Sei sulla pagina 1di 2

Tarea 2

Prof. Carlos Hipogrosso


Asignatura Lingüística 1
Por: Pablo Parente
Primero de Profesorado Semipresencial, Grupo 04

Curso de Lingüística General


Ferdinand de Saussure
Capítulo 1. "Naturaleza del signo lingüístico"
Capítulo 2. "Inmutabilidad y mutabilidad del signo"

SIGNO, SIGNIFICADO Y SIGNIFICANTE. El signo lingüístico está formado por dos términos
íntimamente relacionados pero que no se pueden confundir. Son dos elementos de carácter psíquico,
porque son procesos que se producen a nivel mental. La imagen acústica, es la huella psíquica del
sonido de la palabra, “mesa”, por ejemplo. No es el sonido en sí de la palabra “mesa”, que remite a
un proceso físico – acústico, sino la representación mental del recuerdo de cómo la palabra suena.
Por otro lado, el concepto, es la idea, el conjunto de características generales que se asocian a la
imagen acústica, por ejemplo, la idea de mesa, con todas sus características generales (es un mueble,
tiene cuatro patas, un tablero horizontal, se dispone para comer, etc.).

Cuando Saussure se refiere al signo lingüístico, prefiere designar al “concepto” con el término
“significado” y a “la imagen acústica”, con el término “significante”. De esta manera se evita la
ambigüedad que se produce corrientemente al confundir el término “signo” con la imagen acústica.
Los nombres significado y significante le resultan funcionales para representar la relación y oposición
de los términos. Relación, porque ambos son procesos psíquicos y se necesitan recíprocamente;
oposición, porque el significado está relacionado con el concepto abstracto y el significante con la
huella psíquica del sonido de la palabra. Al designarlos con estos términos se evitan confusiones.

ARBITRARIEDAD DEL SIGNO Y DE LA LENGUA. Saussure propone dos principios que rigen
al signo lingüístico: el de arbitrariedad y el de linealidad. Con respecto al primero podemos decir que
el signo es, sobre todo, arbitrario. La relación, o como le llama Saussure, el “lazo” que conecta al
significado con el significante, es completamente arbitrario e inmotivado, es decir, no hay un motivo
que lo justifique. Por esa razón para un significado, hay muchos significantes, de acuerdo al idioma. El
concepto “mesa”, por ejemplo, es “mesa” en español, “table” en inglés, “stol” en ruso y “biao” en
chino. El orden de los sonidos que componen los términos no tienen ninguna relación natural con el
concepto. Arbitrariamente y sin motivo se establece el signo lingüístico.
Este principio incide directamente en la lengua que es un sistema de signos arbitrarios. Entonces, el
signo lingüístico es arbitrario porque el vínculo entre concepto e imagen acústica no responde a una
relación lógica o natural. Distinto es el símbolo, que sí mantiene una relación lógica entre la idea
figurada y la realidad que representa. La lengua es arbitraria porque está compuesta de signos, y
porque se impone al individuo históricamente y por tradición. El hablante nada puede hacer para
modificar los signos y la lengua.

HISTORICIDAD, ARBITRARIEDAD, INMUTABILIDAD Y MUTABILIDAD. Inmutabilidad y


mutabilidad, dos conceptos que a simple vista parecen contradictorios, son complementarios cuando
se refieren al signo lingüístico. En primer lugar, la lengua es inmutable, porque el grupo de hablantes
no puede modificar los signos. Varios factores hacen posible la inmutabilidad: la arbitrariedad de los
signos lingüísticos que no se pueden elegir ni cambiar, la multitud de signos que se necesitan para
constituir una lengua, la complejidad del sistema y la resistencia de la comunidad hablante a la
innovación. En segundo lugar, aunque los hablantes no pueden cambiar los signos lingüísticos, no
obstante, la lengua se transforma. En el transcurso del tiempo, la lengua se modifica, no sólo hay
cambios fónicos, sino que lentamente se va desplazando la relación entre el significado y el
significante.

La historicidad de la lengua, las convenciones que se transmiten por tradición, que se heredan de una
generación a otra, garantiza la arbitrariedad de la lengua y del signo lingüístico. La arbitrariedad del
signo lingüístico consolida la inmutabilidad de la lengua. A la vez, la historicidad, demuestra que, en el
transcurso del tiempo, la lengua se altera y las relaciones entre significado y significante experimentan
cierto grado de desplazamiento.

Potrebbero piacerti anche