentar y mantener sus propios criterios y opiniones ante si mismos y los demas, y a ser capaces de modificarios sin que por ello tengan que cuestionarse su personalidad y/o su ‘concepcidn de ta realidad. Ensefar a los hijos los pasos necesarios para la toma de decisiones y las estrategias que permiten controlar la ansiedad que puede (generar la perspectiva det riesgo a equivocarse y/o fracasar, Ensofar a jos hijos a ser asertivos, Ensefiar alos hijos a saber negociar con su realidad Ensofar a los hijos a tolerar ias frustraciones y superarlas; templando asi su paciencia @ impidiendo la apaticion de la inmadura y peligrosa necesidad de buscar la satisfaccién inmediata en las actuaciones cotidianas. Ensefiar a soportar y obviar la inevitable ambiguedad que caracteriza ia existencia humana, que seré tanto como exorcizar la necesidad patologica de encontrar valores y/o jjos | Extudioe do oven n® 53901 163, respuestas de tipo absoluto y/o maniqueo. 49. Educar en libertad y para ia libertad, y ensofar las diferencias que existen entre ser solidario y ser un idealista ingenuo y erédulo. 20. Fomentar en fos hijo la tolerancia y el dilogo con todas las ideas 0 creencias. 21, Potenciar que ls hijos se sientan titles en todo momento, y que se integren responsablemente a lo que esté sucediendo @ su alrededor. 22. Potenciar la integracién de los hijos en grupos, asociaciones y proyectos que tengan algun tipo de incidencia social, estén formados por iguaies y tengan un funclonamiento estructural 10 mas participativo posible. 28, Enriquecer y proveer de experiencias interesantas @| mundo de los hijos, en espacial 1 de los adolescentes, que hoy dia parece dominado por et aburimiento, ol tedio y ot vacio do un periodo vital en el que ain nose | es nada, cada ver so puede estar menos seguro de que se va a llegar a ser algofalguien, yen el que uno se ve afectado | por un entorno social que incrementa pProgresivamente su carga de absurdidad, vacuidad y alienacion 24, Discuti ranca y ablertamente con Ios hijos de todos los temas que se consideren importantes ylo que puedan suponer en Ciertas circunstancies, algun riesgo. 25. Buscar ayuda terapéutica adecuada para el ofa si observemos sintomas persistentes ‘que puedan deberse a problemas emocionales y/o trastornos de la personalidad. ‘Adoptar adecuadamente estas 25 actitudes para la revencién integral no solo servird para evitar una posible sectadependencia de los hijos en el futuro sino que, igualmente, alejaré ta posibilidad de que uedan verse atrapados en ef resto de dindmicas dependientes y autodestructivas que venimos ‘mencionando. Por otra parte, el sistema escolar, como dinamica ‘socializadora por excelencia que es, deberia prover a sus alunos no sélo de conocimientos, sino, tambien, de patrones de conducta capaces de orientar sus actuaciones presentes y futuras hacia actitudes mas sanas, que permitan mantener de la mejor manera posible una retacién homeostasica, racional, adulta y eool6gica con uno mismo y con su entorno social Desde esta perspectiva, una educacion para la salud integral puede abarcar campos tan distintos “aunque profundamente interrelacionados~ como aprender a relacionarse ecolégicamente con et entorno, a buscar vias de solucién alternativas y creativas, a gestlonar adecuadamente la propia autonomia y libertad, a adquirir pautas defensivas contra ol consumismo que caracteriza nuestra sociedad, a mejorar los habites alimentarios y de ‘cio, a limitar y controlar fos usos abusivos y/o dependientes de sustancias y conductas, a fomentar la cooperacién, la responsabiidad, ta solidaridad y la tolerancia... Se trata, en detinitiva, de dotar a nifios y adolescentes -segin su nivel- de un arsenal de conocimientes y estrategtas que les permitan actuar como futuros adultos con pilena capacidad de autoconservacién y no como nnourbticas y seniles clientes de la sociedad industrializada. Dentro de la dinémica general del sistema escolar, y focalizado especificamente a la prevencién de! sectarismo, seria también importante trabajar con ios alumnos, desde ngulos diferentes, los aspectos reseriados en tos puntos 12 al 24 recién mencionados. También dentro de \a pareja puede prevenirse la cada dia mas habitual problematica sectaria que da al traste con muchas convivencias. Una pareja 5 una dindmica viva que necesita alimentarse, dia 2 dia, tanto del entorno sociocultural en el que vive como de los aportes positives de cada una de las partes. Por eso, cuando la relacién conyugal se transforma en algo rutinario, monétono, vacuo, cestérily limitador, se esta abonando el campo para que, en el cényuge que presente un perfil psicosocial de riesgo, aloren problemas ‘emocionales que pueden desencadenar procesos adictivos tales come fa soctadependencia, Esa necesidad de sectadependencia -0 de otro tipo de adiecién- suele crecer lentamente, al tiempo que se va acumulando la frustracion que dimana de una vida conyugal yerma, hasta que, finalmente, {as algun incidente estresante que actiia como esencadenante, acaba por eclostonar de un modo inequivoco. Una vez concretada fa adsoripcién sectaria, el grupo acaharé polatizando toda la atencion del conyuge captado y las relaciones de pareja tenderan a deteriorarse con repidez, Cuando la prevencién brid por su ausencia ~que 164 Estos de gant n° 5901 La soctadependencia, otra forma de adiccion 8 lo més comin en cualquier émbito de nuestro ‘comportamiento actual- y nos encontramos ante, Un caso de sectadependencia, las vias para abordarlo y tratarlo son siempre posibles y, en general, no excesivamente complojas (aunque tampoco simptes), En buena parte de los “problemas de sectas” la solucién del conficto ‘est en manos de los propios familiares afectados, dado que basta aplicar un poco de refiexién, ‘sentido comiin y algunas estrategias basicas adecuadas”, imposibles de resumir aqui, a fin de modificar algunos aspectos errénoos de las relaciones interpersonales que, por si mismos, al ‘cabo de un cierto tiempo, acabarén incidiendo positivamente en el “sectario", mejorando sus relaciones con familiares y amigos y rebajando progresivamente su nivel de dependencia grupel. El enfogue sistémico, que es el que orienta el trabajo del equipo ditigide por este autor (EMAAPS)*, resulta fundamental a la hora de diagnosticar con exactitud un sistema familar y de abordarlo terapéuticamente. La sectadependencia -como al resto de adicciones- puede prevenirse y permite un abordaje psicosocial adecuado para paliar los problemas que ocasiona. Pero también exige un ‘cambio de actitud que no todos estén dispuestos a adoptar. Sin coste suplementario ni demasiado esfuerzo podemos cambiar una larga lista de pautas erroneas que se han cronificado en el modo de oriantar los procesos de maduracién, socializacién y educacién de los hijos. Bésicamente, depende de nosotros mismos. Nuestro objetivo no debe ser tanto el combatir a drogas/traficantes y sectas como el de atajar a riada de futuros adictos que estamos generando Con nuestros errores en casa, el barrio, la escuele... Por inmensa @ intensa que sea la labor policial ~que en el caso de les sectas no lo es en absoluto- debe tenerse muy presente que la represién jamas puede controlar, disminuir ni mejorar nuestras deficiencias psicosociales. Las sectas afloran y explotan lo peor que hay en nosotros, nuestra fragilidad, un riesgo del que “i Rodriguez, (2000). Adccién a sectas Pavtas nara el and- sis, provencion y iatanento). Barcoona: Eciowies 6, Pp. 296-d04y a19-0t ‘Para mas datos sobre el EMAAPS (Equipo Mutcisciptinar para ‘1 Asesoramianto y Asistencia en Problamas Seetaios) OMG {ar eu pagina web en: wav. pene-rodliguez com. lias, nos guste 0 no oitfo, no son responsables. Sin nuestros errores, al sectarismo destructivo dejaria de tener sentido y clienteta, Asi de simple, asi de complejo. erauioanarls ‘Rear, A. (1987), Familay factor de profeccén: ure estat prevent, Reise de Esucos de Juvents (0), pp. 65-6 Cantera, A. Rodhiquez, Py Roxriquer, A. (1982). 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