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1 Aylin

En el momento en que Anne fue encontrada sin vida, una silueta rodeó
la calle Hanbury y se fue sin ser vista; la luna era la única testigo y la
que sabía la identidad de aquel ser malévolo ataviado con un frac negro,
guantes de piel negros, chistera de seda y una capa que ocultaba todo
su repugnante ser.
2 Daniela
El ir venir en las calles de aquel barrio hacía que el tiempo se
transformara en un corredor largo y sin final, hasta el último de ese
corredor, una ventana que daba la respuesta al mayor de los misterios.
Sobre aquel tiempo, siempre suspendido, a la media noche, del cuál el
reloj no daba ni un segundo adelante, sino hacía atrás, podía escuchar
el tic-tac dentro de mi cabeza, como pequeñas punzadas que se
carcajeaban de mis agujeros.
3 Abril
Sólo andaba por inercia y me daba cuenta. Me consuelo al pensar que
en el camino encontraré el sentido, y sin embargo no lo busco. Soy
revolcada por las olas ridículas dentro de un vaso, donde no pasa el
tiempo. Si mi infancia me viera, se reiría de mí. Ahora no me río. Si mi
futuro me viera, espero que ría, como alguien que recuerda la tormenta
cuando está seco y cobijado por la cama.
4 Vicente
Mirarás la luna y llorarás, llorarás de gritos y clamores por morir, pero
no podrás irte otra vez. Tu condena será la vida por la que huiste. A
donde quiera que vayas esa luna que tanto adorabas te estará
juzgando.
5 Bárbara
Entonces lo dijiste y no por compromiso, sentí el peso real de esas dos
palabras juntas que pronunciamos por primera vez cuando la luna nos
miraba; al fin habíamos dejado de huir: recuerdo la sonrisa, el rubor en
las mejillas en ambos por hacernos sentir expuestos y desvestidos;
aquella vez que me reí y te abracé sintiéndote mío por primera vez, yo
ya era tuya desde que me encontraste, pero jamás te lo había dicho.
6 Tona
Casi en son de burla siempre que te descubro haciendo la maleta, te
observo callada, a veces leyendo una revista, a veces moviendo un pie.
Solo esperando a que me mires, y al encontrarte conmigo, no te quede
otro remedio que volver a deshacer la maleta.
7 Amairani
Decidí quedarme. Me entregué a ti completamente rota y destrozada.
Te ofrecí mi espíritu deshecho para permanecer contigo esa noche.
“Solo una vez más”, pensé. Te confesé mis heridas llenas de tu
ausencia, y creo que hiciste lo mismo. Nos fusionamos en agua, en la
cascada proveniente de la fractura que se formaba en nuestros
corazones, mientras escuchábamos una canción devastadora que
repetía solamente dos palabras: ¡nunca más!
8 Selena
Y cuando nos encontramos tan callados y tan dichos ya, no queda otro
remedio que apretarnos hasta que todo se calle, porque no nos gusta lo
que el silencio dice, porque el silencio solo puede decir verdad. Mejor
apretarnos, porque si nos soltamos y nos quedamos tan desamparados,
le vamos a creer.
9 Iván
Enseguida dijiste:
Voy a dejar de amarte.
De súbito se fue,
Mi cobijo se fue,
Congelado quedé.
Esas cinco palabras,
Maquiavelo a mi tumba,
Mirada tormentosa,
La caricia desierta.
Como si nada, nadie,
Y nunca en mi consciente.
Nosotros y la nada,
La nada en nosotros fue.
Trate de huir y no,
No se me permitió.
Permanencia ella insistió,
Yo sin saber qué hacer,
Para siempre partir
O atrapado quedar,
En recuerdo sin fin,
Y abrazados estar,
¡Ay! Por última vez.

10 Aylin
Esta es mi condena, si por atreverme a amarte he de pagar mil años,
que vengan los jinetes que tu esclavo gritó a los mares, que vengan las
pestes y las bestias infernales. De todas formas, yo ya estoy muerto,
mis manos no te pueden contener, tu mirada me arrojó al averno, tu
tacto construyó mi tumba y tu voz clamó mil y diez mil ceremonias
luctuosas.
11 Dani
Entonces añorarás mis llantos y mis risas, mis nobles ilusiones que tu
amor pintaban. Y yo, como un loco que no sabe perder seguiré aquí,
¡maldita seas! ¡Maldito el día en que los astros o tormentas terrenales
te arrojaron ante mí! ¡Maldigo el fruto de tu vientre… y no me iré, no me
iré, no me iré!

12 Vicente Descaro, cinismo, hijo de la Gran Bretaña,morbo.


La vida me dejó cuatro mujeres más, pero ninguna de ellas eras tú. No
me gustaron para nada. Sólo una me gustó y no sé qué fue lo que pasó;
de pronto, las entrañas de aquella chica salieron de la penumbra hacia
la bella luz que daba el farol. Lo demás se lo comió la oscuridad.
13 Abril
Hubo un enorme silencio: ese silencio se quedó atrapado en una boca
tapada por su mano; y el murmullo de mi garganta en todo el vacío de
la calle que se llenó de sangre. Extranjero ¡vuélvete! (ruidos) Deseé
espetar. Sin embargo, no dije nada… ( silencio) Ese silencio murmuraba
tan fuerte todo el vacío… (gritos, lamento, gutural)
Una voz, (silencio) ¡Esa voz!

14 Bárbara
Gritó y se maldijo a sí misma, pero su mano tomó posesión de ella.
Nuevamente se encontraba en aquellas ruinas mientras una voz le
susurraba; se alzaron laberintos quiméricos donde nada moría, porque
nada nacía en primer lugar. Era un sitio donde todo fue, es y será, un
lugar de descanso donde, ella se sentía tan incómoda como
perteneciente, pues de cierta manera lo era. Sin embargo, es a la vez
encantadora; ella morirá pura, sin conocer jamás las tristezas del
mundo, sin saber de las lágrimas ni del llanto que consume a la doncella
de piel morena y corta estatura, con lacios y dúctil melena troncándose
en el viento. Finalmente, el ciclo termina… y el árbol pierde sus ojos.
15 Tona
Ella sabía las claves para dominarlo, usando las palabras aprendidas y
sacrificando mechones de su cabello, se hizo con las cuerdas de esta
realidad moldeando el camino, una simple vía recta que desembocaba
en una pirámide hecha de ónice, donde se encontraba una escalera la
cual conectaba con el universo. Caminé, y a medida que avanzaba por
el pasillo eterno, éste se volvía frío y mecánico, apareciendo
inscripciones en las paredes, en una lengua tan antigua como el tiempo
mismo. No. Quizá desde antes. Aquel argot escrito databa de una era
anterior a la creación misma, quizás desde el parto cósmico.
16 Ivanovich (burla)
Por mucho que me paseé frente a los policías, los inspectores y la
prensa, nunca se dieron cuenta de que me tenían enfrente. (risas) Sus
pequeñas y cerradas mentes no les dejaron ver la daga reluciendo en
el cinturón. ¡Pobres ciegos! (risas)
Mi casa se convirtió en un mausoleo de cinco mujeres, las cuales me
veían desde la pared para culparme por lo que les había hecho.
Después sentiría la caricia de un corazón que le había quitado a alguna
de ellas. (pie cachondo, Tona)
17 Amairani
Ahora, París huele a decepción, a moribundo lamento que atraviesa con
violencia las entrañas… y revive los recuerdos más oscuros. Como
volver a casa, como volver al vientre, como el Edipo desgraciado al
regalar sus ojos.
18 Selena
Llegó el día de partir,
noche roja sin contrastes;
rojo noche, sucio, viejo.
Ay, esa maldita luna,
¡luna maldita de azar!
En tu cintura lunar,
allá donde me extravié,
en tu lunar me encontré…
hoy debo dejar de amarte.

19 Aylin
Dormí y tuve pesadillas, desperté y la pesadilla seguía ahí. En medio de
nosotros. El color de tus besos se había tornado en puros recuerdos,
así que me marché. Me era insoportable presenciar aquellas vistas
lejanas, que nunca fueron capaces de ver el horizonte.
20 Dani
Más de una vez soñó con aquello, con la voz susurrante e inhumana,
en melancólicos momentos y lóbregos instantes. La muchacha miró ese
abismo, aun cuando sabía que corría el riesgo de caer en un vacío del
que jamás saldría… (pie gutural Tona) y despertó.
Se levantó rápidamente; se encontraba empapada en sudor, no
había ni un solo momento en el que no pensara en aquél sonido, en
aquél lugar extraño; ¿Qué era eso? ¿Qué era aquello que le provocaba
la sensación de malestar? ¿Qué eran esas palabras que no podía
comprender?
-‘’Nunca más’’
21 Abril
Debo dejar de amarte, jijo. El tormento es como un cachorro, que si no
lo alimentas de Esperanza, muere. No tengo más que vísceras y mis
entrañas. Toma todo, has ganado. Toma todo y vete ya.
22 Vicente
Una mano sobre otra, una sonrisa de regreso, unos ojos escuchando,
una risa compartida, un abrazo en compañía, un caldito para el frío; un
empujón al reto, una canción desafinada y un poema no leído fueron
ignorados por la miopía, y el astigmatismo del ‘’éxito’’.
23 Bárbara (en bruja)
Colocó el seguro de su puerta, prendió la chimenea, hizo un té de
hierbas amargas y horribles, lo bebió hasta terminarlo. Se desprendió
de su ropa, se acostó en su cama, no sin antes mirar sus dibujos paridos
en su locura. Al fondo apareció aquel fantasma oculto, entre un funesto
bosque, con sendos ojos carentes de vida y una capa rasgada y
desgastada por el paso de las eras.
24
Legión de mi alma monstruosa, tu lastimera sonrisa se quedó conmigo.
Vine luego a hacer las paces, pero no contigo, no contigo amor lejano y
repugnante. Vayas a donde vayas encontrarás estos ojos que un día
rogaron tu presencia, convertidos en conjuros lunares que destrozarán
tus patéticas ganas de vivir.

25

-Soy la musa del poeta trastornado.


Su voz andrógina
Soy la letra de un escritor enloquecido,
Soy la nota definitiva de un músico trastornado,
El cuerpo del bailarín en decaimiento,
La voz del mudo cantor,
La imagen de la desesperación,
¡Soy el origen de toda inspiración!
Dentro de mí se encuentra todo el arte que alguna vez fue creado y todo
lo que será creado, yo le otorgó mi don.
-¿Por qué lo haces?-
Abriendo un poco los ojos, preguntó mientras sus labios se tornaban
azules y su corazón estaba a punto de estallar.
Porque la creación representa tormento, el tormento te lleva al éxtasis
y con tu arrobamiento creas una manifestación azarosa, sin vida, oscura
e inexplicable que lentamente se infiltra en tu realidad.
Y dicho esas palabras, la moza de tierras lejanas, piel morisca y de
aroma a nobles maderas perfumadas, abrió los ojos una última vez,
suspiró y lloró amargamente un instante, justo antes de morir.
En el epitafio de un amor: ‘’Aquí yacen los restos de las creencias…
inocentes sobre la bondad constante en los humanos’’.

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